[Capitulo 1]


[Saeko Midoriya]



"¿Segura de que funcionará". Pregunto un anciano a una mujer peli rosa.

"No lo sé". En su mirada se notaba el cansancio por haber trabajado tanto en aquella maquina, ella suspiró pesadamente. "Pero ya no podemos esperar más".

"Entiendo...le avisaré a la joven Saeko". Dijo el ya hombre mayor saliendo de aquel cuarto.

En otra sala de aquel lugar, se encontraba una chica castaña de ojos verdes, cabello rizado y con un sonrojo permanente en sus mejillas. Ella se está preparando para la misión más importante de su vida. Se encontraba meditando mientras veía una vieja fotografía, pero ese momento fue interrumpido por el anciano.

"Hola joven Saeko". Habló el hombre, llamando la atención de la castaña. "La máquina del tiempo ya está preparada".

"Gracias por el aviso señor Toshinori".  Vio por ultima vez aquella foto, para luego guardarla en una mochila y agarrar esta misma. 

 La chica en su rostro tenia una mirada desalentadora. Toshinori había notado este detalle.

"¿Estás asustada?".

"Si, un poco". Confesó con la mirada gacha. "No se si saldrá bien... pero haré todo lo posible para salvar al mundo". Levantando la mirada.

Ella afirmo con una sonrisa que dejó algo nostálgico al hombre, ya que le recordó a su ya difunto sucesor.

"¡Bien, ésa es la actitud de un héroe!, ya es hora, no hay tiempo que perder". También sonriendo.

Dicho esto, Toshinori Yagi -Antes conocido como, el héroe N°1 de Japón y símbolo de la paz, 'All might'- y Saeko, se dirigieron al cuarto donde se encontraba la peli rosa junto a la máquina.

La maquina era un aparato enorme, tanto que ocupaba la mitad de aquel cuarto, estaba rodeada de cables por doquier y tenia luces a montón.  Y en el centro había una cabina, parecida a un ascensor, que era lo suficientemente grande como para que entrase una persona.

"¿Ya estás lista Saeko?". Preguntó la mujer.

"Claro que sí, señora Mei"

La mujer en cuestión se trataba de Hatsume Mei. Una de las mejores, por no decir la mejor y única, inventoras de los últimos tiempos.

"Bien, entonces encenderé la máquina". Apretando varios botones, en una consola que tenia a mano, para así activarla.

"¿Y a que tiempo me enviaran exactamente?". Preguntó Saeko con duda.

"Aproximadamente un año antes del primer ataque del villano". Respondió Mei algo seria. "La maquina no es perfecta así que el tiempo puede variar". Agregó.

"En ese entonces tus padres estaban en primer año de preparatoria". Comentó Yagi.

"Mis padres ¿tendrán la misma edad que yo?". Mirando al hombre mayor.

"Eso es correcto".

Hatsume estaba haciendo unos últimos ajustes a la maquina.

"Ya está, ya puedes ingresar a la máquina Saeko".

"Ok". Suspiró.

Ella se acercó hacia la mujer y le dio un abrazo.

"Adiós señora Mei". Dijo angustiada.

"Adios Saeko".

La castaña se separo de Mei y se dirigió hacia su mentor. Se coloco delante de él y repitió el gesto que tuvo con Hatsume.

"Te deseo mucha suerte en tu viaje joven Saeko y recuerda entrenar tu One for all". Dijo con tristeza, sujetando con mas fuerza a la joven, ya que esta era la ultima vez que se verían.

O al menos así era para él.

"Muchas gracias por todo señor Toshinori *Snif*... adiós". Se despidió entre lagrimas separándose del abrazo para luego entrar en la máquina.

"En 10 segundos ya estarás viajando al pasado ¿Estás preparada?".

Saeko dio un largo suspiro para borrar esa inseguridad que poseía, para después dar una mirada llena de determinación.

"Estoy preparada". Exclamó con firmeza. 

Mei presiona el botón que hace que la maquina se encienda.

"Bien, haré esto por el mundo". Pensó la castaña.

"10... 9... 8...". Mei había comenzado el conteo regresivo.

"Por mis maestros"

"7... 6... 5..."

"Por mis amigos". Recordando a sus amigos ya fallecidos, pero sobre todo a uno en especial.

"4... 3... 2..."

"Y por mis padres". Cerrando los ojos rogando que todo salga bien.

"1... 0".

Una luz cegadora, que iluminó toda la sala, salió de la máquina dando a entender que funcionó. Por su parte Saeko, ya no se encontraba en aquel lugar.

