Capítulo 1: El comienzo de un plan perfecto.
Era un día normal en el Subsuelo, en Las Ruinas estaba Toriel preparando una tarta de caramelo y canela con Frisk, en Snowdin, los dos hermanos esqueleto empezaban a hacer de las suyas, en Cascada, Undyne golpeaba las rocas con gran fuerza hasta romperlas en cachitos diminutos, en Hotland, Alphys miraba anime mientras comía patatas fritas, en el Núcleo, Mettaton se preparaba para comenzar el programa, en Nuevo Hogar, Asgore regaba las flores doradas mientras tatareaba, y W. D. Gaster estaba allí en el vacío esperando a que Sans reparara la máquina y volviera a estar con ellos.
Todo iba normal... O al menos, casi todo.
Chara estaba esperando a que Frisk reseteara e hiciese la Ruta Genocida, cuando de repente, notó que algo se abría detrás de ella.
Chara: *Sorprendida* ¿¡Quién anda ahí?!
Pero nadie respondió, entonces, Chara se dio la vuelta y vio una grieta en el vacío, y se dirigió allí.
Cuando entró, se encontró un restaurante con animales antropomórficos cantando y bailando mientras un montón de niños y niñas los miraban felices, menos una niña que estaba al otro lado del cristal del que estaban los animatrónicos, que al parecer no la dejaban entrar a la pizzeria y se tenía que mojar en la lluvia mientras miraba con tristeza a los niños y niñas que comían, bebían y reían delante de los animatronicos.
Chara se quedó allí viendo a la niña sufrir, ya que disfrutaba ver su tristeza al no poder estar divirtiéndose con los demás. Y así estuvo un buen rato, mirando a la niña con una sonrisa de oreja a oreja, y cuando justo se iba a ir, un coche se detuvo detrás de la niña, y salió un hombre de vestimenta morada con una navaja, se acercó silenciosamente hacia la niña y de una puñalada certera la mató, para luego irse al coche e irse lejos del crimen.
Chara quedó maravillada, y siguió al coche de aquel hombre para ver adónde se iba.
Luego de varias horas, el hombre se detuvo delante de una casa, aparcó y se metió dentro, siendo seguido sin que él lo supiese por Chara, que luego de que aquel hombre se fuera al baño, empezó a husmear en la casa, yendo de la entrada a la cocina, de la cocina al comedor, y así llegando hasta la habitación, encontrándose un ambiente muy extraño y diferente del resto de la casa.
La habitación era oscura, con pocos colores claros, llegando a ser bastante aburrida a primera vista. No había muchos muebles, sólo una cama matrimonial, un armario pequeño, un reloj antiguo, una mesita de luz y un escritorio, que comparado con el resto de muebles, era mucho más grande y llamativo, teniendo varios planos de al parecer unos animatrónicos bastante modernos para esa época.
Chara se acercó a los planos y empezó a inspeccionarlos uno a uno, y a medida que los miraba, una sonrisa escalofriante se le dibujaba en su cara y sus ojos se ensombrecían.
El manillar de la puerta empezó a girar, y Chara al darse cuenta de que el hombre morado se aproximaba, dejó los planos dónde estaban y se fue a un rincón de la habitación.
El hombre morado, nada más abrir la puerta, se sentó en el escritorio y sacó de un cajón del escritorio un cuaderno, en el que empezó a escribir, con una sonrisa maléfica y con la luz dándole en la cabeza, haciendo que sus ojeras se notasen más, dándole un aspecto terrorífico.
Luego de varias horas, el hombre miró el reloj y guardó el cuaderno en el mismo cajón, para luego levantarse de la silla y tumbarse en la cama, y quedarse profundamente dormido.
Chara, sin que el hombre morado se diese cuenta, abrió el cajón y sacó el cuaderno, y vio página por página lo que él había escrito, de forma frenética y sin parar, y en menos de media hora, ya se había leído todo el cuaderno. Guardó rápidamente el cuaderno en el cajón, y miró al hombre morado con curiosidad.
Chara: Realmente, eres un mejor candidato a matar a todo el subsuelo que Frisk, si sólo te pudiese convencer de que te fueras conmigo y me dejases tu cuerpo... Sólo si... Me dejase su cuerpo...
