Aléjate de Oz

Habían pasado tres años desde que Shopie Bezarius había fallecido dejando a Oscar y a Mizuki solos los cuales se mantenían fuertes por la promesa que le habían hecho, la pequeña con solo once años de edad ya había terminado de leer todos los libros que se encontraban en la mansión Bezarius además de saber manejar muy bien las pistolas y el idioma junto con los modales de etiqueta y saber bailar cada uno de los bailes que se presentarán.

Su querido primo Oz con ocho años se mantenía un poco más tranquilo de lo normal preocupando a su prima y a su sirviente el cual no sabia como hablar con su joven amo ya que siempre su querido amo se mantenía con una actitud juguetona y divertida.

-¿Oz dime que demonios sucede?-dijo Mizuki golpeando la mesa en la cual su primo había dejado su te y sus panecillos.

-Hee-el nombrado se sobresalto y miro con curiosidad a su prima.

-No te hagas Bezarius sabes perfectamente de lo que te estoy hablando-dijo ella arrodillandose ante su primo y mirandolo con ojos de cachorro.

-Gilbert dile algo-miro a su sirviente el cual se encontraba también de rodillas juntando sus manos en señal de súplica.

-Por favor joven amo-dijo soltando pequeñas lágrimas junto con Mizuki.

-Con ustedes no se puede-dijo Oz soltando un suspiro mientras dejaba su libro en la mesita junto a el y subía sus rodillas para poder abrazarlas.

-Oz que sucede sabes que puedes contar con nosotros-dijo Mizuki acariciando la rodilla de su primo con suavidad.

-¿Por qué mi papá no me quiere?¿Me odia?-pregunto Oz con la voz un poco quebrada y sobre todo con miedo.

-Joven amo su padre lo quiere mucho además si tiene dudas puedo ir y...-decía Gilbert cuando Oz lo interrumpió.

-No lo hagas-decía levantando su rostro con las pupilas dilatadas-Porque tengo miedo de saber la verdad.

-Oz-dijo Mizuki preocupada arrodillandose y poniendo su puño derecho en su corazón-pase lo que pase Oz Bezarius prometo protegerte.

-Mizuki-dijo Oz levantándose y abrazando a su prima escondiendo su rostro en el hueco de su cuello.

-Señorita Bezarius-dijo una sirvienta entrando al cuarto con una carta en una bandeja.

-Adelante-dijo ella aun sin dejar de abrazar a Oz.

-Su padre me a dicho que un carruaje espera por usted-dijo a modo de explicación y un poco sonrojada.

-Puedes retirarte-dijo levantándose con Oz en brazos.

-¿A donde vas?-pregunta Oz reemplazando su miedo por curiosidad-por cierto bajame no soy tan pequeño-dijo moviéndose para safarse de su prima.

-Grosero-le bajo con cuidado y le acaricia el cabello arreglandose su vestido-al parecer otro noble quiere conocerme-dijo a modo de explicacion.

-¿Qué?-dijo sorprendido Gilbert mirando a su amo el cual se encontraba echando espuma por la boca-¿el señor Oscar-sama lo aprobó?

-Al parecer es el hijo de una amiga que tenia mamá-dijo con la mirada severa.
Ninguno de los tres dijo palabra alguna así que salieron a despedir a su prima la cual tenía un extraño dolor en su pecho pensando que serían las emociones que no expulsaba no le dio mucha importancia.

Después de estar un día en la casa de la familia Olver la joven se encontraba en el carruaje regresando a la mansión Bezarius esperando no volver a ver al hijo de los Olver ya que fue realmente un tirano al parecer de la pequeña ya que simplemente maltrataba a sus sirvientes en cada oportunidad que tuviera y no faltaba las humillaciones que les hacía cosa que molesto mucho a la pequeña sacando un poco de su carácter.
Al llegar a la mansión algo estaba muy extraño el ambiente era muy tenso y los sirvientes no decían palabra alguna, dirigiéndose al cuarto de su padre tocó dos veces  y al no recibir respuesta entro despacio encontrándose con el cuarto vacío saliendo comenzó a buscar a Gilbert pero tampoco podía encontrarlo.

-¿Dónde esta Gilbert?-pregunto a una de las sirvientas que se encontraba limpiando la sala.

-No puedo decirle señorita-contesto en voz baja la sirvienta.

-No me gusta repetir las cosas pero que tendré que hacerlo: ¿DONDE ESTA GILBERT?.

-Esta en el calabozo-dijo pegándose a la pared por la voz que hizo Mizuki.

-Señorita Mizuki no debe elevar la voz así-dijo la señorita Kate asiendo que la mencionada volteara y le diera tiempo a la sirvienta de salir corriendo.

-¿Por qué esta Gil en el calabozo?

-El amo lo ordenó-dijo acomodándose los lentes.

-¿Dónde esta mi papá?.

-Esta en su estudio- fue lo que alcanzó a escuchar Mizuki porque comenzó a caminar en la dirección dada abriendo la puerta de un portazo, su padre con los ojos abiertos y sorprendidos miro a su hija-¿Por qué Gilbert esta en el calabozo?

Tres días habían pasado y Mizuki se encontraba junto con su padre esperando a que le quitaran las cadenas a Gilbert y una vez hecho eso no dudo ni un momento en abrazarlo dejando salir un pequeño sollozo que sólo fue escuchado por Gil.
Después de revisar que estuviera bien ambos se dirigieron a la habitación de Oz la cual se encontraba con llave y ni siquiera su padre había logrado abrirla ya que Oz la había bloqueado con los muebles.

-¿Joven amo podemos pasar?-pregunto Gilbert nervioso y al no obtener respuesta miro a Mizuki la cual asintió con la cabeza abriendo la puerta ambos quedando impactados con lo que veían Oz se encontraba leyendo su libro y al alzar la mirada tenia ojeras demostrando que no había podido conciliar el sueño y con una sonrisa rota, Gil sin poderlo evitar callo de rodillas tapándose la boca dejando escapar sus lágrimas y uno que otro sollozo.

-Tranquilos estoy bien-dijo Oz levantándose y acariciando le la cabeza a su sirviente-Ya lo supere estoy bien-dijo mirando a su prima la cual no había pronunciado palabra alguna.

Saliendo de la habitación aun sin pronunciar palabra salio de la mansión montando un caballo con velocidad adentrándose en el bosque hasta poder divisar una pequeña cabaña en la cual las luces se encontraban encendidas.
Dejando al caballo atado tumbó la puerta de una patada logrando sorprender a los que se encontraban adentro.

-Si te vuelves a acercar a Gilbert o a Oz te mato-dijo Mizuki apuntando con su pistola a Bruce Bezarius con una mirada llena de odio.

-Serias capas de asesinar al padre de tu primo-respondió el levantándose del sillón en el cual se encontraba con algunos papeles.

-Ahora si eres su padre-dijo mirandolo dejando sorprendido al Bezarius ya que los ojos de la pequeña se encontraban de diferente manera, levantando un poco más el arma disparo al techo asiendo que una pequeña parte callera sobre el el-ALEJATE DE OZ-dijo saliendo de la cabaña y montando de nuevo al caballo para dirigirse a la mansión en la cual su padre, su amigo y su primo se encontraban preocupados por ella aunque sabía del regaño que le esperaba cumpliría su promesa aún si tenía que volver a romper la promesa que había olvidado.

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