"Ahora todo depende de ella". Dijo Mei, para luego soltar un montón de lagrimas.

Toshinori posicionó su mano sobre el hombro de Mei, para consolarla.

"Se que ella podrá hacerlo...por el bien del mundo, tiene que hacerlo" 


. . .


"¿Eh, dónde estoy ?". Se preguntó dudosa ya que apareció en lo que parecía ser un callejón.

Luego de que se activará la máquina apareció en un callejón , con mucho miedo, salió a la calle y vio la misma ciudad en la que solía vivir, pero está no se encontraba destruida ni deshabitada sino todo lo contrario. En las calle habían autos circulando y personas caminado tranquilamente como si nada malo hubiese pasado.

"La máquina... funcionó". Una sonrisa se apareció en su cara. "Creo que lo primero que debería hacer seria ir a buscar a uno de mis padres... pero... ¿por donde empiezo?"

Luego de pensar bastante, y reviviendo algunos recuerdos , recordó el lugar donde su padre vivía con su abuela. Teniendo vagos recuerdos de aquel lugar, trató de guiarse lo mejor posible.

"No debe de estar lejos de aquí, si veo el edificio podre reconocerlo" Con este pensamiento, se dispuso a recorrer aquella ciudad.

Mientras caminaba veía a las personas pasar, autos andar y había bastante ruido mucho mas a lo que se había acostumbrado. Era como un mundo nuevo para ella , ya que no veía esto hace ya muchos años, pero por andar de distraída cruzo la calle con en el semáforo en rojo y por mera suerte un auto que justo pasaba por ahí, y que logro frenar a tiempo, casi la atropella.

"¡Eso estuvo cerca!, ¿por que no lo detectó el sensor de peligro?".

"¡Oye, fíjate por donde caminas!". Exclamo enojado el conductor del auto.

"Lo-lo siento". Se disculpó algo avergonzada.

Deambuló por segundos, minutos y horas, hasta que finalmente pudo encontrar el edificio, que era un complejo de apartamentos. Entró y le preguntó a un hombre que se encontraba en la entrada, y quien resulto ser el encargado del lugar, cuál era el departamento de los Midoriya, le dio indicaciones y rápidamente subió por las escaleras hasta llegar a su piso, camino algo nerviosa hasta llegar a la puerta donde se detuvo .

"Ok... aquí voy" . Nerviosa, golpeó la puerta.

Del otro lado se escuchó una voz de una señora que dijo 'Ahí voy' que luego de unos segundos abrió la puerta y se quedo observando a Saeko fijamente.

La persona que atendió era una mujer de cabello verde y ojos del mismo color, baja de estatura y con algo de sobrepeso. Se trataba de mas ni menos que de Inko Midoriya, madre de Izuku, su abuela.

"¿Necesita algo señorita?". Preguntó Inko.

La mujer al verla vestida de esa manera, ropa degastada y sucia, pensó que talvez se trataba de alguien que pediría limosna. 

"Ella es la abuela Inko, se ve mas joven de lo que esperaba". Pensó incrédula. "Eto... buenas tardes señora, vengo a buscar a Izuku Midoriya". Fue directa.

"¿A Izuku?". Ante esto Saeko asiente. "Pero él ya no vive aquí, él esta ahora en la U.A.".

"¿En la U.A.?, claro, olvidé por completo ese detalle ". Se sintió como una idiota. "Perdón que la moleste con esto pero, ¿Puede llamarlo y decirle que venga aquí?, ¿por favor?".

Ante esta pregunta, Inko la miro con extrañes y bastante desconfianza.

"Es que tengo algo importante que decirle". Siguió Saeko.

"¿Quién eres?, ¿y que tan importante es el asunto?". Cuestionó Inko.

"Se lo diré a su debido tiempo, pero en verdad necesito que Izuku este aquí"

La mujer peliverde dudó por varios segundos, dio un largo suspira y tomó una decisión.

"Esta bien, lo llamaré, entra y siéntate en el sofá". 

Abrió la puerta y permitió que la chica castaña entrase, cerró la puerta y se dirigió a buscar su celular, para así hacer la llamada.


. . .



Un joven pecoso de cabello rizado y verde, se encontraba entrando en su habitación, de la prestigiosa academia U.A. 

La U.A. es considerada la mejor escuela de héroes que hay en Japón, y talvez en el mundo, y por esta razón era algo exigente en varios aspectos. 

