Argonauta
Solo un aventurero puede romper el cascarón...
Aquel alumno inusual, entrenado por el capitán de la ‹Familia Freya›, enfrentándose con el novato entrenado por lo mejor de lo mejor de la ‹Familia Loki›.
Un combate ocurrido por los caprichos de una diosa, un sueño resplandeciendo en la oscuridad... Un anhelo alimentando el fuego sagrado de la espalda de aquel chico.
Una pelea que hará eco en el futuro.
Oscuro... No siento mi cuerpo...
¿Qué era lo que estaba haciendo?
Ah... Es cierto.
Estaba entrenando con Aiz-san...
¿Estoy inconsciente?
Debo de estarlo, probablemente esté pasando por un ⟨mente cero⟩, después de todo he estado practicando mi técnica hasta el límite.
.
.
.
.
.
Uhm...
Parece que estoy despertando.
Ya puedo sentir mis extremidades nuevamente.
Mis dedos cosquilleando, el sentimiento cálido en mi nuca, mi cuerpo reposando en un estado inmóvil.
Lentamente mis ojos se comenzaron a abrir permitiendo el paso de la luz... Pude visualizar la silueta de Aiz-san, su hermoso cabello dorado se mecía con el viento.
Mi cabello se encontraba entre sus dedos, mientras que mi cabeza estaba reposando en el suave y cómodo regazo de Aiz-san.
Aiz: Despertaste...
Bell: U-Uh si... Lo hice.
Aiz: ¿Quieres retomar el entrenamiento?
Bell: A decir verdad... Me gustaría quedarme así un momento si no es molestia.
En su rostro se dibujo una pequeña sonrisa, mientras que con su cabeceo negaba el hecho de que sería una molestia.
Me gustaría entrenar, pero realmente estoy cansado.
Tione-san ya me lo ha advertido, sino descanso terminaré perjudicando mi cuerpo en vez de beneficiarlo.
Me alegra poder contar con Aiz-san para descansar, Syr-san, Tione-san, Tiona-san y Aiz-san son a las únicas a las que les puedo pedir esto.
Ellas me aceptarían en su regazo como muestra de nuestra amistad, al igual que yo las aceptaría en el mío.
Aunque... ¿No es un poco raro que mida nuestra amistad con almohadas de regazo?
Espera.
Aiz jamás me ha dicho que soy su amigo.
¿¡Qué tal si estoy malinterpretando su amabilidad con amistad!?
Probablemente esté sentimiento solo sea de mi parte, tal vez para ella solo sea enseñar a su pequeño kohai como sobrevivir en la ⟨Dungeon⟩.
| Pepeabra: Kohai es una palabra de origen japonés que se traduce, literalmente, como "el compañero de después". Se refiere a un nuevo miembro de una institución, empresa, asociación, academia u otras formas de organización social (En este caso la Familia Loki), que debe recibir un período de preparación e instrucción por parte de un miembro con experiencia. |
Bell: Aiz-san, ¿Qué soy para ti?
Aiz: ¿Uh?
Bell: ¿Soy tu amigo...?
Aiz: La verdad... Nunca he pensado en ello, pero si tuviera que responder... Sí, eres mi amigo, mi mejor amigo.
Un sentimiento de alivio recorrió todo mi cuerpo, que Aiz-san aclare nuestra amistad realmente es reconfortante, hace que me sienta más cómodo al estar con ella.
Mire al cielo unos cuantos segundos antes de levantarme lentamente de su regazo.
Era hora de continuar el entrenamiento, ella entendió mis acciones, poniéndose de pie con bastante elegancia, tomo la vaina de su espada y procedió a ponerse en guardia.
Coloqué mis manos de forma cruzada, uno de cada lado, respire hondo e invoque mis espadas, un brillo azul salió de mis manos, se podían apreciar pequeñas descargas del mismo color, hasta que finalmente aparecieron.
Aiz-san movió un poco su vaina como una señal.
Corrí directamente hacia ella, lanzando ataques a toda la velocidad que mis capacidades me dejaban, pero poco hacían, ella esquiva todo con una extrema facilidad.
Al lanzar un ataque doble, lo bloqueo con su vaina, privándome del movimiento de mis brazos, avanzando su "arma" lentamente a mi cuello, si permitía que lo hiciera era obvio que sería mi derrota.
Pero poco podía hacer ante la fuerza de un level 5, fue entonces cuando recordé las palabras de Bete-san.
Si tú oponente es más fuerte, debes ser más rápido, el factor sorpresa en una batalla puede costar la vida.
Rápidamente dirigí una pata hacia el costado de la rodilla de Aiz-san.
Puedo ser un miserable level 1, pero mis habilidades van más allá de un ser humano común gracias a la bendición de Kami-sama, aún si hay una monstruosa diferencia entre nosotros.
El costado de la rodilla sigue siendo un punto débil, las rodillas soportan todo nuestro peso, si es golpeada desde un buen ángulo y con un factor sorpresa, puedo ser capaz de derribarla.
Si acierto este golpe... Lograre tumbarla y en el momento que esté indefensa en el suelo es cuando haré el ⟨Reload on Fire⟩.
Mi patada estaba a tan solo un par de centímetros de impactar.
Y aún así.... Ella desapareció.
Se movió tan rápido que era imposible que mi mirada la siguiera.
En cuanto sentí su presencia en mi espalda supe inmediatamente que perdería, podía percibir sus intenciones de noquearme.
Lanzar un contraataque era lo que necesitaba, si fallo pierdo el combate, es por eso que debo apostarlo todo en este golpe, mi técnica solo requiere conectar el primer tajo, pero si fallo me paraliza.
Una gran técnica que conlleva un gran riesgo.
Despeje mi mente, concentre mi magia en mis espadas, separé los elementos de la misma, mientras los potenciaba individualmente, la técnica estaba lista para ser realizada.
Bell: «¡Reload on Fire!»
Todo mi cuerpo giro a una gran velocidad, los rayos de mi hechizo la mejoraban con cada corte realizado por mi hoja, además de la parálisis de mi hechizo, sin embargo ella es una level 5, podrá resistir la parálisis de un solo corte, es por ello que debo enlazar al menos dos.
Pero lo esquivo con suma facilidad, solo se escabullo por debajo del corte que ahora se dirigía hacia la nada, su vaina ya estaba a tan solo unos centímetros de mi mentón.
Ese simple movimiento, hizo que recordara la gran diferencia entre ambos, la abismal distancia que existe entre un aventurero de clase baja y un aventurero de primera clase.
Pero no podía permitirme rendirme ahora, no después de toda esta semana de entrenamiento.
Estalle mi hechizo en el aire, la parálisis me dejaría inmóvil pero la potencia de la explosión fue suficiente para que Aiz-san retrocediera.
Sin embargo no podía moverme, sabía que sería mi derrota, pero al menos pude aguantar un poco más...
"Eso estuvo bien".
Para mi sorpresa no hubo ningún golpe, ni si quiera una patada.
En lugar de eso. unas palabras de aprobación llegaron a mí.
Bell: ¿Eh? P-Pero perdí.
Aiz: Sin embargo luchaste hasta el final... Cuando alguien está apunto de ser derrotado, lo más común es que se desespere o pierda su voluntad de pelear.
Su voz era calmada con su tono sin sentimientos, sin embargo, podía sentir que lo que me estaba diciendo realmente lo decía para enseñarme de corazón, tal vez Aiz-san no haya sido mi mejor maestra, pero... Si es la que más se esforzó.
Aiz: Pero tú luchaste tomando las decisiones correctas hasta el final, si hubieras intentado atacarme nuevamente con tu espada, te hubiera dado una paliza con la vaina antes de que si quieres pudieras ponerte en una postura correcta.
Bell: Ugh...
Aiz: Por eso el hecho de que hayas detonado tu hechizo para hacerme retroceder fue la mejor elección, si mantienes esa calma y razonamiento en una pelea, incluso si eres débil podrás dar batalla.
Bell: E-Entiendo.
Aiz: Por cierto, con está es la segunda vez.
Bell: ¿Segunda vez?
Aiz: Es la segunda vez que me haces retroceder.
Una sonrisa se dibujo en su rostro mientras decía esas palabras, con la punta de su delicado dedo toco suavemente mi nariz, como si de una mascota se tratase, pero debo decir que fue un poco reconfortante.
Bell: Lo agradezco en serio... Pero te estabas conteniendo jajaja.
Aiz: Si, me estaba conteniendo.
Bell: Auch.
Aiz: Pero, no le quites merito a tu hallazgo...
"Soy level 6".
Bell: ¿Eh?
Aiz: Y aún así me hiciste retroceder eso es admirable.
Bell: Level 6...
Aiz: ¿Uh?
La persona que me salvo de la muerte... Ya es level 6...
Bell: Esto... ¿Cuándo subiste de nivel?
Aiz: Uhm... Cuando te encontré desmayado en la Dungeon...
Bell: Ya veo, eso es genial Aiz-san.
Ella subió de nivel, cuando yo estaba inconsciente... Una de las metas que me plantee, fue algún día devolverle el favor a Aiz-san... Pero solo estoy cada vez más lejos de alcanzarla.
Ni si quiera he podido agradecerle a Kami-sama por todo lo que ha hecho por mí.
Sigo siendo el mismo niño que recogió de un callejón, sino hubiera sido por ese accidente ni si quiera se me pasaría por la mente estar dentro de la Familia Loki, la segunda Familia más fuerte de Orario.
Simplemente, soy un inútil que no sabe subir de nivel.
Pero...
¡Aún puedo esforzarme!
Debo continuar, seguir adelante, si tengo tiempo para lamentarme, tengo tiempo para mejorar.
Bell: ¡Aiz-san! ¡Una vez más por favor!
Aiz: De acuerdo...
La tarde continuo entre sangre, sudor y frustración.
Aquella puesta del sol marcaba la finalización de su entrenamiento.
Por siete días estuvo entrenando tan duro que su cuerpo le imploraba un descanso, sus huesos se rompieron en más de una ocasión, su mente se desgasto hasta el punto de desmayarse, pero continuo avanzando para alcanzar a aquel anhelo que alimenta el fuego sagrado de su espalda.
Para agradecer a las personas a las cuales puede decirle ⟨Familia⟩.
El chico avanzó sin mirar atrás.
Aún si ese era su último día de entrenamiento con los ejecutivos de su Familia, él no se daría por vencido.
Algún día quiere poder levantar la cabeza y caminar al lado de ellos con orgullo, quería que todos lo vieran portando el emblema de la diosa que confío en él.
El deseo de ser fuerte para alcanzar a las personas apreciadas para él, alimento la llama de su determinación.
Fue cuando Aiz lo vio por primera vez, la fuerza de su determinación representada en ese intenso fuego carmesí de sus espadas, era distinto al anterior, más concentrado, tomando la forma exacta de la espada.
La velocidad del peliblanco aumento exponencialmente, incluso sorprendiendo a aquel rostro sin emociones de la que era su maestra.
Un último ataque que termino en nada, pues la vaina de la espadachina ya había llegado a su cuello.
Decepcionado de si mismo retiro sus espadas haciéndolas desaparecer.
Pero Aiz lo había visto, algo que él no.
Su técnica ya era perfecta, no había nada más que enseñar o mejorar, llegó a un punto de perfección.
Una sonrisa de orgullo apareció en su rostro al ver cómo el muchacho que tanta atención le llamaba, mejoraba con rapidez.
