27. Lo pensarás dos veces...

Esa misma noche, Cale al llegar a la mansión henituse fue abordada por preguntas provenientes de un mayordomo con una sonrisa extremadamente benigna, dos niños furiosos, un espadachín enojado y un chef con el ceño fruncido.

A decir verdad, cuando Cale llegó su labio ya estaba curado y su nariz había dejado de sangrar, pero aún quedaban rastros de sangre en su vestido, un poco en su rostro y en el pañuelo, antes blanco y con bordados de oro perteneciente al tercer príncipe, que sostenía en su mano.

Cuando Ron la vio así, la reviso de pies a cabeza para comprobar que estuviera bien, la llevo a su cuarto y la obligó a bañarse, pero en el trayecto de camino a su habitación fue vista por los demás miembros de la casa, preocupandolos.

Así que en ese momento Cale, que estaba de pijama, se encontraba sentada en un sillón siendo interrogada por los antes mencionados.

— Joven señorita. — hubo un ligero estremecimiento por parte de la nombrada antes de mirar a Ron.— Díganos... ¿por qué razón su vestido tenia sangre? ¿Y de quien era? Este mayordomo tiene mucha curiosidad.

Cale aún estaba callada. Sentía como si hubiera hecho algo extremadamente malo mientras veía a su fiel mayordomo que se cruzaba de brazos. Los niños estaban parados uno a cada lado de Ron del mismo modo que él.

Choi Han desde atrás estaba metiendo y sacando la espada de su funda mientras entrecerraba los ojos consentrado en algo. Beacrox, por otro lado, estaba afilando meticulosamente un cuchillo en un costado.

Por su parte el dragón era invisible, pero viendo las acciones de Choi Han, se podría decir que le estaba contando todo a él.

Cale, aunque un poco dudosa respondió.

— Uhg, bueno, la sangre era mía. Y fue porque me golpearon. — ella miró de reojo a Ron.

Los niños estuvieron a punto de ir hacia ella y revisarla, pero algo los detuvo.

Entonces vio que Ron había puesto sus manos en los hombros de los niños como reteniendolos, o más bien reteniendose a si mismo.

Inmediatamente siguió hablando.

— Bueno, en realidad, fingí el golpe. Aunque se me pasó un poco la mano. — dijo escondiéndose de hombros restandole importancia.

Cale no lo vio, pero hubo una mirada asesina en el rostro de Ron por una milésima de segundo, antes de volver a poner una sonrisa benigna, pero una muy aterradora.

— ¿Y quien fue quien la golpeó?

— ¡Si!, ¡¿Quién fue el bastardo?!— Continuo Hong.

Nadie lo corrigió en su modo de hablar, no era el momento para reprender al niño.

La pelirroja estuvo a punto de responder, pero en ese momento se le adelanto una voz cargada de amargura y odio.

— Venion...

Choi Han miraba con furia la alfombra en el piso. Cale sintió escalofríos ante esa mirada y casi titubea al hablar.

— S-si, fue él.

Aunque con una sonrisa, podía verse claramente en su rostro como una vena aparecía en la frente de Ron.

— Entonces, joven señorita ¿por qué se dejó golpear?

— Como dije antes, fingí ser golpeada. — corrigió antes de seguir.— Lo hice para vengarme de ese bastardo psicópata que no me dejaba de molestar.

Cale pensó en las cosas que le había dicho Venion en la cena. Se froto los brazos con la simple idea de pensar en casarse con un imbécil como él. Ni en el infierno lo haría.

— No paraba de insistir en que yo sería su esposa. — hizo una mueca de disgusto— Que horrible idea.

— ...

Hubo un silencio sepulcral en ese instante, el cual fue irrumpido por el "clinck" de un cuchillo cayendo al suelo y el fuerte golpe provocado por meter abruptamente la espada en la vaina.

Cale hizo oídos sordos por su bien y siguió hablando.

