"La Inocencia Viste De Persistencia"
NOTAS: Y aquí ando de vuelta con un nuevo capítulo :D
Estuve enferma como por una semana e incluso sentía que me iba a matar el dolor de cabeza y la nariz congestionada, pero al fin estoy muchísimo mejor... O eso quisiera decir, puesto que parece que lo que tuve antes era un simple resfriado y como seguía débil mi sistema, ahora si tengo covid...
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...
https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
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Luffy casi nunca <<por no decir jamás>> se arrepentía de algo, pero hasta ella sabía que había metido la pata en grande.
Primeramente, en ese día, había decidido ser tan necia y testaruda, que tuvo que sugerirle a Ace la grandiosa idea de festejarle su cumpleaños, y obviamente su hermano mayor no había tomado de buena gana esa idea. Ella sabía que Ace odiaba el día de su nacimiento, incluso le dejó en claro que se arrepentía de haber dado una fecha <<aunque técnicamente eso era culpa de Dadan y los bandidos>> pero, aun así, Lucy sentía que debía festejar ese día con Ace, casi como si tuviera el terrible presentimiento de que su hermano desaparecería y no tendría una oportunidad como esa en bastante tiempo.
Lucy incluso había conseguido un buen regalo, y con ese regalo, ahora podría decir que los hermanos ASL tenían más en común que el ser hermanos de juramento, como que los tres tenían su propio y característico sombrero, pero Ace tenía que arruinarlo todo con su negación. Negación que se volvió una terrible discusión, que la llevó a su reciente problema...
Ace y ella no habían tenido una discusión tan problemática desde lo sucedido con la muerte de Sabo. Después de todo, Ace cambió demasiado con lo que le había pasado en el incidente con aquel oso, pero la discusión de ese día, los llevó a decir cosas que no sentían, ni querían decir.
Lucy terminó por recordar que Sabo era el hermano más amable, incluso aseguró que él hubiera estado de acuerdo con el festejo de ese día. Y como siempre que se hacía la comparación entre los dos hermanos, Ace lo malinterpreto, creyendo que ella quería a un hermano vivo a cambio de tener muerto al otro.
Ella obviamente se explicó cómo pudo, pero fue demasiado tarde, pues Ace también había dicho palabras hirientes. Cosas que la hicieron salir huyendo, antes de decir algo más que no sentía en verdad.
En su huida, se encontró completamente solitaria en Gray Terminal, recordando que Ace le había dicho que no anduviera sola en ese lugar, debido a que en uno de sus solitarios escapes de hermano mayor, se había metido en uno que otro problema.
"¡DÉJENME SALIR!"
Cuando menos se lo esperaba, ella fue emboscada por un grupo de cuatro hombres con aspecto de ser los nuevos matones del lugar, y al reconocerla por ser compañera de travesuras de Ace, decidieron encerrarla en una estúpida caja de metal, en la que apenas y cabía.
"Ese maldito mocoso nos va a pagar como se debe, eso si quiere lograr encontrarte antes de que te mueras".
Lucy no había entendido del todo a lo que quería llegar el hombre, hasta que después de un rato, sintió que se habían detenido y la habían dejado completamente sola dentro de esa oscura y fría caja.
"¡Hola!" Llamó completamente nerviosa "¿Hay alguien ahí?" Preguntó con el tremendo sentimiento de abandono.
Pero al pasar lo que creyó minutos, <<¿O habían sido horas?>>, no hubo ni un solo sonido aparte de su acelerada respiración.
Ella ni siquiera se había dado cuenta del momento en el que había comenzado a llorar. Desde que Ace cambió y tomó clases de conducta con Makino, ella no había tenido razones para llorar, después de todo, Ace siempre se encargaba de mantenerla feliz, sonriente y protegida. Pero Ace no se encontraba con ella y era obvio que ni siquiera sabía dónde estaba en esos momentos, tal vez incluso ahora, la odiaba por ser tan tonta y necia como para haber mencionado a Sabo.
Ace por su parte se la pasó varias horas buscando a su tonta hermana menor y de no ser, porque escuchó a esos imbéciles hablar sobre la niña a la que habían dejado encerrada a que muera al quedarse sin oxígeno, él no hubiera llegado a tiempo para darles una paliza para exigir la ubicación de Luffy y mucho menos hubiera llegado a tiempo para salvarla.
Aunque ahora, cuando sacudía sin tacto a su inconsciente hermana se estaba alterando al no verla reaccionar ni un poco.
"¡DESPIERTA YA LUFFY!"
Llevaba ya varios minutos desde que logró abrir la caja y sacar a su hermana menor, pero Luffy no parecía respirar siquiera y eso estaba aterrando a Ace.
'¿Qué debía hacer?'
Nunca antes había tenido que pensar en cómo hacer que alguien volviera a respirar. Aunque justo antes de tener un ataque de pánico, recordó una vieja conversación que había tenido con Sabo sobre primeros auxilios. En este caso, el famoso beso de la vida.
De pronto, se sintió completamente intimidado con el solo hecho de tener que juntar sus labios con los de su tonta hermana menor, pero si quería que Luffy volviera a respirar, tenía que hacerlo lo más pronto posible.
"Nada cambiará, solo debo darle aire y ya".
Se escuchaba sencillo, pero, aun así, estaba el nerviosismo y la pena de tener que hacerlo.
Aun así, siguió al pie de la letra las instrucciones que Sabo le había dado en aquel entonces, esperando que su hermana no recordará aquello en un futuro.
Solo bastaron unas cuantas respiraciones, para que la niña comenzará a dar indicios de despertar y Ace completamente sonrojado y apenado, la ayudó a sentarse.
"Tonta Luffy, te dije que no anduvieras sola en Gray Terminal" reprendió, mientras la sacudía de manera insistente.
Luffy parpadeo un par de veces, antes de ver extrañada a su hermano. "Ace estás sonrojado ¿Estás enfermo o algo?" Preguntó con preocupación.
Ace por su parte, sintió que hasta sus orejas quedaban calientes a causa del terrible sonrojo que lo atacó, y sin poder evitarlo, le dio un golpe a esa cabeza hueca que tenía por hermana menor.
"Mocosa tonta, preocúpate por ti misma", respondió con el ceño fruncido. "Si no hubiera llegado a tiempo, tal vez tú ya ni siquiera estarías aquí".
Esa posibilidad hacía que sintiera náuseas, pero no debía pensar en ello, considerando que llegó a tiempo y que Luffy ya estaba despierta.
