CAPÍTULO 4 | PREOCUPACIONES Y REVELACIONES
Ace_Autor: Buenas a todos, les doy la bienvenida al cuarto capítulo de este nuevo libro. Solo me gustaría decir que este capítulo puede ser un poquito más fuerte.
Nuevamente gracias por el apoyo, continuemos tratando de revivir esto :)
CAPÍTULO 4: PREOCUPACIONES Y REVELACIONES.
No sé cómo, o por qué tomé la decisión de seguir a Chase. Tuve una especie de visión, algo que trataba de decirme algo, como si fuera una profecía diciéndome que algo malo estaba por suceder.
«Al salir de la carpa del circo, pude observar a mi mejor amigo, siendo empujado por Cora. Yo corrí lo más rápido que pude hacia él gritando despavorida su nombre, mientras ella simplemente se fue sin siquiera preocuparse por su estado.
—¡Chase! —gritó una preocupada y asustada voz a lo lejos antes de que todo el entorno se oscureciera.
Pudo haber sido algo exagerado de mi parte reaccionar así por una caída, pero a veces, por una mínima cosa el rumbo de la historia puede cambiar completamente, y más cuando ves sangre frente a tus ojos.
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No podía recordar con claridad qué fue lo que había pasado. Solo recuerdo haber escuchado la voz de Skye gritar mi nombre. Después de eso, no pude recordar nada más, ni siquiera cuando abrí mis ojos.
—¿Mmm? —balbuceó desorientado el perro policía, parpadeando un par de veces para enfocar su borrosa vista.
Chase estaba recostado de medio lado, con su mejilla apoyada una almohada y su nariz apuntando hacia una ventana de la cual se podía ver cómo la luz atravesaba levemente la cortina
«Pude observar también una mesa de noche, dónde sobre ella había un despertador con los números parpadeando. La habitación estaba casi completamente a oscuras, pero mis ojos poco a poco empezaron a adaptarse a la oscuridad del sitio.
—Mmph... —continuó balbuceando en su estado de desorientación y confusión, sin entender qué pasaba o donde estaba.
Había demasiado silencio, tanto que podía escuchar mi respiración con mucha claridad. Giré un poco mi cabeza, para ver al frente, pero un chispazo de dolor hizo detenerme en seco.
—Auh... —se quejó sin entender.
Chase sin saberlo, apoyó la herida que tenía en la parte trasera de su cabeza, contra la almohada, provocando un pequeño dolor.
«Con cuidado, recosté lentamente mi cabeza, percibiendo sutilmente el pequeño ardor detrás de mi oreja.
A los pocos minutos Chase estaba recuperando el conocimiento, siendo así capaz de reconocer el lugar en el que se encontraba.
—Ya sé... don-donde... estoy... Uuh... mi cabeza —se disgustó sobando con delicadeza su cabeza—. Estoy... en la habitación de Ryder.
Pude reconocer que aún seguía en Ciudad Aventura, específicamente en nuestro cuartel, en sí por el papel tapiz, y lo espacioso que era, cosa que en nuestro otro cuartel en Bahía Aventura, no es así.
—¿Qué me pasó? —se preguntó a sí mismo en voz baja.
A mí derecha, pude ver de reojo como la puerta estaba abierta. El pasillo carecía de luz, pero, si pude percibir como había una fuente de luz que provenía de otra habitación.
«Pero no entiendo, ¿No estábamos en el circo? ¿Entonces solo fue una pesadilla? A veces los sueños me sorprenden, aunque hay muchas cosas que no me encajan, dijo en su mente.
—Creo que iré a buscar a Ryder, aunque quizás me vea como un loco, pero mejor descartar si esto realmente pasó —se dijo a sí mismo.
Al tratar de girarse para poder levantarse, sintió unas cuantas molestias en su cuerpo al mover algunas de sus extremidades.
«El pastor alemán se bajó de la cama tirándose al suelo para posteriormente avanzar hasta la puerta. Luego de eso, se asomó al pasillo, donde no por su puesto no había nadie.
—Tal vez estén en nuestra habitación compartida. Espera, lo que me faltaba, ahora estoy hablando solo, perfecto —dijo con seriedad.
