Capítulo 21: Soy Un Monstruo

Sus padres la soltaron y la miraron sonrientes.

Klaus: volvamos a casa amor, debemos avisarles a tus tíos que eres una vampiresa

Hayley: si, deben estar ansiosos, están esperando que regresemos con noticias

Aria asintió pero luego dijo.

Aria: esperen

Klaus: ¿qué pasa?

Aria sonrió.

Aria: quiero hacer uso de mis nuevos poderes

Klaus y Hayley la miraron sorprendidos y luego soltaron una carcajada.

Klaus: ¿cómo cuál bebé?

Aria: quiero moverme a súper velocidad como haces siempre Klaus

Dijo Aria emocionada, Klaus sonrió.

Klaus: de acuerdo, ven, te mostraré como

Aria se acercó a su padre, se puso al lado de él y lo miró. Klaus la miraba divertido con una ceja levantada.

Klaus: mira y aprende hija

Dicho esto volvió a mirar al frente y desapareció, Aria vio que Klaus estaba a varios metros por delante de ella.

Klaus: no es como si no conocieras ya la velocidad vampírica pero te hago una pequeña demostración para que ahora trates de hacerlo tu

Dijo su padre orgulloso, estaba emocionado. Su hija era un vampiro como él, no podía ocultar la emoción que sentía. Ansiaba enseñarle a Hope todo lo que sabía.

Aria lo miró un poco nerviosa, ella de verdad quería moverse a esa velocidad pero le parecía difícil.

Aria: ¿de verdad podré hacer eso?

Sus padres volvieron a reír.

Klaus: por supuesto hija, ahora eres un vampiro

Aria suspiró y dijo con frustración.

Aria: pero parece difícil

Su madre se acercó a ella, se puso a su lado y le apoyó una mano en el hombro. Aria la miró, Hayley la miraba sonriente.

Hayley: no lo es hija, te parece complicado porque estás pensando como una humana lo haría

Klaus: exactamente, debes aceptar que ya no lo eres bebé, tu parte vampiro se manifestó por lo tanto moverte a velocidad vampírica te debería parecer simple

Aria asintió.

Aria: de acuerdo, supongo que tienen razón, esto es muy nuevo para mi pero lo intentaré

Luego dijo con una sonrisa radiante.

Aria: realmente me quiero mover así, parece divertido

Hayley: concéntrate

Le aconsejó su madre, Klaus la saludó divertido desde la distancia.

Klaus: trata de llegar a donde estoy yo

Hayley le sacó la mano del hombro, al igual que Klaus miró expectante a su hija. Aria se concentró, dijo en un susurro.

Aria: vamos Aria, sé que puedes hacerlo

Se sentía con una adrenalina incontrolable, no lo pensó mucho y corrió. Le dio la sensación de que todo a su alrededor permanecía inmóvil, como si el mundo se hubiera congelado y quedara estático. Pudo sentir también como el viento le golpeaba la cara y el cuerpo.

Todas esas sensaciones duraron unos segundos, cuando menos se dio cuenta se había detenido y estaba parada frente a su padre. Klaus sonrió orgulloso, se acercó a ella, estiró su mano y le acarició la mejilla.

Klaus: lo hiciste hija

Aria: supongo... que... si...

Aria seguía confundida, no podía creer que ella hubiera hecho algo así. Aún no podía creer que de ahora en adelante iba a poder moverse a velocidad vampírica cuando quisiera, Klaus rió a carcajadas.

Klaus: veo que estás sorprendida bebé

Dicho esto le sacó la mano de la mejilla, Hayley llegó donde ellos y miró a Aria sonriente.

Hayley: te acostumbrarás hija, es normal que te sientas abrumada por tus habilidades

Aria la miró y le dio la razón.

Aria: justamente eso es lo que siento mamá, me siento abrumada

Hayley la miró sorprendida, Klaus feliz.

Hayley: ¿me... me dijiste... mamá?

Era la primera vez que Aria llamaba mamá a Hayley sin pensar, Aria se encogió de hombros y sonrió.

Aria: supongo que si

Pero rápidamente agregó.

