4.-Crisis y encierro.
En Denébola, las cosas tampoco marchaban de maravilla, Kanon y Aioria quienes vivían en una especie de " unión de hecho", discutían la mayor parte del día por cosas tan banales, a veces Aioria no soportaba a Kanon porque lo provocaba a propósito, odiaba sentir celos.
Ese cabeza dura de Kanon era suyo.... nadie podía mirarlo mucho más allá de lo permitido.
La ciudad donde se asentaba la herencia de la dinastía Leons se llamaba Algieba, la cual se jactaba de ser cuna de la familia.
Y he aquí la principal razón de la crisis entre la pareja.....
No había nada más extraño que ver a una asustadiza ex-Canciller solicitando protección a Kanon ignorando que el gobernante por derecho propio era Aioria.
Este estaba alerta y algo indignado cosa que secretamente hacía gracia a Kanon. Carraspeó interrumpiendo la conversación que Popea sostenía con Kanon.
—Mi Lady—comenzó lo más educado que pudo—si solicitais asilo es a mi quien debe pedirlo.
Popea alzó las cejas ante las palabras y luego hizo una grácil reverencia a modo de disculpa.
—mi rey fue destronado y ejecutado por un noble de alto rango llamado Radamanthys, encerró al resto de la familia real y cerró las fronteras—el tono empleado por la mujer era triste y afligido—se proclamó Dictador.
Kanon miró serio a su pareja quién analizaba cada palabra de Popea, eso quería decir que el Dictador de Giudecca lanzaría una ofensiva a los demás reinos y territorios independientes, en pocas palabras se vendría una guerra de la que para vencer se necesitaría la unión de todos los señores de esas tierras..
—cuenta cómo pasó—dijo Aioria luego de un minuto en silencio.
Las llamas de la chimenea de la gran casa Leons tenían un aspecto simiesco, Popea se arregló su despeinada cabellera oscura en tanto lanzó una mirada nerviosa a ambos hombres, Aioria relajó la tensión de su atractivo rostro para calmar los nervios de la dama.
—está bien.....
Tomó dos aspiraciones profundas y procedió a contar su versión.
Versión de Popea.
La Guardia Real estaba intranquila, su jefe mostró su malestar presentandose en mi casa mientras desayunaba, pensé que eran gajes del oficio, más el grave semblante de Teodosio me indico que algo sumamente serio iba a ocurrir.
-Mi Lady-comenzo mirando con desconfianza a mi personal-necesito hablar a solas con usted.
Despedí a mis empleados quedándome con Teodosio -aqui me tienes, cuéntame ¿ que te aflige?
Me mostró varias cartas escritas y firmadas por una mujer de nombre Pandora cuyo receptor era Radamanthys en la que le preguntaba reiteradas veces cuando iba a apoderarse del gobierno de Giudecca. Era una situación crítica. Teodosio guardó las cartas entre su armadura mientras yo ya ni siquiera quería seguir probando mi primera comida.
-señora Popea, usted debe alertar al rey sobre este golpe de estado.
-lo sé, pero tus hombres deberían estar vigilando la entrada al palacio real, el rey está desprotegido.
-ya me encargué de eso Mi Lady.
Pedí a mi ama de llaves que me trajera mi chal y acompañada de Teodosio partí al palacio real...
La mujer cortó su relato para sacar una bolsita de cuero de entre las mangas del largo vestido proporcionado por una de las señoras que servían en la casa y que perteneció a la madre de Aioria. Sacó dos monedas de oro en la que en una de sus caras estaba gravado el rostro de Radamanthys con su nuevo lema y atrás, en la otra cara el nombre "Pandora".
-cuando me removió me dio como afrenta esto-mostro con fastidio-el muy infeliz lo tenía todo planeado desde mucho antes.
-no te vi esto cuando llegaste-intervino Aioria.
-estaba en un bolsillo dentro de mi vestido.
-queremos saber mas-Kanon estaba ansioso por saber más-por favor-apoyo su mano en el hombro de su pareja.
Este asintió de acuerdo. Popea les lanzó una mirada de comprensión ahora entendía mejor la cercanía de esos dos.
-al llegar todo estaba tranquilo, las damas de la corte me saludaron como siempre.
El traidor no estaba a la vista, lo interpreté como mal augurio ya que él siempre vivía metiendo sus narices en ciertos asuntos del reino, mas no se le permitía ir mas allá que su papel como noble le significaba. Esa tal Pandora no la conocía asi que ordené que registraran todo por si acaso esa mujer estaba camuflajeada en la servidumbre.
