Capítulo 9: Poniéndose al Corriente Parte 1/3

Aria: hasta que Klaus apareció de la nada en la galería de mi casa y me secuestró delante de mi hermano mellizo y mi mejor amiga

Stefan la miró con compasión.

Stefan: cuanto lo siento Aria

Aria prosiguió.

Aria: durante toda mi vida me crié con mis padres y mis hermanos que por cierto son 3, primero estamos Thomas y yo, Thomas es como mi hermano mellizo, también tiene 17 años, yo siempre pensé que lo era, mis padres nunca me dijeron que me habían encontrado abandonada en un lugar donde había ocurrido una masacre, estaba rodeada de brujas muertas, las brujas que me secuestraron que hasta el día de hoy no sé por qué murieron, luego sigue Lizzie que tiene 13 años y luego James de 12 años, y tengo una mejor amiga que se llama Emily y también tiene 17 años, somos inseparables o bueno... lo éramos pero Klaus me obligó a dejar Nashville para venir a New Orleans, no me dejó opción Stefan

Dijo frustrada.

Aria: traté de evitarlo, con mucho esfuerzo conseguí escapar pero me encontró en pocas horas y para evitar que volviera a huir me hipnotizó para no poder salir de la mansión, así pasaron dos semanas hasta que me trajo aquí, esas dos semanas mi familia me vino a visitar, realmente aproveché mucho el tiempo que me quedaba para estar con ellos

Aria sintió que una lágrima resbalaba por su mejilla. Stefan no decía nada, sólo la escuchaba atentamente. Aria rápidamente se secó la lágrima.

Aria: realmente los extraño

Dijo soltando un sollozo, Stefan le sujetó la mano con sus dos manos y le dijo tratando de consolarla.

Stefan: tranquila Aria, estoy seguro que los podrás visitar

Aria con su mano libre se secó otra lágrima y soltó una risa irónica.

Aria: lo sé, Klaus me lo dijo muchas veces pero no es lo mismo Stefan

Dijo de repente molesta.

Aria: yo quiero estar con ellos, quiero vivir con ellos

Stefan se quedó unos segundos callado mirando el pasto, luego miró a Aria. Su mirada era seria.

Stefan: lamento decirte esto pero deberías olvidarte de esa idea

Aria: ¿disculpa?

Dijo Aria sorprendida por lo que le había dicho.

Stefan: conozco a Klaus, cuando quiere algo lo consigue, tu eres lo más importante para él, jamás te dejará vivir con tu antigua familia ahora que te encontró, sé que suena duro pero te lo digo para que no te hagas falsas esperanzas pensando que te dejará volver y que otra vez vivirás con tu familia adoptiva como si nada hubiera pasado, deberías aceptar que tu vida cambió para siempre, eres la hija de Klaus, eres una Mikaelson

Aria apartó la mano repentinamente molesta.

Aria: lo sé Stefan, no tienes por qué ser tan directo, trato de asimilarlo día a día, no al hecho de ser la hija de Klaus y llevar el apellido Mikaelson, eso ya lo acepté, me refiero al hecho de no vivir con mi familia adoptiva

Stefan quiso cambiar de tema para no poner peor a Aria.

Stefan: ¿por lo menos sabías de la existencia del mundo sobrenatural?

Aria: no, ni siquiera eso, cuando Klaus me secuestró me llevó a la mansión, estaban todos ahí, me refiero a Hayley, Elijah, Rebekah y Camille, Klaus me contó del mundo sobrenatural, de sus orígenes como vampiros originales y finalmente me dijo que es mi padre y Hayley me dijo que es mi madre

Stefan silbó.

Stefan: debe haber sido difícil para ti escuchar todo eso

Aria: más de lo que te imaginas

Stefan: claro, no sabías que eras adoptada y no sabías nada del mundo sobrenatural

Aria asintió con pesadumbre, Stefan preguntó con curiosidad.

Stefan: ¿cómo hizo para encontrarte?

Aria suspiró y le contó lo que los originales habían hecho a lo largo de esos 17 años que pasaron buscándola, cuando terminó Stefan asintió.

