Capítulo 19: No Quiero Ser Un Vampiro

Luego de un día... el cual a Aria le pareció eterno, finalmente anocheció así que ella aprovechó para acostarse ya que al día siguiente tenía que ir al colegio.

Cuando despertó por la mañana se levantó y se dirigió al armario para buscar su uniforme. Se sorprendió al no encontrarlo, revolvió toda la ropa pero aún así no lo veía. Aria estaba confundida.

Aria: pero... ¿qué?

Agarró cada una de sus prendas y las lanzó en la cama, Rebekah entró a su cuarto y la miró confundida.

Rebekah: Hope... ¿qué haces?

Aria la miró con dos prendas de ropa en sus manos y con cara de desesperación, Rebekah se contuvo para no reír. Miró la cama de su sobrina y luego la miró a ella.

Rebekah: no lo puedo creer

Dijo sonriente.

Rebekah: tu cuarto es un desastre, es raro viniendo de ti sobrinita

Al decir eso hizo un puchero, Aria rodó los ojos.

Rebekah: siempre eres tan ordenada...

Aria la interrumpió, lanzó las prendas que tenía en las manos arriba de la montaña de ropa que yacía sobre su cama y miró a su tía de brazos cruzados.

Aria: tía pasó algo muy raro

Dijo con una expresión seria, Rebekah inmediatamente dejó la burla y la diversión de lado y miró a su sobrina preocupada.

Rebekah: ¿qué pasó Hope? ¿a qué te refieres?

Aria: mi uniforme desapareció

Luego extendió los brazos y dijo con exasperación.

Aria: ¡no lo encuentro por ningún lado!

Rebekah la miró sorprendida, luego lanzó una carcajada, Aria la miró enarcando una ceja.

Aria: ¿qué?

Su tía seguía riendo, Aria se molestó. Se volvió a cruzar de brazos.

Aria: no es tan gracioso

Rebekah paró de reír, se secó una lágrima del ojo y miró a Aria con una sonrisa.

Rebekah: perdona, es que... cuando vi tu expresión recién... creí que se trataba de algo más serio

Esta vez Aria rió a carcajadas.

Aria: por favor ¿qué tema serio tendría para contarte?

Aria, al notar la seriedad con la que repentinamente la miraba Rebekah. Tragó saliva nerviosa.

Rebekah: bueno...

Rebekah no sabía si decirle o no.

Aria: dime

La vampiresa se mantuvo callada unos segundos pero ya no había vuelta atrás, había despertado la curiosidad de Aria.

Aria: tía Bekah...

Rebekah: anoche te escuché hablando en sueños

Dijo su tía en un susurro, Aria la miró con incredulidad.

Aria: ¿qué?

Rebekah se acercó a ella y le dijo en secreto.

Rebekah: creo que soy la única que lo sabe, de lo contrario Nik ya habría venido a verte, me parece raro que no lo haya hecho, estoy segura que es porque no te escuchó

Aria se asustó ¿qué era lo que había dicho? se alejó de su tía y la miró asustada.

Aria: ¿por eso viniste a verme apenas me desperté?

La vampiresa original asintió.

Rebekah: así es

Aria no podía dejar de pensar... ¿qué era lo que había escuchado su tía? una idea horrible se le cruzó por la mente.

¿Y si había nombrado a Stefan en sueños? ¿y si su tía ya había descubierto su amistad con el vampiro? cuando reparó en esa posibilidad sintió mucha vergüenza sin embargo las siguientes palabras de Rebekah la hicieron cambiar de opinión.

Rebekah: quería cerciorarme de que estuvieras bien

De un segundo al otro la vergüenza que Aria sentía se esfumó, ese sentimiento fue reemplazado por miedo y terror ¿por qué motivo ella no iba a estar bien?

Aria: ¿qu... qué quieres decir? ¿por qué no lo estaría?

Preguntó sumamente asustada, Rebekah se acercó a ella. Le apoyó las manos en los hombros y la miró con compasión, Aria tragó saliva.

Rebekah: anoche te escuché hablando de sangre, hablabas en susurros sin embargo yo aún no me había dormido y te escuché perfectamente

Aria abrió grandes los ojos.

Aria: ¡¿qué?!

Su tía le tapó rápidamente la boca.

Rebekah: shh...

Y le sacó la mano, Aria no lo podía creer ¿qué acababa de decir su tía? ¿cómo era posible siquiera? antes de que pudiera preguntar algo su padre entró a su cuarto preocupado.