Aria: igual no te acostumbres, se me escapó

Hayley la miró un poco decepcionada, Klaus se acercó a su hija y le sostuvo la cara con sus manos. Aria lo miró, la mirada de su padre era de diversión.

Klaus: deberías llamarnos por lo que realmente somos, tus padres

Aria suspiró y se zafó de su agarre.

Aria: algún día Klaus

Luego cambió el tema, dijo con emoción.

Aria: quiero aprender más

Klaus y Hayley volvieron reír, Aria pensó en que era lo siguiente que quería aprender a hacer. Miró a su padre con una sonrisa.

Aria: quiero aprender a hipnotizar

Klaus la miró incrédulo, luego sonrió con suficiencia.

Klaus: ¿dónde quedaron tus principios hija?

Aria le preguntó confundida.

Aria: ¿a qué te refieres?

Klaus le contestó divertido.

Klaus: siempre me decías que no estaba bien hipnotizar a la gente para hacer cosas que no quieren

Aria puso cara de comprensión.

Aria: ah por eso me lo dices

Luego dijo restándole importancia al tema.

Aria: sigo pensando lo mismo, yo no hipnotizaré a la gente como tu

Luego se encogió de hombros.

Aria: sólo quiero aprender a hipnotizar porque todos los vampiros lo hacen, de lo contrario no me podría considerar una vampira, si no soy capaz de hacer algo tan simple para ellos...

Klaus rió y dijo.

Klaus: está bien, te enseñaré hija

Aria dio saltitos de alegría.

Aria: ¡genial! ¡gracias Klaus!

Su padre la miró sorprendido.

Klaus: si que quedaste risueña luego de convertirte

Aria dejó de saltar y dijo.

Aria: cierto

Klaus se puso a su lado.

Klaus: escucha lo que harás

Aria lo miró con atención, su padre señaló a una chica. Aria la miró.

Klaus: te acercarás a ella y le dirás que se tiene que ir del parque

Aria lo miró confundida.

Aria: ¿por qué le diré eso?

Klaus se encogió de hombros.

Klaus: puedes decirle lo que quieras, es lo primero que se me ocurrió

Aria rió.

Aria: que malo eres

Klaus dijo con una gran sonrisa.

Klaus: lo sé

Aria lo miró molesta y le golpeó el hombro.

Aria: ¡oye!

Klaus la miró confundido.

Klaus: ¿por qué te enojaste? no dije nada malo

Su hija lo miró confundida.

Aria: no lo sé

Klaus suspiró, le sujetó la cara con sus manos y le dijo serio.

Klaus: escúchame amor, debes controlar tus emociones

Aria preguntó preocupada.

Aria: ¿a... a qué... te refieres?

Klaus: me refiero a que cuando recién te conviertes en vampiro cambias de estado de ánimo muy rápido, todas tus emociones se intensifican

Al ver que su hija lo miraba con horror para tranquilizarla agregó.

Klaus: es sólo al principio

Aria asintió.

Aria: de acuerdo, lo tendré en cuenta

Klaus sonrió y le dio un beso en la frente, luego la soltó y le preguntó con una ceja levantada.

Klaus: ¿qué le dirás a esa chica?

Aria rió.

Aria: que vaya a pedir un helado supongo

Klaus rió, luego le hizo una seña con la mano para que avanzara.

Klaus: ve

Aria con toda la confianza del mundo caminó hacia la chica mientras pensaba "será fácil, puedo hacerlo así como también pude correr a velocidad vampírica porque tuve confianza y creí que iba a poder hacerlo" sonrió, cuando estuvo frente a ella la saludó.

Aria: hola

Chica: hola

Le respondió ella, Aria se dio la vuelta y miró rápidamente a Klaus. Su padre estaba al lado de Hayley y entre los dos le hicieron una seña positiva con la mano para darle ánimos. Aria volvió a mirar a la chica que la miraba confundida.

Chica: ¿necesitas algo?

Aria: yo...

Aria se había acercado más a ella con la intención de hipnotizarla sin embargo no pudo decir palabra porque volvió a sentir el sonido de latidos, eran los latidos del corazón de aquella chica y le estaban taladrando los oídos a Aria. Le costaba concentrarse, la chica trató de llamar su atención.

