Capítulo 35: Explicaciones Parte 1/3

Klaus: ésa es la ciudad que construimos con mis hermanos hace muchísimos años

Aria: ¿construyeron?

Preguntó Aria sorprendida, Klaus asintió.

Klaus: así es, hace muchos años a Elijah, a Rebekah y a mi nos gustó el lugar por lo que hicimos remodelaciones y decidimos que viviríamos ahí, así fue por un tiempo hasta que tuvimos que huir

Aria se sorprendió.

Aria: ¿por qué tuvieron que huir? ¿qué pasó?

Klaus: cierto, nunca te conté...

Dijo Klaus pensando, Aria sintió una repentina curiosidad.

Aria: ¿qué cosa? ¿qué es lo que no me contaste?

Klaus: algunos detalles de mi familia

Aria sintió más curiosidad todavía.

Aria: ¿qué detalles Klaus?

Klaus: bueno empecemos por lo primero, ya te había contado que nosotros éramos 7 hermanos

Aria asintió.

Aria: si pero ahora que lo pienso me dijiste que Kane y Henrik habían muerto y ya conozco a Rebekah y Elijah, entonces... ¿dónde están Finn y Kol?

De repente Aria notó que Klaus se puso triste.

Klaus: murieron

Aria quedó shockeada, eso no se lo esperaba. Pensaba que estaban por ahí de viaje.

Aria: ¡¿qué?! ¡¿cómo?!

Aria no entendía nada.

Aria: pero... ¿no es que los vampiros viven eternamente? digo porque ustedes tienen más de mil años

Klaus: es que no te conté como se mata a un vampiro común, como se mata a un vampiro original, como nuestro padre nos persiguió para matarnos, nuestra madre nos tendió múltiples trampas también para matarnos, como mi padre me odió y yo lo odié a él, como le temí también

Aria se había perdido con todo lo que había dicho Klaus.

Aria: ¿qué? ¿qué? más despacio, no sabía nada de eso Klaus

Klaus: ¿cómo lo ibas a saber bebé? si nunca te lo dije

Aria de repente se sentía más calmada, había olvidado el enojo. Lo que ahora quería era averiguar más información, después tenía tiempo para enojarse.

Quería aprovechar ahora que Klaus le estaba contando nuevas cosas para preguntarle también lo de las dagas y con suerte lo de la maldición.

Aunque iba a probar primero con las dagas. Era más fácil que se lo contara. Klaus aprovechó el interés de su hija para sacar ventaja.

Klaus: hagamos un trato

Aria: ¿cuál?

Klaus: te cuento todo lo que quieras saber a cambio de que cuando terminemos de hablar de esto hablemos de New Orleans y no grites, ni patalees, ni hagas berrinches, ni digas malas palabras... en otras palabras que te comportes y hablemos como gente civilizada

Aria asintió sin dudarlo, por fin iba a saber lo de la maldición y lo de las dagas. Era su oportunidad, Klaus dijo que le iba a contar todo lo que quisiera saber y hace días que quería averiguarlo.

Aria: trato hecho

Klaus sonrió radiante.

Klaus: que bien que cooperes bebé

Aria: bueno cuéntame

Klaus rió.

Klaus: eres muy curiosa ¿lo sabías?

Aria se encogió de hombros.

Aria: son datos de mi familia, al fin y al cabo, digo

Klaus se acercó a velocidad vampírica a ella, Aria lo miró sorprendida. Su padre le sujetó a cara con las manos y le dio un beso en la frente, luego la soltó y le dijo con una gran sonrisa.

Klaus: me alegro que reconozcas que somos tu familia

Aria tragó saliva y luego soltó una risa nerviosa. Desvió la mirada, Klaus se volvió a sentar en su lugar en la mesa y sonriendo le hizo señas a Aria para que se sentara. Ella se sentó y se dispuso a escuchar.

Klaus: bueno, en un principio los vampiros originales eran inmortales a diferencia de los vampiros comunes

Aria asintió emocionada por saber más información, al fin y al cabo ella era en parte vampiro. Lo llevaba en la sangre.

Klaus: la forma de matar a un vampiro común es con una estaca de madera clavada directo en el corazón

Aria puso cara de impresión, su padre rió y continuó.

Klaus: además de eso hay cosas que dañan a los vampiros pero no los matan

Aria: ¿por ejemplo?

Klaus: bueno todo lo que sea madera, una planta que se llama verbena...

Aria: ¿verbena?

Klaus: así es, es una planta tóxica para los vampiros, si la bebes te hace toser y te quema pero a los vampiros comunes los protege de la compulsión de los vampiros originales

Aria: que interesante

Dijo Aria emocionada, su padre le sonrió.

Klaus: veo que te estás divirtiendo

Aria: si, son cosas clave que tengo que saber ya que yo soy en parte vampiro

Klaus rió, Aria sonrió.

Klaus: así es bebé, no te lo conté antes porque era demasiada información para ti en tan poco tiempo pero ya estás preparada para escucharlo, ya asumiste la verdad, asumiste quién eres, aceptaste que eres hija mía y de Hayley

Aria asintió con un poco de impaciencia.

Aria: bueno ya Klaus, no te vayas por las ramas y sigue

Klaus soltó otra carcajada, Aria lo miró molesta, quería saber más.

