Cap 1: Pureza unica
Cuando mas necesites ayuda, las personas que les brindaste tu ayuda, no te la devolverán
Ubicacion: Desconocida
Año: 100, Inicios de la guerra Santa
Visiblemente, desde arriba se veia un caos, fuerzas armadas de ambos bandos se atacaban, mientras choques de espadas, brotes de sangre y multiples tecnicas ejecutadas en el campo de batalla sucedían.
Gente corria, todos desesperados por sobrevivir de aquel Holocausto, sobre el campo de Batalla se observaba a 15 sombras en total, dividos en la elite total de los ejércitos presentes.
De un lado, estaba el ejercito de las tinieblas, conocidos como los seres mas crueles existentes, a la cabeza estaban los hijos del soberano de la oscuridad y padre de la maldad, los 10 mandamientos veia de frente a frente con el grupo enemigo.
Conocidos como la Bendición de Dios, salvadores de vidas e hijos de todo lo bueno, a la cabeza estaba el angel mas poderoso en aquel momento, a los lados estaban los demas que, al ser de la elite, poseían una gracia otorgada por la Gran Deidad suprema, la Orden de los Arcángeles veian a los mandamientos, el choque era inminente, pero, como llegamos a esto?
Esta es una historia ancestral, Ocurrio cuando los mundos humanos y espiritual no se habian separado.
Las grandes deidades, el Rey demonio y la deidad suprema gobiernan hasta estos dias, su gran reinado cubre toda extension de la tierra conocida.
Una gran guerra esta por desatarse, cualquier paso en falso pondra en jaque a uno de los bandos, la cuenta regresiva a comenzado.
Los protagonistas del conflicto, Diosas y sus aliados contra la temible raza demoniaca, las 2 con sus mejores elites, entre ellas, los 10 mandamientos y la orden de lo arcángeles.
Sin embargo, el guerrero de esta historia se le conoce como "El Abandonado por Dios"
Unos cuantos años antes del inicio de todo
Ubicacion:Bernia
Año: Desconocido
Pobladores: 5600 humanos, 200 diosas.
Nos ubicamos en el pueblo de Vanya, hogar de una poblacion algo grande, donde se convivía entre 2 razas, los humanos y las diosas.
Las 2 razas convivían pacíficamente, en el lugar se daba un nacimiento, no otorgado por la grand deidad que regia a las diosas, un pequeño angel era dado a luz en aquel pueblo.
El pequeño de pelos negros, ojos anaranjados habia sido dado a luz, una gran calidez rodeaba la sala, la luz de la esperanza había nacido, dicho por el doctor humano.
Sin embargo, que opinaba el resto de su raza ante tal suceso? Bueno, al ser conservadores la respuesta era obvia.
Nunca antes se habia otorgado a ninguna cria de esta raza si no era concebida por la Deidad Suprema, por lo Que el rechazo del pequeño fue inmediato.
Para terminar de rematar con todo, el pueblo habia sido tomado como lugar donde no habitaban diosas, duro golpe para los habitantes de Vanya. Las diosas ahí serían excluidas de la protección divina de su creadora y de vigilancia de la orden angelical
Pero ya con este contexto, habra una pregunta al aire ¿Que sucede con el pequeño? La respuesta es sencilla, se crió como todo niño humano.
Las diosas restantes se quedaron a formar lazos con los humanos, construyendo su pueblo a unos cuantos kilómetros.
Los años pasarían, su vida pacifica en el pueblo humano de Vanya era bonita, incluso se podia decir que podia sentirse como si fuese su propia familia.
El niño era visto como un mesias, curaba a gente con sus poderes, a pesar de todo esto, el rechazo por su raza incrementaba.
Sin embargo, lo que cambiaria su vida seria un hecho que seria vital para su desarrollo como persona
Año: 300 antes de la gran guerra sacra
Ubicación: Bosque de Heghuterford (Actual entrada a la necrópolis)
El pequeño niño vagaba en aquel bello bosque, donde convivía con cualquier animal, aunque con su debido cuidado al notar algunos peligrosos.
