Capitulo 2

Desperté un poco antes de que el avión aterrizará en el destino de Cuenta Ecuador, y aunque mi sueño había sido placentero mi emoción por conocer ese país me mantenía llena de energía debido a que nunca había viajado ahí y en mis días de juventud admiraba a un par de artistas nativos de esa misma ciudad, de ahí mi afán por residir en ese preciso lugar.

Pero tal cómo sucede con la mayoría de artistas que desean vivir de su talento les es muy complicado subsistir y mantener un estándar de vida adecuado para cualquier persona que a la larga del tiempo terminan abandonando o practicando con menor frecuencia su habilidad casi desapareciendo del mapa, tal como lo hicieron ese par de artistas.

Me encontraba sumergida en mis pensamientos cuando la voz del piloto por el altavoz me distrajo anunciando que se aproximaba  el aterrizaje y que al salir lo hiciéramos de la manera más educada y ordenadamente posible.

Al ir bajando por el avión con mi equipaje en mano lograba visualizar a varias personas con letreros del nombre de quién iban a recoger. No lograba divisar a mi asistente Sam Cobain pero confiaba plenamente en él. Pues aproximadamente hacia una hora había recibido un mensaje de él diciéndome que venía en camino a recogerme.

Sam era como mi mano derecha, el me registraba a los pacientes que trataría así como el crear sus expedientes de cada uno, investigar los lugares que demandaban más mi precensia , y arreglar todo lo necesario para cada viaje desde documentación hasta hospedaje, claro con él a mi lado en todo momento.

La ansiedad se estaba haciendo presente en mi persona al encontrarme rodeada de muchas personas que no conocía, en un lugar del cuál  nunca había estado, y sin Sam a mi lado. La desesperación por encontrarlo me estaba consumiendo, pero en ese precio momento sentí que alguien me tomo de los hombros , no pude evitar soltar un grito antes de girarme y propiciarle  una bofetada en el rostro.

- ¡Sam! Cuánto lo siento, fue lo que atiné a pronunciar al darme cuenta de lo que había hecho, eso sin tomar en cuenta que todas las personas a nuestro alrededor nos miraban fijamente.

- Descuida me lo merecía Clemente, no tome en cuenta el tráfico para llegar al aeropuerto.

- Ya no te preocupes Sam, ahora que estás aquí todo está mejor ¿Te importa si nos vamos?

- De acuerdo, te ayudo con tu equipaje. Me dijo antes de tomar mi maleta y guiarme hacia la salida.

- Y bien, ¿Cuál es el itinerario de hoy? Pregunte ya estando dentro del carro que había rentado.

- Qué bueno que lo preguntas, mi plan es este. Primero te llevaré a uno de los restaurantes que venden un rico encebollado para que te vayas familiarizado con la gastronomía de aquí, después te daré un tour de los lugares más escenciales de la ciudad que debes conocer, ya habrá tiempo para que la conoscas con su debido  detenimiento. Y por último te llevaré a nuestros departamentos que se encuentran separados para que te instales a tu gusto. ¿Que te parece?

- Perfecto cómo siempre Sam, y dime ¿Conseguiste la información que te pedí?

- Sobre eso, no fue nada sencillo obtenerlo pero gracias a las referencias qué me brindaste logré conseguir su antigua dirección.

- Antigua, eso significa que ya no viven ahí. Exclamé algo desilucionada por la pésima noticia que acaba de recibir.

- No lo sé exactamente, supuse que si alguien debía averiguar si todavía residen ahí debías ser tú o me equivoco.

- Tienes toda la razón Sam.

- Espera por poco lo olvido, toma. Me dijo dándome una hoja con varias palabras peculiares que nunca había escuchado en mi vida escritas en ella.

- ¿Qué es esto? Pregunté empezando a leer.

- Son modismos, me tomé la libertad de investigar los localizamos más comunes y utilizados de aquí, así que procura aprender la jerga de este país para no cometer mal entendidos.

- Entiendo, muchas gracias Sam. Fue lo último que hablamos antes de permanecer en completo silencio, el con la mirada fija en la carretera mientras que yo me voltee hacia el lado de mi ventanilla para poder apreciar mejor el pasaje que tenía en frente mío.

Al caer la tarde después de haber terminado de dar el tour por Cuenca, Sam me llevo a mi departamento para poder instalarme a mi gusto. Lo primero que hice al entrar en él fue desempacar mis maletas qué consideraba más importantes, para después ducharme y ponerme ropa más cómoda para meditar antes de dormir. Meditar era un hábito que lo consideraba demasiado necesario y completamente relajante para lidiar con todas las presiones del día. Tomando en cuenta que anhelaba y con bastante práctica esperaba algún día alcanzar mi estado de Nirvana. 

Nota: el capítulo anterior ha sido editado y espero pronto actualizar el siguiente capítulo, nos leemos pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top