Capítulo 3: Almuerzo en la Cafetería
Aria miró la mano de Stefan unos segundos y pensó "no seas infantil, sólo te quiere saludar" así que no lo pensó más y tomó su mano.
Stefan sonrió y acercó la mano de Aria a su boca, le dio un beso. Aria lo miró nerviosa, Stefan no soltó su mano luego de haberla besado sino que le hizo caricias con su dedo. Aria sintió un escalofrío.
Stefan: me alegra haberte conocido Aria
Aria soltó una risa nerviosa, rápidamente retiró la mano y desvió la mirada. Se giró hacia el pizarrón, el profesor estaba anotando unas preguntas. Apoyó su mandíbula en una mano y dijo.
Aria: si seguimos hablando el profesor nos va a retar
Aria escuchó la risa de Stefan.
Stefan: no nos va a decir nada
Aria bufó, realmente no tenía ganas de hacer sociales y menos con un chico al que no podía mirar y hablar al mismo tiempo porque la ponía nerviosa por su atractivo así que contestó sin atreverse a mirarlo.
Aria: escucha, es mi primer día en este colegio y quiero escuchar la clase, después me atrasaré en la materia
En realidad no le interesaba para nada la materia, era sólo una excusa para no hablar con Stefan. Volvió a escuchar su risa.
Aria: ¿y ahora qué te da gracia?
Dijo un poco molesta y lo miró, Stefan enarcó una ceja. Aria tragó saliva.
Stefan: como si en verdad te importara la materia
Aria se sorprendió, luego se enojó y le dijo desafiante.
Aria: ¿disculpa?
Stefan: me refiero a que estamos en Octubre y dices que no quieres atrasarte con la materia, te informo que ya termina el año
Aria se sonrojó de la vergüenza, Stefan tenía razón. Ya ni siquiera valía la pena que vaya al colegio pero aún así quería asistir.
Aria: es cierto pero igual quería venir, estoy cansada de estar encerrada
Stefan la miró confundido.
Stefan: ¿encerrada? ¿a qué te refieres? ¿no ibas al colegio antes?
Aria se abofeteó mentalmente por meter la pata.
Aria: es una historia muy larga...
Dijo con pereza, Stefan sonrió. Se acomodó mejor en el asiento y se acercó un poco más a ella. Aria lo miró sorprendida por su repentina cercanía así que se hizo hacia atrás, Stefan agrandó más su sonrisa.
Stefan: tengo tiempo y estoy dispuesto a escucharte Aria
Aria: pero...
Justo en ese momento el maestro los retó.
Profesor: Salvatore, Benson, hagan silencio
Stefan y Aria lo miraron.
Aria: perdón
Stefan: lo siento
El profesor los miró con mala cara, se dio la vuelta y siguió escribiendo en el pizarrón.
Aria: viejo idiota, me calla para escribir, ni que estuviera dando una clase
Dijo en un susurro, Stefan rió a carcajadas. Aria abrió grandes los ojos, los iban a volver a retar por su culpa y así fue. El maestro se dio la vuelta enojado y les dijo.
Profesor: es mi última advertencia Salvatore y Benson, si los llego a escuchar hablar una vez más los mandaré a la dirección ¿entendieron?
Ninguno de los dos contestó, el profesor carraspeó molesto.
Profesor: ¿entendieron?
Aria y Stefan: si
Profesor: bien
Y se dio la vuelta para seguir escribiendo en el pizarrón, Aria suspiró. Ese viejo no le caía nada bien, la estaba tratando mal desde que puso un pie dentro del curso. Evidentemente la marcó por ingresar al colegio tan tarde.
Stefan la sacó de sus pensamientos, estaba muy cerca de ella susurrándole al oído.
Stefan: cuando termine esta aburrida clase me gustaría que me acompañes a la cafetería ya que después es la hora del almuerzo
Aria se separó rápidamente de él, había sentido mariposas en el estómago y no le gustó la sensación. Además tampoco le gustaba la idea de ir a comer con él, era demasiado para ella. Más de lo que podía soportar, lo miró con terror.
Aria: ¿qué?
