Estaba anocheciendo por lo que en la mansión de los Mikaelson, Hayley se empezó a preocupar por su hija.

Hayley: ya debería haber regresado ¿verdad?

Le preguntó a Rebekah que leía una revista de moda sentada cómodamente en un sillón individual, la rubia la miró con una sonrisa.

Rebekah: no, no creo, es el primer día que sale de la mansión, recuerda que estuvo más de un mes encerrada

Hayley la miró dudosa, Rebekah agregó en un intento de tranquilizarla.

Rebekah: quédate tranquila Hayley, es lógico que regrese tarde, además se fue con su mejor amiga

Hayley suspiró.

Hayley: supongo que tienes razón pero...

Se llevó una mano al pecho.

Hayley: tengo este presentimiento...

Rebekah frunció el ceño.

Rebekah: ¿presentimiento?

Hayley la miró y asintió.

Hayley: si, tengo un extraño presentimiento, estoy segura que algo no está bien

Rebekah se empezó a poner nerviosa.

Rebekah: bueno...

Dijo mientras dejaba la revista a un lado y se enderezaba en el sillón.

Rebekah: ¿por qué no la llamas para que nos quedemos tranquilas?

Hayley soltó un bufido y miró la planta de arriba, señaló hacia allí.

Hayley: Hope se olvidó el celular en su mesa de luz, ya la llamé hace unos minutos

Rebekah suspiró.

Rebekah: nunca se lo olvida

Hayley: no, justo hoy se lo olvidó

Comentó Hayley mientras se mordía una uña del dedo con nerviosismo y miraba por la ventana hacia fuera esperando ver aparecer a su hija, a Rebekah se le ocurrió una idea.

Rebekah: llama a Emily

Hayley se dio vuelta y la miró feliz.

Hayley: ¡¿cómo no lo pensé antes?!

Preguntó radiante, se sacó el celular del bolsillo de su jean y marcó rápidamente el número de la mejor amiga de su hija.

Hayley: ahora mismo la llamo

Hayley se colocó el celular en la oreja y esperó... nunca atendieron, Hayley hizo un puchero.

Hayley: no me atiende

Rebekah se puso de pie y se acercó a ella.

Rebekah: dámelo, voy a intentar llamarla yo

Hayley la miró con mala cara.

Hayley: ¿acaso me estás diciendo inútil? si es lo mismo que la llames tu o yo

Rebekah negó.

Rebekah: no es eso

Sin pedir permiso, le arrebató el celular de la mano a la lobita y marcó.

Rebekah: capaz que yo tengo suerte

Dijo Rebekah guiñándole un ojo, Hayley sonrió. Luego de unos cuantos timbrazos la mandaron al buzón de voz, Rebekah cortó la llamada y le devolvió el celular a Hayley decepcionada.

Rebekah: vaya suerte...

Dijo con sarcasmo, luego miró a Hayley con preocupación.

Rebekah: ¿qué haremos? ahora yo también tengo el presentimiento de que algo no está bien

Hayley dijo rápidamente.

Hayley: llamemos a Klaus y Elijah

Rebekah: ¿y Camille?

Hayley: si también, yo llamo a Klaus que salió con Elijah y tu llama a Camille que no sé a donde fue

Rebekah asintió, sacó su celular y se retiró a la cocina para hablar desde allí. Hayley quedó sola en el living, rápidamente marcó el número de Klaus y esperó. Al primer tono atendió.

Klaus: ¿lobita?

Hayley: necesito que tu y Elijah vuelvan urgente a la mansión

El tono de voz de Hayley no le gustó nada.

Klaus: ¿Hope está bien?

La voz de Klaus fue de preocupación, Hayley se quedó mirando un punto de la nada y contestó con voz quebrada.

Hayley: no lo sé... no regresó a casa, no puedo llamarla porque se olvidó el celular, traté de llamar a su amiga y no me atiende, tengo el presentimiento de que algo no está bien

Escuchó a Klaus suspirar desde la otra línea.