Sin embargo venia por algo en especifico, habia recorrido aquella distancia para buscar un tipo de Ballas especiales, su madre le había pedido que fuera por ellas.
El pequeño se formulaba millones de preguntas, "¿Hara algun postre?" "¿Tendra alguna sorpresa para los del pueblo?" eran algunas de sus preguntas.
Sin embargo un sonido lo quito de sus pensamientos, algo había sonado cercano a el, por lo que iria con precaución y algo de miedo.
Al dar los pasos, noto que habian varias vallas que le menciono su querida madre, lo cual lo alegro y empezo a recolectar algunas.
No obstante, lo que no se espero fue un sonido, aun mas cercano, de alguna tipo de rugido, sonaba como algo que le menciono su madre.
Esta siempre le contaba sobre una raza que eran temibles criaturas, de gran altura, enorme maldad y sobre todo, que eran la parte contraria dd ellos, siendo asi los que habitaban en las tinieblas.
Con temor agarraría un pequeño palo cercano para defenderse, y acercándose hacia la fuente de aquel sonido que lo habia perturbado.
Para su gran fortuna, no era aquellas bestias que tanto le menciono su progenitora, aunque era algo nuevo, un pequeño ser, de larga cabellera y una sonrisa visible.
Al parecer era un hada que habitaba el bosque, esto no lo sabia el pequeño niño pero quiso comprobar algo, la hostilidad de esta.
Con cautela tocaria el pie de la hada y preparado para defenderse o salir huyendo, si era necesario.
La pequeña hada volteo, con algo de miedo en su mirada, pensando que era algun humano o Demonio que venia para atacarla ya sea por sus alas o para comerla, sin embargo fue grande su sorpresa al ver a un pequeño niño de pelos negros.
La hadita se acercaría a el, y con una voz que muchos describirian como una muy aguda diria.
- Oye pequeño, que haces por aca... No hay ningun pueblo humano cercano — Diria esta con algo de intriga — Acaso te has perdido o te han abandonado...
El pequeño niño confundido por las palabras del pequeño ser negaria con su cabeza y diria con una voz un poco mas suave
- No me perdi, de hecho vine por un pedido de mi madre, aca hay unas Bayas que segun ella, tienen un toque unico — Diria el pequeño dando una gran sonrisa mientras sus ojos amarillos deslumbraban con la luz del sol — Y ya que estaban aca unas cerca y ver a alguien por aca temia que fuese alguien malo, pero al parecer es alguien que no creo que pueda hacerme daño.
Aquellas palabras tranquilizaron a la pequeña hada, aunque, noto algo que le dejo impresionada, la pureza e inocencia del pequeño no se igualaban a la de un humano normal... No, esta era pura y autentica.
Al no notar malas intenciones de parte de este le señalo como sacar los frutos de los arbustos, lo cual sirvio para que el pequeño terminase su tarea antes de lo previsto.
Sin embargo, el pequeño ser magico no dejo ahi al pequeño, mejor decidio optar por dejarlo a su pueblo, sin importar que estaba lejos.
Pasaron algunas horas, la noche se hacia presente y el pueblo era visible, los 2 pequeños iban caminando de lo mas tranquilos, bueno, caminando no, el hada estaban volando.
Antes de llegar al pueblo se detuvieron, la pequeña queria separar desde ahi sus caminos de ambos, sin embargo el pequeño niño se nego.
La hada siguio insistiendo en que no era buena idea que se quedara, pero el pequeño niño con una gran determinación le convencería de que se quedara hasta que ambos fueran mas grandes.
Justo al entrar al pueblo, fueron recibidos de gran manera, mas el pequeño al ser el mesias de aquellas personas.
El hada veria al niño con una sonrisa leve se acercaría.
