11.- ¿Feliz cumpleaños?

24 de Diciembre

Una de las épocas más queridas por todo el mundo; en especial si es tu cumpleaños.

A tan sólo un día de que sea Navidad, todos estaban en aquella casa ayudando en las decoraciones de las "Felices Fiestas"

-¡Yo abro!- El pequeño de lentes fue corriendo con sus hermanos a abrir aquella puerta.

-¡Hola Pequeños!

-¡Tíos!- No tardaron en abalanzarse sobre ambos, para posteriormente pasar a abrazar a sus primos.

Un niño de su edad, Emilio, y una pequeña de la edad de Doggy, Emilia.

-¡Carlos! ¡Juliet! Me alegra que si pudieron venir!

Gabriela no dudo dos veces en abrazar a su hermano mayor al igual que su mejor amiga y cuñada Juliet, es como si el destino quisiera que siempre se encuentren, que nada las separe; o al menos ellas piensan aquello.

-Emilio, ¿Vamos al cuarto? Vamos a hacer las cartas de navidad!- Pregunta entusiasmado el pequeño Rodrigo, su primo no dudo en ir a acompañarlos, mientras que Gaby se fue al patio con Emilia.

-Traemos lo que me pediste, además quisimos darle los regalos a los pequeños de una vez, o bueno para que los dejen en el arbolito.

Juliet no pudo evitar sonreír, siempre tan linda y cortés, a pesar de ser despistada, aquella rubia rompía los estereotipos, en especial aquel,"las rubias son engreídas"; aquellas sencillas, pero, destacables maneras de ser, fueron aquellas las cuales enamoraron al hermano mayor de la madre del cuarteto, Carlos.

-Un, dos, tres, ¿No falta uno?— Preguntó la pequeña Emilia a su madre, pues son cuatro sus primos no tres.

-Sí, nos falta uno y de eso quería hablarte, verás mientras estábamos en el centro comercial vi un gorrito que me gustó, pero no sé si le gustaría a Pony, además se nos hacía tarde y no queríamos traerte tarde esto, así que pensé que podría llevarlo ahí comprárselo.

-Hmm, pues deja le preguntó, Gaby, Emilia vayan por ellos por favor pequeñas.— Ambas niñas fueron a las órdenes de Gabriela.

Una vez que bajaron aprovecharon y pusieron las cartitas en la bota de navidad; para luego dirigirse a dónde la morena y la rubia.

-¿Qué sucede?— Preguntaba el pequeño Doggy a su madre con unos ojos tan inocentes, que hacían que los quisieras agarrar y abrazar.

-Su tía quiere llevar a Pony a comprar su regalo, ¿Quieren ir o se quedan con nosotros y su tío?— Preguntaba la madre de esos cuatro pequeños con un ceja alzada.

-No, queremos ver cómo cocinas!

-¿Seguros? Una vez que se vayan ya no irán.— Siempre preguntaba dos veces, pues, había veces que se arrepentían de decir "no".

-¡Seguros!— Se escuchó decir a todos los niños, sin dudarlo dos veces Pony fue por su chamarra para ir por su regalo, estaba nevando.

-Solo tengan cuidado.— Se acercó Ricardo para decirle a su pequeño hijo.

-Por primera vez estoy de acuerdo con el ojo-verde bueno para nada, opino lo mismo.— Decía Carlos con todo su sinceridad, a pesar de sentir la mirada asesina de su hermana menor.

-En ese caso vamos pequeñín!— Subió a Pony al auto y se despidió de todos ahí.

Antes de subir sintió como fue jalada y abrazada, al darse cuenta que solo era su marido bajo las llaves, las cuales usaría de arma en caso de un secuestro.

-¿Qué pasa?

-Ten cuidado, por favor, sabes que en estás fechas la delincuencia se eleva, no quiero que suceda nada, sabes que te amo, lo último que quiero es que te pase algo a ti, o los niños; son mi razón de ser.

Hubo un silencio corto antes de que Juliet hablara; a pesar de que se lo diga muchas veces no puede evitar sonrojarse.

-Claro, tendré cuidado, también te amo.— Dicho esto lo beso y luego le acarició la cabeza y subió al auto.

Centro comercial 3:40 p.m.

-Mira, es éste, ¿te gusta?— Preguntaba la rubia algo nerviosa a su sobrino, pues no había juguetes que regalar, los estantes estaban vacíos, así que ese gorro era la mejor opción.

Pony después de inspeccionarlo un poco dio una respuesta.

-¡Sip! Es muy lindo— Dicho esto no dudo en ponérselo a pesar de tener aún la etiqueta.

