"La Inocencia Viste De Problemas"

NOTAS: Como prometí, aquí traigo el segundo capítulo de esta montaña rusa de emociones :D

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Edward Newgate, conocido por todo el mundo como el temido capitán 'Barbablanca', miraba con gran fascinación el vasto y ancho mar, mientras que justo a su lado, un muy enojado Marco le contaba lo que su hijo más joven había hecho ese mismo día.

Ciertamente, sabía que con él hijo de su difunto rival las cosas no serían sencillas, especialmente cuando el pequeño mocoso no había parado de intentar escapar una y otra vez desde que Monkey D. Garp lo había llevado a su barco. Al parecer está vez fue peor, puesto que Ace había logrado escapar por unas horas y ahora que lo habían encontrado, resultaba que se había comido una fruta del diablo demasiado problemática si se andaba en un enorme barco de madera.

"¡Oyaji!" Llamó Marco de manera severa. "Esto es demasiado serio, el mocoso no sólo casi se ahoga, sino que, además, decidió que era buena idea bajar del barco sin compañía, cuando ya le había dicho que no lo hiciera, menos con los imbéciles que nos han estado siguiendo para retarte a un duelo".

El gran hombre solo miraba al mocoso de trece años, mientras escuchaba atentamente las palabras de su hijo mayor. Por lo que notaba, Ace ni siquiera parecía arrepentido por lo sucedido, al contrario, parecía enojado por no haber logrado escapar con éxito.

"Dime una cosa, mocoso ¿Cuál es tu razón para querer alejarte de la seguridad que te estamos otorgando?"

Garp le había advertido sobre esa actitud, incluso le había dicho sobre sus razones para no dejar tampoco a la niña que era hija del actual hombre más buscado, aunque ciertamente, Barbablanca creía que las razones de Garp eran absurdas, especialmente cuando se notaba que Ace estaba sumamente ansioso por regresar y mantener protegida a su hermana pequeña.

"¡No es algo que te incumba!" Espetó Ace con furia.

Marco frunció aún más el ceño. "¡Mocoso maleducado!, deberías mostrar más respeto a tus mayores, especialmente si esos mayores están arriesgando mucho para mantener tu trasero a salvo", normalmente Marco trataría de llevar las cosas con calma, pero después de casi un año, ese mocoso seguía dando tantos problemas y ni siquiera se molestaba en aparentar su odio.

"¡Yo no pedí su ayuda!" Respondió Ace con frialdad. "Estaba bastante bien en mi pequeña e insignificante isla con mi patético y repetitivo día a día, cuando el estúpido viejo llego y sin decir nada me arrastró para traerme a este estúpido barco".

Marco solamente lo miró con severidad. "Mocoso insolente" murmuró con las suficientes ganas de golpear esa cabeza dura.

A diferencia del primer comandante, Barbablanca solamente comenzó a reír de manera escandalosa. Marco lo miró con un regaño atorado en la garganta y Ace se había puesto rojo de la ira al ver y escuchar como el gran hombre se reía de él.

"¡¿De qué tanto se ríe?!" Le exigió saber con los puños apretados fuertemente.

"Se nota tanto que quieres regresar y mantener protegida a tu hermana pequeña, ¿no es así?"

Ace repentinamente perdió todo el color de su rostro y miró con cierta desconfianza al gran hombre. Aun cuando de manera inconsciente creía ver bondad y paz en los ojos de Barbablanca, su lado protector le decía que no debía bajar la guardia, especialmente cuando Luffy se había vuelto parte del tema de conversación.

"¡NO LA METAS EN ESTO!" Gritó con odio, mientras sus brazos comenzaban a incendiarse. "Usted solo habla, pero no sabe absolutamente nada de mí o de mi hermana menor", espetó rabioso.

Marco estuvo a punto de detener las intenciones asesinas del adolescente, pero como siempre, su capitán solamente negó, mientras sonreía con amabilidad.

"Respóndeme algo mocoso, y trata de hacerlo con toda tu determinación. Si logras convencerme y convencerte a ti mismo, entonces yo mismo ignorare la promesa que le hice a Garp y traeré a tu hermana a la protección de este barco..."

Marco no daba crédito a lo que escuchaba en esos momentos. "¡Oyaji!"

Barbablanca solamente silenció a su hijo con su mano en alto. "¿Lo intentarás mocoso?"

Ace lo pensó detenidamente. Sabía que Garp lo había dejado con esos piratas porque él gobierno ya sabía de su existencia. Es decir, el viejo loco le había explicado lo que sucedería con él y con todos los que estuvieran involucrados con él.

Aun así, Ace sabía que su tonta hermana menor lo necesitaba. Ella siempre dejó en claro que odiaba estar sola, además de que Luffy seguía metiéndose en problemas una y otra vez. Ella lo necesitaba, así como él sabía que la necesitaba, así que la idea de tenerla cerca, no era tan descabellada.

"¿Qué quieres saber?" Preguntó de mala gana.

