"La Inocencia Viste De Euforia"
NOTAS: Nuevamente regreso con nuevo capítulo y antes de tiempo :D
Capítulo número diecisiete para que se entretengan...
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...
https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
Por cierto, ando toda emocionada, porque una personita muy amablemente me pidió permiso para hacer un cómic de "¡Ella Está Prohibida!" y se lo concedí con mucho gusto :3
Me hace muy feliz que se animen a preguntar ese tipo de cosas, porque creo que se dejan llevar mucho por las advertencias que pongo en las sinopsis/resúmenes de las historias xD
En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
Barbablanca no había visto en mucho tiempo esa mirada. Años desde la última vez que la había visto...
Él como buen pirata, rival y amigo <<esto último era según el idiota de Roger>> había visto de todo, pero sin duda alguna, podía ver el enorme parecido que Ace tenía con su difunto padre.
Hubo una vez en la que Roger y él bebieron hasta hartarse en una isla en la que las tripulaciones de ambos pelearon. El muy idiota había sugerido una fiesta, momentos después en los que había salido vencedor.
¡Estúpido Roger!
Siempre se tomaba en broma las peleas serias, aunque en esa ocasión, decidió seguirle el juego. Por supuesto, entre la bebida y comida, Roger repentinamente comenzó a reír más estúpidamente de lo normal y él tenía interés en ello...
Roger ni siquiera trató de ocultar su alegría. Aparentemente había conocido a una linda dama con un buen gancho derecho, claro, como una buena 'D' tendría que saber defenderse de los idiotas, aunque jamás habría pasado por su cabeza que Gol D. Roger pudiera quedar tan embelesado por una fémina o por cualquier otra cosa que se moviera. Pero aparentemente, la mujer pudo lograr lo imposible y parecía ser mutuo...
En su momento, rezo por la pobre dama. Seguramente tendría bastantes dolores de cabeza con un idiota de pareja. Y vaya que Roger era un grandísimo idiota.
Pero recordando aquella vez, en donde Roger se veía tan humano como cualquier otro, fue que se dio cuenta del parecido entre padre e hijo.
Ace sin duda alguna, era la viva imagen de su padre, claro, con excepción de las pecas. Pero quitando ese distintivo rasgo heredado por su madre, el color de ojos, el cabello e incluso en la manera de ser, Ace era sin duda alguna un mini clon de Roger.
Y justo ahora, cuando Ace contaba tan vivaz y sonriente, todo lo referente a su 'hermana pequeña' Barbablanca se dio cuenta de algo...
Ace, tenía sin duda alguna, la mirada de alguien enamorado. La mirada era tan parecida a la de su padre, cuando le contó sobre Portgas D. Rouge...
"¿Entonces esa hermana tuya es un verdadero dolor de cabeza? ¿No?"
Ace frunció el ceño, mientras señalaba acusadoramente a Haruta. "¡No puedes hablar de Luffy así!" Espetó enojado. "¡Solamente puedo hacerlo yo!"
Barbablanca tenía ahora, mucho interés en la niña que según Ace, era una tierna hermana pequeña. No pudo evitar la risa, considerando que él pobre de Ace no se daba cuenta de que su manera de ser y expresarse cuando de 'Luffy' se trataba, no eran precisamente de un hermano mayor.
La ironía en todo esto, es que la niña también era una 'D'. Tal parecía que los 'Gol D.' tenían gustos más extremistas que una chica simple y hogareña, pues ahora, Barbablanca podía ver a otro 'Gol D.' tan estúpidamente enamorado de una chica 'D'.
"Yo solo sé que quiero conocer a Luffy-Chan. Se escucha que es una niña sumamente divertida", Thatch podía imaginar todas las bromas que podría hacer con la hermanita de Ace.
Ace frunció el ceño, mientras veía con enojo al comandante de la cuarta división. "Para ti o cualquiera que no la conozca, es Lucy. Solo yo puedo decirle Luffy y puede que, si me convence, Marco también podrá hacerlo", bramó de brazos cruzados.
"¿Qué? ¿Por qué?" Thatch miró histérico al pequeño patito de Marco. "¡Eso no es justo Ace! ¡Marco es tu favorito!" Señaló de manera acusadora.
Ace solamente sonrió con burla. "Marco no es mi favorito, simplemente me agrada más que ustedes" respondió, mientras le restaba importancia. "Aunque si lo pienso mejor, ninguno puede decirle Luffy o Lu a mi hermana pequeña. Solamente yo puedo hacerlo", señaló su persona con una sonrisa arrogante.