Atravesé el pasillo de extremo a extremo, percibiendo la puerta de la habitación al fondo. No hubo suerte, sólo encontré el lugar vacío y la luz apagada.
—Mmm, ¿Dónde estarán? —preguntó a las paredes—. Quizás tuvieron una emergencia o algo ¿Ahh? —levanta su oreja.
Pude escuchar unas voces, y provenían de la planta de abajo, pude sentir como el sonido venía debajo de mi.
Si nos centramos en el ruido, y lo seguimos, poco a poco este nos lleva a la sala de estar, dónde se encontraba el tan característico y enorme ventanal.
—...pero, yo espero que Chase esté bien —expresó Skye.
—Tranquila, Skye. Gracias a Dios solo fueron algunos golpes y una herida en la cabeza —dijo Marshall, tratando de tranquilizarla.
—Lo sé, lo sé, pero se desmayó del golpe, y me asusté mucho, Marshall —comentó la Cockapoo, recordando lo sucedido horas atrás.
—¿Estás segura de lo que viste, Skye? —preguntó la perra salchicha—, por qué hay veces que nos imaginamos cosas, o creemos ver cosas que resultan no ser como fueron realmente.
—Es un buen punto, la imaginación nos puede llevar a malentendidos, amiga —concordó Zuma, dándole valor al argumento de Liberty.
—Estoy muy segura de lo qué ví, tuve un mal presentimiento y decidí perseguir a Chase... —explicaba la can de pelaje dorado.
El resto, a pesar de que les parecía algo descabellado lo que Skye decía, no la veían capaz de mentir sobre algo así. Aunque Liberty tenía algo válido, pudo haber sido un mal ángulo, teniendo en cuenta que ella vió todo a espaldas de Chase.
—...Y bueno, ví como ella lo empujó, me asusté mucho cuando ví que golpeó su cabeza con una roca —agregó mostrando preocupación por su mejor amigo.
—¿Por qué lo habrá hecho? —preguntó Ryder, limpiándole el polvo a un pequeño ventilador.
—Sii, es su novia, para mí no tiene mucho sentido que lo haya hecho —opinó el Dálmata.
—Creo que todos aquí pensamos igual —generalizó el mestizo, cosa que era lógica el pensar de esa manera.
—Es que, ni siquiera regresó para ver si estaba bien o algo, ella solo sé marchó de ahí y lo dejó tirado —comentó Skye.
—Sin mencionar que se puso algo pesada conmigo, cuando traté de calmar las aguas —añadió el perro bombero.
—Si noté algo extraño en cómo se comportó —dijo la Cockapoo.
El pastor alemán se acercó a las escaleras, dónde ya las voces se sentían en la misma habitación que él.
«Posteriormente, el bajó lentamente hasta llegar abajo y llamar la atención de sus compañeros.
—Entonces, aquí estaban —rio el pastor alemán—. Pensé que tendría que buscarlos por todos .....
—¡Chase! —lo abraza de golpe—. Estás bien, me diste un gran susto, me preocupé mucho por ti.
El pastor alemán impactado por el repentino recibimiento, sonrió y le devolvió el abrazo a su mejor amiga.
—Que linda, es lindo que te preocupes por mí —respondió Chase con una sonrisa.
La Cockapoo lo tenía abrazado del cuello, apoyando su mejilla en su pecho.
—Oigan, ¿No estábamos en el circo? ¿O acaso lo soñé? —preguntó el pastor alemán, mientras acariciaba la parte posterior de la cabeza de de Skye.
—No, no fue un sueño Chase, te diste un buen golpe —comentó el dálmata.
—Te trajimos al cuartel tan pronto skye nos informó lo que había pasado —agregó el joven rescatista.
—¿Enserio? Rayos, no puedo recordar nada, solo recuerdo que estábamos en el circo, y que Cora discutió con Skye —explicó.
Entonces, resulta que no era un sueño como yo creí en un principio. Aunque estaba seguro que realmente lo era. Al no poder recordar todo, lo hacía ver similar a un sueño al despertar.
