Los Campeones

"La verdad es una cosa terrible y hermosa, y por lo tanto debe ser tratada con gran cuidado"

 Harry e Ivanka se dirigieron a la oficina del director sin hablar. El muchacho estaba bastante sorprendido como para salir de su ensoñación. Mientras que Ivanka se preguntaba cómo era posible que su nombre hubiera salido si solo se permitía un campeón por escuela. Claramente alguien manipuló el cáliz de fuego. Frunció el ceño pensando en Igor pero negó con la cabeza, él prefería que Viktor compitiera.

Al entrar, ambos encontraron a los demás campeones. Viktor la miró interrogante y ella negó con la cabeza diciendo que no tenía nada que ver. En ese momento entraron los directores discutiendo entre sí.

– ¡Para ti todo es una conspiración!

– ¡Cállate!

– ¡Protesto!

– ¡Harry! – exclamó Dumbledore caminando hacia el chico y tomándolo de los hombros – ¿pusiste tu nombre en el cáliz de fuego!

– ¡No, señor!

– ¿Le pediste a otro que lo hiciera? – cuestionó nuevamente

– ¡No, señor!

– ¿Estás absolutamente seguro?

– ¡Sí, señor!

– ¡Claro que está mintiendo! – acusó Madame Maxime y miró a la estudiante – ¡Y por supuesto tú también! ¡Ella es descendiente de ese asqueroso mago Grindelwald! ¡No me sorprende! – Ivanka entrecerró los ojos

– Ivanka, ¿has tenido algo que ver en esto? – preguntó Karkarov ignorando a la otra mujer

– No, señor – respondió la joven – he puesto mi nombre al igual que Viktor pero no tengo nada que ver con que haya salido mi nombre luego de la selección

– El cáliz de fuego es excepcionalmente poderoso – habló Alastor Moody – sólo un encantamiento confundidor lo puede engañar – continuó – esa es magia muy superior a la de cuarto año

– Pareces haberlo pensado mucho, Ojo loco – habló Karkarov

– Yo tenía que pensar como los magos tenebrosos – respondió Moody – ¿te acuerdas?

– Eso no nos ayuda, Alastor – intervino Dumbledore y se acercó a otro hombre – esto te lo dejo a ti, Barty

– Las reglas son absolutas, el cáliz de fuego constituye un contrato valedero – respondió Barty – el señor Potter y la señorita Grindelwald no tienen más opción – miró intensamente – a partir de esta noche, son campeones del Torneo de los Tres Magos

Los directores miraron a los dos que estaban de pie a la par. Ivanka frunció el ceño al verlos observarlos con sentimientos que ella conocía muy bien. Desprecio y odio excepto Dumbledore y Karkarov.

Cuando fueron despedidos, Ivanka siguió a Harry sigilosamente y lo interceptó en un pasillo oscuro y sin miradas cercanas.

– ¡Qué rayos! – exclamó Harry siendo arrastrado a un cuarto de escobas

– Potter, escúchame bien porque solo lo diré una vez – habló Ivanka ignorando la incomodidad del chico – debemos ser aliados en esto, lo que sea que descubras dímelo y yo haré lo mismo

– ¿Cómo puedo confiar en ti? – cuestionó Harry claramente dudando

– Podemos hacer un voto inquebrantable – respondió Ivanka

– Lo pensaré – respondió aturdido

– Potter, no tenemos mucho tiempo antes de la primera prueba – dijo Ivanka seriamente – créeme que tu escuela no te dará apoyo

– ¿Y Durmstrang si? – replicó entrecerrando los ojos

– Tampoco – respondió Ivanka – en momentos así, tenemos que ayudarnos – suspiró – el cáliz fue manipulado y obviamente el que lo haya hecho quiere algo de nosotros

– ¿Cómo puedes estar tan segura?

– Nada es casual, Potter – respondió Ivanka con una intensa mirada

Harry reflexionó brevemente sobre lo que dijo y cuando estuvo a punto de hablar se escucharon pasos y voces en el pasillo. Ivanka hizo una seña de silencio y cuando no hubo nadie, miró a Harry expectante.

– Lo pensaré y te diré lo antes posible, Grindelwald – respondió Harry

– Llámame Ivanka – con eso, la joven se retiró del armario de escobas para ir a sus aposentos en el barco

El muchacho la observó irse a paso tranquilo antes de escuchar un susurro y desaparecer.

– Esto no puede continuar, Albus – habló Minerva McGonagall de pie junto a otros profesores – primero la Marca Tenebrosa, ¿y ahora esto?

– ¿Qué sugieres, Minerva? – preguntó Albus con una mirada preocupada

– ¡Ponle un fin! ¡No dejes que Potter compita!

– ¿Y qué hay de Grindelwald? – preguntó nuevamente mientras la bruja fruncía el ceño – ya oíste a Barty, las reglas están claras

– Al diablo con Barty y sus reglas – respondió Minerva – ¿Y desde cuándo cedes ante el Ministerio?

– A mi también me cuesta creer que sea coincidencia – habló Severus Snape – pero si queremos descubrir el significado de estos acontecimientos quizá deberíamos, por el momento, dejar que se desarrollen

– ¿Qué? ¿No hacer nada? – cuestionó Minerva indignada – ¡Ofrecerlo de carnada! ¡Potter es un muchacho! ¡No un pedazo de carne!

