Scarlett Johansson es Rachel Berrisford

Jessica Alba es Max Guevara

Jensen Ackles es Alec McDowell

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Para los que no hayan visto la serie:

"Dark Angel" está ambientada en el año 2020 (but sin covid xd) en Seattle Estados Unidos, donde en 2007 hubo un *pulso* electromagnético que daño todos los aparatos electrónicos en el mundo, dejando a este con apenas algunos autos, computadoras y otros aparatos eléctricos. El mundo cayó en la corrupción y la negligencia y las personas viven en edificios abandonados mientras luchan por sobrevivir (a excepción de los ricos y poderosos).

Max (Jessica), Alec (Jensen) y su amigo Joshua (Kevin Durand) son "transgénicos" creados en una organización gubernamental secreta llamada "Manticore" donde se dedicaban a crear al "soldado perfecto" mezclando ADN humano y animal para mejorar sus capacidades motoras y cerebrales. Max y Alec pertenecen a la "serie X" que son los soldados genéticamente mejorados y más parecidos a los humanos, los cuales eran utilizados por la organización para sus propios fines (tomen de ejemplo a Bucky en Hydra) y Joshua fue el primer "experimento" al combinar ADN humano y animal. Él forma parte del grupo de los transgénicos que poseen tanto características humanas como animales según el ADN que tengan.

Diez años atrás en la serie, un grupo de doce niños de Manticore, pertenecientes a la serie X, escapó del cuartel para vivir sus vidas en paz. Solo una de ellos Max (la protagonista de la serie) regreso a Manticore diez años después y quemó la instalación liberando a todos sus "hermanos" transgénicos, incluyendo a Alec y a Joshua.

Antes de esto, ella y otros tres soldados que escaparon con ella destruyeron el laboratorio donde creaban a los niños X, por lo que, luego de que Max fuera capturada en Manticore al destruir el laboratorio, empezaron el "programa de críanza", que consistía en que una pareja de soldados X tuviera relaciones hasta que la chica saliera embarazada y así continuar creando soldados. Alec fue la pareja de críanza de Max, fue así como se conocieron.

Aun con esto voy a dejar el link del capítulo 1 de la serie al final, para quien este interesado/a en verla.

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Max diría que su día en el trabajo transcurriría normal como cualquier otro en Jam Pony, un pequeño establecimiento de paquetería cuyos mensajeros andan en bici. Pero se encontró con la sorpresa de que dos chicas, compañeras suyas, tenían una trifulca en los vestidores.

Mientras iba a colocar su bici junto a las demás, la morena vio a sus dos mejores amigos: Sketchy y Cindy, y a su "hermano" de Manticore (al cual no soporta) Alec, reunidos frente al lugar de Normal, su jefe, donde se almacenan todos los paquetes, y desde donde estaba les pregunto:

- ¿Y eso?

- Marina y Zuki han estado peleándose como dos verdaderas fieras – respondió Cindy en tono neutro.

- Normal ya fue a tratar de calmarlas – aportó Sketchy.

- Que tonto – dijo Max acercándose a su grupo de amigos – cualquiera de las dos sola es capaz de darle una paliza, las dos juntas lo mataran. ¿Qué sucedió?

- ¿Qué crees? – respondió Cindy ahora con tono sarcástico – parece mentira que dos lindas chicas se hayan rebajado hasta el mínimo por un hombre que no vale la pena.

- Lamento estar en desacuerdo contigo – comentó Alec sacando su famosa sonrisa ladina, él era, obviamente, "el hombre que no valía la pena"

- ¿Cuándo no, Alec? – se burló Max - ¿Qué hiciste ahora?

- Aguarda un segundo, ¿Por qué supones que hice algo malo? – pregunto el rubio haciéndose el desentendido.

- Le dijo a Marina que la amaba y a la semana siguiente andaba paseándose con Zuki – dijo Cindy a Max en tono de reproche.

- No, no, no, no dije que la amaba – reitero Alec – eso es mentira, se los aseguro. Solo le dije que era una criatura única como ninguna otra – ante sus cínicas palabras Cindy rodó los ojos y Max bufó.

- Una criatura como ninguna otra – repitió Sketchy pensando en cómo utilizar dichas palabras para sus propias conquistas – te robare esa línea.

- Es sencillo, todas las mujeres ceden cuando les digo esa frase amigo – dijo Alec presumido.

- ¡Basta, voy a vomitar! – dijo Max con cara de asco.

En ese momento se escuchó un fuerte golpe, como si estrellaran algo contra un casillero, e inmediatamente después se escuchó la voz de Normal desde los vestidores:

- ¡Eso voy a descontárselos señoritas! – gritó y salió del lugar echó un desastre: su cabello despeinado, sus lentes torcidos y su camisa desabotonada y por fuera – me las pagaran – dijo el "jefe" del establecimiento volviendo a su lugar mientras una de las chicas le gritaba que no se metiera en lo que no le importaba - ¿el sexo débil? ¡jamás escuche una mentira tan absurda! – dijo mientras se abotonaba la camisa. Por su parte, Max y los otros reían por lo bajo, al darse cuenta de esto, Normal los regaño - ¿qué hacen ustedes aquí, eh?, ¡a trabajar! Aquí no hay nada que ver, dense prisa, ¡vamos!

- Mientras Normal los corría a todos, Cindy se acercó a Alec y le dijo – voy a ver cómo están mis compañeras – Alec solo le hizo un gesto de no estar entendiendo porque de repente estaba molesta con él.

- Sí, yo también – dijo Sketchy y se fue detrás de su amiga hacia los vestidores.

- Al ofrecerle trabajo a un hombre con un carisma animal como el tuyo, debía esperar que en el futuro hubiesen líos de faldas – se quejó Normal en torno a Alec mientras este solo actuaba como si nada.

- Normal prometo que no volverá a pasar – dijo Alec.

- Eso espero – dijo el jefe – no hay ira como la de una mujer herida, por eso las reglas del establecimiento prohíben los romances aquí.

- Sí, sí – dijo Alec.

- Pero violar reglas es común para ti, ¿cierto Alec? – preguntó Max al estar frente al mencionado, el cual apenas si alzó una mirada cínica hacía ella.

- Es mejor que se den prisa – dijo Normal entregando a cada uno dos paquetes – esas chicas renunciaron así que deberán trabajar el doble.

- ¿Qué? ¡tengo planes hoy! – exclamó Max.

- Ay... ¡pues cancélalos! – rebatió Normal, por lo que Max solo lo miro mal - ¡vete! – y literalmente le hizo un gesto con la mano para que se fuera.

- ¡Oye, Alec! – llamo Cindy desde la entrada a los vestidores.

- ¿Sí? – respondió el mencionado.

- ¿Puedes venir un minuto? – dijo moviendo su dedo para que se acercara – estás chicas quieren hablar contigo.

- Al escuchar tal cosa el chico levanto su índice pidiendo que lo esperara un minuto y le preguntó a Max - ¿para qué me querrán?

- Supongo que finalmente se dieron cuenta de con quien deberían estar molestas – dijo la chica con satisfacción en su rostro y dirigiéndose a la salida le deseo suerte.

- Alec frunció los labios meditando la situación, mientras Cindy lo veía desde su lugar con los brazos en las caderas y expresión molesta, como si le reclamara que se acercara a su destino final, sabiendo esto, Alec solo dijo – aguarda Max, iré contigo – y recogiendo sus paquetes se fue detrás de la pelinegra.

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- Nunca tuve la intención de citar a las dos al mismo tiempo, pero cuando finalmente termine saliendo con ambas al mismo tiempo, pensé hablarle a cada una sobre la otra eventualmente – dijo el muchacho a su "hermana" transgénica mientras se dirigían en sus bicicletas a su siguiente entrega. Sin embargo, al llegar a su destino la rueda de su bici rozó con el pavimento mojado haciendo que se cayera – seamos honestos por un momento – dijo al levantarse rápidamente – supón que les hubiera dicho, ¿qué habría pasado, eh? Lo mismo: una pelea, un gran coraje, resentimiento y recriminaciones y ¿quién ganaría? Nadie Max.