Pero un viejo sentimiento retomo el corazón de la chica.
El deseo que ha tenido desde hace años, al fin veía una forma de lograrlo... De obtenerlo.
Poder.
Aquel chico sin duda mejoraba exageradamente rápido, a un punto en donde parecía absurdo.
"¿Cómo lo hacía?"
"¿Cómo era que mejoraba a esa velocidad?"
Las preguntas comenzaron en su cabeza.
La cara de decepción del peliblanco angustiaba el corazón de la chica, pero decirle que realmente mejoro representaba una probabilidad de que él quisiera continuar por si solo.
Perder la oportunidad de seguir observándolo para así obtener la fuerza que necesita, era algo que no quería.
"Si dejo que entrene por si solo... Puede que haga las cosas mal."
Intentando convencerse así misma, continuo pensando.
Pero una pequeña idea que la irritaba fue lo que la hizo decidirse.
"Si lo dejo solo... Puede que esa Elfa quiera entrenarlo..."
Un pensamiento que causaba que un pequeño puchero se formará en su rostro.
"No es de nuestra ‹Familia›, además no sé cómo sea su forma de enseñar, podría perjudicarlo y estropeará su entrenamiento... Si, esto es para ayudar a Bell."
"Si lo dejo bajo las manos de esa Elfa echara a perder todo lo que ha logrado hasta hoy".
Aquellas ideas la llevaron a su decisión final.
Aiz: Bell, estás mejorando... Pero solo yo puedo sacar a relucir tu habilidad, así que...
Era más que obvio que ella estaba intentando buscar una excusa.
Pero ciertamente el entrenamiento con Aiz-san fue el más realista en cuestión de un combate real.
Además... Es divertido.
Bell: ¿Podemos volver a entrenar después de la excursión? – Pregunto con una sonrisa.
Aiz: Sí.
Respondiendo con el mismo gesto hecho por el chico, la joven espadachina se despidió, caminando lentamente hacia las escaleras en compañía de su joven kohai.
Hablando y riendo de cosas triviales, los chicos comenzaron su regreso a su sede.
Sin embargo, no sé esperarían que cierta camarera de cabello plateado interrumpiera su charla.
Syr: ¡Bell-san!
Bell: Oh, Syr-san.
Aiz: (¿Una camarera de ese bar...?) – Observando su uniforme.
Syr: Me alegra verte – Saltando a sus brazos.
Bell: ¿¡¡¡S-Syr-san!!!? – Completamente sonrojado.
Aiz: (Salto a sus brazos...) – Haciendo un puchero.
Bell: ¿Q-Qué ocurre?
Syr: Te necesito~
Aiz: Ahora él esta...
Bell: ¡L-Libre! ¡E-Estoy libre!
Syr: ¿En serio? Me alegra saberlo – Dejando de pellizcarlo.
Bell: Ugh... Lo siento Aiz-san, debo acompañar a Syr-san, por favor ten cuidado en la expedición.
Aiz: No... – Sosteniéndolo de la chaqueta. Ven a despedirte como se debe... Somos tu ‹Familia›.
Syr: Bell-san debe ayudarme con algo – Estirándolo del brazo.
Aiz: El debe despedirse de su ‹Familia›.
Bell: Chicas, estamos llamando la atención...
Syr: Tranquila, no hará nada indecente con Ryuu – Susurrándole al oído.
Aiz: ¿Eh? – Soltándolo.
Syr: ¡Nos vamos Bell-san! – Corriendo arrastrándolo del brazo.
Comenzando su huida un tanto forzada por parte de la peliplateada, dejaron a aquella chica con problemas para demostrar sus emociones confundida en medio de esa calle, transitada por los ciudadanos que observaron todo lo acontecido.
Los rumores no tardaron en recorrer la ciudad.
¿Acaso la princesa de la Espada había sido rechazada?
Aquella aventurera de Primera Clase con una belleza comparable a la de una divinidad, ¿Había sido rechazada? Y no solo eso, sino que se fue con la camarera más popular de la ‹Señora de la Fraternidad›.
La gente comenzó a hablar.
Y era algo que sin duda le divertía a aquella adolescente de ojos plateados.
Pero por otra parte el chico solo se podía poner cada vez más nervioso por lo que dirían los miembros de su ‹Familia›, no hace más de medio día, los dos habían tenido que escapar de su propia sede por la atención que hubo hacía ellos.
Pensar en todo lo que pasaría una vez que llegaran los rumores a sus oídos, le aterraba.
Sumergido en sus pensamientos, el joven peliblanco no noto cuando llegaron a su destino.
‹La Señora de la Abundancia›.
Al llegar fueron recibidos por una carismática y risueña Anya, quien con ayuda de las camareras del lugar llevaron a un sorprendido Bell hacia una mesa del local.
Bell: E-Esto... ¿Qué ocurre?
Anya: Fufu~ ¡Es una fiesta para ti~nya!
Bell: ¿E-Eh? ¿Por qué?
Ryuu: Es porque mañana tu ‹Familia› se ira de excursión – Sentándose al lado de él.
Chloe: ¡Queríamos despedirte antes de que te vayas~nya!
Syr: Todas en el local estuvimos de acuerdo en hacerte la fiesta~ – Sentándose al otro lado del chico.
Bell: Oigan...
Anya: ¡Hay que festejar!
"¡Sí!" - Gritaron todas al unísono, con excepción de cierta elfa quien solo se limito a sonreír.
Bell: Yo no iré...
Syr: ¿Eh?
Bell: Yo no iré a la excursión... Lamento haberles quitado su tiempo.
Ryuu: Pero estuviste entrenando toda la semana.
Aquel comentario fue la gota que derramo el vaso.
La frustración del chico quería salir, sus puños fueron apretados en un impulso de desesperación.
"¿De qué sirve entrenar si no subo de nivel?"
"Soy tan débil que ni siquiera con la ayuda de los demás puedo ir ya que estaría en peligro."
"Un inútil que jamás podrá alcanzar a estar a tu altura."
Los pensamientos de aquel joven aventurero no eran más que criticas para si mismo.
Despreciando su propia debilidad.
Pero no sería tan patético para quejarse enfrente de los demás, apretando sus puños, se trago toda su frustración, no quería arruinar aquel gesto que sus amigas tuvieron con él.
Por ellas no se daría por vencido ante su propia desesperación.
Bell: En cuanto suba de nivel podre ir, es por ello que entreno arduamente – Dijo con una sonrisa.
Ryuu: ...
Anya: Uhm, así que no irás~nya.
Chloe: No te preocupes, habrá otras excursiones~nya.
Syr: No hay de que preocuparse Bell-san – Tomando su mano. Aún si no irás de excursión, el día de mañana los ejecutivos de tú ‹Familia› se irán, lo que significa que terminaste tu entrenamiento con ellos, así que... ¡Podemos celebrar eso!
Anya: ¡¡¡Sí~nya!!! – Alzando sus manos.
Chloe: ¡¡¡Celebremos~nya!!!
Bell: ¡Sí! – Sonriendo.
La noche comenzó a presentarse en los cielos de la ciudad, el bar había abierto.
Las camareras comenzaron a turnarse para estar con el muchacho, para sí no dejarlo solo, sin embargo, aquel anhelo del chico tenía otros planes.
Al llegar la hora de irse, Bell procedió a despedirse de quien era su mejor amiga, esa camarera de cabello plateado que lo ha metido en problemas en más de una ocasión.
Una vez que les agradeció apropiadamente a cada una de las chicas se dispuso a irse a su sede, un tanto decepcionado por no poder estar tanto tiempo con Ryuu.
El ambiente ayudo al peliblanco a olvidarse de sus frustraciones durante un rato.
Pero era algo que no duraría mucho...
Pues lo vio.
Un cartel anunciando el aumento de nivel de aquella chica que lo salvo de la muerte.
Aiz Wallenstein.
La frustración regreso.
Planteándose si era realmente digno de pertenecer a la prestigiosa ‹Familia Loki›, la segunda mejor Familia de Orario.
El llegar a su sede no le ayudo mucho.
Ver aquella enorme mansión frente a sus ojos, le penetraba el alma.
Saber que el no aporta ni siquiera una centésima parte de lo que aportaría un ejecutivo en tan solo una salida exprés al calabozo.
Lo desesperaba.
El deseo de poder comenzó.
Quería ser más fuerte sin duda.
Sumergiéndose lentamente en ese mar oscuro de la sed del poder, el chico comenzó a caminar hasta llegar a su habitación.
Aprovechando que toda su ‹Familia› se encontraba actualizando su estado para la excursión del día siguiente, se escabullo hasta su cama, en donde intento conciliar el sueño, por tan solo unos minutos.
El deseo de entrenar era fuerte.
Quería hacerlo, esforzarse hasta desfallecer, empuñar aquellas armas sagradas hasta que sus manos ya no pudieran más, lanzar patadas hasta que su sus piernas se rindieran.
Pero las palabras de Tione resonaban en su cabeza.
Había comprendido que tanto entrenamiento sin descanso, no presentaría ningún tipo de beneficio, sino al contrario, simplemente empeoraría los resultados y sería contraproducente con todo el esfuerzo que realice.
Pero ese hecho solo lo hacía enfurecerse más y más.
Abriendo sus ojos debido a la falta de sueño se topo con el cielo azul, un color tan hermoso y puro en los ojos cristalinos de una Elfa que hacía acelerar su corazón.
Bell: ¿Ryuu-san?
Ryuu: Hola.
Bell: ¿Es un sueño?
Ryuu: No, realmente estoy aquí, los guardias ni siquiera dudaron en dejarme pasar.
Bell: ¿En serio?
Ryuu: Me contaron cosas muy curiosas que dices de mí.
Bell: Cosas que digo de ti... ¡Ah! ¡Te dijeron que digo que eres la mujer más her-! – Siendo silenciado por las suaves manos de la chica.
Ryuu: No tienes que repetirlo... – Sonrojada.
Bell: Jajaja, lo siento, pero... ¿Por qué estas aquí?
Ryuu: Lo sabía.
Bell: ¿Uhm?
Ryuu: Tú no eres así, normalmente dirías "¿Qué haces aquí Ryuu-san?" para después hacer todo lo posible para alargar el tiempo de mi visita.
Bell: Ugh... Bueno puede que haya sucedido alguna vez...
Ryuu: No cambies el tema, ¿Qué es lo que te ocurre Cranel-san?
Bell: Nada importante, solo estaba algo desanimado por lo de la excursión, es todo – Sonriendo.
Ryuu: Dime la verdad – Pellizcando su mejilla.
Bell: ¡Duele! ¡Duele! ¡Duele!
Ryuu: Es tu culpa.
Bell: ¡Bien ya diré todo, pero por favor suéltame!
Ryuu: Bien... – Soltándolo. Cuéntame todo.
Bell: Yo...
Ryuu: Sea cual sea el tema, no me burlare ni criticare – Tomándole la mano.
Bell: ... ¿Qué es lo que se necesita para subir de nivel? ¿Tienes que vencer a muchos monstruos?
Ryuu: (De eso se trata...) No, no es suficiente con eso, debes hacer méritos, para ser más exactos debes vencer a un oponente poderoso.
Bell: Pero si eres más débil que el... ¿Es realmente posible hacerlo?
Ryuu: Suele ser difícil, pero es posible con la suficiente técnica y estrategia.