All Might, su predecesor; mentor y héroe favorito, había estudiado en esa escuela y por esto mismo el quería estar ahí y ser como él, para demostrar que el es un digno sucesor de su poder.

El One for all, un don pasado de generación en generación como si fuese una antorcha. Pasó por All Might, quien fue el Octavo sucesor y quien este se lo dio a Izuku Midoriya, el noveno y actual portador de ese poder, un poder capaz de convertirlo todo a la nada misma y debido a esto, debía ser entrenado apropiadamente.

"Ufff...". Suspiró del cansancio, cerrando sus ojos color esmeralda.

Quería echarse a dormir una siesta, pero justo recibió una llamada entrante a su celular. Algo molesto, tomó el teléfono y vio que era su madre, por lo que atendió rápidamente.

"Hola mamá, hace tiempo que no hablábamos. ¿Cómo estás?". Dio un pequeño bostezo.

"Hola Izuku, estoy bien agradezco que preguntaras...escucha, te llamé por qué aquí hay una chica que te está buscando. Dice que tiene que hablar algo importante contigo". Hablaba Inko del otro lado.

"¿Eh?, ¿una chica quiere hablar conmigo?". Se sonrojó un poco. "¿Y sabes cómo se llama?"

"No , solamente me dijo eso, al parecer no quiere darme detalles de nada".

"¿Y como es ella?, Tal vez así la pueda recordarla de algún lugar". Dijo para sacarse la duda.

"Déjame ver...ella es castaña de ojos verdes y tiene mas o menos tu estatura, ¿no te suena a nadie?".

"No recuerdo a nadie así". Le respondió Izuku.

"Que extraño, porque ella si te conoce a ti...oye Izuku...".

"¿Qué sucede mamá?".

"Hijo, acaso ella...¿No será tu novia o si?".

"¡¿Que?!, ¡Claro que no, yo no tengo novia!". Respondió bastante nervioso.

"Ay hijo mío, deberías de conocer a algunas chicas".

"¡Mama!".

"Bueno, Entonces ¿Puedes venir a casa y así hablar con ella?".

"...Ok, iré, te veo allá. Adiós mamá".

"Bien aquí te espero, adiós". Colgó la llamada.

Luego de terminar la llamada, el peliverde, se prepara para salir de la habitación. Baja a la sala común en donde se encontraban algunos de sus compañeros de clase.

Da unos pasos acercándose a sus amigos donde es increpado por una chica castaña, de ojos café y de mejillas algo regordetas en los cuales tenían un sonrojo permanente. Ella era Ochako Uraraka, mejor amiga, e interés amoroso de Izuku.

"Deku, ¿vas a salir?". Curiosa al ver al chico tan bien vestido.

'Deku', era el apodo por el cual la chica lo llamaba. Solía ser un apodo de burla por parte de su 'Amigo', Katsuli Bakugo. Pero ella al escucharlo por primera vez, lo vio de otra forma ya que, de alguna manera, le recordaba a una frase japonesa que significa 'Puedes hacerlo', cosa que le gustó y termino por llamarlo así.

"Ah, Uraraka". Se acerca a ella. "Así es, iré a ver a mi madre".

"Midoriya, recuerda que si quieres salir de la academia, primero debes pedirles el debido permiso a los profesores".

El que hablaba era Tenya Iida, uno de los amigos de Izuku, él un chico alto , de cabello azul y de ojos rojos,  y que siempre usa sus característicos lentes, por mas que no los necesite.

Nota: No se si lo saben, pero Iida en el manga tiene ojos rojos, así que lo quería hacer lo mas canónicamente posible.

"Si lo sé Iida, ya mismo iba a pedírselos".

"Si ese es el caso, no te detendré". Dijo el peli azul, mientras se acomodaba los lentes.

"¿Y cuando volverás Deku?". Esta vez era la castaña quien habló.

"No lo sé Uraraka, tal vez hoy por la noche, o mañana por la mañana".

"Entonces... hasta luego Deku". Le respondió con una sonrisa.

"Ha-hasta lu-luego Uraraka". Nervioso y bastante sonrojado por aquella sonrisa.

Después de ese momento entre ellos, que fue visto por los demás que estaban en la sala, el chico peliverde se despidió de los demás para luego ir a pedir el permiso, el cuál se lo dieron luego de insistir un poco, para por fin salir de la academia y dirigirse a lo de su madre.


. . .


Inko y Saeko, se encontraban en completo silencio sentadas una enfrente de la otra, se mantuvieron en esa posición por algunos minutos, momento en el que Inko decidió romper el hielo.

