"La Inocencia Viste De Revelación"
NOTAS: Aquí regresando con nuevo capítulo como he prometido... La verdad no esperaba llegar a la cantidad de votos tan pronto xD
Y no me lo creo... Capítulo veinte y yo sin creer haber llegado a tanto... Normalmente mis historias duran de 10 a 15 capítulos y uno que otro extra como máximo :0
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...
https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
La suave y encantadora melodía podía escucharse incluso fuera de aquella habitación, y acompañando la dulce canción de cuna, las risas de un bebé hacían eco...
Aquella mujer veía maravillada a la pequeña personita en sus brazos...
Ella estaba completamente enamorada de su adorado bebé...
Había esperado nueve largos meses para poder abrazarla, besarla e incluso cantarle en persona y al fin, la espera que le había parecido eterna, había valido por completo la pena...
Pero tan pronto como la alegría que en un principio había sentido al tener a su recién nacida hija, fue reemplazada por la tristeza de saber que no podría verla crecer...
Había soportado los nueve meses solamente para poder ver a su pequeño retoño, pero no podría soportar más...
Ella moriría dentro de poco...
Ella podía sentir como poco a poco sus energías se agotaban y que en algún momento ya no le quedarían fuerzas para poder continuar...
Pero al final, el esfuerzo por vivir unos meses más, había valido por completo la pena...
"¿Cómo se llamará...?"
La mujer miró con una cansada sonrisa al hombre que amaba y que había cumplido su promesa de mantenerla a ella y a su madre a salvo de las injusticias del mundo...
Pero su amado tenía una expresión completamente destrozada y ella sabía porque la tenía.
"Creo que debería llamarse como su madre... Lucy será su nombre..."
Los ojos color miel de la mujer se abrieron con sorpresa al escuchar las palabras de su esposo. Aun así, asintió con una sonrisa y miró completamente enternecida a su pequeña bebé...
La pequeña Lucy había lanzado un largo bostezo con su pequeño ceño fruncido. Aparentemente su bebé tenía sueño y mamá y papá no la dejaban dormir como quería.
"Entonces su nombre será Lucy... Monkey D. Lucy".
La mujer estaba encantada con la idea. Al menos así, su pequeña Lucy tendría algo de ella para llevar siempre consigo, al menos hasta que ese momento suceda y herede uno de sus preciados tesoros...
Monkey D. Lucy...
Esa pequeña seguramente traería consigo una tormenta milagrosa por donde pasará y lo único que ella como su madre lamentaba, es no poder estar cuando eso suceda...
Pero por ahora, se encargaría de disfrutar los últimos momentos que le quedaban de vida, para amar todo lo que no podría a su pequeña Lucy...
'Sin arrepentimientos', se había dicho una vez...
Pero desgraciadamente, habían arrepentimientos que no se podían evitar y el dejar a su pequeña hija sin una madre, era uno de esos sin duda alguna...
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"La Inocencia Viste De Revelación"
El rey Stelly Outlook no podía creer la desfachatez y falta de educación que la marina estaba teniendo con él y su familia. Él era un noble real, le debían respeto, pero en su lugar, lo trataban como un maldito costal de basura.
Su esposa, sus padres y él no habían podido salir del palacio, y por lo que sabía, ningún noble tenía permitido abandonar la isla.
"¡¿EXIJO SABER QUÉ ES LO QUE ESTÁN HACIENDO?!"
Llevaba meses exigiendo una respuesta de parte de la marina, pero nadie había respondido por el insulto que estaba recibiendo. Pero el capitán que la marina había enviado, simplemente lo pasaba de largo sin hacer alguna mención.
Lo peor era saber que no habían hecho absolutamente nada para atrapar a la maldita muchacha que Sabo había querido como una hermana...
Se suponía que él sería recompensado con el honor más grande para un noble...
Se suponía que a él debieron haberlo convertido en un Dragón Celestial y que con ese poder aprovecharía para quedarse con la chica como su primera esclava...
Esa se suponía que sería su venganza perfecta en contra del detestable de Sabo. Pero el gobierno mundial no había dado ninguna respuesta y la maldita marina lo trataba como uno más de esos malditos y asquerosos campesinos.
