Parte 4
Comienza el torneo
Barney tomó una de sus espadas de la herrería y cargó contra Viktor. Este desenfundo la suya y paró 3 ataques de Barney. Entonces Barney lanzó una estocada que Viktor esquivó con gran destreza y agilidad. La calle comenzó a llenarse de gente puesto que la gente que pasaba constantemente se quedaba a ver el maravilloso duelo que les estaban ofreciendo estos 2 grandes espadachines. Viktor continuaba desviando y esquivando los ataques del fortachón, que venian de todas las direcciones.
-Veo que no has cambiado nada.- Dijo Barney, que bloqueaba los ataques de Viktor.
-Je, mi labor no me lo permitía.- Dijo Viktor.
-En ese caso veamos que tal lo haces con esto.- Dijo Barney, que adopto una pose de combate amenazadora con la espada, imbuyendola en una poderosa aura verde.
-¿Quieres jugar a las propiedades elementales?- Dijo Viktor con una sonrisa burlona.- Esta bien. ¡Hmmr...!- Viktor imbuyó su espada con un tono rojo escarlata.
- Allá vamos.- Dijo Barney.
Comenzaron a soltarse golpes el uno al otro, que el contrincante paraba. Ninguno estaba dispuesto a perder.
-¡Ignis!- Gritó Viktor
Entonces, de su espada salió una gran llamarada directa hasta Barney.
-¡Sylvis!- Dijo Barney, que levantó usando el poder de su espada un muro de raices rígidas, que comenzó a quemarse, dejando una pantalla de humo, tras la cual apareció Viktor, que de un golpe mandó a volar la espada de Barney , y esta se clavó en la tierra de la calle.
-Gané.- Dijo Viktor, mientras hacia una reverencia al público que le aclamaba.
-Si que no has perdido la esencia que tenias.- Dijo Barney sonriendo.-Por favor, os invito a pasar a la casa, en la parte de dentro de la herrería. Entrad y tomaros algo, como en los viejos tiempos.-Dijo Barney, haciendoles un gesto con la mano para que entraran con el.
-Si,vamos Viktor.- Dijo Lira.
Entraron a aquella cabaña, en la entrada había un techado, en el que habia varias armas. Entraron en una casa bastante simple, tenía 2 habitaciones, una de ellas era el comedor, en el que también estaba la cama de Barney, y la otra era la cocina.
-Has estado genial ahi fuera.- Le sonrió Barney a Viktor.
-Gracias, puedo decir lo mismo.- Dijo Viktor.
-Dime, ¿Y que os trae por zul?- Dijo el herrero.
-Necesito pedirte 3 encargos muy especiales.- Dijo Viktor.
-¿De que se tratan?- Dijo Barney.
-Pues...- Dijo Viktor.
Viktor le contó lo que tenía planeado, entonces Barney se puso a trabajar.
Viktor volvió a la posada con Lira.
Mientras tanto, con los chicos.
-Hora de ver como será la habitación en la que dormireis, seguidme.- Dijo Anna.
Los chicos subieron a la primera planta. Alli habia un gran pasillo y varias puertas. Anna les acompañó a lo largo del gran pasillo, y llegaron a la habitación número 5. Tenía un 5 de hierro enclavado a la puerta. Entraron y había 3 camas bien hechas y preparadas. Un gran armario donde guardar las cosas, varios faroles y un escritorio. Las camas estaban situadas a la derecha, dejando un pasillo entre ellas y el escritorio, el armario, etc, que llevaba a unas puertas de un balcón.
-Esta será vuestra habitación, chicos.- Dijo Anna.- ¿Os gusta?-
-¿Como no?- Dijo Ángel sonriendo.
- Me alegro de que os guste.- Dijo Anna. -Poneros cómodos.- Dijo sonriendo, y se fue cerrando la puerta.
-Bien.- Dijo Roge, tirando su bolsa a la cama. -Hora de ponerse cómodos.-
-Organicemos esto para por la noche.- Dijo Hugo, que estaba guardando su ropa en el armario, en el que había perchas amarillas, rojas y azules. Roge se quedaría con las azules, Ángel con las amarillas y Hugo con las rojas.
Al cabo de un rato, Viktor y Lira llegaron al hotel. Los chicos deguian arriba colocando las cosas. Pedro, que estaba abajo con Anna, salió a recibirlos.
-¿Las teneis?- Dijo Pedro.
-No, aun las esta haciendo.- Dijo Lira.