Barbablanca solamente sonrió al ver que había convencido al niño frente a él. "¿Eres fuerte...?" Cuestionó con voz grave, solamente silenciando a Ace al ver que estaba dispuesto a comenzar a pelear. "Aún no termino mocoso... Sin embargo, no es necesario que me respondas. Sé que eres fuerte, es decir, has causado bastantes problemas a mis hijos e hijas en el barco, incluso has logrado sacar de sus casillas a Marco y ese es un logro que solamente Thatch ha tenido en todos estos años", Barbablanca comenzó a reír al recordar las alocadas bromas de su hijo Thatch y los arranques de furia de Marco. "Aquí la duda es ¿Si eres lo suficientemente fuerte para protegerte a ti y a tu hermana del mundo que los quiere muertos?"

Ace sintió que comenzaba a temblar repentinamente y esta vez, no era de enojo. Pensando mejor la pregunta del enorme hombre frente a él, sabía que era fuerte, es decir, pudo dar buena pelea a hombres del Grand Line cuando llegaron a retar a los piratas, pero ahora que estaba en el Nuevo Mundo, sabía que su fuerza no era nada a comparación.

Claro que lo que más lo preocupó, es que el capitán Barbablanca había dejado a Luffy en la pregunta... Casi como si su hermana también fuera considerada una amenaza para el gobierno mundial.

"¿Por qué el gobierno mundial consideraría atacar a Luffy?" Ace miró completamente intrigado al hombre. "Mientras no sepan que ella está relacionada conmigo, estará a salvo..."

"Eso es porque el padre de esa niña es el actual hombre más buscado por el gobierno mundial", respondió Marco a la muda petición de su capitán. "Monkey D. Dragon es el líder de los revolucionarios, un grupo de personas que desean acabar con la tiranía del gobierno mundial, y esa niña sería considerada una amenaza si se enteran de su existencia..."

Ace lo miró completamente horrorizado. "¡Luffy es como yo!" Vagamente recordó las palabras de Dadan cuando su hermana llegó a vivir con ellos.

"Ahora que sabes esto Ace, podrás responderme como se debe... ¿Eres lo suficientemente fuerte para protegerte a ti mismo y a tu hermana menor contra el mundo que los quiere muertos?"

Ace solamente miró el suelo como si fuera lo más interesante en el lugar, mientras apretaba los puños con fuerza.

Lo reconocía, no era tan fuerte. Aún era demasiado débil como para defenderse de enemigos verdaderamente poderosos. Por ende, aún no podría mantener a salvo a su hermana menor. Así que completamente decidido, miró al gran hombre con una decisión firme.

"No lo soy", respondió en murmullo. "Probablemente soy más fuerte en el East Blue, incluso puedo dar pelea a gente del Grand Line, pero al ver la fuerza de la gente del Nuevo Mundo, puedo decir que aún soy demasiado débil para tratar de mantener a mi lado a mi hermana, así que..."

Marco lo miró dudoso, especialmente con la sonrisa triunfal que su capitán tenía en el rostro. "¿Qué estás apunto de decir mocoso?"

Ace hizo una perfecta reverencia, tal y como Makino le había enseñado. "¡Por favor, ayúdenme a ser más fuerte!" Pidió en voz alta, sin dejar de mirar al capitán Barbablanca.

Barbablanca solamente comenzó a reír de manera escandalosa. "Cuenta con eso mocoso", respondió con voz alegre.

"¿En serio? ¿Así de sencillo?" Ace parpadeo rápidamente sin creerlo, especialmente por todos los problemas que había causado en todo el tiempo que llevaba con la tripulación.

"Yo mismo me aseguraré que aprendas a controlar tus nuevos poderes mocoso, pero te advierto que no todo será entrenamiento. También tendrás tus propias tareas domésticas y clases educativas, así como un buen castigo por haberte ido del barco sin haber avisado o esperado que alguien te acompañará".

"¡Eso no es justo!" Espetó Ace, mientras señalaba a Marco.

"Es lo más justo que te has ganado, mocoso problemático", respondió Marco, mientras se tomaba el atrevimiento de revolver el cabello de Ace.

"Bienvenido a tu nuevo hogar, Ace"

Ace vio completamente sorprendido al gran hombre frente a él. Y aunque no era un verdadero experto en juzgar a las personas como lo era su hermana menor, sabía que la mirada de Barbablanca, era genuina y le daba demasiada paz y tranquilidad. Tal vez y solo tal vez, se permitiría a confiar plenamente en el gran hombre y su tripulación.

Pero de algo si estaba completamente seguro, se haría más fuerte. Lo suficiente para mantener a Luffy a salvo de todos los enemigos que tenían ambos desde su nacimiento.