Klaus: yo sabía que no tenía que dejarla salir...

Luego escuchó que hablaba con Elijah.

Klaus: debemos regresar ya mismo a la mansión, Hope no volvió a casa y ya anocheció

Luego le dijo a Hayley.

Klaus: ahora mismo vamos para allá

Hayley asintió y dijo desesperada al tiempo que se le escapaba una lágrima.

Hayley: dense prisa

Klaus cortó la llamada, Hayley se guardó el celular en el bolsillo y se acercó a la ventana esperando a que Klaus y Elijah llegaran. Rebekah regresó al living y se colocó a su lado mientras miraba por la ventana.

Rebekah: ya viene Camille

Comentó, Hayley asintió y trató de controlar su desesperación. Sólo esperaba que su hija estuviera bien, si todo se trataba de una travesura se aseguraría de ponerla de penitencia por hacerla preocupar.

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Mientras tanto en el calabozo... Aria estaba tratando de soltarse de las cadenas pero era inútil, Emily la miró con resignación y suspiró.

Emily: es imposible Aria

Su amiga la fulminó con la mirada.

Aria: perdón por querer sacarnos de aquí

Dijo con sarcasmo, Emily la miró mal.

Emily: eso no ayudará y lo sabes

Aria suspiró, Emily la miró expectante.

Emily: lo que ayudará es lo que hiciste hace unas horas

Aria: no quiero hablar de eso

Dijo Aria cortante, las últimas dos horas Emily se las había pasado tratando de convencerla de usar magia para que pudieran escapar pero Aria se negaba.

Emily: ¿por qué no?

Preguntó su amiga desesperada, Aria la miró.

Aria: porque no lo sé controlar

Emily frunció el ceño.

Emily: no es sólo eso, podrías intentarlo sin embargo no quieres, dime por qué

Aria: porque...

Aria miró el suelo de piedra y se demoró unos minutos en volver a hablar.

Aria: tengo miedo

Admitió en un susurro, Emily la escuchó perfectamente gracias a su oído vampírico. Aria levantó la cabeza y la miró.

Aria: hace dos horas me salió sangre de la nariz, no sé que significa eso pero me da mala espina

Luego dijo con una mueca.

Aria: siempre odié la magia, no quiero ser bruja, al igual que no quiero ser vampiro ni licántropo, sólo quiero ser...

Miró hacia otro lado con tristeza.

Aria: la yo de hace unos meses atrás, una humana común y corriente

Emily la miró unos segundos y luego le dijo.

Emily: nunca fuiste una humana común y corriente Aria

Su amiga suspiró y la miró resignada.

Aria: supongo que tienes razón

Emily: y también te recomendaría que aceptaras de una vez quien eres

Aria la miró confundida.

Aria: ¿qué quieres decir?

Emily: me refiero a que aceptes que eres una híbrida así como yo acepté que soy un vampiro

Aria la miró con culpa.

Aria: perdón por eso

Murmuró, Emily sonrió.

Emily: no te disculpes, en primera no fue tu culpa como te dije repetidas veces y en segunda es bueno ser sobrenatural

Aria arqueó las cejas.

Aria: ¿tú crees?

Emily asintió y dijo con sinceridad.

Emily: si, lo creo

Aria sonrió.

Aria: supongo que también tienes razón en eso

Emily rió y luego de unos momentos miró con culpa a su amiga.

Aria: ¿qué pasa?

Preguntó Aria con confusión.

Emily: perdón por presionarte, si no quieres usar magia no lo hagas, descubriremos otra manera de salir de aquí

Aria sonrió.

Aria: gracias y te prometo que saldremos, no sé como pero lo haremos

Emily le devolvió la sonrisa, el ruido de la puerta al abrirse en la planta alta las alertó a ambas. Escucharon cada vez más nerviosas como unos pasos iban acercándose por las escaleras.

Sin embargo cuando se detuvieron en la puerta que daba al calabozo y las luces de las antorchas iluminaron a esa persona se dieron cuenta que no era Aurora.