San Ignaciano vive.
"Padre Fabiano"
Veamos hijo mío, creo que recuerdas bien que le perdoné la vida a dicho orco, y me quedé como premio su espada, bueno pues bien aquí está lo importante, mira en lo que el orco y yo peleábamos Rosa muy al contrario atrapó al minotauro, y sorpresivamente el monstruo ese habló a la primera que vio a Mastema con ella, y sí, yo también me pregunto lo mismo de como un ángel puede estar en dos lugares al mismo tiempo, pero seamos honesto es un ángel tanto en nuestra Biblia como en la judía y la católica se menciona que tienen habilidades sobrenaturales sorprendentes más allá de nuestra imaginación, así que te haces una idea de lo que pueden hacer siquiera.
Estando dentro de la habitación del segundo piso en la que estaba Rosa vi a dicho minotauro, y vaya que era imponente y horrendo, olerlo era peor, esa cosa apestaba peor que vomito de borracho, y por el amor de Dios no hablemos de su rostro que era tan deforme que parecía arcilla mal moldeada y secada, sus ojos rojos parecían estar hinchados de tantos golpes, quizás por estar peleándose con todo ser que se encuentra, y eso que este es el menos feo que vi esa noche ya que los salva el no parecer algo que entraría por los poros de mi piel, básicamente solo se veía algo ridículo para mi gusto, y eso se debe a que matar demonios te desensibiliza después de un tiempo.
Rosa estando cerca con su rostro imperturbable preguntó a la bestia sobre la localización de los nidos en esta zona, y con risas aquel monstruo respondió:
—Tú ser lista, tú saber respuesta que minotauro guarda. —Luego de aquella oración el animalejo guardó silencio, Mastema mientras estaba sentado en una silla en el fondo con nuestros hombres, ellos estaban pendientes de ver qué pasaba después, básicamente estaban tan pendientes que incluso tenían sus armas listas por si acaso.
—Queremos respuestas ¿oíste eso, feo? Mis chicos y yo queremos escuchar que tiene que decir ese hocico apestoso tuyo a no ser que quieras que tu cerebro de paloma pinte de rosa la habitación. —Dije amenazante a dicha bestia repulsiva después de poner mi arma debajo de su quijada, a Rosa no le importó el gesto, de hecho creo que le dio igual, por lo general me regaña por entrometerme.
—Humano con vestido blanco creer que amenazar minotauro, yo ser fuerte, yo no decir lugar de colmena. Si querer respuesta algo a cambio querer minotauro.
Mastema ya harto de esperar, exagerado de su parte considerando que Rosa ya llevaba tiempo sacando algo de información del monstruo este, y digamos que Mastema estaba aquí con una ira un tanto desmedida.
—¿Qué puede querer un animalejo como tú? —Preguntó Mastema curioso en su voz, pero molesto internamente.
—¡Minotauro querer infectar a todos! —De su boca salió una extraña lombriz con púas y dientes muy afilados.
Rosa sin impresionarse le arrojó agua bendita a dicha alimaña la cual empezó a retorcerse, junto con sus chillidos salieron gotas de un líquido azul, un ácido, era tan fuerte que quemó el piso con apenas las primeras gotas, no hace falta decir que todos nos hicimos a un lado por precaución, esa cosa era un peligro por varias razones.
Tras unos instantes de dolor esa extraña larva se deshizo en el suelo, y a toda costa evitamos pisar en ese lugar, dicho minotauro viendo que su plan falló intentó inmolarse recitando palabras en su idioma infernal, Mastema con intención de evitar eso con una de sus manos golpeo de una forma salvaje a la cabeza del monstruo semihumano, teniendo su mano en el cerebro del monstruo, el ángel empezó a controlarlo por medio de raíces doradas que salían de su brazo.
—¡Dinos donde se encuentran los nidos! —Gritó Mastema mientras sacaba más raíces de su brazo.
—¡Casa blanca sótano, drenaje cerca de casa verde y!... —El minotauro convulsionando y sacando espuma intentó seguir hablando con la esperanza de que Mastema se apiadase de él.
—Edificio cerca de calle con árbol de hoja naranja, nido de reina ser en la parte baja de edificio, perdonar a Minotauro, minotauro suplicar perdón a ángel Mastema, Minotauro sentir dolor, por favor. ¡Mastema parar de lastimar Minotauro! —Gritó aquella bestia que rompió en llanto mientras el ángel con sonrisa maliciosa respondió una simple palabra como respuesta.