«Skye separó el abrazo para proceder a explicar, aunque en sí, ella no sabía cómo decirle a Chase lo que su novia le había hecho.
—Chase, lo que pasó es que... bueno —trataba de explicar, dejando espacios de silencio entre cada palabra.
—Respira, Skye —sugirió el pastor alemán.
—Perdóname, Chase. Sé que estuvo mal seguirte, pero sentí que algo malo iba a pasar, y cuando me asomé fuera, te ví rodando colina abajo, y gol-golpeaste tu cabeza en una roca —explicó dando un leve suspiro al final.
—¿Rodando por la colina? ¿Por qué estaba rodando yo por la colina? Dios, no puedo recordar nada de eso.
—Por qué... Cora, fue quién te empujó —contestó Skye sintiendo un frío recorrerle su espalda.
Sus palabras dejaron un profundo silencio en el lugar, y un cruce de miradas apuntaban a Chase, quién peló sus ojos ante la revelación.
—¿¡Qué!? No puede ser, ella no sería capaz de hacerme eso, Skye —negó Chase.
—Pero lo hizo, tú estuviste ahí Chasy —insistió la cockapoo.
—No puedo recordarlo, lo siento mucho —respondió el macho—. Pero, ¿Cómo es que no puedo recordarlo? —preguntó.
—Pues, tengo una hipótesis, quizá pudo deberse al golpe en la cabeza, como una especie de amnesia. Aunque realmente es extraño... —explicó el dálmata, sin estar muy seguro de lo que había dicho.
—Extraño, ¿por qué es extraño? —preguntó el perro policía.
—Porque si se tratara de amnesia, no recordarías nuestros nombres, ni tampoco quién eres —respondió—. Quizás tu cerebro se desconectó justo en el momento en que recibiste el golpe y por eso posiblemente no recuerdas ese evento.
—Creo que iré a buscar a Cora, debo hablar de esto con ella.
—¡Noo! no lo hagas, Chase —gritó skye colocándose en frente del pastor alemán—. No quiero que te hagan más daño. Temo por ti Chase.
El perro policía la miró sorprendido por la manera en que ella reaccionó, su mirada reflejaba temor y preocupación. Después de meditarlo, trató de calmar a Skye, haciéndole una promesa.
—Eres una gran amiga, gracias por preocuparte por mi, Skye, solo hablaré con ella, y te prometo que no dejaré que esto ocurra de nuevo —contestó el can, garantizándole a su mejor amiga que arreglaría las cosas con su pareja.
—Prométeme que no dejarás que ella te haga daño, promételo Chase —pidió insistentemente Skye, sujetándolo de sus patas con firmeza, entrecerrando sus ojos y con su cuerpo completamente tenso.
Chase con una sonrisa, le respondió con total sinceridad.
—Lo prometo, por nuestra amistad —sonrió el pastor alemán, otorgándole un pequeño beso en la frente de su mejor amiga.
Fue un hermoso y conmovedor momento. Ver la confianza y el lazo que ambos canes tenían, lazo que ha ido formando con el pasar de los años, desde que eran cachorros.
«Para su sorpresa, ese momento fue interrumpido por el tono de llamada del comunicador de Ryder.
—Lo siento —se disculpó el joven—. Hola, Paw Patrol ¿Que necesita? —dijo el joven contestando la llamada.
El joven adulto, por respeto, llevó la llamada a una de las habitaciones, para no interrumpir la conversación.
—¡Aww!, bien —respondió ella liberando al pastor alemán, retirando sus patas de las suyas—. Recuerda que siempre puedes contar conmigo.
—Gracias Skye.
El resto del grupo se mantuvo en silencio, apreciando la conexión que el par de amigos mantenía. Existen muchos tipos de amistades, pero una de ese tipo, es muy complicada de encontrar.
—Iré a buscarla, y te contaré cuando regrese —añadió el perro policía.
—Chase, ¿tienes un momento? —preguntó Ryder asomándose en la habitación.
—Claro, ¿qué ocurre Ryder? —se acercó el perro policía, mostrando interés.