"Lo siento Ace", murmuró con la mirada hacía el suelo. "No solo por no hacerte caso, también por..."
Repentinamente, Luffy silenció sus palabras. No quería que su hermano volviera a enojarse con ella, no después de ver cuánto había preocupado a Ace.
Ace por su parte, pasó su mano por su cabello, mientras miraba con el ceño fruncido a su tonta hermana, todo, sin haber perdido el color rojo en sus mejillas. Era la culpa de Luffy por ser una tonta niña demasiado adorable, pero jamás, admitiría eso en voz alta.
"Yo también lo siento tonta" respondió, mientras miraba hacia otro lado. "Makino me dijo tus razones para querer hacer, aunque sea, un pequeño almuerzo, incluso me dijo que te esmeraste en ayudarla a decorar el pastel que llevó a la cabaña de Dadan".
"¿Entonces ya sabes que tengo el presentimiento de que tendremos que separarnos?" Preguntó en murmullo, no queriendo pensar que ese pensamiento se volviera una posibilidad.
Ace sabía cuánto le aterraba a Luffy la sola idea de que la dejarán sola y abandonada. Él incluso llegó a tener miedo de quedarse solo cuando casi la pierde por culpa de su orgullo y aquel oso, así que dejando de lado que minutos atrás tuvo que juntar sus labios con ella, se aseguró que ambos se miraran a los ojos. Luffy debía entender que él no tenía pensado dejarla sola y que siempre estaría para cuándo lo necesitará.
"Escucha bien tonta y mantenlo grabado en tu pequeño cerebro de alcornoque... Yo no pienso dejarte sola, así tenga que partir a los diecisiete y esté teniendo mi propia aventura, siempre estaré a tu lado cuando más me necesites".
Luffy lo miró con ojos tristes. "¿Lo prometes?"
Ace solo asintió, mientras revolvía con insistencia el cabello de su hermana. "Lo prometo", respondió. "Ahora, volvamos a la cabaña, porque Dadan, Makino y los bandidos nos están esperando con eso especial que tenías preparado para mí..."
"¿No lo viste? ¿Cierto?"
"No me dejaron verlo, aunque dijeron que estuviste ahorrando mucho para conseguirlo y que incluso Dadan decidió hacer un aporte a ese regalo", respondió con demasiada curiosidad. "¿Qué es?"
"Es un secreto que descubrirás cuando lleguemos" dijo Luffy sonriendo, mientras comenzaba a correr.
"¡Mocosa insolente!" Gritó, corriendo para evitar que su hermana se le perdiera de su vista.
Puede que la sorpresa que le esperaba a Ace fuera un sombrero naranja, junto con unos accesorios a juego, aunque fue más sorpresivo para todos que Ace estuviera sonrojado cada que su hermana se le acercaba como siempre lo hacía.
'¿Qué habrá pasado?'
A decir verdad, era algo que no sabrían nunca, y no sólo porque Ace no tenía planeado decirles, sino que se debía a la llegada repentina de Garp y su mirada llena de pánico.
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"La Inocencia Viste De Persistencia"
Ace terminó con su rutina matutina acomodando como de costumbre su amado sombrero. No recordaba cómo lo había obtenido, pero lo atesoraba tan recelosamente como un bello tesoro.
Justo antes de salir de su habitación, dio un breve ejercicio de respiraciones y rogó por tener la suficiente paciencia para su tormento diario que había iniciado justo una semana atrás.
"¡ACE!"
El mencionado solamente pudo cerrar los ojos, mientras apretaba sus puños con fuerza. La chica a la que se suponía debían proteger aparentemente tenía una obsesión con molestarlo todos los días a todas horas y francamente, lo tenía harto.
"¿Qué no se suponía que Marco te dio labores?" Cuestionó con enojo. "Debes ser agradecida y al menos hacer lo que te pongan de tareas".
Cualquier persona normal con lo que Ace creía, buenos estatutos de vida y un abuelo con un buen puesto en la Marina, actuaría de manera grosera o incluso caprichosa, pero allí estaba la mocosa, riendo como si le hubiera contado un chiste gracioso.
"Señor piña es taaaan aburrido y sus tareas también lo son", respondió Lucy como si nada. "Además, creo que ya terminé de trapear la cubierta..."
Ace no admitiría en voz alta cuántas ganas de reír le daba cada que la chica le decía a Marco 'señor piña' aunque de alguna manera, le preocupó escuchar que las tareas puestas ese día eran trapear la cubierta.
Su preocupación pasó a hacerse realidad cuando escuchó varios golpes, junto con varias maldiciones a la persona encargada del aseo.
"No puede ser..."
'¿Es que acaso la chica no podía hacer nada bien?'
Ace aún no entendía las razones de su capitán para aceptar ayudar a Garp, y menos que no hubiera impuesto ya un castigo a la mocosa que solamente había estado causando problemas en el barco. Aunque él, sin embargo, no pudo evitar tomar con fuerza el brazo de la chica y arrastrarla directamente al lugar donde suponía, había un completo desastre.
"Ahora mismo irás a disculparte como se debe con los afectados y harás bien tus tareas..."
Fue en ese momento que Ace, junto con la mayoría de los tripulantes que los piratas de Barbablanca se dieron cuenta de que el brazo de la chica se había estirado más de lo que un brazo de un humano común y corriente haría, y peor, la chica solo miraba al temperamental comandante con algo de duda, justo donde se había quedado parada.
"¡Oh! Se supone que debía seguirte" mencionó como si nada, mientras comenzaba a caminar hacía su hermano.
"¡Tú!" la señaló Ace de manera acusadora. "¿Eres consumidora de una fruta del diablo?"
Lucy por su parte vio, no solamente a Ace, también al resto de los que estaban reunidos y que la miraban con el ceño fruncido.
"Me comí la fruta Gomu Gomu No Mi" respondió orgullosa, mientras estiraba demasiado su mejilla. "Soy una mujer de goma".
Todos lo pensaron demasiado, pero solamente fue Ace, quién decidió dar su opinión sobre el asunto.
"¿Quién se comería una fruta tan inútil?"
Todos hubieran esperado una risa tonta por parte de la chica, es decir, la última semana la única ocasión en la que algunos la vieron enojada, fue cuando Marco la llamó 'heroína', pero justo ahora, la chica movía sus puños frente al comandante de la segunda división y además le gritaba con enojo.
"¡Ser de goma es un grandioso poder!" Gritó. "Mis puños son como pistolas y soy inmune a los golpes fuertes y, además, Shanks dice que es un poder genial".