—No. —Seguidamente Mastema le arrancó los sesos al demonio de una forma tan visceral que la sangre y la carne salieron desperdigados del cerebro, de aquel animal horrendo sobresalían las raíces del brazo del ángel las cuales se movían erráticamente y en una forma espiral tan asquerosa que hizo vomitar a unos cuantos hombres del pelotón.
—Vamos chicos, no me van a decir que en serio sintieron empatía por un demonio que seguramente devoraba ancianos por diversión. Como sea, ya sabemos el lugar donde está la reina y la localización de los nidos. Hagan lo que crean pertinente con el difunto, yo esperaré abajo, mientras tanto, no olviden sus modales chicos recuerden no robar las pertenencias del fallecido. —Su rostro mostraba una sonrisa relajada, y su voz era totalmente carismática pero la forma en la que comportaba nos aterraba.
Rosa permanecía normal, sin mostrar ninguna emoción al respecto, solo salió del cuarto antes que todos, pero Mastema no, él seguía ahí como si nada, observaba atentamente a cada uno de nosotros, la luz de la luna en él le daba un aspecto amenazador sus ojos rojos mostraban sus ganas de cazar. Ante el miedo uno de los chicos del pelotón solo pudo gritar ante la figura imponente del ángel que nos guiaba.
Acercándose lentamente al soldado se acercó para darle una suave palmada en su cabeza, y luego susurró tan delicadamente:
—Yo soy su guía, aquel que los protege, no les mentiré, tienen toda razón para temer, yo también lo haría, ustedes son muy delicados para mi gusto. Tengan cuidado con lo que hacen, los días de gloria han terminado desde ahora. —Con eso dicho Mastema se desmaterializó del cuarto.
—Padre, díganos si aquel que vimos es en realidad un ángel. —Ante el desconcierto que sentían mis hombres mi respuesta ante sus dudas era lo que podría llevarnos a que ellos se calmaran o una tragedia sucediera, de ahí que tuviera que elegir con cuidado mis palabras.
—Si, si lo es, pero es el pecado en estas tierras lo que ha hecho que el ángel persecutor haga aparición para eliminar a todo mal haciendo gala de sus métodos extremos.
Hicimos un rezo rápido a nuestro compañero muerto y le hicimos una tumba improvisada, la cual pedimos porque fuera protegida y cuidada, incluso me puse a pensar que aquel pobre hombre posiblemente tenía familia o una madre a la que cuidar.
Estas son las consecuencias de estar la guerra, tarde o temprano conoces aquel espantoso destino que siempre está a la vuelta de la esquina, despedí el rezo con unas pocas palabras.
"Tu sacrificio no será en vano noble soldado, siempre vivirás en el reino del Señor, incluso si tu ayuda fue pequeña será lo bastante grande para traer la luz en nuestro mundo."
Entendible era el sufrimiento de estos hombres por su amigo caído, aunque no era momento de derramar lágrimas, teníamos que seguir con nuestra misión, los nidos iban a seguir creciendo si nos quedábamos más tiempo.
Eran ocho de la noche, lo supe por las campanadas de la iglesia, aún contábamos con la incansable labor del campanero Don Armando, honestamente me sorprende su valentía de tocar cada día las campanas en plena invasión demoniaca y con seres que lo tomarían como blanco, aunque su fe es demasiado fuerte y grande como para doblegarse, algo bueno en estos tiempos donde los débiles persisten en escapar y dejar atrás todo aquello que predicaban, como deseo que él logre ver con nosotros el fin de esta pesadilla.
Rosa estaba esperando dentro de la casa, nos vio entrar del patio y con prisa nos hizo que nos saliéramos de la casa:
—Muévanse, la noche es corta, y poco sabemos del tamaño de las colmenas. —Rosa parecía alarmada, diría que estaba nerviosa por algo.
—¿Pasa algo Rosa?, te veo algo asustada, ¿quieres hablar de ello? —Pregunté amablemente sin imaginarme que respondería bastante tranquila al respecto.
—La verdad es que sí, le tengo algo de fobia a los insectos y sabiendo contra qué tipo de insectos nos vamos a enfrentar pues no me hace más que poner mis nervios de punta a un grado que mejor ni te digo. —Eso fue honesto, creí que ella se lo tomaría a mal.
