Capítulo 24: El Té

Hayley sacó a Aria de su ensimismamiento.

Hayley: ¿Hope?

Aria: ah... ¿qué?

Su madre le sonrió.

Hayley: ¿no vas a comer?

Aria: ¿comer?

Y ahí fue cuando se dio cuenta que estaba sentada en la mesa con toda la familia y que había muchísima comida. Habían magdalenas, brownie, pastafrola, lemon pie, tarta de mouse, tarta de coco, tarta de frutillas y todo tipo de bebidas. Además de chocolatada y jugos, Aria se sorprendió.

Aria: ¿asaltaron una pastelería?

Todos rieron.

Rebekah: técnicamente si

Aria: ¿qué? no me esperaba que fuera en serio, sólo estaba bromeando

Su tía rió.

Rebekah: hipnotizamos al dueño para que nos de toda la comida

Aria: eso no está bien

Dijo Aria cruzándose de brazos, Rebekah hizo un puchero.

Rebekah: oh vamos sobrinita, no seas tan santa, es divertido

Y esbozó una gran sonrisa, Aria la seguía mirando con mala cara. Su tía borró la sonrisa.

Rebekah: además lo hicimos para darte la bienvenida Hope

Dijo tratando de justificarse.

Aria: si seguro

Dijo Aria sarcásticamente y rió.

Aria: seguro que todos estos años hicieron eso, nunca pagaron nada

Su padre habló, Aria lo miró.

Klaus: bueno la verdad... si

Aria: ¿en serio Klaus?

Dijo Aria enojada, Klaus rió.

Klaus: y bueno amor ¿para qué pagar cuando se tiene estas habilidades y puedes conseguir lo que quieras sin esforzarte?

Aria pensó que sería mejor no discutir, al fin y al cabo no iba a cambiar su forma de pensar así que se encogió de hombros.

Aria: okay, como quieran

Klaus: come algo

Le dijo Klaus riendo, Aria miró la comida con aversión y pena.

Aria: no sé si comer comida robada, no me parece que esté bien

Todos lanzaron una carcajada, Aria los miró enojada.

Aria: ¿qué? está bien tener un poco de moral ¿no?

Klaus: no seas tan culposa bebé y come

Dijo Klaus divertido, Aria se cruzó de brazos. Se negaba a comer la comida que una pobre persona había preparado para ganar plata y que se la habían robado. Definitivamente no lo haría.

Klaus: Hope...

Le advirtió su padre ya más serio, Aria no se iba a dejar intimidar.

Aria: no comeré, he dicho

Klaus la miró unos segundos y le dio una última advertencia.

Klaus: tienes que comer, no tienes opción, morirás de hambre sino porque todo lo que hay en esta casa lo conseguimos hipnotizando a la gente

Aria se encogió de hombros, Klaus a velocidad vampírica se arrodilló a su lado. Aria lo miró asustada.

Pensó "no puede ser, me va a obligar a..." y se puso de pie rápidamente antes de que la atrapara. Corrió hacia la puerta, la abrió y quiso salir pero se encontró con la barrera invisible, se quejó.

Aria: ¡maldita compulsión!

Escuchó la risa de su padre a sus espaldas, se giró rápidamente y corrió hacia otro lugar pero no dio muchos pasos cuando Klaus se apareció delante de ella y antes de que pudiera retroceder la sujetó de los brazos riendo.

Klaus: fue muy divertido, no sé si te habrás dado cuenta pero te dejé correr, te podría haber atrapado en un segundo cuando estabas sentada

Aria molesta trató de soltarse.

Aria: ¡suéltame! ¡no quiero comer esa comida robada!

Klaus volvió a reír, luego la miró con una gran sonrisa. Aria tragó saliva.

Klaus: no tienes que ser tan escrupulosa bebé

Aria: ¡ya suéltame!

Dijo Aria tratando de zafarse, su padre se puso serio y se acercó más a ella. Aria se dio cuenta de lo que quería hacer.

Aria: ¡no! ¡por favor Klaus! ¡no lo hagas!