—  El bastardo dijo que le pidió mi mano a mi padre. Que ridículo. — se cruzo de brazos y piernas negando con la cabeza.—  Por cierto, dudo que el imbécil estuviera mintiendo así que... ¿de casualidad sabes algo Ron?.

La pelirroja miró de reojo a Ron quien se tenso por un pequeño instante.

—  ejem... A decir verdad sí. El conde me informó de algo así. — el nunca aparto la mirada de ella. —  Sin embargo, el conde dijo que no era algo que fuera importante o algo como para preocuparía. Me pidió que no le dijera nada.

Ron también había pensado que era mejor que Cale no se enterara de tal cosa. Pero no lo dijo.

Cale also una ceja en forma de incredulidad ante las palabras del mayordomo. Luego volteo a ver a Choi Han y a Beacrox.

— ¿Ustedes sabían?

—  No.

—  Me enteré de algo.

Dijo primero Choi Han y luego Beacrox. Cale sabía que no estaban mintiendo así que solo puso suspirar y volver su mirada a Ron.

— La próxima vez prefiero enterarme de las cosas. Yo decidiré si es relevante o no.

Ella no estaba enojada con ellos, sabía sabía no lo habían hecho con mala intención, pero para situaciones como esta ella necesitaba estar informada.

— Comprendo joven señorita. No volverá a ocurrir.

Ron hizo una reverencia hacia ella. La pelirroja agitó la mano como quitándole importancia al asunto.

— Choi Han

— Si Cale-nim.

— informe. Ron, Beacrox, por favor necesito hablar a solas con él antes de irme a dormir.

— Como desee joven señorita. Me estoy retirando ahora.

— Buenas noches joven señorita

Cuando salieron padre e hijo, Choi Han empezó a hablar.

— Encontramos cuatro de las bombas mágicas.

Cale recordó que en la novela, había cinco ubicadas en diferentes lugares y cinco ubicadas en personas.

— Todos estaban alrededor de la plaza.

— Muéstrame el mapa.

Cale extendió su mano hacia Choi Han. Choi Han había regresado lo más rápido posible para ver a Cale. Parecía haberse apurado, ya que tenía sudor en la cara cuando llegó. Sin embargo ahora estaba bien pues ya había pasado un tiempo desde que la "interrogaron" por la sangre.

— Encontramos uno, y luego corrí con el Dragón en mis brazos para mirar detenidamente por todas partes. Terminamos encontrando tres más en el proceso, pero nada más. Estoy seguro de que debemos buscar en otro lugar que no sea la plaza, pero no había ninguno en los lugares que hemos buscado hasta ahora.

— No hay necesidad de apresurarse, ya que estará seguro hasta el día de la celebración en dos días.

— ¡Pero es mejor deshacerse de las cosas peligrosas antes!

— Vamos a robárselos temprano en la mañana del día de celebración.

—… ¿Disculpe?

Las bombas mágicas que Cale conocía requerían que el desarrollador enviara una señal para hacerlas explotar. Sin embargo, para cualquiera en el nivel de magia del Dragón Negro o incluso de Rosalyn, fue bastante fácil cortar la conexión entre el desarrollador y las bombas, incluso si tomó algún tiempo hacerlo. Así fue como Rosalyn pudo destruir las bombas sobre la gente de la novela.

(Eso debe hacerse el día de la celebración)– pensó — (Esa era la única manera de hacer que ese mago sediento de sangre pensara que todo estaba bien)

— ¿Robarlos? ¿No los vamos a destruir?

Cale le devolvió el mapa al confundido Choi Han y comenzó a hablar.

— ¿Por qué destruiríamos cosas tan útiles?

Incluso si las bombas no se pueden usar, el maná densamente empaquetado en el interior era un ingrediente bastante útil.

— Lo usaré para mí.

Choi Han pensó que la sonrisa de Cale era bastante furtiva. Cale continuó hablando con Choi Han, quien aceptó el mapa con una expresión confusa.

— Sigue buscando ya que puede haber más. Vuelva a consultar varias veces para ver si la ubicación de la bomba también cambia.

