05.- La reunión familiar (Especial de Navidad)

Y había pasado un tiempo desde que Doggy fue adoptado por su nueva familia, ya se había adaptado muy bien a todo eso, ahora le tocaría pasar su primera noche buena, el cumpleaños de los trillizos y Navidad junto a su nueva familia.

Sus padres organizaban este año la reunión así que sería en un rancho de parte de su padre; originalmente sería frente a su casa pero el gobierno no les dio el permiso requerido.

-Rodrigo ¡QUE NO TE COMAS LA SALSA DEL PAVO! ¡ES PARA LA CENA CHINGADO!- El mencionado salió corriendo de la cocina aún embarrado de aquella salsa, mientras su hermano Pony junto a los otros dos pequeño entraban a la cocina para llevar unos ingredientes a su madre.

-Te agarraron de nuevo Rodrigo- Le mencionó la única niña del cuarteto, mientras se metía a la cocina.

-Ya déjalo, siempre fue así- Le dijo Pony mientras le daba una manzana a su mamá, para luego irse de ahí.

Doggy se acercó a su mamá para ver qué hacía, y también a ver si podía ayudar en algo.

-Mami- Le dijo mientras le jalaba un poco la manga para llamar su atención.

-¿Qué paso mi amor?

-¿Puedo ayudar en algo?- Su mamá adoptiva solo miro de reojo la cocina para luego pensé un momento, volver a darle la mirada a Doggy.

-Sí, ¿qué te parece y le ayudas a Gaby a terminar de batir la mezcla del pastel?- Para luego apuntar hacia la pequeña Doggy sin dudarlo dos veces fue a dónde su hermana.

-Gaby! Espérame!— La mencionada solo dejo de batir para ponerle atención al canino.

-¿Te puedo ayudar?

-¡Claro! Ya me había cansado un poco— La pequeña con lentes se bajó de un banco en el cual estaba parada para alcanzar el tazón, posteriormente para que su hermano subiera.

Mientras tanto con sus otros dos hermanos, Pony y Rodrigo, ellos estaban con su padre acomodando unas botellas en hieleras para meterlas al carro.

-Papá, ¿Qué es esto?— Su padre solo colocó una de las hieleras en la caja del pickup, para luego voltear a ver a sus hijos.

-Son bebidas para grandes, solo no las prueben— Los pequeños solo le quedaron viendo por lo que les dijo, a lo que Rodrigo se acercó para quitarse una duda.

-Entonces, ¿A nosotros porque no nos llevan refresco?— Pony solo se pego con la palma en la cara.

-Mi'jo la acabamos de subir, acuérdate— Rodrigo solo se quedó en silencio, tenía razón hace como 5 minutos subieron la hielera con refresco.

Después de estar un rato acomodando, al fin subieron a la camioneta para dirigirse al rancho de su bisabuelo, al llegar los niños solo se soltaron corriendo a la casa del último mencionado.

-¡Con cuidado, no se vayan a caer!— Les menciono su mamá mientras estos le respondieron con un "sí" ya casi a la entrada de aquella casa.

-Ya déjalos son solo niños, además es el cumple de los trillizos déjalos se emocionan, en especial cuando están con Doggy— Colocando unos de las comidas en el piso para seguir sacando el resto; mientras lo sacaban todo se pudieron percatar de que un par de carros se dirigían a la casa.

-¿Quiénes son?— Le pregunto su esposa algo seria, no esperaban a nadie.

-No lo sé, ¿Llamaste a alguien?— Su esposa solo le contestó un "no" con la cabeza, a lo que decidió ir sacando arma; solo en caso de emergencia.

Una vez estacionados los dos carros justo en frente del suyo, se pudo apreciar como se bajaba un lobo del primer auto, mientras que del otro un pony negro, el padre del cuarteto bajo su arma, ya sabían de quienes se trataban.

-¡LLEGAMOS ENANO!— Se escuchó decir al lobo mientras le despeinaba el cabello, mientras sus esposas estaban hablando.

-¡DÉJAME PUTA MADRE, PARECE QUE ME ACABO DE LEVANTAR!— Dicho esto el lobo lo dejo en paz mientras el menor se peinaba, su otro hermano sólo se quedaba viendo.

-No entiendo cómo se llevan así de tosco, además, ¿Por qué rayos son apuntaste con tu pistola?— Les mencionó el mayor mientras se cruzaba de brazos, los otros dos solo cruzaron miradas.

-Pensé que eran criminales Enrique, es todo— El el lobo no pudo contener la risa, por lo dicho de su hermano, no era la primera vez que pasaba eso.

-¿En serio Ricardo? Te has vuelto bien miedoso, te recuerdo que los tres íbamos nos íbamos de pinta de la escuela— Le dijo el lobo mientras cargaba a su hija de 3 años, la cual estaba muy pérdida en la situación.

-Cállate Will, que tú te quedabas atrapado en la barda o caías en un bote de basura de afuera— Esté mencionado sólo se quedó viendo a sus hermanos los cuales se morían de risa, pues a su hermano razón no le falta.

-Bueno, ya mucha risa trajimos más comida ambos, vamos a bajarla y acomodar todo— Les dijo el mayor mientras se calmaba un poco la risa.

-¿Para qué más comida? Ya traje yo toda— El padre del cuarteto solo se quedó confundido, según él era suficiente.

-Nunca se sabe hermanito, la última vez hizo falta.— Le dijo mientras sacaba una olla de la cajuela con ayuda de su único hijo.