Klaus no le hizo caso.

Klaus: te sentarás en la mesa y comerás la comida, no te importará si es robada o no

Mientras le decía eso sus pupilas se dilataban y luego se contraían. Aria pestañeó, Klaus rió. Aria se enojó y trató de soltarse.

Aria: ¡estoy harta que me hipnotices!

Su padre dijo sonriente.

Klaus: lo hago porque eres muy rebelde y ése es el método más efectivo para que me hagas caso, si fueras más obediente...

Aria: ¡si no fueras tan mandón!

Klaus: bueno ya bebé, no quiero discutir, quiero que nos sentemos a tomar el té en paz

Aria: no me sentaré

Klaus la miró divertido, la soltó y enarcó una ceja.

Klaus: inténtalo

Aria: ¿qué...?

Dijo Aria pero de repente se dio cuenta que estaba caminando hacia la mesa y no podía hacer nada para impedirlo, era como si estuviera atrapada dentro de su propio cuerpo y éste se moviera solo.

Aria: ¿qu... qué me sucede?

Dijo impresionada, escuchó la risa de su padre.

Klaus: recuerda amor que te hipnoticé para que te sentaras en la mesa

Aria se sentó y agarró una porción de brownie, puso mala cara.

Aria: esto no es justo

Klaus se sentó en la mesa feliz.

Klaus: ya deja de quejarte y come, te va a encantar la comida

Aria lo fulminó con la mirada y mordió su porción de brownie, su padre la miraba atentamente, sonrió.

Klaus: así me gusta hija

Aria: vete a la mierda

Y enojada miró hacia otro lado, de repente se le ocurrió una buena venganza contra Klaus.

Aria: tía Rebekah

Rebekah la miró sorprendida, no se esperaba que la volviera a llamar tía. Esbozó una sonrisa radiante.

Rebekah: ¿qué pasa sobrina querida?

Aria: ¿quieres que cuando terminemos de tomar el té vayamos a comprar ropa?

Dijo Aria poniendo cara inocente, Rebekah la miró feliz.

Rebekah: ¡¿de verdad quieres ir?!

Preguntó muy emocionada, Aria asintió y sonrió.

Aria: claro ¿por qué no?

Rebekah: ¡iuju!

Gritó su tía contenta, Aria rió.

Aria: así nos conocemos más

Klaus se puso a velocidad vampírica a su lado. Aria mordió tranquilamente otro pedazo de brownie, masticó con todo el tiempo del mundo y cuando tragó giró la cabeza y miró a su padre con indiferencia.

Aria: ¿qué quieres?

Klaus: no me trates así

Se notaba que estaba molesto, Aria se hizo la inocente.

Aria: ¿así cómo?

Preguntó y mordió otro pedazo de brownie.

Klaus: tenme más respeto, soy tu padre, no me puedes preguntar ¿qué quieres? y menos en ese tono

Aria se encogió de hombros.

Aria: ve al grano

Rebekah rió, Klaus fulminó a su hermana con la mirada. Ella se calló, luego miró a su hija con una sonrisa maliciosa. Se arrodilló a su lado, Aria lo miró sorprendida.

Klaus: ¿acaso te enojaste porque te obligué a comer la comida?

Aria: n... no

Dijo Aria pero no le salió bien, no sonó muy convincente, era evidente que estaba enojada por eso. Su padre soltó una carcajada, cuando se recuperó dijo.

Klaus: lo hago por tu bien bebé ¿quieres morir de hambre?

Aria: no me digas así y no me hables, quiero tomar tranquila el té

Klaus: ah ahora quieres tomar el té

Dijo Klaus enarcando una ceja, Aria lo fulminó con la mirada.

Aria: si

Su padre volvió a reír.

Klaus: en fin ¿cuándo me vas a ofrecer a mi hacer algo juntos? invitas a mi hermana pero no a mi que soy tu padre

Dijo molesto, Aria se encogió de hombros.

Aria: no seas tan celoso, además Rebekah ayer me dijo que quería salir conmigo de compras

Rebekah: es cierto Nik

Saltó Rebekah enojada.