"Como se le ha dicho antes su alteza... No podemos responder a esa pregunta".
El rey Stelly se estaba cansando de la misma maldita respuesta. Era como si no fuera más que un noble más y no un rey de uno de los reinos con más renombre...
"¡Quiero hablar con tu superior a cargo!" Exigió con desdén. "Soy un rey, no un noble más de los que hay fuera de este castillo y tampoco uno de los campesinos que hay fuera de los muros de este reino, así que exijo que se me trate como me merezco".
El capitán frunció el ceño, mientras dirigía una mirada llena de desdén al hombre frente a él. "Con todo respeto su alteza, pero mis órdenes vienen directamente del gobierno mundial y los mismísimos Dragones Celestiales. Si digo que no puedo responder a sus dudas, es porque no tengo la autoridad para hacerlo".
El rey Stelly vio con un sorpresivo temor al capitán de la Marina. Si la Marina no tenía autorización de los altos mandos para hablar, era un asunto completamente serio.
Los Dragones Celestiales y el gobierno mundial no querían que dijeran sus planes y tampoco querían que nadie saliera de la isla. El rey Stelly temió por el plan que tuvieran en mente...
Pero era imposible creer que lo hubieran traicionado...
El cumplió un deber importantísimo y merecía ser recompensado por ello...
Aun así, dirigió una mirada de odio al marine y regresó a su sala de estar donde seguramente su esposa y sus padres estarían esperando noticias.
"Stelly, cariño, ¿Dijeron lo porque hacen todo esto?"
El rey simplemente apretó con fuerza los puños, mientras ordenaba a los guardias custodiar la puerta. Hablaría claro con su familia y sería a puertas cerradas.
"Algo anda mal. El estúpido capitán solo me dijo que sus órdenes vienen de lo más alto: el gobierno mundial y los Dragones Celestiales", respondió con rencor.
"¡Pero qué desfachatez!" Exclamó con horror la señora Outlook. "Ellos habían prometido una recompensa y te insultan a ti, que eres el rey de este reino".
"¿Entonces no seremos parte de los Dragones Celestiales?" Preguntó la reina con una pose dramática. "¡Stelly, tú me lo prometiste!"
"Querida nuera, estoy seguro que todo esto es un malentendido. Solo espero el momento en que llegue alguien de un rango más alto y le dé un buen castigo a ese maldito capitán", mencionó con calma el señor Outlook.
Sin embargo, Stelly no estaba completamente seguro de que eso ocurriera, pero era mejor pensar así, que en una posible traición hacia su familia y él.
~.☸.~
Como alcalde de la Villa y un viejo amigo de Garp 'el puño', Woop Slap sabía que, si veía un barco de la Marina sin un peculiar perro en el mascarón, era porque nada bueno debía venir. Especialmente después de la advertencia de Garp justo cuando se llevó a Lucy.
Era una fortuna, que hubiera instruido a la perfección a los habitantes y que cada uno había dicho que Dadan y sus bandidos sólo eran lugareños que gustaban vivir en el bosque y que incluso, la gran mujer era compañera de trabajo de Makino.
Pero la estadía de la Marina, se hizo cada vez más larga y los marines se multiplicaban...
Y después de meses, isla Dawn parecía una isla naval con tanto marine rodeando cada rincón de su bella y pacífica isla. Así que como el alcalde preocupado qué era, había intentado contactar con Garp, pero no había tenido la suerte de que su viejo amigo respondiera...
Eso era completamente extraño, considerando que Garp siempre respondía el llamado de su Den Den Mushi, sabiendo que sólo llamaba cuando había emergencia.
"¿Qué cree que ocurre alcalde?"
Woop Slap no sabía que responderle a Makino. Incluso Dadan se había quedado para escuchar las palabras de Garp, aprovechando la excusa del cierre del bar.
Al menos los marines no eran groseros y hacían lo que quisieran. Tal vez tenía mucho que ver el hecho de que la isla estaba bajo la protección de Garp, pero no creían que eso los detuviera mucho tiempo.
Los marines habían recorrido toda la isla, casi como si buscarán algo o a alguien. Y justo por esa razón, los bandidos habían tenido que aprender a hacer trabajos en la Villa y Dadan había terminado trabajando con Makino.