-Mi niño, Isaac ve con tus primos en lo que sacamos todo, tus tíos y yo— Le dijo el pony negro a su hijo, el cuál hizo caso.

-Tú también Willow, ve con Isaac con tus primos y los felicitas por su cumple— La pequeña hizo caso y fue con ellos adentro de la casa, su padre se seguía riendo con lo que dijo su hermano menor.

(...)

Después de un rato de estar acomodando ya eran las 8 de la noche, empezaron a llegar el resto de la familia, y amigos de toda la vida de parte de los padres, hasta llegar todos.

-¿Qué les parece si ya cenamos?— Y así fue, todos se sentaron a cenar y felicitar a los tres pequeños, y hacer el intercambio de regalos.

Ya eran las 10 de la noche, algunos niños ya se habían dormido, nuestro querido cuarteto seguía despierto, junto a otros, pero ellos iban juntos.

Se habían ido a la cocina a ver si podían tomar algo de ahí, un bocadillo o bebida, y si se podía algún dulce; en lugar de ello se toparon con razón lleno de ponche de frutas.

-¿Y si lo probamos?— Preguntó Rodrigo asomado en el tazón.

-No, mamá nos dijo que no, además papá había dicho que era sólo para adultos— Le contestó el canino a su hermano.

-Pero si es poquito, no hará daño— Insistió Pony aún asomado. Al final aceptaron y probaron un poco, al gustarles tomaron un poco más, y así unos minutos.

Mientras tanto en la sala estaba el resto de la familia festejando noche buena y el cumpleaños número cuatro de los trillizos. A todo eso la madre de los últimos mencionados, se dio cuenta de que los niños no estaban en la sala, así que fue a revisar a su respectiva habitación, tampoco estaban, ahí, año que decidió ir con su esposo.

-Amor— Su esposo dejo su copa en la mesa para ponerle atención a ella.

-¿Qué sucede?—Volteo a verla directamente a esperar respuesta alguna.

-No encuentro a los niños, ya busqué en la sala y su habitación, no están.

-Vamos a buscarlos, deben estar metidos en alguna parte de la casa— Todos se pusieron a buscar a los pequeños, incluso en el patio.

-¡Hermana, los encontré! ¡Están en la cocina!— Grito la gemela de la madre del cuarteto, a lo que todos fueron a la cocina para ver cómo estaban los niños. A lo que los encontraron riéndose sin razón aparente, además de decir palabras sin sentido.

-¿Qué tienen?— Preguntó confundida la hermana de la madre. Todos voltearon a ver el tazón del ponche a la mitad, tal vez menos de está, no tardaron en darse cuenta de lo que pasaba.

-¡¿Los niños tomaron del ponche?!— Gritó su madre enojada, se suponía que no deberían tomarlo.

-¿Por qué?— Preguntó su hermana, sin entender que pasaba, no era de tomar mucho.

-¡PORQUE ESO TIENE RON!— Le gritó la madre del cuarteto a su hermana, la cual solo se quedó callada por el gritó de su hermana.

-Agh, agarra a los niños llévalos a dormir— La mamá cargó a Rodrigo el niño sólo se le quedó viendo a su mamá.

-¡MAMÁ PUEDO VOLAR!— Le dijo mientras sacudía los brazos, que según él, eran alas.

Después de todo ese revoltijo, todos fueron a dormir para esperar el día siguiente de Navidad.

(...)

A la mañana siguiente todos estaban alrededor del árbol de Navidad, todos los niños, buscando sus respectivos regalos, una gran vibra se sentía en el ambiente.

-¡Mamá, papá, encontré mi regalo!— Le mencionó el canino sosteniendo un paquete con un lindo envoltorio de estampado de pinos navideños. Todos empezaron abrir sus regalos.

-¡SON UNOS CARROS HOT WHEELS! ¡LA MÍA UNA BARBIE!— Los cuatro niños empezaron a gritar cuáles eran sus regalos, sus familiares tomaban fotos de la celebración, era un momento inolvidable. Los niños empezaron a jugar con sus regalos.

Luego de una rato, Pony se acercó a su papá, para preguntarle algo, que lo tenía confundido.

-Papi, ¿No vamos a ir a casa?— Le pregunto mientras subía al sofá, su padre sólo empezó a acariciar su cabeza.

-Claro! Sólo que pasaremos Año Nuevo también aquí, tus primos se irán a sus casas, pero la reunión será aquí, así que nos sale mejor quedarnos.— Le dijo mientras veía por la ventana a toda la gente celebrando estas lindas fiestas.

-Hmmm, Ok! También, me duele la cabeza— Su padre solo río por lo dicho del pequeño.

-Sí, es normal, si tú y tus hermanos tomaron del ponche de ayer, claro les va a doler— Pony solo se fue a seguir jugando, le dolía pero no para tanto.

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AHHHHHH Mary-w-.  SI LEES ESTO JAMÁS HABÍA ESCRITO TAN RÁPIDO EN MI VIDA XDDD

Este caso me apresure a subirlo, ya que quería que alcanzarás a leerlo jsjsjs 👉👈

Este cap es el más rápido que escrito, incluso más que el primero, con este tarde día y medio creo-

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

El especial re-temprano lo sé pero pues quiero subirlos lo más rápido posible jsjsj

Bueno al rato una nominación como de hace un mes- help

Bueno chaooo 💞

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