Una sonrisa macabra iluminó el rostro de Chara, y en un abrir y cerrar de ojos, se abalanzó hacia el hombre morado, tratando de poseer su cuerpo, pero luego de varias convulsiones, Chara salió disparada para el techo, ya estando un poco materializada.
El hombre morado se despertó de golpe, y miró aterrorizado a su alrededor, levantándose de la cama y buscando por todos lados con la mirada... Pero no veía nada extraño. Así que se volteó y miró hacia arriba para soltar un suspiro de alivio, pero en vez de aliviarse, se encontró unos zapatos marrones y bajaban poco a poco, para luego poder verse una niña. El hombre morado se puso pálido, intentó gritar... Pero no pudo, intentó echarse a correr... Pero no pudo. Sólo veía paralizado del terror la cara de la niña, siendo macabra a más no poder.
Chara disfrutaba ver su cara de terror, pero el tiempo corría, así que se volvió ha abalanzarse hacia el hombre morado, poseyéndolo por segunda vez... Y siendo expulsada por segunda vez tras una fuerte convulsión.
Hombre morado: *Sorprendido y asustado* ¿¡¿¡PERO QUÉ...?!?!
Chara: Vaya, pero si el asesino puede hablar, pensé que eras mudo, se ve que no has hablado con alguien hace años ¿Eh?
Hombre morado: ¿¡Quién demonios eres?!
Chara: ¡Cállate y dame tu cuerpo, necesito poseerlo!
Chara se abalanza por tercera vez, pero el hombre morado la esquiva rápidamente, haciendo que se estrellase contra el suelo.
Chara: ¿Por qué eres tan... Pero tan... CABEZOTA? ¿¡NO VES QUE PODRÍAMOS CONSEGUIR GRANDES METAS?!
Hombre morado: ¿¡Qué metas?! ¡¡¡LO QUE QUIERES ES MATARME, NO SOY TAN TONTO COMO PARA CAER EN TU TRAMPA, CHARLIE!!!
Chara: ¿Charlie? Je je je... Creo que te estás confundiendo de persona... Yo no soy esa tal "CHARLIE", yo soy CHARA.
Hombre morado: ¿Chara? ¿¡Y quién demonios te crees como para intentar matarme, eh?!
Chara: ¿Que quién me creo para matarte? *Empieza a sonreír de forma macabra* Yo soy la que asesinó a TODO un subsuelo entero, lleno de monstruos, y los maté no una... Ni dos... Ni siquiera tres... Sino... ¡¡¡UN MILLÓN DE VECES!!!
El hombre morado palideció aún más, destacando entre los muebles de la habitación de lo tan pálido que se había quedado.
Chara: Si realmente lo que quieres es asesinar ¿Por qué no te unes a mí? Con tus máquinas de matar y mi gran conocimiento sobre las debilidades de los monstruos, podríamos no solo matar al subsuelo... Sino... ¡¡¡QUE A LA HUMANIDAD ENTERA!!!
Hombre morado: ¿¡¿¡QUÉ?!?!
Chara: Vamos hombre, acabas de matar a una niña y te has ido tan pancho a la cama ¿No suena tan mal, no?
Hombre morado: Pero yo maté a UNA niña, tú mataste A CIENTOS de los que tú dices.
Chara: Pero podrías a matar a más niñas como la que mataste.
Hombre morado: ¡¡¡AUNQUE QUISIERA, JAMÁS ME JUNTARÍA CONTIGO, LOCA!!!
Chara se enfureció, y se abalanzó ferozmente hacia el hombre morado, poseyéndolo por tercera vez, haciendo que definitivamente se quedase dentro del cuerpo del hombre morado.
Chara-Hombre Morado: ¡Buf, sí que costó lo suyo! Bien, veamos cómo se llama este tipo.
Chara buscó en toda la habitación, encontrando una foto de él, un hombre con gafas y una niña sonriendo. La volteó y vi un mensaje:
"Para mi mejor amigo William Afton"
De parte de Henry.
Chara-William: ¿Con que William, eh? Un nombre bastante común para un asesino como él. *Dirige su mirada a los planos encima del escritorio* Bien ¡Pues manos a la obra! Sans... No sabes lo que te espera, je... Je je... Je je je je... ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top