Pero su actuación no podía durar eternamente. Al menos no con la Marina buscando hasta debajo de las rocas.
"Garp se aseguró de quemar esa casa del árbol e incluso se llevó los muñecos de Luffy, pero ni yo, ni mis tontos hombres regresamos al lugar donde estuvo la casa del árbol, así que no sabemos si algo se salvó", comentó Dadan, mientras trataba de encender un cigarrillo.
"No creo que hubiera algo para salvar. Las llamas se veían hasta aquí y es un trayecto muy lejano" mencionó Makino con preocupación. "¿Qué es lo que querrá la Marina?"
"No lo sé, pero no creo que sea algo bueno" Woop Slap bebió un sorbo del café que amablemente le había preparado la mujer más joven. "Escuché que ni siquiera la nobleza tiene permitido salir de la isla o de sus muros".
Dadan asintió de acuerdo con esas palabras. "También lo había oído e incluso sé que en el castillo del rey hay un capitán de la Marina que personalmente vigila a los reyes", no pudo evitar morder el cigarrillo que tenía en la boca. "En verdad espero que esto no tenga que ver con la mocosa..."
El alcalde y Makino estaban igual o más preocupados con la sugerencia de Dadan. Ellos ya habían pensado en esa posibilidad, pero no podía ser...
La Marina no se atrevería a usar una isla para atraer la atención de alguien inocente sólo por conveniencia. Pero luego recordaban las cosas atroces que la Marina ya había hecho o al menos, las cosas atroces que Garp había contado a Woop Slap para que fuera más precavido en casos como este mismo.
Y no era algo difícil recordar que la Marina sólo era la punta del iceberg, después de todo, los marines solamente eran peones para el gobierno mundial y los Dragones Celestiales.
"¡Dragon y su tonta revolución solamente nos causan problemas!" Espetó el alcalde con disgusto. "Ese muchacho pudo seguir siendo un buen marine o incluso dedicarse a otra cosa, pero en su lugar, decidió hacer una revolución y traer caos a nuestras vidas y a la vida de su hija".
"No creo que sea tan sencillo el tema, señor alcalde..."
Makino decidió hacer más café para los tres al ver que no dormirían tan temprano esa noche.
Al menos dejaría que esos dos hablaran lo que tuvieran que hablar en esos momentos.
"¿Por qué lo dices?" Preguntó con interés.
"Garp me contó una que otra cosa sobre la decisión de su mocoso y aunque estaba enojado, parecía orgulloso", dijo, mientras apagaba con calma el cigarrillo al ver que lo había arruinado de tanto morderlo. "Aparentemente Dragon hizo su revolución, porque conoció a la madre de Luffy en un momento crítico".
Woop Slap vio con sorpresa a la mujer. Incluso Makino le prestó la debida atención, sin dejar de lado el café.
Aquella reacción no era de extrañar, considerando que nadie sabía de la difunta esposa de Monkey D. Dragon. Y sólo supieron de una boda, cuando Garp llegó con la pequeña bebé Lucy y le pidió a Makino que la cuidara.
"Así que fue por eso..."
Woop Slap sabía que Dragon no tenía el espíritu de un marine, pero había sido obligado por Garp y su necedad de mantenerlo del lado de la justicia. Tampoco se le veía como un pirata y en su momento lo agradeció.
Pero Monkey D. Dragon tenía el espíritu de un guerrero, eso lo noto desde que había comenzado a caminar y causar alboroto, mientras el torpe de Garp lo festejaba y su madre lo perseguía. Incluso llegó a pelearse con él por los precios de los productos que llegaban a la isla o cuando lo escuchaba hablar mal de la nobleza cuando no debía hacerlo.
Así que si lo que decía Dadan era verdad, probablemente la madre de Lucy se hubiera visto en problemas con algún alto mando o peor: Con la esclavitud.
Si era así, entonces había mucho más en juego para Dragon el revolucionario...
"Yo solo espero que Lucy-chan esté a salvo".
Dadan y el alcalde miraron el café humeante en sus respectivas tazas. Ambos con una mirada comprensiva a lo dicho por la preocupada Makino.
La camarera no era la única que rogaba por el bienestar de Lucy...
