Capítulo 10: Poniéndose al Corriente Parte 2/3
Aria tomó aire y preguntó.
Aria: ¿en qué habíamos quedado?
Stefan: quería saber si Klaus te había hablado de Elena
Aria: si, me dijo que ella era la siguiente doble, la usó en el sacrificio pero no murió porque sus amigos hicieron algo, dijo que ella tenía una amiga bruja que seguro que la ayudó, también me dijo que ahora es un vampiro
Stefan: así es
Aria: ¿la conoces?
Stefan: si, ella fue mi novia, es más, yo estuve presente la noche en que tu padre rompió la maldición, presencié todo
Aria lo miró con horror.
Aria: ¿por qué? ¿qué hacías ahí? ¿habías ido por Elena?
Stefan: en realidad no, Elena había aceptado participar en el ritual, no quiso huir de Klaus como lo hizo Katherine
Aria: entonces si no fuiste a salvarla a ella... ¿por qué fuiste?
Stefan: fui a salvar a su tía, antes de que empezara el ritual me enteré que la tía de Elena era el vampiro que Klaus iba a usar en el sacrificio, yo había ido para que me cambiara a mi por ella
Aria lo miró con horror.
Aria: y Klaus no te cambió por ella porque...
Stefan: eso te lo contaré luego
Aria preguntó con curiosidad.
Aria: ¿por qué?
Stefan sonrió.
Stefan: porque te estás adelantando en mi historia, eso tiene que ver con como me conoció Klaus
De repente Aria entendió.
Aria: o sea que Klaus no te quiso usar en el ritual porque ya te conocía, no era la primera vez que lo veías
Stefan: exactamente
Aria suspiró.
Aria: okay, esto es demasiado
Stefan: si Klaus se entera que te estoy contando todo esto...
Dijo Stefan preocupado, Aria lo interrumpió.
Aria: no lo sabrá, además sé que cambió pero aún así es un poco difícil para mi escuchar todo lo que hizo pero él mismo me dijo que era despiadado, así que no me sorprende, ahora... quería hablar de Elena, así que fue tu novia
Stefan: si
Luego pensó que tenía sentido ya que era la doble que le seguía a Katherine, es decir que era igual que ella. Por lo tanto era lógico que Stefan se hubiera enamorado de ella también.
Aria: tiene sentido, es igual a Katherine
Stefan rió, Aria no pudo evitar preguntar.
Aria: ¿por qué ya no es tu novia?
Stefan: porque Damon también estaba enamorado de ella y bueno... ella me dejó por él
Aria sintió lástima por Stefan.
Aria: cuanto lo siento Stefan
Stefan sonrió.
Stefan: no te preocupes, eso fue hace muchos años, ya la superé, llegamos a ser muy amigos pero hace mucho tiempo que no la veo, Damon cortó con ella hace varios años y bueno... tomó su camino, no sé donde estará viviendo ahora
Aria: entiendo, me alegro que tu y Damon no se llegaran a odiar por eso, es algo complicado que estén enamorados de la misma chica
Stefan rió.
Stefan: la verdad si
Aria: ¿y Damon? ¿dónde está ahora? ¿también tomó su propio camino como Elena?
Stefan: no
Dijo Stefan divertido.
Stefan: él vive conmigo aquí en New Orleans desde hace 5 años
Aria: que bueno, me alegro por ti Stefan
Dijo con una sonrisa.
Aria: me encantaría volver a vivir con mis hermanos
Puso cara de melancolía, luego miró a Stefan con curiosidad.
Aria: ¿volviste a estar con alguien luego de Elena?
Stefan enarcó una ceja.
Stefan: cuanta curiosidad por mi vida amorosa
Aria sintió que sus mejillas se sonrojaban, trató de justificarse.
Aria: eh... no... yo... me quedé con la duda de qué pasó después
Stefan la miró unos segundos divertido, Aria no pudo mantenerle la mirada y la desvió al suelo.
Stefan: si, tuve otra novia, es una de las mejores amigas de Elena, Caroline Forbes que también es vampiro, pero ya no estamos juntos hace un par de años
Aria levantó la vista y miró a Stefan con compasión.
Aria: lo lamento Stefan
Stefan se encogió de hombros.
Stefan: no te preocupes, ya la superé así como Damon superó a Elena
Aria: genial, me alegro por ustedes, me alegro de que puedan seguir adelante
Stefan miró a Aria con una ceja levantada, ella lo miró confundida.
Aria: ¿qué?
Stefan: ¿y tú?
Aria: yo ¿qué?
Stefan: no te hagas la tonta, ahora te toca responder a ti
Aria tragó saliva.
Stefan: ¿tuviste novio?
Aria bajó la mirada avergonzada.
Aria: no, mi vida amorosa da lástima, sólo salí con un par de chicos pero nada serio
Stefan rió, Aria se cruzó de brazos y lo fulminó con la mirada.