"Eso no sirve de nada y menos si tus enemigos usan haki" rebatió Ace de brazos cruzados.
Lucy solo miró con duda a su hermano, mientras ladeaba su cabeza con confusión. "¿Haki? ¿Qué es eso? ¿Se come?"
Ace, junto con el resto de los que antes miraban a la chica con reproche, comenzaron a reír ante esas absurdas preguntas.
"Dices que quieres ser rey pirata, cuando no sabes absolutamente nada de lo que les espera a los piratas una vez en el mar..." mencionó Ace con superioridad.
"¿Eres estúpido?" Preguntó Lucy cómo si nada. "Es obvio que una vez que cumpliera los diecisiete años yo saldría a iniciar mi vida Pirata y reuniría un equipo poderoso con el cual aprendería conforme avanzáramos, o ese era el plan, pero ocurrió algo y el abuelo me trajo con ustedes. Aun así, ya he planeado hacerme más fuerte y reunirme en dos años con mis nakamas".
La pose llena de seguridad en la chica, les decía que hablaba bastante en serio y que, además, ella ya tenía preparado un equipo, aunque escuchar que no solo la chica, también posiblemente los nakamas eran del East Blue, les reafirmaba que ella era una completa debilucha.
"¿Entonces ya tienes preparados a tus nakamas?" Cuestionó con burla, uno de los hombres de la segunda división.
Lucy asintió sonriente sin darse cuenta de la burla en las miradas ajenas. "El primero es Zoro, él quiere ser el mejor espadachín, luego está Nami, ella es una navegante y ladrona que quiere hacer un mapa de todo el mundo, oh, luego está Usopp, él quiere ser un francotirador tan bueno como su padre y ser un hombre más valiente y por último está Sanji, él es un gran chef que quiere encontrar el All Blue. Y aún me falta un músico, porque los piratas siempre cantan con buena música".
Repentinamente, todos los piratas olvidaron por completo que estaban enojados con la chica y el pésimo trabajo que había hecho en la cubierta, en su lugar, las risas resonantes estallaron en todo el barco.
"Ella dijo Zoro ¿Acaso te refieres a Roronoa Zoro, el cazador de recompensas del East Blue?" Cuestionó uno entre risas que hacían doler su estómago.
"Niña, se supone que los piratas y los cazadores de recompensas no se llevan por algo", mencionó otro, igual de burlesco.
"Y los otros nombres no se escuchan nada conocidos, incluso para el East Blue eso no suena nada prometedor para un Pirata".
"Es obvio que si logran iniciar no podrán avanzar, se escuchan como unos niñatos con sueños demasiado grandes".
Lucy vio con detalle a cada uno de los estúpidos piratas que se reían de ella y sus sueños, no le molestaría, si tan solo estuvieran burlándose de ella, pero esos hombres se reían de sus nakamas y sus respectivos sueños.
'Ella vio cuánto se esforzaba Zoro, incluso tuvo que ayudarlo cuando lo encontró la última vez y lo iban a ejecutar por tomar el castigo de una niña'.
'Ella vio cuánto sufrimiento tuvo que pasar Nami a manos de un maldito hombre pez y un marine lo suficientemente estúpido como para aceptar dinero y hacer la vista gorda'.
'Ella vio cuánto sufría Usopp para ser valiente y proteger a la gente que ama a pesar de que nadie le creía cuando más lo necesitaba'.
'Ella vio cuánto sufrimiento cargaba Sanji por la culpa que sentía, junto con el amor y agradecimiento hacía el viejo Zeff'.
Y por todas esas razones a ella no le importo llamar la atención de Ace. Ahora mismo, Monkey D. Lucy era una capitana furiosa con aquellos que se atrevían a burlarse de sus preciados nakamas.
"¡Gomu Gomu No Pistol!"
Nadie se esperó que la chica arrasara con un solo golpe al último hombre que se atrevió a hablar mal de sus nakamas, mucho menos se esperaron las siguientes palabras.
"Pueden burlarse de mí todo lo que quieran y me reiré con todos ustedes, pero jamás se atrevan a hablar mal de alguno de mis preciados nakamas".
Repentinamente reinó el silencio por unos buenos minutos, hasta que claro, el comandante de la segunda división decidió intervenir como solo él lo hacía cuando alguien se metía con su familia.
"¿Cómo te atreves a ser tan malagradecida?" Espetó Ace, señalando con furia a la chica. "Para empezar, tu iniciaste con todo esto con tu mal trabajo, y así dices que quieres ser pirata. Ni en dos años lograrás ser lo suficientemente fuerte como para defenderte, así que no esperes ser tan fuerte para proteger a otros".
Los hombres de la segunda división repentinamente sintieron el cambio en el ambiente, ninguno seguro de intervenir en lo que se había vuelto en una discusión. Y si, se había convertido en discusión, porque la chica parecía que no temía al famoso 'Puño de fuego Ace', en su lugar, la chica estaba respondiendo de con la misma intensidad que su comandante.
"Pues entonces me disculpo por haber cometido el error de trapear mal, pero ustedes deben disculparse por haber hablado mal de mis nakamas", rebatió Lucy con furia. "Estás siendo un completo estúpido Ace".
"Y además me insultas, maldita malagradecida" respondió Ace con autoridad.
Los hombres de la segunda división sentían nervios al pensar que su comandante se atrevería a atacar a la chica, quien parecía lo suficientemente imprudente como para tratar de contraatacar. Pero pudieron calmar sus preocupaciones cuando vieron llegar al comandante de la primera división, justo a tiempo, cabe mencionar.
"¿Qué es lo que está pasando aquí?"
Tanto Ace como Lucy miraron al recién llegado con la misma determinación.
"Pasa que esta mocosa insolente hizo mal el trabajo que le diste y causó varios accidentes, no contenta con eso, decidió golpear a uno de los hombres de mi división y responderme con soberbia".
Marco miró con el ceño fruncido a la chica. "¿Es verdad eso?" Cuestionó de brazos cruzados.
Los hombres de la segunda división estaban esperando que la chica se pusiera a llorar y decir mentiras, todos dispuestos a dar la cara por su comandante, pero nuevamente, se equivocaron al juzgar a la chica.
Lucy por su parte, aun furiosa con aquellos que se atrevieron a burlarse de sus nakamas.
"¡Claro que lo golpee!" Respondió con firmeza. "Todos ellos hablaron mal de mis preciados nakamas y no podía quedarme de brazos cruzados, así que, si el comandante de la primera división piensa castigarme y regañarme, que sepa de una vez que lo volvería a hacer si alguien vuelve a burlarse de mis nakamas y sus sueños".
