13.- Avance.

Hola :D

Créditos de la imagen a su respectivo autor.

o-o-o-o-o-o-o-o

" Es por eso Su Alteza, que me permite contaros que vuestro sobrino fue envenenado. Desconocemos la planta con la que fue elaborado el veneno, pero su consorte en medio de la conmoción general ejecutó cruelmente a varios prisioneros de guerra... 

Hay múltiples sospechas con respecto a ese intento de asesinato el cual era contra Su Excelencia Kanon Geminae y usted es uno de los sospechosos..."

Atte.

Tersites Shajra.

Arrojó la carta con furia, maldijo a Kanon y a al respeto que le profesaban los hombres por sus tácticas y defensa. Pero una cosa era clara... él no era un idiota como  para dejarse en evidencia. Kanon no saldría de la vida de Aioria muerto, saldría como un cobarde y el amor del castaño por el de ojos esmeraldas se enfriaría terriblemente.

—¡ Regulus!—gritó.

—¡ Regulus!

—¡ Regulus maldita sea!

El muchacho no se presentó. En cambio uno de los empleados se presentó llevando en sus brazos a una gata que chillaba sin tregua.

—¿ dónde está Regulus?—cuestionó.

—el joven Regulus se marchó en la mañana sin rumbo fijo—dijo sobando a la felina que dejó de hacer escándalo.

—¡ este niño!—bufó cerrando los puños—¡ me va a oír! ¡ 

No era usual verlo iracundo, cuando se ponía así generalmente solía enfermar o enmudecía por días, un factor en contra de los Sagittarius era que su salud herencia de la sangre imperial Avalon era frágil, con tendencia a padecer de enfermedades genéticas u otros trastornos por los indiscriminados cruces entre familias. Un ejemplo de esos cruces era él mismo... sus padres eran primos hermanos y sus abuelos paternos eran tia sobrino.

Vaya enredo. Aunque Aioros tampoco se salvaba de caer en el cruce...

Su madre provenía de una línea lejana de Capricornio, así que no le asombraba que tuviera esa pérdida.

—¡ buscame algo para escribir!—el sirviente se lo quedó mirando atontado—¡ rápido muchacho mi tiempo es oro!

Ya en la privacidad de su alcoba, escribió la siguiente misiva...

" Si tanto dices amarlo... rompe esta payasada y ocúpate de lo militar. Sabes bien que tu sangre no se mezclará con la mía y si ocurre aquello tus hijos no heredaran nada de Aioria sólo lo que tú puedas dejarle y por consiguiente lo que yo considere en mi testamento...."


Eran las últimas palabras del Duque, descendiente de Emperadores y su principal enemigo.

***************

Llanura de la muerte, Denébola

Un soldado entró apurado agitando sus armas, Kanon tenía aún en las suyas el antídoto el cual había bebido en un intento de no caer en la paranoia. El señor de los leones aún dormía, según a palabras del médico experto en venenos, el antídoto actuaría como un somnífero dependiendo de la cantidad que era suministrada.

—¿ señor?

—quemen los cadáveres y envíen sus cenizas a Wyert una parte y envíen la otra a Sisifo Sagittarius—dijo como un autómata sin despegar la vista del durmiente castaño—quiero estar solo...

—señor, aprehendimos al envenenador—dijo con tono eufórico, la noticia sacó del aletargamiento al ojiverde que arrugó el entrecejo para lanzar el recipiente a un lado y ponerse de pie.

El soldado se alegró al ver la sonrisa característica de Kanon, esa sonrisa sanguinaria que encendía las energías de sus hombres. Tersites silencioso se acercó para ayudar a vestirlo, pero él lo rechazó argumentando que un anciano como él no debía dedicarse a esos menesteres.

—tu deber es velar por él—señaló a Aioria—yo sé arreglarme bien, por lo tanto dedícate hoy a ser su guardián, anoche maté a muchos por amor a él... y soy capaz de enfrentar al mismísimo Sisifo.

El pequeño círculo de hombres a varios metros del establo temporal donde descansaban los caballos le indicó que ahí estaba su respuesta. Los soldados se apartaron cuando lo vieron llegar, su expresión se tornó más sanguinaria al identificar al hombre.

Un mensajero de Marín Aquila, ex-prometida de Aioria.

Un joven de cabellos castaños rubios, sirviente personal de la mujer.

— vaya vaya...—tomó con fuerza sus cortos cabellos, este se quejó—dile a tu señora cuando la veas que a mi no se me asesina con venenos... si quiere matarme que lo haga con espadas...

El mensajero se rió estruendosamente ante la amenaza.

—¿ de veras eres idiota general?—se sacudió como un gusano por la risa helando el semblante de Kanon—mi señora no quería matarte aún... sólo fue una toxina que provoca náuseas y fiebres. Se utiliza también para provocar abortos...

Desconcertado el gemelo soltó su cabeza, sus hombres enmudecieron, se miraban entre ellos. De modo que fue una sucia argucia para advertirle que no se le ocurriera ir más allá con Aioria. En conclusión... no permitiría que naciera un hijo suyo con el castaño.