Todo aquel que había convivido con la mocosa problemática y sonriente, esperaba que ella estuviera a salvo de los malévolos planes que el gobierno mundial seguramente tenía...
Solo esperaban que las cosas no se complicarán...
Desgraciadamente para ellos, sólo podían hacer eso...
Solo podían esperar...
~.☸.~
Tres días habían pasado desde lo sucedido con Ace en el camarote de Lucy...
Tres días desde que todos comenzaron a buscar insistentemente a la chica del sombrero de paja por todo Sabaody...
Pero el rastro de Lucy había desaparecido por completo. Y para preocuparlos aún más, habían descubierto que el implicado de dicha desaparición, era Bartholomew Kuma.
Ninguno sabía qué es lo que harían de ahora en adelante, considerando que el Shichibukai había abandonado el lugar y no tenían información de donde podría estar. También tenían el asunto de la inconsciencia de Ace...
Ace se había desmayado entre gritos de dolor y sangrado preocupante. Le habían hecho estudios para verificar que no tuviera algún daño permanente. Afortunadamente, lo que tenía no era de gravedad, pero sí de cuidado...
Con reposo y descanso, podría mejorar y quedar como antes...
Ahora venía el problema más complicado en todo el asunto y eso era el estado de Lucy...
Nadie podía negar que Tato y su pequeño grupo de compañeras podían dar muchísimo miedo, Deuce era ahora el que más podía confirmar eso. Pero nadie podía culpar del todo a Ace y Deuce sobre lo sucedido...
Marco aun sentía culpa por no haber insistido o incluso obligar a Ace a escucharlo, pero no lo había hecho y ahora con la desaparición de una embarazada Lucy, podía ver las consecuencias.
"¿Cómo está Ace?"
Como en los últimos días, Marco se aseguraba de regresar a la enfermería para verificar el estado del comandante de la segunda división. Pero parecía que nada había cambiado, puesto que Ace aún seguía inconsciente y conectado a toda clase de aparatos para mantenerlo estable.
"Aún no reacciona, pero su salud está mejor a comparación de hace unos días. Si las cosas siguen así, podrá despertar dentro de poco", respondió una enfermera de cabello verde y ojos color ámbar:
Mimi, la hermana gemela de Momo. "Aunque no quisiera ser él cuando despierte, porque Momo-chan y las demás quieren darle una buena paliza por lastimar a Lucy-chan.
Marco solamente pudo soltar un largo y cansado suspiro, mientras masajeaba su entrecejo con exasperación. Sabía que Mimi era completamente honesta y no importaba la situación, ella no podía ser discreta con las noticias. Incluso ahora, sonreía, mientras le decía todo lo que su hermana gemela y las demás querían hacerle a Ace, pero por ahora, no era el momento indicado para eso...
"Y justo por eso, no deje que Tato y las otras estuvieran cerca de Ace".
Marco sabía que los ojos amatistas de Whisky de por sí podían intimidar al más valiente, pero justo ahora, teniendo en cuenta la situación, la jefa de enfermeras quería darle unos buenos golpes a Ace por ser tan necio, orgulloso y estúpido...
En conclusión, Ace no estaba en la lista buena de ninguna de las enfermeras y tampoco en la lista de Thatch justo ahora.
"Por cierto, ¿Todavía no encuentran alguna pista de Bartholomew Kuma?"
Marco negó rápidamente. "Y aún sigo algo preocupado por el actuar de Kuma... ¿Por qué desaparecer a Lucy?" Sabía que algo se estaban perdiendo, pero no tenía idea de lo que era exactamente.
Whisky lo meditó por un momento. "No importa la razón justo ahora, pero su estado sí que importa", frunció el ceño con preocupación. "Si la envió a un lugar donde hay marines, la atraparían y justo ahora no le conviene pelear y vaya que ha estado exponiéndose a peligros, peleas y estrés continuo..."
Marco asintió con preocupación. "Entiendo lo que dices, su embarazo podría ser incluso de alto riesgo..."
"¡¿Luffy está embarazada?!"
Tanto Marco como Whisky y Mimi miraron con sorpresivo horror al recién despierto Ace, quien no espero respuesta, cuando comenzó a arrancar cada una de las agujas que lo mantenían estable, sin importarle absolutamente nada.