Técnica y estrategia...
Finn-san me lo dijo una vez... Que no tenía la suficiente, Aiz-san, también lo menciono cuando realicé mi técnica.
Simplemente puede que no este hecho para esto...
Ryuu: Pero eso no basta para ganar.
Bell: ¿Uh?
Ryuu: Generalmente necesitas un grupo, si de verdad quieres ser fuerte, tendrás que formar uno, aunque no puedas ganar solo, juntos pueden cubrir las debilidades de los otros y vencer a oponentes más fuertes.
Bell: (Pero... ¿Realmente alguien quisiera ser compañero de alguien tan débil como yo...?) – Escondiendo su mirada.
Ryuu: Cranel-san, en otras palabras, si quieres subir de nivel, necesitas una aventura, hay tantos significados para eso como personas y realmente no sé que clase de aventura tendrás, pero no te alejes de su significado... – Dirigiendo gentilmente la mirada de Bell hacía la suya.
Bell: Ah... – Mirando los ojos de Ryuu.
Ryuu: Eres un aventurero.
Bell: ...
Ryuu: Creo que probablemente sea la única forma de obtener lo que deseas, aunque claro, mi intuición suele fallar – Sonriendo.
Bell: Gracias, Ryuu-san – Colocando una de sus manos encima de la de Ryuu.
Ryuu: Tú historia no tiene porque ser como la de los demás, recuerda eso, tu la crearas a tu propio ritmo y decisiones, pero trata de no hacer locuras. ¿Entendido?
Bell: ¡Sí! – Sonriendo.
Ryuu: Bien, supongo que ahora debería irme.
Bell: Espera...
Ryuu: ¿Sucede algo?
Bell: A decir verdad aún tengo un poco de energía...
Ryuu: Quieres que entrene contigo, ¿Cierto?
Bell: Sí...
Ryuu: Bien, entrenemos, pero será rápido.
Bell: ¡Sí!
Ambos se escabulleron hacia el patio de entrenamiento de la sede, en dónde empezaron con una ligera práctica.
Los movimientos del chico eran observados por los analíticos ojos de la ex-aventurera de Level 4.
Viendo cada uno de sus músculos, sus decisiones, su defensa y contraataque.
Fue cuando lo noto.
Bell no era tan fuerte como un ejecutivo y sin duda cometía errores, pero su talento y potencial era abismal, Ryuu lo supo en aquella ocasión con el ⟨Espalda Plateada⟩.
Pero al verlo ahora lo comprobó.
El chico mejoraba a una velocidad inhumana.
Pareciendo una persona completamente distinta a aquel aventurero novato que la salvó hace menos de un mes.
Combatiendo con un estilo que se basa en agilidad.
"Sin duda alguna es más fuerte que un Level 1 promedio."
Eran los pensamientos de la joven Elfa.
Ryuu: Tu agilidad es sorprendente considerando que solo eres un Level 1...
Bell: ¿En serio?
Ryuu: Sin duda alguna llegarás a ser alguien muy fuerte en el futuro – Menciono con una sonrisa.
Bell: Gracias.
Ryuu: Agilidad... Siendo sincera ese era mi atributo favorito, aunque claro, también la destreza sin duda.
Bell: Ryuu-san, ¿Por qué dejó de ser una aventurera?
Ryuu: ...
Bell: ¡A-Ah! ¡N-No tiene que contestar si no lo desea!
Ryuu: En algún momento te lo contaré, pero de momento es algo de lo que preferiría no hablar... Lo siento.
Bell: N-No, discúlpame a mí por preguntar de la nada.
Ryuu: Bien, regresando a tu entrenamiento, intenta imitar mis movimientos.
Bell: ¡De acuerdo!
"Imita mis movimientos" Esas fueron sus palabras.
Pero... ¿Era realmente posible pelear con ese estilo?
Elegancia, eficacia, todo se encontraba en su estilo de pelea.
Haciendo movimientos tan ágiles y hermosos como el viento mismo.
Con una velocidad imperceptible para mis inexperimentados ojos.
La belleza aumentaba con cada ataque, cautivándome por completo con su estilo de pelea.
Al terminar la demostración salto frente a mi, cayendo como una hoja meciéndose en el viento.
Ryuu: ¿Crees poder hacerlo?
Bell: ¿Eh? A-Ah... Lo dudo, eres realmente hermosa.
Ryuu: ¿Eh? – Sonrojándose.
Bell: M-Me refería a cuando peleas, ¡Aunque claro que eres hermosa!
Ryuu: M-Mejor intenta recrear mis movimientos.
Bell: Sí pero... ¿Cómo se supone que lo haga? Eres realmente increíble, dudo que pueda hacerlo – Deprimiéndose.
Ryuu: Si lo logras en menos de una hora haré cualquier cosa que me pidas.
Bell: ¿¡En serio!? – Emocionado.
Ryuu: B-Bueno, no cualquier cosa – Sonrojada.
Bell: ¡Bieeeen! ¡Tendré que dar mi máximo esfuerzo!
Con eso dicho el peliblanco se puso manos a la obra, intentando replicar los elegantes movimientos de la hada.
Fallando intento tras intento, comprendiendo que lo hacía porque a pesar de que usaban casi el mismo equilibro de atributos, sus estilos de combate eran muy diferentes.
Llegando a la conclusión de que el estilo más cercano al de él, era el estilo de aquel hombre lobo que una vez lo humilló.
Desistió varias veces para tomar un descanso pero siempre regresaba al entrenamiento.
Tal vez falle pero rendirse no era una opción para él.
Bell: ¡Rayos! – Dijo mientras caía al suelo.
Ryuu: No lo logras porque hay una diferencia entre nuestros estilos.
Bell: No lo entiendo, si usamos casi el mismo balance de estatus cómo es que es tan diferente.
Ryuu: Tus atributos no son el problema, sino que tú estilo depende únicamente de tu fuerza.
Bell: ¿Eh?
Ryuu: Usa tu entorno, vuélvete uno con el viento, con el suelo, con tus armas, no vayas en contra del aire, sino que deja que guíe tus golpes, no te abras camino, deja que el suelo te dirija.
Bell: Así que usar mi entorno...
Ryuu: Úsalo y verás la diferencia, conocer el terreno es diferente a saber moverte en él, si dominas ambos mejoraras enormemente al momento de pelear.
Bell: Observar mi entorno y aprender a usarlo... Suena más fácil de lo que realmente es.
Ryuu: Sin duda es complicado, pero con tus estadísticas actuales podrás hacerlo sin problema, vamos, inténtalo de nuevo.
Bell: Bien.
Retomando el entrenamiento el chico poco a poco comenzó a adaptar todo lo aprendido hasta el día de hoy.
Cada entrenamiento con los ejecutivos de la ‹Familia Loki›, los sabios consejos de Ryuu, sus instintos.
Todo ello lo llevo a su propio estilo, un estilo veloz y escurridizo pero a su vez un estilo agresivo.
Recreando los movimientos de Ryuu a la perfección, simulaba el esquivé de ataques, mientras que usando lo aprendido con Aiz se aseguraba de realizar contraataques correctos y seguros, en cuánto uno lograba enlazar era su turno de atacar, siendo principalmente por su esgrima.
Sin embargo, cada vez que la postura no era la adecuada, usaba artes marciales consecutivas hasta retomar la postura correcta para blandir sus espadas, haciendo un ataque agobiante para su rival.
Un estilo agresivo pero escurridizo, siendo perfecto para alguien con su agilidad y destreza.
Ryuu: Tus golpes no son muy fuertes, pero con la velocidad y continuidad de tus ataques sin duda lograrás una apertura en tu rival.
Bell: Gra... Gracias – Dijo entre jadeos.
Ryuu: Lograste recrear mi estilo y lo adaptaste para usarlo como una forma de esquivar, no está nada mal.
Bell: Es genial usarlo, es como si fueras...
Ryuu: ¿Viento? – Dijo con una sonrisa.
Bell: Así es – Sonriendo.
Ryuu: Antes me lo decían a menudo cada vez que me veían pelear.
Bell: Antes... ¡Ah!
Ryuu: ¿Qué ocurre?
Bell: R-Ryuu-san, ¿Tú antes has tenido interacciones con algún interés r-romántico...?
Ryuu: En serio te pones nervioso por eso...
Bell: No respondiste mi pregunta.
Ryuu: Antes de responder, sabes que soy una joven mujer de 21 años, ¿Cierto?
Bell: ¿Eso es un sí? – Pregunto deprimido.
Ryuu: ¿Es lo que crees?
Bell: Bueno, eres sumamente bella, perteneciente a una de las razas más hermosas del planeta, responsable y justa, lo raro sería que no hayas tenido ningún interés amoroso.
Ryuu: Así que soy rara – Pellizcando a Bell.
Bell: ¡Duele! ¡Duele! ¡Duele!
Ryuu: Para que lo sepas eres mi primer interés amoroso, así que no pienses que antes de ti estuve buscando hombres por doquier, me la pasé muy ocupada en-
Bell: Espera, ¿Me ves como interés amoroso?
Ryuu: Ah...
Bell: ¿¡Si me ves como interés amoroso!?
Ryuu: Decir eso fue un accidente, por favor olvídalo.
Bell: ¡Claramente no puedo hacerlo!
Ryuu: Será mejor que me vaya o comenzarás a ser una molestia.
Las palabras salían de su boca, pero el corazón en su pecho decía otra cosa.
Aquel rubor en sus mejillas confirmaban lo que la joven sentía.
Apresurando su paso para ser capaz de ocultarle aquel sonrojado rostro al chico, intento huir de la escena.
Bell: Espera Ryuu-san.
Ryuu: Cranel-san, sino es algo de su entrenamiento preferiría irme a descansar – Decía sin voltear a verlo.
Bell: Cincuenta y dos minutos...
Ryuu: ¿Eh? – Volteando confundida.
Bell: Fue el tiempo que me tarde en replicar tus movimientos, cincuenta y dos minutos.
Ryuu: ¿Lo contaste?
Bell: Cada segundo.
Ryuu: (Con todo esto, no me di cuenta de lo rápido que se acostumbro... Su potencial es monstruoso...)
Bell: Usted menciono que podía pedirle cualquier cosa.
Ryuu: U-Uhm... S-Sí, así fue – Sonrojada.
Bell: Bien entonces lo que quiero es...
"Tranquila, tranquila."
"Se trata de él, no pedirá algo muy subido de tono... Espera... ¿Realmente no pedirá algo subido de tono?"
"¿¡Por qué me decepcionó por pensar en que no me pedirá algo subido de tono!?"
"No cumpliré algo indecente, p-pero... Un beso tal vez..."
"No, no, no, ¿¡En qué estoy pensando!?"
"Pero vamos, probablemente solo pida una cita o algo por el estilo."
Bell: Acuéstate conmigo.
Ryuu: ¿¡Ahhh!? – Completamente sonrojada.
Bell: Quiero acostarme contigo, eso es lo que quiero.
Ryuu: C-C-Cranel-san, ¡Eso es algo muy indecente!
Bell: Pero prometiste que harías cualquier cosa que te pidiera.
Ryuu: E-Entiendo que estés en esa edad p-pero... ¡No, en definitiva está mal!
Bell: Supongo que no quieres... Lo siento, no debí haberlo sugerido – Dijo deprimido.
