#28: Concurso de arte

La espera para que se anunciara al triunfador del concurso de arte se hizo eterna y, mientras en nuestro edificio la espera se hacía eterna, Helena se dedicaba profundamente a satisfacer a Nico al considerarlo su caballero en brillante armadura.

   Se pasaba cada día tratando de complacer sus deseos, hablaba maravillas sobre su arte todo el día, a excepción de las piezas que me tenían a mí de inspiración.

   Yo me preocupaba de trabajar, teniendo ahora que pagar no solo las cuentas, sino que también el alquiler. Con Helena ahora abajo todo corría por mi cuenta en la totalidad, además de tener que dedicarme a mis estudios y deber limpiar mi piso mientras que la princesa Helena era mantenida sin tener que hacer nada más que arreglar sus uñas.

   Nico se había estado mostrando algo más distante con Helena, aunque eso ocurría mayoritariamente cuando notaba mi presencia cerca. No lograba entender cómo se rebajó al nivel de esforzarse creando buen arte para mantener a la princesa caprichosa de mi hermana menor, siendo que nunca antes había mostrado el menor interés en ella. La idea me asustaba.

   Los resultados se dieron a conocer al fin y, afortunadamente, Nico fue el triunfador con su pequeña escultura de una bailarina rota y melancólica. Aquella figurita tenía un significado mucho más profundo de lo que parecía, según me dijo Nico, aunque no quiso revelarme cuál era éste.

   Jerzym también había concursado, al parecer, ya que recibió el segundo lugar. Pero de quien no había señales era de Byron, quien seguía en la cúspide de su éxito vendiendo obras a montones.

   La sorpresa llegó cuando Nico hubo cobrado ya su premio por ganar, cuando nos enteramos del verdadero propósito que había tenido: me iba a ayudar a a pagar el alquiler y las cuentas.

   Todo fue un malentendido, desde el principio. La vez que Nico hizo su confesión, no había mirado a ninguna en específico, siendo nosotras las que entendimos erróneamente que se refería a Helena.

   Quería echarme una mano porque sabía que corría por mi cuenta y que no podía descuidar mis estudios. Y porque seguía siendo su amiga.

   Nico había hablado con su padrastro y le podía proporcionar una habitación a Helena en su hotel junto a un trabajo para que pudiera seguir en París. A mi hermana le disgustó la idea, pero tuvo que acabar aceptando para poder seguir en París junto a Nico.

   En cuanto a Nico, se notaba que no quería alejar a Helena del todo, aunque no terminaba de comprender aquella motivación. Y, a pesar de eso, también se notaba que no quería alejarme a mí de su lado, lo que me resultaba complaciente y confuso a la vez.

   El concurso de arte implicó una desilusión en la princesa, una nueva esperanza en la plebeya y un gran dilema en el príncipe.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top