Capítulo 49: Visitas

Esa noche Aria no podía dormir debido a la emoción que sentía, sonreía a cada rato como tonta pensando "veré a mi familia estos días, disfrutaré cada momento que pase con ellos, realmente los extrañé demasiado... que bueno que Klaus me dio permiso para que vinieran, eso hará las cosas más fáciles, no sufriré tanto durante estas dos semanas".

Luego su sonrisa se borró y pensó "quiero verte el día que tengas que irte querida Aria" frustrada negó con la cabeza y se enfocó en no pensar en ello "no seas masoquista, no pienses en cosas tristes, ya veré como sobrevivo ese día, lo importante es olvidarme de eso por el momento y concentrarme en los días previos que serán geniales".

Volvió a sonreír, se dio la vuelta ligeramente y se acomodó mejor en la almohada sin dejar de sonreír mientras pensaba "mañana será un gran día" finalmente con ese grato pensamiento rondando por su cabeza logró conciliar el sueño.

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Al día siguiente se despertó temprano, miró su reloj y vio que eran las 8 de la mañana. Suspiró y pensó "no puedo dormir más" se desperezó.

Se sentó en la cama, estiró el brazo hasta la mesa de luz y agarró su celular. Sonriendo le marcó a su hermano, esperó unos cuantos tonos hasta que atendió.

Thomas: ¿ho... hola?

Preguntó con la voz somnolienta, Aria rodó los ojos y le dijo con una sonrisa.

Aria: levántate vago, otro día duerme hasta la hora que se te de la gana, quiero que vengas a verme

Y ahora dijo triste.

Aria: te extraño hermano

Thomas se despertó completamente.

Thomas: ¡¿Aria?!

Ella rió y le contestó divertida.

Aria: si, la misma

Thomas rió.

Thomas: yo también te extraño mucho hermana, ahora mismo me levanto y llamo a Emily y Amy

Aria: me parece bien, gracias

Thomas: gracias a ti por animarte a pedirle a Klaus que nos dejara ir a verte durante estos días, estoy muy emocionado y feliz

Aria rió.

Aria: ¿cómo no lo iba hacer? no iba a soportar estas malditas dos semanas que quedan sin tenerlos a ustedes conmigo, acompañándome

Thomas volvió a reír.

Thomas: en un rato vamos para ahí

Aria sonrió y dijo.

Aria: los esperaré

Y cortó, con una sonrisa radiante volvió a dejar el celular sobre la mesa de luz y pegó un salto de la cama. Se fue al baño, tomó una ducha. Salió, se secó, se puso una básica blanca y arriba una camisa mangas corta desprendida rosa, un jean blanco, unas zapatillas pony rosas, se puso perfume y unas cuantas pulseras en ambas manos.

Se desenredó el pelo, se lo secó y se lo dejó suelto y lacio como le gustaba usarlo siempre. Se miró en el espejo y sonrió feliz hasta que vio el reflejo de Klaus detrás de ella.

Su sonrisa se borró, se dio la vuelta con las manos en las caderas y enarcó una ceja en actitud desafiante. Su padre rió a carcajadas por su comportamiento.

Aria: largo de mi cuarto

Le dijo Aria molesta y hostil, Klaus le preguntó divertido.

Klaus: ¿cuándo se te pasará el malhumor bebé?

Aria puso una expresión pensativa fingida.

Aria: ah... déjame pensarlo... ¡que se yo!

Gritó furiosa.

Aria: no pretendas que te perdone de la noche a la mañana

Klaus: pensé que ibas a estar de mejor humor dado que tus familiares vendrán a visitarte

Aria sonrió.

Aria: si, la verdad es que estoy feliz por eso

Luego miró a Klaus con mala cara y lo señaló ofendida.

Aria: pero eso no quiere decir que no siga enojada contigo

Klaus suspiró y se encogió de hombros.

Klaus: supongo que no podía esperarme otra cosa

Aria esbozo una sonrisa maliciosa mientras se cruzaba de brazos.

Aria: me alegro que lo entiendas

Klaus se quedó mirándola sin decir nada. Aria esperó a que se fuera pero no se iba, le preguntó.

Aria: ¿qué esperas para irte?

Klaus le sonrió, Aria lo miró confundida. Su padre escondió las manos detrás de la espalda y le dijo enarcando una ceja.

Klaus: estoy esperando que bajes a desayunar

Inmediatamente Aria se dio cuenta que iba a tener que ver a su madre, a Elijah, a Rebekah y a Camille. Puso cara de disgusto, no quería enfrentarlos, digo de mala gana.

Aria: ¿tengo que verles la cara a esos?

Klaus la miró sorprendido.

Klaus: ¿esos?

Luego sacó sus manos de detrás de la espalda y se cruzó de brazos, le dijo un poco molesto.