"La Inocencia Viste De Problemas"

Ciertamente para los tres comandantes de Barbablanca, la chica no era nada a como habían imaginado. Es decir, Ace había hablado lo justo y necesario acerca de su hermana pequeña; como que la chica era una llorona y debilucha con una sonrisa boba siempre en su tonto rostro de cabeza hueca. Aunque solamente se la había pasado riendo y pidiendo comida, así que no podían decir si la chica era o no una llorona y debilucha.

Claro que Thatch era el que más se entretenía con el nuevo reto, pues en algo le daba la razón a Ace, la chica podía alegrar hasta a la persona más deprimida en el mundo. Incluso ahora, seguía riendo por todas las veces que Namur había tenido que lanzarse al agua cuando la mocosa terminaba cayendo.

"¿Aún falta mucho para llegar?"

Thatch comenzó a reír al ver la expresión de fastidio en el rostro de Marco y a Namur negando entre suspiros. Lucy llevaba poco más de tres horas preguntando lo mismo una y otra vez, y parecía que no se había fastidiado de hacerlo.

"Llegaremos hasta mañana a mediodía, eso sí el clima sigue a nuestro favor" respondió Marco sin llegar a mirar a la chica. "Sería mejor si vas a tomar un descanso adentro, tal vez incluso podrías buscar otra cosa para entretenerte".

"Eso suena a algo aburrido, señor piña".

Thatch ya no pudo aguantar más las carcajadas y por lo que podía ver, tampoco Namur lo pudo hacer.

En todos los años que llevaba con los piratas de Barbablanca, nadie se había atrevido a hacer algún comentario acerca del peinado tan raro de Marco, ni siquiera Ace, quien parecía tener un gusto por hacer enojar a Marco. Pero aquí estaba la nueva adición, llamando a Marco 'señor piña' como si estuviera hablando del clima.

"Mi nombre es Marco", mencionó el rubio con una vena palpitando furiosa en su frente.

"¡Oh, lo siento! Es que se me olvido", respondió Lucy con falsa pena. "Aunque señor piña suena mejor y es más fácil de recordar".

Al parecer, la chica ya era del entero agrado de Thatch, porque de algo estaba seguro, nunca había visto el rostro de Marco quedar rojo de furia.

"Porque no mejor vamos a la cocina, tal vez pueda enseñarte una que otra cosa", mencionó el chef al ver la mirada asesina de Marco. Era bastante probable que su hermano estaría enojado con la chica por el resto del viaje.

Lucy solamente asintió eufórica, sin haberse dado cuenta de que estuvo a punto de ser arrojada al mar.

"Eso suena divertido, más porque estoy tan hambrienta".

Thatch solamente rió, mientras guiaba a la chiquilla hacia la cocina, no sin antes mirar a Marco y murmurar:

"Nos vemos más tarde señor piña".

Por supuesto, salió huyendo a paso veloz antes de que su hermano intentará cometer asesinato en su contra.

"Esa mocosa será un dolor de cabeza para mí" murmuró Marco con enojo.

"Hasta ahora sólo parece fastidiosa, más no una mocosa malcriada y mimada, aunque no parece que tenga malas intenciones con lo que dice, más bien parece una..."

"Una mocosa demasiado despistada para su propio bien", respondió Marco de brazos cruzados.

Namur asintió algo preocupado. "Eso a la larga puede ser más una maldición que una bendición, especialmente si el mundo está en su contra".

Marco asintió con repentina preocupación. Si bien la chiquilla ya lo había sacado de quicio en tan poco tiempo, no era como para desearle algún mal, especialmente cuando veía que la chica era como un molesto sol andante.

"Si lo piensas, es enfermo que el gobierno la considere un enemigo al cual aniquilar, solamente por los crímenes de otra persona, así que entiendo a la perfección las razones de Oyaji para aceptar protegerla".

"Es lo mismo para Ace, aunque nuestro hermano pequeño ya tiene razones justas para ser perseguido", mencionó el Gyojin con una sonrisa orgullosa.

Marco le dio la razón, aunque rápidamente cambió su expresión calmada al ver cómo Thatch salía de la cocina empujando lejos del lugar a la chica.

"¿Qué fue lo que te pasó?" Preguntó Marco, mientras trataba de evitar reír al ver al chef todo manchado de comida y con su peinado habitual completamente arruinado.

"Te aseguro hermano, que la mocosa está completamente vetada de las labores en la cocina" respondió Thatch con una sonrisa falsa.

"¿Tan mal están las cosas?" Cuestionó Namur con sorpresa. "Fueron por lo menos cinco minutos en los que estuvieron en la cocina", mencionó sin evitar la risa que le causaba ver al bromista Thatch en esa situación. "Dudo que alguien sea tan problemático como para ganarse ese castigo de tu parte, especialmente si hablamos de tan poco tiempo".

Y aquello era verdad; Thatch era alguien risueño, amable y sobre todo el que menos podía guardar rencor <<a menos que amenacen a su familia>> de allí, en más, el hombre era de todo, menos un rencoroso. Pero nuevamente, allí estaba el siempre sonriente Thatch, completamente furioso con la nueva adquisición en su alocada familia, mientras que la chica se había distraído tan asombrosamente rápido mirando las aves en el cielo.