"¡MOCOSO INSOLENTE!" Gritaron a la par Haruta y Thatch.
Los otros comandantes solamente reían ante las ocurrencias del miembro más joven, aunque Marco solamente negaba, pensando seriamente en más maneras de enseñarle a Ace a respetar a sus mayores.
Barbablanca por su parte, dio un gran sorbo a su licor, mientras pensaba en lo que vendría a futuro. Probablemente Ace no cedería tan fácilmente a sus sentimientos; es decir, se notaba demasiado la terquedad <<o Inocencia tal vez>> para seguir proclamando a la niña como una hermana pequeña, aunque puede que, a futuro, Ace ya no pueda negar lo que era bastante obvio.
Lo único que Barbablanca tenía bastante claro, era que ya quería ver, lo que ese par traería consigo...
Seguramente juntos harían demasiado caos y eso lo hacía sonreír encantado con esa idea...
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"La Inocencia Viste De Euforia"
Como había imaginado Barbablanca, tener sus tres barcos y a casi toda su tripulación por esos mares, causaría bastante revuelo. Por supuesto, los marines estaban más ocupados sintiéndose lo suficientemente osados como para atacar, aunque podía imaginarse que la verdadera razón era Lucy.
Marco se lo había comentado justo después de haber zarpado de Water Seven. La marina y el gobierno ya sabían cómo era Lucy; la reconocían apenas la veían, y, aun así, no habían puesto una foto de ella en el cartel y eso no le estaba dando buena espina.
La marina traía algo entre manos. Casi podría asegurarlo...
"Parece que una tormenta se avecina".
Barbablanca asintió de acuerdo con Marco. Podía asegurarlo por completo si pensaba en el raro actuar de la marina, aunque de cierta manera, le preocupaba que, de ser así, Garp no le había dicho algo al respecto.
"Eso mismo creo, hijo mío" le respondió.
Marco negó al entender a lo que su capitán se refería. "No Oyaji, de verdad va a haber una tormenta. El clima está algo inestable", explicó con preocupación.
Newgate miró hacia el cielo: Justo donde apuntaba su hijo. Era verdad lo que decía Marco, el clima estaba cambiando, incluso el viento estaba cada vez más fuerte y salvaje.
"Deberíamos andar con cuidado. Dile a los navegadores sobre esto".
Por supuesto, no había que entrar en pánico. Las tormentas eran peores en el Nuevo Mundo y la tormenta seguramente pasaría no mucho después de haber iniciado. Aunque no estaba de más, ser precavidos y mantenerse al tanto con los navegadores.
"¡Oyaji!"
El capitán y su comandante de la primera división miraron al recién llegado. Uno de los navegadores del Moby Dick y no se veía muy contento, más bien, parecía demasiado preocupado.
"¿Sucede algo malo, hijo mío?"
El navegador asintió con expresión preocupada. "Al parecer la tormenta es demasiado fuerte y nos hemos desviado del rumbo. Ya hemos avisado al Moby Two y Moby Three sobre esto".
Barbablanca asintió pensativo. "¿A dónde nos dirigimos?" Cuestionó.
"Ese es el problema Oyaji..."
Marco masajeó el puente de su nariz. "Ya dilo de una vez".
El navegador asintió con nerviosismo. "Nos dirigimos al Thriller Bark", respondió. "Cuando nos comunicamos con los otros barcos, nos informaron de que ellos siguen el rumbo fijado anteriormente. Ellos no parecen tener los mismos problemas que nosotros y van a pasar con calma por el Florian Triangle".
Marco asintió, mientras veía a su capitán. "Ese si es un problema, Oyaji".
La idea había sido buena al principio, mantener los tres barcos separados y así evitar problemas o histerias innecesarias.
Era bueno escuchar que al menos los otros dos barcos estaban bien. Aunque ahora ellos estaban en aprietos. Por supuesto, podrían derrotar fácilmente a un Shichibukai, pero eso solo traería problemas para ellos y con la marina actuando tan extraño, no era lo ideal. Al menos no, hasta saber lo que estaban planeando.
"Comuníquense con el Moby Two y el Moby Three, díganles que nos veremos en el Archipiélago Sabaody y que vayan directamente con Rayleigh para el revestimiento de los barcos", ordenó con autoridad.
"¡Ahora mismo nos comunicaremos con ellos!" Respondió el navegador, para después salir corriendo a hacer las llamadas.
"¿Qué haremos si Gecko Moria aparece?" Preguntó Marco al divisar la supuesta isla.