Ryuu: ... P-Podríamos acostarnos en la misma cama... ¡Pero será todo lo que haremos!
Bell: ¿¡En serio!? ¡Gracias!
Ryuu: Ah... Bien, ¿Vamos?
Bell: ¡Sí! – Caminando a su lado.
Las mejillas de Ryuu-san estaban levemente sonrojadas, podía notar como me miraba de reojo, solo para después voltear rápidamente su vista antes de que me diera cuenta.
Su actitud era nerviosa, a decir verdad yo también lo estaba.
Voy a dormir al lado de la mujer que amo, sin duda en esta noche me encuentro... ¡Muy feliz!
Mi corazón está latiendo como loco, una tonta sonrisa se dibujo en mi rostro en cuanto llegamos a la habitación.
Ahora que lo pienso... Las puertas tienen seguro mágico, Riveria-san me dijo que le podía dar acceso a cualquier persona que quisiera.
Bell: Ryuu-san, ¿Te gustaría tener acceso a mi habitación?
Ryuu: ¿Hablas del seguro mágico?
Bell: Sí.
Ryuu: No veo porque tenerlo, no vivo aquí, además de que no vendría a esta mansión sino estuvieses en ella.
Bell: Supongo que tienes razón – Dijo con un tono triste.
Ryuu: Así es.
Bell: Es solo que quería darte acceso, Raúl-san me contó que darle acceso a alguien era algo especial aquí en la mansión.
Ryuu: Ya veo, me gustaría pero tengo entendido que tiene un límite de personas, así que será mejor que se lo des a alguien especial de tú sede.
Bell: Creo que tienes razón... ¡Ah, ya sé! ¡Se lo daré a Aiz-san!
Ryuu: ¿Eh?
Bell: Es que la última vez entro por la ventana, así que creo que lo mejor sería darle el acceso a mi puerta.
Ryuu: ¿Por qué a ella?
Bell: Bueno, aparte de que entró por la ventana, ella es una muy buena amiga, me gustaría que pudiera entrar a mi habitación siempre que quiera.
Ryuu: No lo hagas... – Dijo para si misma.
Bell: ¿Dijiste algo?
Ryuu: Que es genial que tengas amistades en tu ‹Familia›.
Bell: Sí, la mayoría son muy agradables personas.
Ryuu: ¿Apartando lo de la ‹Princesa de la Espada› alguien más tiene acceso a tu habitación?
Bell: Bueno, Kami-sama, el capitán y la sub-capitana de mi ‹Familia›, pero eso es para todos, así que no cuenta.
Ryuu: ¿Así que Wallenstein-san sería la primera?
Bell: Uhm... Sí, supongo que sí.
Ryuu: Cranel-san... Dices que tú ‹Familia› estará de excursión toda la semana, ¿Cierto?
Bell: Así es.
Ryuu: Pero tú continuarás yendo a la dungeon... Eso es peligroso, no habrá nadie que te pueda ayudar si llegas lastimado.
Bell: Bueno, Kami-sama se quedara a-...
Los ojos de Ryuu-san, comenzaron a titubear, sus delicadas manos temblaron por un segundo.
Comprendí a lo que quería llegar.
Ella no quería el acceso de mi puerta, porque no deseaba que desperdiciara un espacio con alguien que casi no lo usaría, lo que quería era que mis amigos la tuvieran incluso antes que ella.
Pero en cuanto mencioné a Aiz-san...
Bell: ¡Ah! Es cierto, ¿Cómo no pensé en eso? Podría lastimarme de gravedad si no hay alguien quien pueda ayudarme.
Ryuu: Si no te importa... ¿Puedo ser yo esa persona que te ayude? Por tu bienestar.
Bell: Estaría muy feliz – Dijo con una sonrisa.
Supongo que es normal, incluso yo los sentiría si ella me dijera algo parecido.
Ryuu: Creo que necesitaré el acceso a tu habitación después de todo, Cranel-san.
Bell: Sí, pienso lo mismo, pon tu mano aquí por favor~
Ryuu: Entendido.
Bell: Bien, listo.
Yo también sentiría celos.
Ryuu: Creo... Que soy la primera a la que le das acceso - Intentando esconder su sonrisa.
X.X.X.
"Pronto te enfrentarás a él"
Hablo un imponente hombre, hacia un monstruo muy conocido y temido por todos los aventureros de nivel uno e incluso nivel dos.
El monstruo protagonista de incontables historias y relatos históricos.
Un Minotauro, pero no era uno normal.
Se trataba de un Minotauro anormal, entrenado por aquella persona que se encontraba en la cúspide de los aventureros.
Encerrado dentro de una caja con la apariencia de un tesoro, siendo observado con firmeza por el hombre más fuerte del Orario actual.
Ottar, ‹El Rey›.
Capitán de la Familia más fuerte de la ciudad.
Una vez realizada la tarea que le fue encomendada por aquella que es capaz de doblegar a mortales y deidades ante su belleza.
El aventurero más fuerte se dispuso a regresar a su sede, para informar a su divinidad sobre todo lo acontecido con el nuevo reto del chico.
Abriendo esas imponentes puertas en el piso más alto de la torre de Babel, pudo ver esa hermosa diosa observando la noche a través de el enorme panel de cristal frente a su trono.
Recargada en una columna, mientras en una de sus manos se encontraba una elegante copa de vino, usando una vestimenta que solo los miembros de su ‹Familia› son capaces de observar.
Un atuendo muy revelador con forma de flor extendiéndose alrededor de su perfecto cuerpo.
Su largo y hermoso cabello plateado se encontraba cubriendo su espalda.
En cuanto noto la presencia de su ‹hijo› sus vivos y preciosos ojos lila, se encontraron con los desgastados y experimentados ojos del capitán de su ‹Familia›.
Comenzó a caminar hacia su trono lenta y elegantemente, las pisadas de sus finos tacones resonaban por toda la habitación.
Freya: ¿Está hecho?
Ottar: Los preparativos están completados, en cuanto un aventurero codicioso intente abrir el "tesoro", él saldrá.
Freya: Excelente, aunque el ahora mismo se encuentra muy ocupado con Ryuu.
Ottar: Ah... Freya-sama, ¿Está feliz?
Freya: No comprendo tú pregunta.
Ottar: Es solo que... Se encuentra sonriendo.
Sin saberlo, una sonrisa había aparecido en el rostro de la divinidad, pero no como aquella imponente reina capaz de doblegar a cualquiera, sino una hermosa sonrisa sincera.
La calidez en su pecho no era una ilusión, ver el amor entre las únicas dos persona que la tratan como una mujer y no como una flor delicada era algo sumamente hermoso para ella.
Una diosa de la fertilidad presenciando el amor puro e inocente de dos jóvenes mortales, era algo que llenaba su corazón de sentimientos que jamás había sentido, envidiándolos un poco por ese hermoso sentimiento desconocido para su ser.
Freya: Esos dos... Son tan tiernos, ¿No crees, Ottar? – Dijo con una sonrisa.
Ottar: ... Sí.
Freya: Ottar, mañana observarás el combate, no dejes que nadie interfiera.
Ottar: Comprendo.
Freya: Pero si ves que el chico está en peligro de muerte, debes salvarlo a como de lugar, ¿Entendido?
Ottar: Como desee – Dijo mientras hacia una reverencia antes de irse.
Freya: Y Ottar una cosa más.
Ottar: ¿Sí?
Freya: Gracias... Por todo.
Ottar: ¿¡...!? No es nada...
X.X.X.
Bell: Puedes usar una de mis camisetas.
Ryuu: No sabía que tuvieras un traje.
Bell: Ah, Kami-sama me lo compró por si en algún momento necesitará que la acompañara a alguna parte, pero jamás lo he usado.
Ryuu: Entonces supongo que usare la camiseta.
Bell: Entiendo... ¿¡Eh!?
Ryuu: Siempre te veo usando tus poleras, no quisiera ensuciar algo que usas con frecuencia podría causarte problemas.
Bell: T-Tienes razón.
Ryuu: ¿Tienes regadera?
Bell: U-Uhm, sí.
Ryuu: Deberíamos bañarnos... Estás empapado de sudor y yo estuve todo el día en el bar, creo que lo correcto sería que tomemos un baño.
Bell: ¿¡¡¡JUNTOS!!!? – Emocionado.
Ryuu: Por supuesto que no – Pellizcando su mejilla.
Bell: ¡Duele!
Ryuu: Ah... Entra tu primero.
Bell: ¿¡Eh!? P-Pero me gustaría que tu entraras primero.
Ryuu: Tú cara está muy sospechosa, será mejor que entre después de ti.
Bell: Uh... Bien – Deprimido.
Comenzando con su baño el chico intento calmarse un poco.
Su corazón latía tan rápido que podía asegurar que en cualquier momento se le saldría del pecho, aún pensando que se encontraba dentro de un sueño del cual sin duda no quiere despertar.
Por otro lado la hermosa elfa se encontraba explorando un poco la habitación, viendo cada rincón de ella.
El notar un peluche con forma de conejo encima de la cama le pareció algo tan tierno que no pudo evitar sonreír.
Viéndolo detenidamente recordó aquella vez en que el muchacho salto encima de ella para evitar que lo viera, recordar aquella escena causo que una peña risa saliera de sus normalmente silenciosos labios.
Era una habitación un tanto sencilla pero bien equipada, tenía una cama relativamente grande para una persona, un enorme armario, un porta armaduras con una pequeña mesa en el centro de la habitación.
Carecía de adornos con excepción de aquel peluche.
Una vez satisfecha su curiosidad la joven procedió a acostarse en la cama junto a ese conejo de peluche, abrazándolo levemente, el aroma del joven estaba impregnado en el.
Fue entonces cuando una idea paso por su mente.
Abrazar más fuerte el peluche, así el aroma llegaría a ella.
"Esto no es indecente... ¿Cierto?"
Intentando convencerse a si mismo de sus acciones, procedió a realizarla.
"Realmente huele a él... Tan dulce."
"De hecho incluso se parecen un poco... Me pregunto si será igual de reconfortante abrazarlo a él."
Bell: Ryuu-san, ya termine – Abriendo la puerta.
Ryuu: Entiendo, voy en un momento.
Bell: ¿Uhm? ¿Por qué mi conejo está estampado en la pared?
Ryuu: Tal vez lo dejaste ahí – Entrando al baño. (¡Eso estuvo cerca!).
Bien, ya solo queda intentar mantener la calma.
¿¡Cómo se supone que lo haga!?
¡Estoy demasiado emocionado!
De hecho ahora que lo pienso bien... Ella usara mi camiseta y mis boxers...
Bell: ¡Así no puedo calmarme! - Rodando por el piso.
X.X.X.
El ambiente de la habitación se encontraba serio, la gran presión de los tres ejecutivos principales de la familia era la causante.
Se encontraban haciendo unos últimos ajustes a su plan de expedición para el día de mañana, no querían ningún fallo, sería una de las expediciones más importantes en sus vidas.
La exploración de un nuevo piso de la Dungeon.
Finn: Bien, nos reuniremos con el grupo de Gareth en este piso, después iremos directamente al piso cincuenta, improvisaremos un campamento para dejar las cosas innecesarias y reponer fuerzas, una vez hecho llevaremos solo lo esencial y solo vendrán aventureros de ‹Primera Clase›, haremos uso de la misma formación de la otra vez, ¿Hay alguna duda?