"Pues esos cinco minutos fueron como cinco años al ver todo el desastre que causó en mi cocina", espetó con enojo.

Y al final, los tres comandantes miraron a la chica a la que se supone, viviría entre su gran tripulación por tiempo indefinido. Monkey D. Lucy es una chica demasiado problemática para su propio bien y el de los demás.

"Si no mal recuerdo, Ace nos había dicho que ella era un imán de problemas y que siempre debía de estar pendiente de no perderla de vista, así que probablemente alguien deberá prestar atención cuando esté haciendo sus deberes en el barco" mencionó Marco con cansancio.

"Es un problema que Ace ya no la recuerde, tal vez a él podríamos ponerlo a cargo de la mocosa, después de todo, es su hermana menor", murmuró Thatch para evitar que la chica escuchara.

"A todo esto, hay que darle una advertencia a la mocosa" mencionó Namur con seriedad. "Recuerden que Ace no siente estima por Garp, así como tampoco sobre los marines, así que actuará con desdén hacia la mocosa".

Marco asintió un tanto dudoso. "Yo estuve en la reunión de Oyaji y Monkey D. Garp, y Garp prometió decirle a su nieta sobre lo sucedido con Ace, aunque no está de más volver a recordárselo, pero..."

"Se nota que poco o nada le va a importar que le advirtamos ¿No es así?"

Marco asintió a lo dicho por Thatch. "Ya pudimos confirmar una de las tantas cosas que Ace nos había contado, así que seguramente la chica es peor que Garp cuando se le mete algo a la cabeza", respondió con fastidio, viendo venir todos los problemas y dolores de cabeza que la chica le causaría.

~..~

Justo como había dicho Marco el día anterior, llegaron a mediodía a la isla en donde se supone se reunirían con el barco principal de Barbablanca. Para mala suerte, el barco aún no llegaba, debido a una tormenta en el rumbo.

No tardarían demasiado, aunque eso implicaba mantener un ojo vigilante en la chica, para evitar que se metiera en problemas, claro que Lucy después de todo, era un imán para los problemas y una bola de sol de interminable energía, así que logró escaparse con éxito de los tres piratas expertos en haki y con años de experiencia.

"¡¿Cómo diablos se nos pudo escapar?!" Espetó Marco con fastidio.

"A mí ni me culpes, que aún sigo limpiando el desastre que causó en mi cocina", se defendió Thatch, mientras señalaba de manera acusadora a sus dos hermanos. "En todo caso, sería culpa de ustedes dos".

"¿Y quién fue el de la grandiosa idea de cocinar lo que el mar nos da?, y para variar, yo tuve que ir a atrapar tus exigencias", espetó Namur con enojo.

Marco estaba a punto de detener la pelea al ver que no llegarían a nada, cuando el grito de varias personas resonó con fuerza por los alrededores.

Los tres sabían a la perfección que la isla no era desierta, de hecho, más allá del frondoso y espeso bosque había una pequeña villa en donde de vez en cuando, compraban provisiones de emergencia cuando andaban por esas aguas. Así que los tres terminaron concluyendo que tal vez la chica había terminado por hacer enojar a las personas o incluso había hecho algo malo como para que comenzarán a ver humo en el cielo.

"No creo que la mocosa haya causado eso..." murmuró Thatch sin dejar de correr.

"Es la nieta de un marine, así que probablemente terminó haciendo un berrinche al no conseguir lo que quería" espetó Namur con desconfianza.

"Pero ella ni siquiera parece la clase de persona que tú describes Namur", lo reprendió Thatch. "Además de que Ace nos había contado una que otra cosa de ella y según, Garp no es de los que consciente o mima a sus nietos".

"De eso ya pasaron años Thatch y con los años, las personas pueden cambiar, además de que esa mocosa pertenece a las tierras del reino de Goa" respondió el Gyojin con rencor, obviamente odiando a la nobleza y a su corrupto gobierno.

Claro, ya habían convivido con la chica el día anterior y aunque sólo había sido un dolor de cabeza para los tres, un solo día no podía decirles como era una persona. Sin embargo, al llegar a la villa, no vieron a una niña mimada haciendo berrinche por nada, vieron a mujeres, hombres, ancianos y niños encerrados en jaulas como si fueran animales y a una Lucy completamente furiosa dando una merecida paliza a los hombres causantes de aquella imagen.

Era obvio lo que estaba pasando, y los tres comandantes estaban más que dispuestos a liberar a las personas, aunque claro, parecía que Lucy ya lo había controlado.

"¿Qué es lo que está pasando aquí?"

Lucy repentinamente dejó de golpear el rostro del líder de aquellos imbéciles, aunque su expresión llena de furia y determinación no abandonó su rostro, aun cuando veía la expresión de enfado en el rostro de Marco.

