La herencia del verdugo

Había sido el mejor cortando cabezas. Siempre hacía un trabajo limpio, en la medida en que una decapitación puede serlo.
Ahora es su cabeza la que reposa sobre el tocón y el verdugo se acerca. Su misma figura; sus mismos ojos; sus mismas manos. Y piensa: "Espero haberle enseñado bien".

Nota: Primer microrrelato para el desafío de E_IceAndFire

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