—Sabes creo que fue valiente de tu parte matar a ese insecto de esa forma, sin ti todos estaríamos muertos o no sé, tranquila, recuerda que haces esto por ellos, sé que ellos estarían orgullosos de ti. —Veo que eso la desanimó un poco, creo que la hice sentir mal.
—Quiero creer que sí, hago esto para honrar sus memorias, hago esto porque ellos son parte de las fuerzas que me mueven. —Es bonito oír eso, le di unas palabras de aliento antes de irnos directos al primer nido, pude ver como ella mejoró su actitud, quiero creer que en serio la ayudé, siento que a veces empeoro las cosas en vez de mejorarlas, oír eso me llena de calma de algún modo.
Fue una caminata algo movida, tuvimos que evitar hacer ruido para no alertar a los demonios que acechaban, solo a una esquina antes de entrar a la primera colmena aquella que es la casa blanca nos encontramos con un hombre que parecía sonreír psicóticamente su cara me llamaba la atención.
Por su vestimenta parecía ser uno de los soldados desaparecidos, sus ojos estaban completamente vacíos y su cuerpo se movía tan débilmente que parecía estar rompiéndose, en un intento de gritar para dar la señal a los demonios corí hacia él, y con un corte lo decapité, no sacó nada, ni una gota de sangre, estaba su cuerpo totalmente seco, ya no quedaba nada de él por decirlo de manera simple, solo era una marioneta en el mejor de los casos, en el peor es mejor no imaginarlo.
Fuimos rápido a abrir la puerta un equipo de hombres se encargó de vigilar a los lados de la puerta en caso de haber algo detrás, yo abrí la puerta, el nervio que me dio al hacerlo fue todo menos vigorizante sentía que algo había detrás, el hecho de que esto fuera un nido lo hacía peor, y a parte no tengo entrenamiento militar y desconozco el rango de estos hombres, así que créeme que hacia lo mejor que podía con tan poca experiencia.
Estúpido Ciaphus Calix, él hace ver el mundo militar más fácil, como sea quiero creer que todo sigue bajo control hasta este punto, no había nada detrás de la puerta, pero si habré de decirte que el calor adentro era insoportable, era un calor tan húmedo que nos hizo sudar la gota gorda con tan solo unos pasos dentro, en la parte del comedor había un hueco enorme donde nos llevaba al nido lleno de zánganos demoniacos.
Aquellos seres eran parecidos a unas moscas de un color verdusco y con una cabeza vagamente humana cubierta de erupciones, los ojos eran lo más parecidos a los de una cucaracha en comparación a su cuerpo, mis hombres no podían creer ver estas cosas deformes, por consiguiente y viendo que estaban distraídos llevé a cabo el plan que se me fue asignado.
Teniendo en mi bolsa unas cuantas bombas incendiarias las cuales bendije en el camino por cierto las arrojé directo al nido, el contenido es parecido al recién redescubierto fuego griego, apenas explotó la bomba se llevó a algunos zánganos de vuelta a su asqueroso reino, los huevos y las larvas explotaban uno a uno, el fuego empezó a consumir la casa rápidamente y se extendió también por los túneles de aquellos insectos los cuales no eran tan profundos al parecer.
Ahora es el momento de destruir el resto de nidos por medio de las granadas incendiarias. Lo malo es que habremos de escribir un informe acerca de estos insectos y no sé si mi estomago soportará el hablar enteramente de esas asquerosas bestias babeantes.
Esto estaba lejos de terminar, todavía tenemos que llevar muestras de los seres para comprender más de la amenaza a profundidad, las municiones que usábamos no eran suficientes para lo que se aproximaba, tenemos que hacer arder todos los edificios y los nidos, afortunadamente el fuego de estas granadas se extiende bien, el problema son los demonios y cuan fácilmente pueden o no apagar dicho fuego.
Mira estos seres son asquerosos y feos. ¿En serio vale la pena analizarlos?
Piénsalo. ¿Qué utilidad nos confiere aprender más de ellos? Entiendo que por valores estratégicos y cosas así, pero para eso tenemos el agua bendita, varios de nosotros los padres que estamos aquí conocemos varios rezos y hay varios magos blancos y negros encargándose en la aldea, varios de ellos eran exconvictos mágicos a quienes reteníamos por no tener permiso de ejercer su magia, hay guerreros angelicales como Rosa a lo largo del reino de Aldrem.