"Responderemos a su saludo" contestó con seriedad. "Aunque dudo mucho que quiera meterse con nosotros. Aun así, informa a los demás que se mantengan en guardia".
Marco asintió. "¡En seguida!"
Barbablanca pudo ver a su hijo ir directamente a cumplir con la orden. Claro, siempre manteniéndose alerta en caso de que aquel Shichibukai tuviera la osadía de ir tras de él o alguno de sus hijos.
Aunque dudaba que Gecko Moria hiciera tal cosa. El hombre tenía un poder problemático, pero actuaba como un verdadero cobarde. Solo esperaba que Lucy no se metiera en problemas como usualmente lo hacía...
Y pensando en la chica del sombrero de paja, se dio cuenta de que no la había visto y tampoco a Ace...
Tal vez, no debería decirle a Marco o a Thatch sobre eso, porque seguramente, el caos estaría en su barco y no precisamente por culpa de sus enemigos...
~.☸.~
Ace sabía que estaba actuando demasiado extraño, incluso creía que Lucy ya se había dado cuenta de su comportamiento reciente, considerando que la había estado evitando desde el día en que salieron de Water Seven.
Primero era porque había estado pensando una y otra vez en aquel chico revolucionario. Después de todo, algo le decía que conocía al sujeto, pero no sabía de dónde.
También estaban las imágenes que le daban un dolor de cabeza completamente insoportable. Imágenes donde aparecía ese niño rubio que parecía tan tonto cada que sonreía con ese diente faltante. Luego estaba el otro niño o niña, a decir verdad, aun se le hacía confuso, pero había algo en ese pequeño ser con una aparentemente interminable energía que le hacía sentir bien y al mismo tiempo, le causaba conflicto...
Pero lo que terminó de empeorar el asunto, fue el recuerdo fresco de hace unos meses. La razón de su reciente distancia no eran esos flashbacks, al menos, no lo eran del todo.
La verdadera razón era el maldito nombre de aquel revolucionario: 'Sabo'...
Él ya había escuchado ese nombre y su novia lo había murmurado cuando cayó febril después de aquel ataque con veneno...
Lo había pensado durante toda la semana y media que llevaban navegando con destino al Archipiélago Sabaody, incluso se dijo a sí mismo que podría ser una mera coincidencia, pero después llegaba su lado pesimista <<por no decir negativo y desconfiado>> que el nombre de 'Sabo' no muchas personas lo compartían. De hecho, en todo lo que podía recordar, él no había escuchado ese maldito nombre, más que dos veces: la primera cuando Lucy lo mencionó en su enfermedad y la segunda cuando el maldito revolucionario creído se presentó ante él.
Y ahora, todo eso estaba afectándolo de manera para nada positiva...
Deuce incluso había hablado con él, pero como siempre, Ace se aseguraba de dejar en claro que no quería preocupar de más a su capitán o a Marco.
De hecho, justo ahora, estaba teniendo ese maldito sermón diario por parte de Deuce...
"Por eso te dije que hablaras con Marco, pero eres tan necio y testarudo que ni siquiera te asomas a la enfermería".
"Oyaji ya tiene bastantes preocupaciones", le respondió apresurado.
Deuce negó, mientras masajeaba su entrecejo. "Capitán... Ace, ya te he dicho que hables con Marco-san o incluso con las enfermeras. Yo no puedo darte siempre algo para esos dolores de cabeza, de por sí estoy a nada de decirles yo mismo. Además, está el hecho de que, en estos días, te la has pasado distante con Lucy-san y ni siquiera le has dado alguna razón".
Ace soltó un suspiró derrotado. "Hablaré con Marco apenas lleguemos a Sabaody, no antes de eso", respondió derrotado. Deuce tenía la razón, ahora podía decirlo, pero tampoco quería dar más preocupaciones innecesarias. "Sobre Lucy... La verdad, estoy algo confundido sobre lo que tenemos..."
Ahora sí, Deuce no entendía lo que estaba pasando tan repentinamente. Si hacía unas semanas, su capitán y la chica parecían estar demasiado pegados <<por no decir fusionados todo el tiempo>> y ahora, Ace le decía aquello que para él era tan confuso, incluso raro.
"¿Ocurrió algo entre ustedes?"
Deuce pudo ver a Ace negar y casi a los pocos segundos, afirmar. Lo que sí tenía en cuenta era que Ace parecía tan confundido y abrumado con el asunto de su noviazgo con Lucy.
"¿Recuerdas cuando Lucy fue envenenada por aquel tipejo que te secuestro?"