Tanto Ace como sus hombres sintieron la mirada pesada y que prometía un buen regaño que Marco les dirigía, especialmente cuando la chica no le había dicho 'señor piña', lo que quería decir que la chica estaba enojada con toda la tripulación.
"Hablaremos de este asunto más tarde, por lo pronto vuelvan todos a sus puestos", mencionó con tono autoritario. "Ace, hay junta con Oyaji, nos quiere a todos los comandantes, en cuanto a Lucy, creo que lo mejor será cambiarte de área y aunque no estaba del todo de acuerdo, creo que aceptaré la sugerencia de Tato y te llevaré al área médica".
Los presentes miraron a Marco como si se hubiera vuelto completamente loco, es decir, la chica había tenido tantas labores en esa semana y en ninguna hacía las cosas bien. De hecho, había causado varios accidentes con su torpe manera de hacer los trabajos, y ahora Marco quería mandarla al área médica.
"¿Te has vuelto loco o estás quedando senil?" Cuestionó Ace sin creer lo que había escuchado. "Esta mocosa ha causado más accidentes desastrosos en una semana y tú la quieres enviar al área más importante del barco. Por favor, dime que es una broma y me reiré contigo".
"Tato me hizo la sugerencia y las demás enfermeras estuvieron de acuerdo, aun cuando les dije que la mocosa es demasiado problemática, ellas dijeron que ya tenían un buen trabajo para ellas, además..."
Ace lo miró interrogante. "¿Además que?"
Marco suspiro resignado. "Dijeron que tiene que ver con Oyaji y su insistencia con el alcohol en estos días", mencionó con duda. Aún no entendía qué era lo que habían visto en la chica que pudiera ayudarles a impedir ese exceso de alcohol que su necio capitán consumía. "Y viendo que ya no hay más lugares donde la quieran tratando de ayudar, creo que mejor aceptaré la sugerencia de ellas y así tendré más tiempo de pensar en otros posibles lugares para mandarla en caso de que la idea de Tato no funcione, por ahora, ve con Oyaji, mientras yo llevo a Lucy con las enfermeras".
Ace solo asintió, mientras le daba una última mirada de advertencia a la mocosa insolente, antes de comenzar a caminar hacía el área donde usualmente se hacían las reuniones. Aunque se sintió más enojado cuando la chica lo miró desafiante.
"En cuanto a ti jovencita, será mejor que luego te disculpes por lo que hiciste", advirtió Marco con reproche.
"No lo haré" respondió Lucy de brazos cruzados. "Al menos no lo haré, hasta que todos ellos se disculpen por burlarse de mis nakamas y sus sueños".
"¿Y qué pasa si se te da un castigo severo?" Cuestionó Marco con seriedad.
"Entonces lo aceptaré, créeme, se soportar el dolor a la perfección".
Marco no admitiría que eso le sorprendía y a la vez le preocupaba. Y al juzgar por la mirada de la chica, parecía que hablaba muy en serio.
"Ya vámonos".
Decidió dejarlo por la paz, al menos por el momento. Solo esperaba que la chica no causará demasiados problemas a las enfermeras, porque esas mujeres se quejarían con él, aun cuando ellas hubieran sido las de la grandiosa idea. Aunque lo más probable, es que todos se llevarán una gran sorpresa y que su Oyaji se sintiera intimidado con la idea de las enfermeras.
~.☸.~
Lucy llevaba ya media hora hablando con todas las mujeres que ejercían como enfermeras en el área médica del barco.
Aún no entendía del todo las razones de las mujeres para pedir que ella fuera trasladada al área médica, especialmente cuando hasta ella misma sabía que era un desastre andante. Sin embargo, todas las mujeres en el lugar, solamente seguían haciendo su trabajo, mientras ella las miraba en silencio desde una esquina, o al menos eso hacía, hasta que una mujer rubia de ojos azules se paró justo frente a ella.
"Así que tú eres Lucy".
Lucy asintió sonriente. "Hola, soy Monkey D. Lucy", respondió.
"Así que tenemos otra 'D', a bordo" mencionó con calma. "Mi nombre es Tato, supongo que Marco te habrá dicho que de ahora en adelante estarás al cuidado de las enfermeras".
Lucy asintió vacilante. "Lo hizo, aunque ni él, ni mucho menos yo, entendemos tus razones. ¿Acaso no han escuchado todos los desastres que he causado con mis tareas impuestas? Incluso he mandado a algunos hombres a la enfermería y lo digo en serio, no era mi intención hacerlo".
Lucy se sintió nerviosa con la mirada que ahora le daban las mujeres. Incluso se atrevió a mirar con detalle todo lo que formaba parte de esa área.
Parecía un lugar no muy grande, aunque lo suficiente como para tener a varias personas, casi como si fuera una especie de hospital, o eso es lo que ella pensaba.
El olor a desinfectantes jamás fue el favorito de Lucy, especialmente cuando ella era la que siempre terminaba peor y Sabo tenía que limpiar y curar sus heridas.
Pero dejando sus recuerdos de lado, el lugar estaba vacío. Demasiado vacío si se recordaba todos los heridos que ella había dejado por accidente. Incluso se supone que ese mismo día, el lugar debería tener a algunos hombres que habían resultado heridos por su pésima manera de trapear la cubierta, pero el lugar parecía completamente intacto y las enfermeras no parecían contentas por alguna razón.
"Olvidemos por unos minutos el asunto de los accidentes que sin querer has causado", mencionó una mujer de cabello y ojos negros. "Mi nombre es Marie y tengo mucha curiosidad de saber algunas cosas sobre ti ¿Podrías responder nuestras preguntas?"
Lucy asintió nerviosa. "Puedo hacerlo", respondió. "Pero ustedes tienen que responderme a la pregunta que yo les hice antes".
"Te responderemos una vez nos respondas. Digamos que dependiendo de lo que nos digas, nosotras sabremos cómo responder a tus dudas" explicó Tato con una amable sonrisa.
"Oh, está bien entonces" asintió de acuerdo la chica.
Repentinamente, Lucy se vio rodeada de todas las enfermeras que se encontraban en el lugar. Todas con la misma mirada llena de curiosidad y lo que ella podía describir como ansiosa por obtener algo.
"Antes que nada ¿Vienes del East Blue?, ¿No es así?" Preguntó una sonriente Tato.