Klaus: hija

La llamó, Aria lo miró asustada, no terminaba de reaccionar. La confesión de Rebekah fue demasiado ¿ella soñando con... sangre? ¿qué significaba aquello?

Klaus a velocidad vampírica se puso delante de ella y le sujetó la cara con sus manos al tiempo que la miraba afligido, en cambio Aria estaba con la mirada perdida. Se encontraba demasiado perdida en su mundo.

Klaus: bebé

La volvió a llamar su padre, Aria salió de sus pensamientos.

Aria: ah... ¿qué?

Klaus la miró serio.

Klaus: ¿qué te pasa?

Aria soltó una risa nerviosa.

Aria: ¿a qué te refieres? no me pasa nada

Klaus la miró más serio todavía.

Klaus: no me mientas amor, estás rara además te acabo de escuchar gritar, me asustaste, inmediatamente subí a ver que te pasaba pero ahora estoy más preocupado que antes

Aria le preguntó confundida.

Aria: ¿por qué dices eso Klaus?

Klaus: no reaccionas, estás como embobada

Rápidamente Rebekah agarró a su sobrina del brazo y la atrajo de un tirón hacia ella provocando que Klaus la soltara. Cuando Aria estuvo a su lado le rodeó los hombros con su brazo y miró a Nik despreocupadamente.

Rebekah: pff... no le pasa nada Nik, no seas paranoico

Dijo con una expresión de tranquilidad restándole importancia al tema. Aria no entendía por qué Rebekah no le quería decir nada a Klaus de lo que había pasado, el híbrido miró con una sonrisa maliciosa a su hija y a su hermana.

Klaus: como le dije a un buen amigo una vez... tengo más de mil años, difícilmente me pueden engañar

Aria rió mentalmente y se sintió orgullosa, pensó "el otro día te engañé y no te diste cuenta Klaus" sin embargo era consciente de que esa vez no iba a poder mentirle. Klaus la volvió a sacar de sus pensamientos, la miraba serio.

Klaus: ¿y bien? ¿quién hablará? ¿serás tu hija o...?

Miró a Rebekah con una sonrisa maliciosa.

Klaus: ¿o tu hermanita?

Ninguna de las dos dijo nada, Klaus al poco tiempo perdió la paciencia. Se encogió de hombros y dijo.

Klaus: como quieran

En un ágil movimiento atrapó a Aria separándola de Rebekah, la acercó a él mientras la sujetaba de los brazos. Aria lo miró confundida, Klaus se había movido tan rápido que no percibió sus movimientos. Su padre le sonrió.

Rebekah: ¡Nik!

Gritó su hermana molesta, Klaus rió. Miró a su hermana con una ceja levantada.

Klaus: te lo advierto hermanita, si no me dices en este preciso momento que le pasa a mi hija haré lo más fácil

Aria preguntó con curiosidad.

Aria: ¿qué vendría a ser eso?

Klaus dejó de mirar a Rebekah y la miró divertido.

Klaus: pues hipnotizarte bebé, nunca falla

Aria lo miró con horror, trató de soltarse del agarre de su padre pero no pudo. Klaus la acercó más a él, Aria tragó saliva.

Klaus: de esta no escaparás amor

Dijo más divertido todavía.

Klaus: bueno... dado que Rebekah no se digna a hablar creo que te hipnotizaré

Aria lo miró asustada, no quería que Klaus la hipnotizara. Capaz que le relataba su sueño, desesperada trató de zafarse de él pero fue en vano.

Aria: ¡suéltame!

Klaus la miró serio.

Klaus: quiero saber que te está pasando y quiero saberlo ahora, tengo derecho al querer estar al tanto, soy tu padre ¿por qué Rebekah lo sabe y yo no?

Aria no sabía que contestar, su tía habló salvándola de la situación.

Rebekah: ¡ya basta Nik!

Klaus la miró, Rebekah suspiró.

Rebekah: te lo diré, no quería hacerlo porque no quería preocuparte

Aria tragó saliva nerviosa ¿tan grave era la situación? sintió que Klaus la soltaba y miraba a Rebekah de brazos cruzados.

Klaus: ¿a qué te refieres? dímelo de una vez

Rebekah dijo en un susurro.

Rebekah: anoche Hope soñó con sangre

Klaus la miró sorprendido.

Klaus: ¿co... cómo lo sabes?