Klaus: ten un poco de respeto hija, son tu familia, no puedes referirte a ellos como esos

Aria se encogió de hombros con indiferencia.

Aria: realmente me da igual, no me interesa

De repente la mirada de su padre cambió a una seria y maliciosa, Aria tragó saliva cuando lo notó.

Klaus: sigue portándote así y tal vez cambie de idea con respecto a las visitas de tus seres queridos

Aria lo miró con horror, luego lo señaló asustada.

Aria: ¡no te atreverías...!

Klaus la interrumpió.

Klaus: la verdad si, no estoy dispuesto a soportar esta actitud tuya por las próximas dos semanas

Aria bufó molesta.

Aria: vete a la mierda

Klaus le sonrió pícaramente.

Klaus: estás advertida bebé

Aria le mostró el dedo del medio, nunca antes lo había hecho pero Klaus realmente la había impacientado. Su padre la miró sorprendido y luego soltó una carcajada.

Aria dejó caer su mano a un costado y contempló sorprendida como reía. Klaus dejó de reír y le sujetó la cara con las manos, le sonrió.

Klaus: me da gracia cuando pierdes la paciencia, eres la primera persona que me hace lo que hiciste recién

Aria esbozó otra sonrisa maliciosa.

Aria: siempre hay una primera vez

Y se encogió de hombros, luego lo fulminó con la mirada y apartó la cara para zafarse de su agarre. Se cruzó de brazos y le dijo de manera despreocupada.

Aria: necesito que me hagas un favor

Klaus se sorprendió de que su hija le pidiera algo así, se alegró.

Klaus: claro ¿qué favor?

Y le sonrió, su hija en cambio lo miró con indiferencia.

Aria: ¿podrías bajar y traerme algo para desayunar al cuarto? no pienso ir yo, eso significaría tener que verle la cara a esos...

No pudo terminar de hablar, de repente se encontraba en el hombro de Klaus, impactada dijo.

Aria: ¿qu... qué?

Klaus: ya te dije que generalmente lo que me pides no lo puedo hacer ¿verdad?

Aria tragó saliva, Klaus dijo divertido.

Klaus: bueno lo que me acabas de decir es algo que justamente no puedo hacer

Rió, Aria se molestó, su padre empezó a caminar con ella en brazos hasta la puerta. Su hija reaccionó.

Aria: ¡bájame! ¡te dije que no quería verles la cara! ¡malditos originales! ¡me tienen cansada! ¡suéltame!

Klaus rió a carcajadas por las quejas de su hija.

Klaus: sigue quejándote bebé, ya te dije que me diviertes

Aria sintió que le hervía la sangre.

Aria¡vete al infierno!

Klaus bajó a Aria y la sentó en su lugar, desayunaron en silencio. Principalmente por la actitud de Aria, ella no emitía palabra. Actuaba con total indiferencia, no se molestaba en mirar a nadie en la mesa.

Rebekah estaba triste, antes se llevaba muy bien con su sobrina pero desde que le dieron la noticia de que se tenían que ir a New Orleans las cosas habían cambiado.

Su madre estaba más triste todavía, ese día acababa de hacer las paces con su hija y luego volvieron al mismo trato de antes o peor, no sabía que más hacer para que Aria la perdonara. Todo lo que hacía era por su bien pero su hija no lo entendía.

Elijah nunca llegó a establecer un vínculo con ella pero iba a tratar de intentarlo aunque era consciente de que eso le costaría mucho trabajo, cuando su sobrina quería permanecer enojada lo cumplía en serio.

Era difícil lidiar con ella en ese estado y Klaus, bueno él de todas formas se la rebuscaba para pasar tiempo con su hija a pesar de que ella lo quería a mil kilómetros de distancia.

Eso no le preocupaba en absoluto, ya sabía que Aria iba a reaccionar así antes de que le dijeran lo del viaje a New Orleans como también sabía y estaba seguro que en algún momento lo iba a aceptar. Se iba a rendir y se iba a adaptar como pasó cuando se enteró de toda la verdad, es decir cuando se enteró que Klaus y Hayley eran sus padres. Al final lo había terminando aceptando. Con New Orleans iba a pasar lo mismo, era cuestión de tiempo.

Luego de un rato el timbre sonó, Aria lanzó en el aire la tostada que tenía en la mano. Ésta cayó encima de la remera de Camille, ella se miró impresionada la remera manchada con mermelada al tiempo que todos lanzaban una carcajada.

Aria no les prestó la más mínima atención, se levantó rápidamente de la silla y corrió hacia la puerta de entrada. La abrió y sonrió radiante, extendió los brazos y gritó.

Aria: ¡Thomas! ¡Emily! ¡Amy!

Ellos le sonrieron felices y gritaron.

Thomas: ¡hermana!

Emily y Amy: ¡Aria!

Aria los miró un poco ofendida al mismo tiempo que movía los brazos extendiéndolos más y les dijo.