Ninguna de las enfermeras negaba que les causaba curiosidad la nueva chica, especialmente cuando su capitán había tomado la decisión de no ponerla a trabajar en la enfermería desde un principio. Aunque a juzgar por lo que todo mundo contaba, la chica no tenía habilidades para curar y atender heridos, pero sí que podía mejorar en batalla si se le entrenaba como era debido.
"Sí. Soy de isla Dawn", respondió Lucy sin ningún problema.
Las enfermeras solamente sonrieron entre ellas, casi como si estuvieran ansiosas por saber más sobre la nueva chica.
"Hemos visto que desde que llegaste, te esmeras en perseguir a Ace, así que por tu nombre y porque Ace llegó con Monkey D. Garp, suponemos que tu abuelo te habló de él, ¿es verdad?"
Lucy de alguna manera no entendía la razón por la que en la tripulación del capitán Pops parecía que había personas que sabían sobre su relación con Ace y otras personas solo la veían como la acosadora de su hermano.
No creía que el gran hombre no confiará en toda su tripulación, así que debía ser por otras razones. Justo por eso, decidió seguir con lo que le había dicho a Ace cuando lo volvió a ver.
"Así es... el abuelo es demasiado parlanchín cuando lo quiere" mencionó sonriente.
Las enfermeras parecieron emocionarse con su respuesta, aunque Lucy no veía razones aparentes para esa emoción. Para Lucy, las enfermeras tenían un comportamiento demasiado misterioso.
"Entonces... ¿Te gusta Ace?"
Las demás enfermeras gritaron por el atrevimiento de su valiente compañera. Esa pregunta fue demasiado directa e iba directo al punto, aunque no esperaban que la chica les respondiera de manera sincera, incluso pensaban que la chica trataría de evadir la respuesta.
Lucy en cambio, ladeo su cabeza con una expresión llena de confusión y sus brazos cruzados. Era obvio que a ella le gustaba Ace, era su hermano después de todo, aunque no todo mundo en la tripulación parecía saberlo.
"¡Claro que me gusta!" Respondió sin duda alguna. "La pregunta es algo tonta".
Lucy podía esperar cualquier reacción, menos el chillido en coro de todas las mujeres. Sin duda demasiado extrañas a su parecer.
Las mujeres por su parte, dejaron demasiado confundida a la chica, cuando todas se alejaron de Lucy y se hicieron bolita en un lugar apartado de la confundida chica nueva.
"Se los dije, la mocosa nueva está enamorada de Ace" murmuró una enfermera pelirroja.
"Si, si, admito que perdí la apuesta Iris, pero no por eso debes de presumir", mencionó una chica de cabello verde.
"Pero ¿No creen que es demasiado pronto para que alguien se enamore de alguien más? Especialmente si hablamos de un hombre tan temperamental como Ace. Aunque, es raro, generalmente Ace no se comporta tan maleducado con las chicas, pero con la nieta de Garp es demasiado grosero y brusco", mencionó Marie con confusión.
"Tal vez se deba a su manera de crecer".
Todas miraron con intriga a la única enfermera de cabello verde. Todas estaban de acuerdo que debía ser esa la razón, así que, de manera automática, miraron a Lucy, quien se estaba empezando a sentir nerviosa.
"¿Por qué te gusta Ace? ¿Acaso en tu isla no había más chicos de tu edad?" Cuestionó Tato interesada.
Ahora sí, Lucy oficialmente estaba demasiado perdida con las preguntas de las enfermeras.
'¿Qué si le gustaba Ace?'
Por supuesto que le gustaba. Era su hermano mayor a quien había extrañado demasiado. Lo quería y admiraba, aún con su secreto que guardaba con tanto recelo.
Además, no sabía que tenía que ver Ace con el asunto de que no había más niños en los lugares en los que se la pasaba. Ace, Sabo y ella eran hermanos y punto final.
"Me gusta porque Ace es y siempre será Ace" respondió con honestidad. "Y no, en la villa donde pase una parte de mi niñez y en las montañas donde termine de crecer no había más niños".
"Así que esa es la razón".
Nuevamente, Lucy vio cómo las enfermeras se alejaban de ella para murmurar cosas entre ellas. Y ciertamente, eso ya la estaba fastidiando un poco.
"Es tan linda, es su primer amor" mencionó Marie con emoción.
"Tal vez tu idea no sea tan descabellada Tato, aunque deberemos vigilar que no cause desastres" dijo una sonriente Iris.
"Aunque no entiendo cómo lo haremos para que funcione. La chica es un completo desastre".
Tato solamente sonrió con lo que diría. Ella ahora tenía respuestas y debía convencer a la chica de que coopere, tal vez en el proceso, se le ayude a que llame la atención de Ace.
"¿Querías saber nuestras razones para pedir tu traslado a nuestra área?" Cuestionó Tato, mientras miraba a la chica. "No queremos que atiendas pacientes o al menos no de la manera en la que nosotras lo hacemos".
"¿Entonces qué necesitan de mí?" Preguntó confundida.
"Necesitamos a alguien que motive a los cobardes que forman parte de la tripulación, porque como podrás ver, no hay ni un solo herido aquí, y hasta tu sabes que necesitan atención médica", mencionó Marie de brazos cruzados.
"Además, necesitamos de alguien que vea que Oyaji no beba demasiado, alguien que no sucumba a los ojitos de él y le permita salirse con la suya".
"No creo poder hacer eso" mencionó Lucy con confusión. "Quiero ser pirata de mi propia tripulación algún día, así que sé que un capitán debe tener la libertad que se le dé la gana".
"En eso estamos de acuerdo, pero queremos que nos ayudes, al menos para que Oyaji no beba demasiado ".
"A cambio, te ayudaremos a llamar la atención de Ace".
Lucy lo pensó por demasiado tiempo. Se notaba la preocupación de todas las mujeres en el lugar hacía el gran hombre que tenían por capitán. Y pensándolo mejor, ellas tenían razón, el hombre bebía demasiado.
"Está bien ¿Cómo quieren que ayude?"
Las mujeres se miraron entre sí, todas con una mirada de autosuficiencia al saber que habían ganado la ayuda de la chica.
"Primero lo primero, necesitas el uniforme que todas portamos".
Lucy miro con desagrado el vestido rosado que la enfermera Marie le mostraba. Los vestidos y las zapatillas jamás fueron de su agrado, aun cuando Makino se había esforzado por hacer que le gustara vestir de chica, pero ahora, su desagrado tendría que guardarlo para evitar causar más problemas y obtener la atención de Ace.