Choi Han y el Dragón Negro ahora deberán permanecer escondidos alrededor de la plaza y continuar investigando. Será difícil, aburrido y extremadamente agotador para sus mentes, pero no era algo que Cale fuera a hacer ella misma.

— por favor. Continúa con tu arduo trabajo.

— Como órdenes, Cale-nim.

Choi Han hizo una reverencia antes de volver a mirarla.

— Pero Cale-nim... ¿realmente estas bien? ¿No estas herida?

Cale volteo a ver a Choi Han con una expresión confusa. Podía ver las orejas caídas al igual que la cola de perro imaginaria, como si estuviera realmente triste.

— Si te hubiera acompañado... tu no-

— Bien, detente ahí.

Cale interrumpió el discurso que se venía. Choi Han aún estaba cabizbajo, así que ella estiro una mano y le acarició la cabeza.

— Dije que estaba bien ¿okey?. — el peli negro levantó la cabeza para mirarla.— No me dolió el golpe y bueno la sangre ... supongo que es por qué soy débil.

Las emociones de Choi Han eran evidentes. Se sentía culpable y estaba furioso. Cale sin embargo no lo noto y continuo.

— Jajaja, es mejor así. Con lo que hice, ese bastardo no se atreverá a hablarme o tocarme. — recordó lo bien que había salido su pequeño acto y sonrió.— cualquiera que haya visto lo sucedido impedira que se me acerque.

( hasta los príncipes intervinieron jaja) — ella estaba muy feliz en este momento.

Pero la mente de Choi-Han era un va y ven de pensamientos. Él quería haber estado allí y haber evitado que Cale se lastimara. Quería decir algo, pero las palabras quedaron estancadas en su boca.

— *suspiro* Estoy cansada, me gustaría poder dormir ahora.

— Descansa Cale-nim.

La verdad él quería quedarse un poco más al lado de la pelirroja, pero sabía que ella había tenido un día largo, por ello decidió retirarse.

Choi Han salió de la habitación, quedando solo los niños y el dragón invisible.

Cale realmente estaba cansada por lo que decidió acostarse y ni bien estuvo en cama se quedó dormida.

Por esto ella no se entero de que los niños interrogaron al pequeño dragón por un buen rato antes de salir sigilosamente por la puerta.

Cale quedo adentro con el pequeño dragón mientras dormía.

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Cuando Choi Han salió se dirigió a una sala, en la cual se encontraba un sirviente y su hijo sentados al rededor de una mesa. El asintió ante la mirada del duo y se sentó también.

— No nos vamos a quedar así ¿verdad?.

En ves de pregunta era más una afirmación. Choi Han estaba esperando una respuesta de los contrarios.

— Este punk. — chasqueo la lengua el mayor. — por qué preguntas lo obvio.

Beacrox asentía a lo que decía su padre.

— ¿Sabes en donde se esta quedando el bastardo?

— Por supuesto. ¿Qué clase de mayordomo sería si no lo supiera?

Al contrario de su sonrisa benigna habitual, Ron estaba completamente serio.

— Sin embargo, tu no vas a hacer nada.

— ¿Qué? ¿Por qué?

Choi Han estaba a punto se saltar de su asiento hasta que el chef interrumpió.

— Tu tienes trabajo que hacer. La joven señorita te dejo a cargo de un trabajo ¿o me equivoco?

Beacrox no miraba a Choi Han cuando hablo. En cambio estaba concentrado limpiando meticulosamente el cuchillo que antes se le había caído.

— Tks, maldita sea.

— No deberías preocuparte. Después de todo es mi trabajo deshacerme de la basura. — hubo una sonrisa maliciosa en el rostro de Ron.

Choi Han desvío la mirada. En ese momento se escucharon unas voces.

— Abuelo Ron, tío Beacrox. — llamo On.

Los nombrados miraron en su dirección.

— Nosotros también queremos ayudar.— siguió Hong.

Los mayores estaban a punto de decirles que no, puesto que era peligroso hacer que los más jóvenes se involucraran.