—¿Crees que te sientes lo suficientemente bien para dirigir el tráfico en Honor Street?. Me informan que el semáforo de esa calle está fallando, titilando colores repetidamente —explicó el joven.
—Claro Jefe Ryder, ¡Chase se hará cargo! —se posó con firmeza, sacando un poco de pecho.
—Rocky, vé con él. Hay que dejar funcionando ese semáforo lo más pronto posible. Es la tercera calle más concurrida de la ciudad —agregó.
—¡Verde es mi color! —exclamó el mestizo respondiendo con su famosa frase.
—Ah, amigos, el elevador no funciona, tendrán que usar las escaleras para llegar a la rampa —avisó el chico, recordando que muchas cosas quedaron afectadas desde el impacto del meteorito.
Seguidamente el chico rescatista, desmuteó la llamada, dando el aviso de que se harían cargo del problema lo más pronto posible.
«Rocky y yo, descendimos poco a poco por las escaleras, tratando de encontrar algún tema de conversación en lo que llegábamos abajo mientras escuchábamos el *Clink, Clank* metálico de las escaleras».
—Un semáforo descompuesto, eso es nuevo —comentó el mestizo, bajando a su lado.
—Y... ¿Ya habías reparado un semáforo antes?.
—Siempre hay una primera vez para todo. Además puedo reparar lo que sea —afirmó con confianza el mestizo.
—Sé que puedes hacerlo, solo quería asegurarme primero —agregó el pastor alemán.
—Gracias, espero poder repararlo. No quiero quedar mal —pensó el can de pelaje gris.
Cada vez estábamos más cerca de la habitación.
Teniendo en cuenta que después de equiparnos, debíamos bajar otro piso más, dónde estaba la rampa de lanzamiento.
—Oye no puedo creer que enserio planees a ir a hablar con la chica que te provocó esa herida, es una locura —dijo el perro reciclador con una ligera risa.
—Tal vez, pero estaba muy molesta, por lo que no creo que lo haya hecho con mala intención —explicó.
—Espero que tengas razón, aunque sí la ví muy cortante en el circo —recordó Rocky, lo sucedido horas atrás.
La escalera en "U" se hacía un poco larga, a comparación del elevador que nos bajaba en segundos. Después de todo el cuartel era bastante alto.
—Sabes, hay algo que no entiendo, ¿El cuartel no se había destruido por completo? —preguntó ladeando su cabeza, deteniéndose al instante.
—Oh, verdad le preguntamos eso a Ryder, y nos dijo que después de salvar la ciudad, el alcalde de Ciudad Aventura vió lo que pasó con nuestro cuartel e inició una colecta, y con eso volvieron a construir toda la estructura —explicó Rocky.
—¿En tan poco tiempo? ¿Cómo es posible? —preguntó Chase.
—La verdad, no tengo idea, pero en sí es por eso que el elevador no funciona, porque... no hay elevador.
«Al llegar al cuarto de equipamiento, tanto Rocky como yo, nos subimos a nuestras respectivas plataformas, pero cuando el sensor nos escaneó... una voz nos alertó sobre un problema.
—¡Error, Error!. Errr 808: Con...gu...ción re...qu#rida. Los $enso...res no pu£den reco...cer —indicó la voz cortándose por completo.
—¿Qué fue lo que dijo? —preguntó rascando su cabeza.
Ahora la máquina de equipamiento tampoco respondió. El mestizo se acercó y observó el error mostrado en la pantalla.
—"Error 808: Configuración Requerida. Los sensores no pueden reconocer con exactitud al usuario. Por favor, intenté reiniciar la máquina, y realizar la configuración manualmente. Si esto no funciona, contacte al soporte" —leyó Rocky.
—Que bien —suspira—. Ahora resulta que esto tampoco funciona —respondió Chase un poco decepcionado.
—La máquina en sí es nueva, pero quizás Ryder olvidó configurarla —dijo el perro reciclador.
—Tendremos que equiparnos manualmente.
Después de colocar nuestros uniformes, y nuestras mochilas. Caminamos al garaje del cuartel.
—Chase, ese uniforme jamás te lo había visto —señaló Rocky, notando las prendas que el pastor alemán llevaba puestas.