Recuperado del shock inicial, Kanon asestó una patada en las costillas mientras le amarraba los pies con una cuerda y lo colocaba de cabeza en un poste como escarmiento por burlarse  de él.

—¡ bájenlo cuando anochezca!—dicho esto se marchó a pasar revista al resto del campamento aunque esas palabras le taladraban la mente.

No sería ni la primera ni la última vez que intentarían atentar  contra su vida.

Cumplidas sus órdenes de quemar los cadáveres, hizo que colocaran las cenizas en urnas sencillas, pero en vez de enviar como inicialmente dijo que sería, pidió que todas sean sepultadas en los límites de Giudecca con tablas que sobresalieran e indicaran con números el número de bajas perpetradas.

Aioria prácticamente pasó tumbado e indispuesto casi todo ese día, por indicación del médico sólo líquidos debía probar y además que esté presente un catador de comidas para los señores.

Ya para finales de la tarde pudo incorporarse y oír los reportes de sus hombres los cuales le comentaban acerca de los métodos brutales de Romulo y Remo para con los espías y enemigos.


—¿el autorizó colgar a ese hombre?


Un codazo de parte de otro de sus compañeros evitó que dijera de más, tenían órdenes expresas de no decir quién envió aquella sustancia.


—si, resultó que era un infiltrado de Giudecca.


—¿ porqué siento que algo me ocultan?—dijo mirando con seriedad a los soldados—Kanon cuando quiere guardarse algo lo disfraza o lo minimiza...


Todos fingieron demencia.


— él es fiel a usted—intervino Tolomeo entrando a la tienda real—mi General ahora está recibiendo un mensajero de Asgard que desea unirse a la contienda.

—no lo dudo...

El aludido apareció poco después con el enviado de Asgard quien hizo el saludo protocolar. Los soldados se quedaron para evitar inconvenientes.


En resumidas cuentas la gobernante de aquel lugar, Hilda Polaris informaba que su ejército estaba a cuatro días de la llanura ya que se presentaron inconvenientes climáticos que impedían llegar en el tiempo establecido.

—sólo deben tener cuidado cuando vayan entrando a los límites, los asaltantes y mercenarios están a la orden del día—dijo Kanon tomando la palabra—los demás ejércitos llegarán dentro de diez días si no es más por la cantidad de soldados y cosas que hay que transportar.

Para el más joven de los dos, no pasó desapercibido el echo de que su pareja lucía cansado y desvelado. Dejó que siguieran relatándole la novedad para así hablar a solas con él.

—¿ porqué quieres cargar con todo tú solo?—dijo tironeando de su mano obligándole a ponerse a su altura—ya te dije que puedes delegar funciones...

—y ser un mandón idiota... ¡ no gracias!. No soy precisamente un santo de devoción de tu gente y no pretendo que tu amado tio me acepte...

— eres un imbécil sin remedio!—dijo repasando con su lengua la comisura de sus labios provocando que el otro suspirara—sabes que tengo que comer cosas insípidas. Estoy asqueado...

—es el precio por tenerme a tu lado—dijo perdiéndose en esas orbes que brillaban ante su presencia—realmente me sorprende haber aceptado tu propuesta de casarme.

—y yo tampoco sé que vi en ti... Eres tan...

—¿ cínico?

—tú lo has dicho—sonrio mientras se alejaba para tomar una tunica azul con bordados plateados—¿ te quedarás conmigo esta noche?

—no puedo—sus ojos evitaron el contacto visual, Aioria fruncio el ceño—decidi tomar el turno de la noche porque pueden haber infiltrados de Radamanthys.

—¿de verdad?—dijo tanteando suavemente entre los huesos de la nuca topándose con una tensión en esa zona—tu no quieres decirme lo que descubriste con mi intento de asesinato. ¿ tan serio es?

—sólo puedo decirte que fue dedicado para mi—ante eso Aioria enmudeció, luego abrió la boca para luego cerrarla—¡ hay mucha gente que me odia! ¡ y tú terminas pagando los platos rotos por mi!

No supo porqué pero sintió unas ganas inmensas de abrazarlo y no soltarlo. Kanon supo que su tiempo a lado de Aioria iba a ser breve, que aunque lo amase tanto, para los ojos de los demás era una farsa de relación.

—enviaré a cinco de mis mejores hombres para que vigilen esta entrada, pasaré la noche en guardia ante cualquier incursión y mañana...

—dormirás y yo mismo organizaré al ejército—dicho esto volvió a colocar en el desnudo dedo la joya que lo acreditaba como su compañero de vida—muéstrales a esos malditos salvajes quienes somos... y no sientas piedad...

********************

Atrás de Dégel, Kardia galopaba seguido de los jefes de cada batallón. El gobierno del reino quedó en manos de Saga asistido por un Concejo de regencia conformado por la heredera al trono, Albafika Pisces y sorprendentemente El Cid Capricornio quién con toda caballerosidad asumió el reto de regir el reino quien resultaba ser la mente calculadora y seria de la Regencia.

