Nico no había conseguido ningún nuevo éxito, ninguna pintura sobresaliente. Nada.

   Yo misma percibía que el arte de Nico ya no era el mismo, estaba siendo afectado por emociones oscuras y contradictorias que albergaba, lo sabía muy bien debido a que lo había acompañado en la gran mayoría de su trayectoria como artista.

   De su siempre tan presente lema (una musa, sentimientos y una ampolleta siempre encendida sobre tu cabeza), tan sólo seguía presente la parte de sus sentimientos, sólo que no eran los mejores. Me había estado excluyendo de ser su musa y su ampolleta que señala sus ideas ya no parecía brillar con la misma intensidad con la que solía iluminar sus lienzos.

   Helena siempre daba su opinión para nada objetiva y bastante inexperta sobre las obras de Nico, siempre diciendo maravillas sin saber que eso era lo que más detestaba su preciado Nico.

   Con cada día que pasaba, cada vez más traiciones eran cometidas entre nosotros mismos, la mayoría siendo no del todo conscientes.

   Nico traicionaba a su talento, a su creatividad, a su esencia al estar estancado entre sus sentimientos que parecían ser tan abrumadores para él hasta el punto que se negaba a aceptarlos o aprovecharlos de una buena manera y viéndose en la necesidad de pedir auxilio donde Byron o en sus vacías obras que se hacían pasar por su arte.

   Helena traicionaba a sus esfuerzos por acercarse a Nico al dar valoraciones que le resultaban desagradables a este.

   Byron no tenía claro a qué traicionaba, pero era seguro que no se comportaba como lo había estado haciendo desde nuestra llegada a París.

   Y quedaba yo. ¿Qué traición era la que cometía? No estaba muy segura, pero sentía que traicionaba a John al no poder estar a su nivel de comprensión con nuestra hermana Helena, ahora la única hermana que tenía.

   También me sentía traicionada por Nico ante su repentina cercanía con mi hermana y eso, a su vez, me causaba una contradictoria sensación de deshonra al no poder convivir en buenos términos con mi propia hermana.

   Los días que le dieron inicio a un nuevo año no destacaban por la unidad y fraternidad entre amigos. Al contrario, destacaban por su división y traición que era protagonista entre nosotros, un grupo de supuestos viejos amigos de la escuela.