Justo ahora, lo único que quería era tomar el Striker e ir a buscar a su hermana pequeña, para tratar de enmendar todos los errores que había cometido en esos meses... No... En esos años de ausencia...
Para su mala suerte, Marco lo detuvo casi de inmediato y ni siquiera podía hacer algo para liberarse.
"¡Debo encontrarla!" Bramó con enojo.
"¡Lo que debes hacer ahora es descansar!" Respondió Marco con seriedad. "No puedes simplemente salir de la cama y hacer tonterías. Llevas días inconsciente y ni siquiera nosotros sabemos de su paradero, pero estamos haciendo lo posible por encontrarla..."
Ace rápidamente negó. "No lo entiendes Marco... Yo la lastime... La dejé cuando más me necesitaba y... Rompí mis promesas con ella y Sabo..."
"¿Sabo? ¿El revolucionario?"
Ace llevó una mano a su cabeza al escuchar las preguntas de Marco. "Sabo es mi hermano... Él murió..."
"Podrás hacerlo cuando la encontremos, pero ahora debes descansar", respondió Marco con preocupación.
Ace negó rápidamente. "¡No lo entiendes! ¡Debo hacerlo ahora!" Respondió tratando de liberarse.
"Pues lo harás cuando la encontremos y punto final".
Whisky no espero más tiempo para inyectar una buena dosis de calmante a Ace. Una de las cosas que todos temían de Whisky, es que la mujer sabía usar haki de armamento en sus instrumentales médicos y con alguien con habilidades logia como lo era Ace, era más que efectivo.
Marco pudo atrapar a ese necio antes de que cayera al suelo y aunque Ace lo estaba mirando con rencor por lo que habían hecho, poco le importó al saber que era por su bien.
"Te prometo que la encontraremos", le dijo con preocupación.
Y justo antes de que Marco se alejara, Ace agarró su brazo con las pocas fuerzas que tenía. "Recuerdo algo más... Teach... Él y un extraño usuario hicieron que perdiera la memoria... Eran cómplices de todo esto..."
Marco sintió aún más odio hacía Teach. Era su culpa toda la situación que estaban viviendo justo en esos momentos. Pero por ahora, Teach era el menor de sus problemas.
Debían encontrar a Lucy sana y salva o se arrepentirían por toda la vida si algo le pasaba a ella o al bebé que esperaba...
~.☸.~
Lucy llevaba tres largos días flotando a gran velocidad en lo que parecía una rara burbuja de aire. No había podido liberarse y vaya que lo había intentado con tanta insistencia. Aunque lo que más le preocupaba era el aterrizaje y considerando que estaba a miles de kilómetros del suelo, tenía mucho porque preocuparse.
Claro que el aterrizaje una vez que llegó, no fue doloroso como se había escuchado, y parecía haber llegado a una isla que era completamente rodeada por una neblina rosa.
La isla incluso parecía tener una linda y colorida villa y mucha vegetación. Le apetecía ir y explorar, pero justo ahora, le importaba más comer lo suficiente.
Así que comenzó a caminar con rapidez a la villa para buscar algo de comida. Era algo bueno que hubiera tenido consigo algo del tesoro que ella había ganado, aunque lo demás se había quedado en el Moby Dick.
Rápidamente sacudió su cabeza para dejar esos recuerdos. Ahora ella estaba por su cuenta y cuando se cumplieran los dos años, buscaría a sus nakamas con su bebé a su lado...
"Disculpe, pero tengo mucha hambre... ¿Podría indicarme el camino a un lugar donde tengan comida?"
Había detenido a un hombre que estaba tan ocupado barriendo la entrada de su negocio, pero el hombre que había virado a verla con una sonrisa, repentinamente la vio con enorme sorpresa, casi como si la conociera...
"¡¿Lucy-san?!"
Lucy lo miró con intriga. "¿Nos conocemos?" Preguntó.
El hombre la veía como si hubiera visto un fantasma y ella se preocupó más. Repentinamente la mujer de la florería de enfrente dejó caer un florero que al instante se rompió, trayendo consigo la atención de más gente...