-Es ese caso, deja pregunto por una talla más chica.

-Nop, porque así me lo podré seguir poniendo hasta cuando sea grande!— Se intentó acomodar el gorro para ver, no le sirvió de mucho porque igualmente se resbalaba un poco pero igual conservaba aquel toque de ternura.

-Bueno, vamos a pagar.

Tomo al niño de la mano para ir a cajas, y de paso pasear por algunas tiendas y comprar más regalos a la familia.

Estacionamiento 6:57 p.m.

-No puede ser que se nos hizo tarde, supongo que nos entretuvimos demasiado ahí, ¿Verdad?— Decía Juliet intentando encontrar las llaves del auto.

-Que raro, hmm, aquí están!— Dicho esto abrió el seguro del auto y empezaron a meter las compras.

-¡Den lo que tengan!— Cuando menos pensaban había dos tipos en el lugar apuntando con una arma y una navaja.

-S-solo no nos disparen.— Dio la vuelta lentamente, para ver que sus atacantes tenía cachuchas y lentes; solo eso.

Su compañero estaba intentando sacar todo de la cajuela, aunque sabían que era demasiado como para salir en la débil moto que tenían mejor se llevaron lo que tenía más valor; y fue cuando se detuvo a analizar las cosas.

-¿Qué haces idiota?

-Mejor robemos al chamaco, pedimos su rescate, valdrá más que todo esto.

-¿Dónde está?— Juliet estaba callada, entre el pánico y su preocupación por el pequeño de su sobrino no era capaz ni de entablar una palabra.

-¡¿Dónde está el maldito mocoso!?— Después de ese grito se empezaron a escuchar sollozos de adentro del auto.

-Saca al imbécil.— Fue ahí cuando abrió la puerta trasera y empezaron a sacar casi arrastrando al pobre infante.

No pasaron ni tres minutos antes de que Juliet se defendiera para poder safarse de agarre y poder intentar defender a su sobrino.

No duró mucha esa pequeña pelea antes de que Juliet fuera disparada y navajeada.

-¡Vámonos!

-¿Pero, y el niño?

-¡Noquealo y toma cosas! ¡Ahí viene alguien!

Mientras ese par tomaba lo que podían, aquel inocente niño se acercaba entre sollozos a su tía, sosteniendo su mano, viendo aquella escena.

-Pony, disculpa por esto, solo quería que tú y tus hermanos la pasasen bien, cuídate y dile a toda familia que los amo.

-Tía yo-

-¡Vámonos!— Esos desgraciados ya habían golpeado al pequeño.

(...)

-Contesta el teléfono! Debe ser Juliet!— Se escuchaba decir desde de la cocina a Ricardo.

-Voy! ¿Quién habla?

-Hospital Houtson, ¿me comunica con algún familiar de Juliet de Houston?— Eso solo hizo hacer pensar lo peor a Carlos, el simple hecho de escuchar hospital y el nombre de su amada le hacía temblar.

-¿¡Todo está bien!? S-soy su marido.— Tanto como su hermana menor y su cuñado al igual que los niños se acercaron para intentar comprender la situación.

-Necesitamos que venga, tanto como su esposa, al igual un niño no identificado están en emergencias.

-Vamos para allá.

-¿Qué sucede?— Preguntaba preocupada Gabriela solo al ver la cara de preocupación en el rostro de si hermano.

-Dile a tu gemela que termine todo, tenemos que ir al hospital ese de tu marido, ¡YA!

Hospital Houtson 8:05 p.m.

El tráfico navideño, simplemente si no hay prisas no te preocupas, pero, cuando se trata de algo de vida o muerte, no dudas en saltarte los semáforos.

-¡Exijo información!— Carlos no tardó en exigir información sobre el amor de su vida.

-Primero, ¿Son ustedes familiares de-

-¡Sí! ¡Sólo danos información!

-La señora Juliet está en cirugía ahora mismo, mientras el niño está en sala intensiva, habitación 206, si gustan pueden pasar.

Tanto como Carlos, y los padres del cuarteto buscaron la sala correspondida, mientras que el resto de familiares se encontraban en la sala de espera.

-¡PEQUEÑO!

Pony hacía sentado en la camilla asustado y confundido por la situación, además de sentirse aturdido.

-¿¡QUÉ PASÓ!? ¿POR QUÉ ESTÁS ASÍ?— A Gabriela solo le preocupaba aún más el simple hecho de que también uno de sus pequeños hijos estuviese vendado en la cabeza.

-¡MAMÁ!