Gareth: Todo claro.
Riveria: Entendido.
Finn: Realmente me gustaría llevar a Bell con nosotros.
Riveria: Ya lo discutimos, Bell es solo un nivel uno, no podrá hacer nada después del piso trece, tendría que quedarse con el grupo de aventureros de nivel dos en ‹Rivira›, pero para ello debe aguantar estar del piso trece al dieciocho.
Gareth: Aunque lo podríamos proteger, realmente no le serviría mucho la expedición y se sentiría un estorbo para los demás, solo bajaría su moral.
Finn: Se que no podemos llevarlo, pero... Su potencial realmente me intriga.
Gareth: Así que llamo tu atención, ¿eh?
Riveria: Eso no se ve todos los días.
Finn: Jajaja, supongo que no.
Gareth: Bien, vamos a hacerlo, nuestro grito de guerra – Extendiendo su puño.
Finn: Bien – Extendiendo su puño.
Riveria: Adelante – Chocando su puño con el de ellos.
Gareth: Por una lucha intensa.
RIveria: Por un mundo desconocido.
Finn: Por la restauración de mi clan.
Riveria: Nos ira bien.
Gareth: Por supuesto – Sonriendo.
Finn: Esforcémonos mañana.
Loki: En serio ignoraran que estoy aquí – Llorando en un rincón.
Riveria: Por cierto, Lyon-san se encuentra en la habitación de Bell.
Loki: ¿¡En serio!? ¡Echemos un vistazo!
Riveria: Por supuesto que no.
Gareth: Por cierto, ¿Escucharon los rumores?
Finn: ¿Los de Aiz y Bell?
Gareth: Dicen que Bell rechazó a Aiz y que incluso se fue con la chica del bar de Mamá Mia.
Loki: ¿¡¡¡EHHH!!!?
Riveria: Dudo que eso sea cierto, pero de todas formas, hay que evitar que los demás se enteren o Bell será la envidia de todos.
Finn: Eso es muy tarde, todos ya lo saben jajaja.
Loki: ¡No aparezco unas escenas y ya me perdí toda la vida amorosa de mi niño! – Haciendo berrinche en el suelo.
Riveria: Él ama a Lyon-san, todo sigue igual.
Finn: Pero... ¿No creen que Aiz se ve diferente cuando está a su lado?
Gareth: Eso es cierto.
Loki: Ah... Aiz llegará a enamorarse de Bell-kun, eso es más que claro... Pero Bell-kun está enamorada de la Elfa-chan.
Riveria: Si tan solo... Bell se hubiera enamorado de Aiz y no de Lyon-san, ¿Qué hubiera pasado en la ‹Familia›?
| Pepeabra: La Princesa y El Conejo, una ruta alterna de este fic próximamente, si te gusta el BellxAiz ven a leerlo *Guiño* *Guiño* |
Finn: Sería lindo verlos juntos, pero debemos respetar los sentimientos de Bell.
Loki: Aunque realmente sería lindo ver a mis dos hijos favoritos juntos.
Gareth: Aiz ha cambiado desde que Bell llego, creo que sería genial que estuvieran juntos, pero tal vez un corazón roto le ayude a recuperar aquellos sentimientos que perdió, no lo sé, pero sin duda pase lo que pase nosotros estaremos ahí para Aiz.
Loki: Claro – Sonriendo.
Finn: Bien, será mejorar que vayamos a descansar, mañana necesitaremos toda la energía posible.
Gareth: ¡Cierto!
X.X.X.
Podría jurar que el tiempo se detuvo a mi alrededor, ella se veía tan hermosa que simplemente no pude evitar quedar embobado ante su belleza.
Portando únicamente mi camiseta de gala junto a un par de mis boxers, sin embargo estos ni siquiera eran visibles, pues eran cubiertos por el largo de la camiseta creando una peligrosa ilusión óptica...
La mirada tímida en su rostro junto a ese rubor en sus mejillas le daban un aspecto más tierno e inocente.
Lo que tenía frente a mi era algo que simplemente no puedo ignorar, mi corazón latió tan fuerte durante un segundo que estaba seguro que se escuchó por toda la habitación.
Ryuu: ¿D-Deberíamos acostarnos? – Pregunto tímidamente.
Bell: U-Uh... S-Sí – Embelesado.
Ella comenzó a caminar lentamente hacia la cama, el sonido de sus pasos eran tranquilizadores y emocionantes al mismo tiempo para mí.
Lentamente comenzó a recostarse en la cama mientras se tapaba con la manta de la misma, yo me límite a realizar los mismos movimientos que ella.
Pero justo cuando quedamos acostados uno al lado del otro, fue cuanto lo notamos...
Esto es demasiado vergonzoso.
Quiero abrazarla... Pero siento que si lo hago terminaré por hacer cosas que no se solucionaran con un simple "perdón".
Sin embargo, para mí sorpresa... Ella tomo mi mano.
Ryuu: No puedo cumplir lo que me pediste... Pero espero que esto sea suficiente.
Bell: ¿Eh? Pero si ya estás cumpliendo lo que te pedí
Ryuu: N-No, Cranel-san, por favor no se haga de la idea equivocada, simplemente estoy durmiendo a su lado y eso es todo lo que haré.
Bell: Lo sé, eso es lo que quería.
Ryuu: ¿Eh?
Bell: Quería acostarme contigo en la misma cama – Dijo con una sonrisa.
Ryuu: ¿S-Solo dormir?
Bell: Sí.
Ryuu: (¡Soy una idiota...!) – Completamente sonrojada.
Bell: ¿Se encuentra bien Ryuu-san? Está muy roja – Tocando su frente.
Ryuu: M-Me encuentro bien.
Bell: Uhm... Ahora que lo pienso... Ryuu-san, ¿Qué soy exactamente para ti?
Ryuu: ¿Otra vez está conversación?
Cierto... Ya la hemos tenido antes, cuando dijo que solo era un conocido para ella.
Bell: Es solo que creo que un par de conocidos no se acostarían juntos...
Aún si ya hemos tenido está conversación antes, algo me dice que si insisto, no obtendré la misma respuesta que aquel día.
Sin duda mi relación con Ryuu-san ha mejorado desde entonces, tal vez no pueda decir que ha mejorado hasta donde yo quiero, pero sin duda lo ha hecho.
Ryuu: No eres mi pareja, tampoco tengo ningún compromiso que me ate a ti, sin embargo ya no puedo decir que solo es un conocido...
Bell: Entonces... ¿Amigos?
Ryuu: ...
Bell: Tranquila Ryuu-san, ya no insistiré en el tema, me conformo con al menos ahora ser tu amigo... Ahora, vamos a dormir que ya se está haciendo tarde – Dijo mientras se giraba dándole la espalda a Ryuu.
A decir verdad... Decir eso realmente me dolió no quería que notara mis verdaderos sentimientos en la expresión de mi rostro.
Pero para mi sorpresa pude sentir como ella estiraba mi polera con su delicada mano, en mi espalda se encontraba la calidez de su cabeza recargada en mí.
Aún sorprendido por sus acciones muy apenas pude escuchar los murmullos que provenían de sus labios.
Ryuu: No quiero que seamos amigos... Se que no somos pareja, pero no quiero que seamos solo amigos...
Bell: Entonces... ¿Me dices que espere?
Ryuu: ... – Asintiendo con su cabeza.
Bell: Eres injusta... – Volteando a verla. Eres muy injusta Ryuu-san.
Ryuu: Lo siento...
Las manos que antes sostenían aquella polera, fueron envueltas por las cálidas manos de aquel joven que aceleraba el corazón de la hermosa hada.
Esos ojos carmesí miraban con firmeza los ojos titubeantes de la chica.
Sus corazones comenzaron a acelerarse con cada centímetro que se acortaba entre ambos, llegando al punto en donde podían sentir la respiración del otro.
Sus dedos se entrelazaron, al igual que sus piernas bajo la manta que los cubría.
Ryuu: Espera... Esto esta mal.
Bell: No te obligare a hacer nada que no quieras... Pero por favor déjame hacer lo que realmente quiero – Acariciando su mejilla.
Dudando durante unos segundos, el corazón de la chica terminó por decidir por ella, sus ojos se habían cerrado frente a la mirada del peliblanco, su cabeza había sido alzada, acercándose hasta el punto en donde podía rozar sus labios con los de él.
El corazón de Bell estaba como loco, pero ya no podía echarse para atrás, quería ser honesto con Ryuu, pero más que nada, quería ser honesto con sigo mismo, ya no podía ocultar el gran amor que tiene por la mujer frente a él.
Culminando todos esos sentimientos en un inocente beso entre dos personas que se amaban mutuamente, siguiendo por unos segundos antes de separarse por falta de aire.
Su respiración se acelero, necesitaban retomar el aliento de nuevo, sin embargo, el sentimiento de soledad se hizo presente en cuanto separaron sus labios, siguiendo sus verdaderos sentimientos, buscaron el calor del otro juntando nuevamente sus labios.
Perdiendo el sentido del tiempo, ambos perdieron el aliento en más de una ocasión, los sentimientos de ambos ya había rebosado el vaso, ya no podían contener sus acciones.
Continuaron con esos intensos besos durante horas, hasta que el cansancio llego a sus cuerpos, pero el sentimiento del sueño poco podía hacer ante la emoción entre ambos, sin embargo, fue suficiente para que la cálida cabeza de la ojiazul se recargara en el pecho del muchacho.
Siendo rodeada por el calor de los brazos del chico, terminaron por dormirse abrazándose el uno al otro.
Las horas pasaron rápidamente, el sol ya se estaba asomando por encima de las murallas.
Los ojos del chico se abrieron lentamente, siendo deslumbrados por la belleza a su lado.
Divagando en sus pensamientos causados por la persona frente a él, decidió observarla dormir un poco más antes de levantarse de la cama.
Bell: Quedé de ir con Lili a la Dungeon hoy...
El compromiso del chico le causaba un conflicto en sus emociones.
Su corazón quería que se quedara hasta que ella despertara, pero su sentido de responsabilidad le causaba culpa por dejar a su primer y única compañera de su ‹Party› plantada.
Terminó por decidir ir a su compromiso, se colocó su armadura para después dar un pequeño beso en la mejilla de su ser amado.
"¡Hi!"
¿Eh?
Acaso... ¿Está despierta?
Ya veo... Debió de despertarse antes que yo, pero la vergüenza hizo que se hiciera la dormida.
Sus mejillas teñidas de rojo solo respaldaban mi teoría.
Bell: Deberías ser más honesta con tus sentimientos – Le susurró al oído.
Bell abandonó la habitación después de esas palabras, dejando a una avergonzada elfa observando la puerta por dónde el conejo se había ido.
Ryuu: ¿Cómo quieres que no me avergüence después de anoche...?
"Tonto"
X.X.X.
Bell: Debo llegar con Lili pronto... – Chocando con alguien.
"Ouch"
Bell: ¡A-Ah! ¡L-Lo siento!
???: No te preocupes jeje~
Bell: ¿Kami-sama?
Loki: ¡Oh! ¡Bell-Kun! ¡Justo te estaba buscando!
Bell: ¿A mí?
Loki: Toda la semana he estado ocupada actualizando a los que se irían de excursión, mientras que tú te la pasaste entrenando, así que... ¡Vamos a actualizar tu estado!