"Cuando me separé de ustedes, me encontré con una niña en el bosque y a pesar de que se veía muy mal, me dio lo último de su comida..."

Los tres piratas repentinamente ladearon sus cabezas de manera sincronizada. La chica aparentemente tenía ganas de hablar de su día como si no hubiera estado golpeando esclavistas experimentados del Grand Line como si siguiera en el East Blue.

"¡Ve al punto!" Exigió Marco con frustración.

Lucy solamente asintió con una mirada llena de reproche. "Esa pobre niña me contó lo que le ocurrió a su villa hace unas semanas y decidí que debía ayudarla... ¡Ella me dio su comida! Así que se volvió mi amiga, y ningún amigo mío va a sufrir, mientras yo pueda evitarlo".

Los tres comandantes vieron con asombro a la chica, quien terminó de dejar inconsciente al líder de aquellos esclavistas, sin ningún esfuerzo. Ahora los tres tenían en cuenta que Monkey D. Lucy era una maravillosa cajita de sorpresas. Algo que le dio muchos puntos, era ver su lealtad, aunque parecía que debían mantenerla vigilada para que no se aprovecharán de esa gentileza suya.

"¿Lucy-neechan está en problemas?" Preguntó con temor la niña, mientras veía de manera temblorosa a los tres piratas.

Los habitantes de la villa sabían que los tres piratas eran comandantes de la tripulación de Barbablanca, incluso sabían que los hombres no eran malas personas, pero el miedo y el trauma por el que pasaron las últimas semanas hicieron que sintieran preocupación por la niña pequeña que hacía dos días había logrado huir con éxito.

"No te preocupes Liv-chan, señor piña, cara de tiburón y Thatchy no están enojados conmigo, porque ellos son muy buenos chicos" respondió con voz alegre la chica del sombrero de paja, mientras se agachaba a la par de la niña.

"Me llamo Thatchy" murmuró conmovido Thatch, mientras miraba con ojos llorosos a su nuevamente favorita, hermana menor.

"¿Me llamo cara de tiburón?", murmuró Namur con un ligero tic en el ojo.

"Y a mí me sigue llamando señor piña", respondió Marco, tratando de mantener la calma para no seguir asustando a las personas. "Al juzgar por lo que vemos, Lucy ya se hizo cargo de todos los esclavistas, así que ahora, nosotros ofrecemos nuestra ayuda para lo que necesiten, empezando por atender a los heridos".

"Me encargaré de preparar la comida, porque apuesto que todo mundo tiene hambre" mencionó Thatch con calma.

"Me haré cargo de revisar el perímetro en caso de que haya más sorpresas, de paso estaré al pendiente de la llegada de Oyaji" dijo Namur con seriedad.

Marco asintió de acuerdo. "Lucy, ¿crees poder buscar ingredientes para la comida junto a Thatch?" Preguntó con calma.

Lucy solamente sonrió con euforia. "Liv-chan me dijo que en la isla hay animales raros que saben sumamente deliciosos, así que puedo encargarme de la cacería".

Marco la vio con cierta preocupación, especialmente cuando había visto de primera mano que ella era un verdadero imán para los problemas. Sin embargo, Thatch le sonrió para calmarlo, mientras se disponía a no perder de vista a la chica.

"Descuida, yo mismo le ayudaré a buscar buenos ingredientes para la comida".

Marco asintió con calma. "Más les vale a los dos no meterse en problemas".

"No prometemos nada", respondió Thatch con diversión.

Marco solamente sonrió ante la respuesta de su hermano, esperando que esos ánimos en Thatch no sean tirados a la basura por una decepción. Era obvio que Thatch se estaba encariñando con la mocosa, pero esperaba que no fueran solamente apariencias por parte de ella, aunque viendo a la niña y los habitantes que habían sido salvados por la chica, se veía sumamente estúpido pensar en una actuación por parte de Lucy.

"Muy bien, es mejor empezar a tratar esas heridas".

Los aldeanos asintieron un tanto temerosos, mientras comenzaban a hacer una fila para facilitar las cosas al amable pirata. Después de todo, los piratas de Barbablanca estaban con su salvadora y aquella chica, en verdad les había salvado de una vida llena de penurias.

~..~

Thatch ya había presenciado a la chica pateando traseros de esclavistas, pero verla cazar de esa misma manera, reafirmaba que Lucy estaba muy bien entrenada como para hacerle frente al Grand Line.

"¿Lucy-chan?" De alguna manera, decirle de esa manera se sentía algo raro, especialmente cuando Ace les había contado brevemente que le decía 'Luffy' por alguna razón que no quiso mencionar.

Lucy por su parte miró interrogante a Thatch. "Dime..."

"¿Tu abuelo te entrenaba cuando estabas en el East Blue?"

Por alguna razón completamente desconocida para él, la chica se llevó ambas manos a la cabeza y su expresión decía que estaba completamente aterrada.

