CAPITULO 3: EL ÚLTIMO CUENTO

Regrese a casa, mi madre estaba preparando todo para el gran baile que habra por mi cumpleaños, pronto 16 años, tengre fiesta de cumpleaños y coronación. Mis doncellas llegaron y dijeron que tenia que probarme el vestido para mañana, yo asenti con la cabeza y fui con ellas.

Al entrar al salón donde estaba el vestido, lo observe, era hermoso de color negro. Al verlo imagenes de la chica que se lanzo al mar aparecieron. Después de unos minutos que tarde en ponerme el vestido me mire al espejo y note que lucia como aquella chica.

-Te vez hermosa Ariadna- Dijo Gena.

-Es bellísimo, y Ariadna también es hermosa- Agrego Lisa.

-Bien, doncellas dejenme a solas con mi hija- Interrumpió mi mamá.

Mis doncellas salieron y me dejaron solá con mi madre, ella me miro sonriente y dijo:

- Seras una hermosa princesa Ariadna, tanto para este mundo y en el que perteneses.

-¿A que te refieres con eso madre?

La mire extrañada, ella sin decir nada me dio un abrazo y salio de la habitación dejándome sola, cuando mire a la ventana vi al cuervo de esta mañana, abri la ventana y sus palabras salieron velosmente de su pico.

-Ariadna, corres peligro aqui, tienes que venir conmigo ahora, pues el hechicero que teniamos cautivo asta ahora a escapado con un propósito. Obtener las perlas y evitar que tomes el trono en Azcalaf.

-¿Azcalaf? ¿Que es eso?

Azacalaf, recuerdo que era un pais que existia en los cuentos que me contaba mi madre cuando era niña. Miro al cuervo y salgo de ese lugar con este detras mio, en mi cuarto comienzo a buscar los cuentos y miro al cuervo mientras me rio.

-Azcalaf son solo cuentos que mi madre escribia para mi cuando era niña.

-Si lo se, y esos cuentos son reales, no solo son fantasía, recuerda que lograste detener la estela de luz que te lanzo el príncipe Brian.

Yo estaba a punto de hacerle una pregunta al cuervo, pero entraron mis padres y se percataron de que era hora de decirme la verdad.

-Baya, irresponsables, no le han dicho nada, si ni reina se entera. -Dijo el cuervo.

-¿Decirme que?- Pregunte.

Vi que el cuervo comenzaria a meter su pico en mi vida pero mis papás se lo impidieron, y le dijeron que se retirara, que ellos hablarían conmigo mañana. El cuervo asintió y extendió sus alas a la luz de la noche.

Sin decir mas fui a ponerme pijama y me dirigí al comedor principal a cenar para después irme a dormir.

"Tus sueños son tu tormento, la verdad revelada y tus esperanzas al borde del bosque, cruzando el rio esta tu verdadero hogar"

Por fin el día esperado. Mi cumpleaños, tocan la puerta y...

-¿Quien es?- Pregunto todavia desconcertada.

-Soy alteza, Gena, traigo su ropa.

Le ordenó que entre, ella entra arrastrando un carrito con ropa y cosas para arreglarme, incluyendo el elegante vestido negro que usare este día y... Un regalo.

-Espero y le guste es un regalo de parte de todas nosotras.

Yo lo abro frente a ella, es un bello colar de plata con un enorme cristal de color negro, al verlo una vision llega a mi cabeza.

<< Es un señor con vestimenta extraña, se acerca a una dama muy hermosa con un vestido bellisimo y joyas presiosas, este le dice: "El principe Brian es el traidor de Azcalaf, dejo libre a Ariadna." Ella se levanta de su asiento y le grita: ¡Mi hijo no es un traidor, el esta a cargo del destino de su hermana!" La dama se tapa la boca mientras el hombre la mira sorprendido: " Tu no tienes una hija, ¿o si? Esa niña es la unica que puede leer las perlas, reza porque si la encuentro la matare.">>

Mi mente vuelve a la realidad y volteo a ver a Gena que se nota preocupada.

-¿Esta bien alteza?

-S...si, estoy bien, gracias por el collar esta bello.

-Bueno, la dejare sola, fue un placer.

Sale se mi habitación y me comienzo a arreglar y peinar mi cabello negro, adoro como se ve suelto. De pronto tocan la puerta.

-Adelate- Digo a quien esta afuera.

Cuando se abría la puerta vi que entraba mi madre, ella me dio un abrazo mientras decia que lucia hermosa. Me senté en la cama y mi madre oyó un ruido en la ventana, seguido de esto dijo:

-A llegado. - Se acerco a la ventana y la abrio.

-Buenos días su Majestad. - Dijo un voz.

Volteó a donde oigo la voz, un ave entra y se posa en la cama.

-¡Tu!, eres el cuervo que estubo en la biblioteca.

-Veo que no le haz dicho nada, eso no es favorable, perdemos tiempo.

Miro a mi madre, esta no sabe como empezar a lo que yo digo:

-¿Decirme que? - El cuervo miro a mi madre y luego a mi y volvio a hablar.

-La guerra se acerca, y usted su majestad no a hecho nada, el príncipe Brian y su madre la esperan.

Mi madre asintió y comenzó otro cuento de Azcalaf.

-Madre ya estoy grande.

Mi madre dijo que tenia razón por lo cual este seria el último. El capítulo se llamaba "La verdad" Yo me reí y puse atención.

<<Hace mucho tiempo nació una hermosa princesa en Azcalaf, le llamaron la hija de la obscuridad, pues nació una noche en la cual a aquel lugar, se decia era la noche del León blanco. Días después llegaron los bandidos reclamando las perlas negras, las cuales el León obsequió a la bebé, la reina negó la existencia de las perlas y la niña, y pidio a su primogénito, el príncipe Brian que llevara a la niña a un lugar seguro asta que cumpliera los 16 y pudiera defender a aquel mundo. El príncipe, quien era el encargado del destino de esa niña, la dejo en un lugar cercano donde fuera educada como lo que era: Una princesa. Al acercarse al castillo se percato de que los reyes de ese reino no podian tener hijos, asi que dejo ahi a la niña con una nota: "Esta niña es hija de la obscuridad y princesa de Azcalaf, su nombre es Ariadna, cuidenla y protejanla hasta que llegue su cumpleaños número 16. Ella tendra que volver Azcalaf en ese tiempo. Atte: Brian." Esa tiene que volver esta noche a su hogar.>>

-Linda historia madre, gracias, fue hermoso ¿Cuando le pusiste mi nombre a la princesa?

El cuervo se puso frente mio y sin perder tiempo dijo:

-No solo es una historia, tu eres esa niña.

Mire a mi madre y ella asintio con la cabeza, se acerco a mi para abrazarme y dijo:

-Tienes que tomar a Lilium marcharte de aqui, no estas a salvo.- Luego miro al cuervo y pregunto.- ¿Alguien vendra a la cascada por ella?

-Si el príncipe Brian y quizás una de las princesas.

Pronto se hizo de noche y comenzo la fiesta, baje al gran salón y ahi estaba él el príncipe Damián, Dios ese me pone nerviosa. Me regalo una reverencia y medio un regalo, una pequeña daga con su funda, la atore en mi vestido u le di las gracias.

-Espero y nunca la tenga que usar alteza.

Todo era perfecto, cuando se escucho un estruendo...

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