El pastor alemán vestía un uniforme de color blanco, sus extremidades cubiertas de negro, un chaleco reflectivo color verde fosforescente, y a los costados de su mochila, estaba impresa la palabra "tránsito".
«El pastor alemán se detuvo, y se quedó observando su uniforme, para a continuación responder.
—Bueno, en teoría este es el uniforme de tránsito que permiten en Ciudad Aventura, solo que, creo que esta es la primera emergencia relacionada con el tránsito —explicó el ahora oficial de tránsito.
—Te queda bien el verde —sonrío, accionando una palanca en la pared—. Pero, ¿En la autopista no debiste usarlo también? —preguntó.
—Pues es que no lo tenía conmigo, Rocky.
Al accionar la palanca, las luces de emergencia de la calle empezaron a parpadear, alertando a los conductores. Posteriormente la enorme rampa se desplegó, algo que desprendió una risa en Chase.
—Jajaja, ¿Cómo es que esto si funciona, y la máquina de arriba no? —preguntó.
—No tengo idea, quizás repararon solo las cosas más esenciales. En fin, hora de trabajar —dijo Rocky mientras corría a su vehículo.
Chase también se subió a su patrulla, la cual la pintura de este se tornó azul oscuro, con franjas amarillas, nuevamente apareciendo la palabra "tránsito" a los costados, y sobre el capó de su patrulla.
En la cima, Skye miraba por la ventana, hasta que unas luces llamaron su atención, unas luces de policía que se movían a gran velocidad, hasta perderse al virar en una esquina.
—Descuida Skye, él estará bien. Ojalá alguna hembra se preocupara por mí de esa manera —comentó el Dálmata.
—Debes entender que ellos se conocen desde muy cachorros, llevan dos etapas de sus vidas juntos —dijo Liberty.
Hubo un silencio por un par de minutos, sin un tema de conversación del cual hablar. Fue ahí cuando a Zuma se le ocurrió en base al comentario de Liberty.
—Oigan, ¿Alguna vez se han enamorado de alguna? —preguntó Zuma, poniéndole sazón a la conversación.
—La verdad no, o quizás sí y no lo sé. Soy muy penoso en esas cosas —recalcó el perro bombero.
—Yo un par de veces. Antes de conocerlos a ustedes. Ahora me doy cuenta de que solo fueron fantasías, a tener un "enamoramiento" como tal —explicó la perra salchicha.
—Yo la verdad no, mi único amor es la comida —bromeó el bulldog.
—¿Qué me dices tú Zuma? —preguntó el dálmata.
—Pues yo sí, solo qué "Ella" (personaje de Mighty Pups) y yo... no pasamos más allá de la primera cita —aclaró el labrador.
—¿Y tú Skye, te has enamorado? —preguntó Liberty.
—Si... —suspiró la cockapoo.
—No creo amigos, Skye no... espera ¿Dijiste que si? —preguntó impactado, pelando los ojos de sus amigos, a excepción del dálmata que miró hacia los lados, él sabía algo.
Skye se giró, y con su mirada caída dió unos pasos al frente. La hembra movió sus labios, pero solo balbuceos salieron de su boca.
—Yo... pues... no quiero hablar de eso. Ya no importa, ahora solo me preocupa Chase, y por lo que ella pueda hacerle. Amigos, estoy segura de que algo anda mal —evadiendo el tema.
—No tienes que decirlo Skye, pero ¿Tan mala relación fue para no querer contarlo? —preguntó Liberty.
—Marshall, puedes decirles si deseas. Yo me iré a recostar un rato, fueron muchas emociones en un solo día —dijo Skye cabizbaja, dirigiéndose a las escaleras.
Tan pronto Skye subió, Marshall dió un suspiro y empezaría a contar de forma breve la situación de Skye.
—Verán, ella solo nos contó esto a Chase y a mí ¿De acuerdo?. Hace muchos años, Skye mantuvo una relación a escondidas con otro chico y...
...Ella no se sentía segura de contarle a nadie sobre ello, por lo tanto decidió esconder el secreto hasta sentirse lista.
—Pobre Skye, ¿Y por qué escondería algo así? —preguntó Liberty.
