Fuerza y Resistencia
El Santuario era un lugar de ensueño. Diferentes templos sobre las colinas y un paisaje que parecía que los dioses esculpieron de su propia mano se alzaban gloriosos. Miraba todo con una curiosidad inocente. Los caballeros que miraban curiosos a los dos chiquillos que llegaron con el caballero de Sagitario, las amazonas que peleaban arduamente para demostrar su valía. Pero ciertamente lo más impresionante eran las doce casas del zodiaco.
Su vista se posaba continuamente en la que, según su tío, era la casa de su padre... Leo.
-Sísifo? Has vuelto de tu misión- Habló un señor de pelo blanco, algo en el les era parecido.- Recuperaste la armadura de Leo?
-Por supuesto, aunque hoy traje también algo más.- dijo con un tono "serio" mientras que mostraba a sus dos sobrinos. Esperen...
-TU!!!!!!- los tres gritaron a la vez mientras se señalaban
-Que?- Habló confundido el tío de los chicos
-Mocosos del demonio!!!- Aldebaran se acercaba con paso molesto mientras sonreía- Saben cuantas noches pensé que le había fallado al señor Ilias cuando desaparecieron de mi lado?!?
-Em... yo creo que.... CORRE!!!!
Tal vez no era la opción más inteligente pero ciertamente estaban en una carrera por su vida.
-Regulus vamos para allá- gritó mientras señalaba el coliseo donde, por fortuna, no se encontraba nadie.
El taurino estaba persiguiendo aún a los chicos a través del coliseo, dando vueltas que terminaron mareando a los chicos.
-Los atrapé!- celebró al agarrarlos a punto de vomitar
-No nos ma- fue interrumpida por un espasmo donde casi vomitaba.- Ayudaaaaa
El tío de Regulus y Denebola veía todo con cierta gracia aunque un poco de tristeza. Un regañón fue el castigo que sufrieron aunque el toro dorado tenía ganas de ahorcarlos aún pero bueno.
-Sísifo, para que los trajiste?- preguntó Aldebaran curioso
-Sabes que mi hermano siempre fue talentoso, de seguro ellos deben tener la fuerza para por lo menos lograr ser caballeros de plata
-Caballeros de Plata?- preguntó Regulus curioso- Que es eso?
-El ejercito de Athena se divide en tres rangos principales. Los caballeros de bronce, los caballeros de plata y por último los caballeros dorados que representan el zodiaco y son la élite del ejército de Athena.
-Y quien es Athena? Podemos conocerla?- preguntó emocionada la chica mientras veía al peliplata
-Eso lo lograrán si entrenan muy duro.... aunque con esas ganas dudo que por lo menos se ganen su atención- se burló Aldebaran
-No habrá necesidad de tales extremos Aldebaran de Tauro- la voz del Patriarca sonó seria a sus espaldas haciéndole voltear de inmediato y arrodillarse.
-Patriarca! A que debo el gusto de que nos honre con su presencia?
-Pues- fue interrumpido por un jalón en su manga.
Una chica de más o menos la edad de Regulus y Denebola salió detrás de el. Traía puesto un largo vestido blanco con el pelo suelto.
-Yo le pedí que si podía venir a ver el entrenamiento de los Santos y a ver como le fue a Sísifo en su misión de recuperar la cloth de Leo.- su voz sonaba amable y delicada pero algo en ella, algo en ella era familiar en la mente de la hermana de Regulus.
-No merezco tanto interés señorita Athena...- habló levemente avergonzado el caballero de Sagitario.
-Y quienes son esos dos niños que te acompañan?- preguntó de nuevo el Patriarca mientras miraba a Regulus y Denebola.
-Estos son mis- esta vez el también fue interrumpido pero por dos voces.
-Hola! Soy Denebola! Hermana mayor de Regulus y tu quien eres?- preguntó curiosa mientras miraba al Patriarca
-Oh oh! Debe de ser alguien importante- adivino emocionado mientras miraba a Sasha y a Sage.
-Ustedes.....- Aldebaran apretaba los dientes en rabia para intentar no ir a matarlos en este instante por mostrarse tan irrespetuosos con la diosa Athena.
-No, esta bien Aldebaran- le calmó Sasha al ver sus claras intenciones- Eso bueno conocerlos Denebola y tu debes ser Regulus,no?- preguntó mirando a el recién nombrado.
-Si! Mucho gusto!- sonrío mientras le mostraba la mano.
-Respeta niño, que estas en frente de la diosa Athena- el Patriarca suspiró, por lo menos ya tenía algo de experiencia en tratar con crios gracias a Manigoldo.
-Diosa Athena, Patriarca, quería solicitar su permiso para poder permitir a mis dos sobrinos a entrenamiento para convertirse en Santos de Athena.- pidió Sísifo.
-Sobrinos?- el tono que usó Sage implicaba que no estaba enterado de tal detalle- Entonces estos son los hijos de Ilias no es así? Entonces permiso concedido. Denebola tendrá que subir con nosotros para adquirir su máscara cuanto antes.
-Máscara?- preguntó un poco desconfiada, algo le decía que la palabra "mascara" implicaba algo más que un disfraz.
-Las mujeres antes estaban prohibidas de participar en las filas del ejército de Athena. Athena decidió que podía dejarlas ayudar a cambio de que cubrieran su feminidad con la máscara. Si la mascara es retirada del rostro de la amazona, esta tendrá que amar o matar al hombre (únicamente en el caso de ser hombre) que haya visto su rostro.
Los gemelos de inmediato pusieron cara de repulsión mientras se miraban entre si. En sus mentes aquella regla era demasiado cruel y sin sentido.
-Pero yo no quiero tener que preocuparme si alguien me ve con la máscara o no!- se quejó mientras miraba a las dos autoridades supremas.
-Denebola, aquello no esta en discusión- reprimió Sage mientras ya iba pensando en quien podría ser el maestro de los dos. Sísifo era alguien duro en los entrenamientos con quien sea por lo que el podía entrenar a uno de ellos pero quien podría llevarse la energía del otro?
-Por favor Sage, anulemos esta regla- el pedido de Sasha asombro, a parte del Patriarca, a los dos caballeros dorados presentes que miraban incrédulos a su diosa.- esa siempre ha sido una regla estupida a mi parecer, un humano debe ser juzgado por su valor sin importar el genero en el que haya sido bendecido.
-Señorita Athena, reconsidere lo que está diciendo. Aquella regla ha estado desde casi la era mitológica y pocas amazonas se inscriben en si en el entrenamiento, ella sería la única sin máscara.
-Estoy segura de que se las podrán arreglar- sonrío amigable mientras lo volvía a ver- Y sobre la duda que seguramente te persigue, puedes poner a Denebola con Kardia, es un poco salvaje a veces pero cuando fui con el a México incluso dio su vida para protegerme- intento forzar que su tono no sonara tan avergonzado pero no lo podía evitar.
El Patriarca miro a Sasha y luego a los dos caballeros dorados con la gran duda mientras que reconsideraba todo. Quien sabe y eso servirá de algo?
-Esta bien señorita Athena, su deseo es mi voluntad...- con una señal llamó a un chico de pelo marrón verdoso hacía atrás- Yato, aspirante a la armadura de Unicornio, lleva a estos dos nuevos novatos al lugar donde pasaran la noche.
-Si Patriarca!!!!
Los dos gemelos se miraron sin intercambiar palabra aunque su mirada decía todo.
-//Yo te conozco Athena... pero de donde?//
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