Deuce asintió. "Fue un momento de pánico para todos, así que, si lo recuerdo", respondió.
"Pues tu no lo escuchaste, pero justo antes de que yo saliera, ella murmuró el nombre de Sabo", explicó nervioso. "Y justo el revolucionario que me reto, se llamaba Sabo, así que..."
Deuce levantó una ceja. "Piensas que ella lo conoce" afirmó con seriedad. "¿Le has preguntado? Porque hasta donde yo sé, ella ha estado muy preocupada de tu distancia. Incluso parece algo deprimida".
Ace solamente pudo negar. "No he podido hacerlo. Al menos no con toda esta confusión que repentinamente estoy sintiendo. Primero están esos flashbacks y luego ese tipo llamado Sabo... Si te soy sincero, ya no sé qué debería hacer Deuce..."
Deuce respiró hondamente. "Primero que nada, piensa seriamente si de verdad quieres seguir en tu relación con ella, pero debes aclarar las cosas antes de tomar una decisión. Puede que ese tal Sabo, simplemente haya sido un conocido y al que tu conociste era alguien con un nombre similar", le explicó. "Pero en serio Ace, esto no hubiera pasado si hubieras hecho caso cuando te dije".
Ace asintió no muy convencido. Pero sabía que Deuce tenía razón, debía hablar con Lucy sobre la relación que tenían, junto con el tema de aquel revolucionario...
Solo esperaba no terminar de arruinar las cosas o lastimar a la chica.
Y hubiera seguido buscando consejos, de no ser por el sacudón repentino. Era poco probable que hubieran llegado a Sabaody, así que algo debió haber pasado y tanto él como Deuce, salieron a verificar...
~.☸.~
Lucy se encontraba descansando en su camarote. Aunque más que descansar, se encontraba pensando en el extraño comportamiento de Ace. Parecía distante por alguna razón desconocida e incluso enojado por algo.
Pero si decía que solamente el actuar de Ace la traía tan agotada, sería una mentirosa y ella ni siquiera podía mentir...
El actuar de su novio, era uno de los factores que la tenían justo ahora, en su camarote y no viendo el mar como siempre lo hacía. Otro de esos factores, eran esos mareos y náuseas, pero ahora, parecía que esos dos síntomas, no eran suficiente y ahora estaba el agotamiento casi extremo.
Ella no deseaba preocupar a nadie, después de todo, no era tonta, ni tampoco era ciega. Ya había visto la expresión preocupada del capitán Pops e incluso de todos sus comandantes. Podía ver que la marina estaba actuando raro, y por alguna razón, algo le decía que las cosas solamente empeorarían. Y eso lo llevaba a pensar en el último de esos factores que tanto la estaban afectando.
Lucy sabía que a veces podía ser intuitiva o eso le había dicho Sabo alguna vez, pero ella no recordaba haber hecho tantas cosas extrañas o escuchar voces advirtiendo sobre los peligros que la rodeaban como llevaba haciéndolo desde que subió al Moby Dick.
También sabía que aquella voz no siempre era la misma. A veces era una voz masculina y otra una dulce voz femenina, pero ninguna era conocida para ella.
Y ahora, con todo eso abrumándola, se encontraba en su camarote, viendo una y otra vez sus dos muñecos, casi como si esperara que alguno le respondiera sobre sus inquietudes...
Ciertamente, extrañaba demasiado a Sabo. Él sin duda, sabría que decirle para hacerla sentir mejor. Luego recordaba al viejo Ace golpeando su cabeza para que ella dejara de pensar en tonterías.
Sonrió con él recuerdo aún fresco en su memoria, mientras abrazaba con fuerza sus preciados muñecos.
"Al menos los tengo a ustedes dos para hacerme compañía, mientras descanso".
No esperaba ninguna respuesta. Ella simplemente siguió sonriendo, mientras abrazaba sus preciados muñecos y al mismo tiempo, recordaba todo lo que había vivido con Ace y Sabo en isla Dawn.
Y aunque hubiera estado más que encantada de seguir descansando, un fuerte sacudón la hizo moverse rápido, para salvar su foto y las tazas de una caída fuerte.
"¿Qué habrá pasado?"
Una vez que acomodo sus muñecos en la cama y regresó la foto y las tácitas en su lugar, decidió que dejaría de lado su descanso y saldría para ver lo que había pasado...
Algo le decía que se encontraría con algo sumamente emocionante, así que le haría caso a esa vocecita tan insistente...
