"La Inocencia Viste De Emoción"

NOTAS: Y aquí andamos de vuelta con otro capítulo de esta emocionante historia :3

Si soy sincera, ya quiero llegar a lo bueno xD

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Ace no podía creer que su tonta hermana pequeña tuviera tanta energía siendo ella una enana sin la fuerza suficiente para ganarle...

Incluso sabía que Sabo pensaba lo mismo, considerando que ambos estaban completamente agotados y Luffy parecía no haber gastado su energía del día.

"Luffy, trata ya de calmarte un poco. Es de noche, ya cenamos, así que es hora de ir a dormir".

Sabo sabía que su hermanita no se rendiría tan fácilmente. No, cuando por primera vez había logrado darle un buen golpe a Ace durante sus batallas del día.

Luffy estaba completamente eufórica, ni siquiera le importaba haber perdido como siempre. Ella estaba completamente emocionada y llena de energía, debido a su gran logro.

"¡Pero no tengo sueño!" Refutó con un mohín y con los brazos cruzados.

Ace solamente la miró mal. "Pues Sabo y yo si lo tenemos mocosa", respondió con enojo. "Así que deja ya de saltar como una loca y sube a la casa si no vas a ayudarnos a recoger las cosas".

Luffy simplemente le saco la lengua a ese tonto hermano suyo. "Ace está molesto, porque logré golpearlo con mi puño. Seguramente te dolió, porque mis puños son como pistolas".

Ace por supuesto, iba a comenzar a reclamar y repartir puñetazos para que esa mocosa que tenía por hermana menor se calmará y comenzará a ayudar, pero dejó de lado su pleito con Luffy, cuando sintió que le tiraban uno de los huesos de lo que fue su comida.

Con enojo y demasiado reproche, miro a Sabo, quien solamente negaba con una mirada llena de advertencia.

"¡¿Por qué hiciste eso?!" Exigió saber completamente enojado.

Sabo negó, mientras le restaba importancia a lo que había hecho. "Simple, te puse un alto, antes de que uses esa boca tuya y tu cerebro lleno de un incontrolable mal temperamento para hacer llorar a Luffy".

Ace no dijo nada, en su lugar, decidió ignorar a esos dos y seguir recogiendo las cosas que habían utilizado para preparar la cena.

Pudo ver que Luffy seguía brincando de un lado a otro y en lugar de terminar ayudando, terminaba tirando todo...

"¡YA DEJA DE SALTAR COMO UNA LOCA!" Gritó Ace completamente enojado.

Luffy nuevamente le saco la lengua. "No quiero".

Nuevamente, Sabo tuvo que intervenir para evitar una catástrofe. "Ya deja de gritarle", le ordenó a Ace, mientras golpeaba sin fuerza la cabeza dura de su hermano. "Y tú ya deja de hacerlo enojar".

Ace y Luffy podían pelearse y enojarse, pero ambos sabían que Sabo enojado era peor que ambos. Así que, para evitar seguir tentando la paciencia del hermano más amable, decidieron que mejor recogían las cosas y subían a la casa del árbol sin más peleas tontas.

Lo más gracioso a ojos de Sabo, fue ver que apenas Luffy se sentó en su cama improvisada, terminó por quedarse completamente dormida. Al parecer, estaba demasiado cansada, pero al mismo tiempo, estaba completamente emocionada por su logro de ese día.

"Deberías tenerle más paciencia" dijo Sabo con calma.

Ace miró con interés a ese hermano suyo. Sabo mientras tanto, se aseguraba de tapar perfectamente a Luffy, mientras colocaba su sombrero justo al lado de su cabeza.

"Deberías dejar de mimarla o la vas a atrofiar más de lo que ya está", Ace respondió con burla.

Sabo lo miro con ganas de golpearlo. "No deberías decir ese tipo de cosas o en un futuro, podrías morderte la lengua, hermano..."

Ace rápidamente quedó completamente rojo, mientras señalaba acusadoramente a Sabo. Por supuesto, a Sabo poco le importó, considerando que rápidamente se acomodó para dormir, y se aseguró de cubrirse y cerrar los ojos con una enorme sonrisa en el rostro...

Sabo sabía que había ganado esa batalla y lo estaba disfrutando demasiado...

Pudo ver a Ace hacer lo mismo, pero no dijo nada, para evitar despertar a Luffy y que ella volviera a saltar de lado a lado, mientras exigía atención...

"Sin duda estaba emocionada..."

Sabo asintió con calma ante el comentario de Ace. "Y está mejorando bastante, tal vez en unos años, pueda darnos verdadera pelea".

Ace sonrió de acuerdo con eso. "Seguramente".

Sabo sabía que Ace no admitiría frente a Luffy lo orgulloso que estaba de su progreso, pero al menos cuando ella estuviera profundamente dormida y sabiendo que él entendía su manera de ser, Ace podía decir lo que no podía cuando su hermana pequeña estaba tan animada...

Sin duda alguna, una Luffy emocionada por un logro, implicaba a un Ace orgulloso...

"La Inocencia Viste De Emoción"

Ciertamente, Lucy estaba demasiado emocionada con la idea de llegar a Water Seven. Thatch ya le había contado que clase de isla era y lo que podía encontrar en ella.

También había escuchado de los pocos <<no es como si fueran tan pocos>> carpinteros que estaban en el Moby Dick que, si un barco perfecto y duradero quieres encontrar, tenías que ir a esa isla.

Thatch también le había comentado aquello, justo después de que ella se ganó su primer botín. Lucy incluso había aceptado ese dinero por el bien de su tripulación en un futuro...

"¿Crees que algún carpintero quiera unirse a mi tripulación?"

Thatch recién había llegado con la comida y las galletas que había preparado especialmente para Lucy, cuando de la nada, ella le hizo aquella pregunta.