"El abuelo tiene un buen corazón y me quiere, pero está completamente loco", respondió apresurada. "Me arrojó al bosque, me hizo entrenar con monos horriblemente malvados y luego me amarró a muchos globos y dejó que el viento me llevará, todo eso cuando tenía solamente cinco años".

De acuerdo, Ace ya había contado acerca de Garp y su manía por querer que sus nietos se convirtieran en fuertes y valerosos marines, incluso cada que podía llamar sin que alguien sospechaba, Ace temía a recibir uno de esos famosos puños de amor, aun sabiendo que era algo imposible. Así que ahora, si Thatch llegó a creer que Garp no podía verse más loco a su imaginación, se había equivocado completamente.

"¡¿Y eso era entrenamiento?!" Cuestionó completamente asombrado y aterrado.

"El abuelo siempre insistía en que debía hacerme fuerte para convertirme en un marine", respondió de manera despreocupada. "Al principio hacía caso, pero todo ese asunto cambió cuando escuché sobre los piratas, y al fin tuve una meta..."

Thatch sonrió ante esa respuesta. "¿Entonces tu sueño es ser pirata?" Cuestionó mientras reía. Le parecía irónico que justo ahora, la chica estaba por así decirlo, cumpliendo su sueño.

"Esa era mi meta a seguir, algo no tan simbólico, solo el principio de todo..."

Thach ahora la miro con intriga. "¿Entonces no quieres ser pirata?" Preguntó con confusión.

Lucy sonrió enormemente al saber su respuesta. "Cuando cumplí seis años una tripulación de piratas llegó a la villa donde estaba y fue con esa tripulación donde conocí al hombre que me ayudó a ver cuál era mi verdadero sueño..."

Thatch sintió más interesante el asunto. Aún recuerda cuantas veces preguntaron a Ace más cosas acerca de su hermana menor, pero Ace no mostró tanta confianza, solo menciono lo necesario para que supieran que Monkey D. Lucy era una mocosa que atraía los problemas casi igual como atraía a la gente.

"¿Y cuál es ese sueño que tienes?" Preguntó con demasiado interés.

Para el chef no pasó desapercibida la enorme sonrisa en el rostro de la chica, así como tampoco pudo perder de vista que Lucy tomó entre sus manos ese viejo sombrero de paja que siempre cuidaba como si fuera su más preciado tesoro.

"¡VOY A SER EL REY DE LOS PIRATAS!" Exclamó con emoción en su voz.

'¿Qué clase de pirata fue el que conoció esa chiquilla?'

Quien fuera aquel pirata, había logrado que esa chispa que solo veía en la mirada de su capitán la viera ahora, reflejada en esa mirada castaña llena de un valeroso brillo de determinación. Claro que, sin querer hacerlo, comenzó a reír de manera escandalosa, y al juzgar por la mirada que la chica le daba, creía que lo hacía para burlarse de ella.

"¿De qué te ríes?" Preguntó con molestia. "Ese es mi sueño y lograré cumplirlo, cueste lo que cueste. Y aún si no lo cumplo, al menos sé que moriré intentándolo con todas mis fuerzas".

"No me estoy riendo para burlarme, lo hago porque no pensé que la nieta de un héroe de la marina tuviera esa clase de sueño, es algo irónico si lo piensas".

Lucy sonrió nuevamente. "Es gracioso recordar su expresión cuando se lo dije" mencionó entre risas. "Shanks me dio su sombrero como una promesa y yo siempre cumplo mis promesas..."

Thatch asintió sonriente, hasta que captó el nombre que Lucy había dicho. Ahora que recuerda, Shanks había dicho que se había ido de vacaciones a una isla del East Blue, de la cual regresó a sus deberes como un reconocido capitán pirata sin su sombrero y un brazo.

"¿De casualidad ese Shanks tiene cabello rojo y sonrisa de idiota?" Cuestionó con asombro.

Lucy se sorprendió con la pregunta, para después sonreír con un singular brillo interesado en los ojos. "¡¿Conoces a Shanks?!" Preguntó.

Thatch asintió sonriente al obtener su respuesta. "De vez en cuando se reúne con nuestro capitán para beber y preguntarle a Marco si se une a su tripulación", mencionó con diversión. "Me tomaste por sorpresa al decir que lo conoces, y más al saber que te dio ese sombrero suyo..."

"Sé que es su tesoro, por eso lo cuido demasiado, aun a costa de mi propia vida..."

"Eso lo convierte en tu preciado tesoro también", le dijo con calma.

"¡Eso es muy cierto!" Dijo. "Shanks me lo dio, justo unos días después de que me salvó del señor de la costa, eso le costó muy caro, pero me llamó su preciada nakama. Él me enseñó que, si un capitán no hace nada por sus nakamas, ese capitán no vale nada, por eso quiero ser más fuerte, para tener el derecho a convertirme en el rey pirata y poder proteger a mis nakamas".

"Bueno, te aseguro que en la tripulación de Oyaji, te volverás sumamente fuerte".

