Y así volvemos al doloroso presente. Ya no vuelve a casa, ya no responde a mis llamadas. Ahora ignora mis mensajes, ahora vive en el hotel de su padre. Ahora estamos tan distantes como cercanos fuimos alguna vez.

   Tengo la esperanza de que todo vuelva a ser como antes. A que podamos, aunque sea, volver a ser los mejores amigos que solíamos ser. Tengo la esperanza de que dejemos de ser agua y aceite y volvamos a ser polvos de estrellas, que podamos volver a creer, volver a soñar, volver a amar sin que muera una amistad.

   Tantas clases de amor que existen y pareciera que yo escogí la incorrecta para amarte a ti. Ya han pasado años desde la primera vez en la cual  despertaste a las mariposas que se alojaban en mi estómago. Han pasado años desde que removiste el mundo de una niña ingenua y superficial que tomaste como amiga, por una razón aún desconocida.

   Tú tenías de todo para que me fijara en ti, sin lugar a dudas, pero ¿qué tenía yo para que tú te fijaras en mí? Me pregunto si algún día conoceré la verdadera causa que te atrajo a mí, una niña mimada, por ese entonces, que parecía no pegar en absoluto con tu personalidad ni con tu forma de ser.

   A mí me describen como el viento, a ti como el mar. Yo sería agua, tú serías fuego. Prefiero lo salado, tú prefieres lo dulce. Pequeñas semejanzas hacen la diferencia, en nuestro caso pequeñas diferencias formaron una gran semejanza que nos unió con una gran amistad que hemos visto morir en el transcurso del último mes.

   Helena ha estado fastidiando el ambiente, eso siempre me fue evidente. Siempre insistente y coqueta, intentando ganarse un lugar en el corazón de Nico. La torre del tablero siempre es más de lo que parece, la torre del tablero no siempre obedece, la torre del tablero gusta de alcanzar sus propios objetivos por separado.

   Aún albergo la esperanza en mi interior de que todo logre encontrar una solución, ya nos pasó una vez, después de todo. Hoy es la segunda vez que recuerdo tu historia entera para comprender, para poder encontrar la razón de nuestras discusiones que acabaron con nuestra separación. La vez anterior, todo se logró arreglar, incluso ahora ignoro que haya ocurrido en algún punto de nuestras vidas, porque el daño parecía estar arreglado, sin mayor problemas por los que preocuparse.

   Pero tengo el presentimiento de que esta vez será diferente, pues tras todo esto sé que yo no hice nada para arruinarlo todo. Nico ha sido quien hizo algo y lo ocultó, es por ello que no ha podido darme una respuesta a mi declaración, es por eso que no se atreve a verme la cara, es por eso mismo por lo cual siente que me ha decepcionado.

   Nico dijo que era la primera a la que quería tanto como quiso a su madre en su día, eso significaba que le importaba, que me quería, que no deseaba defraudarme, que quería protegerme por sobre todo, y, a juzgar por su reacción, hizo algo que le impedirá que ocurran todas aquellas cosas que le gustaría hacer.

   Se nota en la forma en que ya no pinta como era habitual. Se nota en la manera en que ocupa los tonos grises cuando al fin se decide a crear nuevo arte. Se nota en la manera que se veía nostálgico, recordando su crudo pasado. Se nota en la forma que ya no sonríe ni irradia felicidad. Se nota cuando ya no va con la cabeza en alto. Se notó cuando dejó que Byron le ganara sin insistir demasiado. Se notó cuando se alejó de mí luego de decirme tan bellas palabras.

   Me ha hecho saber que mañana me dirá toda la verdad, que mañana me contará algo importante, algo que necesito saber. Mañana se va a esclarecer la verdadera historia de una vez por todas, descubriré las partes que me faltan y al fin ambos podremos ver el cuadro completo.

   Sea lo que sea que tenga que decirme, espero que sigamos siendo amigos. Que sigamos siendo Eliza y Nico.

   Ya veremos si tras este distanciamiento logramos volver a alzar los cuatro pilares de nuestra amistad. Confianza, sinceridad, comprensión y amor.

   Ya lo veremos.