"Hay carpinteros de sobra y todos están bien entrenados, pero tendrías demasiada suerte si alguno decide aceptar tu petición..." Y tan repentinamente dio esa respuesta, Thatch se sintió como un idiota. Era obvio que Lucy terminaría por salirse con la suya, después de todo, ella siempre lo hacía. "Olvida lo que dije, es obvio que terminarás encontrando un carpintero, incluso puedo asegurar que será el mejor de todos".

Lucy sonrió enormemente con esa respuesta. "¡Oh! ¡También quiero encontrar un músico!" Respondió eufórica, mientras estiraba sus brazos para comenzar a devorar la comida.

Thatch solamente comenzó a reír con esa respuesta. "¿Cuál es tu obsesión por tener un músico?" Cuestionó con interés, después de todo, ya había escuchado ese interés con anterioridad.

Aún si había hecho la pregunta con una expresión un tanto seria, parecía que Lucy lo creía un idiota por haberla hecho. Era como si la respuesta fuera demasiado obvia para ella.

Incluso Ace que había llegado para sentarse y disfrutar el desayuno del día, lo veía con diversión. Casi como si supiera la respuesta de la chica.

"Thatchy-nii, no te comportes como un tonto" pidió Lucy con una expresión llena de aburrimiento. "Quiero ser pirata y tener mi propia tripulación. Los piratas hacen fiestas y cantan, así que obviamente necesito un músico".

Ace no pudo evitar la risa, así como tampoco el recién llegado Haruta. En especial con la cara llena de incredulidad que Thatch tenía justo ahora.

"¿Acaba de llamarme tonto?" Preguntó Thatch sin creerlo.

"Lo hizo y fue directa", respondió Haruta con diversión. "Lucy, tengo entendido que mientras estabas en el East Blue, conociste a varias personas que aceptaron ser parte de tu tripulación, ¿No es así?" Rápidamente, miro a la chica del sombrero de paja con demasiado interés.

Lucy asintió, mientras tragaba un gran trozo de carne. "Zoro, Usopp, Nami y Sanji", respondió con una enorme sonrisa. "Aunque también aquí en el Grand Line conseguí dos nakamas más. Chopper y Robin".

"¡¿CUÁNDO PASÓ ESO?!" Preguntó Thatch completamente sorprendido.

"A Chopper lo conocí cuando me llevaron a esa isla nevada. Es un reno y es doctor", dijo completamente alegre. "Y a Robin la conocí en Arabasta, justo después de perder a Ace momentáneamente".

Thatch miro con reproche a Ace. "¿La perdiste en Arabasta? ¿Mientras ella llevaba puesta esa ropa?"

"Fue un momento y no le pasó nada. De hecho, ella supo defenderse y defender el honor de Oyaji", explicó con orgullo al recordar la paliza que su novia le había dado a esa maldita hiena.

"Así que Robin. Lucy, ¿De casualidad su nombre completo era Nico Robin?"

Los tres comandantes que acompañaban a la chica, miraron rápidamente a Izo, quien llegaba junto a Namur, Vista y Marco. Luego desviaron su mirada a Lucy, quien solamente tenía una pose pensadora.

"Ahora que lo dices, si, así se presentó ella" respondió como si nada.

Repentinamente, todos miraron a Lucy, quien simplemente sonreía sin darse cuenta de la conmoción que había ocasionado con su respuesta. Un momento después, miraron a Ace para pedir respuestas, pero estaba igual o más sorprendido con la respuesta de su novia.

"¡¿Cómo puede ser posible que en dos escapes ya haya conseguido dos nakamas más para su tripulación?!" Thatch no podía creer cuanta suerte podía tener aquella chica.

"Si lo piensas de ese modo, es muy probable que Garp haya pensado en eso cuando comenzó a navegar para encontrarnos en la montaña reversa. Después de todo, ella encontró a varios de sus nakamas en el East Blue, durante el viaje con Garp".

El comentario de Marco, hizo que todos se hicieran una imagen mental de aquello. E inmediatamente todos estuvieron de acuerdo: era más que seguro que Garp pensó lo mismo cuando navego con su alborotadora nieta.

"Ya nada puede sorprenderme de Lucy", mencionó Ace con diversión.

Y así como la plática había iniciado, terminó. La mesa quedó en completo silencio, a parte de los cubiertos sonando al chocar con los platos o las breves peleas de Lucy y Ace por la comida.

Thatch, Ace e incluso Izo, lo veían como algo normal, considerando que Lucy aún sentía nervios por lo sucedido semanas atrás. Haruta simplemente trataba de ignorar el cambio tan radical en el ambiente, sin siquiera poder decir o hacer algo, puesto que él no había convivido como los demás con la chica, pero tampoco había hecho algo en su contra, así que estaba en un lado intermedio.

"¿Qué tal si nos cuentas algo sobre las personas que te cuidaron en tu isla?"

Todos miraron a Thatch con sorpresa. El chef sonreía de oreja a oreja por la idea que se le había ocurrido para aminorar el pesado ambiente que se había formado.

Además, esa era una pregunta que llevaba rondando en su cabeza, desde la llegada de Ace. Y considerando que su amnésico hermanito no había querido compartir más cosas y que Lucy parecía estar demasiado nerviosa, le pareció que esa duda podría aminorar un poco ese nerviosismo.

Pudo respirar tranquilo en cuanto vio que Lucy volvía a sonreír con brillo en sus ojos que no había visto en nadie más que en Ace.

"Desde que tengo memoria, viví en Villa Fosha con Makino. Ella era muy amable y siempre procuraba cuidarme y enseñarme. También estaba el alcalde, que aún si era algo gruñón, procuraba mantenerme feliz".

Todos a agradecieron en silencio a Thatch. En especial al ver la alegría que causaba en Lucy el contar sobre la familia que tenía en el East Blue.

"Aunque al cumplir los siete, el abuelo me llevó completamente enojado a las montañas a vivir con bandidos. Al principio no me caían bien, pero Dadan y los demás supieron ganarse mi afecto y confianza. Dadan es muy gruñona y muy mal hablada, muy diferente a Makino, pero, aun así, actúa igual o más protectora que ella, supongo que Dadan y Makino son como tener dos mamás".