Aria: deja de reírte, no es gracioso
Stefan: no me río porque no hayas tenido novio sino porque te avergüenzas de ello, no tiene nada de malo
Aria rió.
Aria: gracias, tienes razón, al fin y al cabo es mejor estar soltera, mírate, ya te dejaron 3 veces
Stefan la miró enarcando una ceja otra vez, Aria se abofeteó mentalmente por ser tan insensible. Por haber dicho semejante cosa.
Aria: perdóname, no quise ofenderte, soy una insensible
Stefan no le contestó, Aria pensó que de verdad se había enojado con ella.
Aria: de verdad perdón Stefan, no fue mi intención...
Se calló porque Stefan le sujetó la cara con las manos y le dijo más serio todavía.
Stefan: te haré cambiar de opinión
Aria se puso nerviosa, sintió que su corazón se volvía a acelerar. Trató de hablar con normalidad pero no pudo.
Aria: ¿de... de qué... hablas?
Stefan: ¿crees que estar soltera es mejor?
Aria tragó saliva, Stefan sonrió.
Stefan: yo te demostraré lo contrario
Aria se puso extremadamente nerviosa, quiso salir de esa situación así que se liberó del agarre de Stefan y rió tratando de aligerar el ambiente.
Aria: que buen chiste, eres muy gracioso Stefan
Stefan no dijo nada, se dio cuenta que había hablado de más. Se había guiado por sus impulsos así que prefirió mantenerse callado.
Aria quiso cambiar de tema, estaba muy nerviosa. Nunca nadie le había dicho algo parecido y no sabía que pensar al respecto.
Aria: ¿de dónde conoces a Klaus? eso no me lo contaste todavía
Stefan volvió en si.
Stefan: ah... tienes razón
Aria se sentó en una posición más cómoda y se dispuso a escucharlo.
Aria: te escucho
Stefan: yo...
Stefan se revolvió el pelo nervioso.
Stefan: no debería decírtelo, tu padre me mataría si se entera
Aria bufó y se cruzó de brazos molesta.
Aria: pareces Rebekah
Stefan rió
Stefan: ¿por qué dices eso?
Aria: ella tampoco me quería contar algunas cosas que había hecho Klaus en el pasado, te diré dos cosas para que te quedes tranquilo, uno
Y levantó un dedo al tiempo que miraba a Stefan seria.
Aria: no le diré nada a Klaus de lo que me contaste así que no te matará y dos
Levantó otro dedo.
Aria: sé que Klaus hizo muchas cosas malas en el pasado y luego cambió por mi, lo que me digas no me afectará
Stefan la miró dudando, no sabía si contarle o no. Aria le suplicó que lo hiciera.
Aria: por favor Stefan, tengo mucha curiosidad, quiero saber que te hizo Klaus, por favor cuéntame
Stefan suspiró.
Stefan: de acuerdo, te lo contaré
Aria sonrió feliz.
Stefan: conocí a tu padre en 1920 en Chicago
De repente Aria se acordó de algo.
Aria: Klaus me contó que él y Rebekah habían estado en Chicago y que Mikael los encontró, por lo tanto tenían que huir pero Rebekah quiso irse por su cuenta entonces Klaus le clavó la daga y la dejó dormida por un siglo
Stefan: justo ese día lo conocí
Aria: ah...
Stefan: yo había viajado a esa ciudad, en esos tiempos era despiadado, bebía sangre humana y asesinaba gente sin control, fueron mis años oscuros
Aria lo miró un poco asustada, Stefan se dio cuenta.
Stefan: tranquila, ya no soy así
Aria: o sea... ¿qué cambiaste?
Stefan asintió
Stefan: exactamente, te contaré algo, todos los vampiros beben sangre humana pero yo era distinto
Aria: ¿a qué te refieres?
Stefan: a que yo perdía el control cuando lo hacía, tenía una especie de adicción que los demás vampiros no tienen y eso me volvía más peligroso, los vampiros como yo son poco comunes, tenía un apodo, me llamaban The Ripper
Aria: entiendo ¿y cómo haces para controlarte?
Stefan: tenía una gran amiga que también era vampiro, se llamaba Lexi, ella me rescató, durante años me ayudó a controlar mi sed, aprendí a beber solamente sangre de animales, eso me volvía más débil pero valía la pena
Aria se dio cuenta de que Stefan era el vampiro del que le había hablado su padre una vez. En ese momento Klaus le había dicho que un amigo que él conocía había tomado sangre de animales, Stefan la sacó de sus pensamientos.
Stefan: ¿pasa algo Aria?
Aria: ah.. ¿qué?
Stefan: te quedaste pensando...
Aria lo interrumpió, lo señaló comprendiendo todo. Stefan la miró confundido.
Aria: eres tu, ahora lo entiendo, tu eres el vampiro del que me habló Klaus
Stefan la miró sorprendido por unos segundos y luego le preguntó con curiosidad.
