19.-Alivios y acuerdos.
Ambos llegaron al palacio donde la nobleza desorientada discutía el motivo de la visita de los dos, llegaron a pensar que algo aconteció a Aioria, pero no, tanto Aioros como Saga revelaron el motivo de su sorpresiva llegada.
Nadie esperaba que el trono pronto tuviera un heredero conociendo la oposición del último Regente, Sisifo Sagittarius, pero tratándose de un futuro soberano aceptaron oír los alegatos de Aioros y Saga quién venía preparado para defender a su hermano si es que surgían los remilgos sobre su origen.
—solo pedimos su silencio durante ocho meses—intervino el castaño frente a los nobles—como saben... mi tío no tolerará que un niño fruto de una unión mixta lleve las riendas de este territorio, si se entera antes tratará de persuadirlos de que lo declaren bastardo y pondrá a mi primo Regulus que aún es un niño a la cabeza.
—¿mantener oculto a nuestro propio soberano?—incrédula la Canciller silenció las voces de los presentes mientras se ponía de pie—el niño es legítimo...¿ porqué habría de mantener en secreto su llegada?
Ella no conocía a Sisifo.
—¡señora!—intervino Saga depositando el pergamino con el sello de Sisifo sobre la gran mesa de madera oscura del despacho de la mujer—usted conoce ya que el Duque tiene sangre imperial que lo hace pretendiente al desaparecido trono de Avalon y jamás admitiría que mi hermano se mezcle con su sangre, por eso pactó una boda con el Conde de Aquila.
—la cual según mis informantes... últimamente mantiene contactos con mercenarios—completó el peliazul—el niño corre peligro si esa mujer se llega a enterar, el Duque de Arkat aún desconoce los planes de esa mujer por eso cree que una boda con ella limpiaría el nombre de su familia.
—¡comprendo señores!
Más aliviados, extendieron el pergamino sellado con el sello de Sisifo, muchos murmuraron ante eso, se suponía que ellos decían que el Duque no quería un pequeño con sangre Geminae y ellos venían con ese sello. Antes que comenzara un debate acalorado, Saga se adelantó a aclarar.
—era necesario hacerlo para que ustedes no duden de la legitimidad de mi sobrino.
Aioria hasta ese momento ignoraba todo eso, furioso pues el muy infeliz de su pareja lo drogó para irse, pretendía marchar hasta Giudecca para finalizar de una vez con todas con esa ridícula guerra, su estado lo mantenía sumamente alterado tanto que su médico y sirvientes temían que sufriera una pérdida.
—le cortaré las bolas cuando lo vea—se cortó la palma al rozar un trozo de jarrón que sufrió el asalto de la noche anterior—dejarme así y largarse...
—mi señor...—Tersites se atrevió a hablarle, el castaño lo miró encolerizado—piense en el futuro soberano.
—es un león, no le pasará nada.
En el campamento reinaba la confusión y la duda, nadie sabía a quién obedecer, lo único que sabían era que su general se marchó en la noche cuando dormían cual ladrón sigiloso, después de Kanon seguía su fiel Tolomeo que se comprometió a dirigirlos si su señor Aioria lo requería.
—ambos se querían—se lamentaban los soldados—¿ qué diablos pasó entre ellos?
—nada, solo debemos mantenernos firmes... ya sabes que él también es un buen soldado y con iras es capaz de destrozar todo...—dijo cauto Tolomeo.
Solo el tiempo hablaría.
*******
Entró azotando las puertas del palacio de Antares, sudoroso, apenas intercambió unas palabras con un sirviente para dirigirse apresurado hasta su alcoba.
—¡ Camus!
—¡ gracias a los ancestros llegó!—murmuró Selene aliviada, Seraphina en la habitación de su vástago que de vez en cuando se quejaba, ignoraba la llegada de su yerno.
—¡ amor!—el joven soberano corrió a abrazar a su esposo que olvidó su malestar—¿ cómo te encuentras?
—mejor ahora que llegaste...
El médico entró tras suyo con su rostro heriático, Milo presente representaba que su responsabilidad quedaba liberada si algo acontecía al consorte real. A menos que el bebé real no haya sufrido por la osadía de Camus y solo haya sido un susto del que podía recuperarse.
Una vez finalizados los besos y palabras melosas, Milo se dirigió al galeno que fijó su mirada en la suya.
—¿qué recomienda?. Aún mi hijo está muy pequeño para nacer...
—en efecto augusto señor, Su Alteza aún no puede hacer esfuerzo alguno para traer al principe real. Ruego pues que me permita revisarlo para descartar una intervención de emergencia.
—¿revisarlo?
—si mi señor.
Pensó en que si no autorizaba su hijo peligraba. Por lo tanto se acercó nuevamente a Camus para decirle que lo revisaría, el joven casi se atora con su saliva porque no consentiría que ese tipo meta sus manos en él. ¡ No señor, Milo era el único con permiso para tocarlo!
—va a manosearme, mírale la cara de enfermo que tiene...
Milo se quiso reír por la rabieta.
—es confiable... deja que te revise, mi hijo, nuestro hijo debe estar bien.
Bufando mientras los sirvientes acomodaban las almohadas y apartaban la sábana con la que se cubría, el médico se disculpó con él que solo rodó los ojos y se dedicó a apretar la mandíbula.