~.☸.~
Para cuando llegó a cubierta, pudo ver que todos estaban reunidos, viendo directamente a lo que parecía una especie de cementerio de barcos <<si no recuerda mal el termino, gracias a Sabo>> y, a decir verdad, le emocionaba la sola idea de explorar el lugar, aunque parecía que a algunos les daba miedo el solo hecho de estar en aquel lugar.
"Ya hemos ajustado la trayectoria para salir de aquí. Solamente debemos cruzar este cementerio en calma, y evitar a toda costa no llegar a la isla".
Barbablanca asintió con seriedad, mientras veía a los seis comandantes que estaban en el Moby Dick. Todos preparados en caso de que a Gecko Moria se le ocurriera hacer su aparición.
Así que por el momento solamente debían seguir como hasta ahora: Sin llamar demasiado la atención equivocada y mantener el rumbo como hasta ahora.
Tal vez debieron mantener informada a cierta chica alborotadora con sombrero de paja...
Lucy por su parte había esperado encontrarse con algo divertido o incluso esperaba ya estar en la isla para poder explorarla, pero parecía que aquel lugar sumamente misterioso mantenía a todos en el barco completamente alerta y sin intenciones de atracar en la isla que seguramente sería igual de misteriosa. Así que, si no iba a poder explorar y que todo mundo estaría tan alerta y en guardia, había decidido seguir descansando en su camarote.
Claro que las intenciones de Lucy cambiaron totalmente, cuando escucho una extraña risa que parecía venir de uno de esos viejos barcos. Tal vez no era buena idea dar problemas ahora, pero la misteriosa voz le dijo todo lo contrario y casi como si estuviera en trance, estiró ambos brazos hacía uno de los barcos más cercanos y salió volando ante la mirada incrédula de todos en el barco.
"¡LUCY-CHAN!"
Barbablanca no pudo evitar soltar una risa divertida. Podía ser que estuvieran en una situación desfavorecedora, pero había aprendido a la mala que, si Lucy hacía algo, era porque su intuición se lo decía. Tal vez debía recordarle a Marco, Thatch y Ace sobre eso, considerando que ahora parecían los más preocupados <<por no decir histéricos>> sobre lo que acababan de ver.
"Podemos esperar a que regrese, aunque lo mejor es no dejarla deambular por allí sola", mencionó con voz calmada.
"Pero claro que iré a buscarla y le daré un buen sermón" respondió Marco con exasperación. Aunque si lo pensaba, regañarla o darle largos y tediosos sermones, no iban a funcionar, o al menos no lo harían en Monkey D. Lucy.
"Yo iré contigo Marco" dijo Thatch, quien, sin esperar más, saltó al barco contiguo y comenzó a correr por donde se había ido Lucy.
Marco solamente negó, mientras soltaba un largo suspiro lleno de cansancio. "Supongo que también vienes ¿No es así Ace?"
Ace asintió no muy contento de que Lucy se hubiera ido de esa manera. "Iré. Ella es muy necia, así que dudo que no se meta en problemas".
Barbablanca no dijo nada cuando vio a los dos faltantes saltar y correr para alcanzar a Thatch. Solamente esperaba no haberse equivocado, aunque tal vez, Lucy regrese al Moby Dick con alguna nueva sorpresa.
Apostaría todo su licor a favor de Lucy e incluso podría asegurar que ganaría...
~.☸.~
Después de tanto correr y saltar de barco en barco, Lucy por fin llegó al barco que buscaba. O al menos así lo creía, considerando que la voz le había sugerido detenerse.
Examinó el viejo barco con la mirada en busca de algo, pero no parecía haber nada interesante.
"¡Lucy-chan!"
La nombrada miró hacia atrás con sorpresa. Al parecer el capitán Pops había mandado a esos tres a buscarla, lo cual le pareció bastante obvio, considerando como habían estado todos. Aun así, ella todavía no quería regresar al barco o al menos no hasta que encontrará lo que no sabía que estaba buscando en aquel lugar. La verdad, aún era confuso hasta para ella.
"No debiste saltar así Lucy. Este lugar es el territorio de un Shichibukai" la regaño Marco de brazos cruzados.
Lucy parpadeo rápidamente, mientras miraba a los tres hombres con duda. "¿Qué es un shichibukai?" Preguntó.
"Un imbécil que a pesar de ser pirata sirve obedientemente al gobierno y a cambio se les perdona cualquier crimen que hayan cometido", explicó Ace con aburrimiento. "Aunque hay alguno que otro caso que es excepción, como Jimbe".