Chica: ¿hello?

Aria no le contestó, miró su cuello concentrándose en los latidos de su corazón. La chica preguntó más confundida todavía.

Chica: ¿en qué mundo te perdiste?

Aria sintió una sed repentina e intensa, notó como se le hacía agua la boca. La abrió ligeramente y sin previo aviso se abalanzó sobre la chica y le mordió el cuello.

Aria le clavó los colmillos e inmediatamente sintió el sabor de la sangre, una sangre mucho más deliciosa que la de la bolsa que había tomado hace un rato. Su sabor era incomparable, le daban ganas a Aria de beber y beber sin parar.

Esa sangre le hacía perder el control, escuchó como la chica gritaba sin embargo no pudo detenerse. La sensación de placer al beber de su sangre duró poco porque repentinamente estaba rodeada de unos fuertes brazos y lejos de esa chica que se sujetaba el cuello y la miraba con lágrimas en los ojos.

Aria volvió en si, se dio cuenta que Klaus la sujetaba. La tenía abrazada por la espalda, se tocó rápidamente la boca asustada y sintió que le chorreaba sangre. Se miró la camisa y estaba también manchada con sangre, gritó aterrada.

Aria: ¡pero...! ¡¿qué hice?!

Klaus: cálmate bebé

Klaus miró rápidamente a Hayley que los miraba preocupada y le dijo con seriedad.

Klaus: dale de beber tu sangre a esa chica y luego hipnótizala para que olvide lo que acaba de pasar

Hayley asintió aún preocupada, cuando se acercó a la chica ésta gritó aterrada aún sujetándose el cuello con su mano.

Chica: ¡aléjate de mi! ¡por favor! ¡no me hagas daño!

Aria al escuchar esas palabras sintió como se desmoronaba, se sintió extremadamente culpable. Pensó "yo le hice daño, fui yo, soy un monstruo".

Quiso correr y perderse en algún lado pero recordó que Klaus la estaba sujetando, trató de soltarse de su agarre.

Aria: ¡suéltame!

Klaus dijo con autoridad.

Klaus: no

Aria gritó desesperada.

Aria: ¡por favor Klaus! ¡suéltame! ¡no quiero estar aquí!

Klaus: no te preocupes, no nos quedaremos por más tiempo, ahora mismo volvemos a casa

Aria soltó un sollozo.

Aria: ¡soy un monstruo!

Klaus: no digas esas cosas

Le dijo Klaus con seriedad, Aria no le hizo caso.

Aria: ¡soy una abominación!

Klaus: ¡te dije que no hablaras así!

Le ordenó su padre con poca paciencia, Aria sintió un escalofrío ante la intensidad de su orden. Guardó silencio pero sintió como las lágrimas caían por sus mejillas, soltó otro sollozo. Klaus le dijo impaciente a Hayley.

Klaus: apúrate lobita

Hayley: ya casi termino

Hayley había sujetado a la chica y le estaba dando de beber su sangre. Luego la soltó, le sujetó la cara con las manos y le dijo.

Hayley: olvidarás todo lo que acaba de pasar

La chica vio como sus pupilas se dilataban y luego se contraían, luego pestañeó y Hayley la soltó.

Hayley: ya está

Klaus: bien, vámonos

Klaus soltó a su hija con la intención de alzarla pero Aria al sentir que su padre la había soltado quiso escapar, ansiaba estar sola. Se sentía terriblemente mal y culpable, con remordimiento.

Había lastimado a esa chica sólo por acercarse a hablar con ella, no quería pensar que hubiera ocurrido si Klaus no la hubiera detenido ¿la habría matado? seguro que si, pensó con amargura ¿de ahora en adelante así iban a ser las cosas cada vez que se acercara a los humanos?

Aria corrió a velocidad vampírica sin un rumbo fijo sin embargo antes de decidir a donde podría ir Klaus se apareció delante de ella haciendo que Aria frenara en seco, antes de que ella pudiera correr en otra dirección su padre la atrapó rápidamente, la sujetó de los brazos y la acercó de un tirón a él. Su mirada era muy seria, Aria soltó un sollozo.