Bell: Tengo algo de prisa Kami-sama... Quedé de ir con Lili a la Dungeon temprano para poder alcanzar a despedirme de la ‹Familia›, ¿No puede ser después de que regrese?
Loki: Oh Bell-Kun ya está en esa etapa de rebeldía, ¿Qué sigue? ¿Después queras irte de casa y abandonarme? – Haciendo un berrinche.
Bell: E-Esta bien, actualicemos mi estado pero por favor deje de llorar Kami-sama, jamás la abandonaría.
Loki: Jeje~
Seguí a Kami-sama hasta su habitación, se encontraba muy desordenada, apreciando el arduo trabajo que tuvo que pasar en la actualización de todas las estadísticas de la ‹Familia›.
Kami-sama usualmente parece alguien despreocupada y desobligada, pero es completamente lo contrario, ella es sumamente responsable con su Familia.
Esforzándose al máximo por cada miembro de ella, la he visto escuchar las preocupaciones de muchos de sus ‹hijos›, animándoles con sus malos consejos.
Es una diosa para nada ordinaria, pero me encanta como es con todos nosotros, sin juzgarnos por nuestros errores, haciéndonos reflexionar sobre ellos e intentar mejorar.
Una persona sumamente amable y responsable baja la fachada de alguien inmadura y despreocupada, esa es Kami-sama.
Loki: Bien~ puedes recostarme yo me encargo del resto.
Bell: Sí – Acostándose en la cama boca abajo.
Loki: Por cierto Bell-Kun, Elfa-chan está en tu habitación, ¿Cierto~? – Dijo mientras una de sus manos subían la polera del peliblanco, mostrando así la espalda.
Bell: ¿¡Eh!? B-Bueno... Sí... Se encuentra en mi habitación, lo más probable es que ella espera hasta que todos partan a la expedición para no ser vista...
Loki: ¿Y bien...? – Con una cara pervertida.
Bell: ¿Q-Qué ocurre?
Loki: ¿Hubo algún avance? – Pinchándose el dedo.
Bell: S-Sí... Lo hubo – Complemento sonrojado.
Loki: ¡Eso es genial! – Dejando caer la gota de sangre en su espalda. ¿Y de que clase de avance hablamos?
Bell: ¿Eh?
Loki: ¿Ella te dijo que te amaba? – Abriendo el estado del ojirojo.
Bell: No como tal, pero me dijo que esperara.
Loki: ¿Eh? ¿Qué demo...?
Bell: Después de eso nos b-besamos – Saliéndole humo.
Loki: Bell, tus estadísticas... Algo ocurre con ellas...
Bell: ¡Ah! ¡Pero no puedo quedarme hablar! ¡Lili me espera, debo irme! – Levantándose bruscamente de la cama tumbando a Loki.
Loki: ¿¡Por qué siempre pasa lo mismo!?
Bell: ¡Me voy Kami-sama!
Loki: ¡Espera Bell-Kun! ¡Tus estadísticas!
Bell: Las veré en cuanto llegué – Saliendo de la habitación.
Loki: Por los dioses, siempre con tanta prisa... "Liaris Freese" es una habilidad única y aún desconocida, pero aún así... ¿Qué demonios significa esto?
X.X.X.
Me encontraba corriendo a toda velocidad por las avivadas calles de Orario, el hecho de quedarme a actualizar mi estado me quitó demasiado tiempo.
Pero... Es extraño.
Me siento mucho más rápido que antes, siento como si pudiera saltar un edificio entero sin problema alguno.
Tal vez sume algunos cuantos puntos en la actualización de mi estado.
Después de todo Kami-sama no actualizo mi estado desde un par de días antes de que empezará mi entrenamiento con los ejecutivos.
¿Cuánto habré sumado en nueve días?
Tal vez si debí de haberme quedado a verlos.
Lili: Buenos días, Bell-sama.
Bell: Oh, Buenos días Lili, lamento llegar tarde.
Lili: No sé preocupe, pero... ¿Hoy no es la expedición de su ‹Familia›?
Bell: Sí.
Lili: ¿No quiere ir a despedirse?
Bell: Tardarán un poco en irse, hoy solo quiero hacer una ruta rápida, eso me dará tiempo para despedirme jeje.
Lili: Comprendo, en ese caso, será mejor que partamos Bell-sama.
Bell: ¡Sí!
Ambos ingresaron en la Dungeon con una alegría y energía muy positivas.
Por otra parte, el capitán de la Familia Loki, aquel que llevaba en su espalda la carga de regresarle la gloria a su clan.
Ya se encontraba llegando a la entrada, llegando veinte minutos después de que Bell entrara, la razón de esto fue la petición de su diosa.
Quien le pidió que intentará observar al chico durante la expedición, sin darle más información, simplemente aclarando lo especial que era.
La petición de la diosa hizo que la expedición partiera más temprano de lo planeado, con la intención de toparse con el chico mientras el aún esté en acción.
Finn: (Cielos Loki... Al menos dime el porque de esto.)
Lefiya: Aiz-san – Acercándose a ella.
Aiz: Lefiya – Deteniéndose.
Lefiya: Me alegro de que hayas visto a Lulune-san, a mí me ha dado lo mismo, comida portátil – Sonriendo.
Aiz: ... (Y este extraño collar.) – Observando el collar que venía junto a la comida.
Lefiya: Ella te estaba buscando entre la multitud y no sabía si te encontraría.
Aiz: Gracias...
Lefiya: Aiz-san va en el grupo de vanguardia, ¿No?
Aiz: Sí... Nos reuniremos con su grupo después, aunque adelantamos un poco la expedición, tal vez por culpa de Loki.
Lefiya: Jajaja, puede ser.
Aiz: (Lefiya se ha estado esforzando toda la semana, desde que supo que Bell entrenaría con nosotros, ella me pidió que fuera su maestra, tal vez lo ve como un rival) – Sonriendo.
Lefiya: Yo también iré detrás de ti, después – Motivada.
Aiz: Uhm – Asintiendo.
Finn: ¡Vamos a dar comienzo a nuestra expedición! Iremos a los pisos más profundos de la mazmorra.
Todos los aventureros presentes prestaron toda la atención hacia su comandante, escuchando con atención cada palabra.
Finn: Para evitar la congestión de los niveles superiores, nos volveremos a dividir en dos grupos, uno lo lideraré yo y el otro estará bajo el mando de Gareth.
Gareth: ¡Sí! – Alzando su hacha de combate.
Finn: Seremos acompañados por una extraordinaria forjadora de ‹Hephaestus Familia›, ¡Nos reagruparemos en el piso dieciocho y partiremos directamente al piso cincuenta!
Lefiya: (Llegó la hora... De demostrar todo mi entrenamiento) – Aferrándose con firmeza a su bastón.
Finn: ¡Nuestro objetivo no es otro que un territorio inexplorado, el piso 59!
Aiz: (El piso donde descubriré todo...) – Apretando el collar.
Finn: ¡La expedición inicia!
"¡Sí!" – Gritaron al unísono, rebosando de alegría y entusiasmo.
La expedición había empezado, cada miembro de la Familia Loki se encontraba completamente entusiasmado.
Las palabras de su capitán aumento la fuerza de sus emociones, viendo esta expedición como una oportunidad de obtener lo que buscan, fama, fortuna, sueños, anhelos, poder...
Cada quien peleaba por algo diferente, pero peleaban portando el emblema de la Familia Loki.
Sabiendo que podían contar con cada compañero a su lado, comenzaron a caminar hacia adelante.
El pequeño grupo de vanguardia comenzó a avanzar, abriéndose paso rápidamente entre los primeros pisos.
Por otro lado, nuestro protagonista ya se encontraba terminando su exploración en el piso nueve, pues como le había dicho a su apoyo, solo quería algo rápido para poder despedirse de su ‹Familia› antes de que partan.
Sin embargo, algo le inquietaba la la escasez de monstruos era preocupante.
Bell: (¿Qué está pasando...?)
X.X.X.
"Los preparativos están listos"
Hablo la imponente voz hacia su divinidad frente al cristal, teniendo una copa de vino en su mano, observando con atención por aquella enorme ventana.
Aún sin voltear a ver a su dependiente, siguió escuchando con atención cada palabra que este decía.
Ottar: Un aventurero codicioso abrió la caja, así que se reveló antes de lo planeado, puede que haya habido heridos.
Freya: ¿Algún muerto?
Ottar: El grupo del aventurero que abrió la caja fue exterminado, sin embargo, investigue sobre ellos, eran personas que se aprovechaban de los más débiles de su ‹Familia› para así robarles sus bienes, Liliruca Arde fue una de sus víctimas, quien por poco casi muere si no hubiera sido salvada por el chico, solo eran escorias, no hay nada de que preocuparse.
Freya: Ya veo, en ese caso... Regresa rápidamente a la Dungeon, impide que alguien se entrometa.
Ottar: Como deseé – Retirándose.
Freya: Es hora de que ese chico me muestre su aventura – Sonriendo.
X.X.X.
Bell: ¿¡...!? – Deteniéndose repentinamente.
Lili: ¿Ocurre algo, Bell-sama?
Bell: Lili... ¿No sientes algo raro?
Lili: ¿Algo raro?
Bell: Como sí alguien nos observará...
Lili: No lo sé... Pero parece haber algo raro en este piso.
Bell: Sí... Hay muy pocos monstruos y muy pocos aventureros.
También era así aquel día...
Lili: Bell-sama, ¿Se encuentra bien?
Bell: U-Uh, sí, mejor regresemos, ya tenemos la cantidad deseada de hoy.
Lili: Sí.
"Grrrooooaaar"
Bell: ¿Q-Qué ha sido eso?
Lo sabía.
Sabía de quién era ese rugido.
El rugido que me ha atormentado tanto desde aquel día.
Pero... Es imposible.
Lili: E-Eso es... – Apuntando al monstruo.
No.
No.
No.
¡No puede ser cierto!
Lili: ¡Un Minotauro!
Esta vez no está Aiz-san.
Esta vez no hay nadie para salvarme.
Lili: ¿¡Qué hace un Minotauro en el piso 9!? ¡Bell-sama, huyamos! ¡No podemos enfrentarlo! ¡Rápido!
Estamos muertos... Moriremos...
Lili: ¿Bell-sama...? – Viéndolo paralizado del miedo.
Minotauro: Grrooaarrr – Acercándose a ellos.
Lili: ¡Bell-sama! ¡Bell-sama!
Los desesperados gritos de la joven eran inútiles, no eran capaces de llegar a los aterrorizados oídos del chico.
El imponente monstruo alzo su espada enfrente de ellos, la muerte misma estaba frente a los ojos del peliblanco.
Sus piernas se encontraban paralizadas, su cuerpo se había detenido por el miedo.
Solo podía pensar en la muerte que le esperaba mientras aquel Minotauro bajaba su espada.
"¡Por favor reaccioné!"
Grito la pallum mientras empujaba el cuerpo del chico en un intento desesperado de salvar su vida.
El golpe del monstruo impacto en el suelo rompiendo al mismo, un golpe tan potente que fue capaz de mandar a volar a ambos con tan solo la onda expansiva generada por su fuerza.
Los escombros salieron disparados por todas direcciones, impactando violentamente en el moribundo cuerpo de la pequeña, cubriendo a aquel que le salvó la vida.
Bell: Lili...