"¡Oh! ¿Y quién es Jimbe?" Preguntó emocionada. Algo le decía que ese tal Jimbe era alguien agradable, si Ace parecía alegre de mencionarlo.
"Es un sujeto muy fuerte y leal con los suyos. Podrás conocerlo en la isla Gyojin" respondió Ace.
"Suena a que es un tipo genial", dijo mientras aplaudía con emoción.
Ace asintió sonriente, tal vez un poco emocionado de volver a ver a Jimbe. Por supuesto, Thatch también se emocionó con la mención de Jimbe y la isla Gyojin, pero Marco no parecía querer compartir la emoción. Al menos no mientras aún estaban en ese viejo barco.
Así que, como la voz de la razón, decidió sugerir continuar con la conversación cuando estuvieran en el Moby Dick. Claro que Marco no iba a salirse con la suya, al menos no cuando Lucy estaba involucrada...
"Disculpen la intromisión, pero hace tanto que no veía gente nueva llegar..."
Los tres comandantes rápidamente adoptaron una pose de combate, mientras se aseguraban de mantener a Lucy detrás. Por supuesto, Lucy no parecía estar de acuerdo con que la dejarán de lado.
Claro que lo que los cuatro vieron frente a ellos, descoloco por completo a los tres hombres, pero no a la única chica, la cual, parecía brillar de emoción al ver a un esqueleto parlante frente a ella.
"¡Es un esqueleto que habla y se mueve!"
Rápidamente evadió a los tres comandantes para pararse justo frente al esqueleto. Lo vio desde varios ángulos y con una velocidad demasiado rápida, solo para que después se parará justo frente al esqueleto.
"Hola, soy Monkey D. Lucy" Se presentó con una enorme sonrisa.
"Tonta, no vayas a presentarte a extraños tan a la ligera" regañó Ace, mientras tomaba a su novia de los hombros. "Podría ser un enemigo y atacarte en cualquier momento".
Thatch preparo su espada de acuerdo con Ace. "Lucy-chan es demasiado inocente y confiada, así que más te vale no moverte" advirtió con seriedad.
"¿Quién eres?" Exigió saber Marco.
El esqueleto simplemente se quedó allí, quieto con lo que suponían, seguramente mirándolos.
"Mucho gusto, Lucy-san. Mi nombre es Brook y cómo podrá haber notado, estoy muerto..."
"¡ESO LO HABÍAMOS NOTADO!" Respondieron Ace y Thatch con reproche.
"Tan obvio soy... YOHOHOHOHO"
Marco solamente negó, mientras comenzaba a masajear su entrecejo. Al parecer, solamente Lucy podía atraer gente <<aunque no podía considerar a un esqueleto como una persona>> tan extraña.
"Entonces eres un muerto que no está muerto" murmuró con pose pensativa, para después mirar a Brook con emoción. "¿Y puedes cagar?"
"¡NO HAGAS ESA CLASE DE PREGUNTAS!" Gritaron los tres comandantes, mientras veían a la chica.
"Si. Si puedo" respondió Brook con seriedad.
"¡NO LE RESPONDAS!" Gritaron, mientras señalaba acusadoramente al esqueleto.
"Eso es genial... Shishishi", mencionó Lucy con diversión.
"Supongo que sí lo es... Yohohohoho", respondió igual de divertido Brook. "Por cierto Lucy-san, me encantaría hacerle una pregunta".
Lucy asintió interesada. "Puedes hacerla" respondió sonriente.
Marco, Thatch y Ace solamente negaron exasperados, aunque francamente, ninguno de los tres creía que esa peculiar reunión, fuera a empeorar...
Debieron sospechar cuando el esqueleto parlante se quedó quieto y seguramente mirando atentamente a Lucy, quien parecía interesada en la pregunta que Brook quería hacerle.
"¿Podría enseñarme sus bragas?"
"¡YO LO MATÓ!" Gritaron Ace y Thatch, mientras uno literalmente prendía fuego a sus puños y el otro preparaba su espada.
"Supongo que, con esa absurda pregunta, sabes que eres hombre muerto ¿No es así?" Amenazó Marco con sus ojos brillando de ira.
Brook rápidamente alzó las manos con pánico. "¡No quiero morir!... Aunque ya estoy muerto Yohohohoho".
"No sé qué es lo que pasa, pero son rojas, por si te interesa saber", respondió Lucy con una enorme sonrisa.
Brook por alguna razón comenzó a chorrea sangre por la nariz con la respuesta, aunque técnicamente no tenía nariz y era un esqueleto.