Klaus: ¿a dónde pensabas ir?

Aria gritó frustrada.

Aria: ¡yo que sé! ¡sólo me quiero ir de aquí!

Trató de zafarse del agarre de Klaus pero no pudo. A pesar de que ahora era una vampiresa y era mucho más poderosa que antes, su fuerza y su velocidad no se comparaban a la de Klaus.

Su padre era el híbrido original, siempre iba a ser más poderoso, rápido y ágil que ella además de que le llevaba más de mil años de experiencia en cuanto a ser un vampiro.

Aria: ¡déjame ir!

Klaus le gritó frustrado.

Klaus: ¡ya basta hija!

Aria lloró más todavía, Klaus suspiró y le dijo.

Klaus: sé que te sientes muy mal por lo que acaba de pasar pero la culpa no fue tuya

Aria lo miró confundida.

Aria: ¿qu... qué?

Klaus: la culpa fue mía, fue una imprudencia de mi parte mandarte a hablar con esa chica cuando te acabas de convertir en vampiro, es sólo que... no pensé que pudieras llegar a tener sed, bebiste una bolsa entera, aún así fue algo estúpido dejarte que te acercaras a ella

Aria soltó otro sollozo.

Aria: no me quieras hacer sentir mejor, la culpa fue mía, tu no me obligaste a beber de ella, no sé por qué lo hice, no me pude controlar

Lloró más todavía.

Aria: ¡soy un fenómeno! ¡no merezco vivir!

Klaus la zarandeó ligeramente para que lo mirara, Aria lo miró. La mirada de su padre era más seria que nunca.

Klaus: vuelve a decir algo parecido y estarás de penitencia ¿entendiste?

Aria trató de soltarse de él pero no podía.

Aria: ¡déjame en paz!

Gritó desesperada.

Klaus: estás advertida

Le dijo su padre con seriedad, Hayley carraspeó tratando de llamar su atención. Klaus y Aria la miraron, la lobita estaba de brazos cruzados mirándolos. Había estado observándolos desde que Klaus había atrapado a Aria sin embargo no se había metido en la discusión.

Hayley: ¿podemos continuar con esta conversación en casa?

Klaus asintió, Aria los miró enojada. Empezó a hacer berrinches.

Aria: ¡no quiero volver!

Klaus volvió a mirarla serio.

Klaus: no me importa y a tu madre tampoco, volverás a casa quieras o no

Aria: ¡vayanse a la mierda!

Gritó Aria furiosa, hizo un último intento de soltarse del agarre de Klaus. Fue en vano, su padre sabía que si la soltaba iba a tratar de volver a escapar así que para evitarlo la pegó a él con un brazo inmovilizándola y con el otro le sujetó las piernas. De esa manera la alzó como si fuera una princesa y caminó en dirección al auto, Aria le golpeó el pecho con su mano furiosa.

Aria: ¡bájame maldito híbrido! ¡suéltame! ¡no quiero ir a la mansión!

Klaus no le contestó, Hayley se puso a su lado y siguieron caminando. Su hija volvió a gritar.

Aria: ¡tengo la camisa manchada de sangre! ¡Rebekah, Elijah y Camille me atosigarán a preguntas!

Klaus: no tienes que responderlas si no quieres bebé, con tu madre podemos explicarles lo que pasó, mientras tanto tu espera en tu cuarto, luego de habar con ellos hablaremos contigo

La miró con seriedad.

Klaus: no permitiré que digas que eres un monstruo, una abominación, un fenómeno y mucho menos que digas que no quieres vivir por haber lastimado a una chica involuntariamente

Hayley: tu padre tiene razón Hope, no te eches la culpa, lo que te pasó es normal, es lo natural en los vampiros novatos

Aria lloró y gritó.

Aria: ¡no quiero ser un vampiro!

Klaus: ya lo eres amor

Dijo Klaus con un exceso de sinceridad, Aria lo fulminó con la mirada.

Aria: ¡vete a la mierda!

Cuando llegaron al auto Hayley abrió la puerta del asiento de atrás y le dejó lugar a Klaus para que subiera a Aria. Klaus dejó a una furiosa Aria dentro del auto y le abrochó el cinturón de seguridad.

