Un Sustituto para Allen.

"Diálogos enredados entre Chun y Allen: Diálogos en Cursivas: Chun, Diálogos en Negrita: Allen y Diálogos en Cursiva y Negrita: Ambos a la vez."

"— ¡KANLA, KANLA! Ahora Kanla y Chun juntos. Vocecita Allen irse lejos."

.....

Luego de la extraña declaración del albino, Kanda permaneció a su lado con Komui en un intento por obtener respuestas al respecto, pero solo obtenían la misma respuesta una y otra vez.

— Te lo preguntaré una vez más ¿Dónde diablos está el Moyashi?

Lejos.

—Chun-kun cuando dices lejos ¿A qué te refieres?

No aquí.

— ¡SUFICIENTE! Hemos estado más de 20 minutos así y todo lo que dice es "Lejos" ¡Estoy harto! Mírame enano pulgoso. —gritó sujetando al albino por el cuello de su camiseta de dormir. —O nos dices de una vez por todas que demonios está pasando o te rompo la cara.

¿Chun sigue pulgoso?

—Bien, tú te lo buscaste. —dijo poniendo su puño en alto.

— ¡NO, NO, NO! Espera Kanda, recuerda que sigue siendo el cuerpo de Allen-kun.

—Mejor todavía.

Kanda estaba a punto de estamparle un puñetazo al menor en la cara pero el estruendo que produjo la puerta al ser abierta violentamente lo detuvo a tiempo. Por la puerta pasaron volando como un rayo, una eufórica Lenalee trayendo a rastras a Lavi por la chaqueta.

— ¡NII-SAN! ¡LO RESOLVIMOS! Bak-san tuvo una idea estupenda para ayudar a Allen-kun.

— ¿Qué? ¿Cómo?

—Se me está subiendo la sangre a la cabeza Lena. —se quejó el pelirrojo que seguía suspendido por los aires por Lenalee. —Si me bajas yo les explico.

Todos salieron de la habitación para poder hablar tranquilos y lejos del menor, mientras Kanda le explicaba que saldría un momento pero que regresaría pronto, después de todo no querían otra rabieta acompañada de una tormenta. Se dirigieron a la oficina de Komui, donde Bak y su asistente Wong ya los estaban esperando.

—Hasta que aparecen, vamos entren no tengo todo el día. —se quejó el supervisor rubio. —A diferencia de ti Komui, mi tiempo vale oro.

—Poco me importa lo que haces con tu tiempo, anda habla ¿Qué se te ocurrió? —dijo Kanda.

—No deberías hablar así exorcista Kanda Yuu, mi señor Bak-sama está usando su valiosísimo tiempo para ayudarlos en un momento tan inoportuno con Allen Walker. —lo defendió Wong.

—Como sea, vayan al grano o piérdanse. —respondió Kanda ya bastante hastiado por la actitud de los asiáticos.

Mientras Wong desafiaba a Kanda en un juego de miradas, Bak había empezado a desenrollar un enorme plano todo garabateado en una de las paredes de la oficina de Komui.

—Bueno, esto es lo que he podido armar con tan poco tiempo. —dijo observando su trabajo en la pared. —La próxima sería más sencillo si pidieran mi ayuda desde el inicio, Komui.

—Vaya... eso es.

—Aunque me dieron poco tiempo para pensarlo me tome la molestia de bautizarlo.

— ¿Qué carajo es eso? —resopló Kanda al no entender la caligrafía china del científico.

—Esto... —dijo señalando orgulloso su plano. —Será uno de mis mejores inventos. Yo lo llamo "El Exorcista Artificial"

—Impresionante. —dijo Komui observando con detenimiento las anotaciones de Bak que rodeaban el dibujo. — ¿Crees que sea viable?

—Por supuesto que sí ¿por quién me tomas?

— ¿Tanto lío para esto? —dijo Kanda con un tono sumamente ácido. —Solo estas reciclando una estúpida idea del pasado.

Todos en la oficina notaron la mirada afilada y cargada de reproche por parte del azabache. Sabían porque estaba así, no había nadie mejor que Kanda para comprender lo que significa la "Creación de Exorcistas".

—Esto no es lo mismo. —dijo Lavi calmado cuidando de sus palabras. —Solo será un contenedor, totalmente inerte, para mover a Chun.

—Su idea es estúpida. —dijo caminando hacia la salida.