Stefan: entiendo

Aria: bueno ya dejemos de hablar de mi, ahora hablemos de ti, quiero saber tu historia, estoy ansiosa

Stefan suspiró.

Stefan: ¿por dónde empiezo?

Aria dijo divertida.

Aria: por el principio

Stefan rió.

Stefan: muy graciosa

Aria rió también.

Stefan: bueno, yo tengo un hermano mayor, se llama Damon Salvatore, también es un vampiro, me lleva dos años, tiene 19

Aria lo interrumpió.

Aria: ¿cuántos años tiene de verdad Stefan?

Stefan rió.

Stefan: bueno técnicamente tiene 185 años

Aria: ¿los dos se convirtieron al mismo tiempo?

Stefan asintió.

Stefan: así es

Aria: ¿y cómo fue? ¿qué pasó?

Stefan: los dos estábamos enamorados de la misma chica, ella era un vampiro, nosotros lo sabíamos y queríamos que nos convirtiera

Aria lo miró con horror y luego dijo con incredulidad.

Aria: me estás jodiendo

Stefan rió a carcajadas.

Aria: ¿tanto la querían que se iban a dejar convertir?

Stefan: si, en ese momento estábamos cegados por ella

Aria: perdón que lo diga pero eso es estúpido

Dijo Aria conteniendo la risa, Stefan la miró enarcando una ceja.

Stefan: ¿tienes algo en contra de los vampiros?

Aria se encogió de hombros.

Aria: no pero si me das a elegir prefiero ser humana, nunca elegiría libremente ser un vampiro

Stefan: no pensarías eso si estuvieras enamorada de un vampiro

Aria: ¿y por qué no?

Stefan: porque querrías pasar toda la eternidad con él

Aria se quedó pensando un momento y luego asintió.

Aria: tienes razón

Stefan sonrió radiante, Aria lo miró triste.

Stefan: ¿qué pasa?

Preguntó Stefan confundido, Aria suspiró y dijo.

Aria: es que hablando de esto me acordé de algo y no... yo...

Stefan: ¿qué?

Aria: no estoy preparada todavía

Dijo y arrancó unos cuantos pastos del suelo lanzándolos lejos, Stefan acercó su mano y la apoyó en la mejilla de Aria. Ella lo miró, el vampiro la miraba preocupado.

Stefan: ¿qué pasa Aria? ¿qué te preocupa? ¿qué quieres decir con qué todavía no estás preparada? ¿preparada para qué? cuéntame, capaz que te puedo ayudar

Aria negó y miró el pasto con tristeza.

Aria: nadie me puede ayudar pero gracias por la intención Stefan

Stefan: me estás asustando Aria, dime de una vez a que le tienes miedo

Aria volvió a suspirar y luego dijo en un susurro.

Aria: tengo miedo de ser un vampiro, no estoy preparada para serlo

Stefan de repente entendió.

Stefan: ahora entiendo por qué me dijiste que no te podía ayudar, tu no puedes elegir ser un vampiro o no, eres la hija de Klaus, la única persona que existe que es hija de un híbrido original mitad vampiro, mitad hombre lobo, heredaste esa parte de él

Aria asintió con tristeza.

Aria: exacto, lo llevo en la sangre, en realidad soy una híbrida parte vampiro, parte licántropa y parte bruja

Stefan la miró sorprendido, Aria levantó la vista del suelo y lo miró. Apoyó su mano en la de Stefan que aún la mantenía en su mejilla.

Aria: todavía soy humana pero en algún momento mis partes sobrenaturales despertarán, se manifestarán, es inevitable, lo malo es que yo no puedo elegir como tu en ese entonces, tu elegiste ser vampiro, a mi no me queda otra opción

Stefan: yo no lo elegí

Aria: ¿qué?

Preguntó Aria sorprendida, soltó la mano de Stefan y apartó la cara para que el vampiro la soltara.

Aria: ¿cómo es eso? dijiste que...

Stefan: ya te cuento, antes te quiero decir algo

Aria: ¿qué cosa?