- Pero en este caso tú ganaste – dijo la chica obvia.

- Exacto – dijo Alec rápidamente – bueno no. Ninguna de ellas quiere hablarme ahora así que cualquier intimidad con alguna de ellas es virtualmente imposible... al menos por unos días.

- Hazme un favor, avisa que llegamos – dijo la pelinegra señalando con su mirada al pequeño timbre en la entrada.

- Sí – dijo Alec dispuesto a hacerlo, pero, al ver de cerca el pequeño aparato una ola de recuerdos lo invadió.

Él mismo presionando el pequeño botón hacia años atrás.

- ¿Sabe su misión X5494? – le preguntó uno de sus superiores en Manticore.

- Sí, señor – respondió.

- Le daremos una falsa identidad...

Y luego de eso otras memorias que no hicieron más que confundirlo. Una linda chica, un auto explotando, él de traje y con lentes y por último él siendo torturado por Manticore.

- ¡Alec!, ¡oye! ¡oye! – llamaba Max, hasta que finalmente logró sacarlo de su ensoñación.

- ¿Qué? – pregunto el aludido.

- La puerta. Toca ese pequeño botón de ahí para que puedan abrirnos la puerta – dijo Max con un dejo de sarcasmo apuntando al timbre, totalmente ajena a todos los recuerdos que se arremolinaron en la mente de su compañero.

Alec, nervioso e inseguro de lo que vio en su mente, procedió a hacer lo que la morena dijo presionando el botón.

- Luego de unos segundos de espera, dijo – no hay nadie.

- Espera un poco – dijo Max – por el tamaño del lugar deben tardar unos diez minutos de la cocina a la puerta principal.

Alec tensó todos sus músculos e insistió en que se fueran, sin saber que la cámara de seguridad apuntó inmediatamente hacia ellos. El muchacho en su desespero solo le quitó el paquete a la chica y lo arrojo al otro lado de la reja.

- ¡Pero hay que entregar esto! – gritó Max.

- ¡Haz lo que te digo! – ordenó Alec severamente.

Y así, ambos tomaron sus bicis y subiéndose a ellas se fueron.

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- Vamos muy retrasados – dijo Max en el auto con Logan, su novio-no-oficial, esa noche - ¿no puedes ir más rápido?

- ¡Oye! – llamo él de lentes la atención de la muchacha – "Betsy" va a todo lo que da – dijo el hombre refiriéndose a su auto – y considerando las veces que ha sido baleada y vuelta a armar tengo suerte de que camine aun. Además, ya era tarde cuando llegaste a mi casa.

- No pude haber llegado antes – dijo la chica – nos duplicaron el trabajo, ¿quieres saber porque falta personal?

- Bueno, si tuviera que adivinar...

- Por culpa de Alec – dijo la chica molesta.

- Ah, otra de las aventuras de Alec. El incomparable X5, ¿y qué hizo ahora? – dijo y pregunto Logan con todo sarcasmo.

- ¡Es un idiota! – dijo la chica irritada – mezclo los negocios con placer y típico, lo echo todo a perder – dijo y empezó a quejarse – tuvo un mejor entrenamiento. Esto no es algo de lo que nos enseñaron en Manticore, ni soñarlo.

- Solamente se "unían" para procrear – dijo Logan.

- Ah, esa era una situación diferente y debo agregar, bastante desagradable – dijo Max haciendo una mueca de asco.

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Mientras tanto, en la casa de Joshua. Este y Cindy Original unieron fuerzas para preparar la mesa y que todo estuviese lindo y presentable para sus invitados.

- Ya no tardan en llegar – canturreaba Joshua mientras ponía los platos.

- Todo luce genial – dijo Cindy.

- Ser mi primer cena – dijo Joshua, el primer intento de unión de ADN humano y animal que resultó en un hombre mitad sabueso – debe ser perfecta, no solo genial – dijo Joshua acomodando el candelabro para que quedara en perfecta sincronía.

- Créeme, todo está perfecto – dijo Cindy calmándolo.

- Perfecto – repitió Joshua, Cindy le afirmo con la cabeza y Joshua respiro aliviado.

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- Ya hacía tiempo que ansiaba poder visitar a Joshua – dijo Logan aún en el auto.

- ¿Sabes? Creo que los dos van a entenderse – dijo Max – solo, bueno, debes actuar natural

- ¿Lo opuesto a... la forma poco natural que tengo de actuar? – pregunto Logan divertido.

- No – dijo Max – no lo mires... tú entiendes.

- Ooh!, de acuerdo, no ver fijamente al muchacho que es mitad hombre, mitad perro. Entiendo – dijo Logan sarcástico haciendo reír a Max.

- Él tiene, unos modales, en verdad terribles – inicio Max – y su higiene, es algo cuestionable...

- Max – dijo Logan llamando su atención – sé muy bien cómo debo comportarme.

- ¡Lo sé! – dijo la chica – bueno, es solo que... claro que sí.

- Al llegar me preparare una bebida y le preguntare sobre sus inversiones – dijo Logan fingiendo una voz refinada como de multimillonario, haciendo reír por segunda vez a la chica.

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- Bienvenido a mí casa – dijo Joshua tomando, en verdad, fuertemente la mano de Logan y acercando su cara más de lo debido al decirlo. Logan solo sonreía mientras el semi-humano seguía apretando su mano, las chicas por su lado estaban felices y algo divertidas de la escena.

- Hermosa casa y acogedora – alago Logan – para conmemorar – dijo el de lentes entregando al anfitrión una bolsa con una botella de vino adentro – una botella de vino de antes del pulso. No sabía que nos servirías así que, lo traje blanco – Joshua curioseaba la bolsa buscando lo que Logan le describía hasta llegar a voltearla y casi hacer que la botella cayera, de no ser por Logan que lo detuvo y le dijo que estaba adentro, entonces Joshua la saco – el vino blanco siempre es la mejor elección.

- Serviré macarrones con queso y unas deliciosas salchichas – dijo Joshua orgulloso, Max sonrió hacia él.

- Claro – dijo Logan – suena bien. Y ¿qué más?

- ¿Qué más? – pregunto el transgénico.

- ¿No vas a servir otra cosa? – pregunto Logan.

- ¿Qué más necesitas? – pregunto Cindy.

- Ah, nada, vamos a comer – dijo Logan y Joshua emocionado lo apoyo.

- Joshua, la mesa luce genial – dijo Max.

- Gracias – dijo Josh.

- ¿A quién más invitaste? – preguntó la chica al ver un quinto plato servido.

- Hola Max – dijo Alec apareciendo por el arco de la entrada a la estancia. La chica solo hizo un sonido de fastidio al verlo.

.

La cena transcurrió en silencio. Entre Joshua comiendo como solo él sabía hacerlo, Logan viéndolo comer, Max y Cindy viendo a Logan viendo a Joshua comer y Alec encerrado en su propia mente tratando de armar un rompecabezas en esta misma.

- Ha habido un buen clima – dijo Joshua rompiendo el incómodo silencio.

- Casi no ha llovido – aportó Logan – extraño en esta época.

- Lo del virus – dijo Joshua acercándose a Logan cómo si fuese a contarle un secreto - ¿se resolvió? Max y Logan... - e hizo una seña con su puño preguntando si la pareja ya había pasado por la etapa de intimidad - ¿van a poder? – esto hizo reír a Logan nerviosamente y a Joshua luego de él.

- Hemos estado buscando... - dijo el de lentes y miro a Max la cual solo le negó con la cabeza – bueno esperamos que la...

- Ni sexo, ni política cuando se está en la mesa amigo – interrumpió Cindy salvando a la pareja de un bochornoso momento.

- Perdón – se disculpó el mitad sabueso – lo siento.

- Bueno, veremos qué pasa – dijo Max.

- Max, ¿me das la salsa por favor? – pregunto Alec a quién estaba junto a él.

- La chica tomo la salsa que le acerco su amiga y no pudo evitar molestar a Alec por lo que pasó ese mismo día en el trabajo – ah, ¿te refieres a esta? ¿Única como ninguna otra?