Ahora reitero mi pregunta, con todas esas ayudas. ¿A qué viene el recoger muestras como esas sabiendo que puede ser muy peligroso? Nos estamos jugando la vida para salvar esta ciudad no para analizar seres que ya sabemos varias de sus debilidades, es una barbaridad esto.
Bien veamos el primer edificio se consumió rápido, el humo liberado era verde y olía horrible algunas criaturas salieron, pero apenas hicieron algo ya que estaban consumidas casi por completo.
Rosa presenciando esto solo se preguntaba como una granada de este tamaño era capaz de hacer esto, mira yo quisiera saber eso y te diré algo, le contesté que podía ser por obra de algún componente como algún aceite.
Y dije eso solo para decir algo ya que tengo un secreto vergonzoso, y ese secreto es que no sé casi nada de química, solo soy un escriba y bibliotecario, lo poco que sé es por los pocos libros de ciencia que se me han dado para reeditarlos para su correcta preservación y en ratos libres me pongo a inventar cosas junto con los padres artesanos, el no saber de química me hace sentir algo avergonzado de mí mismo.
Bien, la segunda casa que mencionó el minotauro no fue difícil de encontrar, tres cuartos de ella ya estaban consumida por la colmena la cual era muy parecido al panal de un avispón con una notoria diferencia, dichos cambios eran patrones geométricos más parecidos a hexágonos irregulares con ángulos prácticamente incongruentes mediante toda ley matemática de este mundo, midiendo algunos ángulos de estos más de setecientos cuarenta grados pero menos de setecientos setenta y tres casi en formas cerradas y apretujadas que parecía que no era el panal el que se desdoblaba.
Los insectos no se sentían atraídos por nuestra presencia, diría que incluso les daba igual el vernos pero las larvas si notaban nuestras presencia pero solo por los ruidos, me atrevería a decir que también se guiaban por vibraciones que hacían los seres con sus alas, a dichos demonios los llamamos Inferno-moscas.
Aquellas Inferno-moscas tenían un roll más parecido a las de una avispa obrera por el tipo de función que lograban efectuar por lo visto ellas no solo se encargaban de crear el nido sino de la crianza en general, todo esto lo vimos en el primer piso de la colmena.
Mastema, aunque sea muy radical con sus opiniones y en parte con sus acciones, fue de gran ayuda encubriendo nuestros pasos y guiándonos al fondo del nido, su magia nos ayudaba a hacer nuestros pasos silenciosos, pero no ayudaba a que algunos de nuestros camaradas fueran precavidos.
Dos de ellos se acercaron a una pupa de aspecto brillante y endurecido de forma cilíndrica, riéndose de cómo se movían parecía que ellos quisieron matar a dicho ser acuchillándolo, como respuesta, de dicha carcasa salió vomitado un líquido azul viscoso.
Cuando estábamos unos pasos adelante oímos gritos ahogados de aquellos soldados, y desgraciadamente supimos del error que ellos habían cometido, no podíamos arriesgarnos a que dichos monstruos se acercaran a prisa, por lo que tuvimos que optar por matarlos para aminorar su dolor.
Los cuerpos de aquellos pobres hombres se derretían muy lentamente, su carne se había vuelto un amasijo casi líquido, cada palmo de ellos era devorados por pequeñas larvas que salían de diversas partes de su cuerpo, pude ver a Mastema por primera vez con cara de tristeza y preocupación, pero dicha expresión en segundos se desvaneció.
Aquellos hombres fueron convertidos en cenizas por medio de un rezo que hizo Mastema en un idioma perdido en el tiempo.
Aquellas bestias fueron consumidas por un fuego grisaceo blanquecino que brillaba como una estrella muerta.
"אבא שבשמים שאתה נותן לנו את האור שלך, תן לגברים הלא זהירים האלה ניסיון ראוי ותעניק להם מנוחה ראויה לאחר גורל כל כך מפחיד שהם נאלצו לחיות. כמו כן, היא מטהרת את המגפה שצורכת אותם באכזריות.
אָמֵן."
