🌙✨Una mujer encapuchada ✨🌙
Capitulo largo, ¡Gracias por ser pacientes! :D
Una mujer de capucha azul estaba corriendo en medio de la noche.
Se veía joven, de unos 21 años.
Tenia cabello pelirojo, largo, y unos ojos marrones penetrantes, brillantes en la oscuridad.
Estaba escapando de unas personas que la atraparon robando en una tienda.
Los perdió de vista con facilidad, y decidió entrar a una taberna, en dónde había mucha gente, para salir de la calle y parecer menos sospechosa.
Antes de entrar, fuera de la taberna, vio a un hombre mendigando algo de dinero o comida.
Ella, que había robado un poco de pan, en vez de quedárselo, se lo entregó todo al señor anciano.
-¡M-Muchisimas gracias señorita!- Agradeció el hombre.
Ella sonrió con picardía.
-Un placer, señor- Respondió ella, entrando al bar.
Se pidió un poco de vino para beber, mientras veía a todas partes, cuidadosamente, viendo si alguna de las personas que la seguía entraba al bar buscándola.
Sin embargo, no vio a nadie sospechoso entrando.
A unas mesas de distancia, oyó a unos hombres hablar bajo.
Ella empezó a prestar atención a lo que decían, enfocándose en lo que susurraban.
-¿Lo has oido?- Preguntó un chico a otro de sus amigos.
-Por supuesto que si, todo el mundo lo sabe- Respondió el hombre.
-El principe Dewell dará un baile real- Dijo una mujer sentada junto a el.
-Dicen que planea encontrar esposa- Dijo otro hombre por lo bajo.
-Yo creo que es porque su padre lo apura para casarse, y él organizó el baile.-
-Su padre quiere que venga la mayor cantidad de gente posible, así que van a poner en exhibición algunas de las joyas reales-
Allison de inmediato se interesó aún más en la conversación ajena
-Se dice que hasta el famoso collar de diamantes de la fallecida reina será expuesto- Dijo uno.
-¡No puedo esperar para ir a verlo! Debe ser hermoso- Comentó la mujer.
Allison terminó su bebida, y dejó algo de propina en la mesa.
Se fue de la taberna pensado en el collar de diamantes del que había escuchado hablar.
-Que interesante información..- Habló para si misma mientras empezaba a formar un plan en su cabeza.
......
Unos días despues
Esa noche iba a haber una fiesta de gala, Dewell estaba apoyado contra el alsfeizar de la ventana, mirando hacia afuera, aburrido como siempre.
El era un joven atractivo de ojos verdes y cabello marrón oscuro corto.
Su habitación era bastante grande, con una gran cama con dosal, un armario gigantesco y mucho asientos acolchados por toda la habitación, por supuesto, había estantes y estantes llenos hasta el tope de libros.
De historia, de ficción, de matemáticas, sin importar que fuera, Dewell lo disfrutaba.
Pero ese día, estaba sin ganas de leer, y por un motivo peculiar.
-¿Está aburrido, o está esperando a que el hada de la ventana se lo lleve de paseo?- Preguntó una voz femenina.
-Hehe... Probablemente las dos..- Contestó el.
-Señor, debe prepararse para el baile- Le dijo la sirvienta. -O sino, llegará tarde.- Continúo.
-¿Realmente tengo que hacerlo, verdad?- Preguntó, bastante decepcionado, aunque ya supiera la respuesta.
La sirvienta soltó un largo suspiro, mientras lo obligaba a pararse y elegía algunas prendas del armario para el.
-Su madre hubiese querido que fuese feliz, este baile le permitira conocer gente nueva- Dijo con cierta tristeza la criada.
-Lo sé....-
Luego de unos minutos, el principe ya estaba listo.
Traía un traje rojo
-Gracias Hellen, hiciste un buen trabajo con el peinado..- Agradeció el joven.
-Es mi trabajo señor, ahora, baje y intente disfrutar un poco-
La sirvienta se fue a seguir con sus labores, y Dewell miró las escaleras, aún con retinencia.
......
Una hora antes del baile.
Allison se compró un vestido elegante, pero no muy pomposo, bonito, sin llegar al punto de incómodo.
Era color beige, y tenía una pequeña tiara que hacía juego.
Se alojó en un hotel, se baño, peino y se puso el vestido y la tiara, con unos aretes dorados que robó esa mañana.
También se puso su capa azul, para poder pasar más desapercibida en el baile, y cubrir su cara con más facilidad.
Estaba hermosa, así se sentía.
Ya lista, salió y caminó hasta el palacio real, silenciosa y rápidamente, como un gato deslizándose entre las sombras de la noche.
........
El príncipe Dewell hacia su mejor esfuerzo para aplastarse a si mismo contra las esquinas menos concurridas del enorme salón de baile del palacio, intentando no hacerse notar entre la multitud.
De repente, un grupo de damas lo miró directamente, y todas abrieron bien grandes los ojos, reconociendo al principe.
Dewell también abrió bien grande los ojos, solo que no por una buena razón.
De inmediato las mujeres se le acercaron riendo, con esas risas que Dewell tanto odiaba, le parecian risas tan falsas, demasiado altivas.