- Alec, enojado, tiro el tenedor en el plato y encaro a la chica – déjame en paz – y la chica de mala gana solo dejo la botella de salsa en la mesa y siguió comiendo. Todos se los quedaron viendo en ese momento. Sin embargo Alec, sin soportarlo más, se disculpó y se levantó para irse.

- ¿Se cosieron demasiado? – pregunto Joshua respecto a su comida.

- No descuida – dijo Logan – está molesto por otra cosa.

- ¿Molesto? – pregunto Cindy – está tan furioso que creo que explotara.

- ¿Por qué no eres amable Max? – tuvo que preguntar Logan.

- Bien. Pero haremos doble turno toda esta semana por culpa de él – respondió la chica.

- Jamás se me ocurriría defender a Alec, pero él no obligo a las chicas a renunciar – dijo Logan – y si no le dijo a ninguna que era exclusiva, ¿qué hay de malo que saliera con ambas?

- Trabajaban juntas – dijo Max obvia.

- Sí pero no es como si fueran hermanas – defendió Logan, a lo que Joshua río - ¿no? – pregunto Logan al sabueso humano, el cual asintió con la cabeza mientras Max negaba.

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Mientras eso, en el sótano de la casa, Alec se encerró para poder estar solo un momento. En medio de todas las viejas cosas encontró un piano, y una vez más los flashback atacaron:

- ¿Sabe su misión X5-494?

- Sí, señor, todo preparado. 58 años, viudo, fundador de "Mercy Dine" y de los contratistas de Manticore – respondió sí mismo en su recuerdo.

- Le daremos una falsa identidad – dijo su superior en Manticore y otra vez la misma línea de flashback sin sentido, hasta que volvió en sí mismo.

Entonces quitó la manta que cubría el objeto y se sentó en el taburete dispuesto a tocarlo. Con un par de toques se sintió familiarizado con las teclas, y con algunas específicas en una melodía específica.

El sonido del instrumento resonó por toda la casa hasta llegar al comedor donde la cena aún se llevaba a cabo.

- ¿Y eso? – pregunto Max al escuchar el dulce sonido.

- Alec – respondió Joshua simplemente mientras servía el vino blanco – hay un piano abajo.

- Tiene talento – dijo Cindy embelesada con el sonido.

- ¿Sabías que tocaba? – pregunto Logan a Max, la cual solo se encogió de hombros hundida en su rabia por el trabajo extra toda la semana.

Mientras tanto, el chico tocaba una melodía profunda que reflejaba el cómo se sentía por dentro. Parecía que sus dedos volaban por todo el piano, Cindy tenía razón, Alec tenía talento para ese instrumento preciso... lástima que tocaba dejando salir el maremoto que llevaba consigo.

Y entonces otro flashback:

Él mismo, tocando la misma melodía pero en las instalaciones de Manticore.

- Es muy bueno – dijo uno de los encargados.

- Sí, señor – dijo el científico que le daba las clases – aprendió más rápido de lo que esperábamos.

- ¿Cuándo empezaron las lecciones? – pregunto otro superior.

- Ayer – respondió simple el científico.

Entonces el que estaba a cargo se movió y los otros dos lo siguieron, justo cuando Alec había terminado. Cuando los tres entraron a la habitación él se levantó en posición firme cual soldado que era.

- Estupendo X5-494 – dijo el científico.

- Gracias señor – dijo Alec sacando una minúscula sonrisa de orgullo.

- ¿Está será su primera misión importante? – pregunto el otro agente junto al sargento y el científico.

- Sí, señor – respondió Alec.

- Ya tuvo cuatro exitosas misiones pero ninguna fue relevante – dijo el científico – se ha venido preparando para esto.

- Lo quiero listo para el fin de semana – dijo el sargento. Y con eso Alec regresó a su realidad, sin embargo saltaba de memoria en memoria.

Recordó ver a un joven, parcialmente igual a él, al cual estrangulo para robar sus cosas y su identidad.

Luego, ya llevando la ropa, los lentes y el maletín del sujeto, se dirigió a la casa en la cual Max y él debían entregar el paquete. Por el intercomunicador preguntaron quién era y el respondió con el nombre del sujeto al cual elimino "Simón Lehayn" y le permitieron pasar.

- ¿Sabe su misión X5-494?

- Sí, señor. Robert Berrisford.

- Inteligencia dice que Berrisford se ha vuelto curioso respecto a lo que hacemos aquí, ha hecho preguntas que no debería. Vigilarlo se ha vuelto una necesidad.

- Sí, señor.

- Le daremos una falsa identidad. Su primer contacto deberá ser con su hija.

- Sí, señor. Según los archivos se llama Rachel, 17 años, hija única, su madre falleció, excelente estudiante, buena en historia y comunicaciones - dijo 494.

Alec recordó a la chica, la recordó a la perfección. Una joven hermosa de cabello rubio corto, redondos labios rojos, bajita y se veía madura para su edad.

La bella joven le extendió la mano con una espléndida sonrisa y él hizo lo mismo con ella.

Hurgando en su bolso, tomo en su mano lo único que se había llevado del complejo Manticore y su único recuerdo de haber conocido a los Berrisford, un lindo collar de plata con un dije plateado de corazón. Lo estrujo en su mano recordando aquel día.

La linda niña tocando aquella melodía con gracia en sus manos, sus preciosas y pequeñas manos mientras él la supervisaba.

- ¿Así está bien? – pregunto ella refiriéndose a la melodía.

- Muy bien – respondió él – cuida tú dinámica – pero en ese momento ella cambio el ritmo de la melodía por uno más alegre.

- ¿Y esto? – pregunto ella sonriendo.

- Alegre, me agrada – dijo él. En ese momento ella se detuvo mirando hacia la entrada de la habitación, él hizo lo mismo y se encontraron con Robert Berrisford, padre de la chica.

- Valla, expandes tu repertorio – dijo el padre entrando a la habitación.

- Él es más divertido que mi otro maestro – dijo la chica refiriéndose a Alec y luego hablo de su maestro anterior – él no me dejaba tocar más que Chopin y Mozart.

- Mientras más amplio el repertorio, más interesante – dijo el hombre y giró hacia Alec – Robert Berrisford.

- Simon Lehayn – dijo estrechándole la mano a su objetivo.

- Un placer. No los interrumpo – dijo el sr. Berrisford y se acercó a su hija – ella recurre a lo que sea por evitar las lecciones y practicar.

- Oye – reclamo la joven pero al mismo tiempo divertida.

- Sé firme – dijo hacia Alec, el cual solo asintió con la cabeza y luego Berrisford se fue dejando a los dos solos nuevamente.

- Tu padre me simpatiza – dijo Alec llegando al lado de la joven.

- Es genial – dijo ella – nos hemos unido mucho desde que mamá murió. ¿y tú y tus padres?

- No tengo, solo soy yo – dijo Alec rápidamente – descuida, murieron hace mucho, ya casi no los recuerdo.

- Debió ser muy duro para ti – dijo la chica jugando con su collar.

- Deberíamos estar tocando y no hablando sobre mi niñez – dijo Alec.

Entonces empezó a saltar entre memorias nuevamente

- ¿Entiende su misión?

- No...

Y antes de que pudiera despertar, sintió una mano en su hombro. Sin importarle quien fuera lo tomo del cuello apretándolo. Era Joshua quién solo vino a ver si estaba bien.

- ¡Oye! – grito la vocecita de Max y está, tomando su brazo, lo aparto de Joshua. Alec cayó sentado contra el piano con las miradas de, las personas que consideraba sus amigos, sobre él a la espera de que haría a continuación.

- Lo siento – se disculpó – lo lamento – le dijo a Joshua, el cual le asintió con la cabeza.

- Pero ¿Qué rayos fue eso? – pregunto Max con toda su sutileza.

- Alec se llevó una mano a la cabeza buscando que decir – nada – respondió tratando de sonar natural. Entonces Joshua se acercó al piso y recogió el collar de plata poniéndolo frente a Alec.

- ¿Estás bien? – pregunto el canino a su amigo.