Era la primera vez que Aria escuchaba a su padre tartamudear, Rebekah dijo seria.

Rebekah: la escuché hablando en sueños, yo aún estaba despierta

Klaus siguió anonadado por unos cuantos segundos, acto seguido esbozó una sonrisa radiante. Aria y Rebekah lo miraron confundidas.

Klaus: ¡esa noticia me alegró el día!

Aria lo miró más confundida todavía.

Aria: ¿qué qué?

Klaus se giró hacia ella con una gran sonrisa, rápidamente la alzó y la puso sobre su hombro. Dio unas cuantas vueltas con ella en brazos al tiempo que reía.

Aria: ¡para Klaus! ¡me estás mareando!

Se quejó su hija, Klaus se quedó quieto. Estaba tan contento que no pudo evitarlo.

Klaus: perdón bebé, no fue mi intención

Aria: ¿se puede saber qué te pasa?

Rebekah: si Nik ¿qué te pasa?

Preguntó su hermana confundida.

Klaus: es el segundo día más feliz de mi vida

Confesó el híbrido con una gran sonrisa.

Aria: ¿what?

Aria no entendía que rayos le pasaba a Klaus, su padre rió.

Klaus: el primero fue cuando te encontré hija

Aria perdió la paciencia, quería explicaciones en ese instante.

Aria: ya bájame y explícame

Klaus rió a carcajadas, bajó a su hija. Apenas ella tocó el piso la abrazó, le acarició el pelo con ternura.

Klaus: no te asustes bebé pero... que hayas empezado a soñar con sangre quiere decir que inconscientemente estás comenzando a sentir sed

Aria tragó saliva.

Aria: se... ¿sed?

Klaus sonrió más.

Klaus: así es, sed de sangre, tu parte vampiro está empezando a despertar y no hay nada que me haga más feliz, finalmente serás como yo y tus tíos hija, una verdadera Mikaelson

Aria sintió un escalofrío, se separó bruscamente de Klaus y gritó desesperada.

Aria: ¡no!

Klaus la miró con incredulidad.

Aria: ¡no quiero ser un vampiro! ¡no quiero!

Gritó asustada, Rebekah trató de consolarla.

Rebekah: calma Hope

Aria no le prestó atención.

Aria: ¡no! ¡esto no puede estarme pasando!

Klaus: hija, tranquílizate

Aria tampoco escuchó a Klaus.

Aria: ¡no! ¡no quiero! ¡no quiero! ¡no quiero!

Gritó encaprichada y descontrolada, Klaus la sujetó de los hombros y la zarandeó ligeramente para captar su atención.

Klaus: mírame amor, por favor

Aria dejó de gritar y lo miró, sintió que una lágrima resbalaba por su mejilla. Otra vez se había largado a llorar sin poder evitarlo, se sentía abrumada. Eran demasiadas cosas en poco tiempo.

Aria pensó con tristeza "es lo único que me faltaba, ahora seré una freak, no puedo creerlo, sólo quiero ser normal ¿por qué no puedo ser normal? ah cierto, por culpa de Klaus, él y sus malditos genes".

Klaus la miró con una sonrisa tratando de consolarla, él estaba muy feliz de que a su hija se le empezara a manifestar su verdadera naturaleza. Se sentía orgulloso y le costaba no demostrarlo pero tenía que hacer un esfuerzo.

Evidentemente su hija no la estaba pasando bien, Klaus sabía que a ella le daba miedo convertirse en una híbrida por ese motivo tenía que tranquilizarla primero para luego recordarle y hacerle entender que no era tan malo como pensaba.

Klaus: recuerda la conversación que tuvimos con tu tío Elijah

Le dijo con una mirada consoladora, Aria lo miró fijamente. Su padre prosiguió.

Klaus: cuando me dijiste que no querías ser una híbrida porque estabas asustada y yo te expliqué los motivos por lo que no era tan terrible como te imaginabas

Aria asintió.

Aria: cierto

Klaus sonrió más.

Klaus: sabiendo eso... ¿no te gustaría que tu naturaleza sobrenatural despertara de una vez? ¿ser una híbrida?

Aria negó rápidamente con la cabeza, Klaus rió.

Klaus: vamos bebé, cambia esa cara, no estés tan preocupada y nerviosa, te aseguro que es genial ser sobrenatural

Rebekah se acercó a ellos y miró a su sobrina con una sonrisa.

