Abrí la puerta y me encontré con mis pequeños amigos. Todos venían muy abrigados y aun así, estaban tiritando. Al verme abrir la puerta, sonrieron y me saludaron.

-Buenos días Elisabeth- dijeron todos a la vez muy formales. Me extrañe, algo tendrían planeado. Les sonrei y me hice a un lado.

-Buenos días a vosotros también-dije sonriendo- Entrad o os congelareis ahí afuera- dije bromeando. Todos entraron y me acompañaron a la cocina, después de quitarse los abrigos y las bufandas.

Entramos en la cocina y vi como Jamie y Sophie estaban mezclando la masa que estaba preparando antes. Miré a los demás.

-Estamos preparando churros para desayunar, ¿queréis ayudarnos?- pregunté sonriendo.

-¡Si!- gritaron todos y reí por su entusiasmo, con estos pequeños nunca me podría aburrir y nos pusimos manos a la obra.

Después de que Jamie y Sophie terminaran de mezclar la masa, les fui enseñando lentamente a todos como se le iba dando forma a los churros. Cuando ya todos captaron como se hacía, dejé que siguieran ellos solos mientras yo encendía la freidora y dejaba que se calentara el aceite.

Cuando todos me dieron un bol llenos de churros hasta arriba, empecé a echarlos en la freidora y empezaban a freirse. Cogí un plato grande y le puse una gran servilleta encima, los churros dejaban mucho aceite.

Fui poniendo los churros recién echos en el plato hasta que los cocine todos. Apague la freidora y puse el plato en el centro de la mesa, había una buena montaña de churritos, pero habría para todos.

-Bueno, ¡que aproveche!- dije sonriendo y todos empezaron a comer. Todos comían gastandose bromas o diciendo que los churros estaban muy buenos. Se lo comieron tan rápido que no me había dado ni tiempo de coger uno para mi.

-Ir a lavaros las manos, que están pringosas por los churros- dije y todo me hicieron caso. Me levanté, cogí el plato ya vacío y lo fregue junto a los utensilios que había utilizado.

Estaba secandome las manos cuando todos llegaron y me enseñaron sus manos ya limpias. Sonrei y me apoye en la encimera.

-¿Que queréis hacer ahora?- dije sonriendo mientras me cruzaba de brazos.

-Pues teníamos planeado ir al parque-me dijo Cupcake sonriendome de vuelta.

-Me parece muy bien, iremos todos juntos. Pero antes, vosotros dos-dije señalando a Sophie y Jamie- Tenéis que vestiros, aun estáis en pijama y no pienso dejaros salir por esa puerta hasta que estéis completamente vestidos.

Los dos corrieron a sus habitaciones y yo me reí. Los demás nos dirigimos a la entrada y les iba ayudando a ponerse el abrigo y la bufanda mientras esperábamos a que terminarán de vestirse.

Escuchamos como bajaban las escaleras y aparecieron con los abrigos y las bufandas ya puestas.

Sonrei y salimos todos. Cerre con la llave que siempre me dejaban los padres y empezamos a caminar en dirección al parque.

Íbamos caminando muy alegres y gastando bromas a los demás. Me estaba riendo de una broma que le había gastado Jamie a Pippa cuando sentí como nos miraban.

Me paré, causando que los demás también pararan y miré hacía atrás. No vi a nadie, pero aun seguía teniendo esa sensación de que nos observaban.

-¿Ocurre algo Eli?- me preguntó Sophie mientras me agarraba de la mano ybme miraba. Le miré y le sonrei, podía ser muy pequeña pero comprendía las cosas como nadie.

-No te preocupes, solo ha sido mi imaginación- dije para tranquilizar a todos. Empezamos a caminar y las risas volvieron mientras íbamos avanzando.

Llegamos al parque y entramos. Andamos hacía donde estábamos ayer, me paré y observé a mi alrededor. Me estiré haciendo crujir mis huesos cuando sentí que algo me golpeaba en la cara.

Lo que me había golpeado era una bola de nieve que había sido tirada por Cupcake. Me quite la nieve de la cara y vi como todos estaban apuntandome con bolas de nieve en las manos.