Aquel niño no dudo en abrazar a su progenitora, entre sollozos, todos allí estaban intentando comprender la situación, pues no se comprendía nada de lo que había pasado.

-¿Qué sucedió?— Sólo hubieron momentos de silencio e intercambio de miradas de preocupación y desesperación por saber lo sucedido.

Todo aquel momento fue interrumpido por la entrada de una enfermera a la habitación.

-Familiares de Juliet de Houston, salga unos momentos, tenemos información de ella.

-Ricardo, si quieres háblale a los demás niños para que no estén ahí asustados, y quédate aquí con ellos.

-¿No quieres que te acompañe?

-No.

Dicho esto, salió afuera con su hermano para hablar con aquella enfermera; mientras que el cuarteto estaba en la habitación.

No habían pasado ni 15 segundos para ver cómo ambos hermanos empezaron a llorar y la enfermera retirarse; solo pensaba lo peor; además de ver cómo ambos empiezan a discutir y gritarse entre lágrimas.

No tardó mucho en que ambos se acercaran a la puerta para entrar gritando; llamando la atención como de él mismo y de los niños.

-¡PREFERÍA QUE ESE NIÑO SE HUBIERA MUERTO EN LUGAR DE ELLA!

-¿EN SERIO? ¡PUES ESE PEQUEÑO ES TU SOBRINO! ¡Y LO QUIERAS O NO TU FAMILIA!

-YES! WELL THAT BRAT KILLED MY WIFE AND MOTHER OF MY CHILDREN!

Esas palabras fueron suficientes para poner en silencio la habitación, y que solo se levantará más la tensión.

-Get out of my son's room and give us a better time, go comfort your loved ones.

Aquellas palabras frías y serias por parte de Gabriela, fueron suficientes para hacer que Carlos se retirará.

Casa González 22:39 p.m.

-No puedo creer que lo hayan intentado interrogar, solo asustaban más a mi niño.

-Sí, pero igual necesitan saber quiénes fueron, pero, hay que intentar pasarla bien, igual es el cumple de los pequeños!— Decía su madre y abuela del cuarteto, solo intentaba hacer el ambiente menos pesado, en aquella "fiesta".

Mientras tanto, dejando fuera ese festejo, Pony estaba encerrado en su habitación llorando y abrazando aquel gorrito, el último regalo de parte de su tía.

Unos pasos provenientes del pasillo llamaron su atención, solo giro la cabeza para ver cómo se abría la puerta de su habitación.

-¿Estás aquí niño?

-¿Q-quién es?— Tan pronto como notó los zapatos, no dudó en guardar aquel gorrito debajo de su cama.

-Dime que fue lo qué pasó.— Carlos, había dicho que iría al baño, pero, él tenía otras intenciones.

-No, no recuerdo.

-Solo te haces el idiota niñato— Se acercó para quedar cara a cara con el infante.

-¡QUÉ NO SÉ!— Le gritó en la cara, el aún no comprendía bien qué sucedió, además de sentir demasiada culpa.

-¡A MÍ NO ME GRITES!— Jaló un mechón de pelo del pequeño, causando que esté gritara, pero, le tapo la boca, para evitar que esto llamara la atención de alguien.

Desde aquel día, nada volvió a ser lo mismo, el rencor que se guardo entre ellos fue algo, que se volvió permanente.

Al día siguiente

Ya había amanecido era un sábado, y lo mejor de todo navidad, todos se habían retirado la noche anterior; los niños estaban emocionados por navidad, sin embargo había algo mal en Pony.

-Hijo, ¿Te sientes mal?— Su madre estaba preocupada por su pequeño, el cual había estado serio desde ayer por la noche.

-No, solo, solo...— Aquel pequeño intentaba decir alguna excusa, pues decir que fue golpeado anoche, no era opción.

-Solo tengo sueño! Es todo...

Dicho eso el pequeño, solo abrió los regalos y se fue a su habitación, dejando preocupados a sus padres, algo no estaba bien, se percibía, sin embargo, el niño no les decía.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

PTM HASTA HOY ACABE ESTO XD

este cap muestra una de las razones pq Pony empezó a destestar el contacto físico (incluso Zizzy batalla para darle mimos), navidad y su cumpleaños jaj-

Además de uno de sus traumas, en sí, siente la culpa de que su tía haya muerto, pq esa idea se la metió el hdp de Carlos >:/

Y si, sigue con eso hasta la fecha :}

En fin

El cap especial de los padres ahí sigue escribiendose uwu

Que les pareció¿-->

En fin Chocolt los Kiere mushooo ✨💞🌷

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top