Stefan: no te asustes de lo que eres, no tengas miedo, estás equivocada cuando dices que yo no te puedo ayudar

Aria: ¿y cómo me ayudarás?

Preguntó Aria con incredulidad, Stefan sonrió.

Stefan: no puedo hacer nada para ayudarte a que sigas siendo humana porque heredaste de tu padre la parte vampiro, la parte licántropa y la parte bruja pero en lo que si puedo ayudarte es en aprender a controlarte

Aria: ¿qué? ¿qué? ¿qué? repítelo por favor

Stefan le volvió a sonreír.

Stefan: sólo tienes que saber que el día en que se empiecen a manifestar tus partes sobrenaturales yo estaré ahí para ayudarte

El vampiro alargó la mano y le volvió a acariciar la mejilla a Aria, ella tragó saliva.

Stefan: te enseñaré a ser un vampiro, te ayudaré a controlar tu sed para que no lastimes a nadie

Aria se sintió un poco mejor pero no mucho ¿de verdad podía lastimar a alguien?

Aria: yo... ¿yo podría lastimar a alguien?

Stefan asintió.

Stefan: al principio si, me refiero a cuando recién te conviertes, la sed es muy poderosa, si nadie te ayuda a controlarla puedes hacer cosas de las que te arrepentirás después

Aria recordó que el día en que Klaus le contó que era su padre le había dicho que cuando estaba en transición no se pudo controlar y mató a una persona.

Empezó a temblar ligeramente por esa posibilidad, no podría vivir con la culpa si mataba a alguien ¿por qué no podía seguir siendo humana? ¿por qué tenía que ser una híbrida? Aria le preguntó con desesperación a Stefan.

Aria: ¿me... me ayudarás cuando deje de ser humana Stefan?

El vampiro sonrió otra vez y apoyó su mano libre en la otra mejilla de Aria, luego se acercó lentamente a ella y le dio un beso en la frente. Aria se quedó petrificada, su corazón empezó a latir violentamente.

La repentina cercanía de Stefan la había puesto muy nerviosa, el vampiro se alejó un poco pero quedó a pocos centímetros de distancia de Aria. Ella tragó saliva más nerviosa todavía.

Stefan: ya te dije que si, yo seré el primero en ayudarte cuando eso pase

Aria asintió y se alejó de él, tenía que recuperar su espacio personal cuanto antes de lo contrario se iba a morir de un infarto. Le agradeció a Stefan.

Aria: muchas gracias por ayudarme Stefan, eres una gran persona

Stefan le devolvió la sonrisa.

Stefan: no hay de qué Aria

Aria rió.

Aria: bueno ahora cuéntame que pasó

Stefan le contó que la chica les había estado haciendo beber a Damon y a él su sangre de vampiro y luego los hipnotizaba para que no lo recordaran, que luego cuando ellos intentaron salvarla para que no la llevaran a la iglesia para matarla su propio padre los asesinó por traidores y así fue como volvieron a la vida en transición.

Stefan tomó sangre humana y se convirtió en vampiro, sin embargo Damon quería morir porque pensaba que la chica de la cual estaba enamorado en ese momento había muerto, Stefan más o menos lo obligó a tomar sangre y lo convirtió en vampiro.

Aria: fue muy noble lo que hiciste Stefan

Stefan: ¿de verdad lo crees? sigo pensando que fue egoísta, debí haberlo dejado elegir

Dijo Stefan con culpa, Aria rodó los ojos.

Aria: no seas tonto

Stefan la miró.

Aria: si hubiera estado en tu lugar jamás hubiera dejado morir a Thomas y menos por una chica que no lo valía

Stefan rió a carcajadas por su comentario.

Stefan: ¿te parece que ella no valía la pena?

Aria: por supuesto que no

Dijo Aria enojada.

Aria: por lo que me cuentas era una perra

Stefan volvió a reír, cuando paró Aria le preguntó con curiosidad.