~.☸.~
Marco solo podía ver con demasiado reproche a su capitán, pues se estaba tomando a la ligera la batalla campal entre el resto de los comandantes.
Sabía que la chica de la que todos hablaban no era del agrado de todos. Lucy había causado demasiados problemas en tan sólo una semana, ya sea por su manera torpe y apresurada de hacer las cosas o para perseguir a su amnésico hermano mayor que parecía no tolerarla.
Podía considerar que era buena suerte que no estuvieran todos los comandantes, pues algunos estaban de misión y otros se encontraban manteniendo a salvo los territorios en el Nuevo Mundo. Sin embargo, si las cosas seguían así, él no estaba completamente seguro de contener la furia de Thatch y ciertamente, hacer enojar al comandante encargado de la división de hacer la comida, no era tan buena idea. De todos los comandantes que Monkey D. Lucy tenía que haber encantado, tenía que ser Thatch el del corazón de algodón quien cayera primero.
"Creo que deberíamos intervenir Oyaji" mencionó Marco con seriedad.
A pesar de la sugerencia, Barbablanca ni siquiera se inmutó. En su lugar, el gran hombre le dio un gran sorbo a su bebida, a pesar de la mirada reprobatoria de su hijo.
"La mocosa sí que ha causado muchos problemas, ¿no es así?"
Marco asintió en silencio, todo sin dejar de mirar a sus furiosos hermanos.
"Ace sigue furioso porque la mocosa golpeó a uno de sus hombres, aunque no parece ser toda la culpa de ella, más bien, la provocaron a tal punto de que tuvo que golpearlo y, además, prometió que lo volvería a hacer", explicó con cansancio. "Y ahora, con todo lo que estos idiotas dicen, estoy pensando seriamente en el desastre que seguramente causará a mi equipo médico".
Barbablanca no diría en voz alta que desde que Marco y Tato hablaron con él para llevar a la chica con las enfermeras, sentía la necesidad de beber hasta más no poder, porque no podría hacerlo en un buen tiempo.
"¡Propongo que la dejemos en la primera isla en la que atraquemos!" Dijo Ace en voz lo suficientemente alta para llamar la atención de todos.
"No podemos hacer eso Ace, piensa en todas las personas a las que molestara", mencionó Vista con cansancio. Aún estaba algo enojado con todos los daños que la chica le había causado a su división.
"Además, debo recordarles que la estamos protegiendo de la marina", rebatió Haruta, lanzando miradas de reproche a sus hermanos.
"Eso lo dices porque tu división no es la encargada de sacarla del agua cada que cae por su torpeza" respondió Namur con fastidio.
"Eso me recuerda ¿Por qué no dijeron que la mocosa era consumidora de una fruta del diablo?" Exigió saber Ace de manera brusca.
De pronto, Marco, Thatch y Namur sintieron las miradas de asombro y reproche que sus hermanos les dirigían. Al parecer, aquello que les martillaba en sus cabezas acerca de que olvidaban decir algo importante, era precisamente porque ninguno de los tres había dado esa información.
"Y creí que Marco era demasiado serio como para olvidar algo así" mencionó Haruta.
"Les recuerdo que tanto Thatch como Namur sabían también, así que no me den todas sus quejas a mí", respondió Marco a la defensiva.
"¡Y no cambien el tema!" Espetó Thatch en voz alta. "No vamos a lanzar a Lucy-chan en cualquier lado, ella ya es parte de la familia".
"Eso lo dices porque no se la pasa persiguiéndote a todas horas", rebatió Ace con enojo.
"La chica es problemática, pero no lo suficiente como para tirarla en la primera isla Ace", mencionó Izo con calma. "Solo necesita vigilancia constante".
"Creo que, en eso, todos estaremos de acuerdo en que no podemos darnos ese lujo" respondió Vista.
"Eso es porque esa mocosa solo traerá problemas para todos" espetó Ace.
Barbablanca se aseguró de golpear su la base de su naginata lo suficientemente fuerte para que sus hijos le hicieran caso y pararan con su discusión.
Ya había tenido suficiente y había escuchado tantas cosas que sus hijos opinaban de la chica del sombrero de paja. Ciertamente le preocupaba más la opinión de Ace, puesto que podía ver los esfuerzos de Lucy para recuperar a su hermano, pero Ace siempre terminaba alejándola más con su manera tan tosca de actuar.
"Prometí a Garp que protegeremos a su nieta y esa idea seguirá en pie. Recuerden hijos míos, los hijos no deben ser culpados por los pecados de un padre".
"¿Y qué haremos con todos los desastres que ha causado? Ella no puede quedar impune con el golpe que le dio a uno de mis hombres y mucho menos por la falta de respeto".
"Y te recuerdo Ace, que tanto tú como tus hombres tuvieron parte de la culpa", le recordó Marco de brazos cruzados. "Y no te preocupes, que la mocosa aceptó disculparse, siempre y cuando tus hombres lo hagan, aunque ella no quiso decirme exactamente lo que hicieron para enojarla tanto".
Repentinamente, todos miraron a Ace con curiosidad. Literalmente, durante esa primera semana con ellos, la chica había sido todo risas y gritos de llamado para Ace, y la única ocasión en la que algunos la habían visto enojada, había sido cuando la conocieron.
Ace por su parte, al verse descubierto de alguna manera, solamente pudo rendirse y responder a las dudas de sus hermanos de tripulación:
"Ella comenzó a hablar de sus intenciones de ser pirata", murmuró. "Y luego empezó a hablar y hablar sin cesar de los nakamas que aparentemente ya había hecho en el East Blue, y lo admito, uno de mis hombres comenzó a reír sobre la ironía de que ella hubiera reclutado a Roronoa Zoro... Es decir ¿Quién en su sano juicio tiene a un cazador de recompensas en una tripulación pirata?"
"Y supongo que luego comenzaron a burlarse del resto de sus nakamas y ella reaccionó como cualquier capitán al que le ofenden a sus nakamas ¿No es así?"
"Viéndolo de esa manera... Supongo que ella tenía sus razones para golpear a uno de mis hombres" murmuró Ace, ahora sintiéndose como un verdadero imbécil.
Incluso Ace admitía que reaccionaría de esa manera si alguien se atreviera a faltarle al respeto a sus hermanos y Oyaji, y Lucy había reaccionado de esa manera debido a que subestimaron y se burlaron de los sueños y metas que su futura tripulación se había impuesto.