En cambio, los tres comandantes miraron a la chica con rostros sonrojados y expresiones apenadas y enojadas.
"¡NO RESPONDAS A ESO!" Gritaron los tres.
Claro que la diferencia en este punto, fue el repentino actuar de Ace.
Por alguna razón demasiado desconocida para él, es que casi como reflejo, se acercó a Lucy y la golpeó sin fuerza en la cabeza. Para cuando se dio cuenta, miró con preocupación a su novia y rápidamente negó, mientras se disculpaba una y otra vez.
Incluso Marco y Thatch estaban sorprendidos de lo que Ace había hecho, aunque era más la preocupación de ese repentino actuar.
"Lo lamento Lucy... No era mi intención, fue casi un reflejo involuntario".
Lucy en cambio, se quedó allí, en silencio, sintiendo demasiada melancolía por ese actuar en Ace. Era casi como si hubiera recordado los viejos tiempos, cuando ella hacía algo tonto y él se aseguraba de reprenderla.
Ni siquiera se había percatado del momento en que lagrimas comenzaron a caer una tras otra, solamente cuando vio a Ace frente a ella, mientras Thatch y Marco lo regañaban, fue que se lanzó a abrazar con fuerza a Ace.
"No me dolió... Solo recordé algo con el golpe" murmuró con una sonrisa triste.
"Espero que no sea algo malo", respondió Ace, mientras envolvía a Lucy en un abrazo. "En verdad lamento el golpe".
Thatch no podía dejar pasar ese regaño que Ace se había ganado, pero para su sorpresa, Marco le hizo un gesto para que se quedara callado y los dejara.
Ninguno de los dos tortolitos iba a separarse, hasta que una melodía demasiado conocida para Lucy comenzó a hacer eco por el lugar. Ella sonrió, mientras se separaba de Ace, sin dejar de abrazarlo. Vio con sorpresa que Brook era quien tocaba dicha melodía y sonrió con más emoción al haber encontrado ya a su músico.
"El Sake de Binks".
Brook asintió con calma. "Veo que Lucy-san lo conoce".
Lucy asintió. "Shanks y los demás la cantaban en mi isla", respondió. "Brook, a partir de ahora, serás el músico de mi tripulación".
Ciertamente, los tres comandantes esperaban que el esqueleto fuera tan negativo como Franky o incluso como el reno que Ace había visto en isla Drum, pero se equivocaron totalmente.
"Está bien".
"¡ASÍ NADA MÁS!" Gritaron sin poder creerlo y por supuesto, sin estar de acuerdo.
Lucy brinco emocionada. "¡Al fin encontré a mi músico!"
"Solo tengo un problema..."
Lucy miró a su nuevo nakama. Mientras que los tres comandantes, esperaban que al final, el esqueleto pervertido admitiera que no podía unirse a Lucy.
Claro que después de varios minutos, escuchando la triste y muy conmovedora historia de Brook, Thatch no pudo evitar sentir pena. Aunque Ace y Marco no se quedaban atrás.
Tal vez pelear contra Gecko Moria no era tan mala idea ahora...
"Brook... Puedo pedirte que esperes dos años más".
Thatch la miró con sorpresa. "Lucy-chan, si quieres puedo ir y derrotar a ese espadachín que tiene su sombra".
Lucy negó con una sonrisa calmada. "Algo me dice que no debes ser tú quien derrote a ese hombre", respondió sin dejar de mirar a Brook. "Sé que has sufrido Brook y tal vez no entiendas mis razones, pero créeme cuando te digo que todavía tienes algo que hacer y que conozco a la persona indicada para recuperar tu sombra".
Marco, Ace y Thatch miraron con sorpresa a Lucy. Si ella hacía mención del famoso 'algo me dice' era porque en verdad su intuición infalible nuevamente hacía de las suyas. Incluso se habían preparado para abogar a favor de ella en caso de que Brook no le creyera, aunque, nuevamente recibirían una sorpresa...
"Está bien... He esperado muchos años ¿Qué son dos años más?" Respondió calmado.
Lucy asintió sonriente. "Apenas lleguemos a este lugar, Zoro se encargará de recuperar tu sombra y yo le pateare el trasero a Moria así que, hasta ese momento, asegúrate de entrenar lo más que puedas y mantente a salvo" dijo con una enorme sonrisa. "No sólo por mí Brook, también porque debes cumplir tu promesa con Laboon. Ella sigue esperando en la montaña reversa y según dijo mi abuelo, ese tal Crocus sigue cuidándola".