—Kanda. —lo llamó Lenalee. —Esto podría ayudar a Allen-kun, debemos tener fe. Descuida, esto será solo una especie de muñeco para que Chun pueda...

—La Inocencia no puede adherirse a cualquiera. Tú bien lo sabes, hay toneladas de cenizas de infelices en el cementerio que pueden afirmártelo.

Luego de decir eso, Kanda simplemente se marchó. Mientras, los demás seguían discutiendo la idea propuesta por el Supervisor Bak.

.....

¿Kanla? —lo llamó el pequeño envuelto entre las sábanas blancas de su cama. — ¿Tú triste?

—Cierra la boca, pulgoso. Duérmete o algo.

¿No irte? —preguntó acomodándose mejor en la cama para acercarse a Kanda que estaba sentado a su lado. — ¿Quedarte con Chun?

— No. Ya duérmete. —dijo acariciando su blanca cabellera. —No tengo a donde ir de todos modos.

Ya habían pasado un par de horas desde que Lenalee y Lavi habían llegado con Bak y su idea "innovadora" sobre crear un exorcista artificial. Y desde entonces, Kanda Yuu permanecía junto a Allen Walker.

Se sentía nostálgico, algo molesto y tal vez también, algo decepcionado. Él sabía perfectamente cómo había nacido, con qué motivos, también recordaba su vida junto a Alma en la Rama Asiática...recordaba aprender junto a Edgar. Tal vez por eso no se esperaba una propuesta como la que Bak le había presentado. El proyecto Segundos Exorcistas era algo que había manchado permanentemente la historia de la Orden. Y Kanda era parte de esa historia.

.....

—Bak, mira esto. —dijo Komui mostrándole una manojo de papeles. —Mi equipo había estado trabajando en un material nuevo para que nuestras armas sean más resistentes pero terminamos obteniendo una cosa totalmente diferente. Es maleable, pero resiste bastante bien por su resistencia elástica. —dijo mostrándole un pedazo del material blanquecino. —Si le damos la forma correcta, podría funcionar.

—Mmm, ya veo. Hagamos unas pruebas primero.

En el laboratorio de la Rama Europea se encontraban Komui y Bak, que a pesar del claro disgusto por parte de Kanda, seguían adelante con su idea de crear un Exorcista Artificial. Por el momento, no había otras ideas así que solo podían poner todas sus esperanzas en ese invento de último minuto.

— ¡SUPERVISOR KOMUI! ¡SEÑOR! —entró gritando Johnny. — Tenemos un problema.

— ¿Qué ocurre? Respira o te vas a desmayar.

—Es horrible. Espantoso. —repetía agitado intentado sostenerse de su Supervisor.

— ¿Qué ocurre ahora? Habla ya, estamos ocupados. —se quejó el rubio.

—Llamaron de la Central señor Chang, señor. Levellier llegará mañana a la Orden.

.....

En la habitación de la Enfermería donde descansaba Allen.

Mientras Allen dormía plácidamente en su cómoda cama, Kanda seguía pensativo sentado a los pies del menor.

¿Funcionaria el Exorcista Artificial? ¿Qué pasaría si la inocencia se alojaba en ese muñeco?

Esas eran solo algunas de las tantas preguntas que el azabache no podía sacarse de la cabeza. Pero tampoco había mucho que hacer, después de todo, era la única idea que tenían ahora. Si no funcionaba, volverían al inicio pero ¿y si funcionaba? ¿Qué ocurriría?

¿Kanla? —llamó suavemente el menor.

Kanda se giró y miró por sobre su hombro al albino llamándolo. — ¿Qué quieres? —preguntó.

¿Dormir con Chun?

—Ni de broma.

Pero...Chun con Kanla y osito. —dijo acercándose a gatas hasta los pies de la cama donde se encontraba sentado el mayor. —Juntos cama.

—Cállate, no pienso dormir contigo. Aléjate. —dijo intentando apartar al menor que se había trepado por su espalda hasta colgarse de sus hombros.

¿Y Mugen-nii? —dijo abrazándose al cuello de Kanda.

—No lo traje. Ya te dije que no molestes. —intentó deshacerse del abrazo del albino, pero éste solo se aferraba más fuerte. —Vamos bájate, pulgoso.

No.

—Oye, no te lo estoy preguntando. Te digo que te bajes.