- Oye, no me habias dicho que eras famoso — Diria esta tratando de molestarle —
- Bueno, la verdad es solo 1, me agradable mucho ayudar a la gente con mis poderes, mamá me enseño a usarlos para bien — Diria este, con una gran sonrisa —
- Entonces me dices que no eres humano? — Diria esta sorprendida, veian que se iban del pueblo y se extrañaria levemente —
- La verdad no he preguntado a mi mamá pero por lo que escuche de las personas de mi pueblo, somos algo llamados "Diosas", no recuerdo muy bien como era — Diria este mientras veia a lo lejos un pueblo para dirigirse para alla —
- E-espera, me estas diciendo que eres de la raza de las diosas? N-no andas bromeando conmigo verdad? — Diria esta, incrédula de sus palabras y siguiéndole —
- Para que mentiría a una amiga?... Eso es mala educación — Diria este caminando tranquilo — Ademas... Lei mucho que somos la raza mas pura de todo el mundo! No es algo bonito saber eso?...
- P-por supuesto pero, porque una diosa iria tan lejos por unas simples Bayas?
- Es facil de contestar eso, porque me gusta ayudar! — Diria este llegando al pueblo — Bienvenido a mi pueblo!
El pueblo era algo grande, muchas diosas y angeles convivían en conjunto, mientras unos se preparaban para dormir, otras seguían trabajando en sus oficios.
La niña quedo asombrada, sin embargo fue tomada de la mano por el pequeño el cual se la llevo a su casa.
En ella estaba una mujer bella, de gran estatura y unos ojos iguales a los del pequeño niño, tenia una gran sonrisa en su rostro al ver que su retoño había vuelto.
Viendo bien esta, notaria que habia una pequeña hada junto a el, por lo que pregunto amablemente al duo
- Disculpa Hersonn... Una pregunta importante — Diria la madre viendo a su hijo —
- Que sucede madre? Ocurrió algo? — Pregunto el pequeño niño algo intrigas —
- No sucede nada, tranquilo, queria preguntar si aquella hada que viene contigo es tu amiga? —
El niño volteo a ver a la hada quien se ocultaba con algo de miedo detras de su amigo, lo cual hizo pensar rapido al niño y con una gran sonrisa respondería
- Si es mi amiga mamá, la conocí en los bosques y a venido a comer, puede quedarse? — Preguntaría este, sus ojos demostraban una gran emoción y esperanza de que se cumpliese su petición —
La madre con una sonrisa ligera solo asintió, dando el visto bueno para que se quedara la niña.
El niño al ver que su petición cumplida solo saltaría, unas pequeñas alas brotarian de sus ropas, mostrando que eran del mismo tamaño que el.
La hada se quedo sorprendida, ahora tenia unas cuantas preguntas que hacerle al pequeño, sin embargo, la progenitora de su amigo interrumpiria sus pensamientos.
- Oye, una pregunta, gustarías comer algo? Debio ser agotador volar por tanto tiempo — Diria la mujer, mientras tomaba el canasto de frutos que habia traido Herson. —
- O-oh, si no es mucha molestia... —
- No es ninguna molestia, al contrario, estaremos felices de que comas junto a nosotros. —
La niña quedo algo fascinada por la amabilidad de los 2, y con una sonrisa feliz y casi sacando lágrimas, aceptaría comer junto con ellos.
Aquella noche estuvo llena de risas de niños, anecdotas e historias de la madre, sin duda alguna, una noche que jamas olvidaran.
Sin embargo todo llega a un fin, la madre mando a dormir a los 2 niños, los cuales sin rechistar fueron a hacer lo pedido.
Los pequeños, listos para dormir, se abrazaron para transmitir algo de calor y mirándose solo reirían un poco.
La niña solo veria al pequeño, sintiendo una inmensa alegria al conocer a alguien tan amable.
Esta solo se acerco a su oido y le susurro en un tono alegre.
- Oye... Gracias por este dia, desde que mis padres dejaron de llegar a casa, no había estado tan feliz — Diria esta con una sonrisita —
- Para eso estan los amigos, no? — Diria este, el aura que rodeaba al chico era una muy calida, se sentia como si fuese un rayo del sol en persona.
La pequeña, ya cansada y muy feliz, empezo a quedarse dormida, abrazada del niño, el cual solo empezo a quedarse dormido.
El dia de hoy marco un antes y un despues en la vida de ambos, un dia que jamas olvidarian, aunque, en otro lado había algo mas entre manos.
Ubicación: Santo santuario de Réquiem
Habitantes: +100 000 diosas.