Al ser la mano derecha del rey tenía un rápido acceso a las oficinas del mismo, la reina también tenía participación activa en política asi que ella entendería lo que se vendría.
-mi señor-entre dando un portazo que alarmó a sus majestades.
Hades se puso de pie seguido por la reina.
-¿ Qué significa este alboroto Popea?
-Radamanthys Wyert, Duque de Luxor planea atentar contra la seguridad del reino-dicho esto guardé silencio y espere alguna reacción.
Persefone, la Gran Esposa Real, se mostró tranquila a diferencia del resto de nosotros que caímos en pánico, el rey bajó la mirada para decirme esto.
-lo sabemos, por eso prohibi su entrada a palacio.
Esa acción no era suficiente, Wyert era mañoso y tenia gente que era capaz de matar si él lo ordenaba.
Tomé las manos de mi rey y besandolas le suplique que debía neutralizar al Duque, mandandolo a la prisión real y para después exiliarlo o ejecutarlo por alta traición a la corona. Hades sonrió confiado, creyó que entre su gente no lo iban a traicionar.
-Wyert sabe que...
Fue ahí que comenzó el inicio del golpe.
-yo sé que seras depuesto, débil rey-apunto con una espada a Hades.
Los gritos de la reina y los príncipes inundaron el lugar, en la sala del trono, los gritos de las damas y caballeros que eran obligados a jurar fidelidad al nuevo gobernante desataron el pandemonium. Radamanthys sólo queria sacar a la dinastia reinante pero no hacer atrocidades en contra de la reina y sus hijos a los que el ni en sus sueños podia tocar ya que existía un rumor de que Wyert amaba en secreto a la reina. Y porque además había una ley que protegía a todas las mujeres del reino en caso de guerra, golpes de estado de cualquier abuso.
-llevatelos-ordeno a sus hombres.
-noooo, esposo-rogo la reina-Hades...
-no pueden lastimarte-dijo el rey en un tono de voz tan bajo que tuve que hacer el esfuerzo para oirlo.
Radamanthys trazó con su espada una fea linea en el rostro de Hades quien no mostró signos de dolor cosa que enervo al traidor. Arrancho el anillo que acreditaba a Hades como Soberano y se lo colocó él, después le quitó sus ornamentos reales y los hizo pedazos lanzandolos por el balcón del palacio ante la mirada atónita de la población que había sido congregada a observar la caída de su amado y benévolo rey. Luego el rey fue conducido a la torre, donde Su Excelencia, refiriéndose a Aioria estuvo encarcelado.
-eres un maldito Wyert-dije.
El me miró cansado para después ordenar que me despojaran de mis funciones, mis propiedades y que todos los tratados que yo haya auspiciado con la venia del rey, sean rotos entre esos, El Tratado de paz con Indrapahts.
Me sometió a una farsa de juicio, Teodosio al tratar de protegerme del mismo fue encarcelado.
"Popea Alexandrius, Marquesa de Breyer-Sainz, quedas destituida de tu puesto como Canciller del Reino de Giudecca ahora llamado República de Giudecca asumiendo tus funciones el nuevo gobernante de Giudecca. Asi mismo tu título nobiliario queda suprimido pasando a ser simplemente a una plebeya; sin embargo debes abandonar Giudecca hasta antes de la medianoche puesto que nuestro estado quedará cerrado a toda influencia e inmediatamente se procederá a declarar la guerra al resto de naciones"
El resto ustedes ya lo saben por comentarios del resto de expatriados.
-no nos has ofrecido mas detalles sobre la guerra de Wyert-dijo Aioria insastifecho.
-los estados pequeños serán los primeros en ser asediados y el tuyo será primero.
-ufff-bufo Kanon-lastima no eres mujer, gatito, asi que nos toca prepararnos
.
-no estoy para tus malos chistes-dijo visiblemente atribulado-si mamá estuviera viva, esta maldita guerra no nos amenazaria.
-¿ miedo cariño?
Lo fulmino con la mirada.
-vete al infierno-abandono la sala dejando sorprendida a Popea.
-se nota que se levantó con el pie izquierdo-comento ella.
-ya se le pasará, más no puedes quedarte aqui, yo no tengo la autoridad para decidir. Tersites te acompañará a una pensión hasta que Aioria decida.
-ya veo-miro por donde el mas joven se habia marchado-solo tienes autoridad en estas cuatro paredes, asuntos políticos sólo actúas como mero observador.