Ver la sangre en el cuerpo de su acompañante al fin lo hizo reaccionar, despreciándose a si mismo por obligar a su única compañera a salvarle la vida.
Pero no tenía tiempo para eso, él ya se encontraba caminando de nuevo hacia ellos, caminando tan despreocupado y sin prisa.
Era claro que no los veía como amenazas, sino solo como presas a las que se les debe dar caza.
Frustrando cada vez más al chico.
Bell: Lili, ¿Puedes moverte? – Preguntando en voz baja.
Sin embargo era inútil, la chica ya se encontraba inconsciente.
Era claro que escapar de un Minotauro siendo un Level 1 era una tarea extremadamente difícil, cargar con la chica lo hacía una misión imposible.
Abandonarla o pelear.
Esas eran sus opciones, su cuerpo quería correr, pero su corazón y alma jamás dejaría atrás a Lili.
Bell: ¡Lili! Qrg... ¡¡¡Lo siento!!! – Arrojándola lejos.
Corriendo enfrente del Minotauro, comenzó a disparar su hechizo desesperadamente para llamar la atención de su verdugo.
"Eso al menos le hará un poco de daño".
Aquella pequeña esperanza del chico se perdió al ver el enorme cuerpo del Minotauro saliendo sin ninguna herida de la gran nube de polvo levantada por el impacto del hechizo.
"Es imposible ganarle..."
Viendo como su enorme puño se dirigía hacia su cuerpo, él recién aventurero apenas pudo reducir el daño recibido.
Absorbiendo el impacto con la pechera de su armadura, fue mandado a volar contra el muro del piso.
El sonido de su cuerpo chocando contra la dura roca resonaba por todo el piso, su armadura se desprendió de su cuerpo, rompiendo toda la parte superior.
El costo fue bajo, toda su armadura o su vida, esa fue la decisión que tomo en menos de un segundo.
Al ver cómo realmente lo destrozó de tan solo un golpe, el miedo volvió a recorrer el cuerpo del chico.
Sabía que no ganaría, lentamente se comenzó a poner de pie mientras podía escuchar como sus huesos tronaban en el proceso.
Su respiración se aceleró, la muerte misma estaba frente a sus ojos, ya había escapado de ella una vez con la ayuda de la "Princesa" de su ‹Familia›.
Vencer al monstruo que tenía frente a él, era algo que no podría hacer solo, aquel miedo comenzó a paralizarlo de nuevo, pero...
"¿Bell-sama...?"
Los murmullos de su compañera lo hizo entrar nuevamente en razón.
Él no peleaba para ganar, sino para salvar sus vidas, esa motivación regreso a su cuerpo, logrando reaccionar comenzó a guiar al Minotauro nuevamente hacia él.
Logrando darle a Lili el tiempo necesario para que regrese a sus sentidos.
Bell: ¡Lili! ¡Huye!
Lili: ¿Eh...?
Bell: ¡Huye ya!
Lili: No...
Bell: Qrg... ¡¡¡Vete de una maldita vez!!!
Lili: (Solo le estoy estorbando...) Maldición... – Corriendo.
Bien... Ahora yo también podré... No.
Si huyó ahora, él podría ir detrás de Lili y la asesinaría.
Aún debo entretenerlo un poco más... Debo darle a Lili el suficiente tiempo para escapar.
Bell: ¡Maldición! – Invocando sus espadas.
Podía ver los golpes del Minotauro dirigiéndose hacia mí.
Eran mucho más lentos que los de los ejecutivos de mi ‹Familia›... Puedo esquivarlos.
Si dependo de mi velocidad, podre ganar el tiempo suficiente para que Lili se vaya de aquí.
Y a sí yo podré huir.
Aún si es patético, aún si es miserable, debo esquivar sus golpes hasta que pueda escapar de aquí.
Mamá Mía-san, lo dijo... Gana el que regrese vivo.
Bell: «¡Firebolt!»
Los múltiples rayos de fuego impactaron en el rígido cuerpo del Minotauro, causándole leves quemaduras.
Fue cuando lo noto... Sus llamas eran más fuertes que antes.
Aferrarte a tu vida es algo tan natural que a veces se olvida la gran fuerza que te da cuando lo usas como motivación.
La adrenalina estaba impulsando el cuerpo del chico, sus nuevas estadísticas junto a todo su conocimiento lograba esquivar los rápidos ataques del monstruo.
Logrando resistir gracias a su agilidad, el peliblanco podía mantenerse en el combate, esquivar era todo lo que necesitaba hacer.
Un ataque fallido y se acabó, era algo que el sabía, por ello se limitaba a esquivar.
Pero...
¿Qué tal si lograba vencer a un Minotauro?
Ese pensamiento nublo su mente, quería el poder necesario para alcanzar a los miembros de su ‹Familia›.
"Si derrotó a un Minotauro, definitivamente me haré más fuerte".
Lentamente la ambición lo corrompía, llevándolo a atacar los puntos ciegos de su rival.
"Puedo atacarlo... ¡Lo puedo cortar!"
La emoción comenzó a motivarlo de más, comenzando a descuidar los golpes del Minotauro y centrándose en los suyos.
"Solo debo cortarlo una vez... Solo una vez y podré enlazar los demás".
Bell: «Reload on Fire».
Su técnica fue realizada pero...
"Lo esquivo..."
La desesperación comenzó a aumentar con cada centímetro que el enorme puño del monstruo se acercaba a su abdomen.
El chico no era capaz de pensar, solo podía ver la muerte delante de sus ojos.
"Cuando alguien está apunto de ser derrotado, lo más común es que se desespere o pierda su voluntad de pelear".
Las palabras de su maestra resonaron en su cabeza, derrumbando sus dudas logro detonar su hechizo al igual como hizo en aquel entrenamiento.
La parálisis llegó a su cuerpo, sabía que no podría moverse por unos segundos, pero la explosión levantó una cortina de humo en medio de los dos.
Si el no podía ver al Minotauro, lo lógico era que el Minotauro tampoco podría verlo a él.
De esta forma la parálisis pasará antes de que el monstruo pueda atacarlo, así su vida no estaría en peligro.
No podía estar más equivocado.
El cuerno del Minotauro salió de la gran cortina de humo, viendo como este destrozaba por completo el protector obsequiado por su asesora.
Incrustando el cuerno en su antebrazo, el cuerpo del chico fue levantado violentamente antes de impactar con una gran fuerza en el suelo.
Pudo sentir como cada parte de su cuerpo gritaba de dolor, la parálisis estaba pasando, pero sus intentos de ponerse de pie eran inútiles.
El dolor lo mantenía inmóvil, sus huesos resonaba por toda la sala, crujiendo tan fuerte como los propios gritos del chico.
La muerte estaba caminando hacia él lentamente, su esperanza de salir vivo de esto ya estaba en los suelos.
"Supongo que así es como acabará..."
"Lo siento Kami-sama..."
"Lo siento Syr-san... Chicas."
"Lo siento... Ryuu-san."
"¿Estás bien?"
Bell: ¿Eh...?
Esas palabras... Ya las he escuchado antes.
Son las mismas palabras... De la misma persona que me salvó de la misma situación.
Bell: Aiz-san...
Aiz: Resististe bien, ahora yo me encargo.
Otra vez lo mismo...
¿Realmente no he cambiado?
Necesito ser salvado nuevamente por ella... ¿¡Realmente no cambie!?
Bete: ¡Oye Aiz! ¡No salgas corriendo así porque si!
Tiona: ¡Conejito-kun! ¿¡Estás herido!? – Corriendo hacia él.
Tione: ¿Qué demonios hace un Minotauro en este piso?
X.X.X.
Finn: ¿Uh? – Observando a alguien en la lejanía.
Riveria: ¿Es él?
Finn: Sí... No hay duda, esa figura solo puede pertenecer al ‹Rey›.
Riveria: Sin duda alguna, la ‹Familia Freya› tiene algo que ver con este incidente.
Ottar: Finn... – Acercándose a ellos.
Finn: ¿Nos explicarás?
Ottar: Todo es mi culpa, explore la Dungeon en la mañana, no me di cuenta que un Minotauro escapó de mí, su chico se volvió envuelto en el desastre.
Finn: ¿En serio quieres que nos creamos que al hombre más fuerte de Orario se le escapó un Minotauro?
Ottar: Me da igual si me creen o no, pero si así lo desea el chico, yo mismo matare al Minotauro y le recompensare mi error.
Finn: (Ottar involucrándose con un aventurero de Level 1... Sin duda es por obra de su diosa, algo traman...) Bueno, ¿Qué es lo qué esperas?
Ottar: A qué el se rinda.
Finn: ¿Te burlas de él? – Mirándolo amenazante.
Ottar: Ciertamente el cuerpo del chico está en el suelo, pero su espíritu se está levantando.
Finn: ¿Qué?
Riveria: Finn – Indicándole que mire.
X.X.X.
Si no soy capaz de levantarme ahora...
Si no apunto a llegar más alto... Jamás voy a alcanzarla.
Bell: No quiero... – Tomando el brazo de Aiz.
Aiz: ¿Bell...? (No... La única razón por la que alguien se levanta en esta situación, es por aquella llama negra.)
Bell: No quiero que me salves...
Aiz: (¡Tus puros y blancos ojos cambiarán!¡No te vuelvas como yo en ese momento!)
Bell: ¡No puedo dejar que Aiz Wallenstein me salve de nuevo! – Pasando delante de ella.
Aiz: (¿Eh...? Eran puros... Sus ojos son puros, sin una pizca de esa llama negra).
Es verdad... Yo no busco poder, tampoco fama, ni si quiera fortuna.
Quiero poder llegar a caminar a su lado, poder enorgullecer a Kami-sama, poder ser digno de Ryuu-san.
No necesito poder para eso.
Solo necesito superarme a mi mismo, solo quiero ser capaz de ser alguien digno para ellos.
"Necesitas una aventura, hay tantos significados para eso como personas y realmente no sé que clase de aventura tendrás, pero no te alejes de su significado... Eres un aventurero".
Ryuu-san, Kami-sama, Abuelo... Hoy por primera vez tendré una aventura.
Tiona: ¡Oigan pero Conejito-kun es Level 1, no va a sobrevivir!
Bete: Está prohibido robarle el objetivo a alguien en la Dungeon.
Tione: ¡Pero no es momento de eso!
Bete: ¿¡Y qué quieres que haga!? ¡El chico no quiere ser salvado de la misma manera que en ese momento, interrumpir ahora sería un insulto para él!
Tiona: Pero...
Lili: Por favor... Salve a Bell-sama – Agarrando a Bete. Por favor, le daré lo que sea pero sálvelo... Por... Por favor... Bell-sama... Bell-sama... – Perdiendo el conocimiento.
Bete: ¡Tsk! Lo siento por él, pero no quiero que Loki me regañe por la muerte del mocoso, a un lado Aiz, yo me encargo, ¿Ah?
Ante los ojos de los aventureros de Primera Clase, se encontraba un sentimiento que habían perdido hace tiempo.
El sentimiento de la aventura.
La fuerza que poseían hacia que olvidarán lo que era realmente ser un aventurero.
Y aquel chico de Level 1 se los estaba recordando, observando como era capaz de atacar al Minotauro.
Concentrado únicamente en su rival, esquivando cada ataque furioso que le lanzaba.
Tiona: ¿¡No era un Level 1!?
Bete: ¿Qué demonios?
"Sus movimientos son impensables para un Level 1."