Traducción: Padre celestial que tu luz nos brindas, haz de estos hombres incautos un juicio digno y otórgales un descanso merecido después de tan espantoso destino que les tocó vivir. Así pues, purga a la plaga que los consume de cruel manera. Amén.
Volviéndose ellos cenizas pudimos oír un gracias de ellos justo antes de consumirse completamente, Mastema no quiso quedarse más tiempo esto e hizo que siguiéramos nuestro camino.
En venganza encendí una bomba en esta colmena, por valor táctico lo valía, la casa estaba casi consumida por completo e incluso si no lo estuviera ya se hubiera perdido de todos modos dada la invasión y los daños colaterales, en pocas palabras, no habrá marcha atrás, y tendremos que seguir adelante en las alcantarillas, en respuesta mis hombres ardieron en cólera, algo muy entendible pero las órdenes son claras debemos quemar los nidos que encontremos y aún nos quedan dos tomando en cuenta que la casa es una colmena aparte.
Caminamos cosa de unos veinte minutos dentro del agujero cavado por aquellos insectos, supimos que ya habíamos llegado al drenaje debido al olor y por el tipo de infraestructura con forma de túnel, que incluso cubierta de aquella "cera" que usan las inferno-moscas pudimos notar algunas rejillas que iban a otros lugares del alcantarillado, algunos pasadizos diseñados para acortar distancias entre calle y calle en caso de mantenimiento, esto último fue muy útil para buscar el corazón de la colmena.
Mastema nos comentó de algo curioso acerca de estos insectos, según parece estos insectos son el resultado de la liberación de un ser del tercer anillo, según me cuenta aquellos tres "héroes" quienes enviamos son causantes de esta plaga y todo por accidente, a veces me pregunto porque no enviamos a uno de nuestros hermanos con ellos, igual y les iba mejor y no habrían cometido tan craso error.
Llegamos a dicho corazón de la colmena los cuerpos apilados eran grotescos de ver, y presumiblemente pudieron ser de esta área del sur de San Ignaciano incluso de calles más allá del perímetro impuesto por los soldados, sea cual sea el plan de los demonios es todavía peor de lo pensado.
¿Es esto un sacrificio para traer a un líder demoniaco o es en realidad que desean usar a estos cadáveres como soldados sin alma y sin mente al servicio de bajos monarcas?
Arrojé una bomba al corazón de la colmena, pero sabía que algo iba mal, era un sentimiento extraño, era muy calmado este lugar para ser un centro neurálgico de una colmena, sabía que algo raro ocurría, la piel de la colmena temblaba de forma que parecían regurgitar algo, de esos muros de carne salieron dos soldados Hessianos suplicantes y adoloridos, en su idioma natal suplicaron porque cesáramos su dolor.
Ellos colgaban de las paredes, sus órganos estaban expuestos y sus uniformes estaban rotos totalmente, del techo salieron dos Inferno-moscas, pero estas eran diferentes, eran más humanas y con una piel más descompuestas, de dichos seres brotaban brazos arqueados que usaban como armas para empalar a sus víctimas así mismo para aplastarlas.
Las caras de estos seres tenían dos anténulas en la boca que les servía como sensores auditivos, así como un primitivo sistema de comunicación el cuerpo de dichas cosas se cubría de dichos gusanos que el minotauro con su boca quiso infectarnos, aquellas larvas se encontraban en el pecho de dichos insectos, y en un ataque veloz agarró a uno de nuestros soldados empalándolo de sus piernas y lo azotó contra el suelo brutalmente rompiendo sus huesos, creando un nuevo huésped para las larvas.
Disparé contra el ojo de una de esas criaturas la cual en respuesta enloqueció por unos instantes golpeando a su compañera como resultado, quedaban tres soldados en pie, Rosa y yo temíamos lo peor para nosotros pues nosotros somos objetivos de alto valor a comparación de estos soldados, o bueno Rosa más bien era más de valor que yo que apenas llevo tiempo en el oficio. Mastema nos ayudó leyendo de dichos insectos dándonos una pista de una de sus debilidades, al parecer las oraciones las mantienen paralizadas parcialmente.
El canto de ciertas oraciones de nuestra misa nos ayudó a repeler a dichas bestias ya que se quedaban parcialmente paralizadas en el lugar donde estaban, pero no las detenía totalmente ya que la fuerza que tenían era demasiado elevada a comparación de nuestras voces, sus pasos lentos con sus dos pares de patas asemejadas a una lanza las hacía moverse tenebrosamente como unos seres de metal oxidados y con poco mantenimiento.