Aria: ¿quién era la chica de la que estaban enamorados? no me dijiste su nombre

Stefan: Katerina Petrova mejor conocida como Katherine Pierce

Aria se puso pálida, gritó horrorizada.

Aria: ¡¿qué?!

Stefan no entendía su reacción, la sujetó de los brazos y la miró con confusión. Aria realmente no tenía color en la cara.

Stefan: ¿qué te pasa Aria? ¿por qué reaccionas así?

Aria: no... puedo... creerlo...

Dijo con un hilo de voz mirando el suelo, luego miró a Stefan y se zafó de su agarre.

Aria: Klaus me habló de ella, es la doble que necesitaba hace más de 500 años para romper la maldición para poder despertar su lado lobo, ella huyó y se convirtió en vampiro

Stefan la miró sorprendido.

Stefan: así que Klaus se animó a contarte lo de la maldición, no lo creía capaz de hacerlo

Aria rió.

Aria: me costó un tiempo convencerlo pero al final lo hice, quería saber toda la verdad

Stefan rió.

Stefan: me imagino, entonces... si Klaus te contó lo de la maldición debe haber mencionado a Elena

Aria iba a contestar pero el sonido de su celular la interrumpió. Rápidamente se lo sacó del bolsillo y miró la pantalla, palideció otra vez.

Aria: ¡maldición! ¡es Klaus!

Stefan preocupado le preguntó.

Stefan: ¡¿y qué harás?!

Aria lo miró como si fuera obvio.

Aria: ¡pues no lo atenderé! ¡ni loca! ¡me llama porque evidentemente está afuera del colegio buscándome y yo no estoy ahí! ¡rayos! ¡no me di cuenta de la hora! ¡se me pasó el tiempo volando!

Stefan: a mi también

Dijo Stefan revolviéndose el pelo nervioso, el celular de Aria dejó de sonar. Ella aprovechó para fijarse si tenía algún mensaje, abrió los ojos horrorizada.

Aria: ¡mierda!

Stefan: ¿ahora qué?

Preguntó Stefan más nervioso todavía, Aria le enseñó la pantalla del celular mientras se comía las uñas. Stefan abrió los ojos impactado, sólo consiguió decir.

Stefan: guau

Aria: 50 mensajes, 50 malditos mensajes de Klaus ¿qué hago? esta vez me metí en un lío

Stefan: no lo sé

Dijo Stefan con sinceridad, el sonido del celular de Aria les hizo sentir un escalofrío.

Aria: ¡joder!

Maldijo Aria mirando su celular debatiendo si lo lanzaba al lago o no, cualquier cosa con tal de que dejara de sonar. El ringtone la hacía ponerse más y más nerviosa, en la pantalla se podía leer "Klaus".

Aria: deja de llamarme

Suplicó Aria, apenas el celular dejó de sonar lo apagó sabiendo que más tarde le traería problemas pero pensó "luego me atendré a las consecuencias, no quiero enfrentar a Klaus en estos momentos" Stefan la miró confundido y sorprendido.

Stefan: ¿qué hiciste? eso te traerá graves consecuencias

Le advirtió, Aria suspiró.

Aria: lo sé pero de todas maneras estoy en el horno, lo único que sé es que no quiero enfrentar a Klaus ahora

Stefan arqueó una ceja.

Stefan: ¿y qué quieres hacer?

Aria intentó sonreír pero la llamada de Klaus la dejó preocupada.

Aria: quiero que me termines de contar tu historia

Stefan negó.

Stefan: te conviene volver Aria, cuanto más demores será peor

Aria negó rápidamente.

Aria: no quiero volver, por favor Stefan

Junto las manos en un gesto de súplica y lo miró con un puchero, Stefan volvió a suspirar.

Stefan: de acuerdo, es tu decisión pero no me digas después que no te lo advertí

Aria sonrió.

Aria: gracias

El vampiro le dijo serio.

Stefan: sabes que en algún momento Klaus te encontrará, tendrás que enfrentarlo

Aria miró el pasto.

Aria: lo sé pero prefiero no pensar en eso ahora

Stefan le dijo rendido.

Stefan: como quieras

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