Todos los comandantes con excepción de Ace se miraron entre sí. Llegando a la mutua conclusión de que Garp no hacía un buen trabajo con sus nietos si quería que fueran marines en un principio. Ciertamente, ahora entendían muchas cosas sobre Lucy, y considerando que estuvo viviendo con bandidos por unos buenos años, pues...

"¿A dónde vas Ace?"

Todos miraron con cierta preocupación al comandante de la segunda división...

Ace parecía pálido y con una expresión acongojada que no decía nada bueno. Sin embargo, fue el mismo Ace quien le restó importancia a lo que sea que lo haya molestado.

"Recordé que no he terminado mi papeleo y considerando que iremos a una isla de gran importancia, debo hacerlo antes de llegar".

Marco lo miró con duda y preocupación. "¿Estás seguro de que te encuentras bien?" Preguntó.

Ace asintió sonriente. "Terminaré lo más rápido posible y daré a mis hombres las indicaciones correspondientes. Así tendremos libre la exploración, como te prometí, Lucy".

Marco y los demás dejaron pasar la pobre excusa. Si Ace tuviera algún problema, tarde o temprano acudiría a Marco o a Oyaji, aunque eso no lograba calmar la preocupación que sentían por él.

Lucy mientras tanto, asintió no muy convencida, pero debía confiar en Ace. Y en caso de que siguiera teniendo esa expresión, ella tendría que convencerlo de hablar con ella.

O al menos eso pensaba, mientras lo veía salir del gran comedor como si nada hubiera pasado. Tal vez no sea nada grave y solo estaba paranoica...

~..~

Apenas salió del comedor, Ace camino lo más calmado posible hacia su camarote. Era buena suerte que casi todos estuvieran comiendo aún, aunque ya podía ver alguno que otro merodeando por el barco, mientras hacían sus deberes.

Pudo haber seguido de observador y fingir que todo a su alrededor estaba bien, pero como había ocurrido dos noches atrás, su nariz comenzó a gotear sangre y su cabeza no dejaba de dar un molesto palpitar.

Corrió sin ser visto y cuando iba a entrar a su camarote, se encontró con Deuce, justo en la entrada.

"¿Qué te ocurrió?"

Ace no respondió, en su lugar, abrió la puerta de su camarote y metió a empujones a Deuce. Dio un último vistazo y suspiró aliviado al no ver a nadie más. Así que, sin más, cerró y caminó a paso calmado hacia su baño. Todo bajo el escudriño de Deuce.

"¿Capitán?" Deuce frunció el ceño cuando nuevamente no obtuvo una respuesta. "¡Portgas D. Ace!"

El nombrado solamente dio una mirada de pánico a ese amigo suyo. Solamente cuando se enojaba o preocupaba demasiado, Deuce lo llamaba por su nombre completo. Y aunque no era de su agrado contar lo que estaba pasando con él, supo al ver la mirada de Deuce, que debía hacerlo.

"Comenzó hace dos noches", respondió sin mirarlo. "Justo después de que Lucy me dijera por primera vez que me amaba, yo simplemente le di un beso y ella se durmió. Justo después de eso, un dolor de cabeza más fuerte de los que me han dado me llegó y con ese dolor, mi nariz y oídos comenzaron a sangrar sin razón aparente".

Deuce asintió con preocupación. "¿Por qué no habías dicho nada? Esto podría ser grave y más si te dio más de una vez".

"No quería preocuparlos a todos. Y esta es la segunda ocasión, sucedió justo cuando Lucy comenzó a contar sobre las dos mujeres que la cuidaron en su isla. No, más bien fue..."

Por alguna razón, el nombre de Dadan se le hacía demasiado familiar. Le daba demasiados sentimientos, casi como si hubiera conocido a esa mujer. Sin embargo, él no tenía idea de cómo era su apariencia o como hablaba...

"Deberías ir con las enfermeras y hablar seriamente con Marco-san", le sugirió Deuce con seriedad. "Los dolores de cabeza por si solos son para preocupar, pero si ya hay hemorragia lo hace peor. Tal vez tengas alguna inflamación o alguna secuela que hasta ahora se está presentando".

Pero Deuce sabía perfectamente la respuesta de Ace. Su amigo y capitán, simplemente negó con una expresión llena de duda.

"No lo haré. Solo voy a preocuparlos y con todo lo ocurrido, no quiero preocupar a nadie".

En especial a Lucy. Ella no confiaba del todo en los demás y a duras penas había comenzado a hablarles a los comandantes. Su Oyaji había tenido suerte y ahora era como si nada hubiera pasado entre ellos.

Pero si contaba sus recientes síntomas, sólo pondría preocupación en su novia y eso es lo que menos quería...

~..~

Llegaron justo antes del mediodía, y lo que Lucy vio le sorprendió demasiado. La isla era enorme y tenía demasiada agua por donde miraras...

Ya quería explorar la isla y de paso conseguir un buen carpintero para su tripulación. Pero, así como estaba emocionada, había algo en esa isla que la inquietaba demasiado.

"¿Sorprendida?"

Lucy salió de sus pensamientos para mirar a Thatch. No se había percatado del momento en el que se le acercó, pero decidió tranquilizarse y sonreír.

"Es enorme y lleno de agua por donde lo mire".

Thatch asintió sin perder su sonrisa. "No por nada se le conoce como la capital del agua", dijo. "Aquí la gente usa transportes propios con el entorno, que, en este caso, es más agua que suelo. Y cuando estemos allí, podrás notar que las casas están hechas por niveles, esto lo hacen, pensando en el hundimiento de la isla".

Lucy no entendía muy bien la explicación de Thatch, y aun así solo pudo asentir con emoción.

Le atraía la idea de usar esos transportes y pasearse por toda la isla, aunque en general, a ella le encantaba explorar...

"Ahora que lo pienso, se ven lugares con números, ¿Qué significa?"

