Recuerdo muy bien aquel día. De hecho, se trata de aquellos recuerdos que por más intentos que hagas por borrarlos, todo será en vano puesto que las sombras de aquello aún te perseguirán. Haciéndote saber que, aquello es lo que marca un antes y un después en tu vida.

Por qué al final, quizás así debía ser.

Fue en una mañana durante la clase de historia del siete de marzo cuando sucedió. Que sucedió aquello que marcó de forma trascendental mi vida, casi como cuando recibes tu primer beso por  la persona que esperabas que te lo diera.

Todo ocurrió –o empezó a ocurrir– cuando un amigo mío se acercó a una amiga nuestra diciéndole que tenía que contarle algo sumamente importante por qué ya no podía con la carga de ser solo él el portador de esa información. Si, todo dramático el chico.

« ¡En serio! ¡Oh dios mío! No me mientras, Bruno » Recuerdo que fueron unas de las tantas palabras que pronunció mi amiga cuando nuestro amigo terminó de relatar todo. Aunque, también recuerdo que la curiosidad me carcomía al saber que era de lo que tanto hablaban. Era algo cotilla, hay que admitir.

Y si, después, por un poco cruel y grosero que suene, una parte de mí se arrepintió de ir a preguntar a mi amiga todo lo que el chico le había dicho. La sorpresa fue grande. Demasiado impactante para mí y mi vida.

Y siendo sinceros, si pudiera haber hecho algo en ese momento para que aquello tuviera remedio, lo hubiera hecho. En verdad, si que lo hubiera hecho. Eso hubiera sido lo mejor para todo. Tanto para mí vida como para la de él. 

« Le gustas a Ian Holland »

Siempre me había preguntado cómo tan pocas palabras, a veces, pueden causar un gran impacto en la vida de los demás; unas cuantas palabras pueden llegar a jugar en el destino de tu vida. Y las mías eran esas: Le gustas a Ian Holland.

Fue tan súbitamente repentino, que lo primero que hice fue mirar incrédula a mi amiga. Tenía que ser una broma,  recuerdo que llegue a pensar.

Pero no lo era.

Nunca lo fue.

A estas alturas a las que he llegado, se muy bien que lo que el chico sentía por mi no fue mentira o parte de una broma.

Ian Holland de verdad gustaba de mí. Incluso, me atrevo a decir que, en su corazón abordo el sentimiento de quererme de una forma tan pura, cálida y despreocupada.

Ese sentimiento el cuál todos queremos hacer sentir y recibir.

Un sentimiento el cuál, lamentablemente, me encargué de que él dejara de sentir.

------------------

¡Hello! Si te haz dado el tiempo de pasarte por acá y llegar hasta está notita, gracias. Muchas gracias por leer.

Y espero que haya sido de vuestro agrado.

Los invito a que dejen en la historia su huellita, sus buenas vibras y compartan la historia con sus amigos, si gustan. Me ayudaría mucho si no son lectores fantasmas.

No me quiero extender, así que solo vuelvo a decir de manera resumida todo: Muchas gracias, de verdad, muchas gracias por darle está oportunidad a mi historia.

Sin más, me despido.

Pequeños besitos de limón, abrazos virtuales y mis mejores vibras para todos ustedes.

Nos vemos pronto.

Y los estaré leyendo :)

Pdt: La canción de arriba es muy especial para mí, así que aprecienla como yo también lo hago. Además, al igual que significa para mí, también lo es para la historia. ° Need You Now - Lady Antebellum ° <3

Ahora sí, nos estamos viendo.

// Flor C. //