Kanon no argumentó, llamó a Tersites al que le indicó que acompañara a la dama hasta una pensión.
**************************************************
Giudecca.
Prisión real, habitación de la ex-reina Perséfone.
Tan sólo transcurrieron unas horas de la injusta ejecución del rey Hades, Perséfone ya sentía que llevaba un año encarcelada en aquella estrecha y mohosa estancia que Pandora le asignara sólo por el mero echo de verla sufrir. La depuesta reina jamás se humillaría ante la pelinegra, a la que consideraba vulgar, oportunista y sin clase para ser una esposa de cualquier hombre que rigiera un pedazo de tierra.
Todavía recordaba las últimas palabras de su esposo, frases de un hombre que se resignaba a perder el poder, pero no su familia.
Sus hijos, sus pequeños vástagos, temía que Pandora les infligiera daño alguno, pero Radamanthys al visitarla horas antes de la ejecución de Hades, le aseguró que los principes no serían dañados ni perjudicados de manera alguna.
—esposo—murmuró al vacío—esposo no fue justo lo que te hicieron.
—¿hablando sola Perséfone?
Radamanthys hacía su entrada ataviado con vestiduras negras como si fuera un rey oscuro, no había nada de oro ni de plata, todo era negro hasta la capa que hacía un gracioso frufrú contra el suelo de la desvencijada alcoba. Ella adoptó una expresión de frialdad, el rubio esperaba que ella le jurara fidelidad, que se inclinara reconociendolo como el nuevo regidor de Giudecca, la mujer no le daría el gusto.
—eso no te incumbe Wyert.
Él frunció el ceño ante el tuteo de Perséfone, todos desde el humilde servidor de palacio hasta los pocos nobles que a base de amenazas aceptaron al de ojos ámbar como su gobernante debían dirigirse a él como " Mi señor". A grandes zancadas avanzó hasta la mujer que mantuvo su expresión altiva, no se aminalaría ante la soberbia del traidor ex-duque de Luxor.
Con su mano tomó la barbilla de Perséfone obligándole a mirarlo, ella le escupió, al de ojos ámbar no le importó ese gesto de desprecio inusitado.
Pero el usurpador no estaba ahí sólo por saber en qué estado se hallaba la ex-soberana, tenía una propuesta en mente....
—dejarás esta celda si aceptas ser mi consorte—propuso despojándose de su capa negra. Perséfone se desternilló de risa ante semejante propuesta, de tanta risa hasta olvidó la pena que embargaba su alma por la muerte de Hades.
—¿te oyes Radamanthys?—inquirió burlona mientras movía sus manos graciosamente—y ¿ Pandora? ¿ no es ella tu pareja?—cuestionó tomando la capa y echándola al otro extremo de la habitación, cayendo sobre una silla rota—jamás, oyes..... yo amo y amaré a Hades, legítimo Rey de Giudecca.
Ella se vio acorralada entre la pared y el cuerpo de Radamanthys quién no entendía la necedad de la ex-reina en rechazarlo, si él la amaba con todo el corazón. Repudiaría a Pandora si Perséfone dejaba de lado ese rencor y olvidaba por completo a Hades.
—¿ por qué no puedes amarme?—acercó su boca a la de ella—retomarás tu lugar como reina.
Perséfone masculló una maldición, dió una patada a la entrepierna del rubio quién aulló de dolor. Radamanthys se enderezó luego del golpe, sus ojos dorados relampagueaban de odio.
—¡ maldita loca!—escupió colérico—¡ GUARDIAS!
Un tropel de centinelas con expresiones vacías y gestos robóticos enttraron de golpe, miraron a Perséfone y luego a Radamanthys. Los soldados no debían percibir que él tenía una cierta debilidad por ella.
—llévense a esta mujer a la celda donde estuvo su marido—ordenó histérico. No obstante los guardias no se movieron de sus sitios, todavía guardaban respeto a la reina depuesta a la que se tenía por piadosa—¡ QUÉ DEMONIOS ESPERAN!
Con las cabezas gachas y disculpándose por lo que iban a ejecutar, amarraron las muñecas de Perséfone quién les dijo que les perdonaba aquella funesta acción, ellos cumplían las órdenes de un demente sediento de poder, un pobre hombre que con su ambición esclavizó a todo un reino.