"Esos números son los muelles que Galley-La Company tiene. Hay siete en total y cada uno tiene los mejores carpinteros e ingenieros".

Lucy miró con interés al recién llegado Marco. Se sentía nerviosa, pero solamente asintió con gratitud por la breve respuesta.

"¿Entonces iremos a uno de esos muelles para las reparaciones?" Preguntó, aunque la respuesta era algo obvia.

Marco asintió. "Iremos al muelle número uno", respondió. "Aunque todos los muelles tienen talentosos carpinteros, el más prestigioso es el muelle número uno y considerando que los tres barcos necesitarán un servicio, es lo más sensato".

Lucy repentinamente miró a Marco con asombro. "¿Tres barcos? ¿Tienen más barcos?" Cuestionó con estrellas en los ojos.

Thatch sonrió divertido. "Como habrás notado, hay bastantes hombres en este barco, pero Oyaji no sería un pirata reconocido solo con tan pocos hombres en su tripulación", mencionó.

"En total, tenemos tres barcos: El Moby Dick es el barco principal, luego le siguen el Moby Two y el Moby Three, ambos barcos son parecidos a este, pero un poco más pequeños" explicó Marco. "También tenemos alianza con varios piratas reconocidos y eso es porque respetan y quieren a Oyaji, justo por eso aprovecharemos para hacerle un servicio a los tres barcos".

"¡Eso es asombroso!" Lucy irradiaba emoción.

"De hecho, si lo es", respondió Thatch con orgullo.

Marco estuvo de acuerdo. "Aun así, tendremos que andarnos con cuidado", él seguía preocupado por el alboroto que era más que seguro que causarían.

"Se supone que cada año o año y medio le damos mantenimiento general a los barcos, y han pasado dos años desde la última vez, así que Iceburg no hará muchas preguntas. Incluso aprovecharemos a hacer una parada en una isla desierta para poder entrenar con mis poderes y el haki de cierta señorita".

Marco no pudo evitar sonreír ante el intento de Thatch por animarlo. Aun así, dirigió su mirada preocupada a la muñeca de Thatch. Su hermano no se había quitado ese molesto brazalete que seguramente le quitaba energías.

Sabía bien que Thatch le temía a sus nuevos poderes, aunque no podía culparlo, después de todo, esa fruta era sumamente poderosa y no quería ni pensar en las consecuencias que seguramente hubieran tenido si Teach la hubiera obtenido.

"Aun así, debemos mantenernos alerta y andar con cuidado por la isla. Aunque, de todas maneras, lo mejor será aprovechar el servicio de los barcos para abastecernos lo suficiente como para el entrenamiento de ustedes dos".

Incluso tenían localizada una isla no muy lejana, lo suficientemente grande y más que nada, aislada y sin un solo signo de civilización como para el entrenamiento de ese par, especialmente la práctica de tan peligrosos poderes.

Lo mejor era que Thatch aprendiera a dominarlos o en un futuro podría tener problemas.

~..~

Como habían dicho Marco y Thatch con anterioridad; hicieron la parada justo en el muelle número uno. Por supuesto, Barbablanca se había quedado en el Moby Dick y Marco había sido asignado para hablar por su capitán y tripulación. Y obviamente, Ace, junto a Izo y Lucy habían acompañado a Marco.

Aunque claro, Lucy había insistido en querer conocer el lugar, con la esperanza de encontrar a su próximo nakama de tripulación y al mismo tiempo, ver si en verdad deseaba mandar a construir un barco nuevo. Claro que Marco veía preocupado que Ace hubiera decidido acompañarlos, en especial con lo sucedido en la mañana, pero lo mejor era concentrarse y pedir el servicio para los tres barcos y el permiso para entrar en la isla a abastecerse de lo necesario.

"Parece que llegamos en buen momento", mencionó Izo con voz calmada.

Lucy pudo ver con lujo y detalle la cantidad excesiva de hombres trabajando arduamente con la madera, aunque lo que más le llamó la atención, fue ver como uno de los carpinteros, le daba una buena paliza a un grupo de piratas que aparentemente no estaba dispuesto a pagar por el servicio.

"Al parecer sigue habiendo gente tan tonta como para subestimar a los trabajadores de este lugar".

Lucy miró completamente sorprendida a Marco. "¿Entonces ellos saben pelear?" Preguntó con emoción.

Marco asintió. "Este lugar sirve tanto para los civiles como para la marina y los piratas. Obviamente, hay quienes quieren pasarse de listos e irse sin pagar por el servicio y es cuando los capataces hacen ejercer el derecho a su pago, como en este caso".

Lucy asintió completamente emocionada con la idea de encontrar un buen carpintero en aquel lugar, así que tan enérgica y decidida como era ella, comenzó a correr de un lado a otro, mientras preguntaba a todos si alguien deseaba ser su nakama.

"No puede ser Marco, la aceleraste por completo", reprochó Ace completamente sorprendido de ver a su novia tan vivaz como en esos momentos.

"Creo que ella sola se aceleró con la explicación de Marco", mencionó Izo con diversión.

Marco simplemente negó con lo que veía. "Y yo quería que pasáramos desapercibidos o al menos, disimular un poco" mencionó afligido. Le alegraba que Lucy parecía no estar tan nerviosa cuando él estaba cerca, pero justo ahora, no era el momento oportuno para llamar de más la atención.

"Vaya sorpresa es encontrar a tres de los comandantes de Barbablanca".

Marco, Ace e Izo miraron a los recién llegados. Al parecer, las noticias vuelan demasiado rápido como para que Iceburg hubiera sido informado sobre su llegada. Y no era nada para asombrarse, puesto que Iceburg era el alcalde de la isla.

"Hemos tardado dos años, así que hemos venido por el servicio de nuestros barcos", respondió Marco con calma.

"Ya me lo imaginaba", mencionó el hombre. "Ya hasta me preguntaba cuándo vendrían para el servicio, aunque me sorprende demasiado ver que lo hicieran justo ahora, con todas esas noticias".