Entonces On decidió intervenir.

— Sabemos lo que realmente pasó en ese lugar.

Dijo firmemente la niña, tomando la atención de padre e hijo y una mirada preocupada del pelinegro.

— ¿y como saben ustedes de eso? — pregunto Beacrox.

— Nos lo contó todo el men-

Inmediatamente On le tapo la boca a su hermano y lo miró como si quisiera reprenderlo.

Hong se tenso y se dio cuenta de que casi dice algo que no debería.

Choi Han empezó a sudar en frío. Él era consciente de que Cale no quería que los demás supieran, aún, de la existencia del Dragón. No era el momento.

— ¿Quién les contó? — dijo Ron mirando a los niños. — Sería bueno saber de donde proviene esa información.

On y Hong se estremecieron e inconscientemente miraron a Choi Han. Este se tenso y quedó quieto.

Ron y Beacrox siguieron la mirada de los niños hasta Choi Han.

— ¿Sabes algo punk?

— Yo. No. Se. Nada. — trato de mentir y desvío la mirada.

Los niños quedaron incrédulos ante la mala actuación de Choi Han y se golpearon la frente con sus manos. De alguna manera el pelinegro se sintió ofendido y se sonrojo.

On, como la más apta para formular palabras de los tres, habló.

— No podemos decirles como es que sabemos lo que pasó. Pero la información que tenemos está confirmada.

Pedre e hijo se miraron y asintieron.  Lo dejarían para más tarde por ahora.

— Bien, entonces por favor cuéntenos todo.

Con eso los niños suspiraron y empezaron a contar todo lo que el dragón negro les dijo que había pasado en esa reunión.

Estuvieron un buen rato hablando y escuchando, hasta que el pelinegro decidió levantarse e irse.

— Espero que hagan las cosas bien. — dijo sin esperar respuesta y dejando la habitación.

El mayor suspiro y se puso de pie, seguido de su hijo.

— Beacrox, prepara las cosas. Saldremos en 15. — volvió para mirar a los niños que estaban ansiosos por lo que iba a decir. — Vendrán con nosotros,  sin embargo espero recuerden su entrenamiento y que no se separen de nuestro lado. No queremos preocupar a su madre

— ¡Si!

Contestaron al unísono, transformándose en gatitos.

. . .

Tiempo mas tarde se encontraban dos figuras de negro acompañados de dos pequeñas criaturas negras en sus hombros, en frente de una gran mansión bastante lujosa.

— Ahora..

Se escucho un susurro lo suficientemente audible para la pequeña mancha negra en su hombro, la cual comenzó a soltar niebla blanca por todo el lugar.

En poco tiempo no había un solo lugar sin niebla blanca. Los guardias y sirvientes se extrañaron por tan repentino cambio climático, sin embargo lo ignoraron.

— Hong...

— Nya.

A la orden la pequeña criatura en el hombro del contrario comenzó a soltar neblina roja, la cual se combino perfectamente con la blanca.

En su ignorancia tales guardias y sirvientes comenzaron, uno por uno, a caer inconscientes en los lugares en donde estaban.

Gracias a esto, poco a poco, sin prisa y como si fuera su propia casa, el dúo y ambas criaturas se adentraron en la mansión por la entrada principal.

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En su habitación, Venion se encontraba caminando de un lado hacia otro.

Se lo notaba nervioso, pues se estaba mordiendo la uña del dedo pulgar de una de sus manos mientras que con la otra se agarraba la cabeza.

— ¿Cómo pude golpearla en frente de todos?

Se cuestionaba por todo lo sucedido hace unas horas en el palacio del príncipe.

No podía asimilar todavía la vergüenza que pasó al dejarse llevar por sus impulsos. No es que no hubiera querido golpearla.

De hecho si se dejaba llevar por sus más oscuros deseos, ver a Cale tirada en el piso con sangre saliendo de sus labios y nariz, asustada y temblorosa mirándolo desde abajo...