El enorme santuario a la lejanía de réquiem encontraba paz y tranquilidad en los cánticos de sus habitantes, actividades cotidianas y demás se podían observar más sin embargo, dicha tranquilidad fue interrumpida por alguien
Un soldado de la vanguardia de la raza divina iria corriendo, con información entrante de un enemigo pre establecido.
El tipo fue interceptado, se notaba afectado psicológicamente, hablaba incoherencias, decia siempre una frase, "Esas cosas acabaran con todo".
El general de las diosas, al ver que era el espía que habia enviado recientemente habia llegado, ordeno liberarlo para que le entregase la informacion que habia requerido.
El espía accedió, y en un pergamino relato todo lo que habia visto, al termino de esto, fue entregado a el alto mando del recinto.
El General, al leer dicho mano escrito, quedo perturbado y con la sangre helada, las descripciones que habia dejado aquel soldado de lo visto en su mision era muy... Grotescas.
Con la mayor velocidad fue a comunicarle esto a la gran deidad, sin antes, movilizar a alguno de sus hombres a la ciudad de diosas mas cercana.
Pasaria unas cuantas horas, su comunicado llegaria a manos de la lider de las diosa, la deidad suprema, el cual, cuando se le relato el mano escrito hablaría ante todos los presentes en la sala.
- Mis queridos hijos, por favor, guarden la calma — Diría esta, con una voz imponente desde una luz radiante en la sala — Se que suena dificil de asimilar, pero creo que ya es tiempo de preparar armas.
- Suprema deidad, no estara diciendonos que aquella profecía que usted habia hecho tiempo atras se cumplirá — Hablo uno de los altos mandos de aquel ejercito —
- Me temo que si hijo mio, tendremos que reclutar a la mayor cantidad de diosas con un alto poder de combate, ademas de depositar nuestra fe en las nuevas generaciones —
- Con todo respeto su benevolencia, pero no cree que estariamos arriesgandolo todo mandando a diosas puras al campo de batalla? —
Aquel hombre de gran estatura expuso su punto, la mayoria en la sala callo, el silencio se hizo incomodo, hasta que la misma lider de las diosas lo quebraría.
- Eso es un hecho, sin embargo, creo que tengo la solución a ellos —
- Y cual seria, si se puede preguntar su gran benevolencia —
- Primero, habra que obtener aliados en las demas razas, transmitir el comunicado de que una gran guerra se avecina, y si quieren sobrevivir, que se mantengan bajo el manto de las diosas — Luego de un silencio relativamente corto, la madre de las diosas siguió hablando — Habrá muchos de los pueblos que no aceptarán, pero si logramos obtener la mayor cantidad de aliados para esta situación tan inoportuna. -
Los presentes ante tal declaración de su líder, asintieron entre si son rechistar, la mejor opción para ellos era dicha posibilidad al no ser un gran número y más aún contando de que, según sus creencias, un hijo entre diosas o con otras razas era un acto de impureza.
- Entonces esta definido, iremos a mandar un grupo de 50 soldados hacia los siguientes pueblos y bosques, cercanos a un radio de 10 Kilometros de la necrópolis. —
Los líderes de los batallones presentes dieron un gesto, confirmando que habían entendido de las indicaciones de su líder. No obstante y antes de retirarse, un último mensaje sería transmitido con su última instrucción.
- No olviden del pueblo de Bernia, aquel pueblo posee diosas tambien, reclutenlas y posterior a ello, informen sobre las alianzas formadas —
- Si Gran Deidad! — Gritarian los hombres al onisono, mientras un joven de cabello largo y negro escuchaba todo, sabiendo lo que iba a suceder.
Un cronometro comenzo, el tiempo para la guerra era dentro de 30 años.
Sin embargo, la gran intervencion de Bernia llegaria en bastante tiempo debido a ciertas dificultades de ubicar el pequeño pueblo el cual era reconocido por sus licores
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Los años transcurrieron rapido, 14 concretamente, algunas cosas importantes han sucedido.
Del lado de Herson, habia crecido un poco mas, su relacion con aquella hada llamada Alessa, tambien habia crecido.