No. Chun con Kanla. Chun querer Kanla, como la señorita Aurora.

—Yo no soy como la mocosa, ella era tu compatible. No yo.

Pero... Chun querer a Kanla. —dijo el pequeño, moviéndose un poco para darle un beso en la mejilla al espadachín.

Kanda no reaccionó en un principio al contacto del menor, sabía que Chun podía ser muy molesto y meloso cuando se lo proponía. Si era sincero, no le gustaba el exceso de contacto físico, apenas si aceptaba el justo y necesario, pero aun así no lo apartó. Solo lo dejó seguir restregándose contra su mejilla un poco más, no se sentía con ganas de discutir en vano.

Chun querer Kanla y osito. Y Chun no solito.

—Tsk, si como sea. —dijo con desgano. Pero rápidamente recordó algo. —Hey ¿el Moyashi sigue lejos? —le preguntó girándose un poco para mirarlo a la cara.

Muy lejos.

— ¿Y si lo traigo de nuevo que harás? —le dijo retadoramente.

Kanla no poder jeje. —se rio tontamente el menor. — ¿Qué hacer?

—Traer al Moyashi. Me cansé de ti.

Kanda comenzó a besar al menor con vehemencia, poco le importó si el albino se resistía o si estaba asustado. Solo quería que desapareciera, por lo menos un rato.

A los minutos de empezar debieron separarse porque Chun comenzaba a asfixiarse, pero aun así Kanda no soltó el cuello del albino para evitar que se alejara. Lentamente el menor abrió sus ojitos nublados por unas traviesas lágrimas que asomaban por ellos y fijo su mirada en el azabache que seguía a pocos centímetros de su rostro.

— ¿Moyashi? —preguntó Kanda.

Pero tan pronto como el menor enfocó la mirada de Kanda, se abalanzó sobre él iniciando nuevamente el beso. Aunque esto sorprendió al azabache no se apartó. Pero se le hacía extraño que a pesar de la insistencia por besarlo y su forma bastante torpe de hacerlo, poco a poco iba aprendiendo la mecánica del asunto.

Tan pronto volvieron a separarse, Kanda busco su mirada desesperadamente.

—Hey, Moyashi. Moyashi mírame.

Pero el menor permanecía con sus ojos cerrados y acariciaba con parsimonia el rostro y cabello del mayor disfrutando cada roce que le propinaba.

—Oye, te estoy hablando. —dijo Kanda.

El menor solo seguía con su tarea de acariciar, ignorando todo a su alrededor, incluso intercalaba sus caricias con mimos usando su pequeña nariz y algunos aterciopelados besos en las mejillas del mayor. Kanda solo lo dejaba seguir en su tarea, no le molestaba realmente y tampoco sabía el por qué.

—Oe, Moyashi. —volvió a llamarlo, pero solo obtuvo una ligera queja de sus labios. —Pareces un gato. —se burló Kanda.

El albino comenzó a reír ligeramente pero sin abrir sus ojos, ni detener lo que estaba haciendo.

—Baka neko. —volvió a burlarse del menor. —Mírame. —dijo acunando el fino rostro del albino entre sus manos.

— ¿Mmh? —dijo finalmente abriendo sus ojos.

Grande fue la sorpresa de Kanda al verlo finalmente con sus ojos abiertos. Tal fue su sorpresa que alejó rápidamente sus manos del rostro del albino y casi cae de la cama ante tan bruscos movimientos. ¿Qué le había ocurrido? ¿Fue por su culpa? ¿Habría hecho mal al querer traerlo de nuevo a la fuerza?

— ¿Qué pasa? —preguntó confundido el menor ante la reacción de Kanda.

— ¿Moyashi?

—No.

Sus ojos eran completamente rojos, ya no tenía su hermoso color platinado. Ya no más.












Hola a todos! Aquí vengo con una nueva parte.
Lamento la tardanza, pero intento lo mejor posible transmitirles mis ideas y los sentimientos de los protagonistas en estos capítulos posteriores que se vienen llenos de... Cosas sentimentales ;)
Si soy sincera me estoy saliendo mucho de mí zona de confort con este tipo de capítulos, por eso quiero dedicarles más tiempo y encontrar la narrativa correcta para expresarme, y obviamente también quiero mejorar. ☺️

Bueno, ojalá les guste. Cuídense, nos vemos en los comentarios.

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