Cada vez que lo pensaba, se sentía extremadamente extasiado, quería verla aún peor y suplicandole piedad, arrastrándose hacia él rogando que se detuviera y ...

— Ah~ esto se me esta yendo de las manos.

Un creciente rubor apareció en su rostro y con ojos dilatados. Parecía un completo psicópata.

Desde un principio pensó en ir lento y tratar a Cale con mucho cariño, quería llegar a ella de forma sutil. Pero ¿tenía que resistirse a tal punto de volverlo loco?

— Maldita Sea. ¿Como se supone que arregle mi reputación después de esto? — suspirando de frustración se dirigió a su cama y se sentó en ella. — Si tan solo no hubiera reaccionado así...

Decidió dejar de pensar en eso por ahora. Necesitaba descansar, por lo que decidió que era mejor acostarse.

En su delirio, nunca se percato de la niebla que se colo en su habitación y mucho menos de la inminente paz que ahora había en la mansión. Estaba extremadamente silencioso.

Por ello tampoco sintió cuando entraron dos figuras de negro y unas pequeñas criaturas a sus aposentos.

Estas figuras se movieron en silencio, como los profesionales que eran, y con movimientos elegantes le quitaron las prendas, dejándolo solo en ropa interior y amarraron con cuerdas las manos y los pies de Venion, atandolas a cada una de las extremidades de la cama.

Unos momentos después, Venion se sentía incómodo, sentía frío en su cuerpo y además no podía moverse. Quería girarse a una posición más cómoda pero no podía.

Molesto por la falta de movimientos, poco a poco empezó a despertar. Sin embargo escucho un *¡flish!* que lo hizo tensarse y abrir por completo los ojos.

Giro su cabeza de un lado a otro para encontrarse con sus extremidades atadas.

— ¿Qué mierda? — intentó forcejear pero fue en vano— ¿Como es q-

Sus palabras quedaron cortadas por otro *¡flish!*, entonces sus ojos lo captaron. Podía distinguir, muy vagamente, sentado a un lado de su cama a una figura masculina vestida de negro de pies a cabeza,a excepción de los guantes blancos en sus manos, que estaba afilando un cuchillo en sus manos.

Beacrox no se molesto en mirarlo.

— ¿Quién demonios eres tú? ¡Suéltame ahora mismo si no quieres sufrir las consecuencias!

— Ruidoso.

Fue lo que escuchó de aquella figura antes de soltar un grito.

— AHHH.

Aquel cuchillo había hecho un corte en su brazo izquierdo del cual comenzó a salir sangre.

Atónito por el dolor, Venion forcejeo más haciendo que sus muñecas se pusieran rojas.

Por otro lado la otra figura se estaba riendo, mientras acariciaba a un gatito en sus brazos. El otro estaba aún en sus hombros.

Venion que noto la otra figura, tembló por lo sigilosa que fue.

— Debería relajarse. Ni siquiera hemos comenzado aún.

Ron hablo con una voz cambiada. Entre muchas de sus habilidades como asesino, estaba la práctica de cambiar de voz.  En momentos así era efectivo.

— uff..  ¡¿QUE QUIEREN DE MI?! SI ES DINE- AAHHHH

Otro corte apareció en su pierna desnuda.

— Shhh Shhh Shhh. — chito la figura que tenía a los gatitos. — Este hombre está un poco irritado ahora mismo, no deberías provocarlo.

Contenido las lágrimas de dolor, Venion decidió que lo más sabio sería callarse.

— Eso es bueno... ummm ¿por donde deberíamos comenzar?

Dijo el de la voz tenebrosa y se acercó a la cama de Venion, mirándolo desde arriba.

El rubio sintió un escalofrío que se traslado por toda su espalda. Aún forcejeaba, necesitaba salir de ahí, sus instintos le decían que debía salir como sea de allí.

— Ah.. por su puesto.

Dijo como si hubiera encontrado la revelación de su vida y se escucho un *¡plaff!*

El rubio quedó en blanco, solo volvió en sí cuando sintió que algo líquido y tibio estaba en su rostro.