-Bien, estaran para cuando acabe el torneo.- Dijo Viktor. -Ahora vamos a organizarnos.-
-¡Chicos!- Grito Lira llamando a los 3 aprendices.
Los 3 bajaron rapidamente y se pusieron firmemente delante de los
maestros.
-Bien, vamos a planear el torneo.-Dijo Viktor.-El torneo consta de 3 rondas, en las cuales os enfrentareis los 8 mejores espadachines jóvenes del reino. Hay miembros muy fuertes, pero la clasificación va asi:
Puesto n°1: Jairo, de Rolav, una aldea al este.
Puesto n°2: Angel, de Aznarepse.
Puesto n°3: Hugo, de Aznarepse
Puesto n°4: Yaiza, de Datsima, una ciudad al norte de Rolav.
Puesto n°5: Kaila, de Datsima también.
Puesto n°6: Roge, de Aznarepse.
Puesto n°7: Kaito, de Lavir, en la frontera del reino.
Puesto n°8: Bruno, de Lavir, también.
-No habia oido hablar de los 2 de Lavir.- Dijo Ángel.
-Por lo visto, no han participado nunca, pero su expediente es tan bueno que se han colocado en esas posiciones solo por el.- Dijo Lira.
-Debeis andaros con ojo, puede que no sean rivales fáciles.- Dijo Viktor.
-Si, maestro.- Respondio Roge. -"Puesto Número 6... debo solucionar eso en este torneo.''- Pensó el joven
-Bien... Va siendo hora de cenar.- Dijo Viktor.
-Ayudad a preparar la cena, hay que ir a comprar.- Dijo Anna.
-Claro.- Respondió Angel
- Angel, ve a la carniceria, mientras tanto Hugo, ve a la Fruteria y pilla algunas frutas de postre. Roge, tu ayuda a Hugo y trae tu las verduras, con una lechuga y algo de tomate puedo hacer una ensalada muy rica.- Dijo Anna, repartiendo los roles.
-¡Si!- Respondieron los 3 a la vez y salieron a por ellas.
Llegaron a la esquina de la calle y Angel paró en seco.
-¿Que pasa?- Dijo Roge.
-¿Por donde queda la carniceria?- Dijo Angel
Los otros 2 se quedaron con cara de sorpresa, ya que no sabian nada de la ciudad.
-Bueno, preguntando se llega a Roma, supongo.- Dijo Hugo
Entonces vio a un joven con la cara tapada por bufandas, solo se le veian los ojos
-Disculpe...- Dijo Hugo.
-¿Hmmm?- Se giró el joven.
- ¿Sabes por donde cae la fruteria?-Le preguntó Hugo.
-No me molestes.- Dijo el joven, y después continuó su camino.
-Que simpático.- Dijo Roge sarcasticamente.
-Se ve que si.- Dijo Ángel.
-Va a atardecer pronto, será mejor que lo averiguemos por nuestra cuenta.- Dijo Roge.
-Mejor sera...- Pensó Hugo.
-Bien, nos vemos en la puerta de la posada en 1 hora, corred y poner cuidado de no meteros en lios.- Dijo Angel, que era el más responsable de los 3.
Los chicos se separaron.
Por el lado de Roge y Hugo.
Comenzaron a correr por la ciudad, preguntaron a un soldado, y lograron encontrar la fruteria. Viktor les habia dado 2 monedas de oro a cada uno y 10 de plata, cosa que era excesiva, pero nunca se sabia. Compraron manzanas, plátanos, lechuga, tomate y cebolla. Llegaron a la media hora a la posada, y Ángel aun estaba sin llegar.
Un cuarto de hora antes, con Ángel.
-Hum... quizás de cordero, puede estar buena.- Dijo Angel pensando para si mismo.
De pronto, volvió a ver al tio que llevaba las bufandas.
-¿Quien sera ese tipo?- Se preguntó.
El joven se metió a un callejón, que estaba realmente oscuro.
-No corras tanto, voy a seguirlo...- Dijo Angel, que comenzó a correr discretamente tras él.
Angel entró al callejón, donde había 3 bandidos que lo estaban atrapando entre ellos y una pared.
-Mierda... Allá voy.- Dijo Ángel, que comenzó a correr hacia ellos, desenvainando la espada.
Sin que Ángel se pudiera si quiera acercar, el chaval sacó una espada de madera, sonrió, y antes de que se pudiera ver siquiera el movimiento de esta, la volvió a guardar, dejándose ver como las cimitarras de los 3 bandidos se rompían en pedazos. Estos, asustados, corrieron huyendo de el, dejando a Ángel atrás.