Como cargos altos y con años de experiencia en la tripulación, cada uno de los tres comandantes en el lugar, pudieron disimular la preocupación al oír esas palabras.

Marco simplemente le restó importancia al asunto, con una calmada expresión que se reflejaba en su rostro. A pesar de ver los rostros serios de Iceburg y su secretaria, quien no dejaba de mirarlos con aparente insistencia.

"Estamos al tanto de toda la locura de la que se está hablando, pero en los últimos meses hemos estado recibiendo ataques por parte de piratas lo suficientemente estúpidos como para creer que pueden derrotar a nuestro capitán y ni hacer mención de Big Mom y Kaido, porque esos dos no han tenido piedad": Marco esperaba que la explicación diluyera un poco las sospechas del hombre, aunque técnicamente, no eran mentiras del todo. "Nuestros carpinteros son buenos y numerosos, pero como nos sugirieron, cada uno de nuestros barcos, necesita un buen mantenimiento cada cierto tiempo, y ya han pasado dos años de ataques furtivos y numerosos, así, que decidimos aprovechar".

Los minutos en los que Iceburg los miró, se sintieron por completo eternos, pero ver al hombre asentir con una expresión relajada, los tres comandantes pudieron respirar tranquilos.

"Supongo que debemos darles la bienvenida", Iceburg miró a su secretaria con seriedad. "Kalifa, asegúrate de anotar todo lo que necesiten Barbablanca y sus hombres. De ser necesario, pondremos en cierre el muelle uno para terminar lo más pronto posible con el servicio".

La mujer asintió, mientras tomaba notas en una de las tantas hojas que tenía en su tablero. "No se preocupe, Iceburg-san".

"Por lo pronto, regresaremos a dar el aviso a nuestro capitán" mencionó Marco. "También queríamos pedir permiso para comprar lo necesario en la isla. Como siempre, habló por toda nuestra tripulación cuando digo que no causaremos ningún problema".

Iceburg asintió. "Los conozco bastante bien, así que tienen el permiso. Aunque nunca está de más una advertencia, así que espero que no causen algún problema".

Marco pudo sonreír al escuchar aquello. Al parecer, las cosas no estaban saliendo mal como había pensado en un inicio, de hecho, todo había sido demasiado calmado...

Repentinamente dejó de sonreír, mientras veía por los alrededores con demasiada insistencia y preocupación. Izo y Ace lo notaron y miraron con intriga a Marco.

"¿Ocurre algo malo Marco?" Preguntó Izo con confusión.

Marco simplemente asintió alterado por su descubrimiento. "¡Ya no está Lucy!" Respondió, mientras señalaba el último sitio donde habían visto a la chica.

Ace se dio cuenta y comenzó a buscar a su novia completamente preocupado. "¡Es verdad! ¿Dónde está Lucy?"

Izo pareció sorprendido. "¿Cómo se nos pudo escapar sin ser detectada?" Francamente, esa pregunta ya era bastante recurrente en la tripulación, especialmente si tenía que ver a la chica del sombrero de paja.

"Si buscan a la chica que los acompañaba, parecía aburrida de estar molestando a mis hombres y se fue corriendo", mencionó el capataz. "Tal vez no me recuerden, soy Paulie".

Los tres comandantes se miraron entre sí, mientras nerviosamente devolvían el saludo y daban las gracias por la información.

Por lo pronto, Marco se retiró a dar aviso a su capitán y llamar a los otros dos barcos, mientras que Izo y Ace iban a buscar a Lucy antes de que se metiera en problemas o los causará. Francamente, ninguno de los casos era muy atractivo para el par de comandantes.

~..~

Lucy paseaba completamente animada por la isla. Realmente no esperaba que fuera tan inmensa, pero al notar que no tenía idea alguna de donde estaba justo ahora, decidió hacer lo que mejor hace: Explorar.

Se había fastidiado de que cada uno de los hombres a los que le había pedido convertirse en su nakama, la rechazarán. Algunos más corteses que otros, aunque no les tomo importancia a ninguno. Así que viendo que no lograría nada y que Marco, Ace e Izo no le hacían caso, decidió ir a probar suerte en los otros seis muelles.

Por supuesto, terminó por perderse entre tanta gente, tantas cosas por ver y los exquisitos olores de la comida recién preparada de los distintos puestos.

"¿Qué debería hacer primero?" Sé preguntó completamente emocionada.

Tal vez podría ir a comer algo, aunque pensándolo bien, no traía dinero consigo debido al consejo de Thatch. Así que rechazó la idea.

O quizás podría tratar de rentar una de esas cosas que andaban por la isla, aunque luego recordaba nuevamente que no traía dinero.

Así que solo quedaba la opción de seguir caminando hasta encontrarse con otro muelle y pedirles a todos los carpinteros que se vuelvan sus nakamas o al menos uno de ellos, pero hacerlo con el hambre que traía, no sonaba emocionante.

Tal vez debió esperar a Ace y explorar con él...

"Otra vez estos locos haciendo de las suyas".

Lucy miró con interés el punto en el que todos los habitantes de la isla miraban. También podía escuchar demasiado ajetreo viniendo de ese lugar, así que como la curiosa que era, se acercó lo suficiente, para ver a esos tontos piratas a los que les habían dado una paliza, pero ahora, peleaban contra un extraño hombre de cabello azul y con un peinado un tanto extraño.

Iba a dejarlo pasar y seguir caminando, hasta que lo vio sacar de su cuerpo toda clase de armatoste, mientras gritaba una y otra vez la palabra 'Súper'.

"¡Es un robot!" Gritó emocionada, mientras estrellas se dibujaban en sus ojos. "Necesito un robot como nakama".

Para aquellas personas que conocían a la chica o habían tenido el honor de pasar tiempo con ella, sabían que si Monkey D. Lucy decía algo, ese algo tendría que cumplirse sí o sí. Y este pobre... ¿Robot?, no tenía ninguna otra opción, más que aceptar los deseos de la chica del sombrero de paja.