—tu capricho, tu quimera de gobierno golpista te durará poco Wyert—amenazó al ser llevada fuera de la sucia habitación—si deseo puedo enviar una misiva a Indrapahts para que con su ejército vengan y liberen a Giudecca del precipicio al que lo has dirigido... ¡ MALDITO SEAS RADAMANTHYS!
*************************
Recibió la carta un día más tarde, completamente descorazonado la arrugó y la lanzó al fuego de la chimenea de su amplísima habitación. Ya era de noche cuando la leyó y entonces herido de muerte literalmente tomó una dura decisión.
Ahora junto a Kardia en la alcoba real cenaban en completo silencio, la princesa por esa noche tomaría su última comida del día junto a su madre que se hallaba de visita en la ciudad. El futuro rey consorte bebió de una sola de la copa de plata, su zumo de frutas mientras veía atento cada gesto de Dégel que parecía que no disfrutaba de la comida.
-estás ausente desde que llegué aquí a cenar, dime.....¿ qué te sucede?
-estoy decepcionado es todo-respondió.
Kardia adivinando de quién podría ser o qué la causa de la decepción del ojivioleta, agregó.
-Camus.
Notó que un ligero temblor se advertía en los labios del rey, sus orbes se oscurecieron a tal punto que el tinte violáceo desapareció. Ya no le parecieron tan agradables ni bonitas las luces de las velas que muy elegantemente fueron dispuestas por los sirvientes, ni el aroma de las bellas rosas blancas que se cultivaban expresamente para adornar cada rincón de Saldamelik, tampoco las alfombras bordadas por finísimas manos con hilos dorados.
-está....-decirlo le resultaba complicado-detenido y despojado temporalmente de sus funciones como consorte.
-¡ ah!-fue lo que se le ocurrió decir.
-he tomado una decisión-dijo al cabo de un incómodo silencio captando la atención de su interlocutor-antes.....
Abandonó su cómoda posición en la mesa, se dirigió hasta la puerta de madera de cedro la que abrió y sacó la cabeza para hablar con tono controlado con el centinela que vigilaba que no permitiera que nadie ni siquiera su padre se acercara a la alcoba del rey. Si insistían que los despachara sin darle explicaciones.
-parece como un secreto de estado-comentó jocoso Kardia.
-no tanto-cerró la ventana y corrió las cortinas-¿ cúal es tu opinión sobre Thera?
El Conde de Sargas alzó una ceja perfecta ante la pregunta....¿ qué tenía que ver la situación de Camus con la heredera al trono?. Si los dos eran sus hijos, Camus era su favorito y Thera sería su sucesora por primogenitura.
La caída en desgracia del joven, esposo y consorte real de su hermano Milo podía modificar su posición en la familia real Acuario ya de por si enfadada por el comportamiento del segundo hijo de Dégel.
-Kardia no tardes una eternidad en responderme algo tan sencillo-exigió-sólo dime unas cuantas palabras.
-bien-se cruzó de brazos en un gesto de seguridad-la estás educando excelente, es silenciosa pero comprende perfectamente su papel en la familia real. Me atrevo a pensar-calló y echó una mirada insegura a Dégel que lo escuchaba atento-que tiene más prudencia que su hermano.
Lejos de enojarse, el rey tomó esas palabras como un halago.
-entonces apartaré a Camus de la sucesión a menos que tenga descendientes que ocuparán su lugar y....-tomó la mano del moreno-en un mes nos casaremos.
Desconcierto. Cuando al fin logró digerir la noticia, exclamó.
-¡ no jo...!
Inclinó la cabeza solemnemente confirmando esas palabras, alzó la mano y acarició la fuerte mandíbula de Kardia que se dejó llevar por el toque, la tristeza que cargaba su alma se esfumó, una bella y pura sonrisa se dibujó en el atractivo rostro del Acuario que se sentía faliz en medio de tantos problemas, amenazas y cavilaciones.
-serás sin duda el rey consorte que jamás este reino olvidará-rozó sus labios con los del Conde de Sargas que saboreó el beso cual caramelo-me imagino los rostros de confusión e incredulidad de la corte......
-suenas como un villano sexy.....
Dégel rompió a reír ante el epíteto, enredó sus dedos en la espesa y ondulada cabellera azulina y besó candentemente a Kardia que pasó esa noche en la alcoba de Dégel, no es necesario decir qué pasó......
Como siempre un abrazo a todas las chicas que siguen la historia, gracias por su apoyo n.n
Cualquier error, perdonen.
Proximamente... la boda de Degel y Kardia....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top