Klaus: a la orden amor, la verbena te quema cualquier parte del cuerpo si entras en contacto con ella

Aria: tengo una duda

Klaus: dime

Aria: me dijiste que la verbena es una planta, entonces ¿cómo la puedes beber?

Klaus rió.

Klaus: hay verbena líquida también, mueles la planta

Aria se abofeteó mentalmente por ser tan tonta.

Aria: ah que tonta, tienes razón

Klaus: además de la madera y la verbena los vampiros no pueden salir de día, no pueden estar en contacto con la luz del sol

Aria lo miró sorprendida y con incredulidad.

Aria: ¡pero tu me secuestraste en pleno día! ¡y dos veces!

Klaus soltó una carcajada.

Klaus: soy un original amor, a mi no me afecta en nada

Aria lo miró con fastidio.

Aria: que mal, sino no me hubieras secuestrado

Klaus la miró divertido.

Klaus: en el hipotético caso de que no hubiera podido salir de día te hubiera secuestrado a la noche ¿cuál es la diferencia?

Aria rodó los ojos, cambió de tema.

Aria: entonces ¿tampoco te afecta la verbena?

Klaus: no, la verbena si, no te adelantes bebé, ya te explico, a pesar de que los vampiros comunes no pueden salir de día hay muchos que si lo hacen, usan anillos de sol que son hechizados por las brujas

Aria: que interesante

Volvió a decir Aria, estaba emocionante la historia.

Klaus: y esas 3 cosas serían las que afectan a los vampiros, las que los dañan, la madera, la verbena y la luz del sol, otra manera de morir de un vampiro común aparte de la estaca de madera en el corazón es que les arranquen la cabeza, o el corazón con la mano, claro eso lo podría hacer otro vampiro o un hombre lobo o que se quemen por la luz del sol

Aria lo miró con impresión.

Aria: creo que soñaré pesadillas

Klaus: tu quisiste que te cuente bebé, si quieres no te cuento

Aria: ¡no! ¡no! ¡no! quiero saber, tengo que saber

Klaus rió.

Klaus: okay tranquila amor

Aria: además como ya dije soy parte vampiro, lo heredé de ti

Klaus le sonrió.

Klaus: así es, la verbena para los humanos es inofensiva, muchos que saben de la existencia del mundo sobrenatural la beben o la usan en collares y pulseras porque eso impide que sean hipnotizados por vampiros, aunque es más eficiente si la beben ya que el efecto dura un día, si la beben diariamente nunca pueden ser hipnotizados a menos que el vampiro que los quiera hipnotizar los mantenga encerrados sin permitirles consumir verbena hasta que se les vaya el efecto

Aria: claro y los collares y pulseras son menos útiles porque si los vampiros los descubren te los quitan y listo, ya te pueden hipnotizar sin problemas

Klaus: exactamente

Dijo Klaus sonriendo.

Klaus: ahora a los vampiros originales no les afecta la luz del sol, la verbena si, si les clavan una estaca de madera en el corazón no mueren, no pueden morir, sólo permanecen inconscientes por un par de horas

Aria: guau

Dijo Aria sorprendida.

Klaus: lo único que podía matar a un vampiro original era la madera de un único árbol de roble blanco que existió hace más de mil años

Aria: ¿y por qué?

Preguntó Aria curiosa.

Klaus: mi madre al ser una bruja es muy pro naturaleza y no puede permitir que exista un desbalance en ésta

Aria: entiendo

Dijo Aria con sarcasmo, la verdad es que no había entendido nada de lo que Klaus acababa de decir. Su padre rió.

Klaus: quiero decir que al habernos creado tenía que ponernos una debilidad también, toda criatura tiene que tener un punto débil, el nuestro era ese árbol, una sola estaca hecha con la madera de ese árbol clavada en el corazón nos mataba pero nosotros nos encargamos de quemarlo

Aria: y sólo había un árbol

Klaus: exacto y hace más de mil años, de ese árbol sólo quedaron cenizas que pocas personas recolectaron, entre esas yo

Rebekah y Elijah fulminaron con la mirada a Klaus, Aria lo notó.

Aria: ¿para qué querían las cenizas? ¿y para qué las querías tu también?

Preguntó Aria sin entender.

Aria: no eran madera sólida ¿cómo haces para que le entren cenizas en el corazón a un vampiro original?

Klaus: mediante una daga especial de plata, un único tipo de daga

Aria gritó emocionada.

Aria: ¡la daga! ¡ahora entiendo!

Luego puso cara de terror.

Aria: ¡¿pensabas matar a Rebekah con la daga el otro día?! ¡eres un monstruo!

Dijo asustada, Rebekah rió.

Rebekah: gracias por preocuparte por mi sobrina

Aria: siempre te defenderé tía

Y se sonrieron.

Klaus: no amor, no funciona así, además por más que mi hermana me saque de las casillas casi siempre nunca la mataría

Rebekah: aww

Dijo Rebekah emocionada.

Rebekah: gracias Nik, no sabía que me querías tanto

Klaus no le prestó atención.

Klaus: si, como sea

Rebekah rió.

Rebekah: niégalo las veces que quieras pero eres un tierno cuando te lo propones

Klaus sonrió.

Klaus: lo sé

Rebekah: ¡hey!

Dijo Rebekah un poco ofendida.

Rebekah: mínimo un gracias ¿no?

Klaus rió, Aria rodó los ojos.

Aria: ¿podemos seguir con la historia?

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