"¡Esa es la señorita Lucy!" Exclamó la mujer casi al borde de las lágrimas.
"Es verdad... ¡Es Lucy-chan!" Dijo con seguridad un anciano.
Lucy se sintió intimidada con todas esas presencias tan desconocidas para ella. Ni siquiera conocía a esas personas, pero por alguna razón, sabían su nombre y parecían conocerla...
"Pero si tú eres la pequeña Lucy..."
Lucy pudo ver como todos los habitantes hacían espacio a una mujer de mirada amable y sonrisa dulce. Por alguna razón, Lucy sentía que ya la conocía, pero era imposible, considerando que ni siquiera la había visto en su vida...
"Mi nombre es Lucy, pero no conozco a nadie de esta isla".
La mujer asintió sin perder su sonrisa. "Eso es porque te confundieron con tu madre... Gracioso saber que ella también se llamaba Lucy", respondió con calma. "Yo soy Lana, tu abuela por parte de tu madre".
"¡¿Qué?!" Lucy no podía creer lo que estaba pasando. Ella ni siquiera sabía que llevaba el nombre de su madre y tampoco sabía que tuviera más familia a parte de su abuelo.
"¿Entonces esta chica es la hija de la señorita Lucy?"
Lucy sintió las miradas sobre ella. Se sintió nerviosa, pero nunca sintió temor. Las personas no la veían con desdén o con ganas de mandarla lejos, por el contrario, parecían alegres de conocerla, pero al mismo tiempo tristes por saber que no era la Lucy que ellos habían conocido.
"Supongo que debes tener hambre después del viaje".
Lucy asintió. "Tengo mucha hambre, pero no había dicho nada de mi viaje o cuanto tarde..."
Lana sonrió con calma. "Está isla no es fácil de encontrar y si tu padre te mando sin escolta, es porque le pidió el favor a Bartholomew Kuma-san para mandarte aquí", explicó con calma. "Ese hombre tiene habilidades muy peculiares y una de ellas es mandar a otras personas a sitios completamente alejados de su posición. Si tu padre pidió ese favor a Kuma-san, es porque en verdad debías mantenerte oculta del mundo".
"¿El hombre de la biblia?" Preguntó Lucy con intriga.
Aun así, la amable Lana no siguió dando respuestas y en su lugar, tomó el brazo de Lucy y la instó a caminar a su lado. La chica así lo hizo...
Caminaron un buen tramo y Lucy quedó maravillada con la vida que había en la villa. Aunque aún estaban las miradas de todos los lugareños, lo cual la dejaba de cierta manera, un tanto nerviosa.
Cuando llegaron a una pequeña panadería, se sorprendió cuando la abuela Lana la invitaba a pasar. Aun así, se quedó viendo unos momentos su reflejo por la puerta de cristal...
Las miradas curiosas de todos los aldeanos y la mirada alegre y triste de la mujer que aparentemente era su abuela, la dejaban más intrigada ahora...
¿Tanto se parecía a su madre...?
"Lucy-chan, ¿Qué te gustaría comer?"
"Algo de carne... Y también galletas..." Respondió de manera distraída.
Lana asintió con una sonrisa. "Supongo que las galletas son tus antojos", comentó. "Recuerdo que tu madre tuvo antojos de fresas y mandarinas..."
La mirada de Lucy se desvió rápidamente, para ver con sorpresa a la vieja mujer. Los ojos color miel de la abuela Lana y la sonrisa amable que justamente tenía, le decían que hablaba con la verdad.
"¿Cómo lo supiste?" Cuestionó en voz baja, mientras se acercaba.
"¡Oh, mi niña! No nací ayer. Te recuerdo que yo soy tu abuela: La madre de tu madre, así que sé más de esto. Puedo notar ese brillo materno que una mujer llega a tener en esa maravillosa etapa de la vida", Lana respondió con calma, mientras tomaba nuevamente la mano de una nerviosa Lucy.
"¿Y cómo era ella...?"
La pregunta de Lucy no pareció sorprender a la abuela Lana. Por el contrario, parecía más alegre de lo que ya estaba y más apresurada de llevar a su nieta a ese lugar tan especial para ella.
