Miraban al rubio con admiración, mientras que caminaba por las oficinas de la comisaría.

-¡Waaaa!- a un novato me brillaban los ojos- es el inspector Zeke Jeager-

-¡Zeke!-el jefe se acercó al rubio- que sorpresa-

-Muchas gracias, comisionado-

Se dieron un saludo, apretando sus manos.

-Pensé que llegarías la semana que viene- dejó una mano en su cintura.

-Si, pero decidí venir antes- sonrío- supe que han habido muchos ataques de los malditos villanos-

-Exacto, fueron muy simultáneos. No sé que está pasando, tal vez quieren destruir por completo está ciudad-

-Eso no se lo vamos a permitir- frunció el ceño-¡Juro por la bandera!¡Que cada uno de esos malvados villanos van a caer ante las rejas!- dejó una mano apoyada en su pecho.

Los uniformados gritaban apoyándolo, algunos lloraron por ese corto y preciso mensaje.

-¿Eh?- el rubio miró a una oficina algo alejada.

-Nnhh- Eren ordenaba unas hojas- ya esta- se las dejó a Jean.

-Haaa- las corcheteó- bien-

Estaban aburridos, ya que los mandaron a hacer cosas de oficina. Algo terrible para ambos, ya que pensaban que iban a tener trabajo en las calles.

-¿Eh?- ambos novatos vieron a una persona acercarse.

-¡Eren!¡Mi hermanito!- corrió hacía el castaño.

-Zeke- se puso de pie-¿Por qué... ¡Ugh!- fue abrazado con fuerza.

-¡EREN!- sus grandes brazos rodeaban a su flacucho hermano menor- te extrañé tanto, Eren. Ya quería verte-

-....- estaba en silencio.

-¿Mmh?¿No me vas a decir nada?- lo soltó.

-¡Aaahhh!- pudo respirar-Z-zeke... Recuerda... Recuerda controlar tu fuerza-

-Si, lo siento mucho- sonrío alegremente- es que... En verdad te extrañe tanto. Pensaba que ya no te iba a volver a ver-

-¿De qué hablas? Yo soy imparable, puedo sobrevivir a todo-

-Haaa, después de sobrevivir a un encuentro con Levi, cualquiera lo diría-

-¡¿Qué?!-Gritó histérico-¡¿Tuviste un encuentro con ese desgraciado?!- lo tomó de los hombros y lo sacudió.

-Ze-zekeeee- se soltó- ¡Claro que sí!- lo apuntó-¡Yo quiero ser como tú, hermano!-

-¿Como yo?- se apuntó.

-¡Si!- hizo un puchero- yo quiero ser como tú, Zeke. Quiero ser un gran policía, ser reconocido. Encerrar a muchos villanos, viajar a distintas ciudades para encarcelar a esos malvados. Quiero ser un héroe-

-Jaja- apoyó su mano sobre la cabeza del castaño- claro que lo harás, Eren. Si tú te lo propones, puedes lograr todo-

-S-si...- asintió.

-¿Quieres dar un paseo por la ciudad? Vamos a arrestar a delincuentes-

-¡Si!- gritó emocionado.

-¿Los puedo acompañar?- pregunto Jean, ya que quería largarse de la aburrida oficina.

-Claro que sí, niño raro. Ven con nosotros- Zeke apoyó su brazo sobre los hombros de Eren y se fueron. Jean los seguía.

Apenas anduvieron cinco cuadras de la comisaría y ya vieron a delincuentes haciendo de las suyas.

-¡Dame todo tu dinero!- apuntaba con su navaja a una ancianita.

-¡No!- lloraba la pobre-¡Es mi pensión! -Abrazaba su bolso.

-¡No me importa, vieja!- se acercaba más- Dame el maldito bolso-

-¡Detente!- se escuchó un grito.

-¿Eh?- miró de dónde provenía el grito- M-mierda-

Venían dos policías novatos, lo dedujo porque no tenían placas oficiales.

-¡Quédense ahí!- tomó a la ancianita-¡La mataré si se acercan!- apoyó la navaja en el abdomen de la señora.

La ancianita lloraba por el miedo que tenía.

-¡No le hagas daño!- el castaño estaba enojado.

-¡Podemos hablar!- el de costados rapados estaba nervioso.

-¡No!¡La mataré!-

-Eso no será posible, maldito criminal- hablo el rubio detrás de aquel delincuente.

-Aah....- al escuchar esa voz, sintió mucho miedo- el inspector...- frució el cielo-¡No voy a caer de nuevo en la cárcel!- atacó.

El rubio lo esquivó, tomó con fuerza el brazo de ese tipo y lo doblo, haciéndole una llave.

-¡Aahg!- se quejó.

-No habrán mas escorias como tú, delincuente- lo botó al piso y le puso las esposas.

-¡Aaahhh!¡Mi héroe!- la ancianita lloraba nuevamente, pero de felicidad.

-No fue nada, señora- le sonrío.

-Haa...- Eren suspiró.

En su imaginación, veía como unos rayos rodeaban a su hermano.

Él joven castaño quería ser como su hermano mayor.

Un héroe.