Mi vida

En el momento que nací todo fue hermoso, sentir a mi madre besandome y abrazándome fue muy lindo, aun que fueron mas de veinticuatro horas de parto que tuvo que sufrir mi madre, le agradezco todo lo que hizo por mi, sufrió bastante en su adolescencia y tuvo que tener una bebé a una corta edad sin si quiera estar preparada, sin apoyo ni cariño de su madre en su infancia,en cambio cuando nací fui el amor de su vida, mi abuela me amaba y yo a ella, mi madre hacia todo por estar conmigo pero tenía que trabajar para poder darme una buena vida, pase la mayoría de mi infancia con mi abuela, ella era muy linda conmigo, crecí sin un padre ya que el me dejó cuando nací, sólo lo vi unas tres veces y el en una de ellas el maldito tuvo el descaro de llevarme a conocer a mis "hermanas" me llevó con su esposa y mis hermanas, eran dos, ellas eran muy amables y lindas, en cambio su madre era de lo peor, estuve un día con ella y mis hermanas, mi padre salio por unas horas y su esposa nunca me dio de comer, pero mis hermanas me llevaban comida a escondidas, la pasé bien estando con mis hermanas, pero yo quería volver con mi madre, no me gustaba para nada como se sentía el ambiente en esa casa con esa perra. Cuando llegue a mi casa no le conté a mi madre de eso, no quería que se preocupara, los días fueron normales y bonitos.

Mi tía Dalia, hermana de mi mamá, era muy linda conmigo, era como mi segunda mamá.
Amo demasiado a mi tía,a mi madre y a mi abuela. Solía jugar con mis dos primos hijos de mi tia Dalia.
Para mi era algo mágico, Erick mi primo el más grande  a menudo se molestaba conmigo ya que le copiaba en todo lo que hacia, me hacia travesuras pero me gustaba estar con él.
Con  Yael mi primo menor casi no jugaba mucho, pero igual me divertía con él, nos bañabamos juntos en una tina pequeña, todo era felicidad, un día mi abuela decidió llevarme a su pueblo 💖corral de piedra💖

Todo fue muy bonito, tenía tías y me querían mucho, y mi tía la mayor, madre de mi tia Any (Arany) se llama flora.
Era todo hermoso, compartía con ellas muchas cosas, todas las mañana me iba a desayunar con ellas, era genial, hasta que… conocí a dos niñas, eran hermanas, la mayor tenía 16 y la menor 14, la mayor se hizo mi amiga, se gano mi confianza y cuando lo hizo me dijo:

—Sé de un juego que es muy divertido, ¿Te gustaría jugarlo?

Yo estaba emocionada y acepté, y ahí comenzó la tortura, comenzaron a quitarme la ropa, comenzo a introducir innumerables objetos en mí, era horrible, lloraba de dolor, pero ellas parecian disfrutarlo, cuando terminó todo, ella me dijo:

—Mañana tienes que venir de nuevo a jugar con nosotras, y si no lo haces jamás volverás a ver a tu abuela y a tu madre.

Yo asustada me fui, no le conté nada a mi abuela, y al día siguiente fui a su casa, y me hicieron lo mismo, tres  horas seguidas de dolor por dos  MESES.
Las odiaba, ¿cómo podían hacerle eso a una niña de seis años? Nunca conté a nadie  nada de lo que me pasó hasta siete años después (actualmente).

Llegó el día en el que mi abuela y yo regresaríamos  a casa, estaba muy feliz de irme de corral de piedra, cuando  llegamos a la casa estaba muy emocionada ya que vería de nuevo a mi mamá, corrí y la abracé.
Pasaron los días y ese trauma no se iba, pero durante algunos años no  hablé nada de eso, los días pasaban y todo iba bien… hasta que mi madre me habló de mi padrastro.
Ella llevaba tiempo conociéndolo, me habló de él, y dijo que quería que lo conociera, no sabía cómo reaccionar ante esa noticia.

Llegó el día en que lo conocería, estaba emocionada, nerviosa y un tanto disgustada, la idea de tener un padre no siempre me gusto, su nombre es Bernardo, cuando lo conocí no sabía qué pensar, me sentía preocupada y un tanto intimidada, él era enorme, musculoso y tal vez guapo.
Me llevó al cine para conocernos mejor, yo lo veía como un amigo y le agarré mucho cariño.
A las pocas semanas de conocerlo, un domingo por la tarde (un día antes del día del padre) lo llame y le  dije;

—Hola, ¿qué pasó? —me dijo.

—Mon quiere hablar contigo —le dijo mi mamá .

—Ok, pasamela.

—Berna… —le dije.

—¿Qué pasó Mon?