Cuando estuvo en aquel cuarto con paredes pintadas color melocotón, Lucy no pudo evitar mirar por todos lados. Sorprendida de ver una foto justo en la mesita de noche que estaba al lado de la cama pulcramente arreglada.
Con calma, tomó entre sus manos la foto y con cuidado pasó sus dedos por el rostro alegre de una mujer tan parecida a ella.
Ella era tan parecida a Lucy: Su madre, con excepción del largo del cabello y el color de ojos. Su madre tenía los ojos del mismo color que su abuela. Así que ella tenía el mismo color de ojos de su padre.
Lo que más dejó a Lucy inquieta, fue ver que, en la foto, su madre cargaba un pequeño bebé envuelto en una manta del mismo color melocotón que adornaba las paredes y aunque parecía cansada, estaba sonriendo enormemente...
"¿Cómo murió...?"
Lana sonrió con tristeza. "Tenía una enfermedad que la debilitaba. Lo descubrimos cuando estaba empezando su embarazo, pero decidió seguir adelante para traerte al mundo... Ella te amaba tanto..."
Lana se acercó a una cajita que había estado justo al lado de la foto, y con calma la abrió, dejando ver una cadena dorada con un curioso medallón redondo igual dorado con una piedra roja como decoración. Ella adoraba ese medallón, pero como su hija se lo había pedido, ahora debía dárselo a la pequeña Lucy.
"¿Qué es esto?" Preguntó, mientras veía con curiosidad el collar que su abuela le había puesto.
"Es un medallón muy preciado. Era mío, pero decidí hacer una tradición y se lo di a tu madre en cuanto supo de su embarazo y ahora te lo doy a ti como tu madre lo pidió".
"Esto es algo extraño..."
Lucy se sentía confundida con todo lo que estaba ocurriendo. No entendía las razones de su padre para mandarla a esa isla, ni tampoco podía creer que lo hubiera hecho cuando más lo necesitaba...
Tampoco espero descubrir cosas sobre su madre, así como tampoco espero sentirse tan feliz y al mismo tiempo tan triste al saber cuánto la amo como para arriesgar su vida. Pero al pensar en su propia situación, tal vez podía entenderla...
Ella sin duda alguna podría dar su vida si eso mantenía a salvo al bebé que había comenzado a crecer en su vientre...
'Su nombre era Lucy'.
Con esa frase flotando en sus pensamientos justo ahora, ella pensó en los aldeanos y en su propia abuela. Todos parecían tristes cuando la llamaban por su nombre o veían el enorme parecido con su madre...
'Tú eres y seguirás siendo Luffy'.
Y entonces, sonrió al ya tener una idea para evitar esas expresiones tan deprimentes...
"Abuela... ¿Podrías llamarme Luffy en lugar de Lucy?"
"¿Por qué? ¿Acaso no te gusta tu nombre?" Preguntó Lana con angustia.
Luffy negó con calma. "Me gusta y ahora que sé porque me llamo así, me gusta mucho más... Es solo que todos me llaman de esa manera con tristeza y en estos momentos es lo que menos quiero ver... Además, ese apodo me lo dio una persona muy importante para mí..." Respondió con una sonrisa enorme.
Lana asintió más calmada con esa respuesta. "Entonces Luffy-chan, será mejor que tomes un buen baño y te pongas ropa más cómoda para el estado en el que estás. Mientras te prepararé tu comida y tus galletas".
Luffy vio sonriente el armario y la puerta que su abuela le había señalado. No tenía muchas ganas de hacer algo realmente, pero por su bien y el de su bebé, lo mejor era seguir sugerencias de alguien que ya había tenido experiencia.
"Por cierto, apenas termines de comer, te llevaré con el doctor para que te haga un chequeo. Fueron tres días de viaje y en tu estado no es lo ideal. Especialmente con un bebé 'D', así que arréglate mi niña".
Ella ni siquiera pudo decir algo más, cuando su abuela salió de la habitación. Miró una última vez la foto y el collar, solo para dejar ambas cosas nuevamente en la mesita de noche. También se quitó su sombrero y lo dejó en la cama.
La voz en su cabeza, le decía que debía buscar nuevamente a la tripulación, pero al mismo tiempo, le decía que podía confiar plenamente en la gente del lugar. Optó por seguir la segunda sugerencia, mientras abría el armario...