"¿Y de dónde vienes?". 

"Ya le dije que no le puedo decir nada hasta que venga Izuku".

"¿Al menos puedo saber tu nombre?".

"... Mi nombre es Saeko".

"¿Y tu apellido?".

"Eso es algo que aún no puedo responder... señora Inko".

"¿Eh, cómo sabes mi nombre?".

"Bueno, es que lo sé porque... Izuku me lo dijo". No era del todo mentira.

Y de esta manera casi una hora, en un silencio bastante incomodo, hasta que se alertaron al escuchar un golpeteo en la puerta.

"Debe ser Izuku". Dijo la mujer sin mas.

Se dirigió a la entrada para luego recibir a su hijo intercambio un saludo con él y finalmente entró.

El pecoso paso a la sala de estar, que era en donde estaban, y vio a la chica, no la conocía de ningún lugar pero de alguna manera se le hacía familiar. Por otro lado la castaña tenía los ojos un poco aguados al ver a su progenitor pero se limpio rápidamente para que no lo noten.

"Eh, ho-hola...¿Te co-conozco?". Se encontraba nervioso.

"Vaya papá se ve casi igual". Fue lo primero que se le paso por la cabeza. "De hecho no, no me conoces pero yo sí te conozco a ti...bueno algo así". Ella también se puso nerviosa.

"¿Co-como?...espera un momento... ¡¿Eres una acosadora?!". Exaltado.

"...¡¿Que si soy una que...?!, ¡por supuesto que no!, ¡¿por que pensarías algo como eso?!".

"Es que vienes a mi casa, no le quieres dar información a mi madre, y además dijiste que tu me conoces, pero yo a ti no te conozco y eso". Explicó.

La joven realmente no sabia como refutar eso.

"... Es que... tengo algo muy importante que contarles. Es algo extraño y complicado de explicar, así que por favor préstenme atención".

Tanto la madre como el hijo se miraron entre si, con bastante sospecha hacia Saeko. Izuku pensaba que si tenia malas intenciones, no dudaría ni un segundo en contratacarla.

"No quería decírselo a la abuela, pero no me quedo de otra ". Fue lo que pensó Saeko. "Mi nombre es Saeko... Saeko Midoriya". 

"¿Midoriya?". Los peliverdes preguntaron al unisonó.

"¿Acaso eres familiar de Hisashi?". Inko se refería a su marido, que no estaba con ella porque trabaja en el extranjero.

"Si, pero no de la forma que usted cree".

La Midoriya mayor ya se estaba haciendo varias hipótesis de lo que podía ser, hasta se asustó al pensar que se podría tratar de una hija no reconocida de Hisashi.

"Y lo más importante, ¿para que querías hablar conmigo con tanta urgencia?". Preguntó Izuku.

"Se lo que diré sonará algo raro, pero tengo pruebas y lo puedo demostrar".

"Bien, ¿y que es lo que tienes que decirnos ?". Hablo serió.

"... Iré directo al grano... Yo no soy de aquí, yo no pertenezco a este mundo... yo... soy una viajera del tiempo". Afirmó.

"... ¿Que?". Fue lo único que salió de la boca de Inko, no se esperaba eso.

"Algo como eso es imposible de creer". Expresó Izuku. 

"Se que suena imposible, y los entiendo, por eso mismo traje esto". Sacando de su mochila, teniendo cuidado de no tocarlo con sus cinco dedos, un cuaderno viejo y desgastado.

La mujer peliverde se vio algo rara al ver ese cuaderno, pero el pecoso lo reconoció al instante.

Se trataba de un libreta que en el frente tenia escrito, 'Notas para el futuro'. Inko ya lo había reconocido.

"Izuku, ¿ese no es...?"

"¡Ese es...MI ANALISIS DE HEROES N°13!". Se sorprendió al verlo. Interrumpió a su madre. "¿Pero como es que ella lo tiene?, si lo tengo guardado en mi mochila , además el que tiene esta más viejo y arruinado ¿Será que lo que dice es verdad?, ¿o me estará mintiendo y de alguna forma lo obtuvo? ". Comenzó a murmurar, habito que era muy común en él.

"Sep...Es una reliquia familiar". Sosteniendo el cuaderno y haciendo una sonrisa.

"... ¿Reliquia familiar?... ¡espera eso quiere decir que tú eres...!". Dándose una idea de lo que podía ser.

"SÍ...yo soy tu hija". Afirmó.



Continuará

Nota: Les gusto el capitulo?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top