- Sí, estoy bien – respondió el muchacho sacando una sonrisa queriendo convencerse a sí mismo de ello. A continuación, tomó su chaqueta y su bolso – gracias por todo – dijo dándole un ligero golpe en el pecho a Joshua y se fue.

.

Llego a su apartamento, dejó las llaves en la mesa, se quitó la chaqueta y se dirigió a la cocina a prepararse un trago. Estaba tomando su whiskey cuando su teléfono comenzó a sonar, fue hasta su chaqueta, lo tomo y contesto.

Para su desagradable sorpresa, era la melodía, la misma melodía que tocó en casa de Joshua, en Manticore, y la misma que tocaba la bella chica Berrisford.

Sin poder estar tranquilo, se dirigió a la hacienda cual ladrón por la noche. Subió por las escaleras traseras, tratando de acercarse a aquella habitación lo más que pudiera, y ¿cómo no?, sus flashbacks reaparecieron.

- Bien hecho 494 – dijo el sargento.

- ¿No hay algo más que no haya sido incluido en su reporte? – pregunto el otro agente de Manticore.

- Sí señor, fui invitado a cenar – respondió 494, a lo que ambos hombres lo miraron lentamente.

- ¿Cuándo? – pregunto el agente.

- Está noche.

- No tenía idea de que su relación con Berrisford fuera tan bien – comentó el sargento.

- No fue Berrisford quien me invito, fue su hija – respondió 494.

- ¿En serio? – pregunto el sargento lanzando una mirada cómplice a su compañero.

- Sí señor.

- ¿Tiene la impresión de que haya un interés romántico por su parte? – pregunto el agente, a lo que 494 lo miro extrañado, el agente reformulo - ¿usted piensa que puede gustarle?

- He notado que ella disfruta de mi compañía señor – dijo 494.

- Siga complaciéndola, esto podría ser muy beneficioso – dijo el sargento.

- Sí señor.

Estando afuera de la casa, notó que las ventanas estaban tapadas con las cortinas. Posó su vista en un balcón, uno que reconoció al instante.

Él y Rachel salieron a dicho balcón, siendo precavidos de que nadie los viera, y cerrando la puerta tras ellos, bajando por el balcón hacia la parte trasera de la casa, llegaron al sitio de la alberca.

- Oye, no deberíamos tardar porque tú padre... – dijo 494 cuando fue interrumpido por la chica.

- Mi padre está ocupado con los ancianos hablando de negocios – dijo con una sonrisa divertida e inocente – es aburrido.

- Tal vez no – insistió 494.

- Eres muy extraño.

- ¿Ah sí? – Rachel afirmo mordiendo ligeramente su labio.

- La mayoría preferiría pasar unos minutos con una chica que sentarse en un cuarto lleno de humo a hablar sobre genética – dijo ella.

- Yo no soy como la mayoría – dijo 494 lanzando una advertencia para ella.

- Lo sé – dijo ella con simpleza, él bajo la mirada algo abochornado, ella sonrió un poco por su reacción y pregunto - ¿nadamos un rato?

- 494 miró la alberca y respondió – de acuerdo.

Entonces, bajo la atenta mirada del chico, Rachel comenzó a deshacerse de su vestido bajando una manga y luego la otra. Alec no pudo evitar mirarla mientras lo hacía, su mirada, aunque neutra, podía sentirla profundizar en ella, por lo que sosteniendo aun su vestido le pregunto si podía darse la vuelta, él lo hizo mientras comenzaba a deshacerse de su chaqueta, camisa, corbata y lentes.

En eso escucho el sonido del agua moviéndose, Rachel ya estaba en ella tan solo en ropa interior, por lo que él termino de sacarse su ropa también y se metió al agua con ella, al estar juntos él tomo su mano.

- Quizás no has notado que – empezó ella – me he sentido muy atraída hacia ti durante estas últimas semanas. ¿Yo no te gusto?

- Claro que sí – respondió Alec inmediatamente. Con su confesión, Rachel se sintió segura pero aun un poco nerviosa al momento de acercarse a él y darle su primer beso él uno al otro – me gustas – le dijo Alec.

- Prometió seguir nuestras ordenes – y la cascada de recuerdos lo invadió nuevamente, esta vez incluyendo a Rachel dándole una bofetada, el auto explotando en llamas y él gritando el nombre de la chica.

Con esto, Alec volvió a si mismo otra vez, volvió a alzar la mirada hacia dicho balcón y vio una figura pasar por la ventana.

- Rachel – dijo para sí mismo.

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Al día siguiente en el trabajo, se encontraba Normal como siempre "animando" a todos a entregar los paquetes lo más pronto posible.

- ¡Vamos a trabajar! – decía mientras aplaudía dos veces – a los paquetes no les van a salir patitas y se van a entregar solos – decía justo cuando Max llegó con cara de pocos amigos – valla, valla, valla, ¡por fin! La que siempre llega tarde y además no puede cumplir con su trabajo como debe de ser. Maxie – dijo Normal mientras Max lo miraba extraño.

- ¿Y ahora que te sucede? – pregunto ella, a lo que Normal le saco un papel y se lo mostró.

- No trajiste la firma del paquete que entregaste en el sector diez ayer.

- No, fue culpa de Alec, que él valla por la firma – dijo la morena.

- No, "Romeo" está enfermo – dijo Normal gracioso y Max bufó.

- Típico – y literalmente le arrancó el papel de la mano a Normal.

- ¡Date prisa! – animo el jefe – con Alec enfermo y sin Marina y Zuki nos faltan tres empleados – dijo y Max se dirigió a hacer lo dicho – me obedeció – dijo Normal con un dejo de sorpresa en su voz.

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Max sin esperar más se dirigió a la hacienda Berrisford, donde le abrió la puerta la sirvienta.

- Mensajería Jam Pony – dijo al pasar a la casa – vinimos a entregar un paquete aquí ayer, está es la nota – dijo dándole la carpeta a la mujer, la cual se dio la vuelta rumbo a las escaleras.

Max no pudo evitar sentir curiosidad por el lugar, sobre todo por el hecho de que Alec empezó a actuar extraño luego de visitarlo. Dio un par de pasos hacia adelante y doblo la mirada hacia el pasillo rumbo a las escaleras por donde se había ido la sirvienta, al hacerlo, reparo en un retrato familiar.

Usando su vista genéticamente mejorada, se dio cuenta de que la mujer en la pintura tenía el mismo collar de plata con dije de corazón que Alec poseía... incluso le llego a pasar por la mente que él pudo haberlo robado... quizás algo más.

Antes de que pudiera seguir analizando lo que vio, la sirvienta regreso con la carpeta y la firma en esta, por lo tanto Max inmediatamente volvió a su lugar en la entrada actuando como si nada.

- Gracias – dijo al recibir la carpeta y luego leyó la firma - ¿qué es lo que dice aquí? ¿Berrisford? – la sirvienta asintió, Max agradeció nuevamente y se fue.

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Alec, en la soledad de su apartamento, no le quitaba los ojos de encima al collar. Para sus amigos era un objeto enigmático, para él, era el objeto que le recordaba diariamente lo que había poseído, y por miedo, había perdido.

Jugaba con él dándole vueltas, cuando una nueva serie de recuerdos lo ataco:

Nuevamente era él, con el traje y los lentes de Simón Lehayn, pero está vez estaba en la oficina de Berrisford robando sus archivos de la computadora del hombre a su chip.

- ¿Simón? – pregunto la joven Rachel justo cuando 494 había terminado de copiar los archivos.

- Hola – saludo afable mientras escondía el pequeño chip.

- ¿Qué estás haciendo? – pregunto ella acercándose a él.

- Me extravié buscando el baño – dijo mientras alzaba los brazos en respuesta.

- El baño está por el otro pasillo – dijo Rachel divertida pero extrañada de que se perdiera, considerando el tiempo que llevaba siendo su maestro de piano.

- Cierto – dijo Alec – no puedo evitarlo, me has hecho perder la cabeza – dijo y tomándola por el cuello la beso. El beso iba profundizando según ambos lo disfrutaban, hasta que Rachel lo rompió separándose bruscamente. Alec contuvo el aliento preguntándose si ella sospechaba algo.