Así que como generalmente lo haría, comenzó a estirarse, apuntando directamente a ese robot...

"¡Gomu Gomu No Rocket!"

"Parece que eso ha sido todo, así que chicos, tomen el botín y vámonos a casa antes de que..."

Ninguno de los espectadores o siquiera el extraño sujeto y sus acompañantes se esperaron que una chica extraña se lanzará directamente hacía el jefe de los alborotadores.

"¡Hermano Franky!" Gritaron colectivamente el grupo de hombres, mientras veían a su jefe volar por los aires.

"¿Qué acaba de pasar?" Preguntó una mujer entre la muchedumbre.

"Parece que secuestraron a ese loco de Franky" mencionó un viejo, desde su puesto de comida.

Nadie entendía lo que había pasado, pero los habitantes de la isla tenían muy en claro los problemas que traería consigo el secuestro de Franky. Seguramente ese grupito suyo causaría toda clase de desastres si no le regresaban a su jefe.

~..~

Lucy había aterrizado no muy lejos de donde estaban, y ahora miraba emocionada al 'robot' frente a ella, quien, por cierto, no parecía del todo feliz. Eso sin duda la extraño, considerando que era sumamente divertido volar por los aires.

"Señor robot, he decidido que serás mi nuevo nakama", comenzó avisando sus planes, todo sin perder su enorme sonrisa. "Soy Lucy, por cierto".

"¡Tú!" El 'robot', señaló con evidente enojo a la sonriente chica. "¿Tienes alguna idea de con quién te metiste?"

Lucy asintió sin perder la emoción. "Con mi futuro nakama, por supuesto" respondió vivaz.

Por alguna razón desconocida para Lucy, aquel robot no parecía nada contento con la respuesta. De hecho, la señalaba con una expresión furiosa en su rostro.

"En primer lugar, no soy un robot, soy un ciborg" Espetó, mientras se señalaba a sí mismo. Pero solamente pudo ver que la chica ni siquiera le había entendido.

"¿Acaso hay alguna diferencia?" Preguntó Lucy confundida.

"¡POR SUPUESTO QUE LA HAY!" Gritó furioso. "Un robot es una máquina hecha por científicos locos para cumplir órdenes sin poder oponerse. Un ciborg es un humano con partes mecánicas que bien podrían sustituir las faltantes en el cuerpo y justo soy el segundo. Y ya que estamos hablando de lo que soy y no soy, te informo que no soy 'señor robot', tu mocosa tonta, estás frente al grande y fabuloso ¡SUPER FRANKY!" Lo último se aseguró de gritarlo a todo pulmón, mientras hacía su pose estrella.

Lucy aplaudió emocionada, mientras estrellas se dibujaban en sus ojos. Francamente, no le interesaba si Franky era un robot o un ciborg. Ella estaba más que nada interesada en tenerlo en su tripulación.

"Lo he decidido, tienes que estar en mi tripulación" dijo, mientras saltaba de emoción.

Franky simplemente negó con una pose dramática. "Lo siento mocosa, pero el gran Franky no será parte de ninguna tripulación", y no estaba dispuesto a ceder. Mucho menos por una mocosa loca que había tenido la osadía de raptarlo, mientras trabajaba. De hecho, si lo pensaba con detenimiento, si no lo hizo con ese extraño samurái, era obvio que no estaba dispuesto a hacerlo ahora.

Lucy simplemente lo ignoró, después de todo, ya había tomado una decisión, así que ignoró la negativa, y decidió hablar como si nada. "¿Franky, de casualidad conoces a algún carpintero genial? Es que necesitaremos uno en la tripulación".

"Yo soy uno de los mejores carpinteros e inventores que encontrarás en este lugar", respondió completamente orgulloso, hasta que captó la pregunta y lo que implicaba responder dicha pregunta. "¡NO DECIDAS COSAS POR TU CUENTA!" Gritó con reproche.

Lucy asintió, mientras golpeaba su puño con la palma de su otra mano. "Entonces está decidido Franky. Tú serás el carpintero de mi tripulación y harás inventos geniales para nuestro barco".

Lucy ya podía imaginar las cosas que Merry haría gracias a Franky, aunque casi al instante su sonrisa se borró, al recordar todas las palabras y consejos de Thatch e incluso de algunos de los carpinteros del Moby Dick.

"Mocosa, ya te dije que no pienso formar parte de tu tripulación" dijo Franky, mientras se preparaba para ir a buscar a sus compañeros, pero por alguna razón, no pudo moverse de su sitio y menos cuando la mocosa escandalosa que lo había secuestrado, tenía esa expresión tan... ¿Deprimida?

"Franky ¿Puedo hacerte una pregunta?"

Franky simplemente volvió a mirar a la chica, mientras soltaba un suspiro largo y lleno de pesar. "Ya la hiciste, pero si quieres puedes seguir hablando".

Lucy repentinamente se sintió indecisa en hacer la pregunta. Siendo sincera, ella no quería escuchar que era demasiado probable que Merry no soportaría hasta el final de su viaje y que sería por pura suerte y voluntad que llegará a la mitad del Grand Line.

"Franky, un barco... ¿Puede durar un barco toda la travesía del East Blue, y dar la vuelta por todo el Grand Line?"

Franky vio completamente impresionado a la chiquilla. No esperaba una pregunta así, en especial si dicho barco no parecía estar en la isla. Pero como un buen carpintero y con todo lo que había visto, él ya tenía una respuesta.

Por desgracia, la respuesta podría no ser del agrado de la chica del sombrero de paja.

"Depende del trabajo hecho, los materiales utilizados para la construcción, la edad del barco, o incluso el clima y los sitios que se visitan. Pero si te soy honesto, es demasiado improbable que un barco aguante tanto como lo que tu deseas".

Lucy bajó la mirada, mientras recordaba la sonrisa emocionada de Usopp cuando Kaya les regalo el Going Merry. Seguramente se pondría demasiado triste cuando ese momento llegue...

