#25: Tensión
Ya era enero y era el momento de regresar a París. Por mucho que quisiera quedarme en Bélgica, sabía que debía volver a Francia para enfrentar a mi hermana menor y todas las desgracias que causó y causaría.
Byron volvió junto a mí, habíamos logrado quedar en mejores términos en este lapso de tiempo compartido. Raquel, Adams, Bayer y Taylor nos fueron a despedir al aeropuerto, deseándonos un buen viaje y haciéndome prometer que volvería a verlos pronto.
Ya en el aeropuerto de Francia, Byron y yo nos separamos y cada quien siguió por su propio camino, eligiendo diferentes rumbos y destinos.
Nico me esperaba junto a Helena. Tuve la esperanza de que Helena se encontraba ahí porque iba a tomar un vuelo de vuelta a casa, pero, lamentablemente, no fue así bajo ningún término.
Nico se veía radiante, habiendo recuperado su característica sonrisa. No me miró diferente, no me comentó nada sobre lo ocurrido en mi ausencia, no me expresó nada en relación a mis confesiones reveladas antes de mi ida.
Me enteré de que la intención de Helena era quedarse con nosotros, más bien con Nico, todas sus vacaciones y que aún no tenía fecha de regreso programada. Me dijeron que había estado quedándose en mi piso y me preguntaron si no era molestia compartirlo, como si a mí me fuera a molestar cuando Helena era la única que siempre había tenido un cuarto propio; no soportaba ni siquiera que su cuna estuviera en la misma habitación de nuestros padres.
Nico y Helena parecían hablar por uno, lo que me resultaba francamente extraño. Él nunca le había dado mayor importancia a mi hermana y ahora parecían ser muy buenos amigos por una razón a la que era ajena.
Resultaba incómodo y desconcertante volver a compartir techo con Helena. Ella seguía mostrándose materialista, egocéntrica y vanidosa; mas cuando Nico andaba cerca mostraba una actitud angelical y bondadosa.
Un pequeño detalle que podría resultar relevante: Helena siempre había sido la estrella de las obras escolares, siendo éstas las únicas actividades en las que participaba al no ser tan reconocidas como lo eran las actividades deportivas, a las que siempre acudían grandes aglomeraciones de personas.
Así como Jerzym se volvió uno más en nuestro círculo cercano en su tiempo, Helena también pareció haber estado siempre con nosotros, con el detalle de que con ella eso se percibía, mientras que con Jerzym todos lo sentían así.
Con Helena cerca, no podía evitar sentir una tensión en el ambiente. Yo era la única que la percibía en todo momento, mi hermana sólo hacía ademán de sentir la tensión cuando nos encontrábamos nosotras dos juntas, sin Nico alrededor.
Helena pasó a ser la principal acompañante de Nico cuando este se encontraba en su estudio trabajando. Yo seguía siendo su musa, causando en mí una gran confusión ya que notaba perfectamente que había estado ocupando como refugio su estudio para no hablarme tanto, ya casi no me dirigía miradas ni hablábamos de las trivialidades de antaño.
Me sentía reemplazada al ser incluso ignorada mientras Nico pasaba tiempo con Helena o con Byron, con quien había comenzado a pasar más tiempo, reviviendo su vieja amistad. Este último parecía haberse reabierto al mundo y a sus relaciones anteriores de su tierra natal.
A medida que todo iba cambiando también iba en aumento una gran tensión de la que nadie se salvaba.
¿Cuál era el elemento común en todos los casos? Yo.
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