CAPITULO 04
—¡Beomgyu! —exclamo la pequeña que salía corriendo detrás del mencionado, Jimin soltó una risa al igual que Jungkook al ver a los niños jugar en el patio del palacio.
Jimin jamás creyó tener cachorros pronto, pero debía admitir que era muy grato poder ver a esa pequeña niña de casi dos años ir corriendo de un lado a otro en el palacio. Ella al menos estaba muy alegre a comparación de él a esa edad. Jimin había perdido a su madre a muy temprana edad, y su padre quería esforzarse siempre por brindarle la calidez que necesitaba, pero era difícil, al menos para ella, él estaba allí para cualquier cosa.
—Tu hija es igual de enérgica que tu cuando te enojas —Jimin miro de mala gana a Jungkook, quien le regalo una sonrisa en respuesta.
—¿Me recuerdas porque deje que entrases a mi vida como mi amigo? —Jungkook miro de nuevo a los niños.
—Porque te gustaba más mi compañía que la de los sirvientes del palacio —Jimin sonrió a medias, fijo su vista en su hija que seguía buscando al hijo de Jungkook—, te he visto algo preocupado, ¿es por el cambio de trono?
—Lo es —respondió Jimin, aunque presentía que algo iba a pasar, no tenía certeza en lo que podría llegar a suceder, pero tenía un mal presentimiento—, ni siquiera he podido dormir con tranquilidad.
Jungkook lo miro de soslayo, sabe que Jimin está a punto de recibir una de las mayores responsabilidades, dirigir y gobernar, eran responsabilidades mucho más duras de lo que parecía, Jimin sería prácticamente el primer emperador con la jerarquía de un omega en el imperio, pero Jungkook sabe que su amigo es lo suficientemente apto para tal puesto.
—No deberías de sentirte tan preocupado, lo harás bien.
—Aunque lo haga bien, quizás no sea de mucha ayuda —soltó un suspiro—, a los grandes líderes omegas no les hacen caso los alfas prepotentes —eso era una realidad que no podían dejar atrás—, tengo miedo de que inclusive algunas relaciones comerciales entre los otros reinos terminen por completo.
—Park Jimin, el omega que rechazo a su destinado —Jimin miro a Jungkook cuando escucho esas palabras—, tuviste el suficiente valor para enfrentarte de ese modo a fuerzas que ni siquiera conocías, y me dices ahora que tienes miedo de que no puedan reconocerte como el nuevo emperador, ¡no digas tonterías!
—Pero... —no pudo terminar, pues Jungkook siguió hablando.
—Es cierto que muchas veces será difícil el que quieras ser reconocido, pero no es algo que no puedas hacer por tus propios méritos, mi buen amigo.
Su amigo tenía toda la razón, aunque en aquella ocasión era un niño, un niño que tenía miedo a tener un alfa tan débil y plebeyo, Jimin jamás pensó en ser omega, pero al enterarse no evito la alegría, fuese lo que fuese no le iba a molestar de todas formas, pero el hecho de sentirse sumamente aterrado el día de su presentación, había alterado por completo todo su ser, y estaba sumamente asustado de lo que podría ser en el futuro.
—Papá, papá —la voz de su hija lo saco de sus pensamientos, Yoojung se acercaba corriendo hacia él para después extender sus brazos para abrazarle por las piernas, Jimin parpadeo un par de veces confundido, su hija restregó su rostro en sus piernas—, p-papá tengo miedo...
—¿Qué? Pequeña ¿paso algo? —Jimin separo a su hija para colocarse en cuclillas y poder ver su rostro, su pequeña tenía sus ojos levemente cristalizados.
Yoojung no se asustaba con nada, era raro verla de ese modo, la pequeña siempre se la pasaba sonriente y no se asustaba ni siquiera con la oscuridad o con el sonido de los truenos en una tormenta, así que verla asustada en ese momento no le causaba nada de gracia.
—Yoojung...
—La vi, ¡la vi y era horrible! —Jimin frunció el ceño al escuchar eso, Jungkook también lo hizo.
—¿De qué hablas, Yoojung? —pregunto Jimin.
—De la bruja, papá.
Ambos adultos allí presentes entreabrieron los labios, sus ojos denotaban la sorpresa por las palabras de la niña.
—Yoojung, ¿en dónde estabas? —Beomgyu dio aparición haciendo que ambos mirasen al niño—. ¿Qué pasa?
—¿La asustaste, Beomgyu? —pregunto Jungkook a su hijo, pero de inmediato el niño negó rotundamente con la cabeza.
—No hice nada.
—Él no fue, papá —dijo la pequeña—, yo la vi, una bruja, ella estaba en el bosque cercano al palacio, la vi, quería entrar pero no tiene fuerzas, me quedo mirando y no sabía qué hacer, Beomgyu no me encontraba y...
—Tranquila, cariño —dijo Jimin y acerco a su hija a su cuerpo para abrazarla, Jungkook frunció el ceño, eso no era normal, la niña ni siquiera estaba diciéndoles una mentira, ella había visto a esa mujer.
Eso no era un gran indicio, Jungkook miro en dirección a su amigo.
—Tenemos que reforzar las defensas —dijo Jungkook y Jimin estuvo de acuerdo con eso—, ¿se lo dirás a Yoongi?
—No sólo a él —menciono el príncipe—, necesitaré ver a Dasom, esto no puede estar pasando, no ahora, si esa hechicera vuelve a estar por aquí, será el fin para el imperio.
—Dasom dijo que la tenía muy bien resguardada y que no podía hacer más daño, ¿acaso nos mintió?
—A veces el mal es mucho más fuerte que el bien —dijo Jimin, miro a su hija que seguía levemente atemorizada, su cuerpo daba pequeños temblores, estaba muy asustada—, ve con Jungkook y con Beomgyu —la pequeña asintió y se separó de su padre omega para ir con el otro omega—, llévalos a dentro, iré a hablar con Yoongi, sólo espero que esto no sea una mala señal.
—Espero lo mismo.
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