—Es que te quería pedir un favor, que si quieres ser mi papá —le dije nerviosa.

—¿Tu papá, papá?

—Si, mira te explico, lo que pasa es que yo veo que mi mamá te quiere mucho y yo también te quiero mucho, y me gustaría que tu fueras mi papá, pero que de verdad me quisieras como si fuera tu hija real, por que yo ya te agarre mucho cariño y te quiero como si fueras mi papá,¿aceptas? —Le dije emocionada.

—Por supuesto que sí, me haces muy feliz con esa propuesta y eso si te digo, que a partir de este momento para mi tu eres mi verdadera hija, te voy a cuidar, te voy a apoyar, y te voy a defender siempre, y puedes presumirle a todos  que ya tienes papá.

Terminando la llamada lloré de emoción, corrí con mi abuela, la abracé y le dije;

—¡Abuela! ¡Ya tengo papá!! —Yo estaba muy emocionada.

Pasaron los días y todo estaba mejor que nunca, amaba a mi padre y me gustaba pasar tiempo con él.

Luego me llevó a su casa y ahí conocí a su familia, ellos eran agradables, me recibieron con mucha amabilidad, durante un tiempo fui el centro de atención.
Me gustaba estar con ellos y con mi nuevo padre también.
Mi abuela la madre de mi mamá, lo odiaba, siempre fue un poco egoísta y posesiva, ella no quería que mi madre estuviera con él ya que quería que siguiera siendo su "esclava" ya que así la trataba, mi papá me visitaba a menudo pero mi abuela le ponía trabajos difíciles y cansados a mi padre, se aprovechaba de él, yo me molestaba con ella pero nunca decía nada, tenía miedo de perder su amor, estaba pequeña y yo creía que ella era lo único que tenía.
Los días pasaban y eran difíciles pero lindos, pero un día  mi padre dijo que nos cambiaríamos a su casa, estaba muy triste pero a la vez emocionada, Llegó la noche y mi padre fue por nosotras, yo estaba muy triste, comencé a subir mis cosas a una camioneta que pertenecía a su hermano (mi tío Javier).
Cuando llegamos a su casa de mi padre yo estaba muy triste, todas las noches durante muchos días  lloré hasta dormir, claro que el me trataba muy bien, me consentía y me queria, tambien su familia pero no me gustaba que no veía a mi abuela, ni a mi tía, ni a mis primos.
Después las cosas fueron mejorando, tenía otros primos y primas, pasaba mucho tiempo con ellos, pero seguía extrañando a mis primos de sangre, y la verdad a mi padre le agarre mucho cariño y confianza, él era mi cómplice en todas mis travesuras, siempre me apoyaba y me cuidaba, lo amo demasiado, el siempre estuvo conmigo, en cuanto nos conocimos bien fuimos muy unidos.
Cuando me puse en contacto con mi tía, me dijo que podría ir a su casa en vacaciones, ella vivía lejos de donde yo estaba, pero quería verla y en las primeras vacaciones que tuve me fui con ella unos días, fue genial estar de nuevo con mis primo,me sentía tan feliz estando de nuevo con ellos, cuando llegó el momento de regresar a mi casa estaba triste, había pasado muchos momentos de felicidad ahí, pero tenía que volver.

También podía ver a mi abuela, ya que iba en la semana para estar conmigo y llevarme a pasear, era muy feliz.

😵‍💫

Tenía una prima pequeña con mi familia paterna, su nombre esYamilet, ella me amaba, hacía todo lo que yo hiciera, siempre estaba conmigo, yo me molestaba con ella ya que todo lo que yo hacía ella también lo quería hacer, era bonito pero también molesto.

Tengo cinco primos de parte de mi familia paterna; tres primas y dos primos, tres primos por parte de mi tío  Javier los cuales son; Luis, Armando  y Lupita.
Dos primas por parte de mi otro tío llamado Vicente.
Mi prima mayor se llama Ari, y mi prima pequeña se llama Yamilet,  con ellos pase muchos momentos bonitos, jugábamos todo el tiempo, también mi  padre me daba mucho cariño, y me daba muchas cosas, era genial.

Cuando cumplío ocho años me inscribieron en un colegio, ahí conocí a una persona muy hermosa, se llamaba Danna, ella fue mi mejor amiga durante tres años, su madre era psicológica y Danna me ayudaba con mis problemas, me apoyaba y escuchaba, era lo mejor, pero esa felicidad no duró mucho, el colegio costaba demasiado y mis padres ya no podían pagarlo, así que cuando pase a 3er año estaba triste ya que no estaría con Danna en cuarto grado, pasamos el último año juntas, fue muy bonito, pero cuando llegó la hora de salirme de ese colegio estaba muy triste, no quería irme.

