Byron, el primer amigo y posible enemigo de Nico. El único a quien conocía al llegar a estudiar a la que solía ser mi escuela. Él era otro huérfano, me preguntaba si Nico recordaría aquella vez que me confió aquel secreto, aquel recuerdo de su pasado compartido con Byron; ambos bajo el mismo techo de un orfanato olvidado del mundo, sin más compañía que la del otro, sin mayor confidente que las estrellas que los cubrían protectoramente bajo su manto oscuro.

   Al volverse a encontrar en la aclamada escuela donde lo habían matriculado, su amistad resurgió, aunque Byron siempre se mantuvo tenso y receloso. Era de esperarse lo que ocurriría con ellos, mas Nico quiso mantenerse ciego ante todas las señales; ambos decidieron ignorar la verdad inminente con la esperanza de que pudieran reestablecer la amistad que parecía inquebrantable en un principio.

   Nico era un hombre de acciones. Byron, uno de palabras y lógica. Esperar, meditar y decidir si actuar. Lento, pero seguro.

   Byron fue a quien primero se acercó. Él no tenía una encantadora fama, más bien su fama era no tener una propiamente tal a causa de que su personalidad no concordaba con la manera de pensar y actuar de la mayoría.

   Al día siguiente de su reencuentro, llegó el equipo de baseball hasta Nico. Conaughey, Taylor, Bayer y Adams; también personas de acción. Decididos, de gran popularidad, competitivos y unidos. Una manada completamente liberal.

   Se acercaron a mi amigo y le revelaron, sin intención de distanciarlo de Byron, cómo era su amigo en la actualidad. Nico supo que sería como arrancarse las alas si se reservaba solo a una única amistad y más si era con Byron, esa fue la razón por la que se unió a la pandilla de amigos. Su primer grupo de amigos. Pero nunca se terminó de distanciar de Byron, pues era él quien primero le tendió una mano, incluso cuando ni siquiera dominaba el lenguaje.

   Conaughey, John, mi hermano; él fue quien se volvió más cercano a Nico. Si no fuese por él ni por Byron, jamás nos hubiésemos conocido. Y así jamás hubiera pasado nada de esto, aún me seguía debatiendo entre si fue para bien o para mal todo lo que enfrentamos juntos.

   Byron era el primero en su clase, iba un curso adelantado, era un gran escultor y pintor; un artista como mi buen amigo. Nico lo admiró en el instante en el que presenció sus obras por primera vez, sin embargo, esa admiración se fue esfumando al reencontrarlo mientras más veía como, bajo su mirada, derrochaba y desperdiciaba su talento y potencial esperando por algo que jamás llegaría si no iba en su búsqueda.

   Nico pensó que luego de que Byron fuera adoptado su arte se impulsaría, por eso se decepcionó bastante al ver que seguía en las mismas condiciones que en el orfanato.

   Él lo introdujo a mi familia; John, Elizabeth y Helena Conaughey, los hijos de un senador. Byron siempre intentó cautivarme, aunque nunca parecían dar frutos sus intentos, y por esto Nico escuchó de mí en primer lugar.

   Byron, un amigo que la sombra de Nico y el tiempo transformaron en su principal oponente en una tierra lejana.