PROLONGO

Brookling, septiembre 9 de 2...

La mujer temblaba bajo el cimiento de lo que parecia una tormenta incapaz de controlar, las calles alrededor se mostraban siniestras y implacables, habia olvidado incluso lo que se sentía al estar rodeada por el mundo subterraneo, y pensar que habia vivido toda la vida en estas calles, sonriendo y corriendo entre lobos y fascinada ante la magia desbordeante de los brujos

Ella no era especial, lo sabia desde el inicio, su madre siempre fue sincera

"soy humana, mi madre es una bruja, me ha adoptado cuando tenia cinco años" formulo dentro de su cabeza, era lo que siempre decía cuando alguien le preguntaba que clase de relación tenia con Margaret, la mujer que por años llamo mama

Hacia mas de tres años que no habia vuelto a tener contacto con ella, tres años en los que habia querido ser independiente... pero se encontró con algo o mas bien alguien que detuvo su camino

Con suspiros entrecortados tomo valor, la mansión Clain estaba igual de pulcra que siempre, despues de todo Margaret era una mujer demasiado perfeccionista

El agua caia a cantaros por su rostro, regando por completo el maquillaje de esta tarde dejando una figura negra pasando por el resto de la mejilla, se llevo una suave mano hacia su vientre aun plano y las lagrimas se confundieron en sus mejillas por las gotas de lluvia

Miro con detenimiento la puerta de mármol, impresionante eh inmensa frente a ella, se sentía pequeña eh intimidada frente a la inmensa puerta, tenia miedo... miedo a lo que pasaría despues de ello

Aun asi tomo el valor suficiente, con los nudillos apretados toco dos tres veces a la puerta

Mil y una maldiciones se escucharon al otro lado de la puerta

--¡no puedo creer que hayas olvidado algo!- la voz femenina se escuchaba en un ligero eco—te lo dije, dije que revisaras las malditas maletas, pero jamas me haces caso...

La puerta se abrió en un repiqueteo intranquilo, Margaret callo apenas y noto a quien tenia enfrente, su pequeña hija, su querida Annabeth, estaba frente a ella, titilieante de frio con los cabellos castaños pegados en los costados de sus rostros al igual que sus ropas, completamente empapadas

--Annabeth... querida tu—Margaret se llevo las manos a sus labios sin poder creer lo que veía—volviste con mama

No tardo ni un segundo en el que la castaña habia ido al encuentro de sus brazos sintiendo el calor maternal envolverla, la sensación de alivio nunca fue mas agradable

Habia pasado una hora desde su llegada, y Annabeth no se habia dignado a hablar del porque de su llegada, que habia pasado para que ella volviera de esa manera, frente a la fogata la chica lloraba en silencio, parecia no poder dejar de sollozar, su madre le habia prestado ropa seca, y dado chocolate caliente, aun asi estaba muy lejos de sentirse mejor

Tenia entre sus manos una carta, a escritura era perfecta pero lo que habia escrito allí era lo que realmente le importaba

"Annabeth

No fui lo suficientemente valiente para hablarte sobre el tema, quería que te fueras, que salieras con vida, que te llevaras a nuestro hijo lejos de la guerra, pero se que si sobrevivo las cosas jamas serán iguales, pronto yo no sere el mismo, mis sentimientos por ti o cualquier cosa se me serán arrebatados, pero sigue adelante mi amor, vive con alegría y disfruta de la vida en su máxima expresión, olvídate de aquel hombre que una vez te hizo sufrir, piensa en mi como alguien que no te merecia... a pesar de ello me recordaste que aun tenia una parte humana, una parte humana que siente y teme, me recordaste el que se siente ser amado, gracias por todo"

El sollozo se fortalecio ante las ultimas palabras, quería que fuera feliz... pero si no estaba con el jamas podría serlo, jamas podría sentirse completa

--Annabeth- su madre se sento a su lado mientras que veía con impresión como ella rompia poco a poco la cart, la hacia pexdazos con tanta rabia y frustración –- ¿que fue lo que paso?

¿Deberia decirle? La historia era demasiado larga para contarla, tanto dolor y sufrimiento acompañado de amor le habían perseguido últimamente, pero ahora, lo único que sentía era la desgracia

--me enamore de un demonio... eso paso