– Estoy de acuerdo con Severus – respondió Albus pensativo – Alastor, échale un ojo a Harry – ordenó

– Puedo hacerlo – asintió Alastor

– Pero no le digas – advirtió Albus – ya debe de estar bastante nervioso sabiendo lo que le espera como todos nosotros

– ¿Y qué hay de la chica? – preguntó Alastor

– La mantendré vigilada – respondió Albus escuetamente

Cuando los profesores se retiraron, Albus Dumbledore se encontraba en la soledad de su oficina reflexionando sobre el significado de la vida. Pensó en su antiguo amigo Gellert y un recuerdo vino a su mente.

Flashback

Un joven Albus se apareció en una mansión que no visitaba desde hacía muchos años. Con su varita en mano y esperando ataques subió por las escaleras revisando cada pasillo hasta que un grito de horror hizo que se detuviera y se dirigiera hacia allí.

Tomando precaución, Albus observó con detenimiento cómo Gellert alejaba bruscamente los brazos de una mujer moribunda. Claramente, la mujer había dado a luz y se encontraba en un estado deplorable.

Ella me salvará si algo sale mal, Irina – habló Gellert seriamente

Por favor... no lo hagas – rogó la mujer mientras las sábanas se teñían de rojo

¿Desde cuándo pensaste que tenías voto en esto? – se burló

Deja al bebé, Gellert – dijo Albus apareciendo

Albus, viejo amigo – sonrió Gellert burlonamente – mira, te presento a mi hija – Irina continuó llorando

¿Qué planeas hacer? – preguntó Albus

Lo necesario para asegurar mi vida – respondió Gellert sacando su varita en un movimiento hábil y sin decir una palabra hechizó a su hija recién nacida

Por primera vez, Albus se congeló en el lugar al ver el bebé tomar un aspecto de muerte. Y luego, Gellert apuntó hacia Irina.

¡Avada Kedavra! – exclamó el mago mientras la maldición impactaba en la mujer dejándola sin vida – Imagino que te retirarás en estos momentos, Albus – sonrió

¡Jamás!

Ambos magos se lanzaron en un duelo mortal. Sus hechizos chocaron en una oleada de poder.

Fin Flashback

Habían pasado tantos años y Albus seguía lamentándose por su estúpida reacción. Podría haber salvado a Irina. Miró al suelo a través de sus gafas de media luna. Pensó en la bebé que había sido maldecida. ¿Cómo no pudo ver a través del engaño? Albus se preguntó, sabía que Gellert estaba obsesionado con el poder y haría lo que fuera para sobrevivir.

Todavía recordaba haber tomado en brazos a la bebé y sentir a través de sus manos, su fría piel. Albus investigó durante demasiados años aquella maldición sobre la bebé y descubrió tardíamente que se trataba de una antigua maldición de magia oscura. Logró revertirla en un tiempo tardío y que no era el suyo por vivir, pero allí estaba. Cuando la bebé reaccionó y suspiró con vida y el llanto prematuro, Albus la tomó en brazos y la calmó hablándole con suavidad.

Madame Pomfrey le ayudó todo el tiempo con los cuidados necesarios. Pero allí no terminó. Albus se encargó de encontrarle un hogar a la edad de cuatro meses. Encontró una pareja mestiza de origen sueco y se la ofreció en adopción. Aceptaron gustosamente y la bebé fue nombrada Ivanka.

Dos meses después, los padres adoptivos de Ivanka fueron asesinados y Albus supo que esto era obra de Gellert. ¿Qué mensaje quería darle aquel hombre? ¿Acaso no podía dejarla ser feliz? Pero en el fondo, Albus sabía que no había tales sentimientos en el corazón de Gellert.

Tiempo después bajo su cuidado, Albus decidió dejar ir a Ivanka. No podía permitirse formar lazos con la pequeña. Incluso bajo el breve cuidado de una pareja muggle, Albus sabía que no estaban a salvo. Orquestó de forma ultra secreta un plan, contactó con personas comprometedoras. Y luego de mucha discusión y planes, Igor Karkarov asumió la custodia de Ivanka Grindelwald. Y sería conocida como la nieta de Gellert Grindelwald. De esta manera, estaría protegida.

Albus se acercó al pensadero y dejo fluir el recuerdo de ver a Ivanka luego de tantos años. Ahora era una jovencita y vio en el pensadero cómo Ivanka caminaba al lado de Viktor Krum en la bienvenida a Hogwarts e invocar un fénix de fuego. Llevaba el uniforme de Durmstrang y su exótica apariencia parecía atraer la atención masculina.

Sin dudas, Ivanka Grindelwald era una copia femenina de su padre Gellert Grindelwald. Ambos poseían el cabello platinado pero Ivanka también tenía unos impactantes ojos violáceos heredados de su madre Irina, aquella era una bruja poderosa proveniente de Rusia.

Poniendo sus pensamientos en orden, Albus pensó en el Torneo de los Tres Magos. Todavía debía descubrir los orígenes de estos recientes acontecimientos. Tomando en cuenta las habilidades de Ivanka, ella sería una pieza esencial en estos momentos. Sí, la mantendría vigilada. Y con eso en su mente, Albus se dirigió a sus aposentos a descansar. Mañana sería un ajetreado día.  

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