Todas las mujeres traían mucho maquillaje y muchas joyas, cada una intentaba hablarle o arrastrarlo con ella, pero el solo sonreía y evitaba seguirles la corriente, tratando de no parecer descortés.
Aunque tenía muchas ganas de serlo.
Eso no era posible para el, según su padre, eso arruinaría su reputación como alguien de la realeza, y no encontraría una buena esposa.
Entonces, la vió, entró al salón de manera rápida, Pero a él le pareció que todo estuvo en cámara lenta..
.....
Allison, llegó a la puerta de entrada del palacio, dónde había muchas otras personas esperando su turno para entrar, en una fila, había mujeres vestidas con vestidos exóticos, tocados elaborados, también usando joyas caras. Y los hombres traían trajes oscuros y elegantes, de una, o varias piezas. El cielo nocturno contrastaba con las torres altas e imponentes y ventanas enormes.
El castillo era de ladrillos beige, con las puntas de las torres en dorado o en azul.
Llegó al final de la fila, tratando de no parecer sospechosa, y también tratando de no chocar a nadie.
Después de unos minutos, llegó al frente de la fila, entró al palacio, y se sorprendió, el interior era incluso más majestuoso e impresionante que el exterior.
Había candelabros brillantes por todas partes. Cortinas color azul de tela cara, decoraban por doquier.
El salon estaba pintado de blanco, con algunos detalles en dorado en algunos lugares, como en las esquinas que unian a las paredes, el borde de las ventanas, etc.
Además, entre tantas personas en la pista de baile, noto que habían cuatro sillas en un podio alto, en el centro de la pista, cerca de la pared.
En la primera, había un chico de más o menos 16 años, tenía el ceño fruncido, y a cualquier cosa que pasara a su alrededor, ponía los ojos en blanco (🙄), la segunda silla, también era de color plata, con un acolchado rojo, y un poco más alta que la primera, además, estaba vacia.
La tercera era de oro y estaba en el centro de todas, también con acolchado rojo era la más alta de todas las sillas, despues, había una silla color bronce, dónde había una mujer de cabello largo marrón claro, con un vestido violeta precioso, y con una corona adornaba su cabeza.
Allison asumió que era la reina, y el que estaba en el primer asiento más pequeño era el principe, el menor, por supuesto.
Mientras miraba el lugar, sus ojos se clavaron en un muchacho.
Parecía más o menos de su edad, extrañamente, muchas mujeres lo perseguían, intentando hablarle, el chico era muy atractivo, tenía ojos verdes, cabello marrón corto y oscuro, además era alto, y vestía un traje de color rojo.
Parece que el chico también sintió su mirada, porque el también volteo sus ojos en su dirección, y desde lo lejos, se miraron a los ojos.
Allison empezó a sentir una sensación extraña en su estómago.
Apartó la mirada, tratando de no sobresalir, y de salir del punto de vista del muchacho.
Pero el se le adelantó, trato de huir de las chicas que lo perseguían, y se acercó con rapidez a ella.
Alison trató de ocultarse detrás de una cortina, lo cual obviamente no resultó, y el chico se rió levemente.
-¿Tratas de esconderte de alguien en específico? ¿O me veo amenazante?- Preguntó el joven, riendo, algo burlón.
Allison se sonrojó por la vergüenza, y tal vez, por algo más, dejo de esconderse tras la cortina, y salió a enfrentar al chico.
-¿Que quieres?- preguntó de manera algo agresiva.
-Wow, relájate, tampoco soy tan feo..bueno, comparado contigo, lo soy- Dijo el muchacho de repente.
El corazón de Allison se aceleró levemente, no le prestó atención, tratando de no mostrar su nerviosismo. Igualmente sus ojos estaban bien abiertos, denotando algo de asombro. ¿El quería distraerla para que no robase nada? ¿Había sido demasiado sigilosa, para parecer sospechosa?¿Tenía aspecto de ladrona? Tal vez la capa había hecho el efecto opuesto al que quería lograr.
O tal vez el quería hacerle daño, y trataba de secuestrarla... O...
-¿Aunque ya te lo deben haber dicho antes verdad?- Comentó el joven.
O tal vez el solo quería hablar amistosamente con ella.
-N-no..- respondió ella suavizando su tono. -Nadi me lo dijo antes.-
-Oh, que bien, entonces soy el primero en notar tu belleza jaja,-
¿Belleza? no, ella no era bonita, ¿O si?
De pronto, empezó a sonar una melodia preciosa, que ella jamas habia escuchado..
-¿Me concederia este baile, señorita?-
Ella lo miró, sorprendida, pero el tomó su mano y la puso en su hombro, con la izquierda la sostuvo por la cintura.
Y asi comenzó el baile, se movian un poco torpemente, ya que ella no sabia bailar muy bien, pero el la guiaba en cada paso, se miraban a los ojos, sintiendo que todo el mundo desaparecia, mientras se perdian en la mirada del otro....
..................................
-Aceptas a esta mujer, para amarla, protegerla y cuidarla en la salud, la enfermedad, hasta que la muerte los separe?-
-Acepto....-
-Te amo..-
-Sabes que yo mas...-
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