Otro personaje importante en la historia de Nico fue mi hermano, John. Y no lo culpo, John dejó una huella en todas las vidas en las que estuvo; con su carisma, simpatía y amabilidad. Amado hermano, buen amigo e hijo rebelde.

   John siempre fue la clase de chico popular que le agradaba a todos, o a la gran mayoría, al menos. Caritativo y desinteresado. Sí, tenía más dinero que los demás, pero no era conocido por eso; esa no era su fama, a diferencia de la de Helena y la mía.

   John era mayor, un año, por lo que su amistad no floreció en clases, sino en la prácticas de baseball.

   Él era quien dirigía al equipo dado a que la entrenadora había quedado embarazada, lo que le impedía dirigir al equipo por un tiempo. Además, no consiguieron —ni quisieron— a una reemplazante, por lo que mi hermano asumió la responsabilidad. Un gran líder, un gran jugador, mas no tan bueno en tácticas novedosas.

   Nico, por otro lado, fue quien proporcionó aquel elemento al equipo. En un principio, yo misma colaboraba de vez en cuando en el asunto, pero luego de Nico mi ayuda no volvió a ser requerida nunca más. Su tan abierta cabeza ayudó al equipo para mejor. La mente de un artista se adaptaba a cualquier circunstancia; siempre activa, imaginando y creando.

   Ese fue un elemento fundamental para que John quisiera conocer más de Nico, hasta que la relación de ambos se estrechó hasta convertirse en mejores amigos. Y, como la tradición inconsciente de John, nos unió en múltiples ocasiones para que simpatizáramos. Él siempre se demostró determinado, desde la primera vez en que me fijé en él distinguí aquel peculiar brillo en sus ojos; era la mirada de un hombre emprendedor, una mirada que te decía que había pasado por mil y una cosas, pero que todavía le faltaban aún más a las que debía enfrentarse. Aún ni siquiera alcanzaba un cuarto del camino.

   El tiempo fue avanzando con rapidez y llegó un punto en el que Nico ya se había convertido en mi mejor amigo y yo su mejor amiga. Para John pasó de ser su mejor amigo a su hermano de otra madre.

   Pero ser considerado como el mejor amigo de John significaba que una responsabilidad inconsciente era puesta sobre ti; si él te otorgaba ese título, era porque confiaba y, si confiaba en ti, era porque esperaba tu misma dedicación y preocupación por aquellas personas que eran queridas por él. Nico asumió la responsabilidad sin problemas, sin siquiera darse cuenta de ello, lo más probable.

   John y yo marcamos un antes y un después en la historia de Nico, desplazando a Byron a un lugar en el pasado. Él seguía siendo importante para Nico, sí; pero ya no era su primer confidente, a pesar de que él sí fuera el de Byron.

   Si te convertías en el mejor amigo de un Conaughey, te convertías en un querido amigo de todos los Conaughey; ese fue el caso de Nico.