-Vaya panda de inútiles...- Dijo el chico, sacudiéndose el hombro, hasta que se percató de que Ángel estaba allí.- Y tu... ¿Quién eres y que quieres?- Dijo amenazándole empuñando de nuevo el mango de la espada. -¿Eres otro de ellos?- Preguntó el joven en un tono amenazador y enojado.
-¡No, no, no!- Exclamó sorprendido por la reacción del joven. -Tan solo... quería asegurarme de que estabas bien, te vi con esos bandidos y pensé que necesitarías ayuda.
-Ah...- Dijo el chico, que despegó la mano de la empuñadura de su espada.- En ese caso piérdete, no tengo tiempo para hablar ahora.- Dijo en un tono arrogante y serio.
-¿Por qué te empeñas en no socializar con nadie?- Dijo Ángel.
-Eso no es problema tuyo.- Le replicó el joven.
-Esta bien.
-Bien, Ángel, de Aznarepse, o ¿Podría decir Alpha?- Dijo el chico.
-¡¿Huh?!- Ángel se quedó en shock.
- Nos vemos en el torneo.- Dijo el chico, que salió del callejón.
Ángel seguía en estado de shock. Al rato se repuso, y fue a la carnicería, que estaba por cerrar. Compró cordero, que llevó a la posada.
En la posada...
-Llegas tarde.- Dijo Roge sonriendo. -Siempre quise ser yo el que lo dijera.
-Tenemos que hablar...- Dijo Ángel en un tono serio.
-¿Qué ha ocurrido?- Dijo Hugo.
-Aquí no...- Luego a la noche hablaremos de todo, nos pueden oír.
-Esta bien.- Dijo Roge. -Ahora entremos a comer algo rico.
Al rato la cena estaba preparada, todos comenzaron a comer y a reír, menos Ángel, que seguía callado.
-¿Qué te ocurre, Ángel?- Preguntó el maestro Viktor.
-Nada, tan solo me duele la cabeza.- Dijo Ángel, llevándose la mano a la frente, intentando que la excusa funcionara.
-Entonces deberías de irte a dormir.- Dijo Lira.
-Deberías descansar, mañana es el torneo, cena y reponte.- Dijo el maestro Pedro.
-Quizás tengáis razón. Dijo Ángel, y comenzó a comer.
Más tarde, a la hora de irse a dormir...
-Chicos... ¿Recordáis el chico de las bufandas?
-¿Al que le pregunté?- Dijo Hugo.
-Ese mismo...- Dijo Ángel preocupado.
-¿Qué ocurre con ese chico?- Dijo Roge.
-Resulta que le seguí, y entró a un callejón, allí lo empezaron a acosar 3 bandidos y fuí a salvarle.- Dijo Angel
-¿Y qué pasó?- Preguntó Hugo.
-Ni siquiera se le vio desenvainar la espada, que además era de madera. Cuando la quiso volver a guardar, las hojas de las cimitarras de los 3 bandidos estaban hechas pedazos.- Dijo Ángel, comenzando a ponerse nervioso. -Me dijo que nos veríamos en el torneo y hasta sabía mi nombre.- Dijo muy nervioso.
- ¿Sabía todo de nosotros?- Preguntó Roge.
-No se si de vosotros si... pero me desveló un secreto que no había contado aun a absolutamente nadie.- Dijo Ángel.
-¿De que se trata?- Preguntó Roge inocente.
Hugo empezó a mirarle mal.
-No tiene importancia.- Rectificó su comentario Roge.
- El caso es que es muy buen espadachín, a penas tuvo que mover la espada.- Dijo Ángel
- Nosotros le ganaremos.- Dijo Hugo, que comenzó a descolgarse la espada.
-Sí, este año ganaremos el torneo.- Dijo Roge.
-No me gustaría dar falsas esperanzas, pero a pesar de todo creo que podemos.- Dijo Ángel.
-Vamos a dormir, mañana tenemos que estar descansados para el torneo.- Dijo Roge.
Los chicos se quitaron su armadura de cuero, y solo con el pantalón y una camiseta de interior, comenzaron a dormir. Al rato, Roge notó una corriente de aire. Abrió los ojos y Ángel estaba dormido. El balcón estaba abierto. Allí estaba Hugo, apreciando las estrellas de nuevo.
-¿Que te ocurre hermano?- Le preguntó Roge a Hugo.