"Supongo que ese asunto ya está solucionado entonces" dijo Barbablanca, llamando nuevamente la atención de sus hijos. "La razón por la que hice esta reunión, es debido a un asunto de gran importancia..."
"¿Esto tiene que ver con el llamado del grupo de Teach?" Cuestionó Marco con repentina preocupación.
Todos los comandantes presentes miraron con preocupación a su capitán, especialmente los comandantes de la primera y segunda división.
Algunos de sus hombres quedaron a cargo de una de las islas que quedaban cerca de la entrada al Nuevo Mundo. Y tanto Ace como Marco habían dejado a Teach y a Deuce a cargo del grupo.
"¿Qué sucedió?"
Barbablanca asintió con seriedad. No sería fácil ir en contra de las personas que causaron tantos problemas a sus hijos, pero confiaba plenamente en que aguantarían hasta que la ayuda llegará.
~.☸.~
Algunos de los tripulantes no entendían la razón de la seriedad en los rostros de sus comandantes, especialmente cuando su junta había tardado casi tres horas. Decidieron dejarlo pasar, hasta que su capitán dijera las razones. En su lugar, decidieron ir directamente a la enfermería.
"¿Qué está pasando?"
Al escuchar la pregunta de Marco. cada uno de los comandantes, junto a su capitán, miraron hacía el lugar donde el rubio miraba.
Por alguna extraña razón, había una larga fila en la enfermería, lo cual sin duda era demasiado raro, considerando que cada uno de los hombres que conformaban la tripulación del hombre más fuerte del mundo, les temían a sus dedicadas enfermeras.
Por un momento, Marco temió que se debiera a algún desastre causado por la chica, pero los hombres ni siquiera parecían enojados al salir. Incluso parecían salir a gusto, siendo despedidos por una sonriente Iris.
"Tengo demasiada intriga de cómo lograron hacer que estos cobardes entren a hacerse sus chequeos", mencionó Thatch con diversión.
Marco no hizo caso a las tonterías de Thatch, en su lugar, se acercó a Iris, quien solamente sonrió con más ganas.
"¡Oh! Marco, la idea de Tato está resultando demasiado bien", dijo con entusiasmo.
Thatch se acercó interesado. "¿Y de qué trata esa idea exactamente?" Preguntó.
"Yo también tengo esa curiosidad" mencionó Marco de brazos cruzados.
"No se preocupen, que ahora que Oyaji y ustedes terminaron con su reunión, nuestra pequeña sorpresa debe de salir a hacer su labor".
Los comandantes repentinamente miraron completamente nerviosos a su capitán, quien solamente veía a todos desde su asiento favorito, claro, siempre bebiendo su amado licor.
Iris por su parte, regresó al interior del área médica, y regresó después de unos minutos junto a una enfermera.
"Iris, se supone que todavía nos iban a atender", mencionó uno de los hombres que esperaban en la fila.
"Y aún se les puede atender banda de cobardes, pero Lucy-chan tiene un trabajo más importante".
Cada uno de los comandantes no podía creer que la chica que estuvo por toda una semana haciendo travesuras y causando problemas con ropa usualmente llena de alguna que otra mancha, ahora vistiera el uniforme del equipo médico, junto un gorrito a juego.
Lucy por su parte, no dejó de sonreír ni un solo momento. Tampoco se inmuto por todas las miradas sobre ella, en su lugar, caminó con paso apresurado y estiró su brazo para impedir que el capitán de la tripulación siguiera bebiendo.
"Así que tienes las suficientes agallas como para quitarme mi bebida, ¿no es así mocosa?"
Lucy solamente rió con diversión. "Tato-chan y las demás están preocupadas de que te excedas con la bebida capitán Pops, así que me pidieron vigilarte".
Barbablanca miró con cierta diversión a sus hijas, quienes solamente sonrieron de acuerdo con lo que la chica había dicho.
"Marco dijo que esta chica es muy persistente, tanto como para llegar a fastidiar a la persona más calmada, así que decidimos que ella te fastidiaría cada que decidas no seguir las indicaciones que nosotras te damos", explicó Tato con calma.
"¿Y la larga fila para consultas?" Preguntó Thatch interesado.
"Al parecer, Lucy-chan es muy buena para distraer a la gente, algo así como una linda chica que tiene el don de que los niñitos de mamá olviden el pequeño dolor que sienten con una insignificante inyección", respondió con diversión Marie.
"¿Y el uniforme? ¿Por qué ponerle uno de sus uniformes? Ella solo debe vigilar que Oyaji no beba, mientras está con su tratamiento" mencionó Haruta algo intrigado.
Para nadie pasó desapercibida la risa de todas las enfermeras. Era como si todas estuvieran confabulando un plan en conjunto y Lucy era parte de ese plan.
"Será mejor que no cause problemas lo que andan tramando", murmuró Marco con seriedad, mientras miraba a cada una de las enfermeras.
"Te aseguro Marco, que no vamos a causar ni un solo alboroto" dijo Tato como si nada.
"Además, Lucy-chan logró hacer que todos estos cobardes fueran a hacer su chequeo y normalmente nosotras debemos perseguirlos y obligarlos a dejarse atender", mencionó Iris con cierto reproche. No era divertido perseguir a unos cobardes y francamente, no era una doctora de niños que debía dar una paleta cada que se portan bien en la consulta.
"Y eso es lo que más pena da" murmuró Ace, mientras les daba a sus hombres una mirada reprobatoria.
"Bueno, al menos algo bueno salió de esto y esos tontos se disculparon con Lucy-chan" mencionó Momo, la amable enfermera de cabello verde.
"Bueno, las cosas se resolvieron al parecer, eso nos lleva a lo que debemos hablar..."
Repentinamente el ambiente cambió de alegre a una intensa seriedad.
"Al parecer el grupo de Teach y Deuce tuvo problemas con la misión que se les encomendó. Se suponía que sólo debían brindar asistencia por un pequeño grupo de novatos con demasiada suerte, pero resultó ser una trampa y parece que no les basto con hacerle una jugarreta de ese tipo a piratas de Barbablanca, sino que además decidieron llevarse a Deuce como rehén..."
Todo mundo sabía que Deuce era por así decirlo un mejor amigo para Ace. El sujeto no sólo demostró lealtad hacia el segundo comandante, sino que además era un apoyo incondicional para Ace, una de las primeras personas fuera de su familia que lo aceptaron con todo y su secreto.
"Comandante Marco ¿Cuándo zarparemos en su ayuda?" Cuestionó uno de los hombres de la primera división.