- C-Chicos, tranquilizaos...estemos en paz...-dije dando varios pasos hacía atrás, ya me temía lo que iba a venir a continuación.

-¡Al ataque!-gritaron todos y me tiraron las bolas de nieve a la vez. Dí un grito y todas las bolas me dieron, causando de que cayera de espaldas al suelo.

Todos se tiraron encima mía y empezaron a hacerme cosquillas. Reí hasta reventar intentando escapar de sus manos, pero estaba completamente rodeada.

Cuando se cansaron de hacerme cosquillas y yo de reirme, se tiraron justo a mi lado y nos quedamos mirando el cielo, el cual estaba totalmente soleado.

Me senté y mire a todos.

-Mañana hay que hacer la revancha..- dije sonriendo mientras les tiraba un poco de nieve.

Ellos rieron y se sentaron a mi alrededor como si estuvieran esperando algo. Les mire curiosa.

-¿Que ocurre?¿Tengo algo en la cara?- les dije curiosa a la vez que me tocaba la cara con la mano. Ellos negaron con la cabeza y siguieron mirandome con ojos llenos de ilusión.

-Queremos que vuelvas a cantar-me dijeron todos con una sonrisa. Ahora sabía que eran lo que tenían planeado, querían que volviera a cantar para ellos.

-¿Eso era lo que queriais?- pregunté sonriendo. Asintieron y reí, eran aun tan inocentes-Haberlo dicho en un principio, habría aceptado con mucho gusto.

Me levanté y me sacudi la nieve. Me aclare la garganta y todos se acomodaron. Sonrei y pensé en alguna canción que les podría gustar. Me acorde de una y con una sonrisa, empecé a cantar.

            Hazme un mundo

                de caramelo

      llena el aire con algodón

que los dulces caigan del cielo

        las estrellas piñatas son

        de repente las alegrías

      se me antojan de corazón

   si me como a besos la vida

    chocolate los sueños son.

Pa que todo lo que este bueno

siempre este a punto de turrón

    si los dulce son de colores

  los recuerdos también lo son

      En el cine las palomitas

    y el calor para los raspados

      Chocolate de la abuelita

       para el frío del corazón.

Me levanté mientras iba cantando y todos hicieron lo mismo. Iba caminando a ritmo de la canción y todos iban bailando un poco a mi lado. De momento, empezó a nevar. Alce los brazos mientras iba dando vueltas.

Iba a seguir cantando cuando sentí algo resbaladizo debajo de mis pies, y lo siguiente que sentí fue un dolor fuerte en mi espalda y que estaba tirada en el suelo.

Todos empezaron a reírse a carcajadas como si no hubiera fin y se tiraron al suelo retorciendose de la risa.

Me apoye con las manos y hize un esfuerzo por levantarme. Escuché una risa que se sobresalía por encima de los demás. Levanté la vista y vi a Jack andando hacía mi, riéndose.

Se acercó a mi y me ofreció su mano. La acepté encantada y me ayudo a levantarme.

-Eso ha sido divertido, tienes que caerte más a menudo-dijo Jack divertido.

-Ja ja ja, no hace gracia-dije un poco molesta mientras me tocaba donde me había dado el golpe.

Miré por los alrededores y busque con la mirada a Norte, Bunny, Tooth y Sandy. No los encontré. Miré a Jack curiosa.

-¿Los demás han venido?-pregunte curiosa.

-Si, deben de estar al llegar, ¿porque lo preguntas?-pregunto Jack.

-Jejeje porque tengo una idea..-sonrei divertida y me acerque a el. Le susurre al oído mi idea y el iba sonriendo más y más.

-Es una gran idea Eli-me dijo sonriendo divertido- No sabiamos que fueras así.

-Bueno, tengo mis momentos...-rei divertida. Le contamos nuestro plan a los niños y ellos aceptaron ayudarnos.

Nos preparamos y cuando vimos como se acercaban a lo lejos, todos nos escondimos atrás de los árboles, intentando aguantar la risa pensando en la que íbamos a formar en tan solo unos minutos en el parque...

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