La poción Sfimiurs no era una poción sencilla, además de su compleja elaboración, tenía muchos ingredientes, muchas flores, raíces y hojas que recolectar, por lo que el grupo se dividió, y cada uno tenía una lista con lo que tenía que buscar, si no, tardarían varios días en conseguir recolectar todo, pues algunos ingredientes además eran difíciles de encontrar.

Cada cierto tiempo se reunían, ya que a pesar de tener cada uno una lista, en ocasiones uno encontraba un ingrediente que le tocaba a otro, así no se entretenían buscando algo que el otro ya había encontrado; más allá de eso, generalmente no se encontraban, el bosque era muy grande, mucho terreno por recorrer, no tenía por qué darse un encuentro.

Aurora no solo estaba concentrada en su búsqueda de las plantas, sino también en buscar pistas sobre las brujas que habían estado en ese lugar hacía años, cabía la posibilidad de que las hubieran dejado por accidente, por eso estaba especialmente atenta a los lugares donde encontraba alguno de los ingredientes de la poción.

Había encontrado un lugar bastante escondido donde podía asegurar que se había realizado magia, las condiciones de ese lugar, húmedo y aislado, había permitido que el rastro de magia se apreciara a pesar de haber pasado años desde entonces, por lo que Aurora pudo recabar un par de pistas.

-Aurora - alguien llamándola le sacó de sus pensamientos, había llegado al punto de encuentro y ni se había dado cuenta.

-Mike, ¿y el resto? - preguntó Aurora.

-Aún no han llegado, no creo que tarden en llegar.

Aurora y Mike hablaron un poco sobre la poción Sfimiurs y sus ingredientes, le seguía sorprendiendo sus conocimientos sobre esa poción, no era una poción común, muy pocos tenían el conocimiento y la habilidad para realizarla, pero eso no significaba que él la hubiera hecho o ayudado a hacerla, mucho menos que estuviera involucrado con la manada fantasma, ¿no?

-Ey - dijo alguien, poco a poco fueron llegando todos los miembros del consejo.

-Sentimos la tardanza, nos confundimos de lugar - se disculpó Johnson.

-No pasa nada - le restó importancia Aurora.

-Sí, es normal perderse en este bosque, no por nada está encantado - dijo Mike.

Aurora frunció el ceño, ese dato no le sabía, y eso que había investigado la zona, nunca se expondría a una emboscada o algo por el estilo, mucho menos los llevaría a una, ni a ellos, ni a sus amigos y pareja. La híbrida le preguntó si estaba seguro de sus palabras, y él le respondió que sí y le contó la historia de ese bosque, el origen de su magia y el por qué en él hay tantas plantas que se usan para la brujería.

-¿Y tú cómo sabes eso? - le preguntó Liseth.

-Tengo familia aquí, en Rumanía, mis abuelos por parte materna eran de estos alrededores, me contaron muchas cosas de este lugar cuando era pequeño.

-Bueno, creo que deberíamos seguir buscando los ingredientes, pronto será la hora de volver - dijo Meison.

-Pues yo no encuentro flores de nymphoides peltata por ningún lado - se quejó Madison.

-Eso es porque son flores acuáticas, y en este bosque no hay lagos - explicó Mike.

-Entonces habrá que buscar esa flor en otro sitio - dijo Liseth.

-No necesariamente, cerca de aquí hay un lugar aislado y con bastante humedad, tal vez puedas encontrar algunos ejemplares - comentó Mike.

Mike le dió indicaciones precisas a Madison para que ella pudiera encontrar el lugar, además de enseñarle un hechizo para que ellas florecieran si aún no lo habían hecho. Aurora no pudo evitar pensar en todo ello, él le estaba indicando el lugar exacto donde ella había encontrado restos de magia, y además le había dado una explicación de por qué lo había, para hacer florecer esa planta.

El grupo volvió a separarse, Aurora no podía dejar de darle vueltas al asunto, no quería sospechar de él, Mike había sido muy bueno con ella desde el principio, se había ganado la confianza y el afecto de todos, era un hombre muy extrovertido, pero a la vez muy reservado, podía contarte sin problemas su infancia y su pasado, pero nunca le oirías decir nada sobre su presente, mucho menos si estaba en una relación.

No paraba de repasar en su cabeza todo lo acontecido los últimos días, sus conductas extrañas, sus conocimientos inusuales, el hecho de que supiera que en ese mismo bosque habían estado brujas que estaban aliadas con la manada fantasma, todo eso le hacía eco en su cabeza y no la dejaba pensar con claridad, debía haber algo más, él no podría, o eso quería creer.

El tiempo pasó y se volvieron a reunir, quedaban pocos minutos para la hora acordada de reunirse con el otro grupo, por lo que debían salir del bosque, ir a la entrada y esperarlos allí para ir hablando de los progresos en el camino hacia los coches, así ahorrarían tiempo y se pondrían al corriente primero.

-¿Y Mike? - preguntó Johnson.

Mike no había llegado, lo cual era extraño, él y Aurora eran los más puntuales, y no creía que se hubiera perdido, parecía que él conocía ese bosque a la perfección, como si ya hubiera estado ahí antes, otro hecho que hacía que ella tuviera dudas, aunque no lo diría en voz alta, no lo acusaría hasta estar segura.

-Iré a buscarlo, vosotros id yendo - avisó Aurora.

Los miembros del consejo no dudaron, la hicieron caso sin decir nada, lo consideraban la opción más lógica, no había nada de lo cual sospechar, ni siquiera de que Mike faltase, ellos ya se habían perdido en un par de ocasiones, es más, él mismo había contado que ese bosque estaba encantado, tal vez le había jugado una mala pasada.

Aurora no paraba de plantearse las cosas, sentía que se estaba volviendo loca, que la paranoia le estaba ganando terreno, que los miedos e inseguridades de su pareja y amiga la estaban empezando a afectar; no olvidaría jamás la sensación que tuvo mientras estuvo en ese estado de coma, la horrible sensación de estar cayendo y nunca terminar de caer, no se lo deseaba ni a su peor enemigo, mucho menos quería sentirlo otra vez.

No lograba entender el punto, el modo de actuar de esa manada, solo la habían atacado a ella, nadie más había sido afectado, y solo fue una vez, no volvieron a intentarlo, ¿cuál era el plan?, ¿qué es lo que quieren?,  se preguntaba sin parar, no veía lógica o sentido a lo que hacían, ¿era por ella?, no lo sabía, y le frustraba esa sensación de estar perdida y no saber nada.

Tal vez por eso intentaba poner rostro al culpable, tal vez por eso veía a Mike como un posible sospechoso, todo indicaba a él, su cabeza ya lo veía como un espía del enemigo, pero su corazón le indicaba otra cosa, debía ser otra cosa, se resistía a la idea de que fuera él el que estaba detrás de los acontecimientos recientes, no podía ser él.

Lo buscó por varios minutos, hasta dar con él, se encontraba intentando alcanzar las hojas de un árbol, se había subido al tronco y lo tenía rodeado con las piernas mientras se estiraba para intentar llegar a las hojas, las ramas eran demasiado finas para poder aguantar su peso, no se arriesgaría a una caída, ya casi las tenía.

Aurora lo observó en silencio, otra vez su corazón le indicaba que era inocente, que ese hombre colgado como un mono, sacando y mordiendo su lengua por la concentración de su acto, no podía ser él, no podía estar involucrado, al menos no intencionadamente, no quería sospechar de él, por lo que decidió que lo mejor era hablar con él cuanto antes para aclarar las cosas.