Pensó el capitán de la Familia del chico ante la impresionante batalla frente a él.
"Sin duda superan los de un Level 1 normal... Pero tampoco son comparables a los del Minotauro Level 2 que está enfrentando."
"Lo que hacen que estén iguales es... Su coraje."
"Morirá si se asusta aunque sea por un segundo... Incluso en esta situación extrema tiene un espíritu fuerte que le permite sacar todo lo que tiene."
"Y pensar que yo el ‹VALIENTE› Finn Deimne, estaría impresionado por el coraje de otra persona"
Finn: Es bueno... El realmente es bueno – Apretando su puño.
Bete: Qrg...
"¿¡Yo fascinándome por una batalla de este nivel!?"
"Con mis cabellos de punta y mi cuerpo con hormigueo... Demonios."
"¿¡Cambio tanto en unos días!?"
Bete: ¿Qué demonios paso?
Esta es mi aventura... Quiero cumplir las expectativas que él tenía en mí.
Quiero poder caminar a su lado.
¡Poder salvarlos a todos! Y es por eso que...
¡¡¡Quiero ser un héroe!!!
Tiona: Es como el Argonauta...
Finn: La historia de un chico que sueña con ser un héroe.
Tiona: Me encantaba esa historia...
Bell: ¡¡¡AHHHH!!! – Corriendo hacia el Minotauro.
X.X.X.
Freya: ¡Ah~! ¡Es hermosa! ¡Es una vista hermosa! – Observando el combate desde lo alto de Babel.
X.X.X.
Bell: Qrg... – Bloqueando la espada del Minotauro con sus espadas.
Bete: ¿¡Qué clases de espadas son esas!? (Son las mismas que uso en aquella ocasión...)
Riveria: Loki debe tener algo que ver pero... Esas espadas no lo son todo.
Finn: Son sus habilidades.
Bell: «¡Firebolt!» – Impactando su hechizo en el monstruo.
Tiona: ¡Eso fue súper rápido! ¡Es un cántico super veloz!
Tione: ¿¡Si quiera hizo un cántico!?
Riveria: Su magia no lo requiere pero...
Finn: El hechizo no es tan fuerte, además... Los Minotauros son resistentes al fuego y el hielo.
Bete: Sus espadas pueden cortarlo hasta cierto punto... Es casi como si el mismo fuera las espadas.
Tione: ¿Entonces llego a un punto muerto?
Aiz: (No... Sé que el podrá hacerlo, él podrá derrotarlo.)
Mis espadas no van más allá de cortes superficiales en su piel.
Ellas crecen conmigo, así que ¿Todavía no crezco lo suficiente para poder cortar a un Minotauro?
No... Este Minotauro no es normal... Lo supe desde que comencé a pelear con él.
Finn: El Minotauro tiene conocimiento de esgrima y experiencia en combate... Sería capaz de acabar con un grupo de Levels 1 por si solo sin problemas, incluso podría causarles muchos problemas a uno de Lelvels 2.
Ottar: El Minotauro era uno anormal antes de entrenarlo... La fuerza que posee va mucho más allá a la de un Minotauro normal.
Finn: Así que si tienes algo que ver...
Ottar: En este punto sería absurdo ocultarlo.
Riveria: Significa que Bell está peleando con un monstruo que incluso a los de Level 2 les da miedo enfrentar, por si fuera poco se trata de uno anormal y aparte entrenado por el hombre que está en la cúspide de los aventureros.
Bete: ... (Incluso yo... No podría hacer lo que el chico).
¡No importa si mis espadas no son capaces de cortarlo!
Porque... Tengo un arma que es capaz de cortarlo frente a mí.
No hay duda de que esa espada que lleva es de Primera Clase, incluso alguien inexperto como yo podrá hacerle daño.
Minotauro: ¡¡¡ROOOOAAAR!!! – Elevando a Bell.
¡Ahora!
Bell: ¡¡¡AHHHH!!! – Encajando su espada en la muñeca del Minotauro.
Ahora... ¡Debo romperla!
Bell: ¡Qrg! – Girando su espada en la muñeca del Minotauro.
Tiona: ¡Fue a por su mano!
Aiz: No... Él fue por su espada...
Tiona: ¿Eh...?
Tione: Mira... Él Minotauro ya no puede sostenerla – Señalándolo.
¡Puedo tomarla!
Corrí a toda velocidad para robar su espada, por poco pude evadir su golpe.
Gracias a Tiona-san tengo experiencia con armas pesadas como está.
Debo usar el peso del arma a mi favor.
¿Eh...?
La vista del chico empezaba a nublarse en medio de los cortes que le hacía al Minotauro.
Él ya sabía la razón.
‹Mente Cero›.
Había usado su técnica, tal vez la adrenalina le ayudo por unos momentos pero después de abusar de su hechizo tantas veces, la falta de mente empezaba a distribuirse por todo su cuerpo.
Pronto sería privado de su conciencia.
Y si no lo vence antes de que eso pase, el sin duda perdería la vida.
Acelerando el paso, el chico con toda su destreza y conocimiento corto el cuerpo del Minotauro por todos lados, siendo arrojado por un golpe que logro bloquear a tiempo.
Viéndose ambos rivales a los ojos.
Sabiendo que el siguiente sería el golpe final, el chico alzo la enorme espada teniendo como respuesta una postura de embestida por parte del Minotauro.
Una gota de sangre marco el comienzo de la que sería la última oportunidad de ganar por parte de ambos.
Dejándose la piel en el ataque.
Chocando el cuerno y la espada con una gran fuerza, el sonido del arma rompiéndose en mil pesados sonó por toda la sala.
Mientras el aventurero más fuerte estaba a punto de intervenir, pudo sentirlo...
Cómo su sentimiento de aventurero le impedía hacerlo, sabía que está era una pelea que sin importar el resultado era algo digno de ver hasta el final.
"Quiero sobrepasar mi débil ser..."
"Quiero ser mejor que aquel niño que solo puede soñar, sobrepasar los límites y avanzar."
"¡Sobrepasare mis límites e iré más allá!"
Esquivando en último momento el cuerno incrustado en su pecho, no le importo dejar carne y sangre atrás.
Solo quería derrotar al rival frente a él, lograr superarse a si mismo, poner todo de si.
Invocó sus espadas en ese momento, en último intento de conseguir la victoria comenzó a canalizar su magia, erizando la piel de todos.
Bell: «¡Reload on Fire!» – Conectando el primer corte.
Riveria: ¿¡Qué es eso!? ¡Jamás lo vi usarlo!
Aiz: Una técnica que solo requiere enlazar el primer golpe para ganar... (Pero... Él solo puede hacer tres cortes... En su estado actual no podrá, hacerlo...)
El segundo corte había impactado cortando todo el brazo derecho de Minotauro.
La vista del chico estaba completamente borrosa.
Un zumbido era escuchado por sus aturdidos oídos, podía sentir como todo el cansancio de su cuerpo se apoderaba de él lentamente.
Y aún así... Siguió adelante.
Enlazando un tercer corte en medio abdomen el gran monstruo.
Aiz: Este es el tercero... – Viéndolo asombrada.
Puedo hacerlo...
No... ¡Debo hacerlo!
¡Superare mis límites aquí y ahora!
¡¡¡Iré más allá de los límites!!!
Encajando su espada en lo profundo el pecho de aquel Minotauro rojizo, el chico por primera vez realizó un cuarto corte, disparando hasta con lo último que le quedaba.
Bell: ¡¡¡«FIREBOOOOOLT»!!!
El sonido del rayo de fuego explotando dentro del Minotauro fue opacado por el verdadero grito de un aventurero.
La explosión fue dada, en el piso entero se podía apreciar el silencio mientras aquellas cenizas blancas se levantaban alrededor del inconsciente cuerpo del chico.
Tiona: El...
Aiz: Lo venció...
Bete: Se desmayo de pie...
Tione: ‹Mente Cero...›
Bell Cranel.
Ese es el nombre del aventurero que les demostró su aventura.
Un nombre que Aiz jamás olvidaría.
Un nombre que nadie de su Familia olvidaría.
Aquel chico que sueña con convertirse en un héroe viviría en sus corazones por el resto de sus vidas.
Aquel chico que se desmayo de pie frente a ellos.
Bete: Riveria... ¿Cuáles son sus estadísticas?
Riveria: ¿Quieres que las espíe?
Bete: Tsk.
Finn: Hazlo, también estoy interesado.
Riveria: Bien... – Acercándose a Bell.
Bete: ¿Y bien?
Riveria: Todas... Todas son de rango S...
La caras de asombro de los presentes no pudieron ocultarse, incluso aquel imponente hombre no pudo evitar sentir admiración por el chico frente a él.
La historia del pequeño héroe, tuvo su primera evolución en este día.
X.X.X.
Loki: Ya veo... Así que eso paso...
Riveria: Sí.
Aiz: Bell lo hizo por si solo.
Loki: Diste todo de ti... Bell-kun – Acariciando su cabello.
X.X.X.
Freya: ¿Todas?
Ottar: Así es... Incluso pienso que sus movimientos iban más allá de los límites de un Level 1.
Freya: ¿Qué piensas de él?
Ottar: A decir verdad... Verlo pelear despertó ese sentimiento de aventura que hace mucho no sentía... Lo admiro por ello.
Freya: ¿Verdad? Fufu~ Bien hecho... Bell-san – Sonriendo.
‹Fin del Capítulo›
Buenaaaaaas, ¿Cuánto tiempo?
Bueno, como podrán ver no se me dan bien las pelas jajaja.
Es por ello que escribir este capítulo en serio que me costó, se me hizo realmente difícil expresar cada escena, espero que todo se haya dado a entender.
Este es el capítulo más largo que he hecho hasta el día de hoy, creo que es porque quería compensar el tiempo que me tarde en publicarlo jsjs.
Y realmente es un poco difícil usar este estilo, no sé si se notó pero yo realmente ya no lo uso, pero no quiero que se vea el cambio así de golpe, es por ello que intenté ser fiel al estilo original que tenía en el fic, pero creo que si se nota un poco la diferencia, lo siento por eso.
Esto es importante.
Algunos lo saben, otros muchos no, sufrí un accidente en donde casi pierdo la vida, es por ello que me dio un bajón en cuanto mis pensamientos.
Crisis existenciales y esas cosas.
Sé que muchos no se enteraron, también entiendo que quieran que actualice y obviamente comprendo que no tomen en cuenta lo que pasa detrás, después de todo no les dije.
Pero me gustaría poder avisarles cuando me pasen este tipo de cosas, es por ello que me hice redes sociales XD
De momento las tengo privadas pero voy a aceptar a cualquiera que me mande solicitud (つ≧▽≦)つ
Son completamente libres de seguirme o de no seguirme, solo es para poder avisarles que pasará con cada proyecto que tenga, así como mis tiempos.
Estará aquí abajo en la sección de spam.
¡Gracias por darme un poco de tu tiempo y leer este fic, en serio lo agradezco! Si te gusto por favor deja tu voto o algún comentario, eso anima mucho a seguir escribiendo, sin más que decir muchas gracias por leer.
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— Recomendación Semanal —
Bueno está sección es nueva, aquí recomendaré Fics que me hayan gustado jsjs
El día de hoy les recomiendo esta belleza, es un fic llamado Caminos Encontrados
Escrito por SinembargoDanmachi
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