Thatch no pudo evitar revolver el cabello de la chica. Era obvio que Lucy ya le agradaba. Se notaba la sinceridad con la que hablaba y sin ningún signo de mentira en su aura.

Esa chica era la inocencia encarnada en un humano, y se encargaría que no le ocurriera nada a esa inocencia, después de todo, ya era la hermana más pequeña en su enorme familia.

"Por ahora, hay que darnos prisa para poder preparar la comida".

"¡Es cierto! Tengo hambre, pero Liv-chan debe tener más hambre que yo, y ya le había dicho que tu comida es sumamente deliciosa".

Thatch se llevó una mano al pecho, mientras miraba conmovido a la chica del sombrero. "Lucy-chan, nunca cambies".

Lucy solamente sonrió como lo hacía siempre, y asintió ante la petición del chef, sin llegar a entenderla del todo. Thatch en cambio, esperaba que todos sus hermanos y hermanas en el barco, pudieran ver lo que había visto ya en la peculiar chica del sombrero de paja.

~..~

Para cuando Thatch y Lucy regresaron al lugar donde habían dejado a Marco atendiendo a los aldeanos heridos, Namur ya había regresado y al parecer, con compañía que el chef sabía que había extrañado demasiado.

"Les tomó demasiado tiempo", murmuró Marco con cierta diversión.

Thatch solamente comenzó a reír. "A decir verdad, fue algo muy entretenido, aunque yo solamente me encargue de los ingredientes fáciles, porque Lucy-chan fue la heroína que capturó todas nuestras presas".

Marco miró algo sorprendido a la chica. "¿Es eso cierto?" Preguntó, aunque se sintió tonto, considerando que la mocosa había dejado inconscientes a un grupo de esclavistas experimentados.

Lucy por su parte se cruzó de brazos, mientras miraba hacia otro lado con el ceño fruncido y las mejillas infladas.

Tanto Thatch, Marco, Namur y el resto de los piratas de Barbablanca que iban llegando, se extrañaron al ver a la chica actuar de esa manera.

"¡NO!" Exclamó en voz alta.

"Pero si fuiste tú la que estuvo cazando como loca para tener carne suficiente", mencionó Thatch completamente extrañado por el repentino actuar de la chica.

Lucy lo miró de manera acusadora. "Yo atrape la comida, pero no soy una heroína", respondió rápidamente, mientras mencionaba con cierto desagrado la palabra 'heroína'.

Marco solamente levantó una ceja. "Técnicamente eres una heroína, considerando que salvaste a todas estas personas" explicó con obviedad.

"¿Acaso eres estúpido señor piña?" Preguntó Lucy con cierto enojo.

Todos comenzaron a reír ante el apodo que la chica le había dado a Marco, incluso el propio Barbablanca, que acababa de llegar.

"¡Mocosa grosera!" Espetó Marco con demasiadas ganas de mandar a cierta chiquilla a nadar un buen rato al fondo del mar.

Barbablanca solamente calmó a Marco, mientras se acercaba a la chica.

Los habitantes se preocuparon por la muchacha que los había salvado, pensando erróneamente que Lucy había hecho enojar al hombre más fuerte del mundo. Sin embargo, tanto Barbablanca, como Lucy, se miraron por unos buenos minutos en silencio, hasta que ambos se sonrieron mutuamente.

"Así que mocosa ¿Por qué según tú, Marco es un estúpido?"

"Por decirme heroína" respondió con simpleza.

Barbablanca solamente levantó una ceja a modo de intriga. "¿Y no lo eres ya? Tengo entendido que salvaste a esta gente de una vida de pena y dolor".

Lucy solamente miró al gran hombre con reproche. "Lo hice porque quise", respondió. "Liv-chan me dio de su comida y decidí pagarle, salvando su hogar y a su gente. Simplemente, se me dio la gana y ya, además..."

"¿Hay algo más?" Quiso saber.

Lucy asintió. "Los héroes tienen que compartir su carne y yo no comparto mi carne jamás, por eso no soy y no quiero ser una heroína".

Fue la manera en la que dio esa peculiar respuesta, la que dejó sin palabras a todos los presentes, hasta que claro, el propio Barbablanca comenzó a reír de manera escandalosa al escuchar la respuesta de esa mocosa.

"Así que era eso..."

"Pues sí, yo no soy una heroína y punto" dijo con simpleza. "Yo quiero ser el rey de los piratas".

"Así que sueñas a lo grande ¿No es así?"

Barbablanca aún recuerda la última conversación que tuvo con Ace acerca de su hermana menor y su gran sueño, claro, antes de que Ace perdiera todos sus preciados recuerdos.

Ciertamente le era agradable y tierno a la vez, ver como la chica decía en voz alta su sueño, claro que él tenía todas las intenciones de ayudarla a hacerse fuerte, pero a quien en verdad deseaba ver como el nuevo rey, era a Ace. No es como si se lo fuera a decir a la mocosa, aunque seguramente, la chica lo tomaría como un reto, y eso solo le basto en saberlo, al ver y hablar con la nieta de Garp.