Aria: ¿qué esperan? pasen y denme un abrazo, no puedo salir

Ellos soltaron una carcajada, entraron de un salto y se abalanzaron sobre Aria. La rodearon al mismo tiempo que reían, Aria estalló en carcajadas. los cuatro cayeron al piso.

Klaus, Hayley, Rebekah, Elijah y Camille se levantaron de la mesa, los rodearon y los miraron preocupados.

Elijah: ¿están bien?

Los chicos no les hicieron caso, rieron desde el piso. Luego se pusieron de pie, Klaus se acercó a ellos sonriente.

Klaus: me alegro que hayan venido, se nota que mi hija está muy feliz de verlos

Inmediatamente Thomas, Emily y Amy se pusieron en alerta, abrieron grandes los ojos y se apartaron de Klaus. Rápidamente se refugiaron detrás de Aria.

Klaus enarcó una ceja con cara de confusión, los chicos tragaron saliva y se escondieron más detrás de Aria. Ella rodó los ojos y dijo con poca paciencia.

Aria: salgan de detrás mío, no sean tan infantiles, no les pasará nada, ya les dije que Klaus no les hará daño

Amy: ¿estás segura de eso Aria?

Preguntó Amy con la voz temblorosa al tiempo que se abrazaba al brazo de Aria y miraba a Klaus asustada desde detrás del hombro de su amiga.

Amy: una vez me quiso matar

Klaus se encogió de hombros.

Klaus: esa vez fue sólo una amenaza para conseguir que mi hija saliera de la casa de Emily así la podía traer conmigo de vuelta a la mansión

Luego le dijo con una sonrisa.

Klaus: ahora no tengo ningún motivo para hacerlo

Amy volvió a tragar saliva.

Amy: aún así no estoy tranquila, me das miedo

Klaus: lo sé

Dijo Klaus divertido.

Klaus: todo el mundo me tiene miedo

Aria lo fulminó con la mirada.

Aria: no estás ayudando Klaus, diles que no les harás daño y listo

Klaus: pero si ya lo hice bebé, se lo acabo de decir, si ella no me cree no es mi problema

Y se volvió a encoger de hombros, Aria suspiró exasperada. Se dio la vuelta y enfrentó a sus amigos, ellos la miraron asustados. Aria se apoyó las manos en las caderas y les dijo tranquilamente.

Aria: no tengan miedo, en serio, mi padre no les hará daño

Luego se abofeteó mentalmente y pensó "¿acaso le dije padre? ¿qué soy idiota o qué?" Aria notó que Thomas, Emily y Amy la miraban sorprendidos. Aria tragó saliva.

Amy: le...

Thomas: dijiste...

Emily: padre...

Aria escondió las manos detrás de la espalda avergonzada y se trató de justificar.

Aria: eh... yo...

Pero en ese momento cometió el error de mirar a Klaus, su padre la miraba feliz. Se acercó a ella, Aria sacó las manos de detrás de su espalda y tragó saliva nuevamente.

Klaus se puso delante de ella y le acarició la mejilla con una mano mientras le daba una cálida sonrisa.

Klaus: me encanta que me llames padre

Aria desvió la mirada.

Aria: no te acostumbres, se me escapó

Klaus rió, Aria lo miró.

Aria: suéltame, me estás haciendo pasar papelones

Su padre la miró divertido, le sacó la mano de la mejilla y miró a los amigos de su hija. Luego volvió a mirar a Aria sonriente.

Klaus: que te demuestre cuanto te quiero delante de tus amigos no me parece que sea hacerte pasar papelones

Aria: claro que si

Klaus enarcó una ceja, Aria rodó los ojos.

Aria: bueno eso no importa

Se giró hacia sus amigos con una sonrisa.

Aria: vamos chicos, les mostraré mi cuarto

Ellos asintieron felices, los cuatro subieron las escaleras entre risas. Klaus, Hayley, Elijah, Rebekah y Camille los miraban divertidos. Hayley se acercó a Klaus y le dijo con una sonrisa.

Hayley: nuestra hija está muy feliz

Klaus la miró también con una sonrisa.

Klaus: así es y no hay nada que me guste más que verla feliz

Hayley: a mi también

Klaus: estas dos semanas no serán tan terribles como me las imaginé

Hayley estuvo de acuerdo con él.

Hayley: no, no lo serán gracias a estos chicos

Klaus asintió con una sonrisa.

Klaus: ellos se encargarán de levantarle el ánimo a Hope

Hayley volvió a sonreír pero de repente su sonrisa se desvaneció.

Hayley: y ¿qué pasará cuándo nos la llevemos?

Klaus la miró serio.

Klaus: le costará pero se terminará adaptando, además podrá visitar a su familia adoptiva las veces que quiera en donde sea que ellos estén

Hayley asintió.

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