Milo iba más atrás con su ejército, angustiado por dejar a Camus en avanzado estado de gestación, en cualquier momento su hijo nacería y él no estaría ahí para presenciar su nacimiento. Calvera le aseguró que cuidaría del joven y que surgía contratiempos se lo haría saber.

Por ese lado se calmó porque la mujer era una excelente política y fiel a la dinastía.

—¿ donde es la llanura Alteza?—preguntó Tutmes a Milo que apartó sus cavilaciones para responder.

—a dos días de Denébola estimo—contestó mirando el estandarte de Serketh-Udayet, una gran serpiente de oro estrangulando a una pequeña de color oscuro causándole escalofríos pues su Emperatriz era la gobernante más temible de todas las tierras a tal punto de ser un reto entre los hombres que deseaban desposarla—los señores de Denébola aguardan nuestra llegada...

—son terroríficas—murmuró Tutmes refiriéndose al grupo de mujeres que encabezaban la marcha escoltando a una que era la Comandante y General de la que se veían sus cabellos rubios—¿ cree que en las carretas que transportan lleven serpientes?

—no lo dudo, por eso no embarcaron más en los galeones porque ya sabes, esas cosas pueden escabullirse y atacar algún incauto—frenó las riendas de su caballo cuando vio aproximarse un mensajero—¡ adelántate Tutmes y ve que es lo que trae!

El Comandante se adelantó escoltado por dos más, recibió un pergamino sellado y luego de un breve intercambio de palabras se marchó por donde vino. Los demás reyes recibieron el mismo pergamino escrito de puño y letra de la gobernante de Asgard, Hilda Polaris dando cuenta que llegaría en cuatro días al campamento de Aioria Leons y Kanon Geminae pues el camino se tornó intransitable por una tormenta que destruyó árboles y provocó que los ríos aumentaran su cauce.

Ya al final de la tarde detuvieron su marcha para armar el campamento cerca a un caserío colindante a un río, jurisdicción de Indrapaths. Sheena acampó a varios metros del mismo buscando la montaña pues quería la privacidad para sus soldados femeninos en tanto los masculinos se apostaban a vigilar que no entren intrusos.

—errrr Dégel—Kardia entró hasta la tienda donde su esposo leía varios mapas algunos elaborados por Kanon donde dispuso por cuadrante cada batallón, claro Rómulo y Remo fueron borrados deliberadamente por Sorrento—¿ quién dirigirá el ejército cuando plantemos batalla al loco?

—tú, eres más diestro en tácticas que yo... aunque me encantaría que Kanon estuviera aquí... pero él tiene sus propios asuntos.

—a mi—casi se atora con su saliva—pero yo solo he dirigido batallones no un puto ejército como el mocoso que se fugó con el sobrino de tu pariente lejano—pon a uno que haya estado cerca de él... no sé ese que tiene el pelo rosa, lila...

—Sorrento.

—el mismo, me parece buen soldado y estratega...

—es muy joven, no tiene la experiencia suficiente como Kanon o como tú—analizó Dégel apartando el mapa—en fin mañana discutimos antes de levantar el campamento, ¿ cómo está Milo? ¿ sabes algo de Camus?

Kardia negó con la cabeza, su hermano se había encerrado en su tienda con su Comandante y los jefes de cada batallón y había pedido que nadie lo molestara por un espacio de veinte minutos.

Les estaba leyendo la carta que recibió días antes de Aioria, los jefes de los batallones murmuraban sorprendidos por la táctica de Giudecca, atacar sin previo aviso a Alhena y amenazar a Denébola. Todos concordaron que Radamanthys era un soldado nato.

—intentará sobornar a cualquier soldado con tal de ganar la guerra—comentaron—eso sin contar que destruyeron las murallas de Alhena con una máquina de asedio mucho más grande que la nuestra.

—si pudiéramos sabotear su táctica..—analizó Milo rascándose la barbilla—sin embargo cerró las fronteras de ese reino por fugas y espías...

—y si destruimos a su ciudad—propuso otro—someterla a saqueo y pillaje...

—ese tipo de prácticas quedaron atrás... los soldados se desbandan y cometen toda clase de atrocidades. Mi padre  juró que no haría ninguna guerra más de esa forma.

Todos se miraron cuando el Soberano descartó esa idea, Milo en si era pacífico, pero el echo de que se hayan metido con su familia revivió la fiera sangre Escorpio. Estaban seguros que con la flota naval, cerrarían el paso hacia uno de los puertos de Giudecca y cortarían el suministro, de esa forma se verían obligados a rendirse y entregar al usurpador.

Al final Milo decidió enviar un grupo de hombres para que se adelanten hasta la llanura y ser de apoyo en caso de una incursión enemiga contra Aioria, estos partieron llevando consigo vasijas con escorpiones dentro cuyo veneno serviría como otra arma biológica. La marcha del ejército por ese día quedaba suspendida.

—sólo espero que Camus esté bien—dijo mientras se cambiaba de ropa—haré lo posible por liquidar esta guerra lo más pronto posible...

o-o-o-o-o-o-o-o

Creo que tardé menos de 20 años en publicar xD

Abrazos y cuidense :D


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