- Te amo – dijo la chica simplemente, algo que tomo a Alec por sorpresa, lo cual desconcertó a Rachel – estás tenso.

- ¿En serio? – preguntó él.

- ¿Qué tienes? – pregunto ella dulcemente.

- Nada. Estoy bien – logró formular entre su nerviosismo – estoy feliz – dijo y ella sonrió enormemente para luego abrazarlo, sin tener idea de lo que 494 estaba obligado a hacer.

Alec salió de sus memorias y atajo el collar de vuelta en su mano, luego se levantó del sillón en el que estaba y fue al baño para remojarse la cara.

Al levantar la vista del espejo, vio a una hermosa chica de cabello rubio y labios rojo fuerte parada detrás de él, giró hacia atrás pero no había nadie, volvió la vista al frente y odió aún más lo que vio, a sí mismo, así que rompió el espejo de un puñetazo.

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- ¡Joshua! – llamo Max al entrar en la casa del mencionado y encontrarlo en su sala pintando – Hola amigo, ¿qué estás haciendo?

- Joshua número 29º - respondió el transgénico sonriente.

- Mm, lindo – dijo Max mirando con detenimiento la pintura - ¿qué es?

- Alec – dijo Joshua y mientras daba nuevas pinceladas explico – Alec es muy complicado.

- Oye Joshua – dijo la pelinegra mientras se mordía el labio inferior – sé que tú y Alec son cercanos, pero no puedes confiar en él, todo el tiempo, menos ahora que está... tan extraño.

- ¿Crees que Alec se aproveche de mí? – pregunto Josh.

- No, claro que no – respondió ella.

- Alec es igual a mis cuadros – afirmo el transgénico – pero eso él no lo sabe. En el exterior – dijo apuntando a la parte de arriba de su lienzo, donde habían muchos colores llamativos – colores muy bonitos. Todo es alegre. Adentro oscuridad – dijo apuntando a la parte de debajo de su lienzo, donde solo habían colores más sombríos – confusión. Alec – afirmo Joshua.

- ¿Por qué se encuentra tan confundido? – pregunto Max como si supiese que Joshua sabía algo que ella ignoraba.

- Manticore – respondió el semi-humano, como si esa fuera la respuesta que contestaría todas las demás, y así era.

Al final, Manticore tenía la culpa de todo.

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Más tarde esa misma noche en el bar "Crash", Alec se encontraba en la barra solo, tomando un vaso de Whisky, cuando Max apareció más atrás de él apenas llegando al lugar. Ella solo le siguió de largo y se sentó en una mesa al lado de Cindy.

- Dime Max – pidió la mencionada - ¿qué hay con tu amigo?

- No es mi amigo y no lo sé – dijo Max tajante.

- Jamás lo he visto así – insistió Cindy – angustiado, hecho un manojo de nervios. No sé porque las mujeres se enamoran de esos tipos – dijo y tomo un trago de su cerveza.

- Cierto – dijo Max y saco una sonrisa ladina – tal vez lo lamente pero, iré a ver si está bien.

- Harías bien – dijo Cindy y lanzó una mirada provocativa hacia atrás de Max – yo, mientras, iré con la chica que está en la mesa de billar.

Así que, dejando a su amiga sola con su nueva amiguita, Max se acercó al muchacho de los ojos tristes en la barra.

- Dime loca pero me parece que algo está preocupándote – dijo Max una vez que se sentó y Alec reparo en su presencia.

- Mm, pues estás loca – dijo tajante Alec mientras bebía de su whisky.

- ¿Qué hay con el collar? – pregunto Max, una pregunta que Alec, a juzgar por su expresión, no tomo bien - ¿acaso lo robaste?, volví a aquella casa por la firma, vi el collar que tienes en un cuadro y sentí curiosidad.

- La curiosidad mató al gato Max – dijo Alec desviando su mirada del frente hacia ella – mejor no te metas.

- Está bien – dijo ella, pero quizó intentar una última vez – sé que nunca nos hemos entendido.

- Tienes toda la razón – dijo y puso el vaso contra la barra mientras la miraba y pedía otro whisky.

- Pero si estás en problemas y necesitas mi ayuda, dilo ahora y no cuando ya sea muy tarde para reparar las cosas.

- Bueno apreció la oferta Max, en serio, pero no sé de qué estás hablando – dijo bebiendo de nuevo de su whisky.

- Explícame eso a mí – pidió ella.

- Lo haría pero, no entenderías – dijo él – porque tú no estuviste ahí. Huiste, tú y tus queridos hermanos y hermanas, ¿la vida ahí te parecía difícil? ¿algo de escuela, lavado de cerebro y maniobras evasivas era difícil?

- Lo era para todos – dijo Max.

- Pues con el tiempo todo eso fue empeorando – dijo Alec, a lo que Max no respondió, el solo saco una sonrisa sin gracia y siguió bebiendo – uno hacia lo necesario, e intentaba olvidar, pero si no podías olvidar ellos te obligaban a hacerlo.

- Lo siento – dijo ella e intento poner una mano sobre el hombro de Alec, cuando este se removió de su toque.

- ¡No quiero tú lástima! – dijo alzando el dedo índice hacia ella – quiero tu ausencia.

- Como digas – dijo la chica y finalmente se fue.

Entonces Alec solo saco su billetera, pago y salió de ahí hecho un huracán. Una vez afuera, no vio como dos hombres con traje y armados empezaron a seguirlo, hasta que uno de ellos exclamo.

- ¡Simón Lehayn! – y Alec se detuvo en seco y volteo, reconoció al sujeto detrás de él como el mismo que lo recibió el primer día que estuvo en la mansión Berrisford.

Sin esperarlo más empezó a pelear con ellos. Con su velocidad genéticamente mejorada, se movió hacia uno de los dos antes de que este le disparara y le quitó el arma, sin embargo el otro fue hasta él y con un aparato eléctrico lo electrocuto.

Justo en ese momento Max también salió del bar, y viendo la escena no dudo en ir a ayudar. Pateo a uno y peleó con él mientras Alec se encargaba del otro lanzándolo por encima de un auto que estaba en frente.

Alec tomo al sujeto y empezó a patearlo en el suelo, mientras Max acababa con el otro tipo pasándolo por encima de su cabeza y estrellándolo contra el suelo con su fuerza sobre humana. Mientras eso, Alec no dejaba de patear al otro sujeto.

- ¡Alec no! – gritó la chica y con un movimiento rápido aparto al chico del sujeto y lo puso contra un auto mientras este volvía en sí mismo, cuando esto paso, él solo la empujo dos metros atrás con toda su fuerza.

- Quiero que te alejes de mí – fue lo único que le dijo a la chica que lo salvo y se fue de ahí.

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Luego de dicha escena, Max llegó al departamento de Logan buscándolo y encontrándolo frente a su computadora revisando algunas cosas.

- Hola – saludo ella, lo que capto enseguida la atención del aludido.

- Hola – respondió él - ¿qué pasa?

- ¿Puedes obtener información de alguien?

- Eso hago – dijo poniendo enseguida sus manos frente al teclado - ¿quién es?

- Berrisford – respondió Max de inmediato – solo eso sé.

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Mientras eso, Alec iba solo pasando por una calle de vuelta a su apartamento, cuando su teléfono empezó a sonar. Contesto y nuevamente la melodía, esa misma melodía que sabía de memoria, y entonces... más recuerdos:

- Los archivos que trajiste fueron muy útiles – dijo el sargento a 494 sosteniendo en su mano el chip – Berrisford obtuvo cierta información sobre Manticore y planea advertir a su amigo en el senado.

- Podría ser buen momento para enviar un mensaje a nuestros proveedores – dijo el agente de Manticore – algo decisivo.

- Debe eliminarlo mañana – dio la orden – nos reportó que el lleva a su hija a la escuela en la mañana.

- Sí señor – dijo 494.

- Elimine a ambos eso es muy decisivo – dijo el sargento – debe volver allá, la lección empieza a las cuatro.

Alec despertó de sus recuerdos, y no soportando escuchar más esa misma melodía lanzó su celular hacia un callejón y se fue.