Los rezos que cantaba Rosa ayudaron a que mis hombres dispararan a dichos insectos en sus ojos y en sus bocas, pero fuera de ciertas heridas poco o nada era útil, yo siendo parte del coro de la abadía de los Augustinos canté tanto como pude, canté a todo pulmón rezos en latín que habíamos confiscado de los marineros católicos en la bahía de Malus en el estado Veritas Curse.
Arriesgando mi vida me acerqué a dichos insectos, Rosa que sin practica para cantar me acompañaba, su voz era una gran ayuda para hacer que estas bestias se quedaran paralizadas, con pequeños intervalos para respirar me las ingeniaba para seguir cantando incluso si en algunas partes gritaba o me detenía, bastó con un aletazo en un pequeño descanso que tomé que uno de esos seres me hiciera un corte en la espalda.
Con rigor extremo decidí ignorar el dolor tanto como podía, con la bayoneta hice cortes reiterados en el pecho de este monstruo.
El dolor me limitaba la fuerza con la que hundía el cuchillo en el corazón de estas bestias, no iba a disparar, principalmente por la sangre de estos animales malditos, tras nueve veces de estar apuñalando el tórax la primera bestia cayó desplomada, yo me estaba cansando muy rápido las pocas bendiciones que tiene la bayoneta los hiere, solo por eso le logré hacer de algún modo daño, a la última bestia ya simplemente le hundí directo al corazón lo más fuerte que pude, y solo le pude asestar dos golpes más.
Al final caí en un sueño, ya no sentí nada literalmente, me arrepentí de mis acciones en el pasado sí, pero ya no había tiempo de enmendarlas, al menos el sueño fue vigorizante, soñé cosas alucinantes, oh, mi fiel feligrés que lees esto si no crees mi palabras está bien, pero soñé cosas que jamás creí ver, justicia perfecta para el mundo y la paz imperecedera.
Una voz amigable habló fuerte y con solo unas palabras pude despertar de aquel sueño, era extraño que durmiera así y este sueño era tan cómodo y relajante me recordó aquella vez que tomé té de siete azares:
—Despierta compañero, no es hora de que estés aquí aún, tienes mucho que hacer, levántate de una vez, por favor. —Abriendo los ojos vi a un joven amable, vestía como Hessiano, pero hablaba con acento de Nova Roma que de Gerismal, su piel rosada me daba un poco de risa, lo hacía ver como un niño con traje de mercenario.
—¿Dónde estamos? ¿Quién eres tú? —Pregunté al Hessiano, con amabilidad me ayudó a levantarme.
—Me llamo Uriel, un nombre peculiar para un Hessiano. ¿No te parece? —Dijo aquél mientras cortaba una venda que me estaba poniendo.
—Supongo. ¿Sabes dónde está mi pelotón? ¿No has visto a una mujer con armadura blanca y plateada y a un ángel de armadura oscura? —Pregunté mientras estiraba mis articulaciones un poco.
—Creo que los vi irse por ahí. —Señaló al sur.
Vi a ambas alimañas muertas, no había ningún rastro de mi pelotón por ningún lado y no sabía si confiar en aquel chico.
—Uriel, wo bist du? Ist dort jemand von unserem Trupp am Leben? —Dijo una voz en Gerismalí, tras unos pasos llegaron unos tipos encapuchados con el mismo uniforme que aquel joven Uriel.
trad: Uriel, ¿Dónde estás? ¿Hay alguien con vida de nuestro escuadrón ahí?
—Nein, aber ich habe jemanden lebend gefunden, es ist ein schwer verwundeter Priester. —Su voz hablando Gerismaliano parecía la de un adolescente que, de un joven de su edad, a simple vista parecía un joven de 22 años.
trad: No, pero encontré a alguien vivo, es un sacerdote malherido.
Espero estos tipos ayuden en mi misión, verlos aquí me desconcierta un poco pues esta es un área cerrada, nadie podría entrar o salir y ya bastantes cosas raras me ha estado pasando en este día, solo espero ellos me ayuden a encontrar a mi pelotón y no termine muerto en el camino, hasta entonces supongo que estaré bien.
Hasta la próxima mi amable feligrés.
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