Dijo despacio para que el profesor no la retara pero su voz salió temblorosa, Stefan le dedicó una sonrisa de medio lado.
Stefan: tranquila, no muerdo
Aria rió con sarcasmo.
Aria: muy gracioso
Stefan se acercó un poco más a ella, Aria contuvo el aire.
Stefan: ¿me acompañarás entonces?
Aria lo miró sorprendida.
Aria: ¿por qué?
Preguntó sin entender.
Aria: ¿por qué quieres que te acompañe?
Stefan le volvió a sonreír.
Stefan: sólo estoy tratando de ser amable
Aria se sintió estúpida, él quería ser bueno con ella y lo estaba tratando pésimo sólo por ser lindo. Suspiró y aceptó acompañar a Stefan.
Aria: de acuerdo, iré contigo a la cafetería
Stefan le dedicó una sonrisa triunfadora.
Stefan: gracias
Aria soltó una risa nerviosa y volvió a mirar el pizarrón tratando de calmar los nervios, la verdad es que Stefan la ponía muy nerviosa. Por un momento se arrepintió de aceptar su invitación pero ya no había vuelta atrás, ya le había dicho que si.
⚜️⚜️⚜️⚜️
Un rato después la clase terminó, Aria empezó a guardar las cosas en su bolso. Stefan hizo lo mismo, luego ambos se pusieron de pie.
Stefan se acercó a ella y le tomó la mano, Aria sintió una corriente eléctrica. Miró rápidamente sus manos unidas y luego miró a Stefan enarcando una ceja, apartó su mano.
Aria: ¿qué haces?
Stefan rió.
Stefan: calma Aria, no te enojes
Aria: no me tomes de la mano entonces, te conocí hace una hora
Stefan le sonrió.
Stefan: lo sé, sólo quería guiarte a la cafetería
Trató de excusarse pero la verdad era que ansiaba acercarse más a Aria, esa chica despertaba emociones en él. Sentimientos que hacía tiempo no sentía y que pensó que no iba a volver a sentir, Aria lo sacó de sus pensamientos.
Aria: escucha, no me perderé ¿de acuerdo? tengo 17 años, no hace falta que me lleves de la mano
Stefan suspiró.
Stefan: okay, ya lo dejaste claro Aria
Aria sonrió complacida.
Aria: bien, ahora si vamos
Stefan sonrió.
Stefan: vamos
Ambos salieron del aula y empezaron a caminar rumbo a la cafetería, cuando entraron Aria vio que estaba lleno de estudiantes. Muchos hacían fila para pedir la comida, Stefan se puso frente a ella. Aria frenó el paso y lo miró, Stefan sonrió y señaló la fila.
Stefan: vamos a pedir la comida ¿te parece?
Aria rió con sarcasmo.
Aria: no, no me parece, la verdad es que pensaba no comer
Stefan rió captando su ironía.
Stefan: eres muy sarcástica ¿sabías?
Aria se encogió de hombros restándole importancia al asunto.
Aria: si ¿qué con eso?
Y esbozó una sonrisa maliciosa, Stefan rió y se encaminó a la fila. Aria lo siguió, se quedaron esperando un rato hasta que sea su turno.
En ese tiempo Aria notó que Stefan no le quitaba la mirada de encima y se empezó a poner nerviosa otra vez, trató de no hacer contacto visual con esos lindos ojos verdes.
En cambio se concentró en los demás estudiantes que estaban almorzando felizmente. De repente sintió una mano en su brazo que la llevó hacia adelante, más que confundida preguntó.
Aria: ¿qu... qué?
Miró la mano en su brazo, luego subió la vista y se encontró con Stefan. Él era el que la había sujetado, Aria lo miró sin entender.
Aria: ¿qué pasa Stefan?
Stefan: ya es nuestro turno
Aria de repente empezó a notar el contacto de Stefan, la tenía sujetada del brazo y la había acercado a él quedando muy cerca el uno del otro. Provocaba que volviera a sentir esa molesta sensación de hormigueo en el estómago que nunca antes había sentido.
Asustada se soltó de su agarre y se alejó un poco de él recuperando su espacio personal, se cruzó de brazos y le dijo molesta.
Aria: ¿y no podías simplemente llamarme?