Stefan: ¿qué te dijo de mi?
Aria: no me dijo tu nombre sino me hubiera dado cuenta que eras tu apenas te conocí pero me dijo que eres un amigo que él conoce que tomaba sangre de animales, me lo contó un día que estábamos comiendo y salió como tema de conversación la sangre
Stefan asintió.
Stefan: a pesar de todo me sigue considerando su amigo
Aria lo miró enarcando una ceja y luego le preguntó con curiosidad.
Aria: ¿qué pasó?
Stefan la miró y suspiró, antes de seguir le preguntó.
Stefan: ¿segura que no quieres volver? Klaus te debe estar buscando hasta debajo de las piedras
Aria se puso repentinamente nerviosa, aún así dijo.
Aria: no, no quiero volver
Stefan la miró molesto y preocupado.
Stefan: ¿qué haremos si nos encuentra aquí?
A Aria le agarró un escalofrío, asustada reprochó a Stefan.
Aria: no digas eso...
Stefan: dudo que me siga viendo como un amigo si me ve aquí contigo, me querrá matar
Aria quedó pensativa unos momentos, Stefan tenía razón pero aún así no quería volver por dos motivos.
Uno quería escuchar el resto de la historia de Stefan, la curiosidad la carcomía y dos... tenía miedo de enfrentar a Klaus.
Seguro estaba muy molesto con ella, daba igual si volvía en ese momento o más tarde. El hecho era que ya se había escapado y Klaus y seguro toda su familia la estaba buscando. Tarde o temprano la encontrarían, mientras más pudiera atrasar lo inevitable mejor. Stefan la volvió a sacar de su ensimismamiento.
Stefan: ¿Aria? ¿ya te decidiste?
Aria lo miró, tomó aire y dijo.
Aria: si, no voy a volver
Stefan la miró con reproche, se cruzó de brazos y le dijo.
Stefan: sólo estás empeorando las cosas
Aria: lo sé
Stefan: estás atrasando lo inevitable
Aria: también lo sé
Stefan: toda tu familia te debe estar buscando en estos momentos, no sólo tu padre
Aria: ¡lo sé y no me importa!
Gritó Aria extendiendo los brazos exasperada, Stefan la miró sorprendido.
Stefan: cálmate, sólo quería hacerte entrar en razón
Aria aún enojada le dijo.
Aria: deja de tratar de convencerme, no volveré
Stefan enarcó una ceja.
Stefan: ¿y cuándo volverás?
Aria: cuando me termines de contar tu historia
Stefan suspiró.
Stefan: de acuerdo pero no me digas que no te lo advertí después
Aria asintió, Stefan se puso de pie y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Aria lo miró confundida.
Aria: ¿qué haces?
Stefan: debemos irnos rápido, este lugar no es seguro, estamos muy expuestos, si nos seguimos quedando aquí te encontrarán
Aria se asustó ante esa posibilidad. Rápidamente le agarró la mano a Stefan y el vampiro la levantó con mucha facilidad, cuando ya estuvo de pie no le soltó la mano.
Aria: no quiero que eso pase, sería catastrófico si mi padre te ve conmigo, no quiero que tengas problemas con Klaus por mi culpa, él te considera un amigo
Stefan: no te preocupes, eso no pasará, no nos encontrará
A velocidad vampírica alzó a Aria como si fuera una princesa, ella lo miró confundida. Se puso nerviosa por estar tan cerca de Stefan. Su corazón empezó a latir con violencia y sintió una sensación extraña en el estómago, miró a Stefan y dijo en un susurro.
Aria: Stefan... ¿qué... qué haces?
Stefan: te llevaré a otro lugar, uno en el que no nos encuentren
Aria: ¿y qué pasará con tu auto?
El vampiro se encogió de hombros.
Stefan: después lo busco, no importa, lo importante ahora es que nos escapemos rápido
Aria: bueno vamos entonces, dejemos de perder el tiempo hablando
Stefan asintió con una sonrisa, Aria sintió que sus mejillas se sonrojaban. Pensó "maldito vampiro sexy" de repente vio todo borroso y sintió que el viento le golpeaba la cara.
Cerró los ojos para no marearse. Luego de unos segundos, cuando dejó de sentir el viento, abrió los ojos y se dio cuenta que estaban en un bosque, sonrió.
Aria: buen escondite
Stefan: gracias
Dijo Stefan también con una sonrisa, bajó a Aria y se sentó en el pasto. Apoyó su espalda en el tronco de un árbol, Aria lo miró de pie embelesada. Stefan era un Dios griego, el vampiro la miró con confusión.
Stefan: ¿Aria?
Aria de repente se dio cuenta que se había quedado embobada mirándolo, se abofeteó mentalmente por eso y rápidamente se sentó en el pasto.
Aria: si, si, perdón, empieza
Stefan soltó una risita, Aria sintió que sus mejillas se volvían a sonrojar.
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