😪

Cuando llegué a mi nueva escuela conocí a una niña llamada Valeria

—Hola, ¿eres nueva? —me dijo con una sonrisa.

—Sí soy nueva, me podrías decir dónde está el salón cuarto B?

—¡Claro! de hecho yo estoy en ese, vamos.

—¡Qué bueno! Gracias. —dije yo alegre.

Entramos al salón y apenas entre todos me empezaron a advertir de Valeria

—Hola, oye ¿eres nueva? —decían ellos sorprendidos.

—Sí soy nueva.

—Que bien pero… no te recomiendo estar con Valeria, ella es muy chismosa —me decían todos.

Yo estaba confundida, no sabía si creerles.

😦

Pasaron los días, y fui cambiando de amistades, resultó ser cierto todo lo que decían de valeria, y de ahí conocí a Johana, ella era muy distinta a otras personas, ella era muy llevada con los niños, pero yo nunca tuve contacto con ellos, mi padre no quería que les hablara, Johana no tenía vergüenza de nada, ella les bailaba vulgarmente a los maestros, yo solo la observaba, siempre era así, ya me había acostumbrado.

Cuando llegué a 6to grado llegó Danna, estaba muy emocionada de verla después de mucho tiempo, pero no le hable, no sé por qué no lo hice, pero ella tampoco lo hizo, pasaron los días y yo quería hablarle sin embargo no lo hice, después de dos semanas me animé y le hablé, charlamos un rato.

—Ha pasado tanto tiempo, no creí que te volviera a ver —dije yo muy emocionada.

—¡Lo sé! Te extrañe mucho, me alegra que nos volviéramos a encontrar —dijo ella.

Después de charlar por un rato nos dimos cuenta que ya era hora de salir de la escuela.

—¡Oh! Mira ya es la hora de la salida, espero verte mañana.

—Sí, nos vemos mañana.

Al siguiente día la clase trataba de cartas formales y el maestro nos pidió hacer una carta formal para alguien, yo escogí a Danna obviamente, y ella a mi.

Decidimos leer las cartas juntas en el recreo,
Yo le escribí de nuestra niñez, y para mi sorpresa ella igual.

—¡Listo! Termine de leer —me dijo emocionada.

—Igual yo —dije con una sonrisa.

—Es muy bonita tu carta, ¿recuerdas aquel momento en nuestra niñez cuando decíamos ser animatronicos? —me dijo.

—¡Lo recuerdo! Era tan hermoso.

—Desearía volver en el tiempo para revivir esos momentos tan hermosos —me decía.

—Lo sé, igual quisiera eso.

Así pasaron los días, siempre hablábamos, todo era felicidad… pero esa felicidad duró poco, llegó el último día en que podría verla, ya que iríamos a secundarias separadas, las dos estábamos muy tristes.

Entre a la secundaria no era muy querida ahí, pero lo peor fue que tuvimos que visitar a mi abuela ya que estaba muy mal, mi papá nos acompañó a pesar de que mi abuela lo trato mal y nunca lo quiso, también nos acompaño un tio (paterno) el cual se llama Vicente pero le decían Chente,  fuimos a corral de piedra a las 4 de la madrugada y en el camino todo fue muy complicado, y yo estaba muy preocupada por mi abuela.
Cuando llegamos mi tío Héctor ( familia materna) nos recibió, él era el único que estaba con mi abuela.

—Hola hija, ¿cómo estás?, ya estás bien grande, ¿Qué edad tienes? —Me dijo feliz, y me dio un abrazo.

—Hola tío, Muy bien gracias, tengo 13 —le dije con una sonrisa, y le devolví el abrazo—

—Que bueno hija, se volteó y saludó a mi mamá con un abrazo, después a mi padre lo saludo de manos.

—Pasenle, acá adentro está mi mamá —nos dijo.

Entramos y vimos a mi abuela muy delgada y mal, me recibió con un abrazo muy emocionada, también a mi madre y a mi padre, se notaba que ella estaba arrepentida por tratarlo mal antes.
Estuvimos unas horas ahí, recorrimos un poco el lugar mi madre y yo, era realmente pequeño pero nos traía recuerdos.
Llegó la hora de irnos yo estaba muy triste

—Hija ya es hora de irnos, despídete de tu abuela —me dijo mi mamá.

—No mami, hay que quedarnos, no quiero irme, quiero quedarme con mi abuelita —le dije con lágrimas en los ojos.

—Lo sé mi vida, pero tenemos que irnos, mañana trabaja tu papá y se tiene que levantar temprano y tu tío Chente también tiene que regresar a su casa —me dijo.