Repentinamente, Brook comenzó a llorar. "¿Sigue con vida y esperándonos, después de tanto tiempo?"
Brook, después de tanto tiempo, al fin podía sentir un brillo de esperanza iluminando el final del túnel oscuro y solitario en el que había estado solo por tanto tiempo. Curiosamente, la chica sonriente frente a él, parecía ser ese brillo.
"Capitana, me aseguraré de seguir sus órdenes hasta ese día".
Podía ser que fuera una completa desconocida, pero como había sentido meses atrás, tal vez Lucy era la dueña de esa agradable inquietud que había sentido en aquel entonces.
Esperaría, y se aseguraría de mantenerse vivo y a salvo. También buscaría la manera de ser más fuerte, todo con el fin de ver la llegada de la chica del sombrero de paja y después, reencontrarse con Laboon.
Esa era la promesa que Brook se hizo, mientras se despedía de su nueva capitana...
~.☸.~
No había pasado mucho desde que salieron del Thriller Bark. Cada quien regresó a lo suyo, mientras Lucy veía el océano desde el mascarón con Ace a su lado.
Una vez que subieron al barco, ambos estuvieron de acuerdo en que debían hablar. Especialmente por el comportamiento tan extraño que Ace había tenido repentinamente.
"¿Me dirás ahora porque has estado distante?" Preguntó preocupada, mientras veía a Ace.
Ace asintió. "Lamento eso, es solo que me acordé de algo que dijiste cuando te enfermaste. Digamos que algo en Water Seven hizo que lo recordara... ¿Quién es Sabo?"
Lucy miró a Ace con sorpresa. Aunque a los pocos segundos, su mirada melancólica se fue directo hacia el mar, mientras sonreía con nostalgia.
Podía sentir el viento acariciando su rostro y la sensación salada picarle sus ojos y cara. Una sensación que era muy agradable para ella desde que tenía memoria...
"Sabo es... Era mi hermano", respondió.
Ace sintió un tirón en la cabeza. "¿Era tu hermano? Creí que eras hija única", comentó más para evitar que alguien se diera cuenta de su repentino dolor de cabeza.
"No compartimos sangre, pero sí lazos. Brindamos con sake para ser hermanos... Pero él ya no está... Murió hace mucho..."
"En verdad lo siento", murmuró sincero.
Ahora se sentía un idiota por haber creído otra cosa por culpa de aquel revolucionario. Aunque viendo la expresión de Lucy, lo mejor era que no dijera nada sobre Sabo el revolucionario o podría poner a su novia más triste de lo que ya estaba.
"¿Qué te parece si te llevo al parque de diversiones para compensar mi comportamiento?" Preguntó. "Fui un completo idiota, no solo por como actué estos días, también cuando te golpeé la cabeza hace un rato".
Lucy asintió. "Suena genial", respondió con una sonrisa.
Y sólo eso bastó, para que ambos se abrazaran, mientras veían el mar con tanta fascinación.
Al menos, todo lo ocurrido aquel día, había servido para que se aclararan entre ellos o al menos, eso esperaba Ace...
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OMAKE
Era de noche y solamente quienes hacían guardia, se encontraban fuera vigilando. Ace no era uno de esos 'afortunados' así que dormía, aunque no parecía un sueño tranquilo.
Se movía y murmuraba entre sueños, todo con el ceño fruncido y con un aparente dolor.
Solamente despertó, cuando sintió la sangre chorrear de su nariz y orejas, mientras respiraba de manera agitada. Ni siquiera se levantó en seguida, pues solamente podía pensar en una cosa que había visto: Un recuerdo...
"¿Quién eres Sabo? ¿Y quién es Luffy?"
Ace sentía que esos dos nombres eran demasiado importantes. Tanto como para taladrar aún más fuerte su cabeza con el solo hecho de pensar en ambos.
Aunque le preocupaba más lo que él tal Sabo le había pedido...
Cuidar de alguien llamado Luffy...
Si ni siquiera podía recordar nada. Además, él no era hermano de nadie más que de todos los miembros de la tripulación de su Oyaji...
Ojalá esos recuerdos ya lo dejaran tranquilo, pero veía difícil que eso sucediera...
En especial cuando aún podía escuchar esa dichosa promesa...
Esa molesta promesa...
Continuará...
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
Y ahora sí, mejor comienzan a rezar... Oficialmente, se viene el verdadero drama de esta historia...
Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Decepción", donde Lucy va a quedar completamente devastada con lo que cree haber descubierto...
En fin, nos leemos pronto...
Chau chau (^3-)/
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