Rápidamente frunció el ceño con disgusto al ver que solo habían vestidos, pero si su abuela decía la verdad, la ropa que tanto le gustaba no era apta para su estado, así que tendría que soportar por su bebé...
"Más te vale causar problemas divertidos como yo..."
Era curioso, pero de alguna manera, al hablar con su bebé recién formado, sintió calidez y calma. Sonrió enormemente al imaginar todo lo que haría con su bebé cuando naciera...
Pero sobre todo, porque no estaba tan sola como lo había creído días antes...
~.☸.~
Marshall D. Teach no podía evitar sonreír de oreja a oreja con las buenas noticias con las que llegaba su querido navegante. Laffite había regresado de un largo viaje a Mary Geoise, donde se había hecho la reunión de los Shichibukai.
Aparentemente el imbécil de Jimbe había dejado en claro no querer participar en la guerra contra los revolucionarios, así que como el idiota que era, termino por ser encarcelado en Impel Down al negarse y dejando libre un puesto para un nuevo Shichibukai...
"Entonces... ¿Cómo te fue en la reunión...?"
Teach pudo ver con demasiada satisfacción como Laffite sonreía, mientras asentía silenciosamente. Esa sin duda alguna era una respuesta demasiado buena para él y su tripulación...
"Ellos confirmaron que el puesto sería tuyo, solo si logramos capturar y llevar con vida a la chica..." Respondió con calma. "Aunque hay que darnos prisa capitán. Al parecer ya saben la apariencia de Monkey D. Lucy e incluso escuche que el CP9 había fallado al atraparla..."
Teach asintió, mientras le restaba importancia al asunto. "Lo sabía", afirmó. "Hace poco me hicieron una llamada demasiado conveniente, al parecer, Ace ha recordado y si todos los rumores que hemos escuchado sobre lo que está haciendo la marina son ciertos, el papi de esa mocosa querrá mantenerla oculta y lejos de los piratas de Barbablanca para evitar que sepa la situación de su isla..."
Teach admitía que la marina estaba jugando un juego demasiado sucio, pero ¡Vamos! Él también jugaba sucio con sus enemigos, así que les daba créditos por intentarlo.
Aunque no se hubiera esperado esa desesperada estrategia por parte de los que se suponían, eran la justicia encargada de proteger a los más débiles y velos ahora, usando la amada isla de la mocosa como rehén. Con todo y paquetes incluidos...
"Si la chica es llevada a un sitio que solo los revolucionarios conocen, ¿Cómo podremos capturarla? Dudo mucho que alguno de esos santurrones quiera decir su paradero y traicionar a su líder..." Comentó Doctor Q, para después darle un gran sorbo a la botella en sus manos.
Teach sonrió con diversión. "Mi contacto no solo puede borrar recuerdos, también puede verlos si así lo quiere", comentó distraídamente. "Le debemos más favores, pero parece ser que confía plenamente en mis planes. Además, ha quedado satisfecho con el oro que amablemente le entregamos a su compañero hace poco, así que aprovecho que un tonto revolucionario estaba en su camino, justo en la isla en la que estaba y decidió sacarle información... Lo divertido en este asunto, es que nadie se hubiera esperado que Monkey D. Dragon fuera un hombre completamente receloso con su familia..."
"¿Tiene las coordenadas del lugar, capitán?" Cuestionó Laffite.
"Claro que las tengo, y espero poder llegar lo más pronto posible a esa isla", respondió. "Espero que Lucy-chan se divierta y sepa aprovechar sus últimos días de libertad..."
Teach estaba demasiado divertido con el asunto y sin duda alguna se divertiría entregando a la mocosa al gobierno. Aunque habían cosas que posiblemente podría aprovechar, pero de eso solo podría enterarse cuando viera nuevamente a Lucy...
Continuará...
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
Muchas cosas fueron reveladas y no solo de los planes de la marina o el embarazo de Lucy...
Próximo capítulo: Extra IV: "La Inocencia Y Su Dulce Amor", donde se verá el vistazo del pasado de una Lucy completamente diferente...
En fin, nos leemos pronto...
Chau chau (^3-)/
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