Luego él y Hayley se subieron al auto y emprendieron el camino de regreso a la mansión, durante el viaje Aria no quiso hablar. Se limitó a mirar por la ventana perdida en sus pensamientos mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Sus padres tampoco le dijeron nada porque Klaus ya le había dicho que iban a hablar a solas con ella en la mansión luego de poner al tanto de los nuevos hechos a Rebekah, Elijah y Camille.

Cuando finalmente llegaron y estacionaron el auto, Klaus y Hayley bajaron pero Aria no quiso bajar. Klaus abrió la puerta de su lado y la miró con seriedad.

Klaus: o bajas por tu cuenta o te obligo, elije

Aria soltó un sollozo, se cruzó de brazos sin la más mínima intención de bajar del auto y volvió a mirar al frente.

Aria: vete al infierno

Dado que no era la respuesta que Klaus estaba esperando la atrapó y la bajó del auto a la fuerza, la alzó y la puso sobre su hombro mientras se dirigía a la mansión. Aria pataleó y le golpeó la espalda enojada.

Aria: ¡suéltame! ¡bájame!

Klaus: no me arriesgaré, de seguro intentarás escapar de nuevo como en el parque, no soy estúpido

Aria: ¿y qué harás entonces para evitarlo?

Klaus sonrió con malicia y dijo con tranquilidad.

Klaus: cuando atravesemos esa puerta

Señaló la puerta de entrada divertido, Aria se esforzó para mirar hacia donde señalaba Klaus. Vio la puerta cada vez más cerca.

Klaus: te hipnotizaré para evitar que escapes amor

Aria volvió a mirar al frente y dijo frustrada.

Aria: maldito híbrido

Klaus: es por tu bien

Aria: cállate

Klaus: el tonito amor, soy tu padre

Aria: vete a la mierda

Klaus decidió no contestar, estaba de pie frente a la puerta principal. Con una mano la abrió y entró seguido de Hayley, apenas estuvieron adentro Klaus bajó a su hija.

Ella se dio lentamente la vuelta sabiendo que los demás miembros de su familia los estaban mirando, ellos al ver a su sobrina soltaron un gritito se asombro.

Camille: ¿Hope?

La llamó Camille anonadada.

Rebekah: ¿qué pasó sobrinita?

Preguntó Rebekah sorprendida señalando su camisa manchada de sangre.

Elijah: asumo que ya eres una vampiresa

Dijo Elijah más para si que para los demás, Aria suspiró. Klaus levantó una mano para que los demás no hicieran más comentarios. Elijah, Rebekah y Camille entendieron porque no volvieron a decir nada.

Klaus: yo les explicaré lo que pasó, mi hija no está de ánimos

Dicho esto atrapó a Aria antes de que huyera hacia algún lado de la casa, le sujetó el brazo y la acercó a él. Aria lo miró y tragó saliva, Klaus esbozó una sonrisa maliciosa. Le sujetó la cara con sus manos y dijo.

Klaus: ahora subirás a tu cuarto, esperarás pacientemente ahí a que tu madre y yo vayamos a hablar contigo y no saldrás de la mansión hasta nuevo aviso

Aria vio como las pupilas de Klaus se dilataban y se contraían. Cuando su padre terminó de hipnotizarla la soltó, su hija pestañeó. Luego fulminó a Klaus con la mirada.

Aria: vete al infierno

Klaus sin decir nada señaló la escalera, Aria soltó un bufido. Dio media vuelta y subió a su cuarto sin poder evitarlo, estaba bajo los efectos de la compulsión.
Cuando llegó cerró la puerta dando un portazo, se cubrió la cara con las manos y lloró con más intensidad. Todavía se le venían imágenes a la cabeza de la cara de horror de la chica cuando la hirió.

Imágenes de esa chica sujetándose el cuello manchado de sangre. Imágenes de ella misma, de su camisa cubierta de sangre. Aria gritó sin poder contenerse.

Aria: ¡¿por qué?!

Se lanzó en la cama y agarró un almohadón abrazándolo al tiempo que seguía llorando y sintiendo remordimiento.

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