Rebekah: tu padre tiene razón, te sentirás superior al resto

Klaus: exactamente

Aria se separó de Klaus, se cruzó de brazos y dijo apenada.

Aria: la verdad... no quiero experimentarlo, quiero ser una humana

Klaus le dijo con un exceso de sinceridad.

Klaus: no tienes opción bebé, lo llevas en la sangre

Aria lo señaló repentinamente molesta.

Aria: ¡por tu culpa maldito híbrido!

Klaus la miró sorprendido.

Klaus: ¿por qué te la agarras conmigo?

Aria dijo obvia.

Aria: ¡porque tu eres el culpable, heredé todo de ti!

Luego suspiró y dijo en un susurro al tiempo que miraba el suelo.

Aria: ¿por qué no podías ser un humano común y corriente Klaus?

Klaus rió a carcajadas, Aria levantó la vista del piso y lo miró enojada mientras se cruzaba de brazos. Cuando Klaus dejó de reír la miró divertido.

Klaus: agradece que no lo soy hija de lo contrario no existirías, yo debí haber muerto hace mil años

A Aria no le quedó otra que darle la razón.

Aria: tienes toda la razón Klaus

Luego se encogió de hombros.

Aria: supongo que no te puedo reclamar nada entonces

Su padre volvió a reír y sin previo aviso la abrazó.

Klaus: te amo hija

Aria lo abrazó también y sollozó en su pecho.

Aria: no... no estoy... no estoy preparada Klaus

Klaus le acarició la espalda y le dijo tratando de hacerla sentir mejor.

Klaus: shh... tranquila, que hayas soñado con sangre no quiere decir que hoy mismo te convertirás en vampiro

Aria se separó de él y lo miró sorprendida, se secó las lágrimas y preguntó.

Aria: ¿no?

Su padre le sonrió.

Klaus: no, no sabemos cuando pasará, sólo sabemos que dentro de poco...

Aria lo interrumpió, soltó una risa sarcástica.

Aria: y se supone que lo que me estás diciendo me hará sentir mejor...

Esta vez Klaus la interrumpió.

Klaus: pero puedes quedarte tranquila de que no será hoy

Aria suspiró, luego preguntó asustada.

Aria: ¿y mañana?

Klaus rió.

Klaus: tampoco amor, no creo que sea tan rápido pero calculo que aún así no debe faltar mucho tiempo, estamos hablando de la parte vampiro, la parte licántropa y bruja no sé cuando se manifestarán

Aria: espero que en otra vida

Dijo Aria enojada, Klaus y Rebekah rieron.

Klaus: lo que tienes que saber es que nosotros te ayudaremos

Rebekah: escucha a tu padre Hope, nosotros estaremos ahí para ti

Aria sonrió feliz.

Aria: muchas gracias, realmente necesitaré su ayuda, tienen más de mil años de experiencia en el tema

Klaus y Rebekah volvieron a reír. Aria de repente reparó en los demás miembros de su familia, confundida preguntó.

Aria: ¿dónde están los demás?

Rebekah: salieron

Dijo Rebekah con una sonrisa, Aria asintió entendiendo.

Aria: con razón no subieron al cuarto cuando empezamos a hablar de esto

Klaus: exacto

Klaus la miró con una sonrisa radiante.

Klaus: si tu madre estuviera en la mansión habría sido la primera en subir

Aria soltó una risita.

Aria: no lo dudo

Luego se acordó por qué había salido todo el tema, ella estaba buscando su uniforme. Miró su reloj, ya era tarde para ir al colegio y además ya no tenía ánimos.

Se sentía nerviosa, preocupada, cansada y ansiosa luego de enterarse que había soñado con sangre y que posiblemente su lado vampiro estaba saliendo a la luz ¿y si iba al colegio y de la nada le agarraba una sed incontrolable y le mordía el cuello a alguna chica? quiso llorar cuando pensó en eso. Klaus la volvió a sacar de su ensimismamiento, la miraba serio.

Klaus: hija

Aria lo miró confundida.

Aria: ¿me hablabas?

Klaus: ¿y ahora por qué tienes esa cara?

Preguntó Klaus un poco cansado, estaba muy feliz con el hecho de que su hija se convirtiera en un ser sobrenatural pero al mismo tiempo le dolía mucho verla así, tan nerviosa, asustada y preocupada.

Aria: estaba pensando que ya no quiero ir al colegio, estoy cansada, como que no tengo ganas

Klaus asintió con una sonrisa.