Stefan la miró divertido.
Stefan: lo hice
Aria lo miró sorprendida.
Aria: ¿en serio?
Stefan: si, te llame tres veces pero no te diste cuenta porque estabas perdida en tus pensamientos
Aria se sonrojó, miró el piso, de repente sintió que le acariciaban la mejilla. Levantó la vista y se encontró con Stefan sonriente, otra vez estaba a unos centímetros de ella. Aria pensó "¿qué rayos?".
Stefan: te ves tierna sonrojada
Aria se puso muy nerviosa, por suerte para ella en ese momento la cocinera los interrumpió.
Cocinera: ¿van a pedir algo o no? si no van a pedir nada quiténse del medio, hay gente esperando
Aria apartó la cara zafándose del agarre de Stefan y miró a la cocinera.
Aria: si, disculpe
La cocinera la miró con mala cara.
Aria: deme el menú que tenga para el día de hoy y algún postre
La cociera asintió, le entregó una bandeja con un plato de pasta, un vaso de coca-cola y un flan. Aria se apartó de la fila y se quedó esperando a Stefan.
Stefan: deme lo mismo que a ella
La cocinera le entregó también una bandeja, luego Aria y Stefan se sentaron en una mesa solos. Aria notó que muchas chicas la miraban con odio, seguro le tenían envidia.
Sintió que le hervía la sangre, le dieron ganas de gritarles que se metieran en sus asuntos y que dejaran de fijarse en la vida de los demás pero no quería tener problemas el primer día de clases. Hace poco estuvo por tener uno en la clase de historia gracias a Stefan, el susodicho la sacó de su ensimismamiento.
Stefan: ¿a que colegio ibas antes?
Aria: ¿ah... qué?
La verdad es que no lo había escuchado, Stefan rió a carcajadas. Aria lo miró confundida.
Stefan: te pregunté si a que colegio ibas a antes, nunca te vi en New Orleans y llevo algunos años viviendo aquí
Aria: lo que pasa es que yo no vivía aquí, me mudé hace unos días
Stefan: ¿dónde vivías antes?
Aria: en Nashville
Stefan: ¿y por qué te mudaste?
Aria: digamos que me obligaron, no quería venir aquí
Stefan: bueno me alegro que hayas venido
Dijo Stefan con una gran sonrisa, Aria en cambio lo miró con mala cara.
Aria: no deberías alegrarte
Stefan la miró confundido.
Stefan: ¿por qué?
Aria: digamos que no quiero vivir aquí
Stefan: ya me lo dijiste pero...
Y volvió a preguntar.
Stefan: ¿por qué?
Aria suspiró y le dijo.
Aria: perdona que sea tan cortante pero son asuntos personales y no te tengo la suficiente confianza como para decírtelo
Stefan: okay, entiendo, si no quieres contarme tranquila
Aria sonrió agradecida.
Aria: gracias por entender
Stefan: de nada
Le dijo Stefan con una sonrisa.
Stefan: pero ¿algún día me contarás?
Aria: ¿para qué quieres saber?
Stefan: me dio curiosidad, quiero saber más de tu vida, más sobre ti
Aria sintió que las mejillas se le estaban poniendo coloradas, miró su plato de pasta y dijo en un susurro.
Aria: por favor no me presiones, es difícil para mi, me cuesta hablar de ello, me cuesta contarlo
Stefan sintió más curiosidad todavía pero pensó que era mejor tratar de convencerla más adelante para que se lo contara. Estiró su mano por arriba de la mesa y sujetó la mano de Aria que estaba apoyada ahí.
Aria levantó la vista rápidamente, miró a Stefan y luego miró sus manos unidas. Stefan le dedicó una sonrisa comprensiva al tiempo que le acariciaba la mano con su dedo.
Stefan: no te preocupes, si tanto te cuesta decírmelo no lo digas
Aria tragó saliva, este chico era perfecto. Nerviosa apartó su mano y la apoyó en su regazo así Stefan no volvía a hacer el intento de sujetarle la mano, se esforzó para que le saliera la voz.
Aria: gra... gracias
Stefan le sonrió y le dijo.
Stefan: por nada Aria
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