El hombre lo había golpeó en la cara, lo suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar.

— Ummm no es suficiente. — toco al gatito en sus brazos y le indicó — te toca.

Sin más un humo rojo se desprendió de la pequeña criatura y fue directo hacia Venion.

El rubio empezó a retorcerse, queriendo evitar ese humo, pero fue en vano. Terminó inhalando y filtrándose por su cuerpo, incluso también por sus recientes heridas.

Unos pocos segundos después, empezó a sentir picazón por todas partes. Tanto en su cuerpo como en su interior. Quería rascarse, quitarse la picazón tan insoportable que sentía, por lo que se retorcía constantemente en la cama.

Sintió un alivio acompañado de dolor cuando las cuerdas de sus manos y sus pies se rozaron con su carne. Pero no era suficiente. De apoco empezó a gruñir, para no gritar, por lo exasperado que estaba.

Dentro suyo, en sus entrañas también sentía picazón, quería rascarse en todos lados, meter su mano en su garganta y quitarse todo el ardor que sentía dentro.

La figura de pie se alejo para dejar a los gatitos en un sillón de la sala. Luego volvió, para ver  como la blanca piel del rubio se ponía cada vez más roja. Soltó unas carcajadas leves.

— Parece que pica. — recordó como le había indicado a Hong que usará hiedra venenosa en forma de humo para molestarlo. — ¿Qué tal si te ayudamos con ello?

Ni bien Terminó de hablar, la figura sentada balanceo su cuchillo y corto, ligero y poco profundo, la carne del brazo derecho.

— Ahhgg. Mmmm

Venion estaba tratado muy fuertemente de no gritar, por lo que se mordió el labio.

Sin embargo el hombre sentado se paro y empezó a cortar en lugares al azar, dejando pequeños cortes llenos de sangre.

Venion no se aguanto y grito. No le importaba nada.

Por un lado se sentía aliviado por la picazón que desaparecía, pero no es como si los cortes que estaba recibiendo no le dolieron. Por eso, alarmado, trato de gritar.

— ¡GUARDIAS!, ¡GUARDIAS!...

No hubo respuesta, más que una carcajada y más cortes en su piel.

— Eso es inútil. — el del cuchillo respondió.

A estas alturas Venion era un desastre, estaba lloroso y lleno de sangre, respiraba con dificultad y no podía moverse en lo más mínimo mientras temblaba de dolor.

— Tus subordinados están teniendo un merecido descanso en ese momento.  —aplaudió de forma feliz el hombre.

— ¿Quien__ ¿que hice?-- ahgg.

Soltó entre gritos y llantos.

La figura de voz tenebrosa se sentó al lado derecho de la cama y hablo.

— ¿Quién nos envía? Pues nuestro señor es demasiado tímido como para ser revelado... — se invento que trabajaba para un hombre, era mejor que nada. — ¿La razón? Unmm.

Dudo un poco antes de responder, mientras sacaba una daga de quien sabe donde y la clavaba en la mano derecha de Venion ganándose un fuerte grito de este.

— Es simple, a nuestro señor no le gusta ver como maltratan a una mujer... Y menos si es alguien como usteded quien lo hace.

Sin más que decir, saco tres dagas más  y las clavo en la mano restante y en los pies de este.

— AHHHH AAHHAAHHH

Grito con cada cuchilla clavada en su piel.

Sumado las varias heridas que se abrían en su piel cada vez que el otro hombre balanceaba su cuchillo de aquí a allá. Como su fuera un animal al cual están desmenuzando para comerse.

— P-por favor... — tartamudeo pero aún trato de hablar. — Si e-es por el dinero  ahggg ah~ YO PUEDO PAGAR EL TRIPLE... AAAAAAHHHH

— jajaja... aun no lo entiendes. — el hombre puso su mano en su cintura y se acercó al odio del rubio. — Esto no es por el dinero.

El hombre de las dagas se retiro y fue a sentarse junto a los gatitos.