Ella incluso, tenía a Merry entre sus nakamas, y saber que no era demasiado prometedor su futuro, le hacía sentir demasiado mal.

"Supongo que tendré que prepararme para algo así en el futuro, pero..."

Franky pudo ver a la chica pasar de alegre y emocionada a triste y desolada, para nuevamente pasar a esa vibrante alegría. Sin duda alguna, esa mocosa debía tener algo como para cambiar tan drásticamente su humor.

"¡Haré que Merry disfrute demasiado su viaje!" Y esa era una promesa que, sin duda alguna, estaba dispuesta a cumplir.

Franky no entendía que era ese extraño llamado, pero sin duda alguna, él podía decir que esa mocosa era alguien demasiado magnética. Tanto que ahora le causaba una sensación de que debía conocerla en algún momento.

Además, era la primera vez en mucho tiempo, que podía recordar a cierto pirata que llegó justo a pedirle a su maestro un barco...

Y luego estaba su sueño, resonando en su cabeza una y otra vez...

"Mocosa, ahora soy yo quien quiere hacerte una pregunta..."

Lucy lo miró con intriga. "¿Qué quieres saber?" Preguntó, Franky tenía una expresión un tanto rara y al mismo tiempo, melancólica.

"¿Para qué necesitas un barco? Digo, mis hombres y yo pudimos ver que llegaste junto a los piratas de Barbablanca".

"No soy parte de esa tripulación" respondió de brazos cruzados. "Digamos que estoy viajando con ellos, porque tenía un conocido en la tripulación y solo será por un tiempo, hasta que sea lo suficientemente fuerte para proteger a mi tripulación", si era sincera, no estaba mintiendo, aunque era una verdad a medias, aun así, no iba a permitir que la depresión la invada. "Pero quiero viajar por mi cuenta cuando sea lo suficientemente fuerte. Quiero ser capitán de mi propia tripulación y por eso necesito a un carpintero y un músico. Aunque a mí carpintero lo he encontrado por fin".

Franky ignoró el hecho de que la chica seguía insistiendo en que fuera su carpintero. "¿Qué clase de sueño es el que tienes niña? ¿Es tan importante como para tratar de obligar al gran Franky a ser parte de tu tripulación?"

Por alguna razón, Franky sintió que el ambiente había cambiado. Pero no era la clase de sensación que le decía que algo malo se acercaba. Más bien, era como si algo importante estuviera a punto de suceder y la sonrisa de la chica, era totalmente a las que le había mostrado con anterioridad.

"¡Yo voy a ser rey de los piratas!"

Repentinamente, Franky recordó el sueño por el que día a día luchaba. Siempre esculcando entre la basura y robando dinero a gente que no se lo merecía, para poder mantener a su gente y de paso, ir juntando dinero suficiente para poder alcanzar su más grande sueño.

También recordó a su maestro y el barco conocido como el mejor de todos y por el que terminó aprisionado por orden del gobierno.

Franky recordó su sueño, el sueño de crear el barco de los sueños. El sueño de crear el barco que superará de una vez por todas la creación de su maestro, para que así un día, pudiera decir con orgullo, el alumno superó al maestro...

Y por alguna razón desconocida, Franky sentía en ese mismo instante, que el dueño de ese barco, había llegado al fin.

"Curioso niña, porque mi sueño es crear el barco que supere el barco del antiguo rey pirata".

Franky no entendía porque no dejaba de sonreírle a la chica del sombrero de paja, ni tampoco entendía la razón que tuvo para decirle su sueño.

Lo que sí tenía bastante claro, era que esa chica le daba cierta paz, casi como si lo que había buscado, estuviera justo en esa chica...

Tal vez Lucy tenía que ver con aquella sensación de hace unos meses...

"¡Oh! Entonces tenemos sueños que se juntan a la perfección" mencionó sonriente.

Franky asintió de acuerdo. "Así que Lucy, háblame de ese barco. El Merry..."

Lucy asintió emocionada de contar todo lo que había pasado para tener su propio barco, esperando a navegar...

Puede que no sea muy listo hablar de todo lo que la había llevado a viajar con los piratas de Barbablanca, pero por alguna razón, algo le decía que podía confiar en Franky como lo había hecho con el resto de sus nakamas.

~..~

Lucy procuraba no mirar directamente a todos los comandantes, siempre de brazos cruzados y con el disgusto dibujado en su rostro. Por supuesto, los demás no la veían con demasiado gusto, de hecho, también estaban enojados por lo que ella había hecho.

Horas fueron las que gastaron buscando a la chica del sombrero de paja, y cuando lograron encontrarla, descubrieron que Lucy había logrado encontrar el Moby Dick, solamente para subir e ir a buscar su botín y dárselo a un perfecto extraño que absurdamente le había prometido tener un barco listo para cuando ella regresara siendo capitán de su propia tripulación.

Y eso por supuesto, hizo surgir una junta de emergencias entre comandantes, capitán y la niña loca y con exceso de confianza en perfectos extraños.

"¿Por qué confiar demasiado en ese tipo? ¡Lucy, bien puede ser un estafador!" Ace no estaba nada contento con la apresurada decisión de Lucy.

"De hecho, es un estafador y alborotador. Sugiero que vayamos a obligarlo a devolver el dinero de Lucy-chan", mencionó Thatch con molestia. Ya había escuchado sobre Franky y la familia que tenía, junto con todos los problemas que causaban.

"¡No pueden hacer eso! ¡Franky es mi carpintero y nakama!" Dijo completamente molesta. "Confío en él y en su palabra. Eso es más que suficiente".

Ella no iba a dejar que no tomarán en serio la palabra de Franky. En especial, porque en Franky podía ver lo que ya había visto en sus otros nakamas.

Lucy creía firmemente en la palabra de Franky y si él decía que haría el barco que superaría al de Gol D. Roger, entonces, estaba completamente segura de que Franky lo haría.

"Pero Lucy, tienes que entender que no puedes confiar en cualquier persona", mencionó Izo con falsa calma.