Rebekah: no me la robes, podrá ser tu hija pero también es mi sobrina

Klaus se puso de pie.

Klaus: no te la estoy robando, yo también quiero estar con ella

Rebekah: eres un insoportable, todo el tiempo te estás poniendo celoso del trato mío y de ella

Aria se arrepintió de haber provocado a Klaus, ahora él y Rebekah estaban peleando.

Klaus: si me sigues contestando así te clavaré la daga

Dijo Klaus furioso, Aria se sorprendió. Pensó "¿qué daga?" Rebekah se puso de pie y gritó indignada.

Rebekah: ¡atrévete!

Hayley los interrumpió, se puso de pie y gritó.

Hayley: ¡ya basta! ¿acaso cada vez que nos sentamos a comer tenemos que discutir? ¡son unos infantiles!

Klaus y Rebekah la miraron y suspiraron, se sentaron sin decir nada más. Aria estaba confundida.

Aria: pero... hoy al mediodía no discutimos

Hayley se acordó que Klaus la había hipnotizado para que olvidara esa discusión, Klaus la fulminó con la mirada por meter la pata. Hayley soltó una risa nerviosa.

Hayley: no me refiero a hoy hija, me refiero a habitualmente

Aria: ah

Aria se lo había creído.

Rebekah: bueno sigamos tomando el té

Dijo Rebekah con una sonrisa, justo en ese momento Aria se dio cuenta que no iba a poder salir de compras con Rebekah porque no podía salir de la casa gracias a la compulsión que le hizo Klaus.

Aria: pero hay un problema tía

Rebekah: ¿cuál?

Aria: no puedo salir de la casa gracias a Klaus

Su padre soltó una carcajada, Aria y Rebekah lo miraron mal. Klaus miró a su hija divertido.

Klaus: y bueno bebé, tendrás que ir otro día entonces

Aria: eso no es justo

Aria se cruzó de brazos, Klaus le sonrió.

Klaus: ¿qué te parece si hacemos algo juntos? ya que no puedes ir de compras con Rebekah...

Aria: no

Dijo Aria enojada y miró hacia otro lado.

Klaus: por favor amor, además yo soy tu padre, merezco salir contigo primero que Rebekah

Rebekah: sabía que estabas celoso, lo siento Nik pero yo arreglé primero con Hope para salir

Klaus: ella no puede salir, la hipnoticé, tendrán que hacer otra cosa entonces, piensen en otro programa

Dijo Klaus divertido, Aria se puso de pie molesta.

Aria: pero yo quiero salir

Klaus se puso a velocidad vampírica delante de ella. Aria se sorprendió, su padre le sonrió. Le sujetó la cara con sus manos y le dio un beso en la frente, luego la miró con una gran sonrisa.

Klaus: no vas a salir

Luego puso cara de suficiencia.

Klaus: ya te dije que ésa es tu penitencia por haberte escapado y por oponer resistencia, no querías salir de la casa, tuve que torturar a una chica para que salieras

Aria movió la cara molesta y se soltó del agarre de Klaus, le dijo enojada.

Aria: cierto, eso fue caer muy bajo, pobre chica

Su padre rió.

Klaus: yo no lo llamo caer bajo, lo llamo una jugada inteligente

Aria: ya no tengo hambre, me voy a mi cuarto un rato

Rebekah: ¡Nik!

Klaus miró a su hermana molesto, Rebekah se había puesto a su lado.

Klaus: no me grites hermanita ¿qué quieres?

Rebekah: que le saques la compulsión ya que quiero salir de compras con ella

Klaus negó con la cabeza divertido.

Klaus: no

Dicho eso se fue de allí, Rebekah bufó.

Rebekah: gracias por nada hermano

Aria empezó a subir las escaleras, se giró y miró a Rebekah.

Aria: me voy a mi cuarto tía, Klaus me dejó de malhumor

Rebekah le sonrió.

Rebekah: okay, ya saldremos otro día

Aria asintió y siguió subiendo.

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