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En eso, Logan había encontrado en su computadora los resultados de la búsqueda "Berrisford"

- Tengo algo Max – anuncio y la chica fue de inmediato hacia él – Robert Berrisford.

- ¿Y quién es? – pregunto Max.

- Berrisford fue el fundador de los farmacéuticos "Mericidine" se especializaban en técnicas de empalmes de genes e investigación celular – leyó Logan – es lo que hacían hasta hace dos años cuando plantaron una bomba bajo el auto de Berrisford.

- ¿Quieres decir que está muerto? – pregunto la chica de brazos cruzados.

- No se sabe – dijo Logan profundizando en los archivos de internet – algunos dicen que sobrevivió y otros afirman que alguien más se llevó la buena suerte. Lo único claro es que alguien días después hizo un trato con el FBI.

- Ellos le ofrecieron a esa persona protegerla de quien quería verla muerta y esa persona a cambio quedo fuera del negocio de los genes – concluyo la chica, Logan asintió.

- Quien quiera que sea cerró la compañía y se retiró.

- ¿Y eso que tiene que ver con Alec? – pregunto Max.

- Parece ser que la compañía de Berrisford tenía varios contratos importantes con alguien del gobierno – dijo Logan y giró su silla hacia Max – olvidándonos de eso. ¿Quién crees que era el mejor cliente que tenía?

- ¿Genes e investigación celular? – pregunto Max sarcásticamente – Manticore, seguramente.

- Por alguna razón querían eliminarlo.

- ¿Crees que Alec fue responsable?

- Era un verdadero soldado en esa época, tal vez le dieron esa misión – dijo Logan.

- Dijo que habían cosas que quería olvidar – dijo Max haciendo memoria.

- Si tengo razón, Alec intento asesinar a Berrisford pero la misión fracaso – especulo el reportero - ¿qué tal si el muy vivo y muy enojado señor Berrisford alcanzó a verlos a ti y a Alec cuando fueron a su casa el otro día?

- Y contrato a alguien que matara a Alec en venganza – termino Max.

- Alec sabe bien que es lo que pasa. El hombre que quiso asesinar ahora lo está buscando, ¿y que hace él? Lo que aprendió a hacer.

- Matarlo primero – dijo Max.

- ¿Y qué vas a hacer? – pregunto Logan sonriendo de medio lado, probablemente ya conociendo la respuesta.

- Impedir que cometa una estupidez – dijo la morena y se dio la vuelta para tomar su chaqueta, al pasar otra vez por el lado de Logan dijo burlona – lo sé, "ten cuidado"

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Y justo ahí iba Alec, a cometer la estupidez de meterse a la casa de Berrisford para acabar con el misterio de una vez por todas.

- Hola Simón – y sin esperarlo se encontró nuevamente dentro de sus memorias reprimidas.

- Se acercó al señor Berrisford y este le pidió que se sentara con él en la cocina - ¿quieres algo? – pregunto Berrisford refiriéndose a un trago.

- No gracias señor.

- No acostumbro beber a medio día tampoco pero... pues, tuve un problema, es todo – dijo sentándose con un vaso de whisky frente a 494 – lamento decirlo pero temo que deberé prescindir de tus servicios. Enviare a Rachel de viaje – la noticia para 494 cayó como balde de agua fría – visitara a sus abuelos en Nueva York, no se lo he dicho aun, y te agradecere el que no se lo menciones por el momento – dijo extendiéndole su último cheque de paga mientras 494 se levantaba del asiento – que ventaja – elogio Berrisford.

- ¿Qué? – pregunto 494

- Ser joven, como tú, sin ninguna responsabilidad.

- Claro señor – respondió simple. Si el viejo Berrisford supiera.

- Todo cambia cuando se tiene hijos. Intentas hacer lo correcto para que se enorgullezcan de ti pero, a veces lo correcto, es algo malo – dijo, y sus palabras se quedarían en la mente de 494 siempre – es por eso, que te envidio.

- Justo en ese momento llego Rachel – oye, llegas tarde para mí lección.

- No los detendré – dijo Berrisford y 494 tomo su maletín listo para ir con ella, cuando Rachel corrió y saltó a los brazos de su padre dándole un beso en la mejilla.

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- ¿Entiende su misión? – pregunto el agente de Manticore a 494.

- Sí señor, solo que...

- ¿qué 494? – pregunto el sargento.

- Señor, puedo eliminar a Berrisford sin involucrar a la hija. Me parece que el daño colateral es innecesario – dijo encogiéndose de hombros.

- Pero usted no está a cargo de esta misión – rebatió el sargento – ¡su trabajo y único fin es seguir nuestras ordenes!

- Sí señor – fue todo lo que 494 pudo responder.

- ¿Es capaz de hacerlo? – pregunto el sargento.

- Sí señor.

- Porque si perdemos la confianza en usted, habrá que eliminarlo – dijo el sargento simplemente.

- No señor.

- ¿Le ha quedado claro?

- Muy claro, señor.

Y Alec apareció nuevamente frente a la reja que daba hacia la hacienda Berrisford. Salto la baya con facilidad mientras escuchaba una tierna melodía venir desde adentro de la casa, y entonces se perdió en su memoria otra vez.

Era si mismo otra vez, solo que en sus manos tenía el aparato que pondría fin, según el plan, a Berrisford y a su hija. Programándola para que se activara con un simple comando, la puso en una caja segura la cual cerró bien y posteriormente se dirigió a la hacienda Berrisford a colocarla bajo el auto.

Iba saliendo del lugar cuando vio a Rachel a través de una ventana y dudo. Recordó a Rachel diciéndole que lo amaba, y las palabras de Berrisford sobre "hacer lo correcto" y al final a su superior ordenándole que eliminara a ambas personas.

Ella tomo sus cosas y salió de la estancia. Alec se alejó del auto dispuesto a hacer lo dicho, cuando Berrisford apareció listo para subir a su limo para llevar a su hija a la escuela como cualquier otro día.

Recordó su confesión hacia Rachel, cuando le dijo en la piscina que le gustaba, el cómo lo beso, pero también estaban allí el recuerdo de sus superiores exigiéndole que matara a ambos, que esa era su misión.

Entonces tomo una decisión.

Cuando Berrisford no estaba viendo, Alec se escabullo a la casa buscando a Rachel, con la cual se topó de frente en las escaleras.

- Simón, ¿pero qué haces...? – iba a preguntar la chica cuando Alec la interrumpió.

- Ya no tenemos mucho tiempo.

- ¿Qué te pasa?- pregunto Rachel mientras Alec ponía sus manos en los hombros de ella.

- Escúchame. Tú y tu padre deben irse ahora.

- ¿Por qué?

- Los cubriré. Les diré que se fueron a media noche pero deben irse ya.

- ¡Estás lastimándome! – se quejó la chica tratando de zafarse de su agarre.

- Ven conmigo – dijo Alec y trato de llevarla con su padre pero ella lo detuvo.

- No, dime que está pasando – alec, sin saber que decir por primera vez, solo bajo la mirada y sonrió sin gracia, sin embargo, al final opto por decirle la verdad.

- Me enviaron a matar a tu padre – Rachel lo miro desconcertada – es mi trabajo. Debía matarlos.

Rachel estaba confundida, dolida, desconcertada pero sobre todo con un profundo sentimiento de traición y engaño, así que solo le dio una bofetada y al oír la voz de su padre llamándola, entre lágrimas corrió a la salida.

Alec trato de detenerla pero no lo logro, solo logro quitarle el collar del cuello. En eso llego uno de los guardaespaldas de Berrisford, creyendo que él le había hecho algo a la chica. Alec acabo de prisa con él y fue a buscar a la muchacha.

Sin embargo fue tarde, para cuando Alec llego al auto, este ya había explotado. En medio del shock del momento, una camioneta negra llego como alma que lleva el diablo. Alec con su vista mejorada vio que se trataba de los agentes de Manticore, los cuales tenían un control igual al suyo para detonar la bomba.