"Tal vez la idea de Thatch no suena demasiado descabellada" murmuró Vista con enojo.

Barbablanca supo al ver la expresión de la chica, que debía parar esa discusión absurda. Dio un golpe con su bisento, obteniendo toda la atención de sus necios hijos.

"Ella ya tomó su decisión, hijos míos".

"Pero Oyaji, ese tipo no es alguien con buenos antecedentes..." respondió Haruta.

Barbablanca miró con detenimiento a la chica. "Ella supo elegir la gente correcta para su tripulación, desde antes de conocernos y como ya hemos visto, su intuición no es algo que debamos tomarnos a la ligera".

Marco asintió de acuerdo con esas palabras. "Lucy ¿Tu intuición te guio a confiar en Franky?" Cuestionó con calma.

Lucy asintió con una mirada decidida. "Confío en él".

Marco miró a sus hermanos. "Eso es todo lo que necesitamos por el momento".

Solo así, los demás comandantes pudieron estar de acuerdo con la decisión de Lucy. Todos recordando que, si ella confiaba, era por alguna razón.

"Ahora que nos calmamos, creo que es hora de hablar de nuestros planes a partir de ahora".

Todos tenían en claro lo que seguía. No muy lejos de donde estaban, había una isla deshabitada, en donde estarían instalados en lo que los barcos estarían de servicio. Así que tendrían que bajarse del Moby Dick y viajar en uno de los dos Mobys restantes a esa isla.

Por supuesto, Marco y un grupo de navegadores y carpinteros, estarían a cargo del cuidado de los dos barcos que se quedarían en la isla.

Y mientras tanto, Thatch y Lucy entrenarían lo necesario y de paso, la chica conocería al resto de la tripulación.

Barbablanca solo esperaba que Lucy pudiera confiar en el resto de sus hijos, y de paso, volver a sentirse en calma con los que ya conocía.

~..~

Franky veía completamente animado el diseño del barco ideal. Sin duda un barco digno de esa mocosa tan loca.

"El Thousand Sunny", se dijo con orgullo. Ese sin duda era el nombre perfecto para el futuro barco que superaría a la creación de su maestro. "Me aseguraré de que sea un digno sucesor del Merry".

Escuchar la historia de cómo consiguió el Merry y de todo lo que la estaba atormentando, hizo que Franky sintiera lo mismo que sintió cuando se llevaron a Tom.

"Maldito gobierno, siempre culpando a gente inocente".

Tal vez, formar parte de una tripulación pirata, no era una idea tan descabellada. Y si pensaba en formar parte de la tripulación de Lucy, creía que era aún mejor esa idea.

"Aunque aún me pregunto, ¿Cómo supo de lo que ese tonto de Iceburg me encargo?"

Franky admitía que le puso nervioso el cambio de actitud de la chica, junto con la advertencia de destruir ese instructivo. Era como si de la nada, algo o alguien le hubiera susurrado al oído a Lucy, para dar esa advertencia.

Por fortuna, hacía mucho que había decidido destruir ese maldito manual, en especial con tanta insistencia de esos malditos que se habían llevado a su maestro.

"Que extraña capitana me he encontrado".

Franky se divertía de solo recordar a ese samurái y cómo lo rechazó con la idea de unirse a esa tripulación. Y ahora, ya daba por hecho que estaría mejor como parte de esa peculiar tripulación de una chica buscada mundialmente por el gobierno.

Sin duda alguna, tenía mucho trabajo por hacer, si quería que su barco no sufriera y de paso, para ayudar a su nueva capitana.

~..~

En el palacio del reino Goa, el actual gobernante: El rey Stelly Outlook, veía con furia mal contenida, a esos incompetentes marines a los que habían puesto a cargo de la vigilancia de la isla.

"¿Cómo puede ser posible que aún no hayan atrapado a esa maldita alimaña? ¿Qué no proporcione la información suficiente para que lograran encontrar a esa maldita mujerzuela?"

Stelly se había asegurado de decir la descripción, edad e incluso que esa maldita mocosa usaba un horrendo sombrero de paja y aun así, no habían logrado atraparla o encontrarla.

Por si fuera poco, aún no tenía respuesta de su recompensa.

Se suponía que su familia y él se convertirían en dragones celestiales y en cuanto hubiera tomado ese título, se hubiera asegurado de exigir como regalo de ascenso a la maldita chiquilla como su esclava. Solo así podría vengarse del maldito de Sabo.

Pero ahora, las cosas estaban demasiado sospechosas y con la llegada de la marina a la isla, los nervios del rey Stelly, habían comenzado a mantenerlo en alarma.

"Lamentamos decirlo su majestad, pero no podemos responder a esas preguntas".

El rey Stelly gruñó furioso con esa respuesta. Más les valía a esos malditos no querer verle la cara de idiota. Aunque por alguna razón, sentía que algo andaba mal...

~..~

Dragon veía los informes recientes sobre la situación en isla Dawn y no parecían para nada prometedoras.

"¿Qué es lo que están planeando?"

Sabía que habían comenzado a movilizar a la marina en toda la isla y ninguno de los sitios poblados, estaba libre de marines al pendiente de lo que la gente dijera o hiciera.

Dragon tenía sus sospechas, pero no quería creer que el gobierno mundial llegará a tanto solo para atraer la atención de su hija.

Aun así, ya estaba movilizando a sus tropas en caso de que la situación terminará por empeorar. Pero había algo... Algo que le decía que Lucy no estaba del todo a salvo...

Solo esperaba, que los piratas de Barbablanca fueran lo suficientemente fuertes para mantener a su hija fuera de peligro...

Continuará...

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Cada vez está más cerca el drama y dolor en esta historia en especial con lo mencionado con Stelly y Dragon...

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Práctica", donde Lucy no puede evitar los recuerdos donde perdía ante sus dos hermanos, mientras trata de aprender a usar el haki...

En fin, nos leemos pronto...

Chau chau (^3-)/

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