Klaus: mejor si no quieres ir bebé, la mansión no es lo mismo sin ti

Rebekah: exacto, se nota un vacío cuando no estás

Aria rodó los ojos.

Aria: pff... exagerados

Se encogió de hombros.

Aria: ni modo

Luego se volvió a preocupar, miró asustada a Klaus y Rebekah.

Aria: además de que no tengo ganas... tengo miedo ¿qué pasa si hoy voy al colegio y de la nada me agarra una sed incontrolable y le muerdo el cuello a una chica inocente?

Klaus y Rebekah la miraron sorprendidos, luego estallaron en carcajadas. Aria los observó confundida.

Klaus: no funciona así amor

Rebekah: no será un cambio tan brusco, quédate tranquila

Aria: ¿y cómo pueden estar tan seguros?

Preguntó Aria escéptica.

Klaus: tenemos años de experiencia en el tema hija como bien dijiste

Rebekah: al principio si sentirás una sed poderosa pero es cuestión de que tengas sangre a mano para saciarla, te podemos dar bolsas porque sabemos que no quieres lastimar a nadie, luego aprenderás a controlar la sed, además con un poco de tiempo no será tan intensa como cuando recién te conviertes, no la sentirás a menos que lleves mucho tiempo sin alimentarte

Klaus siguió hablando de lo que estaba diciendo su hermana.

Klaus: además amor apenas se manifieste tu parte vampiro puedes resistir durante un tiempo la sed, para evitar problemas tienes que tomar sangre de inmediato, no esperar mucho tiempo, de ese modo no lastimarás a nadie, a lo que me refiero es que no es que sentirás esa gran sed y a la primera persona que se te cruce atacarás, puedes controlarte, tienes que ser muy cuidadosa

Aria asintió.

Aria: entiendo, en definitiva tendré una serie de señales, me daré cuenta cuando tenga sed, si tomo la sangre de bolsa lo antes posible no habrá problemas

Klaus y Rebekah: exacto

Aria sonrió y dijo más animada.

Aria: ustedes me ayudarán así que me quedaré tranquila

Luego dijo para sí misma tratando de darse ánimos.

Aria: yo puedo, yo Aria Benson puedo hacerlo

Klaus y Rebekah volvieron a reír, Klaus se acercó a Aria. Extendió la mano y le acarició la mejilla al tiempo que le sonreía, su hija lo miró.

Klaus: eres tan graciosa

Luego dijo con una sonrisa mayor.

Klaus: estoy orgulloso de ti, sé que lo harás bien

Aria: gra... gracias

Dijo Aria tímidamente, Klaus de repente se dio cuenta que el cuarto de su hija estaba hecho un desastre. Sacó la mano de la mejilla de Aria y la miró con una ceja levantada.

Klaus: ¿qué le pasó a tu cuarto amor? ¿por qué tienes toda la ropa sobre la cama?

Aria suspiró.

Aria: bueno porque estaba buscando el uniforme del colegio, como no lo encontraba saqué toda la ropa y la tiré en la cama

Klaus iba a decir algo pero Aria lo interrumpió. Se encogió de hombros y dijo restándole importancia.

Aria: igual ya no importa, no iré hoy

Klaus la miró con una sonrisa.

Klaus: como quieras bebé, en cuanto a tu uniforme... está en el lavadero

Aria lo miró sorprendida.

Aria: ¿qué? ¿por qué?

Klaus: tu madre lo sacó anoche de tu cuarto y lo puso en el lavarropas

Aria soltó un bufido.

Aria: me hubiera avisado

Y miró su cama, soltó un suspiro.

Aria: ¿quién me ayudará ahora a ordenar todo?

Rebekah se ofreció con una sonrisa.

Rebekah: yo te ayudaré sobrina

Aria la miró agradecida.

Aria: muchas gracias tía

Se acercó a ella y la abrazó, Rebekah rió y le correspondió el abrazo. Klaus las miró sonriente.

Klaus: bueno yo las dejo, debo salir por unos asuntos

Aria y Rebekah se separaron y asintieron, Klaus se acercó a su hija y le acarició la mejilla con su mano.

Klaus: adiós hija

Aria: adiós

Su padre se fue del cuarto, Aria miró a Rebekah.

Aria: ¿empecemos tía? no me gusta ver mi cuarto así

Rebekah soltó una carcajada.

Rebekah: empecemos

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