"¿Tú convertirte en rey de los piratas? El único que tiene ese derecho es nuestro capitán".

Repentinamente todos se quedaron en silencio, mientras que veían a los recién llegados.

Para los piratas, fue como si les tiraran un balde de agua helada al recordar que cierto hombre de fuego no recordaba a su hermana menor y odiaba a los marines había llegado justo antes de que hablaran seriamente con la entusiasta chica, y obviamente miraban con cierto enojo al encargado de asegurarse de detener a Ace.

"Supongo que hablaron con la chica durante su viaje ¿No?" Izo se aseguró de murmurar aquella pregunta, de manera que solamente Marco escuchara.

"Claro que lo hicimos, pero créeme, eso no va a servir de nada", respondió el fénix con seriedad.

"¿Qué quiere decir comandante?" Preguntó uno de los hombres de la primera división.

"Lo que Marco quiere decir, es que Lucy-chan es igual o más necia que el mismo Garp", respondió Thatch con una sonrisa nerviosa.

Todos los que pudieron escuchar esa conversación, miraron con pánico a Ace y luego a la chica.

Todos los que conocían bien a Ace y los que lo conocieron amnésico, tenían expresiones llenas de miedo por ver lo que pasaría si la chica saltaba como si no se hubieran visto en años <<lo cual era técnicamente correcto>>, pero en su lugar, la chica se quedó callada por varios minutos con una expresión de duda, solo para reemplazarla por una de alegría y emoción.

Thatch se estaba preparando para defender a Lucy de ser necesario, incluso Marco y Namur, que a pesar de todo el estrés que la chica les había causado, les preocupaba, pero Lucy solamente se acercó a Ace con una enorme sonrisa en el rostro, ajustó su sombrero de paja de manera que sus ojos no se vieran y luego como si fuera la primera vez que se conocen, comenzó a saludarlo de manera demasiado efusiva.

"¡Hola, mi nombre es Monkey D. Lucy y a partir de ahora viviré con ustedes!" Exclamó con emoción. "El abuelo me habló de ti, tú debes ser Ace ¿Verdad?"

Probablemente nadie más notó la pérdida del característico brillo en los ojos de la chica, pero Edward Newgate era un hombre que había vivido tantos años y había visto tantas cosas, y él notó cuánto dolor había en esa presentación. La chica sufría por la pérdida de memoria de su hermano, y presentía que había algo más...

"Portgas D. Ace, y no sé lo que tu estúpido abuelo de haya dicho, pero en lo que a mí respecta, si haces algo para perjudicar a mi capitán, tendrás que vértelas conmigo".

Lucy solo lo vio alejarse, y aunque le dolió de cierta manera, eso solo hizo que recordará cuando se conocieron la primera vez.

Esta vez fue un tanto más educado, al menos parecía que Ace siguió recordando sus clases de modales.

"Lamento lo sucedido con él".

Lucy miró al gran hombre, al parecer estaba tan ocupada viendo a Ace, que ni siquiera noto cuando el capitán Barbablanca se le había acercado.

Ella no le guardaba rencor por la pérdida de memoria de su tonto hermano mayor. Conocía a Ace lo suficiente como para estar segura de que sufrió esas lesiones por su estúpida manía de no huir cuando era necesario.

"No se preocupe capitán Pops, si ya logré antes que Ace me aceptará, lo lograré de nuevo", respondió como si nada.

"¿Ella acaba de llamar capitán Pops a Oyaji?" Preguntó Namur con asombro.

"Creo que ella es demasiado buena para juzgar a la gente y Oyaji pasó esa prueba, al igual que nosotros", mencionó Thatch.

"¿Entonces dices que es bueno que nos ponga apodos tontos?" Cuestionó Marco con cierto enojo.

"Al parecer en su modo de pensar, así es..."

Al parecer, Thatch ya había logrado ver como realmente era Monkey D. Lucy, incluso el propio Barbablanca lo había hecho, ahora solo faltaba el resto de los miembros de la tripulación, pero claro, Monkey D. Lucy dejaría en claro como era realmente, y entre esas cosas, la persistencia y terquedad, estaría en el primer lugar de la enorme lista.

Continuará...

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Siempre así, decidí actualizar de manera quincenal, para no hacer tan larga la espera, aunque eso sí, ando algo enferma, así que en caso de tardar, ya saben mis razones :D

Algunas aclaraciones para el capítulo, pues como habrán notado, Ace si les hablo a la tripulación sobre Luffy o al menos a los comandantes. Claro que lo justo y necesario, como que atraía los problemas con bastante facilidad, o que era una tonta sonriente,. Sin embargo, solamente a su Oyaji, le hablo sobre el sueño que ella tenía...

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Persistencia" donde Lucy no se anda con rodeos a la hora de tratar de recuperar a su hermano xD

En fin, nos leemos pronto...

Chau chau (^3-)/

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