-Calla... solo mira arriba.- Dijo Hugo sonriendo, con voz tranquila.
Roge miró arriba y se quedó sorprendido. Había un cielo precioso, las luces de las estrellas relucían en el hermoso cielo negro azulado de la noche, como rayos de esperanza en la oscuridad. La ciudad se encontraba a oscuras, y solo algunas antorchas brillaban con una luz anaranjada a lo largo de la calle.
-Hermoso...- Dijo Roge.
-¿Querías saber que era lo que me enseño María antes de ayer por la noche en casa de Izhel?-Dijo Hugo.
-¿Se trataba de esto?- Preguntó Roge de nuevo.
-Exacto... Se ve que sufrió mucho en su momento. Espero que Izhel la este cuidando bien.
-*Aquí veo algo más que simple amistad*- Pensó Roge.
-Ella no es de la realeza. Me dijo una frase que se me quedó grabada.- Dijo Hugo sonriendo.
-¿Cual era?- Preguntó Roge.
- Los ricos asquerosos creen que el dinero les dará la felicidad, pero realmente la belleza también esta en las cosas simples.- Dijo Hugo
-La belleza también esta en las cosas simples...- Repitió Roge. -Que bonito razonamiento.
-Lo sé... Tengo la ligera impresión de que tuvo un mal pasado, asi que ahora he decidido ayudarla en todo lo que pueda.- Dijo Hugo. -Una sola moneda de oro da para mucho, si gano el torneo emplearé esas 30 monedas de oro en ayudarle.
Roge sonrió. -Aunque... si te enfrentas a mi no te lo pondré facil igual. Lo sabes, ¿Cierto?- Dijo sonriendo.
Hugo asintió con la cabeza sonriendo.
-Entonces, lo único que tengo que hacer es pasarte.- Dijo Hugo.
Roge tan solo sonrió, y continuó mirando las estrellas.
-Será mejor que nos volvamos a dormir, mañana debemos estar preparados.- Dijo Hugo.
-Si- Dijo Roge, asintiendo con la cabeza.
Al día siguiente
Viktor subió arriba al cuarto de los chicos con un cucharón y una cacerola se por la mañana.
Comenzó a darle golpes con el cucharón a la cacerola
-(Clank, Clank, Clank) ¡Venga, arriba! ¡Hoy es el gran dia!- Dijo Viktor.
-Arg... Vaaale...- Dijo Roge entredormido.
Los chicos se levantaron, bajaron de por la mañana a la entrada principal. Se tomaron algo de comer para aguantar todo el torneo con fuerzas y subieron de nuevo a equiparse.
-Hagamos esto por Aznarepse.- Dijo Ángel, que no escuchó la conversación anoche.
-Si no os importa... yo tengo mi propia causa.- Dijo Hugo.
Roge solo sonrió mientras se colgaba la espada.
Los 3 se equiparon una espada y un escudo de madera, y una clásica armadura de cuero para no ser golpeados excesivamente fuerte.
-Hmm...- Ángel estaba pensativo
Flashback
-Nos veremos en el torneo Ángel... ¿O debería decir Alpha?
Fin del Flashback
-''¿Como sabía eso de mi?''- Pensó Ángel.
-¿Pasa algo, Ángel?- Preguntó Hugo.
-No, tranquilo.-Respondió Angel.
-Hay que estar centrados para el torneo, hermano.- Dijo Roge. -No pienses en cosas que te hagan daño a la cabeza, no es el momento.- Le aconsejó el joven.
-Quizás tengas razón.- Dijo Angel, que acababa de terminar de ajustarse la armadura.
Los chicos salieron de la posada, Anna estaba fuera, junto con Viktor, Pedro y Lira.
-Mucha suerte chicos.- Dijo Anna.
-Gracias.- Dijeron los 3 a la vez.
-Partamos hacia el estadio real.- Dijo Viktor.
Los chicos caminaron junto a sus maestros hasta llegar a las puertas de un gran estadio.
Volvieron a ver al chico de las 2 bufandas en la cabeza.
-¡Hmp...!- Dijo el chico, y entró a el estadio. El emparejamiento estaba listo.
Ronda 1
-Hugo VS Jairo
-Ángel VS Bruno
-Roge VS Kaila
-Kaito VS Yaiza
-¿Quien sera ese tal Jairo?- Dijo Hugo
-No lo se, tampoco se quien es Bruno, ni Kaito, y tampoco Yaiza ni Kaila.
Iba a comenzar la primera ronda, Hugo vs Jairo.
Continuará...
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