—Según nos contó ella, fue por miedo y vergüenza, y por ver cómo hubiésemos podido reaccionar ante ello. Además hay más cosas...
...que ella nos dijo. Primero, era un chico de raza Border Collie, ojos amarillos, una voz un poco aguda. Se veían cuando no teníamos rescates.
—Espera ¿Eso hace cuánto fue? Recuerdo que Skye siempre salía de forma misteriosa todo el tiempo —dijo Zuma, encontrando algo de similitud.
—Si, fue hace unos años, yo también notaba como salía de forma misteriosa.
• ──────────── •
Recuerdo perfectamente una de todas esas veces, y esta es la que más presente tengo en mi memoria. Fue un día en el que nosotros terminamos de pintar el cuartel en Bahía Aventura.
—Ya terminamos amigos, quedó muy bien —felicitó Ryder, aprobando el trabajo de los canes.
—Gracias Ryder —dijeron todos al unísono.
—Es sólo cuestión de esperar a que se seque, así que les recomiendo no tocar las paredes, no es muy fácil de remover este tipo de pintura —advirtió el perro mestizo.
—Bueno, de todas formas, tenía que ir al centro de la ciudad —dijo Skye un poco nerviosa.
—¿Otra vez? —preguntó el Dálmata.
—Jeje, es que me gusta salir a dar paseos últimamente —dijo Skye removiendo la tierra con su pata.
—Tranquila Skye, vé y diviértete —dijo Ryder, dándole permiso de ir a la Cockapoo.
Esa es una de las escapadas de Skye. Hubo otra en la cual Skye fue a verlo de noche, Chase se percató de eso esa vez, y...
—Disculpa, Marshall. No es que no me importe saber, pero creo que todos queremos saber, qué fue lo que pasó —dijo Liberty.
—Si, al grano de ser posible.
—De acuerdo. Poco a poco, Skye comenzó a ganar más confianza, al punto de que entre sus planes, estaba presentarnos a su pareja, solo que...
...había algo que a ella no encajaba en su pareja. Empezó a notar desde meses atrás, un comportamiento algo extraño. Cómo por ejemplo, su cuerpo, su forma de caminar, y algunas veces los gestos que él hacía.
«Ella dejó todo ese comportamiento de lado temporalmente, y siguió con su relación. Un día él la invitó a su casa, su novio le mostró unas fotos viejas de su familia, cuando de repente un par de hojas de papel se cayeron.
—Uy, se te cayeron —dijo Skye, bajando del sofá para tomarlos.
Al tomar uno de los papeles, se llevó una muy repentina sorpresa, las dos facturas tenían por título "Cirugía de Reasignación de Género", y la otra, "Cambio de Nombre".
—¿Podrías dejar de leer eso por favor?.
Skye quedó en shock por unos minutos, empezando a proyectar síntomas como la exhalación acelerada, y con sus ojos llorosos, ella rompió el silencio.
—Tu... ¿Me mentiste? Con razón había algo raro en tí —dijo Skye.
—No, es solo qué, yo soy...
—Una mentirosa —gritó Skye dándole paso al enojo—. Increíble, todo este tiempo estuve con... —arroja los papeles.
—Permíteme explicarte —dijo desesperado.
—Creo que es hora de irme, se me hizo tarde.
—Espera...
—No te acerques, ni siquiera me toques. No quiero saber nada de ti —dijo Skye, acercándose a la salida—. Oh y un consejo, la próxima vez que empieces una relación con alguien, mejor dile desde el inicio lo que eres, te evitarás estos malentendidos —fue lo último que dijo antes de irse cerrandose la puerta a sus espaldas.
«Todos los que estaban en la sala, dieron un suspiro de asombro, Liberty llevando sus patas a su hocico, y Zuma quedando completamente erizado. Ninguno lo podía creer.
—¿Eso quiere decir que...?
—Así es, el ex-"novio" de Skye, es...
—Una hembra —dijo una quinta voz que se extendió por la habitación.
CONTINUARÁ
SIGUIENTE CAPÍTULO:
Sábado 29 de Junio, 2024.
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