Mire a mi abuela entre lágrimas y la abrace, ella me dijo

—Hija, me voy a morir, ya no aguanto estar sufriendo —me dijo muy triste.

—No abuelita, no me dejes —le dije llorando.

Me aparté para que mi mamá se despidiera y nos fuéramos.
Mi abuela miró a mi padre y le pidió perdón por tratarlo mal, él la perdonó sin ningún rencor, y
me despedí de mi abuela y mi tío.

Entré a la secundaria al siguiente día, y me sentía muy mal, estaba demasiado triste.

A las pocas semanas me dieron la noticia de que mi abuela había fallecido, no podía creerlo, sabía que pasaría pero tenía esperanza de que ella viviera, cuando mi madre me dio la noticia me quedé en shock por unos según y mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, sin darme cuenta ya estaba llorando en los brazos de mi madre quien también lloraba, era lo peor, me sentía demasiado triste, pensé que caería en depresión  pero gracias a dios no fue así, logre superar su muerte con el tiempo, y seguí con mi vida.

🙂

Después de unas semanas de superar su muerte me hice amiga de una niña, dure con ellas 3 meses, y después nuestra amistad terminó, de ahí tuve otra amiga, la cual se llama Andrea, ella era linda, atenta y muy cariñosa, dure más tiempo con ella, y después nos hicimos amigas de otra niña la cual se llama Adriana.

Éramos tan diferentes, Adriana no era mucho de querer a las personas, Andrea era muy cariñosa, y encimosa, y yo era antisocial, seca, egoísta, y odiaba los abrazos, poco a poco mi corazón se fue abriendo a ellas, de pronto comenzaron a gustarme sus abrazos, de pronto ya no era tan antisocial, de pronto todo cambió.

Seguí con ellas y después nos hicimos amigas de otra niña la cual se llama Nahomi, ella es una niña morenita, con cabello corto, fue buena amiga, al poco tiempo fuimos amigas de otra niña y su nombre es Sharon, en la primaria yo estudiaba con Sharon pero no nos llevábamos bien, tuvimos problemas por un mal entendido y nunca nos hablamos, pero en la secundaria nos olvidamos de eso y comenzamos a ser amigas.
A ellas no les caía bien una niña llamada Carol, ella antes era mi amiga pero de repente nos dejamos de hablar aun que no recuerdo el motivo exacto por el que lo hicimos, no entendía el por que  no les agradaba Carol y nunca pregunte, eran mis amigas y si a ellas les caía mal yo no le hablaría.

Después de unos meses juntas comenzaron a excluirme e ignorarme.
unos días después vi que Carol estaba llorando,nunca me ha gustado ver llorar a las personas y como ella antes era mi amiga fui a ver que pasaba, ella estaba con 2 niñas más (sus amigas), pregunte el por que lloraba y ella no podía contestar, realmente era algo que le dolía.
Espere un poco  para poder saber que estaba pasándole y a los pocos minutos de estar con ella,me abrazo, yo le devolví el abrazo tratando de consolarla.
Asi estuvo por unos 25 minutos, cuando al fin se tranquilizó pregunte que pasaba pero ya no pudo contestarme ya que era hora de ir a clase, era la última clase del día y la maestra no había ido, ella pidio permiso a un maestro que nos estaba cuidando, para que saliera a tomar aire ya que aun tenía muchas ganas de llorar, y también le pregunto si podía salir con ella, el maestro accedió y nos salimos afuera, ella de inmediato comenzó a llorar y me abrazo, comenzó a contarme qué le había pasado,ella lloraba por un niño, con el que había pasado un año siendo novios, me contó que ya sabían de el sus padres he incluso estaban planeando invitarlo a la cena de navidad, ella lloro por una hora y media, cuando dejó de llorar ya era hora de irnos.

Al día siguiente me la pase casi todo el día con ella, Sharon no me habló ese día ya que Carol le caia mal y pensó que yo la había traiciónado, tal  vez si fue así pero la verdad ya no quería estar con ellas.

Y así pasaron los días, me hice amiga de ella y de dos niñas más las cuales son, Blanca y Camila, ellas son muy agradables al igual que carol, nunca me excluyeron ni me hacían sentir mal. Actualmente llevo 5 meses con ellas, y cada día nos hacemos más únidas, espero que esa amistad no se acabe como la otra, por ahora disfrutare mi amistad con ellas hasta que el tiempo se encargue de separarnos y hacer que cada una vaya por un camino diferente.

Hoy tengo 14 años, mi infancia fue difícil pero tengo fe de mi futuro, tengo el apoyo de mis padres en todo momento, y sé que puedo lograr lo que me proponga, y con estudios tendré una buena vida.

❤️‍🩹
 

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