- ¡Entra! – grito su superior pero Alec no obedeció, así que dos agentes se bajaron para meterlo a la fuerza, mientras él solo seguía preocupado por saber que le había pasado a la bella chica Berrisford.

Una vez de vuelta en Manticore un infierno cayó sobre él con el nombre de "reintegración", que consiste en varias horas de lavado de cerebro a laser y palizas proporcionadas para corregir su "insubordinado" comportamiento, seguido de varios días encerrado en cautiverio dentro de una fría celda bajo Manticore con los "Nomlies", los primeros experimentos de combinación de ADN humano y animal.

Habiendo recordado todo, Alec se dirigió como huracán a la casa y entro igual. Abriendo la puerta a la fuerza y entrando al recibidor empezó a buscarla. Uno de los guardias intento frenarlo pero Alec solo le dio un puñetazo que lo noqueo y se dirigió a las escaleras, ahí otro guardia lo apunto con su arma pero Alec lo noqueo también y lo tiro escaleras abajo.

Ya en el segundo piso, la melodía se escuchaba más y más fuerte conforme se acercaba, hasta que finalmente llego a la habitación donde él y Rachel tenían las lecciones de piano. La melodía se escuchaba desde adentro. Alec nuevamente empujo la gran puerta y... simplemente no pudo creer lo que vio.

Era ella, era Rachel. El mismo cabello rubio dorado, los mismos carnosos labios rojos apetitosos en el mismo rostro angelical, pero tocaba las teclas con una furia solo comparada a la que él sintió esa noche en casa de Joshua.

- Rachel – dijo Alec en casi un susurro, aun sin poder creer que ella estuviera ahí, no había cambiado nada en ella, excepto su mirada, la cual estaba llena de alegría e inocencia y ahora no podía descifrar que sentimiento amargo reinaba en esos irises azulados.

Al escuchar su nombre ser pronunciado tan tiernamente por el hombre autor de su sufrimiento y soledad aquellos últimos dos años, lanzó sus dedos contra las teclas produciendo un tremendo estruendo que sacudió a Alec. Al parecer ella no sentía lo mismo, y no podía culparla.

Rachel alzó la vista del piano hacia él muy lentamente, era una escena casi aterradora de ver. Su mirada, tan dura como piedra se alzaba con una lentitud espeluznante, cual psicópata a punto de destripar a su víctima.

Alec, aun en su posición, solo se dedicaba a observarla, y le dolía, pues sabía que todo había sido su culpa, sabía que él había matado a su padre volviéndola una huérfana, y ahora la niña que amo, tan llena de vida, tan llena de luz, no era más que un pozo sin fondo de ira y resentimiento hacia la persona que le quitó todo. La misma persona que ella confeso amar hacia tanto tiempo.

- Bienvenido Simón – dijo en un tono neutro y se levantó del piano.

- Rachel... - dijo extendiendo su mano hacia ella queriendo acercarse, pero ella lo frenó con un rotundo "No"

- Entraste a mi casa hace dos años, fingiendo sentir afecto por mí – comenzó ella.

- No, Rachel...

- ¡Cállate! – gritó ella y él obedeció, Rachel se acercó rápidamente a él - ¡no me mientas más!

- Me llamabas y tocabas la canción – dijo Alec dolido, dolido de recordar cuando ella tocaba alegremente para él.

- Sí, pues tenías que volver – dijo ella con enojo – volver, y explicarme, ¿Por qué quitarme todo lo que me quedaba?

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Mientras eso, Max se dirigía en su moto a toda velocidad hacia la hacienda Berrisford.

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- ¿Tu padre murió? – pregunto Alec temerosamente. Por primera vez en su vida se sentía pequeño, como un corderito siendo acechado por un león.

- ¡¿Murió?! – gritó la chica sin poder contener las lágrimas - ¿quieres saber si terminaste tu misión? – dijo y retrocedió tres pasos - ¿nadie te lo dijo?

- No – respondió Alec en un susurro.

- Yo trate de salvar su vida.

Rachel iba corriendo hacia el auto, ella trato de sacar a su padre del vehículo, una vez Berrisford afuera, ella le explico entre lágrimas lo que Alec le había dicho, pero su padre no comprendió hasta que el auto estallo en llamas y para protegerla, se puso frente a ella recibiendo toda la explosión.

- De no ser por mi padre yo hubiese muerto en su lugar, y de no ser por ti, él seguiría vivo – dijo ella con ira y dolor reflejados en su voz y lágrimas – pero ni siquiera tuvo la suerte de morir en ese momento – dijo y volvió a acercarse a él – la explosión lo dejo inconsciente, y jamás salió del coma, jamás despertó – dijo ella y empezó a temblar de ira y dolor, se obligó a cerrar los ojos y respirar.

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Max llego a la hacienda, encontrando la puerta abierta, por lo que supuso que Alec ya debía estar adentro.

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- Lo he visto igual durante dos años – decía la chica, y cuando Alec se propuso a disculparse le exploto - ¡¿tienes alguna idea de lo que es eso?! ¡¿ver cómo alguien a quien amas se va muriendo un poco más día a día?! ¡¿no tienes idea, de lo que has hecho?! ¡¿de lo que me hiciste?!

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Abajo en el recibidor, Max se movía sigilosa por la casa evaluando su situación, la posible situación de Alec, la posible situación de ambos... la situación en general, cuando vio a un guardia noqueado en el piso pero decidió pasar de largo rumbo a las escaleras.

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- Lo que tú me hiciste – dijo ella y alzando sus manos empezó a golpearlo - ¡lo que tú me hiciste!

Rápidamente Alec tomo sus brazos mientras ella seguía forcejeando.

- ¡Me mentiste! – gritó ella.

- ¡Lo hice! – dijo él.

- ¡Intestaste matar a mí padre!

- ¡Lo hice!

- ¡Dijiste que me amabas!

- ¡Te amo! – gritó el rubio finalmente.

Ante su confesión, la chica dejo de forcejear y comenzó a llorar incontrolablemente, tanto, que ni siquiera se dio cuenta de en qué momento puso su cabeza contra el pecho de Alec y este la envolvió en sus brazos apretándola con fuerza, mientras que de sus ojos salían las mismas perlas saladas. Y aunque se contenía para no dejar salir un llanto como el de ella, pequeños sollozos y respiraciones entrecortadas se le escapaban.

Max escucho los alaridos junto con la confesión de Alec, así que, con mucho cuidado se asomó en el cuarto donde estaba la pareja, esperando no interrumpir una pelea que de por sí ya debía ser incomoda.

Pero en su lugar escucho a Alec.

- Me lo merezco – dijo el chico entre sollozos – merezco todo lo que me hagas. Merezco tu odio, tus golpes, merezco que me mates, pero quiero que sepas que no mentí respecto a lo que sentía. Rachel yo sí te amo. Te amo.

- Si me amas, ¿Por qué la traición? – pregunto ella aun abrazada a él.

- Debí intentarlo Rachel – dijo y respiro profundo elevando su cabeza hacia atrás – debí enfrentarlos. No lo entendía. No entendía cuanto te amaba, cuanto te amo Rachel – dijo y le dio un beso en la coronilla, cuando volvió a alzar la mirada saco una sonrisa triste pero sincera. Se sentía bien al por fin haberlo admitido en voz alta.

El chico se separó un poco de la muchacha a la que tenía abrazada y sacó de su bolsillo el collar de plata con el dije de corazón, entonces tomo la mano de la chica y puso el collar en su palma para luego cerrarla y por último besar su mano con una exhalación rápida y entre cortada.

Max decidió que ese momento no admitía público, así que se dio la vuelta dispuesta a irse de la mansión. Aquel era un asunto que Alec debía resolver solo.

- Siempre fue tuyo – le dijo Alec a Rachel, pero ella no dijo nada, solo se lo quedo mirando de una forma neutral. Alec no soportaba su mirada sobre él, pues sabía que no merecía ni que ella lo mirara, así que se fue rápido de la habitación.

Al llegar al living se encontró de frente con Max, Alec se sorprendió enormemente más no gratamente al verla allí.

- ¿Qué haces aquí? – por primera vez fue el turno de Alec de preguntar tajantemente a Max que hacia ella en el mismo sitió que él.