En todos esos años, apendio a como defenderse gracias a un caballero reconocido de Bernia.
Tambien un herrero reconocido de la aldea, en agradecimiento de curar a su hijo enfermo y despues de haber pedido el material mas resistente de las montañas cercanas, forjo 2 espadas.
La primera con nombre "lucidum puritatis" y la segunda con el nombre de "defectio immunditiae" en alucion a los colores de las espadas. Dichas espadas tenían un significado extraño en la mente de Herson, en el cual la más luminosa representaba pureza y la otra representaba la crueldad, el perfecto balance de cualquier ser vivo
Sin embargo, incluso y a pesar de lo pacifico de la villa, la gran intervencion de las diosas era inevitable. Incluso y si tardaban más de mil años, estás llegarían en algún punto a dicho pueblo para cumplir la voluntad de su deidad
El sonido de las marchas resonaban fuera del pueblo, un pavor rodeo a los pobladores al escuchar tantos pasos, sonando del bosque mas temido, el de los sueños blancos. Sonaban como si fuesen bestias metálicas, un enemigo desconocido? ¿Alguna guerra estaba avecinandose en contra de el humilde poblado? ¿O eran saqueadores? Preguntas que formularon pero la única respuesta estaba por venir
No obstante, lo que salio de ahí no era una simple estampida, bandidos o algún ejercito rival, se trataba de un batallón completo de la raza de las diosas, de aproximadamente 200 hombres armados entraron al pueblo, las fuerzas armadas se reusaron a moverse al saber de las capacidades de estas.
En dicho momento en que llegó la gran turba, Alessa y Herson estaban presentes en el lugar, trayendo los 2 articulos que habian comprado y que seria su comida.
El general acargo de las tropas tenia una gran cabellera Negra y los ojos cerrados, el cual con voz imponente hablo ante los pobladores.
- ¡¡¡Humanos, hemos venido por ordenes de la gran deidad Suprema!!! — Mostraria el gran estandarte con el simbolo de su raza con gran orgullo — ¡¡¡Hemos venido a advertirles que si no hacen una alianza con nosotros, seran devastados por las fuerzas del gran tirano de las tinieblas, el rey demonio!!! —
Las personas al escuchar eso quedaron aterrorizadaz, muchos no se podian mover, Alessa y Herson al escuchar dichas palabras se les heló la sangre. Simplemente el preludio de una guerra pronosticada cuando ellos ya no vivan pasado a ser una guerra inminente era ataerrador
- ¡¡¡ Yo, el Gran Ludociel pide solemnemente que brinden su ayuda a la raza de las diosas, para conseguir la victoria ante aquellos seres, y si aun siguen presente las diosas que fueron desterradas ya hace años atras, que también se sume a la lucha!!! —
La gente veria al arcangel, el miedo y la incertidumbre hizo que la gente del pueblo se vieran unos a otros, sin embargo, el pasar de los minutos la multitud se vio entre si y tomando valor gritarian al onisono
- ¡¡¡Nos uniremos a la causa noble de las diosas para ganar la guerra!!! —
El arcangel solo sonrió, para decir verdad sabia que el resultado de estos pobres habitantes ingenuos era predecible. Con una sonrisa ligera se iba a dirigir a la busqueda del pueblo donde vivían los resagados cuando la presencia mágica de unos seres se le presentó. No era la gran cosa pero si que era significativamente unica.
Observo de dónde provenía y era de dos chicos, unos adolescentes que poseían rasgos similares a la de los humanos pero su mana, su magia era única. La presencia de un hada y una diosa conviviendo era algo que nunca se imagino más sin embargo, dicha convivencia era sana, lo cual era más sorprendente conociendo la naturaleza tan... Conservadora de las diosas.
Ludociel, el Arcángel enviado a dicho pueblo para reclutar fuerzas básicas estaba viendo algo que incluso con sus ojos cerrados podía observar, observar que esa diosa tenía un poder único, mayor a la de un poder convencional esperado de alguien pacifico.
Ahora le quedaba algo en claro.
Habia atrapado al pez gordo....
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