"Irán solamente Ace y algunos hombres de la segunda división", mencionó Barbablanca con seriedad. "Estos hombres no son tan tontos y tampoco podemos causar demasiado alboroto en estas aguas".
"No se preocupen chicos, sé a dónde se están llevando a Deuce, así que tengan por seguro que esos hombres se arrepentirán de haberse metido con los piratas de Barbablanca".
"¿Yo puedo ir?"
De pronto, todo mundo recordó a la insistente chica que había causado desde incendios, hasta inundaciones en el barco. Lucy parecía ansiosa de ir a tener una aventura y más si era con su hermano mayor.
Luego, todos los que quisieron argumentar en las razones por las que mandaban a Ace y no a Marco, entendieron las razones de su capitán. Para que Ace descansara un poco de la muchachita alborotadora.
"No", respondió Ace con severidad. "No voy a ir a jugar, voy a darle una paliza a unos imbéciles y salvar la vida de uno de mis nakamas".
Lucy frunció el ceño en desacuerdo. "Yo puedo ayudar".
Ace cerró los ojos y soltó un suspiro cansado, todo mientras sentía ganas de golpear esa cabeza llena de aire. Y sin darse cuenta, el rostro de la chica estaba demasiado cerca, tanto que vio con detalle que no era tan fea como la había visto en esa última semana. Incluso podía ver en su mirada una rara inocencia que no había visto en otra persona.
Incluso por breves momentos, pareció recordar algo. Casi como un destello, llegó un recuerdo de una niña que no parecía estar respirando, y de allí en más, solo podía recordar en los cálidos labios de esa niña.
Fue solo por los murmullos de sus hermanos y hermanas de tripulación, que salió de su repentino trance y se alejó de la alocada chica. Estaba seguro de que su rostro estaba algo rojo, no había que ser muy listo, especialmente al ver las caras llenas de incredulidad de todos.
"Ya he dicho que no mocosa y si no me necesitan para nada más, será mejor que me vaya preparando para el viaje".
Marco pareció entender lo que las enfermeras quisieron hacer, es decir, solamente un idiota no lo notaría. Así que sin que nadie más lo notará, se acercó a su capitán, quien, por cierto, parecía aprobar la alocada idea de las enfermeras.
"¿Lo has notado?, ¿no es así, Oyaji?"
Barbablanca solamente sonrió. "Parece que tus hermanas fallaron en su plan y siempre así, no habrá nadie que me impida beber".
Marco solamente negó ante eso. Trataría de evitar que la mocosa escapara y se metiera en el barco de Ace como un polizón, pero la mocosa ya había burlado a tres comandantes antes, así que era probable que logre burlarlo nuevamente. Especialmente con esa mirada llena de decisión.
Aunque de algo estaba seguro, debía evitar que esa relación llegue a algo más. Sabía que si Ace recuperaba la memoria y la relación entre él y su hermana pequeña cambiaba, seguramente se sentiría culpable.
"¿Por qué Ace es tan obstinado y no deja que le contemos las pocas cosas de su pasado?"
Lo habían intentado, pero era como si el mismo Ace no quisiera recordar cosas de gran importancia. Las enfermeras y él habían llegado a la conclusión de que el chico había pasado por algo traumático, pero nunca supieron que era esa razón.
Por su parte, Barbablanca sentía que esos dos podrían ayudarse entre sí. Él como un hombre que había visto tanto, sabía que a Ace le faltaba algo y tenía que ser ciego, para no notar que a Lucy también le faltaba algo.
'¿Cuál sería esa pieza faltante?'
Solo esperaba no descubrirlo de una manera inesperadamente mala.
~.☸.~
Monkey D. Dragon no parecía nada feliz. Después de varios intentos, Garp había logrado contactarlo, solamente para decirle que Lucy había sido descubierta por el gobierno mundial.
Afortunadamente su padre había llevado a Lucy con Barbablanca. Dragon sabía que su hija estaría completamente a salvo bajo el cuidado del hombre más fuerte del mundo, pero por alguna razón, no podía estar del todo tranquilo.
"¿Me llamó, Dragon-san?"
Dragon solamente asintió, mientras miraba la única foto que había conservado de su hija.
"Necesito toda la información que se ha dicho acerca de mi supuesto hijo. Quiero absolutamente todo, no importa si son rumores".
"Puede arreglarse", respondió el chico con seriedad. "Sobre ese asunto, Dragon-san, ¿usted tiene hijos?"
Ciertamente, todos los revolucionarios se hacían esa misma pregunta, pero su líder no parecía de humor como para responder aquello.
"Por el momento Sabo, solo quiero la información", respondió seriamente el hombre mayor.
Sabo admitía que era la primera vez que veía tanta seriedad en el rostro de su jefe. De alguna manera, había obtenido su respuesta. Solo esperaba que el hombre estuviera pidiendo esa información para poner a salvo a ese supuesto hijo. Después de todo, no le gustaría que el hijo del hombre que le salvo la vida, pague por pecados que no cometió.
"Maldito gobierno".
Por alguna razón, la quemadura en su rostro dolió, sin embargo, decidió hacer lo que le habían pedido y salió apresurado del lugar.
"Siento que se avecina una tormenta" murmuró Dragon. "Mantente a salvo Lucy".
Dragon rezaba internamente, que su mal presentimiento no tuviera nada que ver con su hija, pero para su mala suerte, Monkey D. Lucy siempre atraía los problemas a su alrededor.
Continuará...
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
Aquí les dejo dos dibujitos...
Una tierna Luffy vestida de enfermera, para ustedes :3
Y este de la pareja de esta historia en versión muñequitos :3
Y pues, breve, pero ya apareció Sabo (la pieza faltante de la que hablaba Barbablanca)
En cuanto a la amistad de Ace y Deuce, digamos que Ace recibió el permiso de Barbablanca para ser un pirata independiente por un año, o sea que Ace a los 17 partió y conoció a su tripulación como en el canon. En cuanto a porque algunos saben sobre la hermandad de Ace y Lucy, pero otros no, digamos que, aunque Barbablanca confié en su tripulación, sabe que algunos se vuelven lengua floja con la bebida (lo sé, absurdo) y para evitar futuros problemas, decidió que solo los de más confianza de la primera división lo supieran.
De cualquier manera, pondré más datos en las aclaraciones, para evitar más confusiones...
Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Polizón", donde Lucy reafirma su autoridad como hermana menor y se escapa para estar con Ace de todos modos...
En fin, nos leemos pronto...
Chau chau (^3-)/
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