- Creí que estabas en problemas – respondió ella en tono suave – vine a salvarte pero... - miro hacia arriba pero no se atrevió a decir que lo había escuchado todo, puesto que sabía que ya la situación era dolorosa e incómoda para él como para que ella se la recordara – te dije que me pidieras ayuda antes de que fuera tarde para resolver las cosas – sin embargo no pudo evitar reprochar.

- Y yo te dije que me dejaras en paz – dijo y salió de la mansión golpeando su hombro.

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Tiempo después en el departamento de Logan, Max llego y encontró al susodicho levantando pesas en el mini gimnasio.

- Hola Max – dijo Logan al darse cuenta de la presencia de la fémina.

- Hola – respondió ella con una sonrisita - ¿llamaste?

- Sí, no te he visto desde hace un par de días.

- Ella solo se encogió de hombros – estuve ocupada, resolviendo lo de Alec. Está algo raro.

- Oh – dijo Logan y puso las pesas a un lado – por cierto, quería que vieras esto – dijo y fue hacia la computadora donde abrió la noticia:

- "Robert Berrisford murió luego de una larga enfermedad" – leyó Max.

- El funeral es hoy – dijo Logan.

- Así que murió – dijo Max algo apagada – bueno, al menos ella ya no verá a su padre sufrir más.

- ¿En serio crees que le importe? – pregunto Logan.

- ¿Qué? ¿los Berrisford a Alec? – pregunto Max, Logan asintió – Berrisford no lo sé, pero ella... a ella la ama – afirmó sin dudas.

- Entonces le será difícil vivir con el odio de ella – dijo Logan levantándose de la silla y sentándose en el escritorio para mirar a Max – con esto dudo que algún día lo perdone. Deberás estar pendiente de él estos días.

- Él no quiere que me entrometa – dijo la chica – me pidió que lo dejara, y ahora fingirá que jamás pasó, o eso acostumbra.

- Igual que una chica que conocí – dijo Logan mirando con una sonrisa a Max – cuidaba solo de sí misma, sin responsabilidades ni compromisos.

- Sí, pensaba que si corría y se alejaba lo suficiente, olvidaría lo que le obligaron a hacer, pero tarde o temprano todo te alcanza. Fue duro aceptarlo.

- Ahora le toca a Alec – dijo Logan.

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Esa misma tarde en el cementerio, una figura encapuchada se acercaba a una mujer frente a una tumba recién colocada. Era Alec, quien se acercaba cuidadosa y temerosamente a Rachel.

Ella al darse cuenta de que tenía compañía giró a su lado y vio a Alec, él también la miro a ella a la espera de una mirada iracunda o alguna acusación de su parte, pero no, ella solo se mantuvo mirándolo tristemente, el hombre que ella alguna vez dijo amar.

- No voy a gritarte – pareció que ella leyó su mente, pues esas fueron sus primeras palabras luego de unos segundos así – tampoco a golpearte ni a matarte. Solo quiero que este mal capítulo de mi vida termine... aquí... con él – dijo mirando hacia abajo, a la tumba de su padre.

- Rachel... - trato de decir Alec.

- Yo también te amaba Alec – dijo ella mirándolo otra vez con ojos llorosos, pareció que él iba a decir algo pero lo cayó – pero esto... esto es imperdonable – dijo empezando a desmoronarse otra vez – yo-yo ya no sé qué sentir respecto a ti. Ya no sé si te amo o te odio. Solo sé que en este momento no quiero estar cerca de ti.

- Lo siento Rachel – dijo Alec.

- Solo vete – dijo ella y Alec hizo lo dicho.

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Pasaron veinte días y Alec ya había vuelto al trabajo como mensajero. Max como buena amiga se acercó a ver que estuviese bien.

- Hola – saludo neutra, Alec alzó la mirada hacia ella y saludo también.

- Hola Max – saludo colocándose sus guantes de la bicicleta.

- Escucha – dijo ella y él prestó atención – si quieres hablar de algo.

- ¿Cómo qué? – preguntó él tomando su chaqueta.

- Lo que sea – dijo ella.

- ¿Y porque querría hacerlo? – preguntó él recuperando su sonrisa.

- Considera la oferta abierta – insistió ella.

- Bien. Oye, gracias... por preocuparte por mí – dijo él.

- ¿Estás bien? – le pregunto ella.

- Siempre lo estoy – Alec sacó su sonrisa socarrona otra vez, pero la borro de inmediato como si hubiese visto un fantasma, Max giró hacia atrás y vio lo que él veía, Rachel Berrisford estaba en la entrada y miraba a Alec como él la miraba a ella.

Alec pasó por un lado de Max y se acercó a la chica.

- Hola – dijo él.

- Hola – dijo ella y tomo una respiración profunda - ¿recuerdas lo que te dije? ¿sobre cerrar este mal capítulo en mi vida? – pregunto ella cuando un compañero de Alec paso por el lado de ambos, por lo que este puso su mano en el brazo de la chica y la llevo a una esquina.

- Sí – respondió él finalmente.

- Bueno – dijo y trago saliva – me di cuenta de que no puedo avanzar si no... lo dejo ir. Dejar ir lo que paso, así que... vine aquí a decirte que te perdono – sus palabras tomaron por sorpresa a Alec – yo... solo quiero estar en paz conmigo misma y con lo que paso y creo... que dejar ir a papá fue un gran paso, y desde ayer he estado pensando, preguntándome si estaba lista para dar el siguiente paso y me dije: "bueno, no lo sabré hasta que lo diga en voz alta" y por eso aquí estoy. Te perdono Simón – dijo y saco una pequeña sonrisa triste.

- Me alegra que ahora sientas que estas en paz, lo mereces. Solo para que sepas que ya no voy a mentirte más, soy Alec – dijo este.

- Alec – repitió ella - ¿es tu nombre real?

- No, es el nombre que una amiga me puso. Mi nombre real es X5-494, ex soldado – dijo él.

- Me imagine cientos de respuestas de camino acá pero esa jamás – dijo ella.

- Es una historia larga de contar y supongo, que no querrás estar aquí mucho tiempo – dijo Alec desilusionado y resignado a una rotunda afirmación.

- Me alegra que tu amiga te haya puesto 'Alec', es más fácil de recordar – dijo ella, Alec no pudo evitar ese pequeño brillo de esperanza en los ojos al escuchar esas palabras dichas de esa forma - dame tiempo – dijo ella leyendo su mente una vez más – hay muchas cosas en mi cabeza ahora y solo quiero... pensar.

- Está bien – dijo el muchacho.

Si lo que él dijo es cierto y la ha amado todo este tiempo, ¿Por qué matar a su padre? ¿Por una orden? ¿De quién y porque? ¿Dinero? Él menciono que es un soldado, un 'ex' soldado, ¿qué quiere decir eso?

- Tal vez algún día puedas explicarme todo – dijo Rachel.

- Me gustaría hacerlo. Quiero hacerlo – dijo Alec.

- ¿Pero?

- Esperare a que tú me lo pidas – dijo con ese ligero brillo de esperanza aún vigente en sus ojos.

- Adiós, Alec – dijo ella y fue a la salida.

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Ayyyy como llore escribiendo esto ToT

Bueno, este shot (si es que puedo llamarlo así, no sé) está inspirado en el capítulo 2x11 de Dark Angel "Berrisford Agenda" donde es Rachel quien muere y su padre es quien intenta tomar venganza por su hija. Por supuesto que Scarlett no es la actriz que hace de Rachel, yo la cambie porque... no sé, yo quise(? y cambie el final porque el pobre Alec no merecía que su novia muriera. Rachel y Alec merecían algo mejor *sniff sniff* necesito un minuto...

Ah, y un video de humor entre Max y Alec en multimedia. Si no sabes hablar ingles pues... podrías ver la serie (capítulo 1x1 en los comentarios).

En fin, eso.

Espero que lo hayan disfrutado, sobre todo los fans de Alec y Dark Angel como yo. De repente me vuelvo loca y la continuo, no sé, yo veré.

Se despide: Becca