— AAHH AHHH POR FAVOR UHG- 

— Ah~ *suspiro* muy ruidoso. — comentó el hombre del cuchillo.

Pronto el rubio se encontraba con una mordaza en su boca impidiéndole producir ruidos fuertes. Sólo salían gemidos y salíba de su boca.

Esto continuo por un buen tiempo. La cama, antes blanca, ahora era de color carmesí por la sangre derramada en ella.

Las manos y pies del rubio (Bueno, rubio si ignorabas la sangre que yacía en su pelo) sangraban no sólo por las dagas clavadas, sino también  por las cuerdas que habían raspado constantemente su piel

A estas alturas Venion no sabia cuanto tiempo llevaba así. No sabía si habían pasado horas o minutos, su mente no era clara, no podía tener pensamientos claros.

No podía oír nada, no podía sentir nada. Poco le importaba los fluidos que salía de su cuerpo, ni siquiera cuando se orino encima por el dolor. El era un desastre.

Ahora simplemente era una mole de carne temblorosa, llorosa y llena de cortadoras. No tenía siquiera fuerzas para poder moverse.

Con ojos llorosos miró a la figura que estaba sentada jugando con los gatos y luego pasó a ver al hombre que aún cortaba su piel maltratada.

Venion estaba a punto de desmayarse y creía que eso sería lo mejor. Pero antes de poder perder la razón por completo sintió escalofríos cuando una voz se acercó a su oído, él ya no sabía a cuál aquella voz. Sin embargo lo escucho claramente.

— De ahora en más, deberías tener cuidado en quien  pones tus sucias manos. Sino podríamos visitarte más a menudo sabes...

Sin poder soportarlo más se derrumbó por completo. Sólo se oía su respiración entrecortada.

— Que aburrido, solo aguantó 4 horas.

Se quejo Beacrox soltando un suspiro.

— Yo se, verdad.— negó con la cabeza.

— Decepcionante. Nya

— Muy blandengue, nya

Ron miraba a la basura en la cama.

Pronto saco de su bolsillo dimensional unas pociones curativas y las vertió sobre el cuerpo lleno de sangre y cortes de Venion. También puso una en su boca.

Poco a poco el montón de carne sangrienta volvió a tomar lugar y formar el cuerpo del hombre, como si nunca hubiera tenido cortes en su piel.

Como si nada, a excepción de la sangre en la cama, hubiera pasado allí.

Con movimientos rápidos cortaron las cuerdas dejando libres las extremidades del rubio. Entonces este fue tomado por Beacrox y llevado al baño.

Debían limpiarlo y acomodar todo para ocultar las evidencias.

Si bien querían matarlo por lo que este había hecho, sabían que solo dejaría sospechas que apuntarán como sospechosa  a su joven señorita y eso era lo último que querían.

Recogiendo y limpiando todo en poco menos de una hora la cama estaba hecha nuevamente, con nuevas sábanas y almohadas, todo había sido reemplazado correctamente. Por su parte el bastardo ahora estaba limpio y cambiado, con las mismas prendas que tenia antes, por lo que lo dejaron en la misma posición  en la   cual lo encontraron la primera vez.

Se decidieron de toda la evidencia con una ácido especial.

Entonces recogieron a los gatitos y salieron de esa habitación sin siquiera mirar hacia atrás.

— ¿Eso es suficiente nya?— pregunto el menor.

— Yo creo que no, pero al menos le dimos un buen susto, nya.

Como bien expreso On, el bastardo ahora tendría un trauma.

— Así es, ahora ese imbécil recordara esto cara vez que traté de tocar a alguien.

Ron decía son una sonría de satisfacción. Beacrox solo quería volver a la mansión y quitarse la suciedad de su cuerpo, por lo que no dijo nada.

Y así salieron de aquella mansión, tal y como entraron. Ahora con el corazón mas relajado.

. . .

A la mañana siguiente Venion se despertó exaltado y respirando pesadamente.

Bien abrió los ojos se sentó de golpe y se tocó las manos y los pies. No había ataduras y estaba completamente vestido.