Seraphina rezaba que nada haya pasado, ese niño era la llave para que Camus recuperase el trono arrebatado de los Acuario, porque en si el bebé tendría muchos más derechos. A los cinco minutos de revisión , el médico tenía el resultado...
Las manos le sudaban a Milo. Camus cerró los ojos cuando la revisión culminó, su corazón de madre latía desbocado.
—¿ y bien?
—mi señor—el semblante de Milo palideció.
—¿ mi hijo está bien?
—si mi señor....—Camus estalló en gritos de alegría al igual que los presentes—está bien, solo debe reposar un poco más por el esfuerzo.
Feliz y aliviado escribió una misiva a Dégel diciendole que regresaría en unos cinco días, hasta eso le urgía que velaran por Aioria porque según le contó días antes de todo eso, temía por su hijo ya que su tio no aceptaba su relación con Kanon.
********
Asmita vio asombrado como unos guardias lanzaron el cuerpo exánime de su antiguo general al interior de su celda que compartía con su hermano, al ver las vendas y las pequeñas manchas de sangre en su ropa supo que fue atacado cobardemente, Kanon jamás se dejaría herir de esa manera.
—¡ esperamos la estadía de ese idiota sea larga, más larga que la vida de su hijo no nacido!—dicho esto se marcharon con una risotada.
—¡gemelos castaños, ella los matará!—murmuraba el gemelo con los ojos cerrados—Aio...
Shaka conmovido por el desastroso estado del glorioso antiguo general acudió a revisarlo topándose con las vendas en su herida, si tuviera a la mano ciertas cosas para limpiarle...
—ya lo han curado.
—asi parece—murmuró el rubio más joven que para aliviarle un poco su estado tomó un pedazo de trapo para simular una almohada que colocó bajo su cabeza.
En la celda contigua, los gemelos Cástor echaban suertes a un plato de comida que Aspros logró conseguir luego de vencer a un soldado , Deuteros aburrido deseaba estar con su Asmita, llenarle de besos su rostro angelical y apacible pero lejos de todas esas conspiraciones baratas y demenciales.
Pero Deuteros a pesar de su aparente aburrimiento, le preocupaba de sobremanera como llegó Kanon Geminae a la celda de los Virgo, podría jurar que estaba casi muerto.
—debemos salir Aspros—apartó la mirada del plato donde una hormiga negra y gigante intentaba meterse en el arroz amarillento—me refiero a negociar con el loco... y actuar neutrales para la embestida final.
—¿porqué crees que está ese pobre diablo a lado?—se refirió a Kanon—es por él que nos liberarán, dicen algunos soldados que sobrevivieron a su embate que el mocoso sobrino de Sisifo Sagittarius traerá a su primogénito en los próximos meses y adivina quién es el padre...
—esos son problemas hermano.
—si y la sucesión será más entramada por ese niño...
*****
Aunque en descomposición la mano era símbolo de que ese infeliz soldaducho de cuarta había muerto. Ella satisfecha pagó el precio acordado por aquella operación mientras ordenaba a un sirviente que se deshiciera de aquel macabro objeto no sin antes quitarle el anillo y ordenarle a otro que lo llevara hasta un orfebre para que lo replicara.
El bastardito de Kanon no le estorbaría, tendría hijos con Aioria y estos heredaría su trono y su sangre tan digna y principesca. Sisifo reclamaría un trono que bien podía restaurarse, pero estaba después de él, Aioros... que bien pasaría como hijo suyo, pero el castaño era partidario de Kanon.
Matarlo o desacreditarlo ante su tio era muy osado, por lo que sin remordimiento alguno coló a uno de sus espías en la mansión Sagittarius quién vertió un potente abortivo en la comida del castaño en aquella visita de Albafika. Eso le enseñaría a no aliarse a vulgares, como ella denominaba a Kanon.
Los pasos de su padre la alertaron, mudó su expresión mientras tomaba la cuchara para seguir degustando su comida, ya después mandaría una carta a Radamanthys urgiéndole que preparara un ataque teatral para de esa forma tener a Aioria en sus manos.
—¿ hija?
—¡padre!—se puso de pie para besar la mano de su progenitor que tenía una expresión cansada—¿vienes de visitar al señor Sisifo?
El conde forzó una sonrisa mientras respondía.
—sospecha que algo pasa con su sobrino Aioria—Marín no hizo gesto alguno—no sabe nada de él desde hace semanas y su heredero salió de la ciudad hace horas...
—seguro su esposo, Shura de la casa de Capricornio lo sabe.
—para él no somos de su agrado, solo deseo que el joven soberano de Denébola se digne en desposarte, su ascendencia es tan única como la de los Acuario.
" Su rival señora tiene sangre real... si, también desciende de los antiguos Emperadores de Avalon bastardamente, pero también de Ganímedes Acuario"
Hastiada de tener hasta en la sopa aquellas burlonas palabras, Marín golpeó la mesa mientras su vestido se agitaba como el mar agitado, sus joyas tintinearon por la fuerza de su ira.
—claro que lo hará padre—dijo entre dientes.
Si a menos pudiera viajar a ese sitio y exigir que él cumpliera su palabra, claro debía sacar del camino a quienes sabían sus secretos muchos capaces de poner en riesgo a la dinastía reinante.
Pero debía distraer a Regulus, el imposible y fisgón sobrino de Sisifo que sabía de todo, relevarse ante él era un suicidio.
o-o-o-o-o-o-o
NiloAries, esta vez no tardé mucho.
Abrazos y se cuidan :D
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