[1] Leo
Hoy era el día en que iban a decidir quien iba a portar la armadura de Leo. Era de los poco días en donde los gemelos se veían tan distintos, Regulus se veía emocionado y parecía que iba a vomitar arcoíris en cualquier momento mientras que Denebola miraba al mundo como una mujer en una misión.
Mantenía una expresión seria y en veces melancólica pero fingía una sonrisa cuando veía a alguien cerca.
Su maestro había sido llamado a la sala de Athena junto a Sísifo y Degel (este solo vino por si le daba otro ataque a Kardia) y ahora estaba estirándose al lado de su hermano para ir al coliseo.
—Quien crees que sea contra quien pelees?- preguntó su hermano sonriendo
—Seguramente un hombre mayor que yo- susurró un poco ausente a la conversación.
Regulus notó esto y por una vez decidió parar. No sabía cuales eran los miedos que carcomían a su hermana pero definitivamente estaba cambiando su estado de animo.
Había ido muy entrada la mañana al templo de Géminis donde se encontró con Defteros. Defteros era el único de sus amigos que le había confesado sus preocupaciones pero el caballero no podía hacer nada para consolarla, en si, el había sido el causante de su preocupaciones.
Portar una máscara de cuero, ser la sombra de tu hermano...
Suspiró con molestia mientras seguía a Regulus. A vistas de otros ella era la menor pero lo prefería así.
Por lo menos la que sufrirá el destino de la máscara y un sin armadura sería ella y no su amado hermano.
Llegaron al Coliseo a buen tiempo y lograron divisar a Sage, quien estaba organizando todo para el día de hoy.
—Pero miren quien nos ahorró con su presencia- bromeó Dene aunque sonó un poco más sarcástico de lo que esperaba.
Apretó los puños al escuchar como diferentes murmullos sonaban el lugar, porque la gente le juzgaba....?
—Silencio!!- ordenó molesto Sage causando que todos guardaran silencio. Dene miraba atentamente al patriarca buscando las tres señales que Defteros le había advertido.
Si dos de ellas aparecían seguramente sería que Leo ya eligió a su portador.
—Como supuestamente ya están informados hoy Regulus, aprendiz para la armadura dorada de Leo-
1-. A él le darán el título de aprendiz por la armadura
-Y su gemela
2-. Tu nombre se queda en segundo plano.
Apretó los puños mientras intentaba no tensarse, su hermano ya había ganado la armadura sin siquiera darle la oportunidad de pelear por ella?
-Van a luchar entre sí para determinar quien portará la armadura del León dorado
Eso si le agarró con la guardia baja, había escuchado bien?
-Patriarca, no quiero ser irrespetuoso- comenzó Regulus mientras que murmullos incrédulos se escuchaban por todo el lugar- Pero los dos somos aspirantes, por no decir hermanos, a una armadura dorada! Esto podría terminar en una guerra de 1000 días!
-Regulus- Sage le dirigió una mirada helada a el cachorro- Acaso quieres que escojamos a el gemelo incorrecto?
Muchos murmullos se escucharon en las gradas pues aunque Dene no era querida ni muchos menos aceptada era bien sabido que se atrevió hasta a desafiar e insultar a Athena con tal de que no la separaran de su hermano.
-Patriarca- una voz completamente fría sonó al lado de Regulus- Me niego a obedecer esta orden
-Mientras tanto en el Sala de Athena-
Sasha estaba tratando de calmar a un eufórico Kardia con ayuda de Sisifo y de Degel. Que tenia en ese estado al mujeriego de los 12 caballeros dorados? Su alumna. Estaba preocupado pues todos los dorados sabían del "deber" de Geminis y temía que alguno de los gemelos terminaran peleados, olvidados y locos. Pues si, lo admitía, ahora tenía una nueva razón para vivir la vida al máximo y esa era la irresponsable de su alumna.
Sasha en sí también estaba preocupada pues aunque no conociera la leyenda de los Geminis le aterraba saber que un caballero tan "valiente" como Kardia se alterara porque su alumna pelearía.
-POR ZEUS KARDIA PARA DE MOVERTE!!!- dijo Sasha alterada de ver como el caballero se movía sin parar.
Como si el grito de la diosa lo hubiera despertado rápidamente se volteo a ella.
-Diosa Athena, prepárese para ir a ver a mi alumna - dijo con una sonrisa socarrona en el rostro.
_De regreso al Coliseo_
Todos miraron sorprendida a la chica de pelo café, acababa de desafiar al Patriarca sin miedo!?
-Denebola- dijo Sage en un tono serio-, no te puedes negar, aquí entrenaste para ser sucesora de la armadura de leo!
- ¡Ya basta! - grito la chica aunque sonó como una orden- Dejen de intentar de hacerse unos santos! Esta estupida pelea es para determinar quien queda amarrado por un bozal, por saber quien va a ser el que brillará!
Defteros miraba a la distancia el Coliseo con una cara melancólica. No era justo, simplemente no lo era.
-Me niego a ser opacada por mi hermano MENOR!- pudo ver las caras de impacto de muchos antes de seguir- Nacimos del mismo padre, los dos hemos vivido siempre juntos!- sus puños se crisparon con furia mientras activaba su cosmos de manera intimidante- Yo soy su hermana, somos iguales!!!- otro rasgo característico de su familia se dió a ver cuando sus ojos tomaron un tono más verdoso y su pupila más afilado.
En este punto los caballeros presentes también habían encendido su cosmos pero aunque todos juntos intentaban superar su cosmos eran tan solo caballeros de bronces en mayoría.
-Denebola! Si no apagas tu cosmos en este instante serás considerada trai- fue interrumpido por un temblor en la tierra.
La tierra se estaba sacudiendo violentamente mientras que la pandora box de Leo comenzaba a resonar con las otras armaduras doradas.
La armadura de Leo salió en su forma de tótem mientras que parecía tomar vida por una fracción de segundo para soltar un rugido.
Todas las miradas se dirigieron en los gemelos que tenían ahora sus cosmos encendidos y se miraban fijamente como en un trance. Diferentes fragmentos del aura del cosmos parecía que estaban tomando forma de hilos que se entrelazaron en algo similar a una cadena.
La forma de un hombre de pelo castaño corto y cierta similitud con el caballero de Sagitario apareció por una fracción de segundo antes de que el cosmos cayera sobre la Pandora Box formando una gran explosión.
Unos segundos que pareció una eternidad los gemelos abrieron los ojos confundidos mientras mantenían sus manos entrelazadas firmemente.
Al lado de la armadura de Leo estaba otra armadura de apariencia casi igual, las dos armaduras estaban de cara a cara haciendo algo similar a una reverencia antes de introducirse en las Pandoras Box.
Los dos muchachos sonrieron con cierta alegría aunque casi al momento que llegaban Sasha y Kardia cayeron al piso inconscientes.
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