Rápidamente se incorporó y corrio, casi tropezando en el intento, al baño, buscando un espejo. Se quito las prendas y se miró en el espejo.

Nada... no había nada.

Su cuerpo estaba bien, no había cortes en ningún lugar, sus manos no tenían indicios de ser atadas y mucho menos de haber sido clavadas con dagas. Básicamente estaba igual que siempre.

Suspiro de alivio. Se toco la cara con ambas manos. Aún creía creía estaba dormido.

— Fue solo un sueño...

Soltó en un susurro. Para estar seguro salió del baño e inspeccionó meticulosamente cada parte de su habitación. Pero nada...

Su cama estaba limpia, no había sangre en ningún lado. Ni siquiera había pelos de gato en los sillones que alcanzó a distinguir. Al igual que él, aún llevaba las mismas prendas que ayer.

Un poco más tranquilo se sentó en uno de los sillones y apoyando sus codos en sus piernas agarrandose la cabeza.

— Tal vez fue mi conciencia diciendome que quizá debería disculparme con la joven señorita Cale por lo sucedido...

Pronto soltó una carcajada. ¿Qué cosas estaba pensado?

— pff ¿yo? ¿Disculparme con la basura? Que chistoso.

Negó incrédulo su cabeza debido a las cosas que se le ocurrieron.

— necesito un trago.

Pensó por un momento, luego levantó la mirada para encontrarse en frente de él, en la mesita en frente de aquel sillon, una nota.

Quedo helado por unos minutos

Venion sabía que no había dejado nada allí la noche anterior. Por lo que temblorosamente su mano derecha de estiro y tomó el papel.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

~Lo pensaras dos veces antes de tocar a alguien o sino te visitaremos nuevamente.~

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Esa frase, esa maldita y corta frase lo dejó temblando. Estaba pálido, sintió algo que nunca creyó que sentiría en su vida.

Estaba asustado. Tenía miedo.

Tiro la nota al piso e inconscientemente empezó a razacarse.

En ese momento recordó la picazón que sintió al inhalar ese humo rojo.

Recordó, además, los cortes en sí piel y se abrazo a sí mismo como consuelo.

Pronto se encontraba mordiéndose la uña del pulgar y meciéndose nervioso en su asiento.

Comenzó a pensar en los rostros de los nobles que habían defendido a Cale...

Y recordó que no sólo los nobles fueron los que la defendieron, sino también los príncipes.

Los tres príncipes la habían defendido y lo habían reprendido a él.

Entonces se le ocurrió lo peor.

¿Y si los príncipes o alguno de ellos había mandado a los torturadores a acusarlo?

¿Quién más sino tendría la osadía de hacer tam cosa?

(En medio de un desayuno "familiar" tres príncipes estornudaron simultáneamente, como si alguien hubiera hablado mal de ellos.)

— No, es imposible. Eso sería condenarme, es imposible.

Trato de convencerse.  Estaba bastante nervioso .

Le tomó una hora y la entrada de un sirviente volver a entrar en razón.

Con determinación, decidió que lo mejor sería disculparse con esa mujer.

— Maldita Sea.

...

*********************************************

Hola mis guapos pollitos 🐥❣

LOS EXTRAÑO UN MONTON 😭

Espero que se encuentren bien. Yo estoy bien, solo que pelada (es una exageración por su puesto) y estresada.


Pero nada, me encontré enojada y frustrada por lo que decidí descargarme escribiendo esto.

Digamos que necesitaba torturar mentalmente a alguien, y por suerte o disgustó, tenía que escribir algún tipo de venganza hacia Venion.

(Literal yo con la situación de Venion 😈)

Muajajaja, bueno, eso fue morboso, perdón 😅

Voy a seguir ausente. Por lo menos hasta que terminen los tortuosos parciales que me estan volviendo loca. (Hasta mediados de agosto creo).

Pero nada. Espero que lo disfruten este capitulo tanto como yo.

Besos en sus nalgas derechas y hasta la próxima mis guapos ❣

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